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Nº 51 - TOMO 475 - 26 DE OCTUBRE DE 2010

REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY

DIARIO DE SESIONES

DE LA

CÁMARA DE SENADORES

PRIMER PERÍODO DE LA XLVIIa. LEGISLATURA

50ª SESIÓN EXTRAORDINARIA

PRESIDE EL SEÑOR DANILO ASTORI Presidente

ACTÚAN EN SECRETARÍA LOS TITULARES HUGO RODRÍGUEZ FILIPPINI Y GUSTAVO SÁNCHEZ PIÑEIRO Y LA PROSECRETARIA YEANNETH PUÑALES

S U M A R I O

1) Texto de la citación

2) Asistencia

3) Asuntos entrados

4) Inasistencias anteriores

- Por Secretaría se da cuenta de las inasistencias registradas a las últimas convocatorias del Cuerpo y de sus Comisiones.

5) y 9) Solicitudes de licencia e integración del Cuerpo

- El Senado concede las licencias solicitadas por los señores Senadores Bordaberry, Lacalle Herrera, Rubio, Fonticiella, Da Rosa, Couriel y Solari.

- Notas de desistimiento. Las presentan las señoras Ana Lía Piñeyrúa, Eleonora Bianchi y María Moraes y los señores Eduardo Brenta, Edgardo Ortuño, José Bayardi, Yamandú Orsi, Daniel Garín, Daniel Montiel, Juan José Domínguez, Andrés Berterreche y Fernando Scrigna.

6) Sistema cooperativo

- Por moción del señor Senador Michelini, el Senado resuelve incluir en el Orden del Día de la Sesión vespertina de mañana el proyecto de ley por el que se prorroga el plazo establecido para ajustarse al régimen de la ley.

7) Ejercicio “ATLASUR VIII”

- Por moción del señor Senador Saravia, el Senado resuelve que se distribuya, se declare urgente y se considere de inmediato el proyecto de ley aprobado en nueva forma por la Cámara de Representantes, por el que se autoriza la salida del país de personal y buque de la Armada Nacional para participar en este Ejercicio.

- Sancionado. Se comunicará al Poder Ejecutivo.

8) y 10) “País productivo - estado de situación”

- Exposición del señor Senador Martínez.

- Intervención de varios señores Senadores.

- Por moción del señor Senador, el Senado resuelve enviar la versión taquigráfica de sus palabras a los Ministerios de Industria, Energía y Minería y de Ganadería, Agricultura y Pesca, al Consejo de Ministros, a la Presidencia de la República, a la Cámara de Industrias del Uruguay, a la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay, a la Federación y a la Asociación Rural del Uruguay y a la Asociación Nacional de Pequeñas y Medianas Empresas.

11) “Las posibilidades de las nuevas tecnologías, ancho de banda, triple play y convergencia tecnológica”

- Por moción del señor Senador Bordaberry, el Senado resuelve postergar su exposición hasta el mes de marzo del próximo año.

12) Levantamiento de la Sesión

1) TEXTO DE LA CITACIÓN

Montevideo, 21 de octubre de 2010.

La CÁMARA DE SENADORES se reunirá en Sesión extraordinaria el próximo martes 26 de octubre, a la hora 17:00, a fin de informarse de los asuntos entrados y considerar el siguiente

ORDEN DEL DÍA

Exposición de cuarenta y cinco minutos del señor Senador Daniel Martínez, al amparo de lo dispuesto en el artículo 171 del Reglamento del Senado, sobre el tema: “País Productivo - estado de situación”.

Carp. Nº 301/10.

Exposición de cuarenta minutos del señor Senador Pedro Bordaberry, al amparo de lo dispuesto en el artículo 171 del Reglamento del Senado, sobre el tema: “Las posibilidades de las nuevas tecnologías, Ancho de Banda, Triple Play y Convergencia Tecnológica”.

Carp. Nº 347/10.

Gustavo Sánchez Piñeiro Secretario - Hugo Rodríguez Filippini Secretario.

2) ASISTENCIA

ASISTEN: los señores Senadores Abreu, Agazzi, Amorín, Baráibar, Beramendi, Cardoso, Chiruchi, Da Rosa, Dalmás, Fernández Huidobro, Gallinal, Gallo, Heber, Larrañaga, Lorier, Martínez, Michelini, Moreira (Constanza), Nin Novoa, Pasquet, Pereyra, Saravia, Tajam, Topolansky, Umansky, Viera y Xavier.

FALTAN: con licencia, los señores Senadores Bordaberry, Couriel, Fonticiella, Rubio y Solari; y con aviso, los señores Senadores Lacalle Herrera, Moreira (Carlos) y Penadés.

3) ASUNTOS ENTRADOS

SEÑOR PRESIDENTE.- Habiendo número, está abierta la Sesión.

(Es la hora 17 y 3 minutos.)

- Dese cuenta de los asuntos entrados.

(Se da de los siguientes:)

SEÑOR SECRETARIO (Gustavo Sánchez Piñeiro).- “El Poder Ejecutivo remite los siguientes Mensajes:

- por el que comunica la promulgación de un proyecto de ley por el que se aprueba el Acuerdo de Cooperación Científica y Tecnológica entre el Gobierno de los Estados Unidos de América y el Gobierno de la República Oriental del Uruguay, suscrito en la ciudad de Washington D.C., Estados Unidos de América, el 29 de abril de 2008.

- AGRÉGUESE A SUS ANTECEDENTES Y ARCHÍVESE.

- por el que solicita la venia correspondiente para destituir de su cargo a un funcionario del Ministerio de Transporte y Obras Públicas.

- A LA COMISIÓN DE ASUNTOS ADMINISTRATIVOS.

Y comunica que ha dictado una resolución por la cual se designa en calidad de integrante del Directorio del Banco de la República Oriental del Uruguay al contador Alejandro Pablo Irastorza Mautone.

- AGRÉGUESE A SUS ANTECEDENTES Y ARCHÍVESE.

La Cámara de Representantes remite aprobado un proyecto de ley por el que se declara como interpretación obligatoria que los artículos 1º, 3º y 4º de la Ley Nº 15.848, de 22 de diciembre de 1986, presentan ilegitimidad manifiesta, violan los artículos 4º, 72, 83 y 233 de la Constitución de la República y carecen de valor jurídico alguno.

- A LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN Y LEGISLACIÓN.

Asimismo, remite aprobado en nueva forma un proyecto de ley por el que se autoriza la salida del país del Buque ROU 01 “Uruguay” y una aeronave Armada 871 con su Plana Mayor y Tripulación compuesta de 150 integrantes, a efectos de participar en el Ejercicio ATLASUR VIII, el que se realizará entre el 26 de octubre y el 12 de noviembre de 2010, con escala en puertos de la República Argentina.

- A LA COMISIÓN DE DEFENSA NACIONAL.

La Presidencia del Senado, conforme a las disposiciones reglamentarias y en cumplimiento de lo establecido por el Reglamento de Calificaciones y Concursos, comunica al Cuerpo la Resolución Nº 52/10, por la cual se designa en el grado de Jefe de Departamento del Escalafón “R” Sala y Barra de la Cámara de Senadores, al señor Álvaro Telesca.

- TÉNGASE PRESENTE.

La Suprema Corte de Justicia remite Sentencia Nº 128 en autos caratulados: “ÁLVAREZ MENÉNDEZ, RODOLFO Y OTROS C/PODER LEGISLATIVO Y OTRO. ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD INCISOS 2º, 3º, 7º Y 9º DEL ART. 70 DE LA LEY Nº 11.029 EN LA REDACCIÓN SUSTITUTIVA DADA POR EL ART. 15 DE LA LEY Nº 18.187”.

- A LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN Y LEGISLACIÓN.

La Unidad Reguladora y de Control de Datos Personales remite copia de la Resolución Nº 1.356/10, de 10 de setiembre de 2010, relacionada con el proyecto de ley presentado por el señor Senador Aldo Lamorte, por el que se modifica el artículo 22 de la Ley Nº 18.331, de 11 de agosto de 2008, sobre Protección de Datos Personales y Acción de Hábeas Data.

- A LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN Y LEGISLACIÓN.

La Presidencia del Parlamento del Mercosur remite nota por la cual manifiesta la necesidad de la creación de los Centros de Cultura del Mercosur, a fin de lograr un avance en la democratización cultural así como en la promoción de ciudadanía de los pueblos.

- A LA COMISIÓN DE EDUCACIÓN Y CULTURA.

La Junta Departamental de Treinta y Tres remite copia de la Resolución Número 38/10, referente a la Ley de Caducidad.

La Junta Departamental de Río Negro remite copia de la versión taquigráfica de las palabras pronunciadas por la señora Edila Sandra Dodera, relacionadas con la necesidad de tomar medidas tendientes a evitar accidentes de tránsito.

La Asociación de Escribanos del Uruguay acusa recibo de la remisión de la versión taquigráfica de las palabras pronunciadas por el señor Senador Ope Pasquet, relacionadas con el Sistema Notarial de Salud.

- TÉNGANSE PRESENTES.

4) INASISTENCIAS ANTERIORES

SEÑOR PRESIDENTE.- Dando cumplimiento a lo que establece el artículo 53 del Reglamento de la Cámara de Senadores, dese cuenta de las inasistencias a las anteriores convocatorias del Cuerpo y de sus Comisiones.

(Se da de las siguientes:)

SEÑOR SECRETARIO (Hugo Rodríguez Filippini).- A la Sesión extraordinaria del 19 de octubre faltó, con aviso, la señora Senadora Moreira.

A la Sesión de la Comisión de Población, Desarrollo e Inclusión del 18 de octubre faltaron, con aviso, los señores Senadores Chiruchi, Da Rosa y Lorier y la señora Senadora Moreira.

A la Sesión de la Comisión de Ciencia y Tecnología del 18 de octubre faltaron, con aviso, los señores Senadores Agazzi y Fonticiella.

A la Sesión de la Comisión de Constitución y Legislación del 19 de octubre faltó, con aviso, la señora Senadora Moreira.

A la Sesión de la Comisión Investigadora sobre la Actividad de la Cámara de Senadores en el tratamiento de la Ley Nº 18.411, incluyendo los aspectos vinculados a su discusión, aprobación y puesta en vigencia, del 19 de octubre faltaron, con aviso, los señores Senadores Amorín y Moreira.

A la Sesión de la Comisión de Transporte y Obras Públicas del 20 de octubre faltaron, con aviso, los señores Senadores Fonticiella y Martínez.

A la Sesión de la Comisión de Presupuesto integrada con la de Hacienda del 21 de octubre faltó, con aviso, el señor Senador Martínez.

5) SOLICITUDES DE LICENCIA E INTEGRACIÓN DEL CUERPO

SEÑOR PRESIDENTE.- Dese cuenta de una solicitud de licencia.

(Se da de la siguiente:)

“El señor Senador Bordaberry solicita licencia por los días 26 y 27 de los corrientes.”

- Léase.

(Se lee:)

SEÑOR SECRETARIO (Hugo Rodríguez Filippini).- “Montevideo, 25 de octubre de 2010.

Señor Presidente de la
Cámara de Senadores
Cr. Danilo Astori
Presente

De mi mayor consideración:

Por medio de la presente solicito al Cuerpo que usted preside me conceda licencia sin goce de sueldo al amparo del artículo 1º de la Ley Nº 17.827, de fecha 14 de setiembre de 2004, por los días 26 y 27 de octubre del presente año, por motivos particulares.

Pedro Bordaberry, Senador.”

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota:)

- 15 en 16. Afirmativa.

Queda convocado el señor Germán Cardoso, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

Dese cuenta de otra solicitud de licencia.

(Se da de la siguiente:)

“El señor Senador Lacalle Herrera solicita licencia por el día 27 de los corrientes.”

- Léase.

(Se lee:)

SEÑOR SECRETARIO (Hugo Rodríguez Filippini).- “Montevideo, 26 de octubre de 2010.

Señor Presidente de la
Cámara de Senadores
Cr. Danilo Astori

De mi mayor consideración:

Solicito al Cuerpo me conceda licencia al amparo del artículo 1º de la Ley Nº 17.827, para el día de mañana 27 del corriente, dado que me encontraré en la ciudad de Buenos Aires dictando una conferencia denominada “200 años y 4 miradas”, organizada por la Fundación Libertad, siendo además conferencistas los Sres. Álvaro Vargas Llosa,

Marcos Aguinis y Eduardo Jaim Etcheverry.

Saluda a usted atentamente

Luis Alberto Lacalle, Senador.”

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota:)

- 14 en 16. Afirmativa.

Se comunica que la señora Ana Lía Piñeyrúa ha presentado nota de desistimiento informando que por esta vez no acepta la convocatoria a integrar el Cuerpo, por lo que queda convocado el señor Guillermo García Costa, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

Dese cuenta de otra solicitud de licencia.

(Se da de la siguiente:)

“El señor Senador Rubio solicita licencia por los días 26, 27 y 28 de los corrientes.”

- Léase.

(Se lee:)

SEÑOR SECRETARIO (Hugo Rodríguez Filippini).- “Montevideo, 25 de octubre de 2010.

Sr. Presidente de la
Cámara de Senadores
Cr. Danilo Astori
Presente

De mi mayor consideración:

A través de la presente, solicito al Cuerpo que Ud. preside se me conceda licencia por motivos personales los días 26, 27 y 28 de octubre de 2010.

Sin otro particular, saluda a Ud. muy atentamente

Enrique Rubio, Senador.”

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota:)

- 15 en 16. Afirmativa.

Se comunica que el señor Eduardo Brenta, la señora Eleonora Bianchi, los señores Edgardo Ortuño y José Bayardi y la señora María Moraes han presentado notas de desistimiento informando que por esta vez no aceptan la convocatoria a integrar el Cuerpo, por lo que queda convocada la señora Carmen Beramendi, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

Dese cuenta de otra solicitud de licencia.

(Se da de la siguiente:)

“El señor Senador Fonticiella solicita licencia por los días 26, 27 y 28 de los corrientes.”

- Léase.

(Se lee:)

SEÑOR SECRETARIO (Hugo Rodríguez Filippini).- “Salto, 26 de octubre de 2010.

Sr. Presidente de la
Cámara de Senadores
Cr. Danilo Astori

Señor Presidente:

De acuerdo con el artículo primero, literal A) de la Ley 17.827, solicito a la Cámara licencia por enfermedad por los días 26, 27 y 28 del corriente. Adjunto certificado médico.

Atentamente,

Ramón Fonticiella, Senador.”

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota:)

- 15 en 18. Afirmativa.

En consecuencia, queda convocado el señor Luis Gallo, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

Dese cuenta de otra solicitud de licencia.

(Se da de la siguiente:)

“El señor Senador Da Rosa solicita licencia el día 27 de octubre.”

- Léase.

(Se lee:)

SEÑOR SECRETARIO (Hugo Rodríguez Filippini).- “Montevideo, 19 de octubre de 2010.

Señor Presidente de la
Cámara de Senadores
Cr. Danilo Astori
Presente

De mi mayor consideración:

Quien suscribe, Senador Dr. Eber Da Rosa Vázquez, viene por la presente a solicitar al Cuerpo licencia por motivos personales para la Sesión extraordinaria convocada para el día miércoles 27 de octubre del presente año.

Por lo expuesto, solicito se convoque al suplente respectivo.

Sin otro particular hago propicia la ocasión para saludarle atentamente.

Eber Da Rosa Vázquez, Senador.”

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota:)

- 18 en 20. Afirmativa.

Queda convocado el señor Javier García, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

Dese cuenta de otra solicitud de licencia.

(Se da de la siguiente:)

“El señor Senador Couriel solicita licencia del 24 al 30 de octubre de 2010.”

- Léase.

(Se lee:)

SEÑOR SECRETARIO (Hugo Rodríguez Filippini).- “Montevideo, 25 de octubre de 2010.

Señor Presidente de la
Cámara de Senadores
Don Danilo Astori
Presente

De mi mayor consideración:

A través de la presente, solicito al Cuerpo me conceda licencia al amparo del artículo 1º, numeral D, de la Ley Nº 17.827, de 14 de setiembre de 2004, por haber sido invitado por la Fundación Alexandre de Gusmao FUNAG - Ministerio de Relaçoes Exteriores de Brasil desde el 24 al 30 de octubre de 2010, para participar como expositor en el I Encontro de Professores e Ex-alunos do Curso para Diplomatas Sul-americanos a realizarse en la ciudad de Río de Janeiro.

Sin otro particular, saluda al señor Presidente muy atentamente

Alberto Couriel, Senador.”

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota:)

- 22 en 23. Afirmativa.

Se comunica que los señores Yamandú Orsi, Daniel Garín, Daniel Montiel, Juan José Domínguez y Andrés Berterreche han presentado notas de desistimiento, informando que por esta vez no aceptan la convocatoria a integrar el Cuerpo, por lo que queda convocado el señor Aníbal Pereira, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

Dese cuenta de otra solicitud de licencia.

(Se da de la siguiente:)

“El señor Senador Solari solicita licencia el día 26 de octubre del presente año.”

- Léase.

(Se lee:)

SEÑOR SECRETARIO (Hugo Rodríguez Filippini).- “Montevideo, 25 de octubre de 2010.

Señor Presidente de la
Cámara de Senadores
Cr. Danilo Astori
Presente

De mi mayor consideración:

A través de la presente, solicito al Cuerpo me conceda licencia, por motivos personales, al amparo del artículo 1º de la Ley Nº 17.827, de 14 de septiembre de 2004, el día 26 de octubre del presente año.

Sin otro particular, saluda a Ud. muy atentamente.

Alfredo Solari, Senador.”

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota:)

- 21 en 23. Afirmativa.

Se comunica que el señor Fernando Scrigna ha presentado nota de desistimiento, informando que por esta vez no acepta la convocatoria a integrar el Cuerpo, por lo que queda convocado el señor Isaac Umansky, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

6) SISTEMA COOPERATIVO

SEÑOR MICHELINI.- Pido la palabra para una cuestión de orden.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor Senador.

SEÑOR MICHELINI.- Señor Presidente: en el año 2008 se votó la ley de cooperativas, que establecía la fecha del 24 de octubre pasado como límite para ajustarse al régimen. El señor Senador Carlos Moreira presentó un proyecto de ley solicitando una prórroga por seis meses, dado que hay varios ajustes para hacer. Consultado el Poder Ejecutivo, el Ministerio de Economía manifestó que no tenía objeciones al respecto. En el día de hoy la Comisión de Constitución y Legislación votó afirmativamente el proyecto de ley y, dado que existe acuerdo, solicitamos que se incorpore en el Orden del Día de la Sesión de mañana para que podamos aprobarlo.

SEÑOR PRESIDENTE.- Haciendo la salvedad de que la carpeta aún no llegó a la Secretaría, por lo que no está incluida en los asuntos entrados, se va a votar la propuesta formulada por el señor Senador Michelini, en el entendido de que se incluirá el punto en la Sesión vespertina del día de mañana.

Si no se hace uso de la palabra, se va a votar.

(Se vota:)

- 23 en 23. Afirmativa. UNANIMIDAD.

7) EJERCICIO “ATLASUR VIII”

SEÑOR SARAVIA.- Pido la palabra para una cuestión de orden.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor Senador.

SEÑOR SARAVIA.- Señor Presidente: solicitamos que se declare urgente y se trate en esta Sesión un proyecto de ley que ya fuera aprobado por el Senado y que debido a un error de fecha que fue corregido por la Cámara de Representantes, se ha devuelto a este recinto. Se trata de la salida de un buque que para realizar las maniobras pertinentes debería estar partiendo en convoy junto con buques argentinos, sudafricanos y brasileños a las 0 horas. Por tal motivo, pedimos que se reparta el proyecto de ley que viene de la Cámara de Representantes y se vote su urgente consideración, a fin de que, si se lo aprueba, pase de inmediato al Poder Ejecutivo.

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar la propuesta formulada por el señor Senador Saravia en el sentido de declarar la urgente consideración del punto al que se ha referido, que si estamos de acuerdo lo repartimos inmediatamente y lo tratamos ahora.

Si no se hace uso de la palabra, se va a votar.

(Se vota:)

- 24 en 24. Afirmativa. UNANIMIDAD.

En consecuencia, se pasa a considerar el tema: “Proyecto de ley por el que se autoriza la salida del país de personal y buque de la Armada Nacional a efectos de participar en el Ejercicio “ATLASUR VIII”.

(Antecedentes:)

“CÁMARA DE REPRESENTANTES

La Cámara de Representantes de la República Oriental del Uruguay, en Sesión de hoy, ha sancionado el siguiente

Proyecto de ley

Artículo Único.- Autorízase la salida del país de personal y buque de la Armada Nacional a efectos de realizar el Ejercicio de alistamiento naval del año 2010, acorde al siguiente detalle:

Buque ROU 01 «Uruguay» y una aeronave Armada 871 con su Plana Mayor y Tripulación compuesta de 150 integrantes, a efectos de participar en el Ejercicio ATLASUR VIII, el que se realizará entre el 26 de octubre y el 12 de noviembre de 2010, con escala en puertos de la República Argentina.

Sala de Sesiones de la Cámara de Representantes, en Montevideo a 20 de octubre de 2010.

Ivonne Passada, Presidenta; Marti Dalgalarrondo Añón, Secretario.”

SEÑOR PRESIDENTE.- Léase el proyecto.

(Se lee.)

- En discusión.

Tiene la palabra el Miembro Informante, señor Senador Saravia.

SEÑOR SARAVIA.- Muchas gracias, señor Presidente.

Como decía, se trata de un proyecto de ley con un único artículo, que vuelve de la Cámara de Representantes, porque ya fue aprobado por el Senado pero allí modificaron una fecha que estaba equivocada. Una vez resuelto el error, se hace imperativo votarlo ya, pues la salida para los Ejercicios ATLASUR VIII está prevista a partir del día 26 de octubre -esta noche- a las 0 horas, hasta el día 12 de noviembre. Esta es, básicamente, la modificación y, en consecuencia, solicitamos su aprobación.

Es cuanto tenía para decir.

SEÑOR PRESIDENTE.- La urgencia está clara.

Léase el artículo único del proyecto.

(Se lee:)

SEÑOR SECRETARIO (Hugo Rodríguez Filippini).- “Artículo Único.- Autorízase la salida del país de personal y buque de la Armada Nacional a efectos de realizar el Ejercicio de alistamiento naval del año 2010, acorde al siguiente detalle:

Buque ROU 01 “Uruguay” y una aeronave Armada 871 con su Plana Mayor y Tripulación compuesta de 150 integrantes, a efectos de participar en el Ejercicio ATLASUR VIII, el que se realizará entre el 26 de octubre y el 12 de noviembre de 2010, con escala en puertos de la República Argentina.

SEÑOR PRESIDENTE.- Si no se hace uso de la palabra, se va a votar si se acepta la modificación introducida en la Cámara de Representantes.

(Se vota:)

- 25 en 25. Afirmativa. UNANIMIDAD.

Queda sancionado el proyecto de ley, que será remitido al Poder Ejecutivo para su promulgación.

(No se publica el texto del proyecto de ley sancionado, por ser igual al considerado.)

8) “PAÍS PRODUCTIVO - ESTADO DE SITUACIÓN”

SEÑOR PRESIDENTE.- El Senado ingresa a la consideración del primer punto del Orden del Día: “Exposición de cuarenta y cinco minutos del señor Senador Daniel Martínez, al amparo de lo dispuesto en el artículo 171 del Reglamento del Senado, sobre el tema: “País Productivo - estado de situación”. Carp. Nº 301/10.”

Tiene la palabra el señor Senador Martínez.

SEÑOR MARTÍNEZ.- Señor Presidente: a los efectos de guiarme en la presentación, solicito que se habilite el Power Point.

SEÑOR PRESIDENTE.- Así se hará, señor Senador.

SEÑOR MARTÍNEZ.- Muchas gracias, señor Presidente.

Queremos aportar una reflexión a la luz de lo que ha sido la evolución de la economía mundial, y en particular la de nuestro país, con alguna perspectiva de futuro, marcando fortalezas y debilidades y, eventualmente, alguna orientación que nos permita profundizar el desarrollo económico independiente de la nación.

No vamos a hacer mucho hincapié en cosas que son sabidas, pero sí queremos mencionar que la evolución del Producto Bruto Interno y de las exportaciones en el último período ha tenido un notable comportamiento, y se puede advertir que las exportaciones han crecido más que el PBI. Lo cierto es que este crecimiento ha sido un 13% superior en relación con el Producto Bruto Interno, lo que resalta el dinamismo de la economía uruguaya volcada hacia el sector externo. También hay que destacar que este crecimiento ha estado por encima del experimentado por el consumo interno, con tasas récord en la historia del país. Por tanto, queda claro cuál ha sido el comportamiento de la economía nacional y, en particular, el de sus exportaciones.

Si analizamos las exportaciones industriales, advertimos que la tasa del PBI de este sector en el período 2002-2009, que es el que hemos tomado como referencia, ha crecido un 14%; a su vez, las no agrícolas han tenido un incremento del 11%. Si observamos el concierto de los últimos 20 ó 40 años, podemos notar que no se había dado un comportamiento tan expansivo y de tanto desarrollo del sector industrial del país, lo que sin duda es una muy buena noticia.

En la siguiente diapositiva se puede ver que el fuerte protagonismo de la industria se dio en casi todos los sectores, aunque algunas de sus ramas salen de la escala, como por ejemplo la vinculada a la celulosa y al papel, por razones más que obvias. Sin embargo, el crecimiento se ha dado en todos los sectores y, exceptuando la rama de la celulosa y el papel, que llega a tasas de crecimiento del 455%, en algunos casos las mismas alcanzan el 70% y, en general, presentan un comportamiento más que notable del sector industrial, con promedios de aproximadamente 20%. Mirando la diapositiva, el promedio de la industria figura en color verde y, particularmente, la marca roja, que es la industria sin refinería, representa un 40%. En consecuencia, vemos que el sector industrial acompañó el dinamismo de la economía de los últimos 8 ó 9 años, aunque quizás en menor escala que el crecimiento global

También hay que destacar como factor positivo el proceso de diversificación productiva, que es un elemento estratégico fundamental de fortaleza. Con relación a esto es bueno mencionar el crecimiento de los servicios logísticos, y esto lo analizaremos en unos días, cuando fundamentemos la presentación del proyecto de ley relativo al Inalog, Instituto Nacional de Logística. Es importante decir que la logística no solo creció al ritmo de la actividad económica nacional, sino también como un verdadero servicio de exportación por el agregado de valor a productos en tránsito, que en la actualidad representa el 50% del total de lo que se factura en el sector logístico. Esto, sin duda, demuestra un avance en el proceso de diversificación de la matriz productiva del país, lo que, por supuesto, también es una buena noticia. Lo mismo ha sucedido con el crecimiento del turismo y comienza a vislumbrarse con algunos proyectos vinculados a la minería, que empiezan a hacerse realidad. Todo esto hace que la matriz productiva del país se diversifique, lo que no ocurría años atrás. Evidentemente, esto ha sido acompañado -y hay que destacarlo como una fortaleza del desarrollo económico del país- por la diversificación de los mercados, lo que va en el mismo sentido de lo que planteábamos. Considero que todos debemos festejar estos logros, que son el producto de la constancia política y, sobre todo, de un ordenamiento macroeconómico que ha permitido que el país avance en cuanto al crecimiento de su economía.

Por otro lado, es cierto que se ha mantenido y profundizado la vulnerabilidad estructural, aspecto que nos preocupa y que queremos trasmitir al Senado, a los efectos de generar un debate e intentar encontrar salidas como nación. Esta vulnerabilidad a la que hacemos referencia proviene de una especialización productiva de la economía uruguaya basada en la producción y exportación de bienes y servicios de base primaria, con escaso valor agregado. El crecimiento basado en estos sectores de menor calificación laboral y escaso valor agregado determina que la redistribución de la riqueza no haya avanzado pese al importante mejoramiento del salario real y de las pasividades; la mejora del Índice de Gini fue producto de las políticas sociales del Gobierno. A nuestro entender, el modelo económico está sumamente expuesto a las alteraciones de los mercados mundiales y no constituye una base sólida para el logro de un crecimiento sostenido con justicia social, a la vez que podríamos estar perdiendo la oportunidad histórica de transformar el sistema productivo.

Queremos decir que, en nuestro concepto, el salto cualitativo que ha dado el país es descomunal, aunque se están planteando desafíos a futuro que pensamos deben abordarse. En definitiva, el drama del Uruguay es producir cosas que valen poco e importar cosas que valen mucho, y eso es lo que se debe atacar.

En la siguiente diapositiva los señores Senadores pueden ver una presentación de la estructura económica, en la que se advierte la fuerte especialización en productos primarios, de baja tecnología e intensivos en recursos naturales. El círculo interior muestra las exportaciones nacionales y, el externo, las importaciones. Se puede ver que el 58% de las exportaciones corresponde a bienes primarios, el 20% a intensivos en recursos naturales, un 11% son exportaciones de baja tecnología, un 7% de media tecnología, un 2% de alta tecnología, y tenemos un 2% que corresponde a otro tipo de transacciones. Si sumamos los bienes primarios, los intensivos en recursos naturales y los de baja tecnología, prácticamente tenemos el 89% de la producción nacional, mientras que lo que implica un salto tecnológico que exige la acumulación de masa crítica de gente con capacidad, mayor preparación educativa y desarrollo tecnológico, que vendrían a estar representados en los sectores de media y alta tecnología, representa solo el 9% de lo que produce y exporta el país.

En contraposición, si uno analiza las importaciones puede ver que los bienes primarios representan solo el 18%, los intensivos en recursos naturales el 20%, los de baja tecnología el 14%, los de media tecnología el 35% y los de alta tecnología un 3%. No podemos decir que se esté produciendo una reversión de la matriz de exportación, pero sí que hay una clara diferencia porque, promedialmente, el país importa cosas con muchísimo más valor agregado que las que exporta. Es sabido que la relación en promedios históricos entre los productos de alta tecnología y alto valor agregado con respecto a los de bajo valor agregado y escasa tecnología es creciente en el tiempo. Por lo tanto, como decíamos anteriormente, seguimos sin resolver el drama de cómo aprovechar el buen momento histórico que estamos viviendo, el ordenamiento económico y el crecimiento de la economía. El objetivo es dejar de producir cosas que valen poco e importar cosas que valen mucho. Quizás no sea posible terminar con esto en forma definitiva porque la base agroindustrial y de alimentos del país siempre será un componente más que importante en la producción nacional pero, al menos, habría que intentar que nuestra participación en sectores de media y alta tecnología crezca.

En la siguiente diapositiva observamos la misma evolución histórica, pero en lugar de mostrarla en el diagrama de torta, lo hacemos con barras. Podemos ver que dado el crecimiento exponencial producido por la mejora tecnológica, la producción de bienes primarios y los precios internacionales, la relación de estos respecto a la participación de bienes de media y alta tecnología viene creciendo.

En esta gráfica se muestran valores absolutos y, en la siguiente, valores porcentuales, que son los que más importan a los efectos de analizar la evolución. Aquí puede verse que en lo que tiene que ver con los bienes primarios la evolución ha sido de un 49% a un 58% en los últimos 6 años. En el 2004 los bienes primarios participaban en la torta de la producción del Uruguay con un 49% y hoy lo hacen con un 58%. Cabe destacar que la manufactura basada en recursos naturales se mantiene prácticamente constante y que los productos con baja tecnología han descendido. La buena noticia es que la incidencia de los productos con media incorporación tecnológica se ha mantenido.

Podríamos dar alguna visión del contexto regional -del que nuestro país no está alejado-, que sin duda tiene luces, como por ejemplo el ciclo expansivo de crecimiento; la menor vulnerabilidad de las turbulencias externas -cuentas fiscales, cuentas corrientes, reservas en mejor de situación-; la inversión más elevada de los últimos 27 años -que alcanzó un récord en los años 2007 y 2008-; el volumen de exportación creciente, que ha permitido recuperar parte de lo que había perdido América Latina en la región en las décadas anteriores; el aumento de la diversificación por productos, en especial antes de lo que fue el crecimiento del precio de los productos primarios; y la mejora de indicadores sociales como el desempleo, la pobreza, la educación y la salud, que sin duda son elementos positivos.

Sin embargo, la región, al igual que nuestro país -aunque no de la misma forma en cada uno de estos rubros-, sigue teniendo problemas de crecimiento y equidad; la inversión insuficiente, por más que es creciente, pues todos sabemos que tenemos que avanzar a tasas de inversión del 24% y 25% del PBI, y en el caso de nuestro país estamos en un 19%, siendo sin duda un poco más grave la situación en la región. Existen exportaciones que no generan efectos dinámicos sobre la estructura productiva, en el sentido de aportar a los objetivos estratégicos que creemos tenemos como nación, como la capacitación de mano de obra, el mayor contenido tecnológico y el consecuente valor agregado. A su vez, hay una pérdida de participación en el comercio de servicios -en especial, en los más dinámicos-; una baja participación de las industrias con un uso intensivo de conocimientos; escasos recursos y baja eficacia en su destino. Esto ha sido la tónica en la región y se han dado escasos avances en el proceso de integración, así como la ausencia de estrategias de transformación productiva e inserción internacional. Creemos que en la región -aunque un poco menos en Uruguay- no estamos creando las bases para el crecimiento sostenido a mediano plazo.

En el marco del proceso de concentración de la estructura productiva mundial observamos la creciente importancia de los costos fijos, el desarrollo de marcas mundiales y la intensificación de los esfuerzos de investigación y desarrollo, así como la economía de escala en la producción, comercialización, investigación y desarrollo. Además, tenemos la desconcentración de la producción dentro y fuera de fronteras y el nuevo fenómeno de las cadenas productivas, cuyos distintos eslabones se producen en diferentes países, dando lugar a la batalla por la participación en la riqueza mundial, que consiste en captar el mayor número y la mejor calidad de esos eslabones. También encontramos las cadenas de valor y los esquemas de gobierno que buscan insertarse en el mundo, lo que cada vez más implica formar parte de una cadena de valor, con sus oportunidades y riesgos, tanto en cantidad como en calidad de eslabones de las cadenas productivas.

Queremos destacar, en particular, la importancia del esfuerzo innovador y sus resultados, sobre lo que creemos que hemos venido avanzando en el país, aunque el desafío es hacerlo de una manera muchísimo más dinámica. El principal impulso proviene de la interacción entre la investigación y el desarrollo -pública y privada- y de la capacidad de las empresas de generar, adoptar y difundir las innovaciones de procesos y productos. El esfuerzo regional en investigación y desarrollo es bajo y poco eficaz. Las empresas manufactureras de la región invierten en innovación, pero el mayor esfuerzo se concentra en la compra de maquinaria y no en la innovación y desarrollo de tecnologías que nos permitan diferenciarnos y mejorar la competitividad.

En cuanto a las exportaciones y la productividad, pensamos que debemos avanzar mucho más, justamente porque en el rubro de inversión, de esfuerzo innovador y de inversión tecnológica, hay una escasa relación centrada en la investigación. Este es un tema que lo hemos tratado y sobre el que la ANII ha venido haciendo un notable trabajo -aunque debemos avanzar mucho más- con resultados en innovación que, medidos por la calidad de exportaciones, han sido modestos. Por eso es fundamental resaltar una visión estratégica de país a mediano y largo plazo -que creo que hemos empezado a construir-, porque entendemos que debemos colectivizar para lograr que realmente sea una política de Estado de consenso nacional.

Precisamente, en las últimas décadas, pocos países han podido cerrar la brecha de ingresos de los países más ricos del mundo, porque ha faltado una visión estratégica nacional a mediano y largo plazo, que implica, ni más ni menos, saber hacia dónde y cómo se posicionará la economía y la sociedad de aquí a tres, cinco, diez o veinte años. Pocos países lograron combinar una preocupación por el logro de los fundamentos con medidas proactivas y políticas activas que apoyan la transformación productiva y el escalonamiento tecnológico continuo en la inserción mundial. El objetivo estratégico es tratar de que cada una de las cadenas, cada nivel de producción o actividad productiva del país, dé un salto tecnológico en los próximos diez años. Es de resaltar que países como Irlanda, Finlandia, Malasia y República de Corea expresan sus estrategias en planes nacionales de mediano y largo plazo. Insisto en que debemos internalizar esto -a pesar de que hemos tenido avances- y lograr que se convierta en verdaderas políticas de Estado.

El valor de la estrategia del país a mediano y a largo plazo es, sin duda, que se anticipen e identifiquen oportunidades para expandir y aumentar el valor y conocimiento de la producción y la exportación, así como las limitaciones para alcanzar las oportunidades identificadas. Deben priorizarse metas, medidas y programas como expresión de un proyecto de país, ayudando a guiar las expectativas y asignando recursos. Sin duda, es muy importante contar con una estrategia a la luz de una nueva revolución tecnológica; la ausencia de una estrategia exitosa puede generar atrasos por décadas o, al menos, impedirnos avanzar en el sentido que queremos como país.

En las últimas décadas, pocos países han logrado cerrar la brecha de ingresos de los países más ricos del mundo sin una visión estratégica nacional, como política de Estado, a mediano y largo plazo. El objetivo que nos tenemos que trazar es aprovechar la acumulación de riqueza generada a partir de los buenos precios de los alimentos y las materias primas, para generar capacidades inexistentes o poco desarrolladas al día de hoy. Creo que, ni más ni menos, hay que actuar como las naciones que en los últimos cien o doscientos años han dado el salto cualitativo, logrando fortalezas estructurales y sustentabilidad en sus proyectos. Estos países, en su momento, han aprovechado la acumulación de riquezas generadas por determinados productos básicos, para apostar, justamente, al desarrollo del sector de la economía de mucho más valor agregado y desarrollo tecnológico, que es el que en definitiva permite pensar en políticas menos vulnerables a largo plazo. Esto implica definir que el Estado tiene que actuar en base a políticas activas y generar las condiciones para el desarrollo de los sectores privados y de la actividad pública, estableciendo dónde y cómo posicionar la economía y la sociedad a mediano y largo plazo, orientando las cadenas productivas, las actividades de cada una de ellas, las industrias de soporte y servicios a desarrollar -un tema sustancial que luego abordaremos es el de agregar valor y lograr el desafío del salto tecnológico que implica desarrollar industrias de soporte de proveedores nacionales de las grandes cadenas de valor-, así como también fomentando la interacción entre la investigación y el desarrollo público y privado y la capacidad de las empresas de generar, adoptar y difundir las innovaciones de procesos y productos. Para ello necesitamos una infraestructura adecuada que respalde este crecimiento y este objetivo nacional.

¿Qué hemos venido haciendo como país? Creo que en forma correcta hemos venido desarrollando políticas de fortalecimiento de la estructura productiva y políticas transversales con foco en la competitividad, generando el ambiente requerido para el fomento de la inversión productiva y tecnológica; además, hemos buscado la producción inteligente, con la apuesta a la innovación y el conocimiento, jerarquizando la generación de valor agregado, el empleo calificado, la certificación de calidad, el desarrollo de un marco de propiedad intelectual e industrial que realmente genere las garantías necesarias para la inversión, y la captación y seguimiento de la inversión extranjera directa con políticas activas para el desarrollo de cadenas de valor que apunten a los objetivos estratégicos de país.

Buena parte de lo que estamos planteando está reflejado en la denominada ley de inversiones, que es un notable instrumento, pero creo que el debate y la discusión se deben seguir dando en el Gobierno para mejorar y modificar la calificación y los puntajes de esta ley de inversiones, que deben ir en el sentido que hemos marcado. Me refiero a seguir priorizando la calificación de mano de obra, el valor agregado y la incorporación tecnológica, ya que estamos convencidos de que la ley de inversiones -en su actual diseño y sistema de puntajes- ha cumplido una primera etapa de gran apuesta al crecimiento de la inversión, pero ahora debería focalizarse el esfuerzo que hace el Estado al renunciar a recursos fiscales, en profundizar la orientación de esa ley en puntos como el desarrollo científico-tecnológico, el empleo calificado, el valor agregado y la localización equilibrada de país por encima de otros rubros que hasta ahora se calificaban y se puntuaban.

En el último punto hacíamos referencia a políticas activas para el desarrollo de cadenas de valor que apunten a los objetivos estratégicos de país, que calificamos en tres rubros. En primer lugar -esto es lo que ha hecho el Gobierno y estamos absolutamente de acuerdo- están las cadenas motores de crecimiento, como la automotriz, la naval, las agroindustrias -entre las que se encuentran las de carne, lácteos, cereales y oleaginosos-, la forestal, la minería, la pesca, el turismo y la construcción, entre otros. A esto debemos agregar que en cada una de estas áreas deben existir políticas de desarrollo de proveedores nacionales que trabajen y generen bienes y servicios que hoy el país importa para estas cadenas de valor que son motores de crecimiento.

Muchas veces, equivocadamente, se dan debates sobre algunas de estas cadenas, en particular sobre las primarias y la forestal. Creemos que es necesario utilizar el dinamismo en la capacidad de inversión y de macroinversión en estos sectores, para generar una verdadera constelación de pequeñas y medianas empresas que produzcan bienes y servicios que hoy el país importa, desarrollando nuevas capacidades tecnológicas y apoyándolas desde el Estado, como se está haciendo.

Aprovecho esta oportunidad para comentar que en el día de ayer, para el proyecto Montes del Plata, se realizó una jornada de desarrollo de proveedores nacionales en la que participaron más de 500 personas y más de un centenar de empresas locales. Allí se presentaron quienes van a fabricar y a montar la planta -es decir, la empresa Metso- y otras que eventualmente montaría la planta de Stora Enso-Arauco. En definitiva, en esa ocasión se generaron los puentes para que un grupo de empresarios nacionales tuviera la capacidad de convertirse en proveedores de bienes y servicios, no solo para la construcción de estas plantas sino también para su funcionamiento. Tener la capacidad para lograr esto es, ni más ni menos, recorrer el proceso que otros países llevaron a cabo, aprovechando sus fortalezas en determinadas cadenas de recursos naturales y generando capacidades que no tenían, lo cual les permitió avanzar en un sentido estratégico que, a su vez, les dio una estructura económica basada, en mayor medida, en la tecnología y en el agregado de valor, que es precisamente la esencia de lo que estamos planteando.

Un segundo aspecto es el de las cadenas de valor intensivas en innovación, que implica el fomento de sectores cuya competitividad depende de la superación de los desafíos científico-tecnológicos, como ser: biotecnología y mejoramiento genético, electrónica e informática; bio y nanotecnología; farmacéutica y tecnologías de la salud; complejo químico y, finalmente, complejo energético, fundamentalmente orientado a la producción de bienes necesarios para las energías renovables en el país, que sin duda son una eventual oportunidad que se está generando por las políticas en materia energética.

El tercer nivel es el de las cadenas generadoras de empleo y desarrollo local, con especialización productiva de corte sectorial, que apoyan emprendimientos sociales de producción, como puede ser la agricultura familiar -para lo cual se destinan recursos en el Presupuesto a través del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca-, el sector de alimentos elaborados y bebidas, el de calzado y manufacturas en cuero, el sector textil y de vestimenta y los sectores vitivinícola, apícola y avícola.

Pensamos que por ese lado se definirían las prioridades que tendríamos y, por suerte, creo que como país estamos marcando un rumbo importante.

También debemos apuntar a fortalecer la micro, pequeña y mediana empresa, buscando la profesionalización de sus actividades y apoyándolas en la certificación de calidad y en el desarrollo de grandes proyectos de inversión. En ese sentido, me alegro de que esté por salir la reglamentación del decreto que da un marco de protección a las pequeñas y medianas empresas en su competencia en licitaciones del Estado, porque creo que es un elemento de promoción fundamental de esta actividad, que se da en forma escalonada, porque no es lo mismo si hay empresas nacionales que compitan, que si no las hay. También deben establecerse mecanismos de financiación para las mismas, así como asistencia técnica a emprendedores, permitiendo el desarrollo de artesanías, que forma parte del paquete.

Las conclusiones que podemos sacar son que el Uruguay atraviesa un excelente momento económico, construido sobre fortalezas macroeconómicas. El crecimiento se ha sustentado en sectores de la economía que no aportan demasiado valor agregado, ni un importante salto tecnológico, y tampoco han contribuido suficientemente a la formación de una masa crítica de uruguayas y uruguayos con capacidades y conocimientos de mayor nivel, pero este crecimiento debe servir para sustentar políticas activas para el desarrollo de sectores de mayor valor agregado y tecnología, que requieran la formación de mano de obra con mayor nivel tecnológico, de forma de dar a ese crecimiento mayor sustentabilidad e invulnerabilidad ante las variaciones internacionales, para avanzar en una mejor redistribución de la riqueza. Esto implica tener políticas activas y destinar recursos para lograr avanzar en la excelencia, en la mejora tecnológica y de valor agregado en aquellas cadenas tradicionales del país, para que en el largo y mediano plazo sea posible desarrollar y participar en los eslabones de cadenas de escaso o nulo desarrollo en el país.

En el Gobierno anterior y en el Presupuesto que hoy entra en el Senado se empezó a avanzar en este sentido, pero mucho más debemos hacer como nación.

Este es un momento histórico. Me parece que se han hecho muy bien las cosas en los últimos años y que venimos dando saltos, tanto en el soporte macroeconómico como en políticas activas. De todos modos, pienso que debemos hacer mucho más. Hoy tenemos un Presupuesto que destina recursos a los Ministerios del área productiva como para empezar este proceso. Asumimos que este es un desafío nacional, porque se va a acabar la onda larga de buenos precios en las materias primas y debemos tener la capacidad de destinar parte de esa riqueza y esa acumulación para generar fortalezas estructurales en la matriz productiva del país -que no implica dejar de lado lo que hacemos bien, es decir, los agroalimentos y la agroindustria-, diversificando esfuerzos hacia sectores de mayor valor agregado y desarrollo tecnológico. Si no somos capaces de realizar todo ello, tal vez dentro de cinco o diez años nos estemos lamentando.

Quería hacer estos aportes al Senado, que son parte de las reflexiones que todos, creo, debemos hacer.

Solicito que la versión taquigráfica de mis palabras pase a los Ministerios de Industria, Energía y Minería y de Ganadería, Agricultura y Pesca, al Consejo de Ministros, a la Presidencia de la República, a la Cámara de Industrias del Uruguay, a la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay, a la Federación y a la Asociación Rural del Uruguay y a la Asociación Nacional de Pequeñas y Medianas Empresas, porque me parece que este tema involucra a todos estos sectores.

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar el trámite solicitado por el señor Senador Martínez.

(Se vota:)

- 21 en 22. Afirmativa.

9) SOLICITUDES DE LICENCIA

SEÑOR PRESIDENTE.- Dese cuenta de una solicitud de licencia llegada a la Mesa.

(Se da de la siguiente:)

“El señor Senador Abreu solicita licencia entre los días 27 de octubre y 7 de noviembre de 2010.”

-Léase.

(Se lee:)

SEÑOR SECRETARIO (Hugo Rodríguez Filippini).- “Montevideo, 26 de octubre de 2010.

Señor Presidente de la Cámara de Senadores
Cr. Danilo Astori
Presente

Señor Presidente:

Solicito al Cuerpo autorización para hacer uso de licencia con la correspondiente convocatoria de suplente, al amparo de Literal D del artículo 1º de la Ley Nº 10.618 en la redacción dada por la Ley Nº 17.827, entre los días 27 de octubre y 7 de noviembre próximos.

Motiva dicha solicitud el haber sido invitado a participar entre el 28 y el 30 de octubre del Encuentro Euro-Latinoamericano organizado por la Corporación Andina de Fomento y el Real Instituto Elcano a llevarse a cabo en Sevilla, España.

En este encuentro se analizarán los temas: “Las relaciones Euro-Latinoamericanas en el nuevo contexto de la política global”, “Seguridad ciudadana en Europa y América Latina. Ciudades seguras: lecciones aprendidas y principales desafíos” y “Crimen organizado y problema transnacional de las drogas. Caracterización, estado al arte de la cooperación y desafíos”. Contará con la participación de SAR Príncipe de Asturias, el Presidente de CAF Enrique García, el ex Ministro de Relaciones Exteriores de Chile Juan Gabriel Valdés, el ex Ministro de Asuntos Exteriores de España Francisco Javier Solana, el ex Subsecretario de Estado para América Latina de Italia Donato Di Santo y el Presidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñan, entre otros.

Y entre los días 3 al 5 de noviembre concurriré a la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, para participar en calidad de conferencista de la VII Conferencia del Forte de Copacabana sobre seguridad internacional - Un diálogo Europa-América del Sur.

Sin otro particular, saludo al señor Presidente con mi más alta consideración.

Sergio Abreu. Senador.

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar la licencia solicitada.

(Se vota:)

- 18 en 19. Afirmativa.

Se comunica que el señor Carlos Camy ha presentado nota de desistimiento informando que por esta vez no acepta la convocatoria a integrar el Cuerpo, por lo que se convoca al señor Daniel Peña, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

Dese cuenta de otra solicitud de licencia llegada a la Mesa.

(Se da de la siguiente:)

“El señor Senador Nin Novoa solicita licencia entre los días 1º y 8 de noviembre de 2010.”

- Léase.

(Se lee:)

SEÑOR SECRETARIO (Hugo Rodríguez Filippini).- “Montevideo, 26 de octubre de 2010.

Señor Presidente de la
Cámara de Senadores
Cr. Danilo Astori
Presente

De mi mayor consideración:

A través de la presente, solicito al Cuerpo me conceda licencia al amparo del artículo 1º de la Ley Nº 17.827, de 14 de setiembre de 2004, por razones personales, entre los días 1º y 8 de noviembre.

Sin otro particular, saluda al señor Presidente muy atentamente,

Rodolfo Nin Novoa, Senador.”

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota:)

- 18 en 19. Afirmativa.

Se comunica que el señor Héctor Lescano ha presentado nota de desistimiento informando que por esta vez no acepta la convocatoria a integrar el Cuerpo. Se convoca, entonces, al señor Gustavo Guarino, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

10) “PAÍS PRODUCTIVO - ESTADO DE SITUACIÓN”

SEÑOR ABREU.- Pido la palabra para referirme al tema planteado por el señor Senador Martínez.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor Senador.

SEÑOR ABREU.- Señor Presidente: comprendo que quizás no sea el momento de mayor entusiasmo para hablar de estos temas, pero ya que un Senador del Gobierno, con experiencia probada, ha hecho un planteo de esta naturaleza refiriéndose a todo el sistema productivo, creo que no pueden quedar en el aire sus afirmaciones e inquietudes, que si bien podemos compartir en algunos temas, en otros aspectos tenemos visiones distintas.

Creo que es importante que el esfuerzo que hace un compañero del Senado genere comentarios y aportes sobre el Uruguay Productivo, un tema que es nuestro y se vincula a nuestras posibilidades en el corto y el mediano plazo, y a cómo se está manejando en la actualidad. Entonces, a riesgo de ingresar con una “jeringa de Pentotal” en el Senado, antes de que sus integrantes se duerman por sueño instantáneo o directo quiero hacer algún tipo de consideración para, de alguna manera, también levantar el ánimo al señor Senador Martínez, que ha hecho el esfuerzo de preparar una exposición como la que acabamos de escuchar.

Hay algunos aspectos que me gustaría resaltar con respecto al Uruguay Productivo, sobre todo porque existe una cierta dualidad, una aproximación que no necesariamente recoge un sentido de coherencia en la aplicación e interpretación de la política económica vinculada al sector productivo, y porque, en particular, existen elementos de esa relación que están debilitando y creando determinadas condiciones que podrían dar lugar a que coincidiera con el señor Senador Martínez respecto a que no estamos sentando las bases para lograr un crecimiento sostenido a mediano plazo. Este es un tema de fondo. No podemos desconocer el papel de las políticas públicas en el aprovechamiento de las oportunidades del sector externo, con el escenario tan favorable que se nos ha brindado en lo que hace a los precios internacionales, a la demanda e, incluso, a que el Uruguay haya podido superar una crisis de los países desarrollados de la magnitud que todos conocemos. Por distintas circunstancias que se han planteado, tales como la demanda de las economías emergentes, la evolución de los precios y de los commodities, hemos tenido una respuesta positiva y resultados favorables con respecto a lo que es el comercio externo y nuestra inserción, pero hay algunos aspectos puntuales sobre los que me gustaría reflexionar, fundamentalmente desde la óptica que puede tener un señor Senador de la oposición en este tema.

Creo que existen factores de riesgo que pueden afectar el crecimiento y el equilibrio a mediano y largo plazo. Si tuviera que resumirlo, diría que hay una brecha entre la economía transable y la no transable -los economistas saben de qué hablo; lo aclaro porque a veces uno se preocupa por saber de qué concepto se está hablando-, que incide en la orientación de la inversión y la competitividad, que está asociada a la expansión fiscal y, obviamente, a la política salarial. Este es un tema que los iniciados están viendo todos los días con permanente preocupación.

Por otro lado, como es sabido, hay presiones de carácter interno y externo sobre el nivel de inflación, que el Gobierno está analizando en la difícil tarea de combinar tipos de cambio con inflación y de tener que optar por determinadas líneas que, obviamente, algunos sectores cuestionan y otros aprueban. Incluso, hasta a la propia política bancocentralista se le adjudica determinada visión autonómica en los temas a manejar que genera alguna preocupación de carácter macro.

También es importante señalar que hay riesgos asociados a los precios internacionales de los alimentos y de otros productos básicos, y que existe una burbuja regional muy vinculada a Brasil que, si bien no ofrece situaciones de inestabilidad en el corto plazo, debe ser tenida en cuenta porque puede afectar algunos aspectos en el mediano plazo. Nosotros ya vivimos las consecuencias de la devaluación brasileña, por lo que sabemos cómo puede incidir una política en ese sentido, más allá de que en el corto plazo parece que no habrá muchas modificaciones. De todas maneras, en la relación que Uruguay tiene con ese país -pese a una modificación del tipo de cambio que es la que más o menos está alineada en el marco de lo que se denomina el deterioro del tipo de cambio- y en la comparación que hacen algunos economistas sobre el deterioro con la extrarregión o con la región, el tema de Brasil se mantiene equiparado. Esa situación permite que el Uruguay se sostenga en esa burbuja en una especie de “piloto automático”.

Otra reflexión que me parece importante hacer -lamento que no esté en Sala el señor Senador Couriel, con quien días pasados tuvimos una pequeña discrepancia, no expresamente manifiesta pero sí dada a entender y sobre la que seguimos insistiendo; creo que estamos en la misma línea del señor Senador Martínez- refiere a que la distribución sectorial del crecimiento es despareja: favorece al sector primario y a la producción de bienes y servicios no transables y, por otro lado, afecta a los sectores que aportan mayor valor agregado nacional en actividades industriales y de servicios transables. Acá tiene un papel muy importante el deterioro de las relaciones laborales, que no pueden ser interpretadas como una lucha de clases sino, simplemente, como parte de lo que tiene que ser la incidencia de esta variable en lo que es la competitividad y, fundamentalmente, la productividad del sector privado, que es el motor de la economía y cuya productividad es la que define la diferenciación del producto, el agregado de valor e, incluso, la ética del riesgo -tema que tantas veces hemos tratado de desarrollar- sobre la base del capital. En realidad, desde el punto de vista del capital maneja un criterio de distribución muy alejado del pensamiento de un Estado omnipresente y, en menor medida, de un socialismo del viejo estilo económico y político que quedó por el camino o, al menos, tuvo dificultades -para no dar partidas de defunción- en las últimas décadas.

El deterioro de las relaciones laborales en los sectores público y privado afecta la producción, el empleo y la inversión. Esto es tan importante, que incluso cuando el señor Presidente de la República asumió su cargo, en su primer discurso habló de la diferenciación que existe entre el sector público y privado, y en particular, del riesgo de los trabajadores privados, que quedan por el camino cuando se plantea una crisis -¡si lo habremos visto cuando se produjo la crisis del año 2002!-, mientras que los que tienen el estatus de públicos quedan absolutamente protegidos y terminan siendo los elementos de presión, los que movilizan los aspectos corporativos y, fundamentalmente, los que originan un divorcio entre la productividad de los bienes transables y los no transables, donde los temas internos terminan afectando a todo el sistema productivo. Esta situación no es sustentable a largo plazo y, tarde o temprano, el tema afectará el crecimiento y el empleo. Detrás de todo esto hay una serie de factores, parte de los cuales son externos y están fuera del control nacional; a lo sumo, se puede pretender administrarlos. Nosotros somos tomadores de decisiones, somos vulnerables; somos un país que, más allá de su propia capacidad de decisión y de su madurez, siempre está tratando de administrar la influencia que puedan tener sobre su economía y sobre su sector productivo algunas variables que no controlamos, como las decisiones y los precios internacionales. No me refiero ya a las conductas de nuestros socios en el Mercosur, en particular al tipo de cambio o a la coordinación macroeconómica, en donde nuestros sectores productivos, en su dimensión de crecimiento -con una sola dificultad importante en su acceso al mercado-, terminan sufriendo una crisis existencial en su proyección. Basta mencionar lo que ha pasado en el sector industrial con la empresa Motociclo -lo digo porque es paradigmático-, que si bien ahora vende productos importados, cuando quiso exportar bajo el régimen de origen y tener acceso al mercado argentino, los lobbies y la corrupción de algunos sectores de ese país terminaron incidiendo sobre la limitación de nuestros productos.

Hago estos comentarios porque, aun en el escenario actual, el concepto de Uruguay Productivo entendido como la premiación del riesgo por un lado y la generación de empleo y la inversión en la producción de bienes por otro, sigue siendo atractivo y válido. Obviamente, aquí hay un gran tema de fondo que traslado al Gobierno y es que hasta ahora el concepto al que me refiero estuvo asociado a un concepto de capitalismo distributivo mediante el salario y los resultados de la aplicación de las políticas sociales, es decir, un sistema de equilibrio entre la rentabilidad del capital, la eficiencia de la gestión empresarial, la productividad, los salarios y, también, la eficiencia de las políticas sociales. Todos estos elementos juegan en equilibrio, y en la base del sistema está el respeto al derecho de propiedad y de gestión de las empresas por sus propietarios, incluyendo al Estado, aunque en realidad no es propietario porque los dueños de las empresas públicas somos los ciudadanos que las sostenemos mediante el pago de tarifas.

Debemos ajustar la distribución de los resultados entre la rentabilidad de capital, la inversión y los salarios, así como la relación entre los resultados y costos de las políticas sociales. Diría que hay una parte importante del movimiento sindical que incide notoriamente sobre el Gobierno en materia de relaciones laborales; esto está combinado con la brecha entre la economía transable y la no transable. Ese equilibrio se volvió precario y, desde nuestro punto de vista, las políticas se han desalineado. Algunas de estas políticas siguen empujando el sistema de capitalismo con distribución, pero otras están aceptando una corporativización sindical que pone en cuestión la gestión de las empresas. Esto significa que a las tensiones generadas por la expansión del gasto público y la política salarial se suman las incertidumbres que crean las contradicciones entre los objetivos declarados por el Gobierno y su gestión real.

No podemos menos que coincidir con lo que señala el señor Senador Martínez en cuanto a que la promoción del valor agregado nacional, la formación de cadenas productivas nacionales y regionales, la innovación y la productividad de la inversión en la producción de bienes y servicios, constituyen políticas transversales, coadyuvantes al objetivo de crecimiento estable y de distribución. En algunos casos surge una gran discusión que venimos teniendo con algunos señores Senadores, que es la referida a la gran identificación entre la transversalidad de la política -que mencionaba el señor Senador Martínez- y las políticas sectoriales. Algunos sectores y algunos integrantes del Gobierno todavía sostienen con mucha fuerza la necesidad de políticas sectoriales puntuales, y la Administración anterior y esta siguen insistiendo en que estas son políticas transversales y que ellas solo admiten algunas excepciones en materia sectorial, cuando existen problemas de carácter puntual, como en el caso de la industria textil -donde se buscaron subsidios especiales-, de la industria de la vestimenta, de la industria maderera y de la industria automotriz -que tiene un tratamiento especial-, y no solo en materia de cuero; este último es un brillante ejemplo de tecnología, más allá de su extranjerización en algunos aspectos. En este caso hay un acuerdo de comercio administrado, que es una excepción al sistema de carácter general. Pero algunos de estos sectores fueron afectados por la crisis financiera de 2008 -es el caso del cuero y de la madera- y otros, como los textiles y la vestimenta, tienen un claro deterioro de acceso al mercado, que tenemos el temor de que se proyecte en forma permanente, más allá de las medidas puntuales que se puedan tomar.

No se trata de que las políticas y los instrumentos estén mal diseñados, sino de que hay un incremento -los que conocen este tema saben de qué estamos hablando- de la brecha entre la economía no transable y la transable, así como una inseguridad creciente para las empresas por la evolución de las relaciones laborales. Esto no significa una toma de posición de carácter de clase, sino simplemente buscar una determinada armonía que no termine incidiendo sobre la productividad de las empresas nacionales en aspectos de expansión salarial, más allá de los derechos que se corresponden, porque así se termina, de alguna manera, eliminando el concepto de capital con distribución. Además, vemos que estas presiones políticas y sindicales sobre el Gobierno son la raíz de la política fiscal expansiva, de la debilidad de la vinculación entre los salarios y la productividad, y de la incertidumbre sobre el rumbo de las relaciones laborales. Estos son factores que siguen incidiendo sobre la brecha entre la economía transable y la no transable, e indirectamente afectan los objetivos de la política económica.

No voy a hacer un planteo sobre la productividad y la competitividad, pero la base del crecimiento está en la productividad de mejora continua y en la diferenciación de la oferta por la demanda externa. Se trata de cómo hacemos para que esa productividad nos permita ser competitivos en un régimen de apertura. Podíamos ser ineficientes e incluso tener determinados subsidios para ciertas actividades en tiempos en que la apertura no existía, pero hoy la apertura supone que la competencia está y los mercados afuera tienen las mismas exigencias que nuestros mercados internos. Aquí lo que predomina, generalmente, es la voluntad del consumidor. Este es un tema que tenemos que analizar, porque para que ese crecimiento esté asociado a la generación de empleo y distribución, debe darse en los sectores que mayor valor agregan, al menos en términos absolutos.

Por otro lado, la competitividad es una cualidad estructural de las empresas; no es una definición de carácter general. Así, si la productividad depende de la gestión empresarial y la actitud y aptitud de sus recursos humanos, creo que el Gobierno en ese sentido ha incidido negativamente en la gestión empresarial, por exceso o falta de regulación y por las características de su intervención en las relaciones laborales, más allá de que admito que este es un tema muy opinable. También es cierto que la competitividad como cualidad estructural no se reduce a la relación de precios y a las paridades cambiarias, pero es responsabilidad de los gobiernos en cuanto al aporte de bienes públicos y su aprovechamiento colectivo -es el caso, por ejemplo, de la infraestructura y de la educación- y su incidencia en los costos y precios por la presión tributaria sobre la producción, las tarifas públicas, los efectos de los precios de la economía no transable en los costos de la producción de bienes y servicios transables y las limitaciones a la gestión empresarial. La competitividad está mucho más allá de la incidencia de las paridades cambiarias y requiere un alineamiento -este es el punto en el que quiero seguir insistiendo- de las diferentes políticas en función de objetivos claramente priorizados en la lista.

El señor Senador Martínez hacía una descripción de nuestro acceso al mercado y cómo se distribuía. En realidad, en su momento tratamos de hacer alguna reflexión sobre esto y el señor Senador Couriel -lamento que no esté en Sala; sé que está de licencia- manifestaba cierta discrepancia al respecto. Yo quiero insistir en lo que habíamos conversado el año pasado. Entre el 1º de enero y el 21 de octubre de este año, el 71% del valor de las exportaciones se concentró en materias primas agrícolas, rubros agroindustriales básicos, industria frigorífica, lácteos, peinaduría de lana, y madera sin elaborar, a lo que hay que agregar un 3,5% de minerales y combustibles; las exportaciones industriales se reducen al 25%, incluyendo algunos rubros de transformación en materias primas agrícolas, como son buena parte de las industrias alimenticias y de textiles. La industria frigorífica, los cereales, la soja y la madera sin elaborar suman el 50% de las exportaciones, y la gran incógnita es si son o no industria nacional. ¿Estamos hablando de pura industria nacional o hay cadenas productivas y es conveniente aplicar la ley de competencia que se aprobó en la Legislatura pasada, para ver si hay factores dominantes o no dentro de lo que son las cadenas básicas? ¿O simplemente se abre con una estrategia de inserción de esas cadenas productivas en la región?

Por otro lado, las industrias químicas, la del plástico, la del caucho, la de la madera, la del papel y la automotriz suman un 19% del total y un 75% de las industriales. A su vez, hay concentración de productos; están los medicamentos dosificados, las preparaciones para lavar, y los insecticidas, herbicidas y análogos, que se exportan en cantidades muy pequeñas. Lo mismo ocurre en el caso de plásticos y cauchos de envases, caucho sin vulcanizar, madera y papel, tableros y madera chapada y contrachapada, automotriz, vehículos y autopartes. Estos productos industriales representan, aproximadamente, el 10% de las exportaciones totales y la mitad de las industriales.

Creo que estos datos son importantes para reflexionar. A veces me da la sensación -lo digo con total franqueza- de que aburro con estos temas, pero si no los planteamos en el Senado, ¿dónde los vamos a tratar? ¿En el boliche? ¿En el café? ¿Cuándo vamos a razonar en forma profunda sobre las reflexiones que nos merece este tipo de inquietud compartida con el señor Senador Martínez sobre el Uruguay Productivo?

Las exportaciones industriales de Uruguay tienen tres características. En primer lugar, están concentradas en los mercados argentino y brasileño, y en este sentido es cierto lo que decía hace algunos días el señor Senador Couriel. Pero numerosos productos dependen de la combinación entre la admisión temporaria -ese famoso instrumento que hemos logrado para poder importar insumos internacionales de primera calidad y sustraernos a determinada ineficiencia-, las normas del Acuerdo del Mercosur y las preferencias que nos dan para poder acceder a los mercados. En la mayoría de los casos, el valor agregado nacional es muy bajo y no se han formado cadenas productivas. Esto es claro en la industria química, del plástico, del caucho y en la automotriz. Las excepciones son la madera y el papel, los textiles de lana y parte de la industria alimenticia. Por tanto -es importante reflexionar sobre este tema-, hay una combinación de riesgos por concentración de mercados y de productos. Los productos agrícolas y agroindustriales dependen de los precios internacionales -esto está claro y es lo que nos ha dado, de alguna manera, este bienestar- y de la demanda global, que tampoco vamos a administrar. Las exportaciones industriales -es muy importante insistir en esto- dependen de los mercados de Brasil y Argentina, donde juegan un papel importante las paridades cambiarias y las retenciones a la importación. Esto es fundamental, porque si en el crecimiento a mediano plazo queremos apostar al Mercosur, no existe otra alternativa que asegurar el acceso al mercado en forma irrestricta -en realidad, diría “ya”- para garantizar que un sector industrial como es el uruguayo, con poco valor, pero que integra la dinámica de la innovación o del valor agregado, tengan un acceso particularmente concentrado en las economías argentina y brasileña. Este es un tema de negociación, porque no lo arreglamos con la Unasur, con el señor Kirchner, con el señor Chávez, con el señor Lugo ni con el señor Piñera, sino con una estrategia. Ni hablar de un abrazo cariñoso y opresivo de la República Federativa del Brasil, ni de nuestra hermana, la República Argentina, que una vez más ha transformado en causa nacional el tema de los puentes. Esto no es una cultura de la queja en forma resistida y permanente, sino que simplemente representa la descripción de dónde estamos parados y cuál es la inquietud que plantea el señor Senador Martínez, que de alguna manera queremos acompañar.

Tal como señalaba muy bien el señor Vicepresidente, los servicios han tenido y tienen un porcentaje importante. Estamos exportando más de US$ 10.000:000.000 y un tercio de esta cantidad son servicios -aclaro que no estamos hablando de la patria financiera- que se van incorporando, como la tecnología, la apertura e, incluso, hasta la propia labor logística del país. Cuando estudio el Presupuesto Nacional y veo que casi no llegamos al 1% de infraestructura pública, concluyo que nunca vi un Gobierno más privatizador que este. Los gobiernos de los otros países están tratando de llegar a un 8% o a un 9% en infraestructura para poder desarrollar su estrategia. Entonces nos preguntamos en manos de quién queda todo esto: en manos del sector privado. Vemos que el instrumento privatizador es la ley pública-privada que se va a presentar, que de alguna manera le pone “media suelas” a la conciencia de aquella famosa ley de empresas públicas, que en otra expresión tuvo el instituto de la concesión como la principal innovación que se hizo para no crear condiciones de interpretación extremas. Si bien considero que este no es el mejor momento para hacer esta cita, siento que me comprenden las generales de la ley, porque se trata de algunas circunstancias vividas en el pasado.

Además, señor Presidente, considero que aún no es suficiente cierta diversificación en el turismo para desvincular los ingresos de la política estival y la afluencia de turistas argentinos. Los servicios dependen del intercambio en la Cuenca del Plata, del mantenimiento de las condiciones de navegación del Río de la Plata, del mantenimiento del río Paraná y del río Paraguay. ¡Si no trabajamos todos los días en las estrategias, no vamos a convencer al sector productivo nacional ni a los trabajadores que el camino es discutir el alcance de la Ley de Caducidad! El camino es discutir la estrategia que va a implementar el país y después podremos agregar algunas cosas. Pero si el centro de la discusión son temas políticos, los dilucidaremos en distintos enfrentamientos y vamos a debilitar aspectos muy importantes de la estrategia del país. Estas condiciones se nos establecen macroeconómicamente y más allá de la disciplina es importante la política salarial.

Quiero insistir en esto, porque tanto los técnicos como quienes trabajan en estos temas dicen que esta brecha entre la evolución de los precios de bienes y servicios transables y no transables es fuente de tensión en la economía y en la sociedad, y ello es lo que no la hace sustentable a largo plazo. Por ejemplo, una característica de economía no transable es la capacidad de los proveedores de bienes y servicios de trasladar sus incrementos de costos a los consumidores, salvo que se trate de precios regulados fijados por el Estado. Aun cuando el Estado fije los precios puede estar definiendo los costos que acepta trasladar a los consumidores y los términos de costos de negociación con los factores que correspondan. Voy a poner un ejemplo bien claro en este sentido: los costos de la construcción se incrementaron por diversos factores, uno de los cuales fue la relación salario-productividad del sector, que es un tema bastante complejo. Estos costos se trasladaron al mercado inmobiliario y redujeron las tensiones laborales -esto lo pudimos apreciar hace unos días en la reunión con la Cámara de la Construcción- pero, al mismo tiempo, definieron el perfil de la industria y elevaron las exigencias económicas para adquirir y alquilar viviendas.

En otros sectores, como la salud y, en menor medida, los servicios que proveen las empresas públicas, la fijación de precios por parte del Estado se refleja en tensiones laborales, en calidad de los servicios e inversión de mantenimiento, en una clara visión de confrontación entre intereses corporativos y una expresión de línea que se trata de esbozar, más allá de las dificultades para poder administrar estos conflictos. Todo esto hace que a largo plazo la brecha no sea compatible con una estructura productiva que incluya una producción relevante de bienes transables. O la brecha se reduce -comparto la preocupación del señor Senador Martínez, aunque no en cuanto al diagnóstico, porque seguramente debe tener otra visión-, lo cual va a generar tensiones sociales importantes -incluso ya las está generando-, o vamos a una economía cuyo sector transable va a estar limitado a productos básicos o a producción de bienes y servicios en los que puedan alcanzarse niveles altos de productividad que neutralicen el crecimiento de costos. Esto también tiene que ver con el alineamiento de las economías argentina y brasileña y con el crecimiento de las economías de la burbuja regional.

No voy a plantear directamente la estrategia; el señor Senador Martínez hablaba de la inserción externa y entiendo que hay temas que tenemos que estudiar. No nos vamos a resignar a la administración del comercio bilateral entre Argentina y Brasil, a la cláusula de adecuación competitiva, a las restricciones no arancelarias, a esa visión antojadiza de dos socios que no terminan de entender que la simetría pasa, entre otras cosas, por la solidaridad y por asumir el costo de los liderazgos que se quieren ejercer; esa es una realidad.

Ahora bien, ¿vamos a quedarnos así con este tema, o empezamos a trabajar en la posibilidad de estabilizar un núcleo de relaciones prioritarias con Brasil y Argentina que incluya el comercio de ciertos bienes y el desarrollo y la utilización de infraestructuras de apoyo al transporte y al comercio? De esta manera salimos de la filosofía del acceso al mercado abierto e irrestricto. Tenemos que ver cómo se puede trabajar para lograr soluciones efectivas y confiables como, por ejemplo, el abastecimiento energético, el tratamiento sustentable en cuestiones ambientales y, en particular, aquellos temas tan importantes -que vamos a abordar en los próximos días, aunque no tenemos ningún apuro en hacerlo- como la administración de recursos naturales, específicamente, del agua. ¿Nos vamos a quedar esperando que cambie el gobierno brasileño para ver qué nos dice la señora Rousseff, si es que sale electa? No me parece atinado que el Presidente de la República anuncie una preferencia de carácter político, porque el Uruguay no puede seguir las líneas de la intervención en asuntos internos de los Estados.

SEÑOR PRESIDENTE.- Perdón, señor Senador, pero ha llegado a la Mesa una moción para que se prorrogue el tiempo de que dispone.

Se va a votar.

(Se vota:)

-17en 18. Afirmativa.

Puede continuar el señor Senador Abreu.

SEÑOR ABREU.- Hago estas reflexiones porque los países grandes tienen pilotos automáticos que funcionan con sus políticas; tienen sus Itamaratí, sus industrias en San Pablo, sus Fuerzas Armadas, como Brasil, o incluso políticas distintas, como ocurre en Argentina, que hoy presenta un modelo claro de sustitución de importaciones, subsidios y caída de inversiones en la energía que motivan, entre otras cosas, nuestra estrategia. Pienso que en algún momento podemos tener una planta regasificadora y aprovechar un gasoducto que está vacío para exportarlo a la Argentina. Mientras todo eso sucede, a veces por inercia, tendremos que crear algunas condiciones de negociación, que no sean de ruptura pero sí de capacidad de propuesta, vinculadas con una visión de acceso al mercado y con la diversificación en la oferta y los mercados de destino. Esto no implicaría un conflicto para el Mercosur. A veces, cuando uno realiza estas críticas, parece tener una visión iconoclasta de la integración; por el contrario, las condiciones de acceso al mercado ya no dependen más de los aranceles, sino que están mayormente relacionadas con la administración del comercio y de las políticas dirigistas, caprichosas o estratégicas que se desarrollan en un proceso de integración que va cambiando su naturaleza, pero afectando nuestro sector externo. Si tenemos un sector industrial claramente vinculado a Argentina y a Brasil en cuanto al valor agregado, a la tecnología y a todo lo demás, vamos a tener que buscar la manera de que ese acceso al mercado no tenga limitaciones, porque de lo contrario vamos a quedar condenados -como relativamente estamos- a ser exportadores de materias primas y a esperar dos cosas: que los precios internacionales no caigan y que la burbuja brasileña no se vaya a desactivar, porque si bien no se ha anunciado para el corto plazo, nunca se sabe qué podría pasar.

También es cierto, señor Presidente, que la estrategia de los países depende de las empresas y no del Estado; no depende de la voluntad política de un Gobierno ni de sus discursos, sino de las empresas. Los Gobiernos pueden crear las mejores condiciones, la base, aplicar los instrumentos, e incluso orientar -como muy bien se hace- en el tema de la estabilidad macroeconómica, asumiendo la dificultad de optar en ciertas situaciones teniendo en cuenta el tipo de cambio e inflación, y pueden definir las grandes líneas, pero el sector empresarial es el que tiene la responsabilidad del diseño y la aplicación de la estrategia de inserción externa al servicio del empleo y de la distribución. No hay empleo sin sector empresarial; no hay distribución sin crecimiento y no hay crecimiento sin confianza. Ahora bien, si en el tema de la productividad algunos vamos de la mano de un concepto de socialismo estatal rampante y otros de un capitalismo con distribución, mientras tengamos variables externas que nos permitan disimular las contradicciones vamos a sobrevivir, pero el día que debamos resolver un problema difícil o una crisis, la roca va a aflorar sobre el mar y las aguas y allí veremos las grandes dificultades.

Creo que es importante el alineamiento de todas las políticas según los objetivos de agregar valor nacional a la sustentabilidad de crecimiento y a la distribución y, sobre todo, a la innovación y a la internacionalización de las PYME, porque constituye un tema realmente básico para el Uruguay, pues el 60% o el 70% del Producto y del empleo está vinculado a ellas. Definir cómo se proyectan es un típico problema empresarial. Ya sea que se trate de grandes o pequeñas empresas, el Estado no puede decir lo que las PYME deben hacer, sino que tiene que darle los instrumentos para crear la cultura de relacionamiento. Ahora bien, si les decimos que tienen que ajustarse a la tercerización en materia laboral y que más allá de los derechos de los trabajadores -que son innegables- el sistema sindical puede más que la voluntad de un sector productivo que quiere levantar cabeza, y que la pequeña y mediana empresa tampoco puede hacerlo porque el sector informal compite sin ningún tipo de penas ni presiones tributarias y de otro tipo, como los conflictos, vamos a tener serias dificultades. En ese caso, hay que laudar y ver cuál es la prioridad. En efecto, la prioridad es disciplinar de alguna manera la política de las economías transables con las no transables; mientras esto esté desalineado, nuestra conducción y orientación va a ser un elemento que afectará en forma negativa.

Por eso, señor Presidente, esto no se limita a la opción entre la región y el mundo. Se trata de una traducción geopolítica y geoeconómica de la sustentabilidad del crecimiento con distribución y una responsabilidad compartida de Gobierno y de empresas; me estoy refiriendo -y este es el gran problema- a algunos aspectos básicos del cambio cualitativo del país, como lo son la educación, el crecimiento y el empleo. Si dejamos la educación en manos de los que creen que ideológicamente imponen determinado criterio para manejar la competitividad y la productividad, más allá de las razones que puedan argumentar, el Gobierno está condenado -aun cuando tenga buenas intenciones- a sucumbir, por un lado, desde el punto de vista fiscal y, por otro, desde el punto de vista de la seguridad jurídica. No hay crecimiento sustentable sin distribución y no hay distribución sustentable sin rentabilidad de capital a largo plazo. Podemos discutir sobre el tema del capital, pero no podemos caminar con un pie descalzo y otro calzado; tenemos que definirnos. No podemos disimular en esta ambigüedad que estamos siendo favorecidos por un sistema externo que nos ha venido muy bien y que, además, hemos tenido una capacidad de gasto público que está en la línea; el Presupuesto establece 0,8% de déficit fiscal para llegar al final. Todo esto está muy bien, pero si algún elemento provoca una fractura como la de la crisis de los años 2002 y 2003, ¿cómo lo administramos? ¿De qué forma administramos las tensiones y los niveles salariales, que serán los primeros que tendremos que ajustar en función de una variable que es, precisamente, de las más sensibles, entre otras cosas porque el tema del relacionamiento laboral del Uruguay es muy sui generis a nivel de la región? Pensemos que crecimiento, distribución y rentabilidad son un sistema de equilibrio estructural que puede alterarse transitoriamente, pero que no puede funcionar fuera de su contexto. La alternativa de los grandes mercados emergentes con altas tasas de crecimiento, a veces, es la desigualdad y la pobreza con tecnología. Entonces, planteo esta idea no para jugar al tiro al blanco -o al tiro a “los blancos”-, sino simplemente para reflexionar junto al señor Senador Martínez que el tema del Uruguay Productivo merecería una mayor dedicación e inclusive una mayor discusión, más allá de los números y las coyunturas, porque estamos hablando de hacia dónde va el país. Quizás dentro de 20 ó 25 años -que ya es mañana-, tengamos que decir a nuestros hijos o a nuestros nietos que no fuimos capaces de tener una idea coherente.

Agradezco la paciencia y la gentileza del Cuerpo, que me ha permitido expresar mi punto de vista.

SEÑOR UMANSKY.- Pido la palabra.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor Senador.

SEÑOR UMANSKY.- Señor Presidente: quiero manifestar mi complacencia con la exposición del señor Senador Martínez, pues estoy de acuerdo con él en lo sustancial, en cuanto a los temas planteados y a la agenda que ha presentado acerca del Uruguay Productivo presente. Ahora bien, mi inquietud surge con respecto al Uruguay futuro. Creo que para saber cuál es el Uruguay del futuro tenemos que mirarnos dentro del contexto de lo que es, por un lado, la economía internacional, por otro, la economía regional y, por un tercero, la experiencia comparativa que hemos tenido en las últimas décadas en América Latina. Es evidente que el país ha tenido magníficas tasas de crecimiento, lo que revela una buena disciplina en materia económica y una buena administración económica, pero de alguna manera coincide o ha estado enancada de lo que ha sido el desarrollo de América Latina en su conjunto. Si analizamos cómo se han desenvuelto las economías latinoamericanas en esta primera década -especialmente a partir del lustro 2003-2008-, vemos que en general todas han crecido a tasas significativas, a pesar de que todos los países del continente hemos tenido los mismos problemas en la década del noventa y en las anteriores. Esto revela, como primera conclusión, que los factores externos son los que condicionan la dinámica, la estructura, la secuencia y los tiempos del desarrollo de los países latinoamericanos. Nosotros no podemos dejar de estar en paralelo con ellos, por lo que a futuro debemos plantearnos cuál es la sostenibilidad del crecimiento de nuestro país. De este modo, debemos comenzar por analizar algunas de las lecciones que hemos ido aprendiendo a lo largo de las últimas décadas, así como también intensificar el análisis del crecimiento de este último lustro; en el año 2009 Uruguay creció, a pesar de que muchos países de América Latina decrecieron. Esto revela cierta fortaleza y tenemos que aprender de estos ejemplos. Si hacemos una comparación con otros países de América Latina, veremos que las economías ortodoxas -como las de la mayoría- y no ortodoxas -como la de Argentina-, han crecido a la par nuestra y casi a nuestras tasas. Si hacemos la comparación con países de Latinoamérica de menor extensión territorial, desde la década del noventa hasta esta primera década del siglo XXI, veremos que nuestro crecimiento estará condicionado a la visión que tengamos de lo que ha pasado con ellos.

En la década de los noventa, muchos países de Centroamérica, de menor extensión territorial que Uruguay y con muchas dificultades de distinta naturaleza, tenían Productos Brutos nominales menores que el nuestro; valgan los ejemplos de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Panamá y República Dominicana. Sin embargo, si tomamos los índices de crecimiento del Banco Mundial correspondientes al año 2009, comprobaremos que todos esos países están produciendo más que nosotros. Esto relativiza un poco el tema o nos pone en un contexto mucho más afinado para saber qué está pasando y cómo. Se podrá decir que los países centroamericanos están más cerca de los centros financieros mundiales y que por eso, por ejemplo, Costa Rica cuenta con inversiones de Intel con la instalación de una fábrica de US$ 500:000.000 para producir microchips. Otro punto de vista es que Costa Rica puede tener esta fábrica de Intel porque cuenta con un sistema educativo que así lo permite. Es evidente que una multinacional como Intel, que crea grandes cadenas de valor -como bien decía el señor Senador Martínez-, ha radicado una inversión de este tipo en ese país porque encontró muy apreciable su sistema educativo. No olvidemos que Costa Rica tiene tres universidades oficiales y una multiplicidad de universidades privadas, así como también sistemas empresariales de capacitación, como el INCAE -Instituto Centroamericano de Administración de Empresas-, y mantiene acuerdos con universidades norteamericanas, todo lo cual le permite contar con grandes niveles de formación gerencial y de recursos humanos.

En definitiva, cuando queremos situar al Uruguay del futuro, no solo debemos hacerlo en este contexto de la economía -que ha sido transformada de una manera abrupta-, sino también en la relación existente entre la producción material y la intangible. Por supuesto que la producción material sigue siendo la misma, pero la intangible -es decir, el conocimiento aplicado a la producción, la tecnología aplicada a la obtención de nuevos productos- cada vez es mayor, y la capacidad para generar esos nuevos productos pasa por la formación de recursos humanos, no solo los calificados sino también los que no lo son. Por lo tanto, la enseñanza, la educación y la formación del capital humano tendrán en los próximos años -ya lo tienen, porque el futuro está aquí- una importancia tan significativa como, por ejemplo, la de conocer la tasa de inversión material del Producto Bruto.

Hay otros bienes intangibles que también son muy importantes, como la cohesión social, la capacidad de las sociedades de aglutinar en todos sus estamentos objetivos comunes. Por lo tanto, si queremos proyectarnos hacia el Uruguay del futuro y su sustentabilidad, habrá que tener en cuenta estos dos valores.

En cuanto a la formación de recursos humanos, todos sabemos que el cuello de botella en nuestro país es la educación pública, que no está llegando, tal como lo exige este siglo XXI, a los niveles que la requieren, es decir, a aquellas personas de bajos ingresos.

Si miramos el capital social -que ya mencionó el señor Senador Abreu-, formado también por las decisiones colectivas de todos los grupos o estamentos de la sociedad, veremos que está siendo perforado, por ejemplo, por la rispidez de las relaciones obrero-patronales y otras que son notorias en nuestro tejido social.

Lo que uno tiende a pensar para el Uruguay del futuro es que debemos trabajar y enfocarnos más, junto con los valores materiales, en estos valores intangibles que ya son muy importantes. Un ejemplo de valor intangible es el plan estratégico -como bien decía el señor Senador Martínez- que se intenta abordar. Todos los países que de alguna manera exponen un plan económico estratégico, en general lo hacen en conjunto con el Presupuesto Nacional. Lo cierto es que si bien ha evolucionado la presentación de nuestro Presupuesto -aspecto que reconozco-, no he visto en su exposición de motivos una ligazón entre el plan económico y el presupuesto en sí mismo, como tampoco he notado una expresión financiera a mediano y largo plazo.

Todo esto confluye para generar sostenibilidad, credibilidad, previsibilidad y lo que hoy en día se conoce como el gran valor intangible, que es la creación del ambiente macroeconómico para que vengan interesados a invertir y se pueda tener un crecimiento sostenido a lo largo del tiempo. Este es un tema que debemos abordar si queremos ver el Uruguay del futuro y debemos saber que ese plan estratégico lo deben llevar a cabo los sectores público y privado. Comparto con el señor Senador Martínez la necesidad de que el Estado lleve a cabo políticas activas; ¡cómo no lo voy a compartir si a lo largo del siglo XX el Batllismo demostró muy bien la forma de desarrollar políticas activas!

Aquí me planteo otra pregunta. ¿Tiene nuestro Estado la capacidad de implementar políticas activas cuando no ha resuelto lo elemental, que es conocer -no tenemos datos porque nos falta la información de base- cuán productivo es? Lamentablemente contamos con indicios de que no lo es, pero creemos que tenemos que armar un Estado que genere políticas activas, que colabore con el sector privado, porque actualmente la competitividad sistémica es la competitividad país. Lo cierto es que los sectores privado y público van juntos, porque la globalización, que es un fenómeno invasivo y ubicuo, requiere respuestas totalizadoras. Para lograr una respuesta de este tipo, el sector privado, el público y la sociedad civil deben trabajar mancomunadamente para que el país pueda competir y tener presencia activa en el escenario internacional.

Otro tema que me preocupa, además de la implementación, es la poca capacidad de administración del tiempo que tenemos, que a veces es consecuencia de algunas definiciones ideológicas. La experiencia público-privada ya tiene casi veinte años y recién ahora estamos a punto de aprobar una ley de asociaciones público-privadas. No quiero entrar en el tema ideológico porque, de alguna manera, fue parte de nuestro escenario en los últimos veinte años, pero sí digo que evidentemente nuestro manejo del tiempo, de la oportunidad, de la secuencia, no es el adecuado. El mundo se agilitó, se aceleró y no nos va a esperar. Este aspecto también tiene que ver con las políticas de implementación.

Hay un tema adicional y es que si el Estado debe ser reformado, por supuesto tendrá que ser replanteado en lo que tiene que ver con sus grandes visiones y, en realidad, no vemos que haya una discusión acerca de cuáles son las grandes funciones del Estado o cómo deben ser llevadas a cabo. Sinceramente, el actual Presupuesto Nacional para el período 2005-2010 no es nada auspicioso para tener esa visión de mediano y largo plazo. Confieso que el grueso de las medidas es de corto plazo y no precisamente para generar más productividad. No quiero enfatizar otros aspectos que ya han sido discutidos, pero creo que es necesario que sinceremos la discusión cuando miremos el Uruguay del futuro, porque será necesario contar con un incremento de la productividad, tanto del sector privado como del público, y obviamente el país deberá tener alineadas sus políticas comercial, financiera y fiscal; sin embargo, no veo que hoy en día esto sea así.

Como bien decía el señor Senador Abreu frente al planteo del señor Senador Martínez sobre la diversificación productiva, estamos vendiendo el 75% de la producción a nuestros socios históricos: Argentina y Brasil. Es decir que estamos mostrando lo clásico: la vulnerabilidad de nuestra economía, que hay que atacar de diversas maneras. Una de ellas es generar recursos en las épocas de auge para utilizarlos en las de decrecimiento económico, pero yo no veo que suceda eso; por el contrario, creo que la política fiscal está arrinconando a la política monetaria, que está languideciendo en sus instrumentos básicos. Estamos viendo que Brasil puso un impuesto del 6% al ingreso de capitales y que Chile hace encajes diferenciales en los ingresos de capitales, debido a la apreciación de la moneda y la devaluación del dólar. A su vez, este fin de semana Estados Unidos y China volvieron a hablar después de la reunión del Grupo de los 20 para tratar de alinear sus políticas monetarias; y deberíamos estar atentos porque, evidentemente, los ajustes de tipo de cambio mundial también se vienen. No en vano el Fondo habla de guerra de monedas; esperamos todos que no se llegue a eso, pero es evidente que está habiendo movimientos de todo tipo.

En nuestra política monetaria estamos muy tranquilos –demasiado- por lo que, de alguna manera, terminamos siendo extremadamente ortodoxos y no prevemos -como hicieron, por ejemplo, Chile, Brasil, Colombia y las grandes potencias- para tratar de ver cómo se administra el tipo de cambio frente a esta profusión o exceso de oferta de dólares que ha emitido la economía estadounidense. En realidad, la economía estadounidense, para salvarse a sí misma, prácticamente ha emitido por encima de lo necesario en la economía mundial. Obviamente, Estados Unidos siente que se tiene que salvar, y el dólar, que es una moneda internacional, recoge la sobreoferta monetaria que genera este país clave de la economía mundial.

En definitiva, son todos temas que hacen a nuestra sostenibilidad, a nuestro ambiente macro, a la credibilidad, a la cohesión social, al capital social y a la necesidad de que el país sea repensado en su conjunto. Obviamente, vivimos en una región extremadamente vulnerable y así lo han demostrado nuestros últimos cincuenta o sesenta años; el propio auge que tenemos es parte de la onda expansiva de economías como las de India y China, lo que muestra que no somos dueños de nuestras decisiones económicas, sino que recibimos las decisiones ajenas. Por lo tanto, nuestra disciplina es tratar de tener alineadas nuestras variables básicas. En ese sentido, la exposición del señor Senador Martínez ha sido muy productiva, pero creo que es la plataforma mínima para empezar a pensar hacia adelante y tratar de incluir estos temas, porque ya no se trata de un tema de partidos, sino de país. Entiendo que se puede contribuir bastante si agendamos estos temas y los discutimos con razones para ver los pro y los contras, sobre todo teniendo en cuenta que hoy en día las certezas ya no existen, pues lo que es cierto hoy quizás dentro de dos semanas ya no lo sea por un arreglo entre China y Estados Unidos.

Entonces, debemos tomar conciencia de cómo manejamos nuestros tiempos, nuestras vulnerabilidades y nuestras fortalezas, que las tenemos. En ese sentido, creo que hay que tener una visión estratégica de país, que comprenda a todos los estamentos de la sociedad, a todos los agentes económicos y sociales y también la necesaria cohesión social y la preocupación porque esta sea operativa y no meramente declarativa.

Es todo cuanto tengo para decir.

SEÑOR AGAZZI.- Pido la palabra.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor Senador.

SEÑOR AGAZZI.- Señor Presidente: parecía difícil que el señor Senador Martínez consiguiera incluir el tema en este momento y en este ámbito, pero finalmente lo ha logrado.

No voy a hacer una exposición muy larga ya que me voy a referir solamente a algunos aspectos que me parecen importantes. La presentación que hizo el señor Senador Martínez refiere al estado de situación del país productivo ya que nadie sabe cuál va a ser el futuro; en el mundo no se sabe qué va a pasar. Hace algunos años se podía pronosticar qué iba a suceder, pero han pasado tantas cosas que nadie previó, que ahora nadie se anima a predecir.

Es cierto que un componente muy importante de nuestro aparato productivo está ligado al alto contenido de recursos naturales, como han dicho todos los expositores, pero también es cierto que de la maldición de los recursos naturales, que estaban asociados al deterioro de los términos de intercambio, estamos pasando a la bendición de los recursos naturales. Ahora bien, esta es la inserción que tenemos hoy y no tenemos otra posibilidad que desempeñarnos en esa realidad. Sin embargo, también es cierto que si nos atamos al beneficio que tenemos hoy tal cual es y pensamos que va a seguir así, puede generar problemas en el futuro y ser un salvavidas de plomo.

Mi reflexión va en el sentido de que este problema no es un solo de Uruguay, sino de toda la región. La semana pasada el Grupo Confucio de la Universidad Nacional de La Plata hizo una presentación en el CEFIR sobre las relaciones comerciales de los países de América Latina con China y los países asiáticos. Los dos círculos que mostraba el señor Senador Martínez también se pueden ver en todo el desempeño económico de América Latina con los países que están teniendo un nivel de industrialización muy eficiente y están siendo muy competitivos en términos de comercio internacional y de aparato productivo. Entonces, el problema que tenemos no es solo nuestro, sino que se manifiesta de acuerdo con la realidad que está viviendo el mundo en este momento.

En la región -sobre todo en Argentina y Brasil, pero también en Uruguay- hay una gran producción de granos, de aceites y de la agricultura en general, que ha crecido mucho en cuanto a productividad y comercio agrícola. Ahora bien, para producir granos, que son los más importantes en el comercio internacional, se necesitan insumos. Pero, ¿qué está pasando en la región con los insumos de la agricultura? ¿Quiénes los están proveyendo? ¿Cuáles son las fuentes de fósforo, nitrógeno, potasio y calcio? En realidad, nuestra región está siendo un importador neto de nutrientes para la agricultura y estamos viendo que los que proveen estos insumos están muy vinculados con los que proveen otros insumos para la agricultura y que además son los que comercian los granos en el mundo. Se trata de cuatro compañías. Sin embargo, en la región tenemos fuentes de potasio y de fósforo; el problema del nitrógeno es distinto porque en última instancia es energía. Esto es algo que está preocupando a Brasil, a Chile, a Argentina y a nosotros. Digo esto como refuerzo de la necesaria idea de integración para buscar soluciones regionales, más allá de que el señor Senador Abreu siempre nos recuerde los problemas que tenemos con Argentina y Brasil, los cuales no voy a negar. Sin embargo, quiero comprometerme a avanzar en la búsqueda de soluciones que necesitamos, sobre todo nosotros, pues quizás ellos no las precisen tanto. Esto mismo les sucede a los países mineros y petroleros.

Precisamente, en el día de ayer tuvimos una reunión con un representante del Banco Mundial y para la misma invité a los señores Senadores que integran la Comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca a efectos de poder aprovechar esta presencia. En realidad, lo que cabe preguntarse es qué está sucediendo con los recursos naturales y con los países que viven de los mismos. El Banco Mundial enfoca este tema, básicamente, desde el punto de vista de los recursos de la minería a partir de lo que está sucediendo, por ejemplo, en Perú y en Chile. Se trata de un trabajo de investigación muy interesante que sintetiza muchos otros estudios. Ahora bien, lo que pasa con la minería o con el petróleo también sucede con los productos relacionados con la ganadería y la agricultura. Hay países muy ligados a producciones con alto contenido de recursos naturales a los que les está yendo muy mal en cuanto no diversifican su matriz productiva, no la modernizan, y quedan dependiendo de esos productos. Sin embargo, a otros países les está yendo muy bien porque han aprovechado una acumulación inicial y hasta los propios fenómenos productivos para ir tecnificándolos. En definitiva, para cortar árboles es necesario utilizar equipos de corte, para esto último hay que desarrollar medidas automatizadas, para lo cual se utiliza la electrónica, luego se precisa una base de datos, etcétera. Así los finlandeses pasaron del árbol a Nokia y todo el mundo sabe esto. Entonces, el problema no es estar muy cerca de los productos naturales, sino no evolucionar y conformarse.

Frente a todo esto, uno tiene la tentación de copiar políticas que han adoptado países exitosos en este sentido; ahora bien, ¿hoy se puede pensar que sea posible recorrer un camino que otros ya han transitado en otro momento? Seguramente nos sirva como inspiración, pero estamos en otro mundo, en uno de deslocalización de la industria, de la integración económica y de la globalización. Por lo tanto, no se puede copiar y lo que debemos hacer es pensar, investigar y desarrollar. Será necesario analizar las cadenas productivas con que contamos, en base a los recursos que tenemos. El Senador Chiruchi siempre habla de la lechería, que es una cadena productiva que en el mundo ofrece muchas oportunidades de desarrollar otras actividades antes y después de la producción. Esas cadenas son muy apropiadas y hoy somos competitivos para eso.

A su vez, me parece muy importante lo que hicimos con la cadena forestal, pues pasamos de una concebida para un solo producto, que era la celulosa, a una cadena diversificada, con salida de distintos productos, que está obteniendo productos de madera de alta calidad, productos nuevos para la construcción de casas a partir de las inversiones que se hicieron en el país y, a su vez, también está produciendo energía. Es decir que a partir de los recursos que tenemos se pueden obtener cadenas productivas que generen más puestos de trabajo y producción de mejor calidad. Entonces, el esfuerzo diversificador, tanto en productos como en mercado, es algo importante, pero no surge de una decisión tomada aquí sino del funcionamiento de la economía.

Por otra parte, cabe plantearse el tema de la innovación, y para ello hay que preguntarse de qué innovación estamos hablando y cómo llevarla a cabo, pero no quiero ahondar en este tema ya que dije que mi exposición iba a ser breve.

Creo que no solo hay que tener en cuenta el conocimiento teórico o el desarrollo de la investigación, sino que hay que creer en los nuevos emprendimientos, en que lo nuevo que se encuentre sea respuesta a problemas y que existiendo gente dispuesta a llevarlos adelante y a jugarse, haya un respaldo para ellos. Es decir que no debemos generar empresarios que solamente vayan a pedir al Gobierno que les baje los impuestos; ese camino ya está cerrado.

Considero importante y adecuado contar con un plan estratégico y con políticas activas, pero lo sustantivo es el rol del Estado, y en ese sentido estamos de acuerdo en que este es un punto muy importante. Durante un tiempo se demonizó la referencia al Estado, pues se pensaba en algo ineficiente e indeseable a lo que había que pegarle hachazos por todos lados para que fuera bien chiquito y no molestara a las empresas privadas. Cuando se discutía el tema de la participación del sector privado, no se fundamentaba por el lado de que se trataba de una asociación público-privada para lograr inversiones y llevar adelante un plan productivo, sino por el de achicar el Estado y que el sector privado se hiciera cargo. Eso es algo diferente y, a mi modo de ver, no se trata de asociación sino de privatización. Sin embargo, me parece que ahora estamos todos de acuerdo en el sentido de que el Estado tiene un rol importante en actividades productivas que naturalmente llevan a cabo los actores privados, tal como debe ser; y es mejor que así sea.

La existencia del Gabinete Productivo también me parece algo a destacar. El mismo se generó como una necesaria e imprescindible interacción de distintos Ministerios. Ahora bien, todavía tenemos una organización de país en Ministerios por sectores y el Presupuesto así lo refleja. En lo personal, considero que en algún momento deberíamos evolucionar en este tema, pero es la organización institucional que tenemos. Si uno parte de un proyecto país y de una idea estratégica, quizás hasta la organización de los Ministerios debería ser en función de ella, en lugar de continuar con esta organización simplemente porque es la que hemos tenido hasta ahora.

Además del Gabinete Productivo podemos citar la creación de institutos para la formación. En este sentido, le asigno una gran importancia a la INEFOP, que es un instituto de capacitación, que tiene recursos y que está ligado al aparato productivo. Pienso que está muy bien utilizar el aparato productivo para capacitar a la gente, desde los ingenieros hasta la gente más joven que ingresa a trabajar. En este sentido, existe una experiencia muy linda que se está llevando a cabo a nivel de la enseñanza técnico profesional en Tacuarembó, donde los estudiantes de electrónica conocen todos los tableros de weyerhaeuser y son expertos en eso porque los profesores -algunos de los cuales trabajan con este tipo de tableros- han tenido la iniciativa de utilizarlos para la formación. Creo que ligar la enseñanza con los fenómenos productivos no le quita valor ni nivel. Además, un sector empresarial moderno debe ver esto como algo positivo, porque en ello se aprecia que lo que hacen los empresarios también sirve para el desarrollo de la gente.

Considero que este tema implica algo que no es solo discursos entre nosotros, porque el sector privado es el que hace las inversiones y es el que trabaja productivamente. Nadie está planteándose hoy que el Estado sea un empresario productor de nada, pero sí que sea el responsable de suministrar algunas definiciones estratégicas que el país necesita. Pero este sector privado no puede verse desencontrado entre el mundo del trabajo y el del capital; es imprescindible la cultura de unos y otros, ya que si pensamos que debe haber un clima de productividad, no puede haber enfrentamientos en los cuales mutuamente se echen las culpas. Los trabajadores tienen que estar convencidos de que participan en cadenas productivas y que su trabajo debe apuntar a mejorar la productividad y la producción. Por su parte, los empresarios deben estar convencidos de que se precisa una cohesión si es que se quiere lograr un país equilibrado, a fin de que el pueblo esté razonablemente acomodado e inserto en el mundo. Tanto los empresarios como los trabajadores de antes nos servían y ellos trajeron a los que tenemos hoy; ese es el mundo de hoy en día.

Yo creo que un ambiente de negociación, de integración, es lo que nos va a permitir pasar de climas de crecimiento ocasionales, de acuerdo con lo que pase en el mundo, a un compromiso con el desarrollo, que es una palabra que quiero mencionar porque implica muchas cosas. La idea del desarrollo es muy profunda e incluye no solamente producir más sino mejor y con más calidad.

Estas son algunas de las reflexiones que quería hacer.

SEÑOR FERNÁNDEZ HUIDOBRO.- Pido la palabra.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor Senador.

SEÑOR FERNÁNDEZ HUIDOBRO.- Señor Presidente: voy a ser breve en mi exposición.

En primer lugar, quiero decir que me congratulo por el número de señores Senadores que se anotó para hacer uso de la palabra sobre el asunto planteado por el señor Senador Martínez. Sin dudas, se trata de un tema interesante y, en lo personal, lo considero más atractivo que aquellos que solemos tratar habitualmente en este Cuerpo.

Quiero señalar algo que tiene que ver prácticamente con todo lo que dijeron todos y con un problema que yo tengo. Voy a hacer un discurso verde y no un chiste verde. Creo que hay un tajo estratégico, mundial, que nos atañe y frente al que nos encontramos ahora, en el que se me caen ciertas categorías y hasta palabras -como “desarrollo” y “crecimiento”- que empiezan a dejar de servir. No sé si será un problema de la edad. Son categorías que aceptamos todos, que forman parte esencial de los discursos que hemos oído y que, con toda sinceridad, creo que debemos poner en una formidable tela de juicio. Todos saben que yo molesté bastante con el tema de la energía y de la crisis energética; pero más que nada esa molestia estaba originada en la preocupación que surgía a partir de una crisis energética, lo que sin duda era más importante que hablar de energía. De lo que había que hablar era de la crisis energética, porque se trataba de un tema que era y es mundial, que no corresponde solamente a una crisis provocada por el agotamiento de ciertos recursos finitos, sino también por el hecho de que la humanidad ha comprobado fehacientemente -a pesar de nuestra característica estulticia- que aunque los tuviéramos ya no los podríamos seguir quemando. Hemos descubierto los límites del planeta, del crecimiento y de la disponibilidad, ya no de los combustibles fósiles sino de la posibilidad de seguir usando esa categoría energética que fundó una civilización en base al petróleo barato y que ya no va más. Es por eso que hay un tajo para mí; incluso, creo que ya no sirve mirar hacia el pasado, porque ese tajo establece que de aquí en adelante todo es diferente y nuevo, y más si nos proyectamos veinte o treinta años al futuro. Quienes estamos aquí somos gente formada y lectora y sabemos que este problema es grave, aunque no queramos hablar de eso. En general, cuando el futuro nos anuncia algo aciago tendemos a no hablar de ello; ¿para qué lo haríamos? Así actuamos casi todos los seres humanos.

Entonces, en un discurso del que comparto muchas cosas, también se encuentra este componente que constituye un ingrediente absolutamente ineludible en cualquier trazado estratégico. No hay manera de evadirse de esa situación, de la crisis medioambiental, mundial, imparable, semicatastrófica a esta altura de los acontecimientos, que nos permite ver que es imposible pensar en ciertas categorías. ¿Crecimiento hasta cuándo? ¿Acaso China, India y Brasil van a seguir creciendo de la forma en que lo están haciendo? Eso es un mito, es una superstición, ya no existe. En este momento, señor Presidente, las mayores migraciones no se producen por razones económicas sino por causas medioambientales. Las migraciones que se avecinan serán realmente inmensas, al igual que la mortandad, las hecatombes y las guerras. Ya he dicho que los gastos militares superiores a los de la Segunda Guerra Mundial y a los de la Guerra Fría, incompatibles con las guerras de mediana y baja intensidad que hoy presenta el mundo, solo pueden explicarse por un subsidio escondido a la industria de ciertos países, pero también por el hecho de que estos saben que el problema se va a resolver mal.

El señor Senador Abreu hablaba de nuestros recursos naturales y, en especial, del agua; ni qué hablar que tenía razón y que puede ser peor aún. Entonces, en cualquier estrategia de productividad que lleguemos a plantearnos, de Uruguay Productivo o de desarrollo -la verdad es que tengo miedo de utilizar esas palabras porque creo que no se adaptan a la realidad-, vamos a tener que incluir este ingrediente, ya que no podremos eludirlo más. Será necesario incluir el ingrediente relacionado con el hecho de si vamos a poder seguir así o no, porque habrá que adaptarse a la realidad futura, que será diferente a la actual, nos guste o no.

Este era el discurso medio verde que quería realizar.

11) “LAS POSIBILIDADES DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS, ANCHO DE BANDA, TRIPLE PLAY Y CONVERGENCIA TECNOLÓGICA”

SEÑOR PRESIDENTE.- No habiendo más oradores anotados, el Senado debería ingresar a la consideración del segundo punto del Orden del Día, que es la exposición de cuarenta minutos del señor Senador Pedro Bordaberry sobre “Las posibilidades de las nuevas tecnologías, ancho de banda, triple play y convergencia tecnológica”, pero ha llegado a la Mesa una nota de dicho señor Senador solicitando su postergación.

Léase.

(Se lee:)

SEÑOR SECRETARIO (Hugo Rodríguez Filippini).- “Montevideo, 25 de octubre de 2010.

Señor Presidente de la
Cámara de Senadores
Cr. Danilo Astori
Presente

De mi mayor consideración:

Por medio de la presente, solicito al Cuerpo que usted preside se prorrogue mi exposición por cuarenta minutos prevista para el día de mañana sobre el tema “Las posibilidades de las nuevas tecnologías, Ancho de Banda, Triple Play y Convergencia Tecnológica”, para el mes de marzo de 2011.

Sin más, se despide de Usted saludándole con la más alta estima,

Pedro Bordaberry. Senador.

SEÑOR PRESIDENTE.- En el entendido de que el señor Senador Bordaberry quiso decir “postergue” y no “prorrogue”, se va a votar la nota que se acaba de leer.

(Se vota:)

-17 en 17. Afirmativa. UNANIMIDAD.

12) LEVANTAMIENTO DE LA SESIÓN

SEÑOR PRESIDENTE.- No habiendo más asuntos, se levanta la Sesión.

(Así se hace, a la hora 19 y 9 minutos, presidiendo el señor Astori y estando presentes los señores Senadores Abreu, Agazzi, Baráibar, Beramendi, Cardoso, Da Rosa, Dalmás, Fernández Huidobro, Gallo, Heber, Larrañaga, Martínez, Pasquet, Pereyra, Topolansky y Umansky.)

DANILO ASTORI Presidente

Hugo Rodríguez Filippini Secretario

Gustavo Sánchez Piñeiro Secretario

Walter Alex Cofone Director General

Sergio Pereira Director del Cuerpo de Taquígrafos

Linea del pie de página
Montevideo, Uruguay. Poder Legislativo.