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N.º 30 - TOMO 556 - 13 DE SETIEMBRE DE 2016

REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY

DIARIO DE SESIONES

DE LA

CÁMARA DE SENADORES

SEGUNDO PERÍODO DE LA XLVIII LEGISLATURA

30.ª SESIÓN EXTRAORDINARIA

PRESIDEN EL SEÑOR RAÚL SENDIC Presidente EL SEÑOR GUILLERMO BESOZZI Primer vicepresidente y EL SEÑOR GERMÁN COUTINHO Tercer vicepresidente

ACTÚAN EN SECRETARÍA: LOS TITULARES, JOSÉ PEDRO MONTERO Y HEBERT PAGUAS, Y LOS PROSECRETARIOS, LUIS CALABRIA Y SILVANA CHARLONE

SUMARIO

1) Texto de la citación

2) Asistencia

3) Asuntos entrados

4) Pedidos de informes

– El señor senador Amorín solicita se curse un pedido de informes con destino al Ministerio del Interior, relacionado con el servicio de asistencia médica brindado a través del servicio 911 en las localidades de San Ramón y Santa Rosa, departamento de Canelones.

– El señor senador Bordaberry solicita se cursen los siguientes pedidos de informes:

• con destino al Ministerio de Economía y Finanzas, y por su intermedio a la Corporación Nacional para el Desarrollo, relacionado con la ejecución de obras en dicha corporación;

• con destino al Ministerio de Transporte y Obras Públicas, y por su intermedio a la Administración Nacional de Puertos, relacionado con la realización de obras de construcción, mantenimiento o reparación en el recinto portuario.

– El señor senador Heber solicita se curse un pedido de informes con destino al Ministerio de Transporte y Obras Públicas, relacionado con la implementación de distintos planes de desarrollo para el puerto de Montevideo.

– La señora senadora Carol Aviaga solicita se cursen los siguientes pedidos de informes:

• con destino al Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, y por su intermedio a la Administración de las Obras Sanitarias del Estado, relacionado con la calidad del agua potable;

• con destino al Ministerio de Desarrollo Social, relacionado con la contratación de funcionarios por parte de dicho ministerio.

– El señor senador Lacalle Pou solicita se curse un pedido de informes con destino al Ministerio de Turismo, relacionado con la elaboración de un plan director del Parque Santa Teresa, departamento de Rocha.

• Oportunamente fueron tramitados.

5) Solicitud de autorización del señor presidente de la república para ausentarse del territorio nacional por más de cuarenta y ocho horas

– Nota del señor presidente, doctor Tabaré Vázquez.

• Concedida.

6) Reiteración de pedidos de informes

• A solicitud del señor senador Bordaberry, el Senado resuelve hacer suyo y reiterar dos pedidos de informes con destino al Ministerio de Desarrollo Social, y por su intermedio al Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, y al Ministerio del Interior, relacionados con la licitación concedida a la empresa Calpusa para la realización de obras de construcción, mantenimiento o reparación en dichos organismos.

• A solicitud del señor senador Mieres, el Senado resuelve hacer suyo y reiterar un pedido de informes con destino al Ministerio de Industria, Energía y Minería, y por su intermedio a la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Pórtland, relacionado con los mecanismos de control para las compras de petróleo.

7) Inasistencias anteriores

– Por secretaría se da cuenta de las inasistencias registradas a las últimas convocatorias.

8), 10), 12 ), 14) y 18) Solicitudes de licencia e integración del Cuerpo

– El Senado concede las licencias solicitadas por los señores senadores Mujica, Alonso, Xavier, Moreira, Tourné, Aviaga, Michelini y Besozzi.

– Quedan convocados los señores senadores Berterreche, López Villalba, Pardiñas, Paternain, Asiaín, Gallicchio, Lafluf, y el señor Roque Arregui, a quien se le toma la promesa de estilo, luego de lo cual se lo declara investido de su cargo de senador.

9), 11), 13), 15), 17) y 19) Rendición de Cuentas y Balance de Ejecución Presupuestal, ejercicio 2015

– Proyecto de ley por el que se procede a su aprobación.

• Aprobado en general.

16) Proyecto presentado

– Los señores senadores Amorín, Bordaberry, Camy, Delgado, Heber, Michelini, Mieres y Otheguy presentan un proyecto de ley relacionado con el tope de los ingresos salariales de los funcionarios de los Gobiernos departamentales.

• Pasa a la Comisión de Hacienda.

20) Levantamiento de la sesión

– Por moción del señor senador Michelini, el Senado resuelve pasar a cuarto intermedio hasta el día de mañana a las 10:00.

1) TEXTO DE LA CITACIÓN

«Montevideo, 9 de setiembre de 2016

La CÁMARA DE SENADORES se reunirá en sesión extraordinaria el próximo martes 13 de setiembre, a las 09:30, a fin de informarse de los asuntos entrados y considerar el siguiente

Orden del día

1.º) Discusión general y particular de un proyecto de ley por el que se aprueba la Rendición de Cuentas y Balance de Ejecución Presupuestal, ejercicio 2015.

Carp. n.º 700/2016 - rep. n.º 341/2016, rep. n.º 341/2016 anexo I, rep. n.º 341/2016 anexo II, rep. n.º 341/2016 anexo III, rep. n.º 341/2016 anexo IV, rep. n.º 341/2016 anexo V, rep. n.º 341/2016 anexo VI, rep. n.º 341/2016 anexo VII, rep. n.º 341/2016 anexo VIII, rep. n.º 341/2016 anexo IX, rep. n.º 341/2016 anexo X, rep. n.º 341/2016 anexo XI, rep. n.º 341/2016 anexo XII, rep. n.º 341/2016 anexo XIII, rep. n.º 341/2016 anexo XIV,rep. n.º 341/2016 anexo XV,rep. n.º 341/2016 anexo XVI, rep. n.º 341/2016 anexo XVII, rep. n.º 341/2016 anexo XVIII, rep. n.º 341/2016 anexo XIX, rep. n.º 341/2016 anexo XX, rep. n.º 341/2016 anexo XXI, rep. n.º 341/2016 anexo XXII, rep. n.º 341/2016 anexo XXIII, rep. n.º 341/2016 anexo XXIV, rep. n.º 341/2016 anexo XXV, rep. n.º 341/2016 anexo XXVI, rep. n.º 341/2016 anexo XXVII, rep. n.º 341/2016 anexo XXVIII, rep. n.º 341/2016 anexo XXIX, rep. n.º 341/2016 anexo XXX, rep. n.º 341/2016 anexo XXXI, rep. n.º 341/2016 anexo XXXII, rep. n.º 341/2016 anexo XXXIII, rep. n.º 341/2016 anexo XXXIV, rep. n.º 341/2016 anexo XXXV, rep. n.º 341/2016 anexo XXXVI, rep. n.º 341/2016 anexo XXXVII, rep. n.º 341/2016 anexo XXXVIII, rep. n.º 341/2016 anexo XXXIX, rep. n.º 341/2016 anexo XL, rep. n.º 341/2016 anexo XLI, rep. n.º 341/2016 anexo XLII.

2.º) Mensaje del Poder Ejecutivo por el que solicita la venia correspondiente a fin de destituir de su cargo a tres funcionarios del Ministerio de Economía y Finanzas, Dirección Nacional de Aduanas. (Se incluye en el orden del día por vencimiento del plazo reglamentario). (Plazo constitucional vence el 4 de octubre de 2016).

Carp. n.º 620/2016 - rep. n.º 337/2016

3.º) Mensaje del Poder Ejecutivo por el que solicita la venia correspondiente a fin de destituir de su cargo a una funcionaria del Ministerio de Salud Pública. (Se incluye en el orden del día por vencimiento del plazo reglamentario). (Plazo constitucional vence el 5 de octubre de 2016).

Carp. n.º 622/2016 - rep. n.º 338/2016

Silvana Charlone Prosecretaria - Hebert Paguas Secretario».

2) ASISTENCIA

ASISTEN: los señores senadores Agazzi, Amorín, Arregui, Aviaga, Ayala, Berterreche, Bianchi, Bordaberry, Camy, Carámbula, Cardoso, De León, Delgado, García, Heber, Lacalle Pou, Larrañaga, López Villalba, Martínez Huelmo, Michelini, Mieres, Moreira, Otheguy, Pardiñas, Passada, Payssé, Pintado y Topolansky.

FALTAN: con licencia, los señores senadores Alonso, Mujica, Tourné y Xavier.

3) ASUNTOS ENTRADOS

SEÑOR PRESIDENTE.- Habiendo número, está abierta la sesión.

(Son las 09:38).

–Dese cuenta de los asuntos entrados.

(Se da de los siguientes).

SEÑOR SECRETARIO (Hebert Paguas).- «El señor presidente de la república solicita la autorización prescrita por el artículo 170 de la Constitución de la república para ausentarse del país por más de cuarenta y ocho horas a partir del día 17 de setiembre del corriente, con motivo de asistir a la 71.ª Asamblea General de Naciones Unidas, a realizarse en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos de América.

–HA SIDO REPARTIDA. SE VA A VOTAR LUEGO DE LEÍDOS LOS ASUNTOS ENTRADOS.

La presidencia de la Asamblea General destina un mensaje del Poder Ejecutivo al que acompaña un proyecto de ley por el que se aprueba el Acuerdo de París, adoptado el 12 de diciembre de 2015 en París, República Francesa, suscrito por la República Oriental del Uruguay en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos de América, el 22 de abril de 2016.

–A LA COMISIÓN DE ASUNTOS INTERNACIONALES.

El Poder Ejecutivo remite mensajes:

– por los que comunica la promulgación de los siguientes proyectos de ley:

• por el que se faculta al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social a extender, por razones de interés general, por un plazo de hasta ciento ochenta días, el subsidio por desempleo de los trabajadores de la cooperativa de trabajo Profuncoop;

• por el que se aprueba el Acuerdo entre el Gobierno de la República Oriental del Uruguay y el Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte sobre intercambio de información en materia tributaria, suscrito en Londres, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, el 14 de octubre de 2013;

• por el que comunica que ha dictado una resolución designando en calidad de vicepresidente en el Directorio de la Administración Nacional de Puertos, al señor Juan José Domínguez.

–AGRÉGUENSE A SUS ANTECEDENTES Y ARCHÍVENSE.

• Por el que solicita, de conformidad con lo establecido en el numeral 13 del artículo 168 de la Constitución de la república, la venia correspondiente para designar en calidad de fiscal letrado nacional, escalafón “N”, al doctor Leonardo Darío Morales Archento.

–A LA COMISIÓN DE ASUNTOS ADMINISTRATIVOS.

• Por el que solicita, de conformidad con lo establecido en el artículo 5.º de la Ley n.º 19340, de 28 de agosto de 2015, la venia correspondiente a fin de designar, en calidad de presidente en la Junta de Transparencia y Ética Pública, al licenciado en Administración Ricardo Gil Iribarne;

• por el que solicita, de conformidad con lo establecido en el artículo 5.º de la Ley n.º 19340, de 28 de agosto de 2015, la venia correspondiente a fin de designar, en calidad de vicepresidente en la Junta de Transparencia y Ética Pública, al doctor Daniel Borrelli Uberti;

• por el que solicita, de conformidad con lo establecido en el artículo 5.º de la Ley n.º 19340, de 28 de agosto de 2015, la venia correspondiente a fin de designar, en calidad de vocal en la Junta de Transparencia y Ética Pública, a la señora Matilde Rodríguez.

–HAN SIDO REPARTIDOS POR DISPOSICIÓN REGLAMENTARIA. A LA COMISIÓN DE ASUNTOS ADMINISTRATIVOS.

El Ministerio de Economía y Finanzas remite respuesta del Banco de la República Oriental del Uruguay a un pedido de informes solicitado por el señor senador Pedro Bordaberry, relacionado con la empresa Madobul S. A.

El Ministerio del Interior remite respuesta a un pedido de informes solicitado por el señor senador Pedro Bordaberry, relacionado con posibles advertencias de escuchas telefónicas a hinchas de equipos de fútbol uruguayo.

–OPORTUNAMENTE FUERON ENTREGADAS AL SEÑOR SENADOR BORDABERRY.

El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social remite:

• respuestas del Banco de Previsión Social y del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional a un pedido de informes solicitado por el señor senador Omar Lafluf el 10 de marzo de 2016, relacionado con el beneficio del subsidio por desempleo.

–OPORTUNAMENTE FUERON ENTREGADAS AL SEÑOR SENADOR LAFLUF.

• Respuesta del Banco de Previsión Social a un pedido de informes solicitado por el señor senador Sebastián da Silva el 15 de junio de 2016, relacionado con la adquisición de vehículos oficiales.

–OPORTUNAMENTE FUE ENTREGADA AL SEÑOR SENADOR DA SILVA.

El Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente remite respuesta de la Dirección Nacional de Medio Ambiente a un pedido de informes solicitado por la señora senadora Carol Aviaga, relacionado con los controles de calidad del agua embotellada.

–OPORTUNAMENTE FUE ENTREGADA A LA SEÑORA SENADORA AVIAGA.

La Cámara de Representantes remite aprobados los siguientes proyectos de ley:

• por el que se desafecta del ámbito del Ministerio de Transporte y Obras Públicas y se afecta a la Intendencia de Artigas, en forma gratuita, el inmueble padrón n.º 6827, de la 8.ª sección catastral del departamento de Artigas.

–A LA COMISIÓN DE VIVIENDA Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL.

• Por el que se establece el 14 de setiembre de cada año como Día del Escritor.

–A LA COMISIÓN DE EDUCACIÓN Y CULTURA.

Asimismo, comunica:

• que ha aprobado un proyecto de ley por el que se declara feriado no laborable para pueblo Colón, departamento de Lavalleja, el día 10 de octubre de 2016, con motivo de conmemorarse los cien años de su fundación;

• que ha aceptado las modificaciones introducidas por este Cuerpo a un proyecto de ley por el que se modifica el Decreto Ley n.º 14157, de 21 de febrero de 1974, en la redacción dada por la Ley n.º 19142, de 14 de octubre de 2013, sobre Jurisdicción de la Armada Nacional.

–AGRÉGUENSE A SUS ANTECEDENTES Y ARCHÍVENSE.

La Administración de las Obras Sanitarias del Estado remite respuesta a una exposición escrita presentada el día 12 de julio del corriente por el señor senador Daniel López Villalba, referente a las crecientes del río Santa Lucía.

–TÉNGASE PRESENTE.

La Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda eleva informado un proyecto de ley por el que se aprueba la Rendición de Cuentas y Balance de Ejecución Presupuestal correspondiente al ejercicio 2015.

–HA SIDO REPARTIDO Y SE ENCUENTRA INCLUIDO EN EL ORDEN DEL DÍA DE LA SESIÓN DE HOY.

La Comisión de Asuntos Administrativos eleva, por vencimiento del plazo reglamentario, los siguientes mensajes del Poder Ejecutivo por los que se solicita la venia correspondiente para destituir de su cargo:

• a tres funcionarios del Ministerio de Economía y Finanzas, Dirección Nacional de Aduanas;

• a una funcionaria del Ministerio de Salud Pública.

–HAN SIDO REPARTIDOS Y ESTÁN INCLUIDOS EN EL ORDEN DEL DÍA DE LA SESIÓN DE HOY POR DISPOSICIÓN REGLAMENTARIA.

La Comisión de Asuntos Laborales y Seguridad Social eleva informados los siguientes proyectos de ley:

• por el que se concede una pensión graciable al señor Eduardo Acosta Bentos;

• por el que se concede una pensión graciable al señor Daniel Ramela Salguero.

–REPÁRTANSE E INCLÚYANSE EN EL ORDEN DEL DÍA DE UNA PRÓXIMA SESIÓN.

El señor senador Pedro Bordaberry solicita, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 3.º de la Ley n.º 17673, de 21 de julio de 2003, la reiteración de dos pedidos de informes con destino al Ministerio de Desarrollo Social y por su intermedio al Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, y al Ministerio del Interior, a los efectos de que el Cuerpo los haga suyos, relacionados con la licitación concedida a la empresa Calpusa para la realización de obras de construcción, mantenimiento o reparación en dichos organismos.

El señor senador Pablo Mieres, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 3.º de la Ley n.º 17673, de 21 de julio de 2003, solicita la reiteración de un pedido de informes con destino al Ministerio de Industria, Energía y Minería y por su intermedio a la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Pórtland, a los efectos de que el Cuerpo los haga suyos, relacionado con los mecanismos de control para las compras de petróleo.

–SE VAN A VOTAR UNA VEZ FINALIZADA LA LECTURA DE LOS ASUNTOS ENTRADOS.

La Junta Departamental de Maldonado remite un oficio, al cual anexa el planteamiento de la señora edila Susana de Armas, relacionado con las medidas de seguridad a nivel aeronáutico en el aeropuerto de la Laguna del Sauce.

La Junta Departamental de Paysandú remite:

• oficio adjuntando una moción presentada por varios señores ediles, relacionada con el estado de la ruta 26;

• oficio adjuntando una moción presentada por el señor edil Jorge Genoud, relacionada con el monto de las jubilaciones.

La Junta Departamental de Rocha remite un oficio con las expresiones vertidas por el señor edil Sebastián Pintos, relacionado con los cajeros automáticos en dicho departamento.

–TÉNGANSE PRESENTES.

La Junta Departamental de Canelones remite copia de la versión taquigráfica de las palabras pronunciadas por la señora edila Verónica Veiga, relacionadas con la situación de la salud en los últimos años.

–OPORTUNAMENTE FUE REMITIDA A LA COMISIÓN DE SALUD PÚBLICA».

4) PEDIDOS DE INFORMES

SEÑOR PRESIDENTE.- Dese cuenta de un pedido de informes.

(Se da del siguiente).

SEÑOR SECRETARIO (Hebert Paguas).- «El señor senador José Amorín, de conformidad con lo establecido en el artículo 118 de la Constitución de la república, solicita se curse un pedido de informes con destino al Ministerio del Interior, relacionado con el servicio de asistencia médica brindado a través del servicio 911 en las localidades de San Ramón y Santa Rosa, departamento de Canelones.

–OPORTUNAMENTE FUE TRAMITADO».

(Texto del pedido de informes).

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SEÑOR PRESIDENTE.- Dese cuenta de otros pedidos de informes.

(Se da de los siguientes).

SEÑOR SECRETARIO (Hebert Paguas).- «El señor senador Pedro Bordaberry, de conformidad con lo establecido en el artículo 118 de la Constitución de la república, solicita se cursen los siguientes pedidos de informes:

• con destino al Ministerio de Economía y Finanzas y, por su intermedio, a la Corporación Nacional para el Desarrollo, relacionado con la ejecución de obras en dicha corporación;

• con destino al Ministerio de Transporte y Obras Públicas y, por su intermedio, a la Administración Nacional de Puertos, relacionado con la realización de obras de construcción, mantenimiento o reparación en el recinto portuario.

–OPORTUNAMENTE FUERON TRAMITADOS».

(Textos de los pedidos de informes).

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SEÑOR PRESIDENTE.- Dese cuenta de otro pedido de informes.

(Se da del siguiente).

SEÑOR SECRETARIO (Hebert Paguas).- «El señor senador Luis Alberto Heber, de conformidad con lo establecido en el artículo 118 de la Constitución de la república, solicita se curse un pedido de informes con destino al Ministerio de Transporte y Obras Públicas, relacionado con la implementación de distintos planes de desarrollo para el puerto de Montevideo.

–OPORTUNAMENTE FUE TRAMITADO».

(Texto del pedido de informes).

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SEÑOR PRESIDENTE.- Dese cuenta de otros pedidos de informes.

(Se da de los siguientes).

SEÑOR SECRETARIO (Hebert Paguas).- «La señora senadora Carol Aviaga, de conformidad con lo establecido en el artículo 118 de la Constitución de la república, solicita se cursen los siguientes pedidos de informes:

• con destino al Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y, por su intermedio, a la Administración de las Obras Sanitarias del Estado, relacionado con la calidad del agua potable;

• con destino al Ministerio de Desarrollo Social, relacionado con la contratación de funcionarios por parte de dicho ministerio.

–OPORTUNAMENTE FUERON TRAMITADOS».

(Textos de los pedidos de informes).

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SEÑOR PRESIDENTE.- Dese cuenta de otro pedido de informes.

(Se da del siguiente).

SEÑOR SECRETARIO (Hebert Paguas).- «El señor senador Luis Lacalle Pou, de conformidad con lo establecido en el artículo 118 de la Constitución de la república, solicita se curse un pedido de informes con destino al Ministerio de Turismo, relacionado con la elaboración de un plan director del Parque Santa Teresa, departamento de Rocha.

–OPORTUNAMENTE FUE TRAMITADO».

(Texto del pedido de informes).

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5) SOLICITUD DE AUTORIZACIÓN DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA PARA AUSENTARSE DEL TERRITORIO NACIONAL POR MÁS DE CUARENTA Y OCHO HORAS

SEÑOR PRESIDENTE.- Léase la nota remitida por el señor presidente de la república relacionada con la autorización de la que se dio cuenta en los asuntos entrados.

(Se lee).

SEÑOR SECRETARIO (José Pedro Montero).- «Montevideo, 8 de setiembre de 2016

Señor presidente de la

Cámara de Senadores

Presente:

Tengo el honor de dirigirme al señor presidente a los efectos de solicitar la autorización prescrita por el artículo 170 de la Constitución de la república, en virtud de que me ausentaré del territorio nacional por más de cuarenta y ocho horas a partir del día 17 de setiembre de 2016, a los efectos de asistir a la 71.ª Asamblea General de Naciones Unidas, a realizarse en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos de América.

Saludo al señor presidente con mi más alta consideración.

TABARÉ VÁZQUEZ. Presidente de la república».

SEÑOR PRESIDENTE.- Si no se hace uso de la palabra, se va a votar la autorización solicitada por el señor presidente de la república.

(Se vota).

–19 en 19. Afirmativa. UNANIMIDAD.

Se comunica que al haberse votado la autorización solicitada por el señor presidente de la república para ausentarse del país por más de 48 horas, asumirá la presidencia del Senado la señora senadora Topolansky; y que, habiendo presentado notas de desistimiento los señores Charles Carrera, Lucía Etcheverry, Andrés Berterreche, Sandra Lazo, Gonzalo Mujica, Zulimar Ferreira, Francisco Beltrame, Daniel Garín y Susana Pereyra, informando que por esta vez no aceptan la convocatoria a integrar el Cuerpo, queda convocado el señor Lauro Meléndez, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

6) REITERACIÓN DE PEDIDOS DE INFORMES

SEÑOR PRESIDENTE.- Corresponde votar si el Senado hace suyos y reitera los pedidos solicitados por el señor senador Bordaberry, de los que se diera cuenta en los asuntos entrados.

(Se vota).

–16 en 19. Afirmativa.

Corresponde votar si el Senado hace suyos y reitera el pedido solicitado por el señor senador Mieres, del que se diera cuenta en los asuntos entrados.

(Se vota).

–17 en 20. Afirmativa.

7) INASISTENCIAS ANTERIORES

SEÑOR PRESIDENTE.- Dando cumplimiento a lo que establece el artículo 53 del Reglamento de la Cámara de Senadores, dese cuenta de las inasistencias a las anteriores convocatorias.

(Se da de las siguientes).

SEÑOR SECRETARIO (José Pedro Montero).- A la sesión extraordinaria del 29 de agosto faltó con aviso el señor senador Lacalle Pou.

A la sesión matutina de la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda del 23 de agosto faltaron con aviso los señores senadores Camy y Cardoso; y a la sesión vespertina, faltaron con aviso los señores senadores Alonso, Camy y Cardoso.

A la sesión vespertina del 29 de agosto faltó con aviso la señora senadora Alonso.

A la sesión matutina del 30 de agosto faltó con aviso la señora senadora Alonso; y a la sesión vespertina, faltó con aviso el señor senador Mujica.

A la sesión matutina del 31 de agosto faltó con aviso la señora senadora Alonso.

A la sesión matutina del 1.º de setiembre faltaron con aviso los señores senadores Bianchi y Moreira; y a la sesión vespertina, faltaron con aviso los señores senadores Amorín, Bianchi y Martínez Huelmo.

A la sesión matutina del 2 de setiembre faltaron con aviso los señores senadores Alonso, Bianchi, Camy y Martínez Huelmo.

A la sesión matutina del 5 de setiembre faltaron con aviso los señores senadores Alonso, Camy, Delgado, Martínez Huelmo, Michelini, Moreira y Mujica; y a la sesión vespertina, faltó con aviso la señora senadora Aviaga.

A la sesión matutina del 6 de setiembre faltaron con aviso las señoras senadoras Alonso, Aviaga y Moreira; y a sesión vespertina faltaron con aviso los señores senadores Aviaga, Bianchi y Camy.

Y a la sesión del 7 de setiembre faltó con aviso el señor senador Bianchi.

8) SOLICITUDES DE LICENCIA E INTEGRACIÓN DEL CUERPO

SEÑOR PRESIDENTE.- Léase una solicitud de licencia.

(Se lee).

SEÑOR SECRETARIO (José Pedro Montero).- «Montevideo, 7 de setiembre de 2016

Señor presidente de la

Cámara de Senadores

Raúl Sendic

Por medio de la presente, solicito al Cuerpo me conceda licencia durante los días 13 a 16 de setiembre de 2016, al amparo de la Ley n.° 17827, artículo 1.º, literal D, de 14 de setiembre de 2004.

Saludo a usted atentamente.

José Mujica. Senador».

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota).

–21 en 21. Afirmativa. UNANIMIDAD.

Queda convocado el señor Andrés Berterreche, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

Léase otra solicitud de licencia.

(Se lee).

SEÑOR SECRETARIO (José Pedro Montero).- «Montevideo, 8 de setiembre de 2016

Señor presidente de la

Cámara de Senadores

Raúl Sendic

Presente

De mi mayor consideración:

Me dirijo a usted para informarle que, en mi calidad de senadora de la república, he sido invitada a participar en el Encuentro de Mujeres Líderes de América Latina, organizado por el programa regional Partidos Políticos y Democracia en América Latina, de la Fundación Konrad Adenauer, y la Organización Demócrata Cristiana de América Latina.

Al amparo del literal D del artículo 1.º de la Ley n.° 17827, solicito licencia para los días martes 13 y miércoles 14 de setiembre inclusive.

Sin otro particular, saludo a usted muy atentamente.

Verónica Alonso. Senadora».

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota).

–21 en 21. Afirmativa. UNANIMIDAD.

Se comunica que el señor Daniel Peña ha presentado nota de desistimiento, informando que por esta vez no acepta la convocatoria a integrar el Cuerpo, por lo que queda convocado el señor Daniel López Villalba, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

Léase otra solicitud de licencia.

(Se lee).

SEÑOR SECRETARIO (José Pedro Montero).- «Montevideo, 13 de setiembre de 2016

Señor presidente de la

Cámara de Senadores

Don Raúl Sendic

De mi mayor consideración:

A través de la presente, solicito al Cuerpo me conceda licencia por motivos personales los días 13 y 14 del corriente.

Sin otro particular, saludo al señor presidente muy atentamente.

Mónica Xavier. Senadora».

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota).

–20 en 21. Afirmativa.

Se comunica que los señores Daniel Olesker, Julio Bango y Viviana Piñeiro han presentado notas de desistimiento, informando que por esta vez no aceptan la convocatoria a integrar el Cuerpo, por lo que queda convocado el señor Yerú Pardiñas, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

Léase otra solicitud de licencia.

(Se lee).

SEÑOR SECRETARIO (José Pedro Montero).- «Montevideo, 13 de setiembre de 2016

Señor presidente de la

Cámara de Senadores

Raúl Sendic

Presente

De mi mayor consideración:

A través de la presente, solicito al Cuerpo que usted preside me conceda licencia los días jueves 15 y viernes 16 de setiembre de 2016.

Motiva dicha solicitud la invitación que recibiera desde la iniciativa Movimenta para participar del Foro Iberoamericano de Mujeres Políticas, a realizarse en Santa Cruz, Bolivia, del 14 al 16 de setiembre de 2016.

La iniciativa Movimenta está articulada desde el Ministerio de Autonomías del Estado Plurinacional de Bolivia, Asamblea Legislativa de dicho país, TelArtes (Bolivia), Ni Una Menos (Argentina), Emergente (Argentina), Proderechos (Uruguay), Fora do Eixo (Brasil), J+LAC (Latam), Ciudad Móvil (Colombia), ICW Latina, ELLA (Red Latinoamericana de Mujeres), Facción (Latam) y Cultura de Red (Latam).

Solicito dicha licencia al amparo del literal D del artículo 1.º de la Ley n.º 17827.

Sin otro particular, saludo a usted muy atentamente.

Constanza Moreira. Senadora».

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota).

–22 en 23. Afirmativa.

Queda convocado el señor Rafael Paternain, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

Léase otra solicitud de licencia.

(Se lee).

SEÑOR SECRETARIO (José Pedro Montero).- «Montevideo, 13 de setiembre de 2016

Señor presidente de la

Cámara de Senadores

Raúl Sendic

De mi mayor consideración:

Por la presente, solicito licencia desde el miércoles 21 de setiembre hasta el lunes 3 de octubre de 2016 inclusive, por motivos personales.

Sin otro particular, saludo a usted muy atentamente.

Constanza Moreira. Senadora».

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota).

–22 en 24. Afirmativa.

Queda convocado el señor Rafael Paternain, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

Léase otra solicitud de licencia.

(Se lee).

SEÑOR SECRETARIO (José Pedro Montero).- «Montevideo, 6 de setiembre de 2016

Señor presidente de la

Cámara de Senadores

Raúl Sendic

De mi mayor consideración:

A través de la presente, solicito al Cuerpo me conceda licencia al amparo del artículo 1.º de la Ley n.º 17827, de 14 de setiembre de 2004, por motivos personales, los días 13 y 14 de setiembre de 2016.

Sin otro particular, saludo al señor presidente muy atentamente.

Daisy Tourné. Senadora».

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota).

–22 en 24. Afirmativa.

Se comunica que los señores Yerú Pardiñas, Eduardo Fernández, María Elena Laurnaga, Daniel Olesker, Julio Bango, Viviana Piñeiro, Álvaro García, Hyara Rodríguez, Manuel Laguarda, Nohelia Millán y Julio Pintos han presentado notas de desistimiento, informando que por esta vez no aceptan la convocatoria a integrar el Cuerpo, por lo que queda convocado el señor Roque Arregui, a quien se invita a pasar al hemiciclo a los efectos de tomarle la promesa de estilo.

(Ingresa a sala el señor Roque Arregui).

–Se invita al Senado y a la barra a ponerse de pie.

Señor Roque Arregui: ¿promete usted por su honor desempeñar debidamente el cargo de senador y obrar en todo conforme a la Constitución de la república?

SEÑOR ARREGUI.- Sí, prometo.

SEÑOR PRESIDENTE.- ¿Promete usted guardar secreto en todos los casos en que sea ordenado por la cámara o por la Asamblea General?

SEÑOR ARREGUI.- Sí, prometo.

SEÑOR PRESIDENTE.- Queda usted investido del cargo de senador.

Felicitaciones.

(Aplausos en la sala y en la barra).

9) RENDICIÓN DE CUENTAS Y BALANCE DE EJECUCIÓN PRESUPUESTAL, EJERCICIO 2015

SEÑOR PRESIDENTE.- El Senado ingresa al orden del día con la consideración del asunto que figura en primer término: «Proyecto de ley por el que se aprueba la Rendición de Cuentas y Balance de Ejecución Presupuestal, ejercicio 2015. (Carp. n.º 700/2016 - rep. n.º 341/2016, rep. n.º 341/2016 anexo I, rep. n.º 341/2016 anexo II, rep. n.º 341/2016 anexo III, rep. n.º 341/2016 anexo IV, rep. n.º 341/2016 anexo V, rep. n.º 341/2016 anexo VI, rep. n.º 341/2016 anexo VII, rep. n.º 341/2016 anexo VIII, rep. n.º 341/2016 anexo IX, rep. n.º 341/2016 anexo X, rep. n.º 341/2016 anexo XI, rep. n.º 341/2016 anexo XII, rep. n.º 341/2016 anexo XIII, rep. n.º 341/2016 anexo XIV,rep. n.º 341/2016 anexo XV,rep. n.º 341/2016 anexo XVI, rep. n.º 341/2016 anexo XVII, rep. n.º 341/2016 anexo XVIII, rep. n.º 341/2016 anexo XIX, rep. n.º 341/2016 anexo XX, rep. n.º 341/2016 anexo XXI, rep. n.º 341/2016 anexo XXII, rep. n.º 341/2016 anexo XXIII, rep. n.º 341/2016 anexo XXIV, rep. n.º 341/2016 anexo XXV, rep. n.º 341/2016 anexo XXVI, rep. n.º 341/2016 anexo XXVII, rep. n.º 341/2016 anexo XXVIII, rep. n.º 341/2016 anexo XXIX, rep. n.º 341/2016 anexo XXX, rep. n.º 341/2016 anexo XXXI, rep. n.º 341/2016 anexo XXXII, rep. n.º 341/2016 anexo XXXIII, rep. n.º 341/2016 anexo XXXIV, rep. n.º 341/2016 anexo XXXV, rep. n.º 341/2016 anexo XXXVI, rep. n.º 341/2016 anexo XXXVII, rep. n.º 341/2016 anexo XXXVIII, rep. n.º 341/2016 anexo XXXIX, rep. n.º 341/2016 anexo XL, rep. n.º 341/2016 anexo XLI, rep. n.º 341/2016 anexo XLII.)».

SEÑOR PRESIDENTE.- En discusión general.

Tiene la palabra el miembro informante, señor senador Otheguy.

SEÑOR OTHEGUY.- Señor presidente: antes de comenzar quiero agradecer a mis compañeros de bancada por darme esta responsabilidad, a nuestro equipo de trabajo y al del resto de los senadores –que este mes tuvieron mucha dedicación–, así como también a las secretarias de la comisión y a todos los funcionarios por la entrega y el profesionalismo demostrado en esta tarea.

Hoy tenemos a consideración la primera rendición de cuentas del actual período de gobierno, correspondiente al presupuesto nacional aprobado por la Ley n.° 19355.

Como síntesis de su contenido, es posible señalar que el proyecto de ley de rendición de cuentas enviado por el Poder Ejecutivo –con las modificaciones, supresiones e incorporaciones practicadas en su articulado, tanto por la Cámara de Representantes como posteriormente por la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda del Senado– refleja la plena convicción y confianza del Gobierno nacional en honrar los compromisos asumidos en el Programa de Gobierno del Frente Amplio, que fue el elegido por la ciudadanía. Ese es el principal objetivo y no hay otro más importante.

Huelga decir que estamos comprometidos con este proyecto político, nacional, de desarrollo integral e integrador, sustentado en fuertes pilares, que permite avanzar en el crecimiento de la economía, con sustentabilidad e igualdad, que aporta a la transformación del Estado y la sociedad y fortalece su inserción en la región y en el mundo, y cuyas líneas maestras surgen del Programa de Gobierno del Frente Amplio. Creemos, confiamos –estamos convencidos–, señor presidente, de que es el mejor proyecto para el Uruguay.

Asimismo, constituye una condición necesaria para continuar y profundizar nuestra acción de gobierno en la orientación descrita, procurar y preservar un orden macroeconómico equilibrado y sostenible que permita el aumento de la inversión y el crecimiento económico.

Como sabemos, la economía uruguaya ingresó en el año 2015 en una fase de desaceleración como resultado de un conjunto de factores, entre otros, el escenario global y regional, básicamente el acelerado deterioro de Brasil y las tensiones que enfrenta Argentina –es decir, nuestros principales socios comerciales–, el descenso de la actividad económica, la incertidumbre y volatilidad de los mercados, y especialmente el precio de muchos commodities de base agroindustrial exportados por el país, así como también de las divisas y sus flujos. Como se dirá más adelante, tales factores fueron tenidos en cuenta en las proyecciones realizadas dentro del marco de la elaboración presupuestal, al proponerse gastos incrementales por encima de la línea de base presupuestal, que fueron modestos y revisables en el período de dos años. Tal conjunto de factores impactó en el año 2015, cuando el PIB creció un 1 % en términos reales, previéndose una tasa positiva pero menor, del orden del 0,5 % o 0,6 %, para el año en curso.

A lo largo del ejercicio 2015, la política económica del Gobierno nacional reconoció e incorporó a sus proyecciones el desarrollo de un contexto económico crecientemente adverso y volátil, en igual sentido que las instituciones financieras multilaterales, organismos internacionales, analistas locales y de la región. En este punto conviene recordar que en agosto de 2015, cuando el presupuesto ya estaba siendo considerado por el Parlamento, las proyecciones de dichas instituciones y analistas estaban plenamente alineadas con las del Gobierno, como se demuestra en el informe económico-financiero que acompaña este proyecto de ley de rendición de cuentas remitido por el Poder Ejecutivo.

De todas maneras, más allá de la constatación de los desafíos que enfrenta la economía uruguaya –y como es desarrollado pormenorizadamente en el informe citado–, se hace necesario poner de relieve que la economía continúa creciendo aún en 2016, que los logros sociales se mantienen incambiados y que se ha construido un conjunto de fortalezas que ofrecen un importante espacio para gestionar en forma ordenada esta transición desde el anterior contexto económico, más favorable, hacia el nuevo marco macroeconómico, más adverso. Pero estas fortalezas no pueden concebirse como medio para asegurar la sostenibilidad de las cuentas públicas –como a veces se nos acusa– en ausencia de una corrección de la trayectoria fiscal; por el contrario, ellas proveen el espacio de que se habló antes para gestionar una transición ordenada.

Frente a la evolución fiscal señalada, el Gobierno nacional reafirmó su compromiso con la responsabilidad fiscal, ratificando la meta definida en el presupuesto nacional de alcanzar un resultado fiscal del 2,5 % del PIB en el 2019, de modo de estabilizar la trayectoria de la deuda pública. Es con este objetivo que el Gobierno nacional resolvió implementar un plan de consolidación fiscal que implica un mayor control del gasto público, así como la necesidad de convocar a un mayor esfuerzo tributario con la finalidad de mejorar el resultado fiscal en un 1 % del PIB. Dicho plan expresa la responsabilidad política del Gobierno nacional y de la fuerza política que lo respalda, así como la confianza en la capacidad de la sociedad uruguaya de consolidar los avances sociales.

Para finalizar esta introducción, y volviendo al texto legal a consideración del Senado, conviene mencionar los cambios que hubo en el texto del articulado respecto del proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes. Se han presentado textos sustitutivos para los artículos 6.º, 10, 15, 17 –correspondientes a la sección III, «Ordenamiento Financiero»–, como también para los artículos 18, 19, 22, 31, 32, 35, 44, 45, 61, 64, 67, 68, 94, 111, 114, 115, 118, 121, 141, 147, 162, 168, 179, 181 y 186. Asimismo, se presentaron seis artículos aditivos, que fueron aprobados por la comisión.

Creemos que hay que tener en cuenta algunas consideraciones para la aprobación del presente proyecto de ley de rendición de cuentas, y son las siguientes. Los fundamentos económico-financieros del plan de consolidación fiscal son harto conocidos por el Senado porque fueron objeto de un debate hace poco tiempo, cuando el señor senador Larrañaga interpeló al equipo económico, lo que permitió explicar y justificar en forma suficiente las medidas de este plan, que fueron puestas a consideración del Cuerpo. Por esta razón, y en homenaje a la brevedad del tiempo de que disponemos, vamos a remitirnos a los fundamentos económico-financieros del citado informe. No obstante ello, conviene dar cuenta de algunas consideraciones de carácter general.

En primer lugar, como todos sabemos, la economía no es una ciencia exacta, sino que es una ciencia social fuertemente asociada a la política. No es concebible la economía sin la política. Por lo tanto, es natural que en esta discusión política que asumirá el Senado estén presentes, irremediablemente, dos enfoques sobre la economía del país que son profundamente distintos, como lógico resultado de tomar puntos de partida diferentes y visiones ideológicas contrapuestas, entendidas como un conjunto de ideas sobre temas fundamentales como el Estado y el mercado, entre otros tantos. Por consiguiente, se arribará, sin duda, a conclusiones diferentes por parte de los representantes del oficialismo y de la oposición. Pero esto no nos debe llamar la atención.

En segundo término, conviene dar cuenta de que las previsiones sobre la evaluación económica que se realizaron al elaborar el proyecto de ley de presupuesto coincidían con las que en ese momento tenían los organismos internacionales, las calificadoras de crédito y también los analistas. Esta realidad se modificó a partir de factores exógenos. Al respecto, volvieron a coincidir el Ministerio de Economía y Finanzas y analistas privados y, por tanto, fue necesario corregir las previsiones.

El proceso de deterioro de la coyuntura internacional en el segundo semestre del 2015 fue extraordinariamente acelerado. Entonces, vale la pena afirmar que las metas propuestas en esta rendición de cuentas convergen con todas las que han hecho tanto las personas como las instituciones que mencionamos anteriormente.

También cabe reafirmar que en los Gobiernos del Frente Amplio nunca hubo, no hay ni habrá intencionalidad alguna de ocultar la realidad, de tergiversarla o de presentarla distinta para lograr fines partidarios.

En tercer lugar, a fin de despejar toda comparación posible, conviene tener presentes las diferencias existentes entre, por una parte, las medidas del plan de consolidación fiscal que se propone y, por otra, los clásicos ajustes fiscales de décadas anteriores. En este orden de ideas, cabe recordar que hasta no hace mucho tiempo la respuesta a las recurrentes crisis fiscales era el recorte de los programas sociales, la postergación de las inversiones públicas, la implementación de acciones que contribuían a fragilizar el funcionamiento del sector público –por ejemplo, la prohibición del ingreso a la función pública, norma que a su vez era desconocida a través de otros mecanismos de contratación–, un aluvión de impuestos distorsivos, aumento de las tradicionalmente ya muy elevadas tasas de imposición sobre el consumo, multiplicación de impuestos sobre todo tipo de actividad económica y, entre otros, impuestos sobre los ingresos salariales, que no distinguían capacidad contributiva. Tales medidas provocaban el deterioro del clima de inversión, una elevada conflictividad social y, además, retrocesos en la distribución del ingreso.

La incapacidad de enfrentar las recurrentes crisis fiscales promovía, a su vez, una sistemática debilidad de la capacidad de financiamiento del sector público, con la consiguiente dependencia de las recomendaciones provenientes de las instituciones financieras internacionales, y derivaba, regularmente, en graves crisis financieras. A modo de ejemplo de lo que acaba de expresarse, cabe citar las declaraciones del presidente del Banco Central del Uruguay publicadas recientemente en un medio de prensa. Él expresó que no se puede hablar de un ajuste brusco de las cuentas públicas porque la magnitud de la corrección fiscal que busca el Gobierno mediante la rendición de cuentas a estudio del Parlamento no se compara con experiencias pasadas. Según dijo, el más chico de los ajustes que tuvieron lugar en 1990, 1994 y 2002 sería el doble o el triple del que se está planteando hoy. En esta misma entrevista se le preguntó por qué en el pasado se tuvo que llegar a ajustes del 3 %, del 4 % y del 5 % del PIB, y contestó que no se actuó responsablemente a tiempo. Ahora, esta adecuación, que no llega al 1 % del PIB, se hace a tiempo por una cuestión de responsabilidad.

El contexto del ajuste de la década de los noventa se dio con un PIB de unos USD 10.300:000.000, la inflación llegaba al 134 % en su pico de mayo de 1991, el salario real disminuyó guarismos de casi un 10 %, el déficit fiscal rondó el 5,24 % del PIB y la tasa de desempleo llegaría a un máximo del 20 % en la crisis del 2002. Por su parte, el impuesto a las retribuciones personales gravó salarios y jubilaciones desde un salario mínimo nacional que gravaba todo el ingreso en el mismo porcentaje, es decir que no aumentaba proporcionalmente y, por ende, muchas veces provocaba la paradoja de que un aumento de sueldo o realizar horas extras implicaba pasar de una franja a otra, con la consecuencia de que el trabajador recibiera menos dinero en la mano porque todo el ingreso tributaba por una sola alícuota.

Estas son, sin duda, algunas de las principales diferencias con la propuesta fiscal que propone este Gobierno.

En primer lugar, hay una franja de ingreso no gravado –monto no imponible– que se traduce en que un 60 % de la población no pagará impuesto y un 10 % seguirá pagando lo mismo. En segundo término, quienes tributen lo harán de forma progresiva, por franjas, y no sobre la totalidad de los ingresos, como en los Gobiernos anteriores. En tercer lugar, el régimen tributario admite deducciones, a diferencia de lo que sucedía antes, cuando no se permitían. En cuarto término, el Gobierno del Frente Amplio promueve la rebaja de impuestos indirectos, como el IVA, impuesto absolutamente regresivo e injusto porque castiga más a los asalariados y, dentro de estos, a los de menores recursos que no tienen capacidad de ahorro alguno.

Por otra parte, cabe mencionar la prudencia con que se actuó en la elaboración de la ley de presupuesto nacional para el actual período de gobierno. En efecto, en la oportunidad se propuso un aumento de gastos muy reducido en comparación con los presupuestos anteriores. Si observamos los aumentos de gasto en el presupuesto nacional vigente advertimos que son del orden de algunas décimas del PIB; si se lo compara con presupuestos de períodos anteriores, se podrá ver que es un aumento del gasto muy reducido.

En suma, una primera señal que debe tenerse en cuenta en atención a los riesgos macroeconómicos advertidos por el Gobierno es que el compromiso en materia de gasto fue muy modesto al formularse el presupuesto nacional. Además, se elaboró un presupuesto para dos años. Fue una novedad en la lógica presupuestal. Este plazo fue otra señal de prudencia que emitió el Gobierno que, reitero, optó por un presupuesto prudente y acotado a estos dos años.

Además, procede contextualizar el impacto del abatimiento del gasto incremental para 2017 a los efectos de tener una cabal comprensión del tema y evitar malos entendidos al respecto. Ante todo, corresponde señalar que el abatimiento de los gastos incrementales no afecta la línea de base del presupuesto nacional. Por otra parte, se protegen las dos terceras partes de los gastos incrementales previstos para el 2017 y solo se afecta el equivalente a la tercera parte.

En este orden de ideas resulta conveniente enfatizar que en el presupuesto aprobado en 2015 se previeron incrementos de gastos para algunos incisos en los años 2016 y 2017 del orden de los $ 13.359:000.000, correspondiendo $ 7.754:000.000 para 2016 y $ 5.565:000.000 para 2017. En cambio, lo que plantea la rendición de cuentas es que aproximadamente la mitad de los incrementos de gastos que están establecidos en el presupuesto para 2017 empiecen a regir a partir de 2018. El cuestionado «abátense» quiere decir que parte de la ejecución prevista para iniciarse en 2017 se va a correr para 2018. El verbo infinitivo «abatir» para el Diccionario de la Real Academia Española, en su segunda acepción significa hacer que algo caiga o descienda. Por tanto, la voz verbal «abátense» significa que se abaten, se reducen, una parte de las asignaciones presupuestales previstas para el ejercicio 2017. No es que se acumule lo del 2017 en 2018, sino que se inicia la ejecución de estos incrementos en 2018. Se abate la mitad de las expectativas ciertas establecidas en el presupuesto que aún no están en ejecución y se corre su inicio en un monto de $ 2.588:000.000. Sin embargo, señor presidente, con la propuesta de la Cámara de Representantes se reduce el abatimiento en $ 860:000.000, pero sin modificar la meta de reducción del resultado fiscal de 1 % para el año 2017. Por eso la nueva redacción del artículo 6.º que propone la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda al pleno del Senado establece, clara e inequívocamente, cuáles son los recursos que financian los programas mencionados en las excepciones que están comprendidas en los numerales 15 a 19 de dicha disposición, en la redacción aprobada por la Cámara de Representantes, que equivalen a los $ 532:000.000 conforme a nuestro marco constitucional. Por lo tanto, la presente rendición de cuentas solamente propone diferir el 10 % del gasto incremental establecido en la ley de presupuesto nacional manteniendo el 90 % tal cual estaba previsto en la Ley n.º 19355. Como se advierte, se trata de una propuesta absolutamente marginal.

Importa subrayar que no es correcto señalar que, fruto de alguna clase de inesperada bonanza externa que se habría prolongado por más de una década, el país dilapidó una ingente masa de recursos que, por lo tanto, ya no estaría disponible para enfrentar un contexto adverso como el que estamos viviendo. Cuando el Frente Amplio asumió el Gobierno había una deuda social enorme, una pobreza en el entorno del 40 %, una indigencia del 5 % y una caída del salario real del 20 % respecto al período precrisis. Nos encontrábamos inmersos en una crisis profundísima en los terrenos económico, productivo y social. Nuestro principal compromiso era –ahora sí– abatir esa larga y profunda deuda social que teníamos con los uruguayos. Estamos muy lejos de esa realidad y, sin embargo, escuchamos hablar de «década perdida». ¿Cuáles son los fundamentos para tan temeraria afirmación? La respuesta nos invita al asombro: supuestamente no existieron ahorros. El Frente Amplio sí ahorró, señor presidente, durante el período de bonanza. Pasamos de una deuda neta del 75 % del PIB al 25 %. Esto es ahorro. Pasamos de tener cero reservas internacionales a tener casi un 30 %, comparada con nuestro producto bruto interno. Esto también es ahorro. Llegamos a tener más de USD 18.000:000.000 de ahorro.

En definitiva, el esfuerzo de esta rendición de cuentas es para seguir consolidando los logros alcanzados en estos últimos años. Esta rendición de cuentas tiene como premisa proteger los avances que hemos alcanzado el conjunto de los uruguayos en once años. Algunos de ellos fueron: el proceso de crecimiento más prolongado de la historia, con una media, a partir de 2005, del doble –es decir, del 4 %, pues hasta ese año era del 2 %– de los cincuenta anteriores. No hubo recesión en 2016 y tuvimos crecimiento en 2015, a pesar de que desde 2014 la región está sumida en la crisis económica más profunda de los últimos tiempos. La volatilidad del crecimiento bajó muy pronunciadamente; los ciclos de auge y de crisis –muy frecuentes y profundas– dieron paso a un crecimiento más estable, lo cual cimienta los logros de las personas y las familias y les permite planificar a más largo plazo. Se alcanzaron las tasas de desempleo más bajas de las últimas décadas, pasando del 12 % en 2005, a menos del 7 % en 2014. Se logró una reducción histórica de la desigualdad de ingresos a la vez que se creció a las tasas más altas de la historia, desterrando la idea de que crecimiento y distribución son mutuamente excluyentes. Se redujo la pobreza y la indigencia a niveles mínimos históricos.

Esta rendición protege esos avances, porque ningún proceso de desarrollo sostenible en el tiempo se puede dar en condiciones macroeconómicas inestables o con variables divergentes. Los ciclos de auge y de crisis de las décadas anteriores dan cuenta de que los logros que alcanzan las personas y las familias durante las fases de auge se pierden luego cuando devienen dichas crisis. Es crucial que estos avances no se pierdan porque dentro de los hogares hay procesos de acumulación que demandan muchos años como, por ejemplo, los educativos o de compra de vivienda. Estos procesos son los cimientos del desarrollo de los individuos y de la mejora de las condiciones de vida, y para poder cambiar la realidad del país a largo plazo es necesario que los procesos de acumulación no se vean interrumpidos por una crisis macroeconómica. Por esto, una macroeconomía estable es uno de los fundamentos de un proceso de desarrollo sostenible y duradero.

El país ha construido fortalezas macroeconómicas importantes que son las que soportan la resiliencia que ha mostrado el país frente a la crisis regional y al estancamiento mundial de estos últimos años. Un sistema bancario sólido, sin riesgos sistémicos ni reglas que incentiven a la toma de riesgo excesivo por parte de los bancos, proveen al país de una infraestructura financiera y de pagos de alta calidad. Contrariamente a la idea del pecado original, se logró pesificar una proporción enorme de la deuda pública –aproximadamente la mitad–, reduciendo la exposición del Estado a los vaivenes del tipo de cambio. El grado inversor del país lo hace un destino más atractivo para las inversiones de todo tipo; se pagan tasas de interés muy reducidas, disminuyendo así el costo del servicio de la deuda. Asimismo, en el Banco Central del Uruguay se cuenta con enormes reservas de divisas, así como también con líneas de créditos contingentes, lo que representa un seguro ante shocks adversos no previstos. El gasto y el servicio de la deuda están prefinanciados.

A partir de 2015 la coyuntura internacional se deterioró a gran velocidad; los países vecinos y otros importantes socios comerciales entraron en fase de desaceleración o abiertamente en recesión. Las fortalezas que tiene el país son las que permitieron amortiguar este importantísimo shock externo que, en otras circunstancias, habría tenido impactos mucho más profundos hacia dentro del país. Sin embargo, por su propia naturaleza de país pequeño y abierto, es imposible que estos shocks no tengan correlatos a la interna, reflejándose en tasas de crecimiento menores a las esperadas para los próximos años.

Dado que los ingresos del Estado están atados al crecimiento, y atendiendo al objetivo de estabilidad macroeconómica como condición para el desarrollo, es crucial corregir el rumbo del programa de gastos e ingresos del Gobierno, alineándolo con las nuevas circunstancias. No hacerlo implicaría que la deuda como proporción del PIB tomara un rubro divergente, llevando el país eventualmente a una crisis.

En esta rendición de cuentas se propone modificar ambos: los ingresos y los gastos. Desde el punto de vista de los ingresos, la modificación principal consiste en el incremento de las tasas marginales del IRPF para los sectores de mayores ingresos. Es importante entender el contexto y el alcance del IRPF hoy en día para entender también las modificaciones.

Uruguay ha presentado un déficit moderado en casi todos los últimos diez años. El déficit es mucho menor que el del conjunto de los países de la OCDE y de la Unión Europea, así como también que el de Estados Unidos y Brasil. Argentina y China no proporcionan estos datos al Banco Mundial, pero se sabe que en los últimos años el déficit de Argentina ha sido muy superior al de Uruguay. Comparado con las tasas de crecimiento promedio, el déficit del sector público de Uruguay ha sido particularmente prudente en este período.

El crecimiento de nuestro país ha sido fuerte y sostenido en los últimos diez años. A modo de comparación, el crecimiento de Paraguay presentó picos mucho más altos que los locales aunque con una mayor volatilidad, alcanzando un promedio levemente menor. Esta conclusión también es válida para Argentina, mientras que Brasil y Chile crecieron a una velocidad un poco menor en varios años. De los países considerados, y luego de China, Uruguay junto con Argentina han sido de los países con un crecimiento más rápido en los últimos diez años. Nuestro país ha crecido más rápido que la media de los miembros de la OCDE, la Unión Europea, el conjunto de países de altos ingresos, la media de América Latina y el Caribe, y el promedio del mundo en su conjunto.

Sin dudas la inflación es el principal problema macroeconómico para Uruguay en términos comparativos. La inflación local fue la mayor de todos los países considerados, salvo la de Argentina, en casi todos estos años. Los países miembros de la OCDE y de la Unión Europea tienen tasas de inflación menores, mientras que los otros miembros del Mercosur también tienen en la inflación un problema de gran importancia en su macroeconomía. Muchos de los países que tuvieron inflación moderada también presentaron tasas de crecimiento insuficientes, por lo que la baja de la inflación persistente se asocia en esos casos a demandas débiles. China es el único país de los considerados que pudo crecer a tasas elevadas manteniendo la inflación en niveles moderados.

Si comparamos nuestro IRPF con el de la región y el mundo, vemos que la primera franja de ingresos a partir de la cual se comienza a aplicar el impuesto en nuestro país, es alta respecto al PIB per cápita y también en términos absolutos. La tasa máxima se aplica a niveles comparativamente altos si se los compara con el PIB per cápita. En resumen, en términos relativos al PIB per cápita, tanto la tasa mínima como la máxima de IRPF en Uruguay se aplican a niveles de ingresos comparativamente altos. Además, la tasa marginal máxima es comparativamente baja. Estos hechos muestran que existía espacio para modificar estas tasas y mantenerse dentro de niveles normales en comparación con el resto del mundo.

El aumento de las tasas marginales máximas –no para todas las franjas– atiende un doble objetivo: incrementar los ingresos del Estado a la vez que se mejora la redistribución del ingreso. Las simulaciones indican que actualmente el IRPF y el IASS en su conjunto mejoran el índice de Gini en casi dos puntos, lo cual es un mejor resultado que el de la región, pero todavía es inferior a lo que logran los países de la Unión Europea.

La rendición de cuentas 2016 modificará las tasas marginales a partir de la tercera franja de impuestos, que arranca en $ 50.100 mensuales. Considerando el conjunto de modificaciones, se espera que el 90 % de la recaudación adicional recaiga solo en el 10 % de mayores ingresos de la población, y que la recaudación total del IRPF II y del IASS en su conjunto se incremente en un 25 % respecto del actual, equivalente al 0,6 % del PIB. Estas modificaciones mejoran el índice de Gini en 0,63 puntos.

Las tasas del IRAE, o de impuesto a las empresas en general, varían enormemente de país a país. Es importante tener en cuenta que aunque se pueden comparar tasas de impuesto a las ganancias de las empresas, existen otros impuestos que se imputan a las empresas que quedan afuera de esta comparación y que en algunos países son muy significativos, como los impuestos a la distribución de utilidades, dividendos. Por ejemplo, muchos países de la Unión Europea tienen impuestos a las ganancias corporativas comparativamente bajos, pero impuestos a la distribución de utilidades comparativamente más altos. Uruguay se ubica en una posición media en cuanto a tasa de IRAE, lo cual es comprensible dado que compite por la inversión extranjera con otros países.

Si analizamos el peso de los impuestos en la economía y lo comparamos con el de otros países utilizando criterios uniformes, podemos ver lo que se considera recaudación impositiva. Para esto hay distintas fuentes, pero optamos por una de ellas: la Heritage Foundation 2015. Los criterios utilizados por esta organización son distintos a los empleados por el Gobierno para contabilizar qué es recaudación impositiva, ya que según el Ministerio de Economía y Finanzas la recaudación total es del 27 % del PIB y según el criterio de la tabla aplicada por esa organización es el 23 % del PIB. Como ya mencionamos, se utilizan estos datos para poder comparar entre países.

En este sentido, Uruguay se encuentra en la posición 74 de 180 países en cuanto a la elevación de la carga impositiva respecto del PIB. Con la metodología mencionada, Uruguay tiene una recaudación impositiva total del 23,1 % del PIB. A modo de comparación, el país con mayor recaudación, Dinamarca, recauda más del doble de impuestos que Uruguay respecto del PIB: el 51 %. La gran mayoría de los países de la Unión Europea tiene cargas mayores al 40 % del PIB. En la región, Uruguay tiene cargas menores que la de Argentina y Brasil, que son de 37,2 % y 34,4 %, respectivamente.

La carga impositiva de Uruguay, señor presidente, es inferior a la de Estados Unidos, que es del 26,9 %, y a la de la Unión Europea que, en su conjunto, es del 35,7 %. Así, Uruguay se encuentra en una posición intermedia en cuanto al peso de los impuestos en la economía y tiene una participación de los impuestos en el PIB considerablemente menor a la que tienen Argentina y Brasil.

Para concluir, señor presidente, de acuerdo con los argumentos desarrollados precedentemente podemos decir que, con las modificaciones e incorporaciones que proponemos al articulado del proyecto de ley de rendición de cuentas del ejercicio 2015 votado por la Cámara de Representantes, estamos ratificando los lineamientos estratégicos del proyecto nacional impulsado por nuestro Gobierno. Todo ello de conformidad con el programa del Frente Amplio, que puede sintetizarse en la idea de un crecimiento inclusivo, de una apuesta a la calidad y al desarrollo del país, orientado a los objetivos prioritarios del presupuesto nacional –la educación, la infraestructura, los cuidados y la seguridad pública–, y con la coherencia y la consistencia necesaria de los equilibrios macroeconómicos como medio para alcanzar aquellos fines.

Los mentados equilibrios macroeconómicos están en la base de la estrategia presupuestal: la política monetaria, la política cambiaria, la política fiscal, la política de ingresos y la distribución de la riqueza. La presente rendición de cuentas no supone, de ningún modo, renunciar a ningún objetivo para obtener los otros, porque el crecimiento inclusivo, la competitividad, la estabilidad de precios, el resultado fiscal, el endeudamiento público y la distribución del ingreso están absolutamente articulados de forma coherente y consistente.

Por todas estas razones, señor presidente, estamos convencidos de que el Gobierno nacional está actuando con previsión y responsabilidad, está poniendo todas las cartas arriba de la mesa y está tomando medidas oportunas para asegurar a los uruguayos que se va a seguir por este camino de crecimiento con distribución.

Gracias, señor presidente.

SEÑOR DELGADO.- Pido la palabra.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR DELGADO.- Gracias, señor presidente.

En primer lugar, queremos agradecer a los funcionarios de la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda, que mucho han trabajado para llegar en tiempo y forma a esta instancia, colaborando con sus integrantes. Creo que la comisión funcionó en forma muy aceitada, y en eso también queremos reconocer la tarea de su presidente, que permitió, aun en las discusiones –inclusive en las duras–, que se diera un trámite realmente ágil, con respeto, y en los tiempos correctos para poder llegar al plenario con luz suficiente para votar la rendición de cuentas.

También queremos agradecer a los asesores del Partido Nacional, que nos ayudaron mucho. No voy a nombrarlos a todos, pero quiero decir que durante todo el proceso de discusión de la rendición de cuentas y de elaboración de los informes estuvieron colaborando con nosotros.

Queremos pedir disculpas porque quizá este sea un informe desordenado, pero el peregrinaje blanco a Masoller cambió un poco los tiempos del fin de semana, aunque obviamente tiene la contracara de que recarga las pilas y nos genera mayor entusiasmo para encarar la tarea, tanto en esta discusión parlamentaria como en las que se den en el futuro.

Uno empieza tentado de discutir alguna afirmación del miembro informante por la mayoría, comparando este ajuste fiscal con situaciones anteriores, quizá de veinticinco o treinta años atrás. Lo hablábamos con el señor senador Heber –que seguramente será el encargado de hablar de ese tema porque se ha especializado en él– y la primera reflexión que hacemos es que, en realidad, no son comparables situaciones bien diferentes, como un PIB de USD 5:000.000 o de USD 6:000.000, frente a un PIB de USD 50:000.000, con condiciones económicas internas y externas distintas y con diez años de una bonanza que creo que no conoció la historia del Uruguay.

En síntesis, el Partido Nacional recomienda a esta Cámara de Senadores que rechace el ajuste fiscal que viene acompañado de otros artículos en esta rendición de cuentas.

SEÑOR BORDABERRY.- ¡Apoyado!

SEÑOR DELGADO.- ¡Clarito!

El señor ministro Astori, cuando se anunció públicamente la asociación de Pluna con Leadgate, decía que lo que empieza mal termina mal. Obviamente, esto también es aplicable al proceso presupuestal de este quinquenio. Nada más terrible y elocuente que rendir cuentas proponiendo un ajuste fiscal.

Hace menos de un año, quien fuera vicepresidente de la república y liderara desde esa posición al equipo económico, ahora ministro de Economía y Finanzas, presentaba al Parlamento un presupuesto quinquenal, con revisión bianual, tan desfinanciado que en su momento calificamos –y bastante se nos criticó por eso– de irresponsable. Tan equivocado estuvo en su proyección y en su análisis, que los supuestos macroeconómicos sobre los que se trazó el plan estratégico de gobierno duraron solo cinco meses. ¡Un presupuesto quinquenal de revisión bianual duró cinco meses! Ni una sola de las variables importantes se ubicó en las previsiones del dream team económico.

Al final de nuestra exposición vamos a hablar específicamente de este proyecto de ley de rendición de cuentas y a repasar nuestro análisis de la situación económica, del contexto del Uruguay, de lo que se proyectó y lo que se dijo, de las explicaciones que se dieron, de por qué no ocurrió lo que dijeron que iba a pasar y por qué ahora hay nuevas proyecciones. Esta rendición de cuentas, grosso modo –después vamos a detallar cada uno de estos ítems–, fundamentalmente propone un ajuste fiscal con énfasis sobre los ingresos y no sobre el gasto, en un presupuesto de más de USD 2.000:000.000 que, además, es deficitario. Obviamente, esto recae sobre los trabajadores y las empresas, pero también sobre los jubilados. Precisamente, en la Cámara de Representantes se eliminó de la rendición de cuentas, por inconstitucional, una propuesta de modificación del IASS en el sentido de aumentar las alícuotas correspondientes, pero hoy se está tratando en la Comisión de Hacienda de dicha cámara y seguramente se votará en los próximos días. A través de este ajuste a trabajadores, empresas y jubilados se piensa obtener USD 460:000.000, es decir, casi un punto del déficit.

En realidad, lo que se hace en esta rendición de cuentas es abatir incrementos previstos en el presupuesto. Tengo aquí la planilla del informe económico-financiero, que establece que las asignaciones incrementales previstas para el 2017 eran de $ 5.333:000.000, pero ahora se propone postergar –dice ahí– hasta el 2018 $ 2.588:000.000. Lo primero que tenemos que decir es que esto es mentira: ¡no se posponen! ¡Se abaten! ¡Se eliminan! De ese monto se salvan $ 830:000.000 –en realidad, «salvar» es no quitar lo que ya habían otorgado; reitero: no es aumentar, sino no quitar lo que habían dado–, con lo cual el abatimiento –no el diferimiento– en esta rendición de cuentas es de $ 1.750:000.000, aproximadamente.

¡Después aparecen muchas cosas más! En esta rendición de cuentas se aumenta el tope de endeudamiento –del que vamos a hablar porque ya se venía aumentando– a USD 2.300:000.000. En definitiva, en cinco meses cambiaron el presupuesto que era por dos años.

Vamos a analizar algunas de las variables.

Obviamente, la primera tiene que ver con el déficit fiscal. Como todos recordarán, en el año 2014 el exministro Lorenzo dijo que sería irresponsable tener un déficit fiscal más allá del 0,8 % o 0,7 % del PBI. En realidad, 2014 cerró con un déficit fiscal de 3,5 % del PBI. ¡Pero el tema siguió! En 2015, el déficit fiscal proyectado en el presupuesto era de 0,7 % y fue de 3,6 %; en el 2016, se proyecta 3,1 % de déficit, pero va a llegar al 4,3 %. O sea que el gasto público aumentó por encima del crecimiento.

Entre el 2010 y el 2015 el Estado paga 40.000 sueldos más, producto de los nuevos vínculos laborales, que totalizan 63.000 desde 2005, aumentando los cargos de particular confianza y sus salarios. Incluso hay un conflicto con los funcionarios judiciales, que ganaron un juicio millonario al Gobierno, lo que obviamente aumenta el problema y genera más deuda.

Decíamos que en esta rendición de cuentas está previsto el aumento del tope de endeudamiento que, con la aprobación de este Parlamento, en febrero de 2015 pasó de USD 600:000.000 a USD 1.000:000.000 anuales, y a USD 1.700:000.000 en diciembre de 2015, siempre para cubrir la brecha. En esta rendición de cuentas se aumenta a USD 2.300:000.000. ¡Tiene mucho que ver con el desfinanciamiento del presupuesto! Obviamente, esa es la espalda con la que vamos a cubrir o a enjugar el déficit que genera esta norma presupuestal.

La inflación es otra de las variables importantes que está arriba de la mesa, por los efectos directos e indirectos que tiene. Obviamente, se alejó del rango meta. Todos recordamos aquel discurso del propio presidente hablando del 5 %, y hace poco tiempo la inflación tuvo un leve retroceso, entre otras cosas como producto de dos variables de las que nadie habla: la baja del dólar y la baja del consumo. Cayó la competitividad, el consumo interno, la inversión pública y privada, la producción industrial y, obviamente, empezó a caer también el crecimiento económico. Seguramente, después vamos a profundizar en cada una de estas variables.

El crecimiento proyectado para el 2014 era del 4 %, pero la realidad hizo que el Uruguay creciera un 3,2 %; el proyectado en el presupuesto para el 2015 también era del 4 %, pero la realidad fue que creció 1 %; para este año 2016, el crecimiento proyectado presupuestalmente era del 2,5 % y, en el mejor de los casos, va a crecer 0,4 % o 0,5 %.

Para ser tremendamente honestos, entre las promesas de la campaña electoral hubo un solo compromiso tributario: el del impuesto de primaria para las extensiones rurales –aunque no sabíamos que se iba a exonerar a las empresas forestales–, que se planteó y fue cumplido en este Parlamento al aprobar una ley por la que se extendió ese impuesto a los predios rurales. Por lo demás, todos recordamos que se habló de no aumentar impuestos. Y la verdad es que esta rendición de cuentas contiene un ajuste fiscal importante entre lo que incluye directamente y lo que viene. Son USD 450:000.000 o USD 460:000.000 declarados, pero creo que por lo menos hay USD 150:000.000 más vinculados a algunos temas que debatimos en comisión con el Ministerio de Economía y Finanzas y a los que haremos referencia en sala.

Se trata de un ajuste fiscal que se viene dando en forma silenciosa desde el 2010 a la fecha, a través de medidas como la eliminación de la exoneración del IVA a la carne de ave, ovina, porcina y de conejo, la eliminación del ajuste por inflación para liquidar el IRAE, el aumento del 15 % de Imesi a los cigarrillos, el aumento de las tarifas públicas por encima de la inflación, la no rebaja de los combustibles, el aumento de los encajes en depósitos en pesos y en dólares y, obviamente, el impuesto de primaria.

Ese ajuste fiscal silencioso no alcanzó para cubrir el desfase y empezaron las alertas –sobre todo de las calificadoras de riesgo– sobre el grado inversor. Todos recordamos, además, el discurso del presidente de la república del 1.º de marzo de este año diciendo, fundamentalmente, que la prioridad era mantener el grado inversor.

Mientras tanto, en un contexto repleto de este tipo de evidencias de ajuste fiscal silencioso, que no alcanzaba o era insuficiente, el año pasado el Gobierno eleva al Parlamento un modelo presupuestal que fracasó pocos meses después de aprobado y que hoy genera esta rendición de cuentas que borra con el codo lo que se escribió con la mano meses atrás. Casi el mismo día en que entraba en vigencia este presupuesto nacional –el 1.º de enero–, la bancada frenteamplista, en soledad y de apuro, aprobaba una capitalización de Ancap por USD 622:000.000, más o menos equivalente a la recaudación de dos años de lo que se prevé por aumento de impuestos en esta rendición de cuentas. Todas las variables económicas se desajustaron rápidamente y, ante el trabajo de las calificadoras y el riesgo de perder el grado inversor, el Gobierno se vio obligado a anunciar un verdadero ajuste fiscal, que hoy se plasma en el proyecto que estamos discutiendo. Sin embargo, el anuncio del ajuste fiscal vino mucho tiempo antes de esta rendición de cuentas. Era un claro mensaje a los que ponen la nota: «Vamos mal, pero vamos a hacer los deberes».

Esta rendición de cuentas que, como dije anteriormente, no iba a tener cambios importantes hasta el 2017, contiene un indiscutible ajuste fiscal que pudo ser evitado y que es insuficiente para disminuir en un punto el déficit fiscal, que va a llegar al 4,3 % del PBI. Es decir que estamos ante otra etapa de un ajuste fiscal que nuevamente paga el bolsillo de la gente, y ante una proyección de resultados que nuevamente no se va a cumplir.

Por eso, señor presidente, para el Partido Nacional es imposible aprobar una rendición de cuentas que en su artículo 1.º declara un déficit del ejercicio anterior de casi USD 2.000:000.000, y que para este año pronostica un déficit superior a USD 500:000.000 al comprometido en el presupuesto aprobado hace unos meses. No podemos acompañar con nuestro voto un ajuste que se basa, fundamentalmente, en pedir a los contribuyentes otros sacrificios, más impuestos, con un gasto que sigue incrementándose como si la economía creciera al ritmo de los mejores años.

El Gobierno prefirió ajustar por el ingreso antes que por el gasto, sin considerar la mala calidad del gasto: se paga cada vez más para percibir muy poco y, en términos generales, de bastante mala calidad.

Señor presidente: creo que es necesario empezar a hablar de alguna de las variables que originaron esta rendición de cuentas, que tienen que ver con el presupuesto que votamos hace casi un año, en el 2015, en este Senado. Como ya dijimos, fue un presupuesto irresponsable, deficitario en USD 2.000:000.000, y además, la mayoría de las variables no se dieron. Me referí al déficit fiscal y al crecimiento, pero vamos a hablar de otras variables en las que queremos profundizar.

Después de todo lo que se dijo, tenemos que entender –o por lo menos hacer el esfuerzo– por qué un ministerio hace un presupuesto deficitario en USD 2.000:000.000, con una perspectiva de crecimiento del 2,5 % del PBI, cuando todos los pronósticos decían todo lo contrario. Eso fue lo que pasó: nos presentaron un presupuesto para dos años, y tan solo cinco meses después, en la rendición de cuentas, nos borran con el codo lo que escribieron y prometieron antes de fin de año. Varios legisladores de la oposición afirmamos que era un presupuesto virtual, irresponsable, y se nos criticó duramente por eso; sin embargo, el tiempo nos dio la razón: hicieron un presupuesto para dos años y tuvieron que modificarlo en tan solo cinco meses. Debieron incorporar un tremendo ajuste fiscal a través del artículo 6.º y de la sección «Recursos» –que realmente está casi encriptada en su redacción–, y plantean abatir el incremento presupuestal en más de $ 1.700:000.000.

En ocasión del presupuesto, el miembro informante por el Partido Nacional, señor senador Heber, hizo una serie de referencias. Dijo: «El proyecto de ley de presupuesto descansa en que el Gobierno sostiene que el producto bruto interno va a crecer en el 2016 al 2,5 %, que en el 2018 llegará al 2,8 % y que en el período 2018-2019 alcanzará el 3 %. Estos números no son ciertos; ya partimos de una base falsa, pero no porque lo diga yo, sino porque así lo sostiene el último reporte del Banco Central, del propio Gobierno». Más adelante agrega: «Ese resultado primario consolidado para el año 2016 va a ser negativo en un 0,1 %; en el 2017 también será negativo». Y así hizo una serie de referencias; sin embargo, el Frente Amplio y el equipo económico dijeron que en el año 2011 iba a haber un resultado deficitario del 1,1 % y en 2012 del 1 %, pero que en el 2013 iba a haber un superávit del 0,9 % y en el 2014 del 0,8 %.

Esto fue lo que planteó el equipo económico del contador Astori en el presupuesto del período pasado. «¿Qué fue lo que pasó? –decía Heber en el presupuesto 2015-2019–. Que en 2012, en lugar de tener un presupuesto deficitario de un 1 %, tuvimos un déficit del 2,7 %; que en vez de ser superavitario en un 0,9 % en 2013, fue deficitario en un 2,3 %; y en 2014, en lugar de ser superavitario en un 0,8 %, fue deficitario en un 3,5 %. ¿En cuántos números le erraron? Se gastaron USD 4.900:000.000 más de lo presupuestado».

Acá, señor presidente, vamos a mencionar algunas de las variables. La primera tiene que ver con el endeudamiento. Como hay un artículo de esta rendición de cuentas que alude al tema, quiero recordar cómo fue la secuencia al respecto. Para el año 2014 se autorizó un tope de endeudamiento de USD 670:000.000 –en UI, que era la moneda a que se hacía referencia– y en febrero de 2015 el Gobierno tuvo que pedir autorización para aumentar este tope de modo retroactivo a USD 1.100:000.000. Sin embargo, por esa fecha los datos del Banco Central del Uruguay sobre el tercer trimestre de 2014 indicaban que ya habían superado los USD 1.200:000.000 de endeudamiento sin la autorización legal correspondiente.

La rendición de cuentas de 2014 informa que el año cerró con USD 1.900:000.000 de endeudamiento, es decir, unos USD 1.230:000.000 por encima del tope que tenía originalmente autorizado para 2014, y casi USD 800:000.000 más que lo solicitado en febrero de 2015. Obviamente, la ley establece que solo se puede duplicar el límite autorizado cuando se dan factores extraordinarios e imprevistos, pero nunca se explicitó cuáles eran. El manejo imprudente y extemporáneo del tope de deuda que el Gobierno estampa en su propia rendición de cuentas demuestra el desvío en la planificación de gastos y egresos. Los USD 670:000.000 de endeudamiento autorizado para el 2014 se multiplicaron casi por tres, alcanzando los USD 1.850:000.000. No obstante, en esta rendición de cuentas se solicita una vez más un aumento del tope para que en el 2016 haya USD 560:000.000 adicionales con relación al 2015, llevándolo a USD 2.300:000.000.

La otra variable a la que queremos hacer referencia tiene que ver con la inflación. Obviamente, el Gobierno mencionó el rango meta del 5 %. Eso refería al 2015, pero fue ratificado bastante después. Conocido el dato de inflación del mes de febrero de 2016, que superaba el 10 %, la primera reacción del Gobierno fue responsabilizar a las grandes superficies por la política de precios de los alimentos y, posteriormente, identificar las inclemencias del tiempo como el factor explicativo de la suba generalizada de precios. Obviamente, no voy a extenderme en el tema de la inflación y en los cuadros, pero como dije anteriormente –y ratifico ahora–, la inflación picó al 11 % hace un tiempo y ahora está levemente por encima del 10 %. Ayer estuve leyendo un informe económico realizado por dos economistas muy famosos que atribuían la baja de ese punto de inflación –estamos hablando del 10 %, no del 5 %; corrieron el arco y corrieron la línea– fundamentalmente al bajo valor del dólar y al bajo nivel de consumo.

En cuanto al crecimiento, hicimos referencia a un cuadro que incluía datos al respecto, pero, obviamente, no se cumplieron. El crecimiento proyectado para 2015 fue del 4 % del producto bruto y terminó siendo del 1 %. En el presupuesto está proyectado para este año un crecimiento de 2,5 %, pero en el mejor de los casos va a ser de 0,4 %; para el año próximo sigue con la misma distorsión, ya que el crecimiento proyectado en el presupuesto era de 2,8 % y el proyectado en esta rendición de cuentas es de apenas el 1 %.

(Ocupa la presidencia el señor Germán Coutinho).

–En lo que tiene que ver con el déficit fiscal –al que hicimos referencia anteriormente en forma somera–, obviamente ninguna de las proyecciones se cumplió. Quizás aquí esté lo más abrumador, lo más distorsivo, porque estamos hablando de diferencias muy importantes. Dijimos que en 2014 sería de 0,8 % y terminó siendo negativo un 3,5 %; en 2015 la proyección era de 0,7 % y terminó siendo negativo en 3,6 %. Para 2016 el proyectado era negativo en 3,1 % –miren cómo cayó–, pero el proyectado para este año en la rendición de cuentas es de 4,3 % del producto. La verdad es que el déficit fiscal previsto para el quinquenio asciende a aproximadamente USD 10.000:000.000. Este es el corolario de la gestión de gobierno en el mayor período de bonanza económica conocido por el país, lo que lleva a que los resultados ya no sean por sí mismos preocupantes, sino que, contextualizados, resultan inaceptables.

Después voy a destinar un capítulo de la exposición al ajuste fiscal; creo que vale la pena, no solo por lo que incluye, por lo que se dice y se fundamenta, sino sobre todo por algunos artículos que, en realidad, terminamos descubriendo al analizar la rendición de cuentas.

SEÑOR CAMY.- Pido la palabra.

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR CAMY.- Formulo moción para que se prorrogue el tiempo de que dispone el orador.

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Se va a votar la moción formulada.

(Se vota).

–24 en 25. Afirmativa.

Puede continuar el señor senador.

SEÑOR DELGADO.- Muchas gracias, señores senadores.

Voy a referirme ahora, específicamente, a la rendición de cuentas. Muchos han mencionado las condicionantes que llevaron a poner en el papel cosas diferentes a lo proyectado hace cinco meses y dijeron por qué no pasó lo que dijeron que iba a pasar y por qué va a pasar lo que dicen ahora que va a pasar. Yo creo que tenemos que hablar de la realidad económica, de otras variables y del contenido puntual de esta rendición de cuentas.

Voy a comenzar haciendo referencia a la realidad económica nacional e internacional, que forma parte de un proceso que todos –menos el Gobierno– estamos viendo. Como vemos en las cifras y en los cuadros, muchas veces el Gobierno se niega a ver hasta que la realidad lo pasa por arriba y tiene que ajustar los números.

En el informe económico-financiero presentado por el Poder Ejecutivo para la rendición de cuentas, en la página 13 dice: «El contexto externo que debió afrontar Uruguay en la segunda mitad del año 2015 fue más adverso que el previsto en la ley de presupuesto nacional. En efecto, el crecimiento económico mundial fue más lento y débil de lo pronosticado y se verificó un mayor descenso de los precios del petróleo –dice así: “precios del petróleo”; acá no lo vimos– así como de otras materias primas. Las condiciones financieras estuvieron marcadas por mayor incertidumbre y volatilidad que generaron salida de capitales de las economías emergentes y depreciaciones de las monedas locales producto del inicio de la normalización de la política monetaria en Estados Unidos». Luego, continúa relatando el declive de las principales economías que son socios estratégicos comerciales de Uruguay, pero, a excepción de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el resto es todo conocido y fue denunciado ya en la instancia presupuestal; es casi un calco. Estaba comparando las intervenciones del Ministerio de Economía y Finanzas y eran casi un calco del contexto económico internacional y regional, excepto el brexit. Se habla de la economía china, de la de Estados Unidos, del problema político en Brasil, de la nueva situación política de Argentina –en realidad, he empezado a encontrar analistas que dicen que en definitiva nos termina favoreciendo y no perjudicando–, de la caída del precio de los commodities y su impacto en las exportaciones.

Sin querer ser reiterativo, subrayo que hoy hay una fuerte volatilidad e incertidumbre. Obviamente, la situación de Brasil es un dato de la realidad. Algunos analistas empiezan a hablar de un leve crecimiento del Brasil, que tocó piso, pero que, en función de determinadas estabilidades políticas o institucionales, empieza a tener mayores garantías de inversión.

En este marco, señor presidente, yo creo que hay que hablar de algunas situaciones nacionales. Hablamos de la inflación, del déficit fiscal, del crecimiento, pero hay que hablar de algunas otras. Tenemos que hablar, por ejemplo, del empleo. ¡Vaya si hay que hablar del empleo!

En el mes de julio la estimación puntual de la tasa de desempleo para el total del país se ubicó en 8,6 %, que equivale a 153.541 personas sin trabajo. Esto representa una diferencia de 1,1 % con respecto al mes anterior, que era de 7,5 %, y de 1,6 % si se la compara con julio de 2015. Reitero, estamos hablando de 153.541 personas sin trabajo; en Montevideo el 9,7 % y en el interior el 7,8 %. La tasa de desempleo actual se retrotrae al nivel de 2009, cuando el país empezaba a tener una tendencia de recuperación. La tasa de actividad se ubicó en el 63,2 % –es decir, inferior en tres décimas de puntos porcentuales al estimado para el mismo período de 2015– y la tasa de empleo se ubicó, en julio de 2016, en 57,8 %, cuando en el mismo mes de 2015 estaba en 59,1 %.

Cuando se trate el inciso «Ministerio de Trabajo y Seguridad Social», haremos algunas consideraciones especiales. Ahora, al igual que otros senadores, haremos una apreciación general y, luego, nos referiremos a cada uno de los diferentes incisos.

En cuanto a la cobertura del seguro por desempleo –¡vaya si importa esta variable!– en el período enero-julio 2015 abarcaba a 35.792 personas, mientras que en igual período de 2016 ha amparado a más de 41.000 personas.

Paso a referirme ahora a la actividad económica, industrial y agropecuaria. En el segundo semestre de 2016, el índice de volumen físico de la industria manufacturera –sin incluir, obviamente, la refinería de Ancap– registró la mayor caída desde 2009: 6,4 % en términos reales interanuales. Tenemos cada una de las variables desagregadas por sectores, pero me parece que sería extender demasiado la exposición y abusar del uso de la palabra, por lo que simplemente agrego que son casi todas negativas y, en algunos casos, negativas en cerca del 30 %.

En junio de 2016, el endeudamiento financiero de la industria ascendió a USD 2.372:000.000; aumentó un 4 % en términos interanuales; este ratio viene creciendo desde 2014 y se ubica en los niveles más altos de los últimos años. En comparación con junio de 2015, el endeudamiento de la industria con el sistema bancario aumentó más de USD 100:000.000, se incrementó la morosidad y, además, la capacidad ociosa de la industria nacional se encuentra en niveles máximos históricos.

También se están dando situaciones similares con respecto al tema financiero del agro, sector en el que se empieza a ver un incremento importante del endeudamiento con bancos, industrias y proveedores. Este es un tema que todavía no está en el radar de la gente porque se tiende a pensar que el endeudamiento del sector agropecuario se terminó, pero hoy es una realidad y debemos estar atentos porque, seguramente, en poco tiempo tendremos noticias de que el problema es mayor del que pensamos.

Veamos las cifras correspondientes a la Comap, Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones, que es la que estudia los proyectos de promoción de inversiones. El monto de inversión en el primer semestre de 2016 cayó 27 % con respecto al mismo período de 2015. En el segundo trimestre de 2016 –para tener datos más recientes– se presentaron 97 proyectos de inversión, esto es, 19 menos que en el mismo período del año anterior. Lo mismo pasa con las exportaciones donde, en términos comparativos, hay una caída del 12 % en monto y en volumen.

Señor presidente: aunque no es lo único, el corazón de esta rendición de cuentas es, sin duda alguna, el ajuste fiscal. Eso está previsto al final y en el artículo 6.º. Esto viene de un proceso que no es nuevo, sino que comenzó con la creación del IRPF, en 2007, impuesto con el que se pensaba recaudar una cifra, pero la cifra fue mucho más grande.

Llegado a este punto, quiero mencionar nuevamente el ajuste fiscal silencioso que se dio desde que se inició este Gobierno a la fecha, para luego ir al ajuste fiscal de la bonanza, ya no silencioso sino sin caretas, que se establece en esta rendición de cuentas. La primera de esas medidas, establecida por decreto, fue la no prórroga de la exoneración del IVA a la carne de ave, ovina, de cerdo y de conejo que venció en junio de 2015. Le sigue la eliminación del ajuste por inflación para la liquidación del IRAE cuando la inflación es menor al 10 %, determinada también por decreto. Recordemos que este decreto se dictó en diciembre, cuando la mayoría de las empresas habían cerrado el balance y entregado los bonos correspondientes. Luego tenemos el aumento del Imesi de 15,5 % a los cigarros y tabacos, a lo que se suman algunas modificaciones menores de tipo administrativo-contable, como las modificaciones del IVA en los servicios gastronómicos y turísticos, modificaciones de normas contables y del impuesto al patrimonio. Como dije antes, son cambios menores, pero por casi todos ellos se termina pagando más impuestos.

Al momento de presentar el presupuesto nacional se decía que, junto con la mejora del resultado fiscal de las empresas públicas, se incrementaría el aporte de estas a rentas generales. Es más; se hablaba de abatir un punto del déficit del PBI con aportes de rentas generales. Pese a los reiterados compromisos de gestión, esto no se hizo por ajuste de eficiencia sino por un componente de aumento de tarifas de los servicios públicos y la no rebaja de los combustibles, tema que ya no resiste ningún análisis ni justificación.

Otras medidas son el aumento de encajes en el sistema bancario, que en los depósitos en pesos pasó de 23 a 28 y en dólares de 26 a 28; la modificación del Fondo de Solidaridad y la aplicación del impuesto de enseñanza primaria a los predios rurales –el aporte de rentas generales fue sustituido por una recaudación equivalente–, excepto para el sector forestal.

Este proceso que denominamos de ajuste fiscal silencioso reportó, por el lado exclusivo de los ingresos, entre USD 300:000.000 y USD 500:000.000. Como obviamente no alcanzó, ahora se propone un ajuste fiscal de USD 460:000.000 adicionales en lo que tiene que ver con ingresos y con gastos.

Con respecto a los gastos, se anuncia la reforma de la caja militar –que todavía no se ha instrumentado–, de gastos de distribución de Ancap –se dispone una cifra pero todavía no está implementada, lo que ha dado lugar a una discusión bastante importante– y de gastos de la Administración central. En cuanto a los ingresos, cabe destacar las modificaciones en la aplicación del IRPF a las rentas de trabajo, donde hay cambios en tramos, tasas y deducciones; en el IRPF a las rentas de capital, en cuyo caso varían las tasas; en el IRAE, materia en la que se elimina la deducción de sueldos fictos patronales a empresas cuya facturación sea mayor a 4 millones de unidades indexadas; la limitación en la deducción de pérdidas fiscales; se grava con el 7 % las utilidades no distribuidas con una antigüedad superior a los tres años, realizadas por sociedades de servicios profesionales o personales, y prácticamente se elimina el ajuste por inflación.

Como es obvio, se incluye dentro de las modificaciones la reducción de 2 puntos del IVA en los pagos con medios electrónicos.

Cuando empezamos a analizar cuánto impactaba el ajuste fiscal previsto en la rendición de cuentas, en verdad no nos convenció demasiado lo expresado por las autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas. En concreto, cuando les solicitamos que cuantificaran algunas de las medidas, nos encontramos con que se puso en la misma bolsa la recaudación a percibir en función de la retroactividad con la recaudación a percibir en el futuro mediante la aplicación de impuestos que gravarán a las empresas unipersonales, que se empezarán a percibir a partir de 2018. A este incremento de ingresos –que ronda los USD 360:000.000 o USD 370:000.000– se le suma el abatimiento de gastos, lo que da un ajuste fiscal de
USD 460:000.000.

En mi opinión, se quedaron cortos, por lo menos, en el anuncio. El artículo de dudosa constitucionalidad por el que se fija el IRPF categoría I en forma retroactiva a los dividendos no distribuidos desde 2007 a la fecha –además de la discusión sobre la retroactividad tributaria–, pone de manifiesto un cambio de reglas de juego abominable, que realmente nunca esperé que fuera propuesto por el equipo económico, excepto por la necesidad urgente de hacer caja. Porque esta disposición cambia las reglas de juego anunciadas con la reforma tributaria de 2007, en función de la necesidad de hacer caja y de recaudar y, reitero, se aplicará en forma retroactiva a los dividendos no distribuidos desde 2007 a la fecha. ¿Saben cuánto significa esto? Según nuestros cálculos, por lo menos USD 150:000.000 adicionales que nunca se anunciaron, tema que se agrega, como dije antes, a la discusión sobre la constitucionalidad o no de la retroactividad tributaria.

De modo que, señor presidente, esta rendición de cuentas incluye un ajuste fiscal por el que se pretende recaudar un punto del PBI y bajar un punto el déficit fiscal. Se establece un abatimiento del gasto de $ 1.750:000.000. Aclaremos: abatimiento con relación a lo previsto originalmente, que era la cifra de $ 2.588:000.000. En realidad, no se quita lo que se había otorgado a algunos organismos –medida que compartimos–, como a la Universidad de la República y a la ANEP, que son $ 830:000.000, pero en los $ 1.750:000.000 de incremento presupuestal –que se abaten; no que se difieren, sino que se eliminan– también hay mucho gasto social. Cito algunos ejemplos: Hospital de Clínicas, al que se le deben $ 55:000.000, cifra aprobada luego de un acuerdo, más otra cantidad de monto presupuestal para gastos de funcionamiento porque, tal como lo expresaron, no llegan a fin de año; Universidad de la República, para la que se aprobó una partida a efectos de cumplir con un convenio salarial; a los organismos del artículo 220 de la Constitución de la república, como el Tribunal de Cuentas y la Suprema Corte de Justicia, que necesitan más recursos para el cumplimiento de su tarea… y la lista continúa.

Pues bien, esta es una rendición de cuentas de ajuste y de recortes de gasto social.

SEÑOR MICHELINI.- ¿Me permite una interrupción, señor senador?

SEÑOR DELGADO.- Disculpe, señor senador, con mucho gusto al final de mi intervención.

Como decía, es una rendición de cuentas que aumenta el tope de la deuda. Hemos sido explícitos en ese sentido. A juicio del Partido Nacional, esta rendición de cuentas contiene una cantidad de desprolijidades. Es más: algunas reestructuras que se habían previsto en el presupuesto que entró en vigencia el 1.º de enero se han visto modificadas completamente, como la transformación de cargos y las trasposiciones de rubros. Se crean, además, algunas figuras por fuera del derecho administrativo; al parecer, es algo contagioso porque varios ministerios han planteado el mismo sistema. Por supuesto, podemos compartir el objetivo, pero tenemos muchas dudas sobre los controles porque, entre otras cosas, se establece la enajenación de bienes públicos. A ello se agrega la falta de políticas de empleo, a pesar de que –a la luz de los niveles actuales de desempleo– sería absolutamente necesario incluir una medida al respecto. Aquella propuesta programática de llevar al 6 % del PIB el presupuesto para la educación es, a esta altura, cada vez más programática y menos real, pues con estos niveles de crecimiento, de déficit y de ajuste está claro que no se llega a ese porcentaje.

Por otra parte, el Partido Nacional va a acompañar un artículo que nos parece sensato, que tiene que ver con el tope a los sueldos, sobre todo, de aquellos que no son alcanzados por la norma. Por primera vez el Gobierno se anima y empieza a hablar de las empresas públicas que funcionan bajo las normas del derecho privado. Es el Estado paralelo, formado por las hijas y las nietas de las empresas públicas: las empresas colaterales. Si uno observa las planillas, constata que los sueldos se han salido de madre, están fuera de tope. Hablamos de cientos y cientos que se pagan en varios organismos. Como es obvio, esta norma regirá para los funcionarios nuevos porque no se puede modificar los sueldos vigentes y se incluye a los cargos no electivos de los Gobiernos departamentales. El Partido Nacional va a aprobar este artículo, porque entendemos que debemos dar una señal en ese sentido.

No obstante, aunque pueda ser políticamente inconveniente, voy a ser muy honesto: considero que se debería incluir alguna salvaguarda o dejar alguna puerta abierta porque se puede presentar alguna situación vinculada con las empresas colaterales –que funcionan bajo las normas del derecho privado, que son empresas de punta, que están en competencia, que tienen un mercado de trabajo muy demandante y caro–, y si queremos tener a los mejores funcionarios tendríamos que excepcionarlas. Pues bien, para ello habría que hacer una excepción. ¿Saben por qué no se puede hacer eso? Lamentablemente, por el abuso. No por el uso, sino por el abuso. Lo digo de corazón: habría que buscar un régimen, una forma de dejar una puerta abierta para determinadas circunstancias. Quizá se podría establecer que la información debe ser remitida al Parlamento de modo tal que haya más control, porque puede darse la casuística de que necesitemos técnicos de primer nivel y no de segunda o de tercera línea, y eso hay que pagarlo. Más aún, cuando estas empresas compiten con actores privados que pagan muy bien, lo mejor es participar en el mercado laboral con buenas remuneraciones.

Quería decirlo con toda claridad. Tal vez, no sea lo políticamente más dulce de escuchar, pero es la realidad. Ahora bien, si la situación es de abuso como lo es actualmente, es obvio que vamos a estar condicionados. Seguramente este es un tema en el que deberemos reflexionar y buscar una mejor redacción a este artículo para cuando llegue el momento de la votación en particular. Aclaro que es una impresión absolutamente personal y que no comprometo en esto al Partido Nacional, pero anuncio el voto afirmativo al artículo que fija un tope vinculado al sueldo del presidente de la república, de todos los salarios –sean públicos o privados– de aquellos organismos que tengan mayoría de participación estatal y la inclusión de un tope a los sueldos de los cargos no electivos de los Gobiernos departamentales, porque los otros, tal como lo dispone la Constitución, son fijados por las juntas departamentales.

No puedo dejar de hablar de un tema escandaloso –no hay otra palabra para definirlo–, que tiene que ver con la comparecencia de los directorios del Inisa y del INAU, así como de sus respectivos sindicatos, a la Comisión de Presupuesto Integrada con Hacienda. Seguramente después hablaremos del tema y profundizaremos en él cuando consideremos los incisos correspondientes al artículo 220 de la Constitución, pero la verdad es que es poco serio que la presidenta de un organismo diga que hay terrorismo estructural e institucional, que se violan derechos humanos, que se trata como a perros a los internados y que «tuvimos que descolgar gurises». Es poco serio que no se haga cargo de lo que dijo y que, de no poder hacerlo, no renuncie. También es poco serio que otros miren para el costado y que lo primero que hagan sea matar al mensajero. Es poco serio, además, que si se hicieron estas acusaciones no se hagan las denuncias penales correspondientes. Aquí no hay dos opiniones sino una sola y la verdad es que todavía estoy leyendo las versiones taquigráficas y no dejo de asombrarme.

Me habría gustado que hubiera más sensibilidad presupuestal para estos organismos en la rendición de cuentas. Esto no se arregla solo con plata sino con actitud y gestión, pero también se necesita plata. Sin embargo, la penitencia es no darles un mango y, mientras tanto, los gurises –si esto es cierto– viven un tormento.

Por último, señor presidente, hay un artículo que no sé cómo catalogar pero creo –quizás no sea así– que es absolutamente ideológico. Me refiero al artículo de las donaciones que, en realidad, ya estaba previsto y viene funcionando desde hace mucho tiempo. En el 2007, cuando se redactó el artículo, se incluyó una serie de instituciones y se permitió que las empresas –como pasa en todos los lugares del mundo, del régimen que sea– les hicieran donaciones, imputándose parte de estas como pago a cuenta del impuesto a la renta o al patrimonio. Eso era lo que se había establecido –y funcionaba–, pero en este caso decidieron mantener el artículo e ir sacando algunas instituciones: las universidades de gestión privada. Más del 50 % de los gurises que van a estas universidades no lo hacen en un BMW, sino que muchos hacen un esfuerzo por concurrir, y los del interior mucho más: el triple. Estas familias pagan los impuestos con que se banca el Estado, pagan la matrícula o la parte de la beca que no está cubierta y también la manutención del gurí en Montevideo o donde sea.

La verdad es que esto me extrañó sobremanera, me dolió y me extrañó, sobre todo por darse en la educación, en lo que estamos tan mal. Se pone una cuña en la rueda a un proyecto que venía bien, que tenía como destino becas e investigación. Cerca de 6000 gurises son amparados por este sistema. Reitero que casi la mitad de los alumnos que van a universidades de gestión privada vienen de liceos públicos y el 53 % o 54 % –depende de la universidad– provienen del interior. Es a estos a quienes estamos embromando porque, además, les cambiamos las reglas de juego siendo que muchos de ellos tienen un plan de becas que no es anual porque tienen una carrera por delante. Muchos hicieron el esfuerzo de ir a esas instituciones quizás porque les gustó, por la cercanía, por los horarios de clase, porque les permite laburar y estudiar o por lo que sea, pero tienen derecho a elegir.

(Suena el timbre indicador del tiempo).

–Ya termino, señor presidente.

La verdad es que en la Cámara de Representantes se decidió eliminar la posibilidad de que las empresas hagan donaciones y en el Senado se dio a este artículo una redacción que mejora, pero no soluciona el problema: que en vez del 75 % puedan deducir el 40 %, con lo cual la ideología termina teniendo porcentaje: un porcentaje está bien y el otro, mal.

¿Por qué esta manía de tocar lo que está bien? Nadie lo entiende. Hubiéramos preferido, señor presidente, que se sacara este artículo y se estudiara todo el sistema. Esto hubiera sido más sano y, sobre todo, más justo.

Cierro, señor presidente, con algunas conclusiones. La línea argumental expuesta y las reiteradas contradicciones del Poder Ejecutivo –especialmente de su equipo económico– podemos sintetizarlas en: han hecho un presupuesto que al año modifican sustantivamente, por lo que dura poco más de seis meses –en este período batieron su récord, ya que el presupuesto quinquenal fue por dos años y duró menos de cinco meses–; con un déficit anterior de 3,5 %, presentaron un presupuesto desfinanciado en USD 10.000:000.000 en el quinquenio; corrigieron las estimaciones de crecimiento del período en un 50 %, ya que pasaron del 14 % al 7 % del PBI; para diferenciarlo de otros ajustes fiscales, llaman a este «consolidación de cambios regresivos en materia impositiva» –¡muy creativos!–, pese a afirmar el carácter político de la política económica, no hay ninguna autocrítica destinada a reconocer su responsabilidad en la situación en la que nos encontramos; con el IRPF han hecho el mayor ajuste fiscal conocido, que ahora quieren seguir aumentando; bajo el eslogan de que pague más quien tiene más, han gravado a los que trabajan y, fundamentalmente, a los que ganan entre $ 30.000 y $ 80.000, que son 330.000 personas de las aproximadamente 500.000 que pagan el IRPF; casi todos los contribuyentes del IRPF van a pagar más impuestos aun considerando la rebaja del IVA, que afecta a muy pocas personas y no precisamente a las de más bajos ingresos; además, se topean y se bajan los niveles de deducciones.

La situación se torna peligrosa por la ingeniería que hay detrás del gasto público que, obviamente, se elaboró pensando en que Uruguay seguiría creciendo a tasas del 3 %.

Se presentó el ajuste como contracíclico, rebajando gastos e inversiones y aumentando impuestos, exactamente al contrario de lo que dice el manual.

En síntesis y por lo expuesto, no vamos a aceptar –no podemos hacerlo– una rendición de cuentas 2015 que nos presenta un déficit superior a los $ 44.600:000.000; un anuncio de que en el próximo ejercicio será peor; un ajuste fiscal regresivo y recesivo que hace recaer en los trabajadores, jubilados y empresas la responsabilidad de sus políticas y un ajuste que, además de todo, es insuficiente para alcanzar el objetivo buscado. El efecto último del ajuste propuesto lo termina pagando el empleo; es el resultado de una política fiscal errónea, de un modelo económico agotado, diseñado por un equipo económico que ha perdido su credibilidad aun entre quienes le son afines ideológicamente.

Muchas gracias, señor presidente.

10) SOLICITUDES DE LICENCIA E INTEGRACIÓN DEL CUERPO

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Léase una solicitud de licencia.

(Se lee).

SEÑOR SECRETARIO (José Pedro Montero).- «Montevideo, 13 de setiembre de 2016

Señor presidente de la

Cámara de Senadores

Sr. Raúl Sendic

De mi mayor consideración:

Por la presente, solicito quede sin efecto mi anterior solicitud de licencia por motivos personales, votada en la sesión de hoy. En su lugar, solicito licencia los días miércoles 21, jueves 22, martes 27, miércoles 28 y jueves 29 de setiembre, y el lunes 3 de octubre de 2016, por motivos personales.

Sin otro particular, saludo a usted muy atentamente.

Constanza Moreira. Senadora».

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota).

–20 en 22. Afirmativa.

Queda convocado el señor Rafael Paternain, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

11) RENDICIÓN DE CUENTAS Y BALANCE DE EJECUCIÓN PRESUPUESTAL, EJERCICIO 2015

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Continúa la discusión del tema en consideración.

SEÑOR AMORÍN.- Pido la palabra.

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR AMORÍN.- Señor presidente: vamos a votar en forma negativa esta rendición de cuentas y vamos a expresar los motivos de esta actitud. Trataremos de no seguir hablando tanto de números porque ya los tenemos todos claros –han sido muy clarificadoras las exposiciones–, pero sí de algunos conceptos que nos parecen importantes. Consideramos que este es un momento para reflexionar sobre lo que ha pasado, en lo que estamos y lo que vendrá.

Llegamos a esta rendición de cuentas después de dos gobiernos enteros del Frente Amplio y de muchos años de crecimiento. El Uruguay estuvo creciendo en forma continua e importante entre los años 2003 y 2014. Y fue un crecimiento que pienso que ninguno de los que estamos aquí había visto en la historia del país; no se había dado nunca.

El Frente Amplio recibe el Gobierno en pleno crecimiento, saliendo de una crisis muy profunda –enormemente profunda, con muchas dificultades– y con los números macro ordenados. El déficit fiscal, después de aquella profundísima crisis, estaba en 1,8 % y cayendo en forma importante.

Es en ese momento que asume, como ministro de Economía y Finanzas, el contador Astori, que es además quien ha estado directa o indirectamente al frente de la economía del Uruguay desde el año 2005 hasta el día de hoy. Y el contador Astori hizo una cantidad de reconocimientos –con mucha honestidad– acerca de cómo había recibido el país. Habló bien de la situación macroeconómica en la que nos encontrábamos, y nos dijo que seguramente el país iba a seguir creciendo y que el Gobierno tenía una responsabilidad especial: aprovechar el momento de crecimiento; que era muy importante hacerlo. Señaló, asimismo, que las políticas fiscales debían ser contracíclicas. Nosotros nos quedamos muy conformes; nos pareció muy bien que el Gobierno fuera prudente en momentos de crecimiento para poder gastar en tiempos de crisis que, en algún momento, iban a venir y todos lo sabíamos.

Sin embargo, rápidamente, el entonces ministro de Economía y Finanzas cambió de carril y modificó el discurso: ya las políticas fiscales no iban a ser contracíclicas. Y apareció un término que yo no conocía –si bien es probable que sea mundialmente conocido–: el de los espacios fiscales. ¿Y qué son? Exactamente lo contrario de las políticas fiscales contracíclicas. Para hablar en buen romance, las políticas fiscales contracíclicas significan: cuando la cosa venga bien, voy a guardar para cuando esté mal; por su parte, la política de los espacios fiscales quiere decir: me gasto todo, y si va a haber un poco más, también lo gasto.

Eso fue lo que llevó a que las previsiones hechas por el Gobierno fueran, en general, equivocadas; y no un poco sino profundamente equivocadas. Sobre todo con respecto al llamado «déficit fiscal», fueron enormemente equivocadas.

No recuerdo exactamente los números, pero me da la impresión de que en 2014 íbamos a terminar prácticamente sin déficit y terminamos bastante más arriba del 3 %. ¿Cómo se da eso? ¿Por qué llegamos a esa situación a pesar de estar en momentos de fuerte crecimiento? ¿Cómo hicimos para gastar tanto y, entre paréntesis, tan mal? ¿Por qué se hizo eso? ¿Por qué llegamos a este momento? ¿Por qué llegamos a la necesidad de un ajuste fiscal? Porque esto es un ajuste fiscal; será más chico que otros –es probable–, pero lo es.

Ahora bien: los ajustes se hacen –y son necesarios– cuando hay un déficit importante. Quiere decir que si hasta el día de hoy el Frente Amplio no había tenido que hacer ningún ajuste fiscal era porque no había tenido déficit importante. ¿Por qué? Porque cuando se les entregó el Gobierno no había un déficit importante y, además, porque el país creció siempre –diríamos– más de lo esperado. Por lo tanto, no se dio esa situación. Sin embargo, ante el primer tropiezo –no en una caída, no en un PBI negativo–, ante un PBI en desaceleración, el Gobierno tuvo que hacer un ajuste fiscal, porque esto –reitero– es un ajuste fiscal.

Hace diez o doce años, cuando empezó esta situación, muchos le dijimos al ministro Astori que para controlar el Gobierno y para autocontrolarse –porque sabemos que para el ministro de Economía y Finanzas, sobre todo si tiene ambiciones presidenciales, es difícil decir que no– pusiera una regla fiscal, un tope de gasto por el que pudiera gastarse de acuerdo con el crecimiento del PBI, es decir, en relación con ese crecimiento; de esa forma, no se gastaría de más. Ante eso, el ministro Astori nos dijo, con la seguridad con la que siempre habla, que su regla fiscal era otra: era el tope de endeudamiento; que con ese tope no podía tener más déficit que el que se marca. Y ¿por qué? Porque si puedo endeudarme hasta quinientos, el déficit tiene que ir hasta esa cantidad. Lo que sucede es que eso es una trampa si lo puede cambiar todos los días. Si viene aquí y nos dice que, en vez de quinientos, esta vez va a endeudarse en mil, en mil quinientos o en dos mil, no hay regla fiscal. Nos engañó; el ministro Astori nos engañó.

Luego me referiré al endeudamiento, porque me parece importante. Pero también quiero hacer un reconocimiento positivo al ministro Astori, porque creo que lo que todos reconocemos es que el manejo de la deuda –no del monto; el monto fue exuberante, excepcionalmente exagerado– fue una cosa positiva en este equipo económico.

Nos dicen que en 2015 las cosas cambiaron rápidamente, que este presupuesto estaba pensado para dos años aunque, en realidad, era para uno, para el 2017, porque el 2016 ya estaba corriendo. Las cosas variaron rápidamente, pero cuando estábamos discutiendo el presupuesto le dijimos algo al ministro Astori, y no porque supiéramos de economía, no por ser economistas o por tener estudios profundos en la materia, sino simplemente porque leíamos los diarios y la información económica. Y lo que le dijimos tenía que ver con que en octubre de 2015 todos nos decían que el crecimiento se estaba desplomando, que no iba a ser de un 2,5 % en 2015 y de un 2,5 % en 2016, sino mucho menor. En la comisión le preguntamos sobre el particular al ministro Astori; le preguntamos con delicadeza, porque lo conocemos, y si lo enfrentábamos nos iba a decir que no. Le dijimos que, seguramente, él había planificado ese presupuesto en el primer semestre del año, pero que algunas cosas estaban cambiando y, lamentablemente, para mal. Lo consultamos, entonces, acerca de si no sería bueno reflexionar –ya que todos anunciaban que el país no iba a crecer más del 1,5 %; que lo iba a hacer en el entorno del 1 %, y que el año siguiente iba a ser peor– y ver de cambiar esas estimaciones del 2,5 % más el 2,5 %, porque se estaba gastando con unos espacios fiscales fenomenales, como si el país fuera a crecer en esa proporción, pero eso no iba a ocurrir.

Ante nuestra consulta, el ministro Astori, con la postura de solvencia que lo caracteriza, nos respondió: ¡No! Yo esto lo pensé bien; lo tengo claro. Nos dijo que el equipo funcionaba bien y que se iba a crecer al 2,5 %. Sin embargo, no fue así, y lo sabíamos todos, absolutamente todos.

Quiere decir que no es que la situación haya cambiado a fines de 2015. En agosto de ese año era probable que alguien pensara que se iba a poder crecer al 2,5 % –y creo que el señor senador Otheguy lo expresó bien–; eso era probable, pero en octubre, cuando el ministro concurrió a la comisión, cuando empezamos el tratamiento del presupuesto en el Senado, ya se sabía que no iba a ser así. Todo el mundo lo sabía; sin embargo, no tuvo la cintura ni la modestia de decir que el equipo económico se había equivocado. Podría haber dicho que el equipo económico no se equivoca nunca pero que las circunstancias habían cambiado y no se podía seguir pensando en 2,5 % y 2,5 %. Sin embargo, no lo hizo.

Con respecto al artículo 186 –que tiene que ver con el aumento del tope de deuda; todo esto en lo conceptual–, quiero decir que esta fue la regla fiscal del ministro Astori: en la medida en que no podía endeudarse más, el gasto iba a estar limitado porque el déficit normalmente se cubre con deuda.

Ahora bien, el problema es que el ministro Astori se endulzó con el endeudamiento. Es verdad que tuvo un equipo que manejó bien el reperfilamiento de deuda. Y, por mi parte, quiero ser absolutamente sincero y felicitar al ministro Astori porque tuvo la capacidad de elegir, tanto al economista Steneri como a la economista Arbeleche, quienes manejaron este tema con absoluta claridad. La forma en que manejaron este asunto fue positiva, pero no lo fue la cantidad en que se endeudaron. Es obvio que el ministro Astori piensa distinto, porque hace pocos meses lo vimos en una conferencia de prensa festejando el endeudamiento. Nos dijo a todos que estaba encantado porque habían endeudado al país con las tasas más bajas que se pudiera imaginar. Para el ministro eso era algo formidable para el Uruguay, mientras que nosotros nos preguntábamos si lo bueno era haberse endeudado por USD 1.000:000.000 o pagar pocos intereses.

Ahora bien; ¿por qué paga pocos intereses el Uruguay? Esto sucede por distintos motivos; uno de ellos es que los intereses en el mundo están muy bajos. Al respecto se me puede preguntar por qué Macri paga más que Vázquez, es decir, por qué Argentina paga más que Uruguay. Esto se debe a algo absolutamente sencillo: por los antecedentes de cada país. Uruguay siempre ha pagado sus deudas; aun en los momentos más difíciles, a pesar del consejo del hoy presidente Vázquez, nuestro país pagó sus deudas. Si Uruguay pagó sus deudas en los momentos difíciles, a pesar del consejo del presidente Vázquez, obviamente hoy tiene el crédito del que estamos hablando. Por su parte, Argentina no pagó y para prestar a un país que no paga es preciso asumir más riesgos y cobrar más intereses. Esto también es importante decirlo.

Asimismo, quiero hacer una breve referencia a lo que mencionó el señor senador Otheguy en cuanto a los USD 18.000:000.000 de reservas. Creo que hay que tener cuidado con esto; además de que la cifra real es menor, no se trata de reservas de libre disponibilidad para el Gobierno. De esos USD 18.000:000.000 se puede utilizar una suma de casi USD 3.000:000.000, por lo que USD 15.000:000.000 no se tocan, ya que no son del Gobierno. Por lo tanto, me parece que hay que tener mucho cuidado con esto, porque se dice que viene todo bien y que estamos sobrados, en virtud de que contamos con USD 18.000:000.000 cuando, en realidad, no disponemos de esa suma. Tenemos casi USD 3.000:000.000, lo que no está mal, pero no USD 18.000:000.000.

Por consiguiente, en estas circunstancias, el Gobierno debe tomar una decisión. El ajuste fiscal, debido a los errores del pasado, hoy es necesario, ya que no podemos seguir con un déficit fiscal de casi el 4 % del PIB. ¿Cómo se hace ese ajuste fiscal? En este punto sí tenemos algunas diferencias importantes. Concretamente, tenemos algunas diferencias y una conclusión. Básicamente, este es un aumento del IRPF que carga más a las rentas por el trabajo. Se aumenta la tasa de quienes cobran, en forma nominal, más de $ 50.000. Eso en el bolsillo es menos de $ 40.000. Quiere decir que el Gobierno entendió que hay que aumentar el impuesto de quienes ganan ese dinero. Como todos saben, estamos en contra del IRPF porque impide progresar a la gente y concretar sus sueños a través de su esfuerzo, y me refiero tanto a comprar su casa como a, simplemente, vivir un poco mejor. Creo que se trata de un impuesto que impide ahorrar y cuando se dice que deben pagar quienes tienen más y se piensa que ellos son aquellos ciudadanos que ganan sueldos nominales de $ 50.000, no podemos estar de acuerdo porque tenemos una visión del tema totalmente distinta. Digo más: el mundo tiene una visión totalmente distinta. Naturalmente, el mínimo no imponible en el resto del mundo es muchísimo más alto que el que plantea Uruguay. Por lo tanto, entendemos que eso es un error profundo y que reducir las deducciones del 10 % al 8 % es una gran equivocación que va a castigar a quienes pueden tener deducciones, que son quienes tienen hijos o cuentan con alguna condición que haría menos injusto el IRPF. Ese impuesto era totalmente injusto al principio, porque pagaba lo mismo el soltero sin hijos que el casado con cinco hijos. Con las deducciones se pretendía que ese impuesto fuera un poco más justo, pero al reducirlas, obviamente, se convierte en una carga todavía más injusta.

Por otra parte, también se aumenta en las rentas del capital, lo que a mi entender constituye otro error profundo. Asimismo, se proponen algunas modificaciones importantes en el IRAE, entre las que se encuentran aquellas que mencionó el señor senador Delgado. Hay varias modificaciones en ese sentido, pero me parece que una de las más serias es la de gravar con el 7 % las utilidades no distribuidas, superiores a tres años. ¿Cómo es esta historia? Cuando entra en vigencia el nuevo régimen tributario, quienes lo planificaron se plantearon aplicar un IRPF que recaudara USD 350:000.000 –hoy está recaudando USD 1.500:000.000– y, al mismo tiempo, rebajar el impuesto a la renta empresarial del 30 % al 25 %. Hubo quien dijo que eso era injusto, porque no se debía aumentar el impuesto a los trabajadores y rebajarlo para las empresas. Entonces, esa diferencia se zanjó aumentando el impuesto para las empresas del 30 % al 30,25 %. Esto se aplica pagando el 25 % y, por el restante, en caso de que se haga el retiro, se paga el 7 %. Ese 25 % más el 7 % del 75 %, es el 30,25 %. De esa forma, se llegaba a lo mismo que se aplicaba antes. ¿Qué se quiso hacer con esto? ¿Cuál fue el incentivo para las empresas? Se buscó que no se retiraran las utilidades y se reinvirtieran. Si se retiraban las utilidades, se pagaba el impuesto como antes, pero si no se retiraban y ese monto se volcaba en la empresa, en el giro, etcétera, se obtenía un beneficio. Esto ocurrió en el 2007. Ahora bien, en el 2016 se dice a los empresarios que van a pagar todo, en forma retroactiva. En la comisión se dio una discusión en cuanto a si la ley es o no retroactiva. En lo personal creo que sí lo es, aunque como todos los temas jurídicos puede ser discutible. Mi opinión es que la norma es retroactiva y, por lo tanto, inconstitucional. De lo que no cabe duda es que el efecto económico es retroactivo. Quiere decir que quienes no retiraron utilidades, hoy van a tener que pagar como si lo hubieran hecho desde el 2007. Eso no solo es grave porque mucha gente no va a poder pagar en virtud de no haber realizado el retiro, sino debido a que le van a hacer pagar por algo que no retiró. Para ilustrar esto, imaginemos la situación de un socio minoritario que nunca recibió nada y va a tener que pagar el 7 % desde el 2007. Eso está mal, pero está mal como concepto.

Creo que todos nos equivocamos y también tenemos aciertos. En lo personal pienso que uno de los aciertos del equipo económico fue el de decir siempre que había que mantener las reglas de juego, porque para que hubiera inversiones la gente debía tener certeza de lo que iba a pasar. Me parece que eso es clave en cualquier actividad. Es más: creo que esa es una de las características positivas del Uruguay. Creo que esa estabilidad institucional que tiene el país, esa seriedad con la que en general se maneja, hace que muchas inversiones se radiquen en Uruguay y no en otro lado. Es por eso que me parece que esas cosas son importantes y son las que tenemos que mantener. Seguramente va a ser mucho más negativo el impacto de normas de este tipo, que son retroactivas económicamente –sin ningún lugar a dudas– y que afectan al socio de una empresa desde el 2007 hasta ahora, que el beneficio que va a tener la DGI.

Con relación a este tema, nosotros tenemos alguna diferencia con el Partido Nacional, pero menor, de cálculo; estamos de acuerdo con que este impuesto es malo. Nosotros hemos hecho un cálculo como si fuéramos Gobierno, es decir, moderado y pesimista, y decimos que con este impuesto se van a recaudar USD 100:000.000. ¿Es mucho USD 100:000.000? En el corto plazo puede parecer mucho dinero, pero en el largo plazo, con esta señal, no tengo duda de que perdemos mucho más de lo que ganamos. Es una pésima señal, una horrible señal. Y va a haber juicios de inconstitucionalidad que no sé cómo van a terminar. Reitero: hay temas que son discutibles. Creo que jurídicamente la norma es retroactiva y que es inconstitucional; pero no cabe duda de que, económicamente, es retroactiva y que cambia las reglas de juego en un país que tiene la necesidad, hasta por su tamaño, de tener reglas de juego claras. Esta ha sido la gran fortaleza que tuvo el Uruguay hasta el día de hoy. Me parece, entonces, que cambiar las reglas de juego es un error profundísimo. Y el ajuste por inflación, obviamente, es un tema muy negativo.

El otro tema es la limitación de las pérdidas fiscales. Si uno tenía pérdida en un ejercicio y en el siguiente tenía utilidades, entonces podía imputar el 100 % de las pérdidas al ejercicio siguiente, pero ahora se lo limita al 50 %. ¿Por qué? ¿Qué lógica tiene esto? Es recaudar un poco más. Pero tampoco es lógico. Y estos sistemas, aunque uno esté en contra, lo primero que deben tener es cierta lógica para que el contribuyente y el inversor sepan cómo conducirse. Si hasta el día de ayer podíamos imputar el 100 % de las pérdidas fiscales, ¿por qué hoy pasamos al 50 %? Y cuando le preguntamos al equipo económico, nos dijo que esto iba a tener algún beneficio de caja inmediatamente, pero que a largo plazo era lo mismo. No hay utilidad económica, sino un beneficio financiero, de momento.

Me parece que es un error profundo; que estos cambios, para agarrar alguna cosita más, le van a hacer daño al Uruguay, al clima de inversiones en el país cuando más lo necesitamos, porque el futuro –ojalá sea el mejor por el bien de todos los uruguayos– está complicado, y los países en donde antes nadie invertía, ahora, a lo mejor, empiezan a invertir. Nosotros no teníamos competencia. Durante mucho tiempo Argentina expulsaba a los inversores.

Cada vez más tenemos que cuidar estas cosas, y el Uruguay y el equipo económico no las están cuidando.

La otra pata del ajuste fiscal viene por el lado de menos gastos. Hay algunos gastos menos. No voy a entrar en los números. Por supuesto que se toca el gasto social. ¡Por supuesto! ¡Dejémoslo claro! Esto que nos dicen de que el gasto social no se toca, no es así. ¡Se toca el gasto social! ¡Por supuesto! Lo podemos decir ahora, pero creo que es mejor verlo mañana, cuando consideremos el artículo 6.º, sobre el cual todavía tengo dudas acerca de su constitucionalidad. Pero sí que se toca el gasto social. Para empezar, se le sacan explícitamente $ 40:000.000 al buque insignia del presidente de la república: el Plan Nacional de Cuidados. O sea que se toca el gasto social. Simplemente lo menciono para que quede claro.

Asimismo, hay algunos temas de los que quiero hablar –que no tienen que ver con el tema macroeconómico–, relacionados con tres puntos del proyecto que a mí me parecen importantes. Como la Mesa me acota que me quedan tres minutos, entonces voy a dedicar un minuto a cada punto; y si no, me dan cinco minutos más.

En lo que hace al tema de las donaciones a universidades privadas, el país tiene un sistema que funciona bien. Yo diría que, más que donaciones, se trata de un direccionamiento de los impuestos, porque uno puede donar, pero del 100 % de las donaciones uno puede descontar, pues el 75 % no lo paga de impuestos, y el 25 % restante lo puede imputar a gastos de la empresa. O sea que es una deducción importante. Esto funciona bien. Hay un sistema que maneja el Ministerio de Economía y Finanzas: ve, en cada uno de los proyectos, a dónde van las donaciones; acepta el proyecto si está bien, o dice que está mal. El dinero entra al Ministerio de Economía y Finanzas y este lo distribuye. Esto funciona así para todos, inclusive para las universidades privadas. Estas captan un donante, presentan un plan al Ministerio de Economía y Finanzas y este dice si está bien que vaya para esas donaciones, controla si las donaciones anteriores fueron bien utilizadas, si están al día –obviamente– en la rendición de cuentas, y si es así, les alcanza el dinero. Así lo explicaron el Ministerio de Economía y Finanzas y los rectores de las universidades. Por un tema que no conozco y en el que no quiero entrar –como se dice acá, no podemos adjudicar intenciones–, hubo un grupo político del Frente Amplio que dijo: «A las universidades privadas no les damos nada». Y empezó una discusión interna, que seguimos por la prensa; nosotros estas cosas las vemos de afuera. Y como pasa siempre, el tema no fue ni chicha ni limonada. En realidad, se dejó la posibilidad de donar a las universidades privadas, pero en lugar de deducir el 75 % del pago de impuestos, será el 40 %. ¿Qué es lo que va a pasar? Cuando alguien tenga la intención de hacer una donación, si la puede hacer en algo que le redunde en una deducción del 75 % en el pago de impuestos, preferirá eso. Entonces va a estar incentivado a no dar un peso más a las universidades privadas.

¿Para qué se utilizaban estos fondos? Esto sí me parece clave y muy importante: se usaban para que jóvenes uruguayos que no podían pagar estas universidades tuvieran una beca. Yo conozco a muchos de ellos. No los conocía; a algunos sí, y a otros los conocí porque me escribieron cuando este proceso. Muchos son exitosos. Me dijeron: «Yo pude estudiar en la universidad gracias a las donaciones».

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Le queda un minuto, señor senador.

SEÑOR BESOZZI.- Señor presidente: formulo moción para que se prorrogue el tiempo de que dispone el orador.

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Se va a votar la moción formulada.

(Se vota).

–22 en 23. Afirmativa.

Puede continuar el señor senador.

SEÑOR AMORÍN.- Gracias al Cuerpo y al señor presidente.

Muchos que me escribieron me dijeron: «Yo me recibí gracias a la beca que tuve. Hoy trabajo en tal lado. Hoy tengo una empresa y hago esto o aquello». Esas becas se mueren. ¿Por qué? No quiero adjudicar intenciones, pero el resultado es que se mueren. Y también se terminan los proyectos de investigación, porque estas becas se utilizaban para esos dos temas. Eso lo sé porque me lo han dicho. Pero el que sabe al detalle cuánto dinero va para cada uno, cuántas becas hay, etcétera, es el Ministerio de Economía y Finanzas, que es el que distribuye el dinero. Es el Ministerio de Economía y Finanzas el que dice qué puede ir o no, y hasta que no haya una rendición de cuentas de todo lo gastado no autoriza otras donaciones.

Realmente, entiendo que la solución es la peor porque, en realidad, parece que hubiera una pero no la hay, porque no va a haber más donaciones de este tipo; no va a haber más impuestos direccionados hacia las universidades privadas, y eso me parece que es un error. Creo que las universidades privadas tienen un rol importante en el país, como lo tiene la Universidad de la República, a la que fui y de la que soy egresado. Pero me parece que decir «esta sí» y «esta no» es un error para el país.

A continuación, me gustaría hacer un pequeño comentario sobre lo que ocurrió con la visita del Inisa que, ciertamente, me dejó muy preocupado. En realidad creo que todos en la comisión quedamos enormemente preocupados. Me parece que es un tema que hay que seguir de cerca.

Las autoridades nos hablaron de la forma en que viven los jóvenes que están allí –es decir, los menores infractores– y de los desastres que se ven todos los días. A mí me llamó mucho la atención la frase: «Estamos descolgando muchachos», expresada nada menos que por la presidenta del Inisa. Me pareció gravísimo, como grave es, también, todo lo relacionado con las construcciones. Y es cierto que se necesita plata para cambiar, pero la hubo. En su momento vino a vernos quien estaba al frente del entonces Sirpa –una persona seguramente responsable– para decirnos que necesitaba gastar pero sin mucha licitación porque era algo de apuro, lo que nos pareció bien. Todos le dijimos que sí. Había para gastar USD 20:000.000 –creo que se gastó un poco menos–, y después nos enteramos de que había materiales dulces como, por ejemplo, los hierros. No soy experto en construcción, pero sé que los hierros «dulces» son aquellos que se pueden doblar con poco esfuerzo; para quienes no estuvieron en la comisión y no conocen de construcción, les digo que a eso se le llama «hierros dulces». Obviamente, los hierros se colocan para que los menores no salgan de los lugares en los que están; sin embargo a estos hierros, los muchachos, con un movimiento determinado de brazos y un poco de esfuerzo, los doblaban. Pero, además, si uno les daba un golpe fuerte a las paredes, las atravesaba.

Tenemos que profundizar en estas cosas porque, realmente, también nos hacen mal.

Según creo, el Inisa fue votado por todos; inclusive, en los últimos tiempos le cambiamos el nombre varias veces, pero lamentablemente la situación no cambió. Esto no es de ahora –reitero, no es de ahora–, sino que lleva ya mucho tiempo. Creo que la sociedad uruguaya merece que se haga un esfuerzo en ese sentido; el Uruguay se lo merece y tenemos que hacerlo.

Antes de terminar mi exposición, con un agradecimiento que quiero hacer, me gustaría señalar que me parece muy positivo el tope a los sueldos previsto en el artículo 10 del proyecto de ley de rendición de cuentas por lo que, de una u otra manera, nos ingeniaremos para que funcione como debería. Me parece bueno que la retribución de los funcionarios tenga como tope el 60 % del sueldo del presidente de la república; me parece que está bien y que es necesario. En los últimos días hemos leído en la prensa cosas escandalosas y realmente pensamos que sueldos de los montos dados a conocer no pueden existir en la función pública. Si un privado quiere pagar veinte veces más, que lo haga, pero nosotros tenemos que responsabilizarnos por lo que pasa en la función pública. De modo que al citado artículo lo votaremos con muchísimo gusto.

Para finalizar, quiero agradecer el trabajo de la comisión y felicitar al señor presidente –quien se manejó en forma absolutamente ecuánime e hizo que la labor fuera bastante agradable–, así como también a los compañeros senadores de todos los partidos y a los funcionarios. En realidad, cuando uno escucha hablar mal de los funcionarios y ve cómo trabajan acá y el esfuerzo fenomenal que hacen, se siente orgulloso de la gente que trabaja en el Palacio Legislativo, que hace ese esfuerzo enorme en el desempeño de su labor.

Naturalmente, señor presidente, votaremos en forma negativa el proyecto de ley de rendición de cuentas.

Era cuanto quería señalar.

SEÑOR HEBER.- Pido la palabra.

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR HEBER.- Señor presidente: empezaré mis palabras con lo que el señor senador Amorín expresó al final de su exposición, esto es, el reconocimiento del trabajo realizado por el presidente de la comisión. De hecho, es lo único que voy a reconocer: su labor y su ecuanimidad, que permitieron tener un clima de trabajo muy agradable, más allá de un chisporroteo, un momento de rispidez que se produjo un día y que, con baquía, pudo superar.

También es cierto, señor presidente, que en las instancias de rendición de cuentas no se da un debate político en comisión o, al menos, no como antes. Recuerdo –y seguramente el señor senador Michelini también lo recordará– al diputado Eden Melo Santa Marina, que era una tortura; al exsenador Manuel Núñez, del Partido Socialista, gran amigo pero otra tortura, pues pedía la palabra y hablaba en todos los artículos; era una pesadilla permanente. Esa era la oposición del Frente Amplio. ¡Gargano! ¡Couriel! ¡Es una lástima que no esté Couriel! Justamente hoy me estaba acordando de él – ¡las cosas que dijo!–; es seguro que lo voy a recordar durante toda esta sesión.

Señor presidente: estamos en la instancia de rendición de cuentas pero, en lo personal, creo que lo que estamos viviendo es una rendición de un proyecto político y una rendición del discurso político del Frente Amplio. ¡Se terminó! Después de esto, ya no hay nada más para borrar con el codo. ¡Ya está todo borrado! Y tampoco hay nada más para escribir de todo lo que dijeron durante estos años. A tal punto esto es así, que se tienen que ir veintiséis años hacia atrás para hablar del ajuste fiscal de 1990. ¡Veintiséis años para justificarse! Creo que fue el señor senador Bordaberry quien en comisión e incluso varias veces también aquí, preguntó –y coincido totalmente con él– cuándo van a adquirir la mayoría de edad, ¡porque siempre la culpa la tienen otros Gobiernos! Ahora, como no podían ir más atrás, se fueron hasta el año noventa. Quizás alguno quiera intentar hacer una recordación de la década de los sesenta, ya que discursos sesentistas había y todavía los hay. Precisamente esto es lo que está pasando en relación con muchos de los temas que hoy tenemos sobre la mesa: todavía sigue existiendo un discurso sesentista a nivel de la izquierda.

Señor presidente: esta es la rendición. Estos números que tenemos acá desnudan el doble discurso de «así como te digo una cosa, te digo la otra». ¿Hoy qué viene? ¡La otra! Durante años nos hicieron un discurso y ahora hacen otro, que disfrazan muy bien. Realmente debo reconocer a la izquierda el cambio de nombres y su creatividad: ya no es ajuste fiscal sino «consolidación fiscal». Según ellos, no es ajuste. ¡Es un ajuste machazo!

¡Se nos compara con el año noventa! Ahora bien, como yo no renuncio a nada ni me rindo, como lo hacen otras fuerzas políticas, digo que con el ajuste fiscal de 1990 –lo dije en la comisión y lo reitero aquí públicamente– estábamos consolidando las instituciones democráticas, pues veníamos de cinco años en los que hubo convulsiones institucionales. Yo no le puedo endilgar al Gobierno del Partido Colorado responsabilidad cuando se estaba tratando de afirmar la democracia. En el año noventa se pudo votar por primera vez sin proscripciones y con partidos políticos totalmente libres. ¡Ahí no había concesión! ¡En el año noventa, herencia maldita, no! ¡Y esa sí que era una herencia, tras doce años de dictadura! ¡Pero no!, para eso no había justificación. Recuerdo que el Salón de los Pasos Perdidos estaba lleno de gente y no se podía cruzar de la Cámara de Representantes –en la que me encontraba– hacia la Cámara de Senadores, por la cantidad enorme de delegaciones que reclamaban. Era un país convulsionado, con una inflación del 126 %. ¿Acaso quieren comparar aquella inflación del 126 % con la del 10 % de hoy? Además, ¿cuál es la herencia maldita del Gobierno del Frente Amplio? ¿Quién, Mujica? ¿El expresidente Mujica es la herencia maldita? ¿De quién se quejan ahora? ¿Por qué hacen este ajuste? ¡Por ustedes mismos! ¡Si ajustan ahora, es porque antes tuvieron una herencia de ustedes mismos, por eso hacen este machazo ajuste fiscal!

Pero no renuncio ni me rindo a discutir, señor presidente. Nosotros tuvimos que pagar las jubilaciones con un nuevo sistema de ajuste, y lo hicimos puntualmente. Teníamos una deuda que representaba un alto porcentaje del PBI, hicimos el Plan Brady y la refinanciamos. Bajamos la inflación. Y lo más importante es que de 1990 a 1994 bajamos la pobreza del 26,5 % al 17,5 %. Logramos que disminuyera al 65 %, con todo ese esfuerzo, que nos costó mucho. No nos fue nada agradable. Pero tuvimos que tomar las medidas para corregir la situación que nos había dejado otro Gobierno, pero no un Gobierno anterior del Partido Nacional, ni siquiera del Partido Colorado, sino de la Dictadura. Ese fue el ajuste a la Dictadura. Además, bajamos la indigencia a la mitad, aumentamos las jubilaciones un 34 %, disminuyó el ratio de la deuda en un 50 %, cayó la inflación y aumentó el PBI. Esos fueron nuestros números. ¡Hasta igualar envido!

Decía que esto es la rendición del discurso del Frente Amplio. No hay proyecto político del Frente Amplio. Pero, además, hace un año señalé que el presupuesto era irresponsable. En aquel momento varios señores senadores se alarmaron e hicieron gestos de indignación, porque ¡cómo iba a decir yo que era irresponsable! ¡Pero fue irresponsable! A tal punto lo fue –y el señor senador Delgado me citó varias veces porque yo era el miembro informante, pero no hablaba por mí, sino por el Partido Nacional, como él lo hizo ahora–, que el Gobierno sostenía que en el año 2016 el país crecería un 2,5 %; en 2017, un 2,8 %, y en 2018 y 2019, un 3 %. ¿Este es el genio de Astori, quien viene dirigiendo la economía del país desde que el Frente Amplio está en el Gobierno? El ministro Astori se equivocó, sistemáticamente, siempre. ¡No debe haber un ministro de economía en la historia que se haya equivocado tanto como Astori! Pongamos como ejemplo el período 2011-2014, en el que estaba el mismo equipo, porque estaba Lorenzo pero lo había puesto él, que era el vicepresidente. Para 2011 se preveía que el déficit iba a ser de 1,1 % y en la realidad fue de 0,9 %. Ahí estuvo bien. En 2012 el déficit iba a ser del 1 % y fue de 2,7 %. Se equivocó. Para 2013 decía que iba a ser de 0,9 % y en la realidad fue de 2,3 %. Se equivocó. En 2014 dijo que iba a haber un déficit de 0,8 % y fue del 3,5 %. También se equivocó. Es decir que se equivocó, se equivocó, se equivocó, pero resulta que es un genio y que es necesario tenerlo en el Ministerio de Economía y Finanzas.

Por nuestra parte, señalábamos –y no nos creemos iluminados en la materia, sino que nos basamos en equipos económicos que tenemos en nuestro partido– que el presupuesto era inconsistente, que era un presupuesto virtual. ¿Alguien me va a decir que Astori no sabía esto? Yo creo que sí lo sabía. Ya el Banco Central del Uruguay decía –como recordaba el señor senador Delgado– que el año pasado no estaban cumpliendo con la meta. ¿No lo sabía el ministro de economía? ¡Claro que lo sabía! Me parece que tuvimos una discusión virtual en la que el propio Frente Amplio y sus estructuras políticas también lo creyeron, a tal punto que ahora estamos recortando todos los aumentos de presupuesto.

En una actitud poco humilde –y lo digo así porque no agravio personas y menos a partidos políticos–, en el mensaje se dice: «[…] se propone un plan integral de consolidación fiscal, el cual fue cuidadosamente diseñado». Son palabras que uno las está escuchando en boca de Astori. Y todo el mundo sabe que terminó siendo una transacción entre lo presentado por el Poder Ejecutivo originalmente a la población y el Frente Amplio. Luego vinieron los cambios que se procesaron en la Comisión de Presupuestos de la Cámara de Representantes, retiraron el aumento del IASS y modificaron los recortes propuestos en el artículo 6.º del proyecto. Y después se decía, con esa misma «humildad», lo siguiente: «Ello se refleja en la distribución equilibrada entre el sector público y privado». ¡No es cierto! ¡No es correcto! El 75 % del esfuerzo lo hace el sector privado, a través de una mayor imposición, y el otro 25 % lo hace el sector público, por una reducción del gasto, es decir, por gasto social que se recorta. Y luego se agrega: «[…] así como entre las rentas personales y las empresariales». ¡¿Equilibrio?! Todo el mundo sabe que se paga mucho más por el trabajo.

Este machazo ajuste fiscal, que le da un mazazo a la población, tiene gente que lo pondera. ¿Será alguien del pueblo uruguayo? ¿Organizaciones sociales? No, no. ¿Es alguien nacional? ¿Algún economista? Tampoco. ¿Quién pondera el ajuste fiscal? ¡El Fondo Monetario Internacional! Antes se decía: «No al Fondo Monetario Internacional», pero ahora la cosa cambió. El fondo no cambió; cambiaron ustedes, al punto tal que los aplauden. Nosotros decíamos sobre el fondo –y ahora decimos lo mismo– que si golpeamos esa puerta y pedimos plata, tenemos que pagar. Es como en un banco. Si no queremos al Fondo Monetario Internacional, no le pidamos plata. Ahora no debemos plata, pero Astori va a las reuniones del Fondo Monetario Internacional y sale encantado porque lo aplauden. En una nota de prensa se señala: «El Fondo Monetario Internacional (FMI) cree que el reciente ajuste fiscal –no consolidación– impulsado por el Gobierno uruguayo “es el camino a seguir” – ¡muy bien!– e instó al país a continuar con “la lucha para bajar la inflación”». Así lo dijo el jefe del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner. Es decir que Werner ahora es el amigo del progresismo y de la izquierda nacional. No los aplauden ni los sindicatos ni los trabajadores, que tienen más impuestos, pero están conformes porque los aplaude Werner, que dice que América Latina necesita reformas estructurales para impulsar el crecimiento económico. El Gobierno de Tabaré Vázquez hizo el anuncio a fines de mayo –me preguntaba por qué en mayo y a esto se refirió acertadamente el señor senador Delgado– debido al Fondo Monetario Internacional y a la calificadora. El presidente del Banco Central del Uruguay hizo un mal comentario al equiparar a las calificadoras con el matrimonio; nosotros no queremos matrimonio ni estamos de acuerdo con ese comentario machista que hizo el economista Mario Bergara con respecto a las calificadoras. Sostenía, y sostiene, que de alguna manera tuvo que tomar las medidas en mayo, antes de la consideración de la rendición de cuentas, para calmar las aguas. Hoy el Gobierno progresista de izquierda de nuestro país está siendo ponderado por el Fondo Monetario Internacional y aplaudido por las calificadoras de crédito que creen que, a esta altura, ya tienen un matrimonio. Efectivamente, yo creo que tienen un matrimonio.

Sin embargo, señor presidente, además de los recortes sociales, de las calificadoras y del Fondo Monetario Internacional, en el ajuste fiscal –yo no voy a ahondar mucho en esto porque lo explicó muy claramente el señor senador Amorín– no hay regla fiscal. Con la característica humildad que tiene el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, salió a decir públicamente que no es cierto que el Gobierno no tenga una regla fiscal, sino que esta es el tope de endeudamiento.

En el proyecto de ley de rendición de cuentas podemos observar que el artículo 186 contenido en la sección VIII, «Disposiciones Varias» refiere a que los 16.000 millones de unidades indexadas en el ejercicio 2015 pasan a 21.000 millones de unidades indexadas, que representan unos USD 2.310:000.000. Esta regla fiscal es bastante curiosa. Las reglas se establecen para respetarlas y se dice que no se puede gastar más de eso. Por lo tanto, esa sería la regla fiscal del Gobierno.

En la ley de presupuesto del año 2015 se aumentó el tope. Hubo un aumento en febrero y otro en diciembre, pero también se había incrementado en el año 2011, en 2009 y en 2006. ¡Miren qué regla fiscal! Aumenta en 2006, en 2009, en 2011, dos veces en 2015 y ahora en esta rendición de cuentas. Se va a hacer efectivo a partir del 1.º de enero de 2017; el tope de deuda tendrá un aumento de USD 2.310:000.000; así pagamos la farra, la fiesta. ¿Dónde estuvo la fiesta? En las empresas públicas.

(Ocupa la presidencia el señor Guillermo Besozzi).

–El expresidente Mujica dijo públicamente que se dio rienda suelta a las empresas para que hicieran lo que quisieran. Invirtieron lo que quisieron, sin tope, a tal punto que una de las empresas está en la Justicia debido al relajo que se dio en las empresas públicas. Estas no tenían freno, pues se les dijo: «Inviertan todo lo que quieran»; «No hay límite»; «Métanle para adelante».

En estos días, la ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, dijo que algunas de las catorce subsidiarias de Ancap están en una situación complicada y no descartó su cierre. Asimismo, agregó: «A veces cuando tiene que ordenar las cosas necesita un período de tiempo para poder hacerlo y no andar ventilando los problemas que tiene». Es decir que la ministra habló de ordenar. Ahora bien, ¿quién generó el desorden? ¿El Gobierno del Partido Colorado en los años noventa? No, la administración del Frente Amplio fue la que hizo este desorden al que se refiere la ministra cuando señala que para ordenar las cosas se necesita cierto tiempo. Se dice que, indudablemente, esto llevará a recortes y cierres. Eso espero, porque hay empresas subsidiarias nietas que son inventadas.

Además, señor presidente, de esas empresas no se nos dan informes. No podemos saber cuántos empleados hay en las sociedades anónimas, hijas o nietas, de las empresas públicas. El director de la Oficina Nacional del Servicio Civil, doctor Alberto Scavarelli, nos brindó un informe excesivamente hablado –le encanta hablar–, pero cuando le preguntamos cuánta gente hay en las empresas públicas dijo que eso no estaba dentro de los cometidos de la Oficina Nacional del Servicio Civil. Por nuestra parte, vamos a presentar un artículo aditivo para que se encomiende a dicha oficina hacer el control de los funcionarios.

En realidad, la ley obliga a tener una política de empleo inclusiva con los discapacitados y con los afrodescendientes. Allí donde se confiesan todas las empresas que no vienen cumpliendo con los porcentajes que marca la ley, al menos deberíamos saber qué es lo que pasa en las empresas que son ciento por ciento del Estado. En los últimos dos años las empresas públicas pasaron de tener un déficit acumulado, en los últimos doce meses, de 1,3 % del producto interno bruto a tener un superávit cercano al 1 %. Este ajuste se procesó a nivel de tres empresas: Ancap, UTE y Antel, y eso explica los dos puntos de mejora total. Ancap fue la empresa que más contribuyó a la mejora. ¿Por qué? Porque en un proyecto de ley le sacamos deuda; ya no tiene que pagar intereses y eso lo absorbe el propio Estado. Como muy bien dijo el senador Delgado, no bajaron los combustibles, así que la gente, el pueblo uruguayo, no solo está absorbiendo la deuda desordenada y mal planificada de Ancap –porque esa deuda global de la deuda con PDVSA pasó a rentas generales–, sino que también está absorbiendo la no rebaja de los combustibles, que es un subsidio directo a Ancap para mejorar su posición. Ahí está la explicación de la situación de Ancap. Por su parte, la contribución de UTE a la mejora del resultado global es similar a la de Ancap corregida. La reducción de egresos de UTE abarca también a las inversiones, que cayeron del 0,9 % del producto interno bruto al 0,5 %. O sea que frenaron la inversión. ¡Miren qué buen administrador es el Frente Amplio! En los cinco años anteriores dijeron: «Inviertan. Hay que apoyar a las empresas del Estado en contra de las políticas neoliberales, que no creían en las empresas públicas y que las querían desmantelar para privatizar». Todo ese discurso que antes escuchábamos, ahora terminó en que tenemos que pagar un ajuste fiscal machazo por el derroche que hicieron en las empresas públicas. Y agrego algo más: esa actitud del «¡Vamo’ arriba!», «¡Denle p’adelante!», «¡Inviertan!», «¡Hagan sociedades anónimas!», ahora se convirtió en un freno total. La corrección más grande en materia de inversiones se dio en Antel, donde las inversiones cayeron del 0,8 % al 0,2 %. Eso le permitió a la empresa de telecomunicaciones alcanzar un resultado operativo positivo. ¡Cero! El freno de las inversiones constituye la parte medular en la recomposición del resultado de las empresas públicas.

Por eso, señor presidente, se terminaron los proyectos y se terminaron los discursos. Ahora, ajuste fiscal. ¿A quién? A los trabajadores. ¿Qué hacen con las empresas públicas que ellos iban a apoyar? ¡Casi las funden! Estuvieron a punto de fundirlas, pero no se fundieron porque son del Estado y las pagamos todos nosotros absorbiendo deuda y teniendo el combustible más caro, no sé si del mundo, pero de América, ¡ni que hablar! ¡Felicitaciones, eh! ¿Así defienden a las empresas públicas? ¿Así defienden a los trabajadores? ¡Es increíble! Pero, señor presidente, esa es la razón del déficit. Ha habido mucha plata en todo este tiempo. Creo que hasta bueno es porque no imagino lo que habría sido un Gobierno del presidente Mujica si no hubiera habido plata.

SEÑOR CAMY.- Formulo moción para que se prorrogue el término de que dispone el señor senador Heber.

SEÑOR PRESIDENTE (Guillermo Besozzi).- Se va a votar la moción formulada.

(Se vota).

–15 en 16. Afirmativa.

Puede continuar el señor senador Heber.

SEÑOR HEBER.- Agradezco muy especialmente a los senadores que con dificultad levantaron la mano para prorrogar el tiempo de que dispongo, porque es difícil soportar estas demostraciones tan contundentes de que se terminó un proyecto político y se acabó un discurso. Quienes defendían a las empresas las fundieron y nos hacen pagar esta situación a todos los uruguayos.

Señor presidente: ahora voy a entrar a otro tema. El Frente Amplio dice –y dice bien– que aumentó los presupuestos de educación, de salud y del interior. Eso es verdad. Voy a citar las cifras, que realmente son increíbles, muy buenas. Son cifras de aumento del gasto, pero el resultado es el peor de la historia del Uruguay. Les tiran plata a los problemas y no obtienen resultados. Es espantoso. ¡El mejor presupuesto para la peor gestión! Mayor presupuesto y peor gestión. No hay nada que pueda llevar a decir que quienes administran el Gobierno no están equivocados. Yo ya demostré todo lo que se equivocó el ministro Astori y ahora estoy demostrando el fracaso de las políticas sociales y de la ayuda a los sectores más sensibles.

Del año 2006 al 2010, la ANEP recibió 4.075:000.000 y de 2011 a 2015, 8.300:000.000; es decir que se duplicó la cifra. En la UdelaR se pasó de 1.000:000.000 a 2.000:000.000. Para el período 2016 a 2020 hay un presupuesto de 8.800:000.000 y para la UdelaR, de 2.200:000.000.

En cuanto a la cantidad de maestros titulados, en 2005 había 1440; en 2008, 856 y en 2014, 722, es decir que hay cada vez menos. En lo que respecta a los alumnos con matrícula en ANEP, en el año 2004 había 367.000 y a los diez años de gobierno frenteamplista, en 2014, había 323.000.

La tasa de egreso en la educación media se mantiene por debajo del 40 %. ¿Duplicaron el presupuesto y tienen estos resultados? ¡Váyanse! ¡Porque con toda la plata que han aumentado tienen estos números! Para tener una referencia, en Chile estos porcentajes están por encima del 80 %, es decir, más del doble y todavía acusan al Gobierno de un montón de cosas. Nosotros, dándole más presupuesto a la educación media, tenemos un 40 %, mientras que Chile tiene un 80 %.

El Uruguay es el único país latinoamericano que ha empeorado sus resultados en las pruebas PISA. Los mejores resultados fueron los del año 2006 y los peores, los de 2012. En el año 2006 Uruguay tenía los mejores resultados de América Latina y ahora Chile lo supera en las tres pruebas: Lectura, Matemáticas y Ciencias. Pero todavía hay gente que dice: «No es comparable. Nosotros no podemos comparar porque nuestros objetivos son otros en materia educativa». Yo he escuchado ese tipo de razonamiento. Tenemos los peores resultados en Lectura, Matemáticas y Ciencias. Es tan fácil como eso. México nos supera en dos pruebas: Matemáticas y Lectura. Brasil ya nos empató en Lectura y México en Ciencias. En Matemáticas, Uruguay pasó de estar treinta y cuatro puntos por encima del promedio a estar solo a dos. La cantidad de maestros titulados por año cayó a la mitad. Como ya señalé, en 2005 había 1440 nuevos maestros y ahora estamos en 722. Primaria genera anualmente 1000 vacantes de maestros que deben ser cubiertas y hoy estamos por debajo de esas cifras. ¡Y les duplicaron el presupuesto! Pero ¿qué están haciendo? ¿Qué es lo que hacen para no tener mejores resultados?

La repetición en primaria ha caído del 8,6 % al 5,4 %. ¡Por fin una buena noticia! ¡Un buen resultado! En primaria bajaron los resultados de repetición del 8 % al 5 %. Si uno observa los números, puede apreciar que el Gobierno presentó esto como un logro, pero no dijo que la repetición en el ciclo básico de la enseñanza media pasó del 25 % al 32 %. Primaria no está eliminando la repetición, sino que la está exportando al siguiente ciclo. Se promueve a los alumnos y el problema pasa a ser de secundaria. Si bien la repetición en sexto año de primaria se ubica por debajo del 2 %, la del primer año del ciclo básico está por encima del 30 %. Estos son números oficiales, no son números míos.

Señor presidente: las cifras del fracaso en la educación me eximen de mayores comentarios. Duplican el presupuesto y tienen peores resultados que en el año 2006. Pero esto no ocurre solamente en la educación. ¡Tan malos administradores son, que administran mal la educación, la salud y la seguridad, que son los tres temas que importan más o resultan más sensibles para la población!

Con respecto a la seguridad, el Ministerio del Interior en el período 2006-2010 recibió USD 1.829:000.000, en el período 2011-2015, USD 3.800.000.000 –duplicaron el presupuesto–, mientras que para el quinquenio que va de 2015 a 2020 se le asignaron USD 4.695:000.000. ¡Ojalá puedan revertir esta situación! Pero volvamos a esta comparación: se pasó de USD 1.800:000.000 a USD 3.800:000.000. Entonces, los senadores del Frente Amplio dicen cosas que son parcialmente ciertas, como: «¡Duplicamos el presupuesto. Tan prioritaria es para nosotros la seguridad que le dimos el doble!». Es verdad. Y tuvieron peores resultados. Miren lo que indican las cifras de los resultados. En cuanto al total de rapiñas –y no hablemos de porcentajes porque somos la misma población–, de 2600 que se dieron en el quinquenio 2001-2005, se pasó a 6000 en el quinquenio 2006-2010, es decir, casi tres veces más. En el período 2011-2015 se alcanzaron las 6100 rapiñas; se mantiene –en realidad, aumenta muy poco– el nivel de rapiñas. ¡Y le dimos al ministerio el doble de presupuesto! ¡Estas son las cifras del fracaso y de la rendición del Frente Amplio en cuanto a conducir el Estado y mejorar estos resultados. ¡Están rendidos!

En el período 1996 a 2000 se registraron 266.000 hurtos; de 2006 a 2010, 506.000 y de 2011 a 2015, 514.000. Y la población es la misma: 3:300.000, 3:325.000, 3:372.000 habitantes y, en 2015, 3:400.000. Aumenta muy poco la población uruguaya. Estas son las cifras del Ministerio del Interior. ¡Estas son las cifras del fracaso! Duplicamos el presupuesto en la educación y en el Ministerio del Interior, pero en ambos casos se obtuvieron peores resultados. ¡Estos datos son del observatorio, no de las declaraciones de los ministros! Me dicen que según las declaraciones del ministro están bajando las rapiñas. ¡No, no, no! ¡Estos son los datos quinquenio a quinquenio: 2011-2015, 2006-2010 y 2001-2005! Estos son los números: de 2600 rapiñas se pasó a 6000. ¿Estos son los logros del Ministerio del Interior? ¡Esta es la confesión del fracaso más absoluto que se ha visto en la historia de políticas y de gestión pública! ¡No se puede demostrar algo más contundente que esto! ¡Se pasó de 2600 rapiñas a 6000!

Los asesinatos también aumentaron. Tengo aquí la cifra, pero no quiero aburrir; si quieren, la doy. Es del observatorio y dice que también aumentaron los homicidios. Si vemos año a año, en 2011 se registraron 199; 267 en 2012; 268 en 2014, y 289 en 2015. ¡Estos son datos oficiales!

De los comparativos, señor presidente, se desprende –para tratar de lograr una equivalencia de ciudades y de países– que si en Montevideo hubo 186 homicidios para una población total de 1:300.000, la tasa es de 14,3 cada 100.000 habitantes. En Nueva York esa tasa es de 4; en Madrid de 1 y en Buenos Aires de 6,4. En homicidios, entonces, alcanzamos la mayor tasa: ¡14,3! Nunca tuve cifras más contundentes para demostrar la ineptitud y el fracaso en las políticas de seguridad.

No sé qué más podemos decir. ¡Se tiene que ir! Lo hemos dicho. ¡Ya está! ¡¿Siete años para tener estos números?! ¡¿2600 a 6000 rapiñas?! ¡Y la tasa más alta de homicidios!

Después tenemos la salud, señor presidente.

SEÑOR MICHELINI.- ¿Me permite una interrupción, señor senador?

SEÑOR HEBER.- Con mucho gusto y espero que el señor senador también conceda interrupciones.

SEÑOR PRESIDENTE (Guillermo Besozzi).- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR MICHELINI.- Señor presidente: en cuanto al término «machazo» al que hizo referencia el señor senador, debo decir que seguramente le adjudica un nivel superlativo, producto de la edad, porque no puede pensarse en el día de hoy que un género sea más importante o más fuerte que otro; supongo que ello fue producto de la pasión política.

Quería hacer esa puntualización y también decir que en mi intervención voy a transmitir que por lo menos razonamos distinto.

Ahora, en cuanto a las rapiñas, con todo respeto digo que el señor senador no está razonando bien. Hicimos el observatorio y los datos muestran que las rapiñas están a un determinado nivel, cuando antes estaban a otro. Esto puede deberse a un problema de medición; también pueden haber aumentado por el tema de las drogas. Pero no creo que el senador Heber nos esté acusando de que ese aumento se deba a que fomentamos las rapiñas. ¡Eso sería absurdo! Tan absurdo sería que supongo que su partido, si criticara al Frente Amplio de propiciar las rapiñas, no se hubiera sentado a discutir los temas de seguridad.

La seguridad nos preocupa a todos, y al Gobierno y al Frente Amplio más que a nadie. Nosotros no propiciamos las rapiñas. Es más, tenemos el nivel de gente presa por habitante –más allá del ordenamiento que ahora estamos modificando y que el año que viene se cambiará– más alto de América Latina. O sea, perseguimos el delito. Incluso, llamamos a la oposición y acordamos textos –que en algunos casos a esta bancada no la terminaban de convencer– con el objetivo de tener una política de Estado en materia de combate a la delincuencia.

Nosotros no estamos propiciando rapiñas, y si hay más que en el período 2000-2004, deben existir razones para ello; no es que esta fuerza las promueva. Y si hay razones, hay que combatirlas. Uno de los mecanismos para ello es volcar más recursos, aumentar los salarios de los policías, evitar la corrupción, conseguir mejores automóviles y motos, mejorar las comisarías, contar con servicios de técnica e inteligencia para verificar datos, mejorar los laboratorios, etcétera. Todo eso necesita recursos. Nos estamos ocupando, con fuerza y convicción. Estamos llevando presa a la gente que delinque. Por algo tenemos los mayores niveles de gente presa en América Latina en proporción a la población. Que esto es complicado y duro, ¡sí! Que se han instalado delitos vinculados a las drogas, ¡es verdad! Cualquiera de nosotros se tendría que poner en el pellejo del ministro del Interior o del subsecretario, que no saben cuándo van a atentar contra su vida porque en Uruguay hay mafias relacionadas con el narcotráfico. Es muy fácil hablar desde acá; la cuestión pasa por cómo combatir estas cosas, cuando todos los días se arriesga el pellejo. Pero esto no es algo que nos ocurra a los senadores y a las senadoras, señor presidente.

Por lo tanto, en este tema no solo razonamos de distinta manera, sino que hemos hecho cosas al respecto. Tan así es que estamos llevando adelante una serie de proyectos de ley en conjunto para que esto sea una política de Estado.

Agradezco la interrupción.

SEÑOR PRESIDENTE (Guillermo Besozzi).- Puede continuar el señor senador Heber.

SEÑOR HEBER.- ¿Cuántos minutos me quedan, señor presidente?

SEÑOR PRESIDENTE (Guillermo Besozzi).- Dispone de doce minutos.

SEÑOR HEBER.- Señor presidente: «machazo» no es de macho, no es machista. La Real Academia Española dice que es de valía, de importancia. También dice: «Dicho de un hombre: guapo». Reitero: la acepción refiere a la valía y a la importancia.

Me están solicitando interrupciones que concederé siempre y cuando me dé tiempo para contestar, porque la intervención del senador Michelini es para comentar.

Cuando menciono el total de las rapiñas no estoy hablando de procesamientos ni de presos; estoy hablando de rapiñas. El Gobierno estaba sin rumbo y creo que fue el senador Mieres quien propuso generar una discusión para tratar de elaborar una política de Estado en esta materia, de la que estamos muy lejos. En la Torre Ejecutiva buscamos acercarnos, ¡pero al día de hoy las normas que hemos votado en el Senado están siendo consultadas por la bancada del Frente Amplio al presidente de la república para no cumplirlas! Se trata, nada más y nada menos, que de la libertad anticipada cuando hay reincidencia; es lo mínimo que se pudo conseguir en las reuniones de la Torre Ejecutiva, pero ahora eso está siendo cuestionado por el Frente Amplio, que lo está consultando con el Poder Ejecutivo. No están cumpliendo con los acuerdos establecidos, señor presidente, y así va a pasar con cada uno de los proyectos que tenemos: el fracaso. Estamos hablando de una colectividad política que ni siquiera puede controlar a sus propios legisladores para cumplir los acuerdos con otros partidos. No los puede controlar en este presupuesto ni en lo que respecta a los proyectos de seguridad que ya hemos votado. ¡Hoy estamos viendo el incumplimiento de los acuerdos! ¡Están matando el proyecto sobre libertad anticipada que para mí fue el más importante avance que pudimos hacer frente a la excesiva comprensión del Poder Ejecutivo de los motivos sociales que llevan a la delincuencia, que llevan a aumentar las rapiñas de 2600 a 6000! ¡Y eso es culpa de quienes abrieron las cárceles y soltaron a los presos en este país, como lo hizo el Gobierno del Frente Amplio, por entender que estaban mal procesados y que había que generar una amnistía! ¡Y eso lo hizo el exministro Díaz junto con el presidente Tabaré Vázquez en su primer Gobierno! Por eso aumentaron la delincuencia y la reincidencia. De alguna manera, fue un gran mensaje a la delincuencia, en el sentido de que se venía la fiesta. ¡Abrieron las cárceles! ¡Perdonaron! ¡Abrieron las puertas de las cárceles para que salieran y delinquieran! Y de ahí en adelante, señor presidente, desde el 2006 hemos tenido más presupuesto para la Policía y más delincuencia. Esa es la verdad. Esa es la realidad: es el fracaso que sufrimos en la actualidad. Por eso estamos dando datos, que no son míos, sino del observatorio. Algunos periodistas manifiestan que el ministro del Interior está diciendo que bajaron las rapiñas, pero los números son estos. El ministro podrá mencionar datos de un mes a otro, o del trimestre, pero los datos del observatorio son otros. Los presupuestos que tenemos en nuestras planillas dicen que de USD 1.800:000.000 pasamos a USD 3.800:000.000. Sin embargo, las rapiñas han aumentado. No estoy diciendo que el ministro quiera que aumenten ni que promocione las rapiñas, sino que está fracasando. ¡Fracasa! No sabe conducir a la Policía ni da mayor seguridad a la población. Por eso hemos dicho que se tiene que ir: ¡porque fracasó! ¡Le dimos más plata y hay más delitos: más homicidios, más rapiñas, más hurtos! ¡Y esos son los resultados! Y eso lo dice el observatorio!

SEÑOR MARTÍNEZ HUELMO.- ¿Me concede una interrupción, señor senador?

SEÑOR HEBER.- Con mucho gusto se la concedo, pero le suplico que sea breve para permitirme hablar sobre la última perla del collar, que refiere a la salud.

SEÑOR PRESIDENTE (Guillermo Besozzi).- Puede interrumpir el señor senador Martínez Huelmo.

SEÑOR MARTÍNEZ HUELMO.- Quisiera hacer una reflexión sobre las afirmaciones que está realizando el senador Heber. En realidad, el senador recurre a algo que es muy común en la prensa y en las declaraciones de los dirigentes políticos sobre el tema seguridad pública. Permanentemente se sostiene un sofisma, es decir, se pretende hacer pasar por verdad algo que es falso. El senador Heber está estableciendo una relación directa entre gestión y fracaso. A mi modo de ver, eso admite una duda. Quiere decir que si con tantos millones hay que abatir el delito, ya sea rapiña u homicidio, si lo desarrollamos por el absurdo, podríamos llegar a que con determinada inversión, hecha con muy buena gestión, el delito sería cero. En mi vida nunca he visto que un Gobierno entregue la cárcel vacía. Por tanto, lo que debería explicar, antes de gritar tanto sobre el fracaso y la horrible gestión, es cómo habría que encarar la gestión para que, con una gran inversión, se llegue a delito cero. Esto debería ser programático y estamos dispuestos a escucharlo.

SEÑOR PRESIDENTE (Guillermo Besozzi).- Puede continuar el senador Heber.

SEÑOR HEBER.- Agradezco que me estén escuchando.

Quiero aclarar que las cifras que estoy brindando resultan del quinquenio y marcan un aumento. Por ejemplo, del año 2000 al 2005, de 6700 rapiñas se pasó a 9000, es decir que aumentaron 2300. Cuando yo digo que aumentaron en 6000, me estoy refiriendo al período que va de 2005 –cuando comenzó el Gobierno del Frente Amplio– a 2010, cuando de 9000 rapiñas se pasó a 15.000; es decir que aumentaron 6000. Y en el quinquenio 2010 a 2015, se llegó a 21.000 rapiñas; es decir, aumentaron 6000.

En la actualidad estamos hablando de 21.000 rapiñas desde el año 2015. Quiero subrayarlo porque me han dicho que había una confusión. No son 6000. ¡Esa cifra es lo que aumentó!

SEÑOR BORDABERRY.- ¿Cuántas eran en el 2005?

SEÑOR HEBER.- En el 2005 eran 9000.

SEÑOR BORDABERRY.- ¿Y en el 2015?

SEÑOR HEBER.- Son 21.000, señor senador. Ahí está la explicación del fracaso. Pasaron de 9000 a 21.000, señor presidente. Esto demuestra el fracaso. Además, si no le hubiéramos dado plata, podría entender que mañana viniera el ministro del Interior y dijera: «Sí, pero no tengo recursos para combatir el delito porque ha aparecido la droga». La droga siempre existió, quizás ahora más organizada. Insisto: les dimos plata, toda la que se solicitó y, sin embargo, la situación empeora; empeora; no mejora.

El Gobierno del Frente Amplio prometió que iba a bajar el 30 % de las rapiñas. ¡Quiero ver que cumplan con eso!

La señora senadora Payssé me solicita una interrupción por una alusión. ¿Cuántos minutos me quedan?

SEÑOR PRESIDENTE (Guillermo Besozzi).- Le restan dos minutos, señor senador.

SEÑOR HEBER.- Me gustaría otorgársela señora senadora, pero quiero terminar mi intervención, con la benevolencia de la Mesa –porque ya se me prorrogó la hora–, diciendo que ASSE aumentó su presupuesto en 170 % y bajó de 1:550.000 usuarios a 1:264.000. Observadores de ASSE hacen la comparación con el sector privado y señalan que sobre el tiempo de espera en Salud Pública no se suministran datos. Sí hay datos del sector privado pero, por ejemplo, no hay datos sobre tiempos de espera de un cirujano general, un pediatra o un ginecólogo. ASSE no informa sobre cómo utiliza el dinero destinado a la atención de la gente. Insisto, no hay datos, pero sí hay un delegado de los usuarios ahí sentado, que no pide datos. Hablamos de un delegado al que la gente ayudó a ocupar el lugar que tiene en ASSE y por el que cobra un sueldo para defender a los usuarios; sin embargo, no hay datos sobre la demora en la atención. En cuanto al índice de satisfacción, en lo que tiene que ver con los medicamentos llega al 72 %, en trámites 70 %, en disponibilidad de medicamentos 64 %…

(Suena el timbre indicador de tiempo).

–Termino, señor presidente, rápidamente.

En cuanto a la información sobre derechos, el índice de satisfacción es del 18 %; sobre recepción de quejas un 40 %, y un 60 % en lo que refiere al correcto control de las embarazadas. Esto quiere decir que el 40 % de un millón doscientos mil usuarios entiende que no están correctamente atendidas. En la atención de los niños de un año de edad, el porcentaje es de un 34 %. Les hemos dado 170 % de aumento en el presupuesto, ¡y tienen estos resultados! No dan datos y, además, no atienden bien a las mujeres embarazadas ni a los niños. ¡Otro fracaso, señor presidente!

Termino diciendo –como ya lo dijimos cuando discutimos el presupuesto en comisión– que no hay un proyecto de país; no hay un plan estratégico; no hay una propuesta para mejorar la productividad; no hay planteos para mejorar la competitividad; no hay un plan de mejora de inversión –en su momento hablaremos de todos estos temas–; no hay una política de empleo, como bien dijo el senador Delgado; no hay un plan de infraestructura; no hay una proyección clara de nuestra inserción internacional –que es un desastre–; no hay un plan para mejorar los costos de los combustibles y de la energía; no hay una reforma educativa; no hay, no hay, no hay. Lo único que me preocupa, a esta altura, es ayudar para que termine su trabajo la Administración del Frente Amplio porque es un desastre. Por lo tanto, estaremos tratando de ayudar para que termine su gestión y que no deje al próximo Gobierno el desastre que hoy tienen los números del Estado.

Muchas gracias.

SEÑOR BERTERRECHE.- Pido la palabra para contestar una alusión.

SEÑOR PRESIDENTE (Guillermo Besozzi).- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR BERTERRECHE.- Señor presidente: soy usuario de ASSE, tal vez sea el único en esta sala, y debo decir que me atienden muy bien, mucho mejor que en la institución privada que estaba antes. Me atiendo desde hace muchos años en ASSE y cada vez me atienden mejor. Pero ese es un dato personal, quiero ir a datos estadísticos como le gusta mencionar al senador Heber. Podemos hablar de los treinta niños por mil que se morían en Bella Unión. Es una cifra que se daba en el Gobierno en el que el senador participaba y que corresponden a indicadores del África subsahariana. Hoy, en Bella Unión, gracias al funcionamiento de ASSE –que, evidentemente, el senador desconoce; pasa lejos de las unidades hospitalarias públicas– se mueren seis y podemos decir que es un indicador mejor que el de los países promedio de la OCDE. Allá en Bella Unión –sé que a veces la sensibilidad no llega ahí, a mi sí– del 2014 al 2015, 300 niños dejaron de morir debido a las acciones que lleva adelante ASSE. Hay 300 niños que en este momento están jugando, gracias a la acción de ASSE. No creo que se respete esto pero, por lo menos, que se reconozca la acción de un organismo público al que se le da dinero, sí, pero está funcionando.

Gracias, señor presidente.

SEÑORA TOPOLANSKY.- Pido la palabra para contestar una alusión.

SEÑOR PRESIDENTE (Guillermo Besozzi).- Tiene la palabra la señora senadora.

SEÑORA TOPOLANSKY.- Señor presidente: como frenteamplista me he sentido aludida en reiteración y, también, como miembro del Gobierno, pero voy a tomar un solo punto porque, de lo contrario, no me alcanzaría el tiempo para contestar.

Quiero decir que la mejora de los salarios de la educación hace a la dignidad. No podemos tener a un maestro ganando $ 6000 o $ 7000. La descentralización, de la que hablamos todos, es un hecho. Durante los Gobiernos del Frente Amplio se ha desparramado la educación por todo el territorio nacional. Nunca hubo en el interior del país –y el señor presidente lo puede constatar– tanta oferta de educación terciaria y universitaria. Hoy un adolescente del interior ya no tiene que morir en Montevideo, como dice la canción. Puede ser universitario en Salto, en Tacuarembó, en Fray Bentos, donde fuere. Fundamos una nueva universidad dedicada al interior y no fundamos otra –la Universidad de la Educación, que la precisamos como el pan– porque a la hora señalada no estuvieron los votos, pues se precisa mayoría especial. Se universalizó la educación y siempre que se universaliza algo los promedios se ven alterados. Había situaciones sociales que hacían que determinados sectores quedaran excluidos. Los hemos ido a buscar y hay más. Los números absolutos pueden dar menos ingreso de niños porque, desgraciadamente, en este país nacen cada vez menos, pero hay que mirar los problemas en la complejidad y no en la simplicidad.

Quiero decir, también, que esa enorme oferta –sobre todo en el interior– de distintas carreras ha ido a talar una desigualdad. Muchas mujeres del interior profundo de este país cuando querían estudiar, se resignaban a seguir Magisterio –no estoy en contra de esta carrera– porque era la única carrera posible para este género; las familias enviaban a los varones a Montevideo y las mujeres quedaban ahí. Hoy pueden estudiar: Forestación, Bioquímica, Lechería, Mecatrónica; hay una oferta más rica, diversificada. Se trata de carreras más atractivas con miras al siglo xxi y seguramente los ingresos que obtengan serán mejores. A esto se le llama equidad. Entonces, citar números e interpretarlos con simpleza puede ser una estrategia. ¡No la comparto! No la comparto y me gustaría que se les preguntara a todos esos alumnos qué es lo que piensan. Quiero saber si los miles de alumnos que hoy van a Tacuarembó están mirando los datos que se daban. ¡No!

Es muy fácil sacar conclusiones de números fríos. La discusión sobre la educación se ha venido dando mal; yo he intervenido poco –digo la verdad– porque a veces me desmoraliza el carácter que toma la discusión –no quiero perder tiempo ni gastar pólvora en chimangos–, pero ahora decidí hacer estas aclaraciones porque me parece que hay cosas que no se pueden dejar pasar.

SEÑORA PAYSSÉ.- Pido la palabra para contestar una alusión.

SEÑOR PRESIDENTE (Guillermo Besozzi).- Tiene la palabra la señora senadora.

SEÑORA PAYSSÉ.- Muchas gracias.

Le había pedido una interrupción al señor senador Heber, pero como le quedaba poco tiempo, lógicamente, no me la concedió. El motivo de mi intervención no es presentar una queja al señor senador Heber, sino hacer referencia a un tema al que estaba haciendo alusión en ese momento, antes de pasar al tema de ASSE, de la salud.

Quiero referirme al tema de los delitos y principalmente de las rapiñas, al que hizo referencia atribuyendo la causa de todo esto a la llamada Ley de Humanización y Modernización del Sistema Carcelario. Así lo señaló el señor senador.

Simplemente quiero decir dos o tres cosas al respecto. Si revisamos las versiones taquigráficas de la época –independientemente de los sueltos de prensa sobre los que acá se acostumbra mucho a trabajar– veremos, en más de una oportunidad, la opinión de quien en aquel momento era comisionado parlamentario, asesor en materia de seguridad del partido del señor senador Heber e integrante de la delegación del Partido Nacional a la Comisión Técnica de la Torre Ejecutiva. Entonces, si vamos a las versiones taquigráficas me eximen de cualquier otro comentario porque fue el propio doctor Garcé quien, en más de una oportunidad, habló de una manera positiva sobre la Ley de Humanización y Modernización del Sistema Carcelario. Es más, los índices de reincidencia de aquellos que fueron liberados con motivo de esa ley son muchos más bajos que otros. Entonces, me eximo de hacer otro comentario al respecto. Es bueno recurrir a la documentación y, como bien decía la señora senadora Topolansky, hacer de los numeritos interpretaciones simples no es lo mejor. Por eso, voy a lo conceptual, a lo que se puede rescatar de lo que oportunamente –y en más de una circunstancia– planteó en su comparecencia a la Comisión Especial para el Seguimiento de la Situación Carcelaria, el entonces comisionado parlamentario, doctor Álvaro Garcé.

Para terminar, quiero referirme a un tema vinculado a cómo el Ministerio del Interior está trabajando sobre las rapiñas. El señor ministro ha concurrido en varias oportunidades a las comisiones de seguridad, pero también ha invitado a los partidos políticos a tomar conocimiento de los avances que se están realizando en esta materia y su control.

(Ocupa la presidencia el señor Raúl Sendic).

–Nos ha dado varias explicaciones sobre la georreferenciación, el sistema PADO, que también podemos leer en las versiones taquigráficas de las comisiones correspondientes. En ese sentido, me parecía bueno incorporar esta documentación al análisis que estaba haciendo el señor senador Heber. Por supuesto que tengo una visión diferente, pero me baso en argumentos esgrimidos por gente de su propio partido.

Muchas gracias.

SEÑOR BORDABERRY.- Pido la palabra para contestar una alusión.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR BORDABERRY.- Voy a hacer un par de puntualizaciones que me parecen importantes.

Respecto a la Universidad Tecnológica, en el interior a veces no vamos directamente a la historia fidedigna de la sanción de la ley. Recuerdo que a propuesta de nuestro partido se dijo que debía ser en el interior del país y el Frente Amplio respondió que no. Le dijimos que si no era así, no lo votábamos y nos respondieron por escrito que debía ser preferentemente en el interior. No estuvimos de acuerdo con eso y que si no eliminaban el término «preferentemente», no íbamos a acompañar con nuestro voto. El proyecto había sido nuestro. Finalmente sacaron el término y la instalaron en el interior, por lo cual no cabría decir ahora «fundamos la UTEC» en el interior. En realidad, esto fue gracias a la oposición que lo exigió. Para aquellos señores senadores que quieran leer lo que sucedió, tengo en mi poder el intercambio epistolar sobre la sanción de este proyecto de ley.

En lo que tiene que ver con la Universidad de la Educación, también fue un proyecto de ley que elaboró la oposición, lo tomó el Poder Ejecutivo y todos los partidos políticos estábamos dispuestos a votar todo el proyecto, salvo un artículo. Sin embargo, no se aprobó porque el sistema político no se puso de acuerdo en ese artículo, pero ¿que se diga que no se aprobó la creación de la Universidad de la Educación por culpa de la oposición? Podría decirse que fue por culpa del oficialismo que no cambió el artículo; por culpa de la carencia del sistema político que no supo ponerse de acuerdo en ese artículo. De una vez por todas, deberíamos intentar ponernos de acuerdo con ese tema, aunque parece que lo han postergado.

Respecto a ASSE lamento que el señor senador que se refirió a este tema no esté en sala en este momento. Él dice que es un muy buen usuario de ASSE y que lo tratan muy bien, pero lamento que haya pacientes en el Uruguay que cuando van a ASSE no tengan la misma suerte que un senador de la república. El año pasado, en el departamento de Durazno falleció una persona porque no había disponible una ambulancia, y en Paso de los Toros sucedió lo mismo, no mandaron el servicio. Entonces, no cabe decir que eso está bien. Y encima, otra vez hablan de los niños de Bella Unión, ese latiguillo que sacan a cada rato. Sería bueno que fueran para ver el desastre que hicieron con ALUR y todas esas cosas…

SEÑOR PRESIDENTE.- No se pueden hacer alusiones, señor senador. Así no terminamos más; termina siendo alusión de la alusión de la alusión.

(Interrupciones que no se escuchan).

SEÑOR BORDABERRY.- Voy a terminar y así no discuto con usted.

Si quieren también pueden ver lo que pasó en las colonias psiquiátricas el año pasado, durante el Gobierno del Frente Amplio, de esta maravilla que hoy tenemos. ¡Murió un paciente comido por una jauría de perros! ¡Murió un paciente comido por una jauría de perros!

¿Y nos vienen a hablar de los niños de Bella Unión? ¡Por favor! En el mejor momento económico y con todos los recursos. ¡No; por favor! Todos los Gobiernos tienen problemas, pero antes de ver la paja en el ojo ajeno, sería bueno que vieran si no tienen una viga en el propio.

Muchas gracias.

SEÑOR HEBER.- Pido la palabra para contestar una alusión.

SEÑOR PRESIDENTE.- Para hacer una aclaración sí señor senador, pero no para contestar una alusión.

SEÑOR HEBER.- Muy bien, voy a usar este instrumento. Me aludieron mucho, pero no importa.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor senador Heber para una aclaración.

SEÑOR HEBER.- No quiero herir la sensibilidad de la señora senadora Topolansky, a quien vi sensibilizada frente a los datos que dimos. Yo mencioné datos oficiales de la tasa de egreso de la educación media: es el 40 %; menos aún: por debajo del 40 %. Digo que eso es un fracaso ¿por qué? Porque Chile tiene un 80 %; tan fácil como eso. Si otros países pueden, ¿por qué nosotros no? Dije, señor presidente, que de acuerdo a las cifras oficiales la repetición en primaria era del 8,6 %, pero que había bajado al 5,4 % en 2013; y que era una buena noticia, pero falsa porque en el ciclo básico de enseñanza media pasó del 25 % al 32 %. Reitero: 32 %. También dije, señor presidente, que en el sexto año de primaria la tasa de repetición se ubica por debajo del 2 %, pero está por encima del 30 % en el primer año de ciclo básico. Dije, afirmé y demostré que primaria exportaba la repetición: no la bajaba sino que la pasaba al segundo ciclo. Por lo tanto, creemos que hay un fracaso. No quiero negar las vivencias personales que seguramente tengan los señores senadores: la señora senadora Topolansky mencionaba una y el señor senador Berterreche, otra. Pero los números de ASSE son estos, después del gran escándalo que hubo por el robo que hacían las empresas de limpieza en ASSE –por lo que terminaron todos procesados, señor presidente–, de recursos que deberían haber ido a la gente y que fueron mal administrados. Le hemos aumentado 170 % a ASSE y ha bajado de 1:500.000 a 1:200.000. Deberíamos tener –y exigir– mejores resultados. Los señores senadores del Frente Amplio se tendrían que enojar con los suyos por no cambiar estos números.

En cuanto al tema del Ministerio del Interior quiero decir que este resultado habla por sí solo; sí lo adjudico a la apertura de las cárceles. Nuestro partido votó en contra y advirtió que iba a pasar esto, lo votamos en contra en la Cámara de Representantes y en la Cámara de Senadores. Lo que estoy narrando y los números que estoy dando son consecuencia de toda la política sobre seguridad que instauró el presidente Vázquez en su primer período.

Para terminar, señor presidente y para aclarar que no se gobierna la enseñanza basta con hablar de la noticia del día de hoy: Fenapes no va a permitir que haya proyectos de inversión en los liceos. ¿Por qué? ¡Porque ya dijeron que van a hacer paro! ¿Por qué? ¡Porque los que gobiernan son ellos! Todas las medidas que tomó secundaria, señor presidente, fueron echadas para atrás por Fenapes y los sindicatos. ¡Están presos del sindicalismo! ¡Quienes gobiernan en la enseñanza son los sindicatos! El señor Netto y las autoridades solo cobran el sueldo porque si toman medidas sobre el tema de las horas, el sindicato dice que no y van para atrás. Si les dicen que tienen que hacer las asambleas fuera del horario de clase, pues, el sindicato dice que no, que se hacen en horario de clase. Ahora ya anunciaron la medida de que se van a oponer a los proyectos público-privados para que el Gobierno no pueda hacer más liceos; ¡están en contra del Frente Amplio! ¡Ustedes no gobiernan la enseñanza! ¡Están presos de los sindicatos! ¡Hoy estamos asistiendo a la ausencia del Gobierno en la enseñanza y en la salud! ¡Esa es la verdad!

SEÑOR MICHELINI.- En primer lugar, quiero sumarme para felicitar al equipo de funcionarios que tanto colaboró en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda y que prestigia la función pública. No dejo de soñar con que algún día la Cámara de Senadores tenga un equipo de funcionarios permanente, siguiendo día a día el presupuesto nacional, gobierne quien gobierne.

En segundo término, quiero felicitar al presidente de esa comisión, el señor senador Marcos Otheguy, porque siempre hay que tener mucha paciencia con todos nosotros y sobre todo conmigo, que en general distorsiono.

Antes de hacer mi intervención tengo que aludir a la última frase de la intervención del señor senador Heber, que me preocupó. Dijo: «Hay que ayudarlos a terminar». Conozco su convicción democrática y supongo que esto de que «hay que ayudarlos a terminar» debe haber sido producto de la pasión. Quiero creer que a nadie le está pasando por la cabeza que en Uruguay pueda ocurrir algo como lo de Paraguay o Brasil, porque esta no es la izquierda de Paraguay ni la de Brasil. Cuando alguien pone en tela de juicio la democracia, señor presidente, creo que sufrimos demasiado como para que dejemos pasar en silencio una frase aparentemente menor. Pero como conozco al señor senador Heber, sé que esa frase debe haber sido producto de la pasión. No creo que él –ni nadie– esté pensando en poner en tela de juicio la democracia uruguaya, que a él y a mí tanto nos costó.

SEÑOR HEBER.- Creo que se está dando vuelta la frase para que parezca que dije algo que no dije. Cuando hablé de ayudarlos a terminar era para no terminar con una herencia difícil de llevar en un nuevo Gobierno del Partido Nacional. Fue muy clara la referencia que hice, después se podrá ver en la versión taquigráfica. No hablo de terminar el Gobierno, sino de terminar con mejores números que los que estábamos hablando. Lo que manifesté fue en el sentido de que el Gobierno del Partido Nacional arranque con mejores números. Nunca se me va a pasar por la cabeza que Uruguay corra riesgo institucional.

SEÑOR MICHELINI.- Si mi perspicacia sirvió para aclarar este punto o para que el señor senador Heber me pidiera una interrupción y aclarara expresamente el contenido de sus palabras, me alegro. Reafirmo que la izquierda uruguaya tiene una larga tradición como para que si a alguien se le ocurre –no al señor senador Heber que acaba de aclararlo– sepa que, en esas circunstancias, nosotros no vamos a ser prescindentes o indiferentes.

Las intervenciones que hubo se dieron de diferente manera; una fue del señor senador Amorín, con la que discrepo, naturalmente, pero la hizo en determinados términos, y otra fue de los integrantes del Partido Nacional representados por los señores senadores Delgado y Heber, desde otro punto de vista. Si vamos a discutir la rendición de cuentas y los números del país y lo hacemos en los términos en que lo hizo el senador Amorín Batlle, quizá encontremos puntos de acuerdo, pero si lo vamos a hacer desde la perspectiva de los señores senadores Delgado o Heber es muy difícil que nos pongamos de acuerdo porque fue casi desde un discurso electoral y lo digo a título personal. Es muy difícil discutir los puntos de una rendición de cuentas cuando lo primero que se hace es anteponer la estrategia electoral para erosionar al Gobierno. Está bien que lo hagan, pero entonces esa discusión en el Senado se vuelve inútil. Fíjense que, en más de una oportunidad, durante estos años nos han criticado que los parlamentarios del Frente Amplio tenemos mano de yeso frente a lo que plantea el Gobierno y que no hay fisuras. Tendría que ir a buscar la versión taquigráfica, pero en algún momento hasta nos han puesto como obedientes del Gobierno. A renglón seguido, ahora nos dicen que algunos legisladores le doblaron la mano a todo el Gobierno, que el señor ministro Astori planteó una rendición de cuentas minuciosa y que la bancada de gobierno la tenía que aprobar así como así; y que si no lo hacía, si no había un intercambio, le estábamos doblando la mano al Gobierno. Entonces o tenemos mano de yeso o le estamos doblando la mano al Gobierno. Sin embargo, cuando el Partido Nacional tiene discrepancias puede expresarlas, porque son hombres y mujeres libres. Entonces, ¿qué quiere que le diga? Así no se puede discutir. Cuando la conducta es de respaldo al Gobierno tenemos la mano de yeso y somos obedientes, pero cuando nuestra actitud es de intercambio con el Gobierno –puedo discrepar sobre algunas cosas que plantearon mis propios compañeros–, ¿no podemos opinar? Además, si opinamos y esa voluntad se expresa mayoritariamente, se dice que le doblamos la mano al Gobierno. Ahora bien, cuando el Partido Nacional se expresa, son hombres y mujeres libres. Reitero que así no se puede discutir; no se puede hacerlo bajo el eslogan.

Hay muchas cosas del Gobierno para criticar, y el señor senador Amorín se refirió a algunas de ellas. Diferimos incluso con las palabras, porque nosotros hablamos de consolidación y él de ajuste; nosotros dijimos que era necesaria una consolidación y él, un ajuste, aunque aclaró que no está de acuerdo con este. Sin embargo, lo que no se puede hacer, desde otras filas, es trasmitir que nos anunciaron que los números del año pasado no iban a ser los que el Gobierno estaba previendo, pero cuando estos se consolidan y se intenta corregir, se oponen a este «machazo» ajuste fiscal, según palabras del señor senador Heber, quien por su pasión o su edad, pone un elemento superlativo al género masculino.

El Gobierno hizo sus proyecciones el año pasado y, en aquel momento, se nos dijo que eran generosas. Nosotros hicimos un proyecto de presupuesto en los primeros meses del año pasado pero, una vez presentado, los números se fueron modificando a la baja y se empezaron a deteriorar levemente. Si a cualquier extranjero, por ejemplo, europeo o norteamericano, le decimos que el Gobierno previó un aumento del producto bruto interno y que hizo sus pronósticos de recaudación fiscal de acuerdo con eso, pero que el crecimiento no fue el que se esperaba porque tuvo un punto y medio menos, seguramente se van a reír, teniendo en cuenta la situación fiscal y los pronósticos que han tenido Europa y Estados Unidos en los últimos años.

Como el país no creció lo que esperábamos, los recursos de que dispondríamos este año, no los vamos a tener. Entonces, ¿qué hace el Gobierno? Corrige la marcha. ¿Qué otra cosa podía hacer? Lo hace teniendo presente que, además, había que gastar recursos adicionales por leyes que votamos aquí como, por ejemplo, para los cambios en la Justicia. Se destinaron muchos recursos para la aplicación de la nueva normativa de la Justicia. Quiere decir que no solo el desempeño de la economía disminuyó con respecto a lo que esperábamos sino que, además, teníamos compromisos económicos para poner en funcionamiento reformas profundas en el sistema judicial, como la implementación del Código del Proceso Penal, que implicaban que tuviéramos que tocar algunos de nuestros programas, que para nosotros son muy importantes y están muy metidos en nuestra piel y en nuestro corazón. En 2017 podríamos haber postergado la entrada en vigencia del Código del Proceso Penal para 2018 y hubiéramos afectado menos programas sociales; pero en lugar de actuar al grito, lo hemos hecho con responsabilidad.

El año pasado se nos decía que los cálculos que hacíamos de crecimiento del país eran optimistas porque íbamos a crecer menos, lo cual ocurrió. En consecuencia, el país recaudó menos, pero a pesar de ese planteo de que nuestros pronósticos eran optimistas, de todos modos pidieron que el gasto se aumentara en cerca de $ 200:000.000. Nos decían que estábamos aumentando demasiado el gasto, que el país no iba a crecer en la medida en que pensábamos pero, de todas formas, había que votar una cantidad de cosas.

En esta rendición de cuentas han sido más prudentes y el Partido Nacional no planteó una suma de $ 200:000.000, pero sí propone $ 66:352.816 de incremento del gasto. Entonces, el país creció menos, los recursos son más escasos y el Gobierno sensatamente plantea una consolidación fiscal que tiene que hacer con el Parlamento donde, obviamente, hay negociaciones presupuestales. Esto sucede en cualquier parte del mundo y si no, díganme qué país no la tiene. Además, en 2017, el Gobierno debe incorporar todos los gastos de Justicia y el Partido Nacional plantea más gastos. Se nos dice que la parte de recursos no se puede votar porque es un ajuste machazo y no se puede recortar el gasto social –nosotros no queremos recortar este gasto–, no se pueden aumentar los impuestos, no se puede mantener el déficit fiscal actual y, además, hay que contemplar los $ 66:000.000 que nos plantean, porque son los dueños de la razón. Esto es como un boxeador al que le atan las manos y los pies, lo atan a las cuerdas y que empiece el match. ¿Cómo va a resistir la economía uruguaya si ponemos todas esas restricciones? Es muy difícil discutir así, salvo que se esté en campaña electoral; ahora estamos en otra cosa.

El señor senador Amorín planteó sus discrepancias porque nosotros hablamos de consolidación y él habla de ajuste, pero reconoce que algo hay que hacer. Esto no es lo que le gustaría, no lo va a votar, pero admite que hay que hacer un ajuste. En cambio, el Partido Nacional dice: «Ajuste machazo, no; ni ajuste ni nada, no hagan nada». ¿Esa nada, qué es, señor presidente? ¿Que vayamos a la deriva?

El señor senador Delgado, que es una persona inteligente –y vamos a no hacernos trampas al solitario porque ninguno de los que estamos acá es tonto–, hizo un repaso del aspecto tributario, que podemos discutir en forma individual. Incluso, podemos discutir sobre ese artículo que él dice que es retroactivo –quizás mañana alguien lo plantea en la Suprema Corte de Justicia y esta tendrá que decidir–, pero lo que plantea el Gobierno es muy simple y voy a explicarlo. Cuando las empresas que presentan sus balances no reparten y tampoco invierten sus ganancias, las van dejando ahí y van dando adelantos a los socios, que no tributan por IRPF y tampoco por IRAE. Pasan los años, y en el momento en que hacen la consolidación del balance, tienen que pagar los impuestos, y no el 25 % sino el 7 %. La norma establece que si a los tres años la persona no lo hizo, se hace ficto, y cuando lo haga, se le descontará lo que tuvo que pagar. Pero esos recursos los tienen que pagar, obviamente descontando las inversiones.

SEÑOR AMORÍN.- ¿Me permite una interrupción, señor senador?

SEÑOR MICHELINI.- Con mucho gusto.

SEÑOR PRESIDENTE.- Puede interrumpir el señor senador.

SEÑOR AMORÍN.- Señor presidente: no es eso lo que establece la norma. Lo que allí se dice es que si no se repartieron utilidades desde el año 2007 hasta ahora, hay que pagar absolutamente todo, aunque no haya habido retiro de ningún tipo; lo tienen que pagar. Eso está mal y es peligroso porque va en contra, básicamente, del sentido de tranquilidad, en contra de la inversión y en contra de la seguridad jurídica. Es así; no tengo la menor duda de eso. Creo que esta norma está mal, aunque sé que recauda; es más, si no fuera así, estaríamos hablando en otros términos y seguramente esta norma se quitaría porque hace mucho daño. Recauda, por lo menos, USD 100:000.000 –según un cálculo conservador que hemos hecho– pero esta norma está mal; lo quiero dejar absolutamente claro.

Muchas gracias.

SEÑOR PRESIDENTE.- Puede continuar el señor senador Michelini.

SEÑOR MICHELINI.- Probablemente, tengamos una discrepancia de interpretación. No es que la norma recaude; la norma recaudó pero los empresarios no pagaron, y sacaron a cuenta; entonces, va pasando el tiempo y se benefician de no pagar el 7 %. Si yo dejo los recursos y voy retirando adelantos a cuenta, estoy evadiendo el impuesto, pero como en el balance no lo consolidé…

SEÑOR AMORÍN.- ¿Y si no retiró?

SEÑOR MICHELINI.- Si no retiró, probará que no lo hizo.

SEÑOR LARRAÑAGA.- ¡Está hablando sin saber!

SEÑOR MICHELINI.- Bueno, está bien, senador Larrañaga; los únicos que saben son ustedes. ¡Perfecto!

Sigamos, señor presidente. Mi interpretación es que acá se está pidiendo que a los tres años se consolide. Si no se retiró, se explicará en la Dirección General Impositiva, pero a los tres años tienen que hacerlo ficto, porque si hay retiros a cuenta, ¡tienen que pagar! Si la norma no está bien redactada, hagámoslo, porque si hay retiros a cuenta, ¡tienen que pagar! No podemos hacer que unos paguen y otros se salteen la norma.

SEÑOR BORDABERRY.- ¿Me permite una interrupción, señor senador?

SEÑOR MICHELINI.- Enseguida se la concedo.

Volviendo a la intervención del senador Delgado, él hizo un racconto de cada uno de los artículos y después dijo que hay un artículo –él lo sabe– que permite bajar dos puntos de IVA si se paga con mecanismos electrónicos. No sé si fue exactamente esa la frase pero, en primer lugar, esta es la primera vez que veo un ajuste fiscal que rebaja impuestos; por eso no le llamamos ajuste fiscal: porque lo que estamos haciendo es una consolidación fiscal para que la economía del Uruguay esté más robusta.

En segundo término, nunca se menciona este artículo que, dependiendo del caso, estamos hablando de entre USD 40:000.000 y USD 50:000.000, una cifra nada menor que beneficia –naturalmente, teniendo elementos electrónicos– a quienes destinan un porcentaje muy alto de su salario al consumo, frente a otros que, como tienen capacidad de ahorro, el IVA no los afecta. Pasar este artículo por arriba y seguir insistiendo en que estamos frente a un ajuste machazo, cuando lo que estamos haciendo es la consolidación de un punto del PIB, sinceramente, creo que es estirar el sentido y el significado de las palabras.

Le concedo con mucho gusto la interrupción al señor senador Bordaberry.

SEÑOR PRESIDENTE.- Puede interrumpir el señor senador.

SEÑOR BORDABERRY.- Señor presidente: sé que es un tema de técnica jurídica, pero creo que es bueno tenerlo claro. Voy a tratar de ser bien explicativo quizás para señalar lo que creo es un error de interpretación del señor senador Michelini.

Hasta el año 2007 las empresas pagaban el 30 % de impuesto a la renta; o sea que, sobre la renta neta, se le aplicaba el 30 %. Hasta ese año, por retirar los dividendos no se pagaba nada. El contador Astori –en aquel entonces ministro de Economía y Finanzas– explicó que hacía una reforma tributaria y que iba a bajar el impuesto a la renta, del 30 % al 25 %; es decir que se iba a pagar un 5 % menos de impuesto a la renta –lo cual era una buena noticia–, pero con el voto del Frente Amplio puso un impuesto al retiro de los dividendos y utilidades del 7 %. O sea que antes se pagaba un 30 % por la renta de la empresa y no se pagaba nada cuando se retiraban las utilidades, y se pasó a pagar un 25 % por la renta de la empresa y, si el accionista o propietario retiraba utilidades o dividendos, pagaba un 7 %. 25 más 7 es igual a 32. Ese fue el cambio; no sé si soy claro. ¿Cuál fue el fundamento que dio el contador Astori? Dijo: «Queremos proponer que no se retire dinero de las empresas. Incentivamos a la gente a que haga eso, a que no lo retire, a que lo deje en la empresa; por eso bajamos la renta y gravamos el retiro de utilidades». Eso fue lo que se hizo y se dijo públicamente. ¿Qué fue lo que pasó? Algunos reinvirtieron el dinero; los que lo retiraban como préstamo no sacaban beneficio porque el préstamo estaba gravado a un 25 % –es decir que era peor todavía–, y muchos lo dejaron como capital de giro, como fondo por si lo necesitaban. Esas eran las reglas de juego, y el que lo hacía no evadía, porque no era evasión –lo sabe la Dirección General Impositiva–; sencillamente estaba respondiendo a un estímulo que le había dado el Gobierno en el año 2007. Y lo dejó ahí. Ahora el Gobierno decide cambiar de opinión y dice: «No quiero más que dejen las posibles utilidades y dividendos en la empresa». Está en su derecho de hacerlo, de aquí en adelante. Pero no lo hace así, porque dice que todo lo que se acumuló como consecuencia del estímulo de estos años, va a quedar afectado por un impuesto ficto retroactivo al 2007. Esto es único en la literatura tributaria mundial, porque es un hecho ficto –que no existe–, que va para atrás. Todo lo que la doctrina dice que no hay que hacer, lo están haciendo. ¡Es inconstitucional! Y se grava a partir del año 2017.

No sé si fui claro, pero decir que alguien evadió porque respondió a un estímulo fiscal, es equivocado, porque no evadieron, y si lo hubieran hecho, la Dirección General Impositiva hoy estaría detrás de ellos.

Muchas gracias; espero haber aclarado el punto.

SEÑOR PRESIDENTE.- Puede continuar el señor senador Michelini.

SEÑOR MARTÍNEZ HUELMO.- ¿Me permite una interrupción, señor senador?

SEÑOR MICHELINI.- Con mucho gusto.

SEÑOR PRESIDENTE.- Puede interrumpir el señor senador Martínez Huelmo.

SEÑOR MARTÍNEZ HUELMO.- Señor presidente: solo quiero dejar una constancia.

Este tema fue estudiado con mucho detenimiento en la comisión. El subsecretario, que además fue director de la Dirección General Impositiva, nos dijo que este artículo es una norma antiabuso. En el año 2007 el impuesto a la renta de la actividad empresarial había bajado su alícuota del 30 % al 25 % –tal como se acaba de escuchar– y, como contrapartida, la distribución de utilidades se había gravado con un 7 % del IRPF, lo que hacía que la tasa de impuesto efectiva fuera del 30,25 %. Ese 7 % de IRPF de categoría 1 se pagaba a partir del momento en que se realizaba la distribución formal de utilidades. Pues bien, a partir del establecimiento del IRPF y de esa mecánica de liquidación, desde el 2007 a la fecha –reitero: desde el año 2007–, el 85 % de las empresas del Uruguay que pagaban el impuesto a la renta de las actividades empresariales, que debían aportar ese 7 %, no realizaron la distribución formal de utilidades, aunque sí la realizaron de otra forma, por ejemplo, a través de las cuentas de socios, accionistas, y otras vías, que no necesariamente eran de evasión, pero sí de elusión del pago de este impuesto.

En los mismos términos se expresó el contador Romano el día que compareció el Ministerio de Economía y Finanzas. Además, el Ministerio de Economía y Finanzas y la Dirección General Impositiva hicieron una consulta sobre este punto, a tres estudios jurídicos muy importantes. El doctor Andrés Blanco –profesor agregado (grado 4) de Derecho Financiero de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República– en sus conclusiones dice: «Por lo tanto, en caso de aprobarse por la Asamblea General la modificación propuesta para la aplicación del IRPF y el IRNR sobre las rentas no distribuidas por contribuyentes del IRAE, dichas disposiciones no podrían calificarse como retroactivas y, en consecuencia, no serían inconstitucionales cualquiera sea la posición que se adopte acerca de la existencia o no de una prohibición constitucional de retroactividad de las leyes y otras normas». En el mismo sentido se expresaron los doctores Sebastián Arcia –profesor titular de Derecho Financiero I y II de la Facultad de Derecho de la Universidad de Montevideo– y Mario Ferrari Rey –profesor adjunto a la Cátedra de Derecho Financiero (grado 3) de la Universidad de la República–, pero no voy a leer este documento, ya que está al alcance de todos los señores senadores.

Estas eran las constancias que quería dejar.

Muchas gracias.

SEÑOR PRESIDENTE.- Puede continuar el señor senador Michelini, que dispone de tres minutos para finalizar con su intervención.

SEÑOR BORDABERRY.- Pido la palabra.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR BORDABERRY.- Formulo moción para que se prorrogue el tiempo de que dispone el orador.

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar la moción formulada.

(Se vota).

–19 en 20. Afirmativa.

Puede continuar el señor senador.

SEÑOR MICHELINI.- Agradezco al Senado, señor presidente.

En una de las charlas, de esas que tenemos fuera de la comisión con representantes del Ministerio de Economía y Finanzas o de la Dirección General Impositiva –no recuerdo exactamente–, planteé alguna inquietud sobre el tema y dije que lo habría redactado de otra manera. Sí hubiera utilizado los tres años para establecer que ninguna empresa puede dejar de presentar sus tributos más allá de ese plazo, pero les hubiera dado un año más para presentar todas aquellas cuestiones relativas a los tributos que estuvieran atrasadas; pero una vez presentadas, tendrían que pagar.

Sé que en este momento el señor senador Bordaberry no está escuchándome.

SEÑOR BORDABERRY.- Disculpe, sí lo estoy escuchando.

SEÑOR MICHELINI.- Lo que quiero decir es que quizá la intervención del señor senador me ayuda, porque yo estuve discutiendo sobre el tema y señalando que en lugar de ir a esto tan barroco, se podría fijar un plazo de tres años y dar un año más para que todas las declaraciones fiscales de rentas acumuladas pudieran ser presentadas al año siguiente y, en ese momento, pagadas.

Hay quienes creen que esto no tiene ese flanco que abren algunos señores senadores, pero si lo tuviera, podríamos ir a una redacción mucho más sencilla que apuntara a que hicieran la consolidación de su balance, presentaran lo que tuvieran que presentar y en ese momento pagaran. Esto de los tres años es algo ficto –además, lo dice–, pero podemos verlo en la discusión particular. Estamos hablando de que el 85 % de las empresas –no es menor– dieron los dividendos gravados y hay otras que tuvieron, a nuestro entender, prácticas abusivas. Con esos que actuaron bien, no hay problema. Ahora, hay quienes teniendo dividendos gravados por IRPF o IRAE nunca distribuyeron esos dividendos. Algo está pasando; capaz que esta redacción tan barroca y tributarista puede presentar el flanco que nos plantean, pero esos impuestos los tenían que pagar, señor presidente.

Brevemente, voy a dar una noción –ya lo hizo con mucha capacidad el señor senador Otheguy– de la razón por la cual primero hacemos una consolidación de un punto del PIB y no más. ¿Por qué no más? ¿Por qué dentro de ese punto del PIB hay una relación distinta entre la configuración de gastos y la de ingresos? Y dentro de los ingresos, ¿por qué tratamos de afectar las ganancias o el ahorro e intentamos no tocar el consumo? Es más, mediante mecanismos electrónicos, lo premiamos. Puede parecer que es al azar, pero esto tiene una racionalidad.

Si nosotros aspiráramos a que en un momento de baja la consolidación fiscal estuviera muy por encima del 1 % –salvo que la economía tuvieran un desempeño superior al proyectado, como el que esperamos ver a mediados de 2017 y con más fuerza en 2018–, por ejemplo, en dos puntos, le estaríamos haciendo un «parate» en un momento de baja, provocando una menor recaudación. Podemos discutir sobre aquella frase de las vacas gordas y las vacas flacas –que en general se cumple en un 80 %–, pero en el momento en que la economía está a la baja, si el Estado reduce el gasto, propicia aún más la baja; entonces, hay que actuar con cuidado.

Por lo tanto, de los USD 500:000.000 y pico de consolidación fiscal, solo USD 130:000.000 son de gastos, y algunos con reformas estructurales, como la de la Caja Militar, proyecto de ley que va a ser enviado antes de fin de año.

El objetivo de la reforma estructural no es solamente el déficit de 2017, 2018 y 2019, sino reestructurar algo que está mal para que esté en los términos correspondientes y no repercuta en el déficit fiscal. De esos USD 130:000.000, estamos tratando de no afectar el consumo del Estado, siempre dentro de las condiciones y los márgenes que tenemos, porque si así lo hiciéramos, estaríamos provocando un «parate» en la economía. Por lo tanto, podemos discutir si tendríamos que haber gastado o no, pero dejar de gastar en este momento que estamos en baja puede ser contraproducente. Obviamente hay que gastar bien, obviamente hay que mejorar el gasto y obviamente este Senado tiene que ser celoso del gasto; pero se dice que se pide un menor esfuerzo al Estado y eso no es así. Pedirle un esfuerzo mayor a esos 130:000.000 puede repercutir en el empleo, que para nosotros es muy importante; seguramente lo es para todos, pero para el Frente Amplio –aunque le digan que está preso de los sindicatos– el tema del empleo está en su ADN. Nosotros no queremos afectar el empleo y por eso estamos actuando con ponderación.

En el tema de los ingresos hay una serie de medidas que estamos tomando con cautela, algunas de las cuales habrá que corregir en el futuro y otras que son más permanentes. ¿Dónde ponemos el énfasis? En las ganancias de las empresas –las que tuvieron ganancias deben pagar– y en los altos ingresos, dentro de las restricciones que tenemos. Creemos que las pautas de consumo de las personas con altos ingresos no se van a modificar; no van a afectar su consumo personal y, por lo tanto, tampoco su actividad. Reitero que lo hacemos dentro de las restricciones que tenemos. Es más lógico pensar que alguien de altos ingresos modifique sus pautas de consumo como producto de que está exportando menos, y no por el efecto fiscal. No debemos olvidar que Uruguay produce alimentos para 30:000.000 de habitantes y que nosotros apenas superamos los 3:000.000; por lo tanto, si la actividad de exportación mantiene niveles de mercado y de precios, esas personas no van a cambiar sus pautas de consumo. Lo que nosotros les estamos pidiendo puede afectar el ahorro y no el consumo. ¿Por qué apostamos al consumo? Porque el consumo es parte de la actividad. No queremos que afecte el consumo del Estado en su gasto público y tampoco queremos que afecte el consumo privado, por lo que gravamos los ingresos mayores y las ganancias de las empresas.

Se me dirá: «Pero un sueldo de $ 50.000 no es alto». Sí, señor presidente; pero cuando hacemos el cálculo de lo que estamos gravando en un salario de $ 50.000 –si la persona no tiene otras rentas, en cuyo caso estaría en otra categoría–, vemos que si la persona usa la tarjeta, emparda o gana. ¿Por qué menciono el uso de la tarjeta? Porque en la medida en que de parte de la demanda haya una fuerte convicción de gastar utilizando estos instrumentos –por eso resignamos dos puntos del IVA–, vamos a bajar la informalidad y la venta sin factura, y van a cambiar las pautas de conducta. El nivel de informalidad en el pago de impuestos en el país, que cuando el Frente Amplio asumió estaba por encima del 32 % en lo que respecta al IVA, hoy está en un 10 %, cuando los países con menos informalidad rondan el 7 %. Sabemos que será muy duro bajar al 7 % a través de mecanismos electrónicos, del cambio de la cultura, de que haya más POS, de que todo el mundo se acostumbre a que se paga de esa manera, pero vamos a ir bajando esa informalidad y, a la larga, esos dos puntos de IVA que no recaudemos en 2017 y 2018 seguramente permitan empatar hacia el futuro. Además, es una señal al consumo y a la actividad.

Todo esto tiene una racionalidad; no será perfecto y veremos el año que viene cómo sale, pero tiene una racionalidad. Por supuesto que cuando uno hace un presupuesto es un «pre-supuesto»; no sabe cómo se va a manejar la actividad.

Ninguno de los que dijeron que esos pronósticos eran muy optimistas, mencionaron que Brasil iba a tener entre el 4 % y el 5 % de caída de su producto. ¡Nadie lo hizo! Tampoco plantearon que, más allá del primer entusiasmo que hubo en la hermana República Argentina ante el cambio de gobierno, su economía no iba a arrancar a la velocidad que los propios gobernantes electos habían anunciado. Tenemos dos socios comerciales importantes, que nos afectan directamente, que están sorteando coyunturas políticas y económicas complejas. Ninguno de los que están acá, cuando decían que éramos muy optimistas al hablar del desempeño de Uruguay con un punto o un punto y medio más de producto –los europeos se reirían de nosotros–, advirtieron que su falta de optimismo se debía a que existía un diagnóstico hipercomplicado sobre la región. Si a esto se agrega que China tuvo un desempeño por debajo de lo esperado, y que nuestro cuarto socio comercial está en una crisis económica muy importante –me refiero a Venezuela– y se cortó como consumidor de nuestros productos, el hecho de que el año pasado la economía uruguaya haya crecido al 1 % frente a este panorama y que este año también crezca, aunque sean décimas, habla muy bien de ella. ¡Estamos resistiendo una situación compleja! Nuestro barco está sorteando aguas muy complicadas y olas de muchos metros. El desempeño de la economía de todos los uruguayos –no el desempeño del Gobierno– ha tenido una muy buena performance. Por supuesto que hay áreas, como la láctea –entre otras–, que están sufriendo, pero en el concierto general la realidad es otra.

Tengamos en cuenta que, desde que hay números, cuando caía Argentina caíamos nosotros, y cuando ella se levantaba, nos levantábamos nosotros. Después se incorporó lo de Brasil. Si caía Brasil, nos afectaba a nosotros; si caía Argentina, nos afectaba a nosotros; y si caían los dos nos fundíamos nosotros. ¡Hoy caen los dos y estamos resistiendo! ¡Estamos resistiendo! Y el Gobierno es conteste: no está afectando el consumo público, o lo afecta mínimamente. En su capacidad de recaudar impuestos no afecta el consumo, sino el ahorro; pide un esfuerzo a las empresas en sus ganancias y estimula el consumo a través de esos dos puntos de IVA.

Creo que esto es muy sólido, muy consistente. ¡Ojalá dé resultado! Deberíamos alegrarnos todos de que dé resultado. No es bueno que le vaya mal a la economía uruguaya y al Gobierno uruguayo; tampoco lo son estos pronósticos. Si nos va mal en la consolidación fiscal, naturalmente va a haber problemas. ¡Ojalá la economía uruguaya resista más!

Es cierto lo que dijo el señor senador Amorín Batlle en cuanto a que tenemos un nivel de endeudamiento barato producto de decisiones que se tomaron en el Gobierno de Batlle –¡sí!–, como tan cierto es que tenemos un endeudamiento a tasas baratas porque el Gobierno de Tabaré Vázquez, luego el de Mujica y después el de Vázquez –si quieren, el equipo económico encabezado por el ministro Astori– generaron una enorme confianza.

Una vez –y con esto voy a ir finalizando–, cuando Chile salía de la Dictadura –nosotros lo habíamos hecho unos años antes–, me encontré con el diputado y economista Jaime Estévez, un tipo inteligente y capaz, cuya trayectoria no seguí en los últimos años. En aquel momento, a la salida de la Dictadura, reitero, el novel diputado Jaime Estévez preparó un discurso para pronunciar en la OEA sobre todas las imperfecciones que a su entender tenía la economía chilena en términos de equidad y de políticas sociales; hizo un índex de los problemas de la economía que había llevado adelante la Dictadura chilena. Llegó a la OEA y se anotó para intervenir, pero los diez participantes que hablaron antes que él, en el acierto o en el error, avalaron la buena performance que tenía la economía chilena en función de su nivel de inversiones. Él me decía: «Rafael: la economía chilena tenía problemas, y todos me estaban diciendo que por el nivel de inversiones que teníamos –que lo teníamos– nuestra economía era muy próspera. Y yo venía a decirles que no era así». Entonces, le pregunté: «¿Qué hiciste?». Y me contestó: «Rompí el discurso y hablé de las bondades de la economía chilena, que por supuesto también las tenía».

Yo no le voy a dar malas noticias al mundo exterior, señor presidente, cuando todos hablan bien de nosotros.

Por supuesto que el desempeño del dream team al que hace referencia el señor senador Delgado debe tener mil complicaciones. Nadie es perfecto, nadie hace las cosas bien al cien por ciento, pero Uruguay está resistiendo y todos hablan bien de la economía uruguaya. Yo no quiero tener al Fondo Monetario Internacional en contra; logramos sacárnoslo de arriba y hacemos nuestras propias políticas. ¿Para qué voy a elegir a un enemigo que hable mal de mí, que me califique mal y que pueda hacerme perder el grado inversor? Hacemos lo que tenemos que hacer: dar un mejor bienestar a los uruguayos. Cada vez que se habla mal del desempeño del equipo económico –que es muy bueno– y de la economía uruguaya, yo digo: «Por suerte no les creen»; «¡Por suerte no les creen!». Si les creyeran, el problema no sería que el Frente Amplio no ganara las próximas elecciones –¡eso es menor!; un día las gana uno y otro día, uno distinto–, sino la suerte de los uruguayos. Si les creyeran y la gente dejara de invertir y de confiar en el país, ajenos y propios, ¿a cuánto se iría el desempleo en el Uruguay? ¡Por suerte no les creen! ¡Por suerte, señor presidente!

Y si la economía sigue rindiendo, vamos a seguir fortaleciendo las políticas sociales, en las que creemos y de las que estamos convencidos.

SEÑOR HEBER.- ¿Me permite una interrupción, señor senador?

SEÑOR DELGADO.- ¿Me permite, señor senador, para contestar una alusión?

SEÑOR MICHELINI.- No sé cuantos minutos me quedan, señor presidente. Concedo ambas interrupciones, pero no quisiera quedarme sin capacidad de respuesta.

SEÑOR PRESIDENTE.- Igualmente usted no puede conceder la palabra para contestar una alusión; puede conceder interrupciones. Cuando se trata de una alusión, se tiene que pedir la palabra al presidente.

SEÑOR MICHELINI.- ¿Cuánto tiempo me queda?

SEÑOR PRESIDENTE.- Le quedan nueve minutos, señor senador.

SEÑOR MICHELINI.- Si son breves, concedo las solicitudes que me han hecho los señores senadores Heber y Delgado, por su orden.

SEÑOR PRESIDENTE.- Puede interrumpir el señor senador Heber.

SEÑOR HEBER.- En realidad, yo había pedido una interrupción; puede concedérmela o no. Agradezco que me la conceda, como yo se la concedí a él en su momento.

En algún momento de su exposición el señor senador Michelini hizo referencia a que el Partido Nacional había presentado una propuesta que contenía un aumento del gasto y que, por lo tanto, estaba desequilibrando más la rendición de cuentas. En ese sentido hizo una argumentación que no es real. Nosotros, como partido, no fuimos invitados a participar de una mesa para cambiar el ajuste; de haber sido invitados a una discusión para ver la posibilidad de evitar el ajuste, hubiéramos hecho un esfuerzo para buscar recaudación y financiación genuina, en lugar de presentar un proyecto alternativo.

Simplemente dejamos constancia de que no nos gusta este recorte de gastos; por ello, votamos hasta sin análisis los proyectos que mandaron los organismos comprendidos en el artículo 220 de la Constitución. Cuando llegue el momento de votarlos, dejaremos como constancia política –no como financiación, y menos como aumento del gasto– que discrepamos con lo que ha hecho el Gobierno con estos organismos.

Reitero que la oposición nunca fue invitada a sentarse a trabajar. Es más, el diputado Gandini presentó una propuesta alternativa que fue rechazada en la Cámara de Representantes, y ahora, para financiar lo que no se financió allí, el propio Frente Amplio toma la propuesta de ahorros del mencionado legislador para evitar el recorte social que se hace en esta rendición de cuentas. Los señores senadores del Frente Amplio lo usaron para cubrir el agujero de financiación que en la Cámara de Representantes no se había encontrado.

Entonces, no es cierto que el Partido Nacional presente aditivos para aumentar el gasto –dejamos esa constancia–, porque sabemos que no va a salir. Ahora bien, ¿hubo una instancia de negociación? No, no la hubo; no existió ninguna invitación ni voluntad del Gobierno para tomar ideas, salvo algunas que las tomaron para poder tapar el agujero que se había generado en la Cámara de Representantes. ¡Esa es la verdad!

Nosotros no somos partidarios de desfinanciar un presupuesto. Es más, nuestra preocupación en la comisión era, justamente, que las cifras dieran, para que no fueran inconstitucionales los recortes del gasto y los ahorros presentados por el Frente Amplio en el artículo 6.º, sobre lo que, cuando llegue el momento, hablaremos in extenso. Nosotros no vamos por esa línea ni creemos que ese sea el camino; creemos que hay otro camino alternativo. ¿Existe la posibilidad de poder incidir en la Cámara de Senadores? Bueno, si hubiera existido se nos habría cursado una invitación a presentar propuestas. De parte del Ministerio de Economía y Finanzas y del ministro Astori nunca la hubo; el ministro ni siquiera compareció ante la comisión. No creo que a lo largo de la discusión en comisión hayamos tenido algún mensaje como para hacer realmente el esfuerzo de evitar este machazo ajuste que se le aplica a la población.

Nada más. Muchas gracias.

SEÑOR PRESIDENTE.- Puede continuar el señor senador Michelini.

SEÑOR MICHELINI.- El señor senador Delgado me había pedido una interrupción. No sé si me alcanza el tiempo.

SEÑOR DELGADO.- En mi caso, espero a que termine su exposición y pido la palabra para contestar una alusión.

SEÑOR MICHELINI.- Señor presidente: si al final de mi intervención he logrado que el señor senador Heber hable, por lo menos, de recorte social y no de «ajuste machazo» –aunque al final metió la frase de nuevo, cosa que rechazo porque a esta altura el tema de género no parece lógico calificarlo–, y lo he hecho reflexionar y cambiar el tono, me alegro, porque es una vela prendida para el futuro en el sentido de que podamos discutir los temas como se puede hacer y como lo hacemos con el señor senador Amorín.

Estoy terminando, señor presidente.

Ojalá que toda esa consolidación –que es consistente– dé resultado, y que para el 2018 y el 2019 podamos reforzar los gastos sociales y el plan de cuidados, y volvamos a apuntar toda nuestra artillería a terminar, de una vez por todas, con la indigencia –ya nos queda muy poco– y con la pobreza, para que ninguno de los uruguayos y ninguna de las uruguayas tenga que sufrirla en nuestro país –rico en alimentos, educación y convivencia– y para que las nuevas generaciones tengan oportunidades sin diferencias, salvo las que nos dan nuestros talentos y nuestras virtudes.

Muchas gracias.

SEÑOR DELGADO.- Pido la palabra para contestar una alusión.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR DELGADO.- Iba a empezar con una chanza porque, después de que el señor senador Heber habló en uso de una interrupción, el señor senador Michelini dijo que, por lo menos, valoraba el tono de las palabras, y que eso era como una vela encendida, y pensé que iba a decir «al socialismo», lo que seguramente iba a generar a Luis Alberto Heber un problema de identidad difícil de solucionar; pero después siguió hablando de otra cosa y el señor senador Heber quedó más tranquilo.

Quiero dejar tres o cuatro constancias, simplemente para que queden bien establecidas en la versión taquigráfica.

La primera es que hablaron, casi con orgullo, de un crecimiento del 1 % en el año 2015, pero hay que decir todo y hay que decir la verdad. Los analistas económicos atribuyen ese crecimiento del 1 % del 2015, casi en dos tercios, a la actividad constante y registrada por primera vez de la empresa Montes del Plata; de lo contrario, el crecimiento hubiera sido cercano a 0,3 %.

La segunda constancia es que cuando me referí al dream team económico y, a mi juicio, a algunas equivocaciones o pronósticos errados –como se les quieran llamar–, me basé en gráficas, en versiones taquigráficas y en lo que dijo el ministro Astori hace pocos meses, cuando vino a defender un presupuesto. Él dijo que no se cambiaría por dos años, que recién se revisaría el año que viene y que las rendiciones de cuentas no iban a ser leyes presupuestales, y habló de una situación que era muy parecida a esta.

En realidad, se equivocaron en casi todos los pronósticos que anunciaron, y ahora vienen a explicar por qué no ocurrió lo que dijeron que iba a pasar y hacen otro pronóstico que, por lo menos, tenemos derecho a no creerlo. Por eso es que terminamos diciendo que, a nuestro juicio, el equipo económico perdió credibilidad. Esto no es hablar mal de la economía, sino ser serios y francos en el análisis político. Si empezamos a referirnos quienes han hablado mal de la economía, todos tendremos que resistir la prueba del archivo y volver, también, a situaciones en las que se pedía el default, por ejemplo, y otras cosas más.

La tercera constancia que quiero dejar, señor presidente, tiene que ver con algo que dijo el señor senador Michelini, que me mencionó cuando habló de los artículos relativos a los dividendos no distribuidos. Esto fue muy bien aclarado por el señor senador Bordaberry –y se lo agradezco–, con una explicación que fue muy didáctica sobre el tema. El señor senador Michelini habló de que evadieron, de que no pagaron. ¡Es muy grave lo que dijo! ¿Evadieron? ¿No pagaron desde el 2007? ¿Y se dan cuenta ahora? Porque si hubo evasión, ahí está la Dirección General Impositiva y hay otros mecanismos para actuar como se debe. En lo personal, creo que no hubo evasión, porque estaban dentro de las normas. Pero ahora cambiaron las reglas de juego y lo hicieron con efecto retroactivo. ¡Eso es lo complicado! Se podrá coincidir o no, y no voy a la discusión sobre si es constitucional la retroactividad tributaria en este tema. Hay varios informes al respecto y esto después lo determinará quien tenga que hacerlo, pero sí está claro que ahora se alteran las reglas de juego respecto de un incentivo que se había dado en el 2007. Si alguien lo usó mal, repito, están la Dirección General Impositiva y la Justicia para determinarlo.

Por último, la única razón de que ahora incluyan este artículo y lo hagan retroactivo, a mi juicio –y dicho esto con mucha humildad– tiene un solo argumento, que es la necesidad de caja. Según los cálculos que hicimos, esto va a dar USD 150:000.000, aproximadamente. Aclaro que esto es difícil de calcular porque hay deducción de inversiones, pero el cálculo primario, según nuestros asesores, es de USD 150:000.000.

Es más, cuando vino el subsecretario Ferreri le preguntamos al respecto y, en realidad, dio una respuesta muy entreverada. Habló de este artículo vinculado al IRAE por concepto de modificaciones del IRPF en categoría I y de modificaciones del impuesto a las rentas de los no residentes, y dijo que calculaba USD 65:000.000 de recaudación adicional, que hasta ahora no han aparecido. Entonces, le cambiamos la pregunta y le consultamos cuánto se va a recaudar por el artículo siguiente, que habla del 7 % de las utilidades de empresas unipersonales que facturen más de 4 millones de unidades indexadas. Nos dijo que la previsión de recaudación por este artículo estaba incluida en los USD 65:000.000 que se piensa recaudar por los dividendos fictos. Aquí hay un error conceptual. Lo de los dividendos fictos es para atrás y este artículo, que es para gravar las utilidades de las empresas unipersonales, se empezará a percibir a partir del 2018. Por lo tanto, resulta inconsistente la explicación y, obviamente, también lo son los argumentos y las cifras que dio el subsecretario; por eso manejamos las nuestras, que hablan de USD 150:000.000.

Gracias, señor presidente.

12) SOLICITUDES DE LICENCIA E INTEGRACIÓN DEL CUERPO

SEÑOR PRESIDENTE.- Léase una solicitud de licencia.

(Se lee).

SEÑOR SECRETARIO (José Pedro Montero).- «Montevideo, 13 de setiembre de 2016

Presidente de la

Cámara de Senadores

Raúl Sendic

De mi consideración:

Por la presente, solicito a usted de acuerdo con la Ley n.º 17827, inciso D, me conceda licencia el día 14 del corriente, por motivos personales.

Sin otro particular, saludo a usted atentamente.

Carol Aviaga. Senadora».

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota).

–21 en 22. Afirmativa.

Se comunica que el señor José Falero ha presentado nota de desistimiento, informando que por esta vez no acepta la convocatoria a integrar el Cuerpo, por lo que queda convocada la señora Carmen Asiaín, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

13) RENDICIÓN DE CUENTAS Y BALANCE DE EJECUCIÓN PRESUPUESTAL, EJERCICIO 2015

SEÑOR PRESIDENTE.- Continúa la discusión del tema en consideración.

SEÑORA PASSADA.- Pido la palabra para una aclaración.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra la señora senadora.

SEÑORA PASSADA.- Señor presidente: simplemente quiero decir que algunos pequeños datos fueron incorrectamente dados hace un momento, cuando se hacía referencia, específicamente, a la educación.

Hace rato que venimos escuchando que el ministro del Interior se tiene que ir, que el equipo del Ministerio de Economía y Finanzas no sirve, que Netto firma, cobra y no gobierna la educación porque lo hacen los sindicatos. Eso es entendible, porque ha habido dos propuestas distintas durante estos años, en los que discutimos presupuestos o estamos frente a una rendición de cuentas.

El primer punto de diferencia tiene que ver con que en el 2006 las cifras a las que trepaban los índices de pobreza estaban alrededor del 32 % y hoy, señor presidente, estamos en un 9 %. Fíjense lo que bajó, gracias al esfuerzo, el trabajo y la mejora, desde todo punto de vista, de las condiciones de aquello que se viene objetando aquí permanentemente.

Miren los señores senadores las barras; no veo movimiento sindical. ¿Dónde está? ¿Qué pasó? ¿Está gobernando aquí? No lo veo. Hace 16 años estábamos permanentemente en las barras. Provengo de ahí y lo sé: pedíamos más presupuesto, no rendiciones de cuentas cero, no una reforma educativa que estuviera dentro del presupuesto. Nos negábamos a una reforma educativa que nos dividió y puso a profesores contra profesores, trabajadores contra trabajadores, estudiantes contra estudiantes. Había estudiantes que perdían la calidad de tales por manifestarse; y esto sucedía porque connotadas directoras que hoy son connotadas políticas promovieron resoluciones que hicieron perder la calidad de estudiantes a varios jóvenes en la huelga de 1996 por manifestarse.

Las cosas cambiaron. Hay movilizaciones y eso es correcto. ¿Cuándo plantea uno sus necesidades? Cuando se analiza una rendición de cuentas o un presupuesto.

Entonces, creo que por suerte algunas cosas han cambiado. ¡Y miren si habrán cambiado, que el convenio salarial de todos los trabajadores de la ANEP está solucionado hasta 2020! Ese convenio se firmó en diciembre de 2015 y lo refrendamos en un presupuesto. Quizás por eso no tenemos tantas movilizaciones. Hubo mucho esfuerzo, mucho diálogo y se trabajó en ese sentido.

Pero tampoco es exacto que la plata se gasta y se gasta mal en educación. Solo en 2015, entre obra nueva y mejoramiento de algunos edificios, se realizaron más de veinticinco obras en todo el territorio nacional.

No es cierto que la promoción de los estudiantes bajó. Es por esta razón que recomiendo a los señores senadores que lean un informe llamado «Tendencias generales de la educación» –si no lo tienen, se los puedo facilitar–, elaborado y finalizado en 2015 por la ANEP, que incluye los resultados reales hasta esa fecha. Parte de lo que expresan esos informes quedó reflejado en varias de las intervenciones que realizaron las autoridades del Ministerio de Educación y Cultura cuando se las llamó a sala y se les reclamó respecto de las promesas que se habían hecho sobre arreglos de sanitaria, electricidad, etcétera, etcétera.

En 2011 la enseñanza media tenía un promedio de promoción de un 67 %. En 2014, por suerte, fue de un 72,1 %.

Otra realidad es que el señor que firma y cobra –el presidente del Codicén, con todo su equipo– tiene a cargo 57.000 funcionarios y 680.000 estudiantes, porque hoy la ANEP, por suerte, sigue siendo la única que atiende a casi el 82 % de todos los estudiantes del país. O sea que lo que votamos y aprobamos va en esa lógica.

(Suena el timbre indicador de tiempo).

–Finalizo, señor presidente.

Los datos que estoy dando no son menores.

¿En qué se gasta? ¡Mire usted qué interesante! El Gobierno del Frente Amplio apuntó a la enseñanza técnica y tecnológica del país –con la universidad y la discusión que vendrá sobre una nueva universidad para la educación–, y aumentó. En 2008 la UTU tenía 70.000 estudiantes, y en 2015 pasaron a ser 93.000. ¿Qué significa eso? Todos sabemos que, dentro de la enseñanza media, es la más cara, pues exige mayor inversión en profesores, ciencia, tecnología, desarrollo y laboratorios.

Entonces, detrás de esas cifras –y hoy lo entiendo, quizás, con la sensibilidad de la señora senadora Topolansky– se dejan de lado muchas cosas que se vienen realizando, y con gritos para tratar de imponerse con mayor fuerza, se intenta esconder una realidad que sigue siendo cierta para nosotros todos los días.

Gracias, señor presidente.

SEÑOR BORDABERRY.- Pido la palabra.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR BORDABERRY.- Señor presidente: cuando escucho estos debates, a veces recuerdo la novela de Robert Louis Stevenson, El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, esa novela que muestra el trastorno disociativo en la misma persona, que de día era Jekyll y de noche, Hyde.

¿Por qué digo esto? Porque escucho al miembro informante que dice: «USD 18.000:000.000 de reservas. Estamos haciendo las cosas muy bien», pero por otro lado se hace un ajuste fiscal. Aparece Jekyll hablando de los USD 18.000:000.000 de reservas, que aclaro que no tenemos. Para que quede claro: no son USD 18.000:000.000, sino menos; y las que tenemos no son nuestras sino de los bancos, porque hay encaje. No llegan a USD 3.000:000.000, dependiendo de la cotización. ¡Seamos realistas!

Y cuando hablamos del cuidado que hay que tener con la economía, tengamos cuidado con eso también, porque si un agente económico escucha las sesiones del Senado y oye a un senador del oficialismo que en representación de su bancada dice que tenemos USD 18.000:000.000, y luego va al Banco Central del Uruguay y ve que tenemos USD 3.000:000.000, va a decir: «Estos son unos inconscientes. Creen que tienen USD 18.000:000.000, pero tienen USD 3.000:000.000». Entonces, allí aparecen Jekyll y Hyde a cada rato.

Pero además de eso, si estamos tan bien, ¿por qué estamos haciendo el ajuste fiscal? ¿Por qué estamos poniendo más impuestos? Parece una contradicción.

Ese mismo trastorno disociativo se da en la educación. Dicen que ahora estamos muy bien en la educación. ¡No! Si escucho lo que dicen aquí, parecería ser que es maravilloso lo que estamos haciendo con ella. Estamos destinando millones y millones a la educación, como si destinar dinero fuera suficiente. ¡No! Lo que tenemos que hacer es escuchar a los organismos que nos evalúan y que evalúan nuestra educación.

Las pruebas PISA son un ejemplo de ello. ¡Las pruebas PISA son un horror! Venimos en picada, pero en picada en serio. ¡Ojalá estuviéramos como en 2003 en esas evaluaciones! Pero no lo estamos. Se podría decir: bueno, está bien, son las pruebas PISA; nos comparamos con otros países y no tenemos que hacer eso. Pero, miren que las pruebas PISA nos comparan con Colombia, con Chile, y todos los países mejoran, pero nosotros empeoramos. También podemos mencionar las evaluaciones Serce y Terce.

Entonces, vayamos a lo que dice el organismo que nos evalúa internamente: el Instituto Nacional de Evaluación Educativa. Este instituto y las autoridades de la educación nos dijeron que estamos creando una brecha de desigualdad enorme, que está afectando principalmente –y en los últimos años se está agravando– al 20 % de los estudiantes de menores ingresos. ¡Lo dicen ellos; no lo dice la oposición! Pero cuando la oposición señala que vamos mal, que estamos mal porque lo muestran esos indicadores, resulta que se nos dice que estamos en contra de la educación pública. ¡No! ¡Estamos a favor! El que señala que algo está mal para corregirlo, está ayudando. Creo que eso es básico, pero parecería ser que no.

¿Y cuál es la respuesta? Le cortamos el presupuesto al Instituto Nacional de Evaluación Educativa en esta rendición de cuentas.

Cuando las autoridades de ese instituto concurrieron a la comisión hicieron una presentación que mostraba que destinaban el 32 % de su presupuesto al desarrollo y difusión de estudios, pero a raíz de este recorte solamente podrán destinar el 10 %. De esa forma, le bajamos la capacidad de estudiar los problemas de la educación. ¿Esa es la respuesta? ¿Que el instituto que tiene que darnos la información –que es público–, no nos la dé? Me parece que no.

Y creo que también hay una suerte de trastorno disociativo cuando escucho a la bancada oficialista y veo los números.

Pero cuando escucho estas discusiones también observo algo a lo que no le veo la respuesta. ¿Por qué esto que están haciendo hoy no lo hicieron el año pasado? ¿Cómo es posible que el año pasado estuviera todo bien, y la ley de presupuesto pregonara que todo estaba formidable, y menos de un año después todo es negro, hay que hacer ajustes y hay que achicar? ¿Qué pasó? ¿Por qué no lo hicieron el año pasado? A mí no me digan que las autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas no conocían el año pasado la situación en la que estaba el país. Ahora dicen: «El Fondo Monetario Internacional y las consultoras internacionales no avisaron; al igual que nosotros, entendían que habría un crecimiento». ¡Ah, bueno! ¿Acaso el ministro de Economía y Finanzas y su equipo no tienen que prever estas cosas? Una de dos: o estuvieron omisos, porque lo sabían, o son ineptos. ¡Esa es la verdad! Espero que sea lo primero, la omisión, porque de lo contrario estaríamos en problemas. En realidad, debe haber habido una omisión. ¿Por qué no tomaron medidas el año pasado? Porque eran los comienzos del Gobierno y estábamos muy cerca del acto eleccionario en el que les habían mentido a los uruguayos. Esa es la realidad: ¡les habían mentido a los uruguayos! ¡Nos mintieron a todos en la campaña electoral! En 2014 informaron que estaba todo bárbaro y se rieron de quienes durante la campaña les avisamos que con lo que proponían tendrían que hacer un ajuste fiscal y aplicar más impuestos. Se rieron una y otra vez. Salieron a la prensa usted, señor presidente, el presidente de la república y el actual ministro de Economía y Finanzas, a decir: «Sueñan con el ajuste fiscal; es la única solución que tienen». Y nosotros respondíamos que con lo que se proponía, si no se hacían correcciones, sin dudas el resultado sería un ajuste fiscal. Les mintieron en la cara a todos los uruguayos y, lamentablemente, les creyeron.

¿Qué hacen hoy? Incumplir esa promesa de no aumentar los impuestos. Es más, el ministro de Economía y Finanzas, con esta nueva moda de llamar de forma distinta a la misma cosa, no solamente dice que no es un ajuste fiscal, que es una consolidación, sino que además afirma que no mintió y que solo aseguró de buena fe que no se aumentarían los impuestos. Perdón, ¿qué es esto? Lo que estamos haciendo hoy es aumentar impuestos, contra la promesa que se hizo en la campaña electoral. ¡Llámenle como quieran, señor presidente! No lo hizo el ministro de Economía y Finanzas solamente, sino también usted, señor presidente, y el presidente de la república. Pero cuando señalábamos eso –viendo los mismos números que veía el equipo económico–, resulta que se reían de nosotros. Incluso, un año antes se lo señalamos al entonces ministro Lorenzo, al decirle, acá en el Senado: «Hay luces que indican déficit fiscal». En ese momento se preveía que fuera del 0,8 % y fue del 2,8 %; para el año siguiente sería de 0,7 %, sin embargo, fue de 3,5 %.

En ese marco, hablamos también del atraso cambiario, de la inflación, y le planteamos que había que cambiar. Abordamos el tema de Ancap y de las empresas públicas, ya que considerábamos que era allí donde se originaba el déficit fiscal. ¿Qué hicieron? ¡No prestaron atención! No lo hicieron en el 2013, ni en el 2014 y tampoco el año pasado, cuando se discutió la ley de presupuesto y advertimos que los cálculos se habían hecho sobre bases demasiado optimistas y no darían resultados. Si en 2013 se hubieran ajustado las empresas públicas como lo hicieron el año pasado, hoy no estaríamos frente a un ajuste fiscal. Pero no; siguió la fiesta, siguió la negación.

Esto me recuerda aquella frase que se le atribuye a Cervantes: «Niega Sancho, y vuelve a negar, que si no tienes razón, tendrás razones». Continúan negando y negando, con la idea de que esas son razones, pero no es la razón.

No obstante lo expresado, quiero destacar algo positivo, que es el hecho de que casi todos los ministros comparecieron en la comisión. Eso fue muy bueno. Vinieron las ministras de Industria, Energía y Minería, de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, de Desarrollo Social, de Educación y Cultura, el ministro de Defensa Nacional, etcétera. Solo uno no vino. En momentos en que se discute la rendición de cuentas, ¿cuál es el ministro que no puede faltar? ¿Cuál es el ministro que tiene que venir a explicar los números del presupuesto nacional? ¿Cuál es el ministro al que más afecta todo ese presupuesto? ¿Qué le parece, señor presidente? ¿Cuál es el ministro que más tendría que comparecer ante una comisión cuando se discute una rendición de cuentas? ¿Qué opina usted?

SEÑOR PRESIDENTE.- El de vivienda.

SEÑOR BORDABERRY.- ¿Cómo? ¿El que miente? Soy sordo; no escucho.

SEÑOR PRESIDENTE.- El de vivienda.

SEÑOR BORDABERRY.- El de vivienda, dice usted; yo discrepo, señor presidente. Pienso que quien tiene que venir es el ministro de Economía y Finanzas. ¿No? Si vamos a hablar de presupuesto, de rendición de cuentas, de la economía nacional, ¿quién no puede faltar? El que faltó, el que no vino. Porque todos los demás ministerios y organismos se presentaron, incluso, con buenos asesores, a tal punto que uno se sentía un poco achicado. Sin embargo, reitero: el ministro de Economía y Finanzas no vino.

¡No viene al Parlamento nacional el ministro de Economía y Finanzas a explicar en la comisión el presupuesto y la rendición de cuentas! ¿No estará mal eso? Pienso que sí. Más aún cuando se propone un ajuste fiscal. Esto es mucho más que una cuestión semántica –consolidación o ajuste–, porque se establecen nuevos impuestos y se cambian las reglas de juego, que para mí es lo más grave. Se cambian las reglas de juego hacia atrás; reglas de juego que hizo públicas el propio ministro.

Hablamos de ajuste por inflación, de impuestos a las utilidades y dividendos, pero no hablamos de lo más importante: se aumenta el impuesto al trabajo y a las jubilaciones; se afectan las deducciones que pueden hacer por sus hijos quienes ganan $ 30.000. Esto es lo más grave y lo que nos olvidamos. Porque si hablamos de políticas sociales, etcétera, tengamos en cuenta que se aumenta el impuesto al trabajo para financiar la fiesta que se dieron durante los últimos cinco años las empresas públicas. ¿O acaso los USD 1.000:000.000 de Ancap no tienen nada que ver con esto? ¿O los USD 350:000.000 de Pluna tampoco tienen nada que ver con esto? ¡Vaya que tendrán que ver! ¡Se paga esa fiesta con el aumento del impuesto al trabajo, con el aumento del impuesto a las jubilaciones y con la eliminación de las deducciones que pueden hacer quienes ganan $ 30.000! El propio ministro Astori, allá por 1995, cuando se votaba otra ley de ajuste fiscal, se manifestaba en contra de este tipo de iniciativas. Astori, en ese entonces, decía que el impuesto a la renta del trabajo tendría que recaer sobre quien gana más de 15 salarios mínimos. ¿A cuánto está el salario mínimo, señor presidente?
¿$ 11.000? 11.000 por 15 da 165.000. Por suerte tengo como apuntador al señor senador Amorín, porque soy malo para las matemáticas. Sé que va a saltar alguno o alguna –no quiero que se me acuse como al señor senador Heber por decir «machazo», aunque en realidad utilizó ese término porque se refería al ajuste, que es masculino; salgo a defenderlo porque al ajuste no lo podía calificar como «hembraza»– diciendo que antes el salario mínimo era menor. ¡Claro que sí! Pero, entonces, ¿para qué lo subieron? ¿Resulta que sirve tenerlo en cuenta para algunas variables y no para otras? Aquella era otra realidad; analicémosla con base en los ingresos.

SEÑORA PAYSSÉ.- ¿Me permite una interrupción, señor senador?

SEÑOR BORDABERRY.- Con mucho gusto, señora senadora. La verdad es que ya la estaba extrañando, porque siempre está presente en mi lista.

SEÑOR PRESIDENTE.- Puede interrumpir la señora senadora Payssé.

SEÑORA PAYSSÉ.- Señor presidente: simplemente quiero dejar constancia de que en el año 1995 había otras cosas enganchadas al salario mínimo. No sé si lo recuerda el señor senador Bordaberry. Para ser breve, y que no tenga la fijación conmigo –como afirmó antes de concederme la interrupción–, lo invito a que analice desde cuándo se desengancharon del salario mínimo ciertas variables que históricamente estuvieron enganchadas y generaban un gran conflicto, a fin de considerar otras cosas.

Nada más, señor presidente.

SEÑOR PRESIDENTE.- Puede continuar el señor senador Bordaberry.

SEÑOR BORDABERRY.- Allá en el pueblo Carlos Reyles, en Durazno, decimos: «No aclare que oscurece». Tengo aquí la versión taquigráfica de las palabras del entonces senador Astori, hoy ministro de Economía y Finanzas, quien en 1995 expresó: «Quisiera que el Uruguay dejara de integrar esa categoría, en la que no sé si habrá otros países en el mundo; en realidad no sé si existen otros países que cobran impuestos a la renta a quienes viven de un salario o de una pasividad. Por ello es que también quisiéramos que el Uruguay apelara a obtener recursos fiscales de las importaciones de bienes de consumo». Más adelante manifestaba que votaría los artículos 23 y 24, proponiendo diferentes franjas de ingresos y porcentajes. Agregaba que su propuesta suponía un incremento al impuesto recién a partir de los 15 salarios mínimos. ¿Cuánto me dijo que daba 15 por 11.000, senador Amorín? 165.000. Eso le daba a Astori en 1995, pero hoy 15 por 11.100 da 30.000. Como decía el contador Damiani: no mienten los números; mienten los que hacen los números. Pues bien, se hacen las cuentas para un lado y para el otro, y capaz que por ahí podemos ir.

Lo cierto es que el ajuste impositivo empieza por los trabajadores.

(Murmullos en sala).

–No entiendo qué pasa, señor presidente.

SEÑOR PRESIDENTE.- Señor senador: usted está haciendo una intervención tan participativa que genera este intercambio.

La Mesa exhorta a los señores senadores a que hagan silencio para que podamos escuchar al senador Bordaberry.

(Dialogados).

–Puede continuar el señor senador.

SEÑOR BORDABERRY.- El hombre que calculaba es otro buen libro que puedo recomendar. Porque 15 por 11.100 ahora da 30.000, cuando antes daba 165.000. ¿Qué le vamos a hacer? Así son los números.

También, señor presidente, se pidió a la oposición que trajéramos propuestas sustitutivas para ayudar en esto. Por supuesto, nosotros queremos hacer propuestas sustitutivas e, incluso, las hemos presentado como aditivos, pero no fueron votadas. Por ejemplo, una de ellas tiene relación con la limitación del ingreso de personal al Estado. El mismo planteo hicimos en 2014. En aquel entonces dijimos que si no se llenaban dos vacantes de cada tres funcionarios que se jubilaran, tendrían buenos ingresos para encarar este asunto, pero nos dijeron que no, que estaba todo bien. Como en 2005 habían recibido el Gobierno con 240.000 funcionarios y hoy hay 305.000, nos parecía bueno que se instrumentara una medida de este tipo, por supuesto dejando fuera al personal de ASSE, de la educación y del Ministerio del Interior. Si cerramos el ingreso de personal a las empresas públicas se dispondría, más o menos, de USD 40:000.000 por año, y como es una medida acumulativa, habría USD 80:000.000 el año siguiente y así respectivamente; en cinco años se juntarían USD 200:000.000, una buena plata para lo que se pretende hacer.

Quiero aclarar que en la sesión de mañana vamos a reiterar este aditivo, de modo que allí tienen una propuesta concreta –que nos parece muy importante– para contribuir en la resolución de distintos problemas, habida cuenta de la situación en que se encuentra el país.

Otra cuestión que me interesa abordar, es la siguiente. Rascaron por todos lados para obtener los recursos para la educación. Le quitaron $ 40:000.000 al INAU, $ 70:000.000 a no sé qué, etcétera. ¿No se analizó el tema de los 100 funcionarios adscriptos de los ministerios? Rectifico: no son 100, sino 99, para ser exacto. ¿No miraron eso? Serían USD 2:500.000 que, multiplicado por 30, representaría la suma de $ 75:000.000. ¡Miren cómo se llegaba a más recursos! Se gasta esa cifra en adscriptos. Da la casualidad de que en el Ministerio del Interior, ¿quién está como adscripto? El hijo del director de la Oficina Nacional del Servicio Civil, ¡que entró sin concurso! Se supone que el director de la Oficina Nacional del Servicio Civil es quien tiene que controlar los ingresos, los concursos, etcétera, pero su hijo ingresó como funcionario adscripto en el Ministerio del Interior sin que mediara concurso. ¡Vamos! No digo que no pueda entrar, pero por lo menos hagan un concursito de oposición y méritos; no lo metan con el dedazo porque es el hijo del director de la Oficina Nacional del Servicio Civil. ¿Qué mensaje pretendemos dar?

Digo más, ¿no podremos bajar esos 99 funcionarios a 47 o 48 y disponer de aproximadamente $ 35:000.000? En ese caso, también podríamos evitar la quita de recursos, por ejemplo, al Instituto Nacional de Evaluación Educativa o al Tribunal de Cuentas. ¿Qué es más importante?

Por supuesto, analizamos el listado, y puedo decir que no miren mucho, porque se van a encontrar con algunas sorpresas importantes acerca de quiénes son los adscriptos de los ministros. Igual les voy a dejar algunos piques para que busquen. Analicen quién está en el Ministerio de Economía y Finanzas; vean si encuentran algún nombre conocido. Ni que hablar del Ministerio del Interior; hay varios nombres conocidos. Esa es otra propuesta que hemos presentado con el objetivo de achicar el gasto.

Después, los integrantes de la comisión recordarán la sesión a la que concurrió el ministro de Defensa Nacional. Le preguntamos qué tenían previsto comprar de equipamiento aeronáutico este año en relación con las aeronaves, por ejemplo. El ministro contestó que este año no se pensaba comprar nada. Al estilo de los juzgados, pensamos en reformular la pregunta y planteamos qué se analizaba comprar. La respuesta fue que por ahora tres plataformas para helicóptero, con un helicóptero –USD 70:000.000 cada una– y cuatro aviones de entrenamiento. «¿Eso es todo?», preguntamos. «Eso es todo», respondió. Seguidamente, le consultamos sobre la licitación hecha por el Ministerio de Defensa Nacional, que está abierta, que el 30 de marzo pasado recibió una propuesta, para la compra de un avión presidencial. Eso, ¿no lo está comprando el ministerio? Ahí recordó que había un proceso de compra de un avión presidencial, pero en ese juego semántico espectacular que tiene el oficialismo, se nos respondió: «No es un avión presidencial; es un avión multipropósito». ¡Un avión multipropósito, con equipamiento para ocho pasajeros VIP, dos sofás, teléfono satelital, que ya fue probado dos veces por el presidente de la república en dos viajes al exterior! Pero es multipropósito porque, aparentemente, va a cumplir la función de avión-ambulancia. Cuando se le dijo que un avión de esas características no puede aterrizar en Artigas, Paysandú, Tacuarembó, Río Negro, Cerro Largo, Treinta y Tres, Lavalleja, Soriano y Colonia, ¿qué se nos dijo?: «Lo vamos a usar como multipropósito sanitario en viajes al exterior». ¡Ah, bueno! ¿Alguien quiere levantar una apuesta de que va a ser un avión multipropósito para los viajes del presidente de la república, en cuya compra se gastan USD 1:400.000? En momentos en que ponemos un impuesto a los que trabajan y a los jubilados, y eliminamos las deducciones a los que ganan $ 30.000, ¡nos compramos un avión! Un avión multipropósito con equipamiento VIP.

El señor ministro de Defensa Nacional, ¡oh, casualidad!, no se acordaba de ese equipamiento que estaba en proceso de compra. ¿Qué nos dijo?: «Lo que pasa es que todavía no adjudicamos». Pero termina a fin de mes el plazo para adjudicar. Casualmente, se trata de un avión que habían intentado comprar directamente el año pasado, y el Tribunal de Cuentas había objetado ese procedimiento. Luego, se hizo una licitación para la cual solamente se podía presentar ese avión, porque se requería una unidad de esas características, que fuera autorizado por la Dinacia. Y autorizado por la Dinacia y con esas características había solo un avión. ¡Qué raro! Ganó justo ese, que fue el único que se presentó.

En otro orden de cosas, también observamos en esta rendición de cuentas un principio de huida del derecho administrativo. Hace unos años veíamos el tema de las sociedades anónimas: comenzó un proceso de creación de sociedades anónimas, y más sociedades anónimas, y así terminamos con el lío de ALUR, de Cementos del Plata, con las sociedades de Antel y no sé cuántas cosas más. Ahora, se promueven y se crean fundaciones, sin especificar el monto de capitalización ni cómo se van a contratar. Pues bien, aparecen las fundaciones y se nos explica que serán controladas por el Ministerio de Educación y Cultura.

Con mucho gusto le concedo una interrupción al señor senador Heber.

SEÑOR HEBER.- Gracias, señor senador, simplemente intento alentarlo.

SEÑOR BORDABERRY.- Gracias por el aliento, de todas formas; veo que mi alocución le está gustando.

Decía que a nivel del Ministerio de Industria, Energía y Minería aparecen las fundaciones, como la Fundación Industria del Futuro, que van a hacer con la ANEP. Sin embargo, cuando a sus representantes les preguntamos sobre el tema no tenían muy claro qué iban a hacer con ella, ya que no se establece claramente qué se va a aportar, de dónde se va a financiar; en fin, nada de eso. Se hizo otra fundación en la órbita del Ministerio del Interior con el fin –que está muy bueno– de promover el trabajo de las personas privadas de libertad. Está muy bueno pero, de paso, incluyen una norma para que a los privados de libertad no se les paguen algunos derechos laborales a los que tienen derecho. Digo esto porque todo trabajador, privado o no de libertad, como tal tiene derecho a su protección y así lo establece la Constitución. De aprobarse las normas se les puede terminar un contrato a plazo antes de tiempo, y eso está mal.

No hablemos de que todo está mal; hablemos de algunas cosas buenas. Creo que hay una cosa buena para los hinchas de Peñarol: se va a vender un predio que está al lado del estadio –propiedad del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca–, el que aparentemente se destinará a estacionamiento y el dinero resultante se usará para la ampliación de los distintos edificios del ministerio. Reitero que nos parece que eso es bueno y seguiremos muy de cerca el procedimiento. Soy hincha de Wanderers y no tengo nada contra Peñarol; por el contrario, realmente estoy muy agradecido en estos momentos al Club Atlético Peñarol dados los recientes resultados deportivos. De todas formas, me parece que sea quien sea deberá seguir los procedimientos adecuados.

También considero bueno lo que establece el artículo 10, pues es una norma que va en el sentido correcto e incluye a las sociedades anónimas en las que el Estado tiene participación limitando su salario. Me parece que es un avance a destacar y un principio para empezar a poner orden en esas sociedades anónimas. Ya que vamos a transitar por ese camino, quizá deberíamos agregar «y fundaciones», que si bien ahora no quedan comprendidas, tal vez dentro de unos años haya que incluirlas. Eso es realmente muy bueno.

Es muy bueno también que se haya atendido el pedido de la Junta de Transparencia y Ética Pública –Jutep–, que en un alarde de pedido tremendo solicitó tener ocho pases en comisión, porque como cuenta con dieciséis funcionarios no da abasto. Como es la encargada del control de la transparencia y la ética pública, me parece muy bueno que se haya accedido a su solicitud.

Finalmente, se le permite al Tribunal de Cuentas contar con un director general. Nos parece que esto está bien y que se le quita una limitación.

SEÑOR LARRAÑAGA.- Formulo moción para que se prorrogue el tiempo de que dispone el orador.

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar la moción formulada.

(Se vota).

–20 en 20. Afirmativa. UNANIMIDAD.

Puede continuar el señor senador.

SEÑOR BORDABERRY.- Hay un tema del que hemos hablado poco –aunque nos llevó mucho tiempo– y deberíamos considerarlo más, porque un proyecto de ley de rendición de cuentas es también rendición de cuentas de la actividad. Concretamente, me refiero a lo informado por parte de las autoridades del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente, Inisa. ¡Gravísimo! El directorio del Inisa fue a la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda e informó que, en estos momentos, están violando los derechos humanos. Y siguen sentados ahí. La verdad es que nos dejó a todos helados.

En este maravilloso mundo en el que hablamos de que ASSE y la educación están bárbaras, los directores del Inisa dicen que se están violando los derechos humanos en el organismo a su cargo. ¡Yo no quiero ser cómplice de esto! Es más, los directores que dijeron tal cosa no fueron los propuestos por la oposición, sino aquellos de confianza propuestos por el Frente Amplio: la señora Fulco y el señor Katz. ¡Gravísimo lo que dijeron! Entre otras cosas, gráficamente expresaron que estaban descolgando muchachos que se querían colgar a cada rato y que estaban violando sus derechos humanos. Ellos dijeron esto, y a confesión de parte, relevo de prueba. Es más, objetaron las construcciones que se realizaron en el período anterior.

El INAU es responsable de haber llevado adelante las obras porque el Inisa integraba el citado instituto; pero, además, está haciendo auditorías. Luego de la comparecencia de los representantes del INAU y a partir de estas declaraciones, en poquito tiempo –diría que de la semana pasada a esta– empezamos a realizar averiguaciones y nos encontramos con cosas gravísimas. Por ejemplo, se adjudicó a la empresa Calpusa, que está en un concordato de USD 12:000.000, en forma directa, una de las obras de las que se tiene que hacer la auditoría.

A efectos de profundizar –por medio de Google es muy fácil–, descubrí que Calpusa era una empresa que concurrió a financiar a un partido político en la elección nacional e hizo aportes. O sea que a esta empresa que está en concordato se le hizo una adjudicación directa. Además, hace un tiempo hice un pedido de informes para saber si esto era cierto y no fue contestado. Ahora bien, como el INAU dice que se lo mandó al Mides y este no lo envió al Parlamento, hoy pedí la reiteración porque, insisto, quería saber cómo había sido todo esto, que fue hace un año. Seguramente algún señor senador aquí presente integra la Comisión para el Financiamiento de los Partidos Políticos, por lo que creo que este es un tema a tratar e investigar en ese ámbito. Fíjese, señor presidente, que hay una empresa que públicamente aportaba a un partido político en la elección –voy a decirlo–, que era el partido político que está en el Gobierno hoy, al que pertenecen los directores que le adjudicaron directamente una obra que está objetada, y se está haciendo una auditoría. Recuerdo que el otro día la señora senadora Alonso propuso a la comisión crear una comisión investigadora. ¡Vaya! Entre que violan los derechos humanos, descuelgan a los muchachos que se quieren ahorcar, se adjudica la obra a una empresa que los financia, que está en concordato e hizo la obra mal, hay bastante; y tengo más.

También nos enteramos de algo que nos llamó mucho la atención, porque confieso que no conocía el tema.

Cuando el Inisa concurrió a la comisión lo hizo acompañado de una contadora que fue presentada como Fulana de Tal –no importa el nombre–, vinculada con la administración como tallerista. Y uno ya conoce de todo, desde el funcionario, la ONG, el becario, el pasante –entre otras formas que se usan para tratar de meter gente–, pero nunca había escuchado la de tallerista. Cuando vino el INAU ya habíamos averiguado. Resulta que hace muchos años se había autorizado al INAU unos fondos para contratar docentes para la escuela de formación de funcionarios. Es lógico; el Inisa debe contar con funcionarios formados para tratar con los chiquilines. Entonces se puede contratar docentes para eso y está muy bien. En 2012, en una de las leyes de rendiciones de cuentas, se incluyó que podía contratar docentes y talleristas –no me refiero a mecánicos– para hacer talleres con los funcionarios; diría que es una forma nueva y moderna de trabajar en la docencia. Hete aquí que hay centenas de talleristas que no están destinados a la escuela de formación, sino que los han usado para otra cantidad de cosas. Hay una desviación de los recursos públicos ilegal, a tal punto que vino una tallerista, que era contadora, como asesora contable, una tallerista que era contadora y que se supone tenía que estar trabajando en el centro de formación de los funcionarios. O sea, violan los derechos humanos –así lo manifestaron la presidenta y el vicepresidente del Inisa–, las obras están todas mal y se están haciendo auditorías. Una de esas obras fue adjudicada directamente a un auspiciante de la campaña que está en concordato y debe USD 12:000.000. Además, hay una desviación de recursos que se destinaban a la formación de los funcionarios para otros fines. Y no estamos hablando de uno, dos, tres o cinco, sino de centenas. De manera que voy a esperar a ver si se crea la comisión investigadora para que nos aclaren estos hechos; de lo contrario, algo vamos a tener que hacer. Y no amenazo. Como la señora senadora Alonso planteó que iba a solicitar una comisión investigadora, no pedimos nada, por una cuestión de respeto parlamentario hacia la propuesta de otra colega. Pero creo que algo vamos a tener que hacer al respecto.

También está el caso de estos impuestos inconstitucionales. Hay que ser claro en algo: si se dice que el 85 % de las empresas no pagaron un impuesto y la Dirección General Impositiva no las inspeccionó ni las sancionó, es sencillamente porque no estaban haciendo nada ilegal. De lo contrario, estaría omisa la Dirección General Impositiva. Creo que la Dirección General Impositiva y el Ministerio de Economía y Finanzas deberían preguntarse: «¿El problema no seré yo?». Me hacen acordar al cuento aquel del gallego que va a ver al médico y le dice: «Me toco el brazo y me duele; me toco la cabeza y me duele; me toco la barriga y me duele; me toco la pierna y me duele». Entonces el médico lo revisa y le dice: «Mire, en todo eso no tiene nada. ¿A ver el dedo? Ah, sí. Es el dedo con el que se está tocado, que lo tiene roto». Esto es más o menos lo mismo. Si el 85 % de las empresas piensan otra cosa, ¿no será que el problema está en la Dirección General Impositiva y en cómo lo comunicó? Entonces, en lugar de agarrarse con los que no pagan, ¿qué es lo que tiene que hacer? Reconocer que este sistema no resultó y volver al anterior. Debería establecerse que a partir de 2017 se va a volver al 30 %, no va a tributar el retiro de utilidades y para el período anterior el retiro de utilidades, si se produce, va a estar gravado. Pero no puede enojarse y, como hizo mal una ley, decir «Ahora voy a poner un impuesto y les voy a pegar a todos». ¿Sabe por qué no se puede, señor presidente? Porque eso afecta la seguridad jurídica, las reglas de juego. Hoy se hablaba sobre cómo hablamos de la economía, y esto es muy importante, como lo es otra norma que pasó inadvertida: la que termina con el ajuste por inflación. Ya por decreto se había eliminado para el año pasado y este año se establece que solo se realizará en el caso de que en los últimos tres períodos la inflación supere el 100 %. Espero que no volvamos nunca a los tiempos de 100 % de inflación en tres años.

En cuanto a la norma sobre las universidades privadas ya ha hablado el señor senador Amorín y me parece que ese trata exclusivamente de saña ideológica. Él lo ha analizado muy bien y me remito a sus palabras; brevitatis causae.

Quiero referirme también a algo que me parece muy importante y que no tenemos hoy en día. A cada rato llegaron incisos y organismos diciendo que querían vender inmuebles para comprar otros. En realidad, en algún momento tendremos que hacer un clearing de los inmuebles del Estado. Pasa mucho –el que anda por campaña lo ve– que de pronto hay un local de un organismo que está vacío y hay otro organismo que está alquilando un local enfrente. Creo que deberíamos saber qué es lo que tenemos y que tendría que haber una sola cabeza administrando todo eso de la mejor forma para no gastar dinero en forma innecesaria.

Para terminar, con la bancada del Partido Colorado vamos a presentar un aditivo siguiendo las indicaciones del miembro informante, el señor senador Otheguy. Como después de 2017, en el año 2018 todo va a estar muy bien, vamos a salir de esta situación y, gracias a estas medidas que se están tomando, la economía va a mejorar, queremos proponer que a partir del 1.º de enero de 2018 todas estas medidas excepcionales impositivas que estamos tomando queden sin efecto. En la medida en que la economía se va a recuperar y va a estar todo muy bien, a partir del 1.º de enero de 2018 no van a necesitar esto. Me parece que lo peor de estas medidas es la permanencia. En ese sentido, cito el antecedente de que en los años 2002 y 2003, cuando nos tocó enfrentar una situación mucho más complicada que esta, eso fue lo que propusimos y lo que hicimos. De manera que vamos a presentar como aditivo esa norma, encomendándole al Poder Ejecutivo que baje esos impuestos una vez que haya restablecido las finanzas públicas.

SEÑOR LARRAÑAGA.- Pido la palabra.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR LARRAÑAGA.- Señor presidente: creo que este proyecto de ley es una rendición en el sentido de que, a mi juicio, se trata de una suerte de demostración de derrota del modelo del Gobierno. Lo he dicho en otros lados, lo expresé el día de la interpelación y lo reitero ahora: el Gobierno se vació de progresismo. Cuando se terminó la bonanza, se terminó el proyecto progresista para el Gobierno y ahora recurre a un ajuste fiscal propio de un gobierno neoliberal, porque ajusta sobre el trabajo y los trabajadores, sobre los pequeños y medianos empresarios, que son los que mueven la economía. La variable de ajuste –que por otra parte fue durante muchas horas manejada hasta en un reconocimiento póstumo de la interpelación por el propio ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori– es la clase media, que ahora incluso termina siendo negada por alguno de los ministros. La variable de ajuste es la educación, y como han dicho compañeros del Partido Nacional, se termina la promesa del 6 %. Creo que esto hay que tenerlo claro. Esa promesa se termina. Es la clase media trabajadora, la clase media empresarial, la que va a tener que pagar más. Es la educación que, por derecha o por izquierda, va a sentir el coletazo de ese ajuste fiscal con todas las letras. Será grande, mediano o pequeño, pero es ajuste fiscal, liso y llano. Todos los otros nombres de fantasía utilizados para maquillar el ajuste están de más.

(Murmullos en sala).

–Llegamos a esta situación por los manejos equivocados en materia económica. Creo que eso fue reiteradamente puesto de manifiesto durante la interpelación al señor ministro de Economía y Finanzas. Esos desarreglos económicos terminaron en números que son contundentes, elocuentes, que no pueden manejarse antojadizamente. Los ingresos del sector público pasaron de USD 3.842:000.000 en 2004 a USD 15.547:000.000 en 2015. El crecimiento de la economía fue acompañado por el aumento de ingresos. El país tenía un déficit de 1,9 % en 2004, que representaba USD 262:000.000 y, según las propias estimaciones del Gobierno, vamos a tener un déficit del entorno de los USD 2.000:000.000. ¿Nos pueden decir que hacen las cosas bien? La meta fiscal que ustedes mismos se impusieron, de 0,7 % de déficit para el 2015, fue en cambio de 3,6 %.

Pido un poco de silencio, señor presidente, ¿o seguimos de jolgorio?

SEÑOR PRESIDENTE.- Por favor, señores senadores, les pido que hagan silencio para poder escuchar al senador que está interviniendo.

SEÑOR LARRAÑAGA.- Muchas gracias, señor presidente.

O sea que la meta fiscal superó cinco veces lo que se había previsto. ¿Y nos dicen que hacen las cosas bien? Y no pueden expresar que se sorprendieron por los escenarios mundiales y regionales No, no; la ocurrencia de los hechos de la economía mundial no se dio intempestivamente, como un tornado, como un hecho de la naturaleza de un minuto para el otro, sino que en la campaña electoral se prometió a sabiendas de cuál era la realidad fiscal del país y de cuál era el escenario internacional. Lo fuimos demostrando en la interpelación cuando, en las distintas rendiciones de cuentas, se manejaba esa situación internacional como una variable que ocasionaba preocupación en el Gobierno. El problema fue que no ajustaron las promesas a la realidad; no hicieron eso, sino lo contrario: ajustaron el bolsillo de los contribuyentes uruguayos. Obviamente –como ya dijeron nuestros compañeros de partido informantes en esta materia, cuyo trabajo en la comisión respetamos y valoramos–, no vamos a votar más impuestos a los uruguayos; no vamos a convalidar con nuestro voto la irresponsabilidad del Gobierno en el manejo de las finanzas públicas. Ya se enojaron en otras instancias por el manejo de estos términos, pero si se diagnostica o realiza un pronóstico de 0,7 % de déficit y vamos a terminar este año 2016 con 4,3 %, lo único que se puede decir es que le erraron como a las peras, le tiraron al cura y le pegaron al sacristán. Esto es innegable; no se puede negar.

Quiero preguntarles: ¿les parece que han manejado bien la economía nacional? ¿Qué pasó en este período de doce años? ¿Cómo pasamos de ese 1,9 % de déficit a esta situación de hoy, que al término del año va a superar los cuatro puntos del producto? Y, mire, señor presidente, las cosas se dicen por su nombre, podrán gustar o no: pasó una suerte de cóctel de amiguismo; pasó que pusieron un estadio Centenario repleto de funcionarios; hicieron una suerte de colonización del Estado; pasó Pluna; pasó Ancap; pasó el manejo equivocado de las empresas públicas alertado por el propio equipo económico, que ha ganado también la propia interna del Gobierno y que no es simplemente un requerimiento antojadizo de esta oposición cerril que quiere lo peor para el Gobierno y para el partido de gobierno; pasó que gastaron la bonanza, y no en gasto social, no en gasto educativo, sino que la volcaron al gasto político, en el armado de la estructura política para mantener el poder; pasó que gastaron como si no hubiera fondo, como si el crecimiento se fuera a mantener ininterrumpidamente a lo largo del tiempo. Llenaron el espacio fiscal, pero lo llenaron de déficit. Para citar un ejemplo, me voy a remitir a la asignación presupuestal del año 2014. En el presupuesto del año 2010 preveían un incremento del gasto para 2014 de USD 1.150:000.000, pero con las rendiciones sucesivas lo llevaron, mediante incrementos, a USD 1.445:000.000, o sea que subieron USD 295:000.000 por encima de lo previsto originalmente. El eufemismo del espacio fiscal terminó en el sobregiro de las cuentas públicas. Y nos traen a los uruguayos un ajuste, y nos quieren convencer de que es bueno, de que es justo; el mismo ajuste que criticaron siempre.

Yo escuché con mucha atención al senador Michelini, quien dio una importante explicación económica de la realidad nacional. Yo creo que el Gobierno tiene que pensar seriamente en la posibilidad de incorporar al señor senador como ministro de Economía si en algún momento tuviera alguna dificultad con esa secretaría, porque hizo toda una elaboración realmente meticulosa de la realidad nacional. Pero es una realidad que termina en una tesis de negación de la realidad; niega la realidad, es decir, no existe, la realidad no está. Esa es la explicación que cierra. Y la gente tiene que pagar la fiesta, el mal manejo de las finanzas públicas. Sacar plata del trabajador y del empresario que da trabajo no creo que sea progresista. Ya me dirán que paga más el que tiene más, pero acá, ¿paga más el que tiene más? ¡Por favor, qué va a pagar más! Por la vía de las deducciones, los nominales de $ 30.000 quedan en $ 23.000. ¿Esos son los enormes ingresos de los trabajadores en los que impacta este ajuste? Yo creo que no, señor presidente. Acá pagarán más las familias que tienen más hijos. Una persona que gane $ 27.600 en la mano, con dos hijos a cargo, ya está alcanzada por este ajuste fiscal por la vía de la eliminación de las deducciones del IRPF. Luego están los cambios en el IRPF por aumento de tasas, que suponen USD 221:000.000, y por caída de deducciones USD 117:000.000.

En la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes ya votaron el aumento de tasas al 30 %; todavía no llegó al Senado, pero vendrá. Acá pagarán trabajadores, pequeños y medianos empresarios, pero el gran capital seguirá invicto. Por lo tanto, hablamos de un ajuste de unos USD 368:000.000, más los cambios en el IRAE que suponen un ajuste abierto. No se sabe cuántos millones reportará –el señor senador Delgado habló de 150 millones, pero hay otros que vuelan más alto en esa cifra–, pero pagarán trabajadores, jubilados y pequeños y medianos empresarios.

Quiero decir que, claramente, algunos de los cambios en el IRAE –a nuestro criterio y de acuerdo con doctrinas por demás respetadas– son inconstitucionales. Aquí se habló de informes de profesores grado 3 y grado 4 en materia de derecho tributario. En la opinión de José Luis Shaw, grado 5 –que nosotros trajimos–, estos cambios son inconstitucionales. Nos referimos al cobro retroactivo de IRPF sobre la distribución ficta de utilidades. Un disparate; un disparate. Realmente es un disparate. Se trata de una medida que se inscribe en un populismo tributario que busca fondos sin importar las reglas –que se cambian–, las normativas ni los principios tributarios. Es una medida que atenta y afecta el principio de seguridad o certeza jurídica que integra el artículo 72 de la Constitución, donde encuadra el criterio de la irretroactividad. Eso también lo discutimos en la interpelación, porque confunde inversión exclusivamente con la inversión en capital físico o en alguna licencia comprada. Esto termina siendo un error porque, además, se entra en una suerte de confusión enorme entre evasión y elusión. Al respecto, escuchamos al señor senador Michelini hacer una larga tesis sobre la evasión. ¡Evasión! ¡¿Y qué estuvieron haciendo?! ¡¿Y por qué no los mandaron a todos presos?! Creo que esto es una improvisación lisa y llana, y el deseo recaudatorio en su máxima expresión.

La no deducción del salario patronal es otra innovación de este ajuste que afecta a los empresarios de mediano porte. Los grandes –como lo dijimos en su momento– figuran como directores de sus empresas y podrán deducirlo. Por consiguiente, acá le pegan al pequeño y mediano empresario.

El cambio impositivo de la eliminación del ajuste por inflación, en el artículo 163, es un zarpazo –directamente un zarpazo–, una suerte de atraco, una emboscada empresarial. Se embosca a los empresarios porque supone una alteración de esa regla de juego y un incremento de la tasa del IRAE. En los hechos, con esto se sube la tasa por encima del 30 %. Esta eliminación del ajuste por inflación para algunas empresas ya la plantearon en diciembre de 2015, pero lo raro –muy raro– es que al sistema financiero, mediante un decreto del 1.º de marzo, le dieron la posibilidad de deducir ciertos gastos financieros. Se lo dijimos al Poder Ejecutivo en la interpelación y la respuesta fue balbuceante, equívoca y errática. Y escondió la realidad ¡porque tampoco terminaron confesando cuánto le devolvieron al sistema financiero! Esto es así, señor presidente. Me dicen que le devolvieron más de USD 10:000.000; se lo cobraron por el decreto de diciembre pasado y se lo devolvieron el 1.º de marzo.

Entonces, cuando se rasca la olla buscando plata y se perdonan impuestos a los bancos, vemos que el Gobierno perdió el rumbo. Lo que no se le perdona a la gente, se les perdona a los bancos; lo que no se les perdona a los pequeños empresarios, se les perdona a los bancos. ¡A los bancos! Que yo esté diciendo esto –yo, integrante del Partido Nacional– es realmente paradójico. ¡El gran capital sigue invicto!

Nunca se extranjerizó tanto la tierra como en este tiempo. ¡Vayan a ver las cifras! ¡Vean las cifras! Las forestales mantienen exoneraciones tributarias del impuesto de primaria. ¡Todos pagan! ¡Las forestales no! Incluso, nuestro partido propuso aditivos en la comisión para revisar estas exoneraciones pero, según tengo entendido, fueron rechazados por el oficialismo. ¡Y se deja de recaudar millones de dólares a favor de los bancos, como dije en un principio!

Por eso creo, señor presidente –y lo digo tranquilamente–, que el Frente Amplio y el Gobierno se quedaron sin progresismo. En 2005 el equipo económico planteó una regla fiscal, un gasto primario corriente del Gobierno central, que consistía en no superar el 3 % en términos reales. Ya lo vimos. Lo discutimos aquí con el señor ministro de economía, ¡que aparentemente venía a este escenario a darnos una enorme lección de economía! ¡Nos iba a enseñar todo lo que suponía administrar! ¡La clase del gran profesor!

Señor presidente: creo que esto marca, lamentablemente, un modelo que se agota. ¡Podrá molestar! Comprendo que moleste. Se dice así, al barrer, para descalificar a la oposición: «¡Ahí está la derecha!» y se lo expresa como en una suerte de vómito «¡la derecha!». Es lo mismo que si del otro lado dijéramos: «¡Ahí están los populistas!», «¡Estos son los populistas!», ¡despectivamente!, en un juego dialéctico maléfico, errado, que parte al país en blanco y negro, que desvirtúa y desnaturaliza las respuestas para la gente. Pero aquella regla fiscal murió. Demostramos que, de haberla seguido, el déficit del sector público al cierre del 2015 hubiera sido sensiblemente inferior: 2,1 % del PBI, en contraste con lo que hoy tenemos. Por nuestra parte, calculamos –y lo dijimos en oportunidad de la interpelación– qué habría sucedido si se hubiera mantenido aquella regla fiscal: hoy el país presentaría números y ahorros superiores a los USD 4.200:000.000. Por supuesto, en tiempos de vacas gordas no se llevó adelante ese accionar y se llenó el espacio fiscal con déficit, y ahora estamos tratando esta increíble rendición de cuentas que hizo que el presupuesto quinquenal tuviera una vigencia de cinco o seis meses. ¡Esa fue la vigencia que tuvo el presupuesto quinquenal! ¡Es increíble! ¡Es la primera vez en la historia que ocurre algo así! ¡Y eso que en su momento dijeron que iba a durar dos años! Reitero: duró cinco meses. ¡Se apagó la velita! ¡La velita progresista se apagó! Más allá de la explicación del señor ministro de Economía y Finanzas, que parecía sesuda, eso marca –también lo dijimos– el tamaño, la dimensión del fracaso económico en materia de manejo de la economía.

Si se tienen once o doce años de bonanza económica, señor presidente, si se puede manejar una economía en crecimiento durante todo ese tiempo y resulta que hay cambios sensibles e importantes en áreas vitales del país, bien –quizás los haya y, de hecho, puedo reconocerlos en algunas áreas–, pero resulta que en una de las principales por las que se puede medir un Gobierno, como es el área educativa, estamos mal. Todas las explicaciones que se ensayan son, realmente, justificativas, pretenden tapar el sol con un dedo.

El año pasado el señor presidente del Codicén, sentado aquí mismo durante la convocatoria en régimen de comisión general a la señora ministra de Educación y Cultura –instancia realizada a solicitud de quien habla–, me dijo que me iba a invitar para hacer dos inauguraciones por semana. ¡Dos por semana! Y le dije: «Pago. Lo voy a empezar a seguir ahora. ¡Lo voy a llamar todos los lunes a partir de la semana que viene! Señor presidente don Wilson Netto: ¿qué nos toca esta semana? ¿Adónde hay inauguración? ¡Porque lo voy a acompañar y lo voy a aplaudir!». ¡Pero no van a tener obras! ¡Lamentablemente no van a tener obras! ¡Versos van a tener! ¡Están llenos de versos! Se quedaron en las palabras. Antes tenían propuestas, ilusión, mística. Podían darle respuesta a esa palabra, a esa promesa, con resultados, pero ahora quedan en palabras, nada más que en palabras.

Por eso se revelan como un modelo insostenible, pues por la propia regla fueron modificando el tope. Increíblemente, modificaron el tope de 15.000 millones de unidades indexadas a 17.000 millones de unidades indexadas para el año 2017.

SEÑOR LÓPEZ VILLALBA.- Formulo moción para que se prorrogue el término de que dispone el orador.

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar la moción formulada.

(Se vota).

–20 en 21. Afirmativa.

Puede continuar el señor senador Larrañaga.

SEÑOR LARRAÑAGA.- Por todas estas cosas, señor presidente, estamos tratando una rendición de cuentas en la que están demostrando que el modelo es insostenible. ¡Después se terminan dando los cruces y las discusiones de bancada sobre hechos vinculados a la educación, a la seguridad, a la salud y a la infraestructura física! ¡Dios mío! ¡Las carreteras en este país son un desastre! Son el monumento al cráter, están torpedeadas de una punta a la otra del territorio nacional. ¡No hablemos de las rutas transversales, sino de las que van para arriba! ¡Son un desastre! ¡La vialidad nacional es un desastre! ¡Es una hipoteca para el desarrollo económico, como lo es la educación para el desarrollo humano! Y pretenden maquillarlo, ¡mientras todo el mundo dice que está mal! Las cifras, porfiadas, así lo indican, como también los resultados y la falta de modelo. ¡Echaron a los que trajeron para hacer la reforma del ADN de la educación! ¡Los echaron! ¡La ministra se peleó con ellos y los echó! ¡Eran unos fenómenos explicando el programa educativo! Filgueira y Mir. ¡Se fueron! ¡Los rajaron! ¡De tan fenomenales que eran tuvieron que irse! ¿Y cuál fue la respuesta? La ministra de Educación y Cultura, que venía poco menos que a poner coto al desborde sindical y al desorden educativo, terminó diciendo que ella no tenía todo el poder sobre la educación y que, por supuesto, no podía indicar al Codicén toda la generación de las políticas que se iban a llevar adelante.

Señor presidente: creo que se está buscando hacer los deberes con las calificadoras de riesgo para demostrar que aumentarán los ingresos. Ahora bien; no se reactiva la economía poniendo impuestos, más allá de la didáctica explicación del señor senador Michelini. No se reactiva la economía castigando a la clase media. Y no se reactiva la economía erosionando la confianza de los inversores, cambiando las reglas de juego, afectando la certeza jurídica ni trastocando la constitucionalidad. Todas esas modificaciones retroactivas al 2007, acuérdense: ¡van a ser declaradas inconstitucionales! Se los hemos dicho en muchísimas oportunidades. Inclusive acá se llegó a decir que otros partidos, como el nuestro, en su Gobierno habían tenido más cantidad de leyes inconstitucionales. Es imposible superarlos. ¡La imaginación y la iniciativa legislativa que el Gobierno ha tenido, para terminar equivocadamente violando la Constitución de la república, no tienen parangón! ¡No le erran! ¡No hay ley importante que trate este Parlamento a la que no se le atribuya alguna inconstitucionalidad! ¡No la hay! Es como tirarle al Arco de Triunfo, ¡no hay cómo errarle! ¡Es imposible! Siempre terminan en lo mismo.

En lo personal, también me quedo con la propuesta del señor senador Bordaberry de poner coto a lo que se plantea. Es decir, si se piensa que en el año 2018 el ritmo de crecimiento será tal que permitirá reanudar el gasto que se posterga en esta rendición, debería aceptarse lo que se terminó proponiendo en la interpelación, esto es, que el aumento de los impuestos que hoy se va a votar sea transitorio. ¡Por supuesto que estaríamos acompañando una iniciativa de esas características! Si la historia de la explicación económica y de la evolución de los números es exacta y cierta, los impuestos tendrían que ser transitorios y en su momento habría que sacarlos; si no, es la prueba del nueve: los impuestos se quedan, la supresión de los gastos se levanta y se termina no haciendo las reformas necesarias y fundamentales que el país necesita, sobre todo la del Estado, que fue anunciada como la madre de todas las reformas. No hubo reforma del Estado; hubo más y peor Estado, y peores respuestas. Esto no es de izquierda ni de derecha porque, en definitiva, realmente han terminado siendo neoliberales en la recaudación de impuestos y populistas en el gasto.

Señor presidente: ¡no hablemos de algunas asignaciones de potestades a la Dirección General Impositiva que la convierten en un verdadero leviatán con superpoderes de administración que dejan a los contribuyentes indefensos! Ahí se aplica el precepto solve et repete, esto es, pague y después reclame. En realidad, sería pague, reclame y «cobrariola» porque, ¡nunca más!

Mire, señor presidente, a nuestro criterio el país tiene necesidades redistributivas insatisfechas. Nos referimos a la educación, al desarrollo del interior, a la modernización de las políticas sociales en base al trabajo y con rutas de salida sustentables, al cambio del Estado para hacerlo más eficiente, y también a una política que defienda el trabajo. En lo personal, no creo que las modificaciones que se hacen al régimen tributario no terminen afectando a la gran masa de los trabajadores. ¡Se me dirá que una cantidad inmensa de trabajadores, cientos de miles de compatriotas, no tributan! A mi entender, lo único que eso está reflejando es que ganan muy poco. Les aconsejo que no repitan mucho esa frase porque si tanta cantidad de personas no han sido atrapadas por el ajuste fiscal de esta rendición de cuentas, significa que estamos ante cientos de miles de compatriotas que están en la lona –permítaseme la expresión–, como en la luna están quienes establecen diagnósticos sobre cómo manejar la realidad social pretendiéndose propietarios de la razón y no mirando para el costado para ver las manos que se tienden para brindar ayuda, sin comprender que al país lo sacamos todos adelante o la changa será extremadamente difícil.

Creemos –y lo dijo elocuentemente el señor senador Heber– que somos rehenes de los corporativismos. Francamente, no tengo una aversión gremial; creo en la participación gremial en los distintos organismos, en la educación, en la salud. Nunca he propuesto estar en contra de tal participación, pero no creo en la sustitución de la representación popular que la gente otorga a los partidos y gobernantes, por el poder sindical. Me parece esencial entender esto. Y precisamente ese es uno de los graves problemas que tiene el Frente Amplio en el ejercicio del gobierno. ¡Es un grave problema!

Acá se dijo que en la barra no había dirigentes sindicales reclamando por mejoras, por esto o por lo otro. Veo muchachos y jóvenes, como antes no había. Se dijo también que antes, en otros episodios presupuestales, las barras se caían de racimos de compatriotas reclamando a los opresores de turno, a los partidos tradicionales, que queríamos que los pobres fueran ¡más pobres!, y los ricos, ¡más ricos! ¡Eso era lo que queríamos! ¡Esta derecha abyecta, que somos nosotros, claro, porque ustedes son los buenos! De aquí para allá, hasta el senador Coutinho, que forma parte de otro brete.

Creo que se han dejado vencer por las pulsiones populistas de los sectores más radicales. ¡Han quedado presos de los radicalismos, señor presidente, y se los han llevado puestos! ¡Se llevaron puesta la gestión de las empresas públicas! ¡Les dejaron la piola larga, las riendas en el suelo, y terminamos con gerentes que fueron echados de alguna hija, abuela o nieta de las empresas públicas, o sea de las subsidiarias –al fin de cuentas el entrevero es tan grande que no se sabe qué grado de parentesco tienen las empresas públicas con las subsidiarias–, que ahora, aparentemente, acaban en fundaciones!

Estoy convencido de que hay una verdadera privatización de las oportunidades y es en el tema educativo donde, dígase lo que se diga, vamos a pagar el más alto precio por la enorme brecha que hay entre los hijos de los uruguayos que pueden y los hijos de los uruguayos que no pueden, porque eso no vuelve para atrás; después que pasó, pasó. Un paisano una vez me dijo: «Hermano, usté estudee, porque mire que pa’ burrear hay tiempo». Y tenía razón. Estamos dejándoles pasar el tiempo a miles de muchachos que, por no tener las mismas posibilidades de estudiar, van a terminar «burreando», dicho en el mejor sentido del término y respetando el término «trabajo». Todos sabemos a qué me estoy refiriendo. Mientras tanto, discutimos en la rendición de cuentas el trasiego de recursos para allá y para acá, y se van postergando soluciones para los grandes temas del país y de los uruguayos.

Gracias, señor presidente.

SEÑOR OTHEGUY.- Pido la palabra para contestar una alusión.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR OTHEGUY.- Voy a ser muy breve. Uno podría responder a un cúmulo de alusiones, pero voy a usar el poco tiempo del que dispongo para dar cuenta de un montón de inexactitudes que se repiten y se repiten; lo haré oportunamente. Si bien es muy difícil contestar tantas inexactitudes, me interesa responder a una de ellas.

Acá se dice que la izquierda –somos de izquierda, lo digo con orgullo– acusa permanentemente a otros sectores de ser de derecha, como si fuera algo despectivo; quizás para algunos lo es. Ahora bien, esto no lo hemos dicho nosotros; este tipo de afirmaciones las hicieron dirigentes de su propio partido y voy a dar lectura a algunas de ellas: «No se puede representar al país de los pitucos»; «A muchos dirigentes les falta medio tanque» y «El nacionalismo popular no existe». Insisto: esto no lo dijo el Frente Amplio, sino dirigentes de su propio partido.

Me importaba hacer esta aclaración porque es un debate instalado que tiene que ver con la construcción de la identidad o con la crisis de la identidad. Repito: ese debate no lo instalamos nosotros, sino dirigentes del propio Partido Nacional.

Era cuanto quería decir.

SEÑOR LARRAÑAGA.- Pido la palabra para contestar la aclaración.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR LARRAÑAGA.- No se sulfure tanto, señor senador, que le va a hacer mal.

Cuando hablamos de este tipo de cosas parece algo realmente increíble porque el propio Frente Amplio es el que termina quedando preso de los radicalismos.

(Ocupa la presidencia el señor senador Coutinho).

–También tenemos la otra versión, la de la izquierda pituca versus la izquierda del medio tanque, del carnaval y del fútbol.

Mire, señor presidente: creo que se puede tener medio tanque, carnaval y fútbol, pero yo quiero tener escuelas, liceos y educación para los hijos de los que menos tienen.

Muchas gracias.

14) SOLICITUDES DE LICENCIA E INTEGRACIÓN DEL CUERPO

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Léase una solicitud de licencia llegada a la Mesa.

(Se lee).

SEÑOR SECRETARIO (José Pedro Montero).- «Montevideo, 12 de setiembre de 2016

Señor presidente de la

Cámara de Senadores

Raúl Sendic

De mi mayor consideración:

Por la presente y de acuerdo con lo dispuesto en la Ley n.º 17827 inciso D, solicito a usted se me conceda licencia desde el día 16 de setiembre al día 1.º de octubre inclusive, del corriente año.

El motivo de la misma tiene por objeto asistir en calidad de vicepresidente a la próxima reunión de Consejo del Presidium de la Internacional Socialista. Según consta en la invitación que adjunto, la misma se realizará en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, y en esta ocasión se abordarán temas de capital importancia como lo son los desafíos sobre la seguridad, la democracia y la sostenibilidad en distintas partes del mundo; la crisis de los refugiados y los migrantes; el próximo XXV Congreso de la IS, entre otros.

Sin otro particular, saludo a usted con mi mayor cortesía.

Rafael Michelini. Senador».

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota).

–20 en 21. Afirmativa.

Se comunica que el señor Felipe Michelini ha presentado nota de desistimiento, informando que por esta vez no acepta la convocatoria a integrar el Cuerpo, por lo que queda convocado el señor Antonio Gallicchio, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

15) RENDICIÓN DE CUENTAS Y BALANCE DE EJECUCIÓN PRESUPUESTAL, EJERCICIO 2015

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Continúa la discusión del tema en consideración.

SEÑOR MIERES.- Pido la palabra.

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR MIERES.- Después del último debate entre izquierdas y derechas, pitucas y populares, volvamos al punto en cuestión.

El Partido Independiente –tal como lo hizo en la Cámara de Representantes– no va a acompañar este proyecto de ley de rendición de cuentas por la razón que tantas veces hemos dicho desde hace varios meses, que resulta cansador repetirla hasta para uno mismo: esto es un ajuste fiscal. Por más vueltas que se le dé, es un ajuste porque reduce gastos y aumenta impuestos; así de sencillo, simple, claro y sin más vueltas. Después vamos a hablar sobre esto.

Se podría decir que es un ajuste fiscal necesario, impuesto por las circunstancias, por hechos de los que el Gobierno ha sido rehén y no pudo manejar, pero no: es hijo de su gran irresponsabilidad, del despilfarro que se hizo en estos años de bonanza, que en gran medida –y nos duele decirlo– se tiraron por la alcantarilla y se perdieron.

Señor presidente: en la vida política aprendí que hay una forma de medir los resultados de un Gobierno, que es comparar la agenda electoral de una campaña con la de la siguiente. Observamos la lista de temas que se discuten como centrales en una campaña electoral, luego pasan los años de gobierno y, cuando leemos la nueva agenda, vemos los resultados. Y ¿sabe qué? La agenda de la campaña electoral de 2014 era prácticamente la misma que la anterior, excepto el tema de la energía. Soy honesto y digo que la energía se transformó entre los años 2009 y 2014 como resultado de un acuerdo multipartidario que fue ejecutado correctamente. Pero en todo lo demás, educación, seguridad e infraestructura, los grandes temas siguieron siendo los mismos. También el de la reforma del Estado. ¡Por favor!

Nada cambió en cinco años a pesar de tener el crecimiento más fabuloso de toda la historia moderna de este país. Había recursos para tirar para arriba; era el sueño del pibe, la mayor oportunidad de transformar el país y, sin embargo, no se hizo ninguna de las reformas fundamentales. A cambio de eso, el déficit fiscal se multiplicó por cuatro y medio con respecto a lo que el propio Gobierno proyectó al comienzo del período. Eso no fue porque no hubiera plata; al contrario, hubo mucha plata, pero se gastó mucho más de lo que se dijo que se iba a gastar. Terminamos con un agujero negro en Ancap. He dicho esto muchas veces y nadie tuvo la posibilidad de responder. A fin de año, este Parlamento, con los votos del partido de gobierno, otorgó USD 622:000.000 para capitalizar a una empresa, monopólica en casi todas sus áreas, que si no se la capitalizaba se fundía, y eso es más que todo el ajuste fiscal que ahora está votando el propio Gobierno. Por lo tanto, como prueba de que esto es hijo del despilfarro, bastaba con que Ancap hubiera funcionado medianamente bien para que el ajuste fiscal de hoy fuera innecesario.

También podemos hablar del Fondes. Su gestión me hizo recordar aquello de las viejas épocas de El país de la cola de paja de Benedetti, de los préstamos no reintegrables, porque se sabe que buena parte de los préstamos que se hicieron fueron a fondo perdido. También tenemos la multiplicación de los cargos de confianza; la consigna del «Gasten todo lo que puedan, aprovechen muchachos»; el Antel Arena, que nadie sabe para qué va a servir y que el propio ministro de Economía y Finanzas el año pasado intentó frenar sin éxito porque, al final, en lo que tiene que ver con las orientaciones de la fuerza política, siempre termina siendo dependiente.

El ajuste fiscal también es hijo de la tozudez de este Gobierno, no solo del despilfarro anterior. Se estableció un presupuesto sobregirado para dos años que, como bien se decía, duró cinco meses. ¿Cuántas veces se le dijo al señor ministro de Economía y Finanzas: «Este presupuesto está sobrevalorado. Este presupuesto está construido en base a previsiones de la economía que no van a funcionar», pero no pasó nada, absolutamente nada? Mostró una sordera total ante los planteos que hacían no solo los distintos partidos de la oposición, sino todos los técnicos, todos los economistas y todas las instituciones que se encargan de analizar la realidad económica. Se lo advirtió todo el mundo. Luego vinieron las consecuencias. El año pasado en el presupuesto se presentó una previsión de crecimiento del PIB del 14,6 % en el quinquenio y este año nos dicen que, en realidad, vamos a crecer el 7,7 %. ¡Pavada de error! Pavada de error para un equipo económico que tiene a su mando las riendas de la economía desde hace doce años. No solo eso; incluso las proyecciones actuales nuevamente están sobregiradas y se vuelve a decir: «Señor, usted está planteando un crecimiento que en el bienio –ahora ya ni siquiera es en el quinquenio, sino que se refiere a los próximos dos años: este y el que viene– va a estar en el entorno del 3 % cuando en general los analistas dicen que con suerte creceremos el 1,5 %». Por eso este ajuste fiscal ni siquiera va a ser suficiente, porque no va a lograr cubrir el poco espacio de déficit que pretendía abarcar. Además, es un ajuste clásico porque se aplica sobre los ingresos de los ciudadanos comunes, de las personas; es recaudación exprés. Claro, como no se hizo la reforma del Estado, no es un ajuste por mejora de gestión. ¡No, nada de eso! ¡La mejora de gestión te la debo! ¡Hace años que te la debo! Al contrario, la gestión del Estado en los distintos ministerios ha sido un verdadero desastre. Como no hubo reforma del Estado, lo que se hace es lo fácil, lo rápido y lo necesario, que es meter la mano en el bolsillo de los trabajadores con deducciones, abarcando así no solo a los que tienen ingresos por arriba de $ 35.000 líquidos –los que están afectados por la tasa–, sino también a los que verán disminuidas sus deducciones. También afecta a los pequeños empresarios porque, por vía indirecta, lo que en definitiva van a pagar en carga tributaria se incrementa alrededor de un 20 %.

Todo esto viene rodeado de un ropaje muy particular. Hoy estuve ensayando algo que quizás se puede tomar en cuenta para calificar cómo se trata de construir una especie de ilusionismo terminológico, de magia semántica, de malabarismo de la palabra, de contorsionismo verbal, de trasposición de contenidos, de prestidigitación conceptual porque, en definitiva, no a una cosa sino a varias se las llama de manera diferente de lo que en realidad son. Algunas son muy obvias: al ajuste fiscal se lo ha llamado «consolidación fiscal».

También se ha dicho que lo que se hacía era postergar gastos y, en realidad, lo que se hace es abatir gastos. ¿Y qué es abatir gastos? Es echar abajo, es reducir, es eliminar. Eso, en idioma español, cualquiera sea la interpretación que se haga, es lo que ocurre: los gastos que se eliminan en esta rendición de cuentas no se postergan, como se dijo una y otra vez desde el Gobierno, sino que se eliminan. Se eliminan, y esa es otra trampa verbal. Pero hubo dos más que ocurrieron cuando la rendición de cuentas llegó al Senado. Durante el arduo trabajo –me consta que lo fue– que hizo la bancada de senadores del Frente Amplio para tratar de arreglar lo que vino de la Cámara de Representantes, la discusión que se llevó a cabo se transformó, para la opinión pública, en buscar fondos y recursos para la educación. ¡Caramba! La idea no era buscar fondos y recursos para la educación, sino mantener los escasos recursos que se habían otorgado en el presupuesto del año pasado. No se pensaba agregar fondos para la educación; esa fue otra jugarreta terminológica, otro malabarismo conceptual para tratar de decir que una cosa es lo que no es.

En la discusión que se dio en la bancada de senadores del Frente Amplio para llegar a la propuesta que hoy se va a someter a votación, se dijo que se estaba trabajando para mejorar la situación de las exoneraciones a las donaciones a las universidades privadas. ¡Minga! ¡Todo lo contrario! En realidad, se estaba afectando las exoneraciones a las donaciones a las universidades privadas. No estaban mejorando; en realidad, ya habían sido afectadas cuando ni siquiera venían en el mensaje del Poder Ejecutivo. Para las próximas rendiciones de cuentas yo sugeriría algunos nombres que podrían pasar al señor ministro Astori para que los tenga en cuenta. ¿Qué tal «acentuación tributaria» –suena interesante, ¿no?–, «incremento de la capacidad extractiva del Estado», «aumento del aporte financiero ciudadano» o «contribución popular al esfuerzo nacional»? Creo que con esto tenemos un menú de opciones para buscar otros nombres para los futuros ajustes.

Además, esta rendición de cuentas configura, demuestra, confirma promesas de campaña incumplidas. La principal promesa incumplida fue la de no aumentar la carga tributaria. No voy a abundar en esto; discutimos mucho al respecto el día que vino el señor ministro a sala por haber sido convocado por el señor senador Larrañaga. Está claro que hay un incumplimiento muy fuerte de una promesa electoral que se hizo en el sentido de que no iba a haber un incremento de la carga tributaria. Acá, a todas luces hay un incremento de la carga tributaria, llámesele como se le llame.

A su vez, cuando se habla del 6 % del producto interno bruto para la educación ya se prevé un incumplimiento. La dotación de recursos para la educación está tan pero tan lejos del 6 % del PIB que no sé cómo se podría llegar a esa cifra de aquí a dos años para no caer en otro incumplimiento.

También han incumplido en lo que Tabaré Vázquez calificó como «el buque insignia de este período de gobierno», que es el Sistema Nacional Integrado de Cuidados, que otra vez sufre un recorte porque hay que juntar plata de algún lado.

Todos estos esfuerzos para llamar a las cosas lo que no son chocan con la realidad. El general Seregni decía algo que siempre me pareció muy atinado y con un sentido muy fuerte de la realidad: «Los hechos son porfiados». Y los hechos son porfiados. Los hechos van a decir una cosa muy sencilla: lo que hoy es un ajuste fiscal teórico –porque la ciudadanía escucha los términos «ajuste fiscal» y «aumento de impuestos», pero no los está viviendo–, en febrero del año que viene, cuando llegue la hora de cobrar los sueldos y las jubilaciones –porque han dicho que también les van a caer a las jubilaciones–, cuando los pequeños empresarios saquen la cuenta de lo que les queda en caja y los trabajadores independientes sufran el impacto, todos se van a dar cuenta de que, por más tretas conceptuales y terminológicas que se establezcan, lo que estarán sufriendo será un ajuste fiscal. Esa será la hora de la verdad, que dejará caer toda la discusión y todos los intentos de maquillar las cosas que, en definitiva, se están proponiendo.

SEÑOR MICHELINI.- ¿Me permite una interrupción, señor senador?

SEÑOR MIERES.- El señor senador Michelini –no voy a decir que como siempre, pero es así– me pide una interrupción, que le concedo con mucho gusto.

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Puede interrumpir el señor senador Michelini.

SEÑOR MICHELINI.- Creo que es un orgullo para cada uno de nosotros que nos escuchemos y pidamos interrupciones.

La economía no es lineal, señor presidente. El señor senador Mieres habla de cuando sucedan tales y cuales cosas; pueden ocurrir esas cosas, pero también pueden suceder otras. Nosotros pensábamos que el país iba a crecer a un ritmo que no creció. Si la inflación se mantiene o si baja en el momento en que se hacen los ajustes de los que se está hablando, de acuerdo al léxico de la oposición –esto recién empieza el año que viene porque algunos impuestos comenzarán a pagarse en el 2018, sobre todo el de las empresas–, seguramente para ese momento la economía estará un poco mejor de lo que se piensa y tendrá un repunte leve, producto de la confianza que genera la consolidación fiscal. Los términos son importantes para no confundirlos con otras circunstancias. Si las dos rebajas del IVA tienen un mejor impacto en el consumo, quizás lo que pronostica el señor senador Mieres no se da. No voy a venir a decir: «¡Miren lo que dijeron y lo que está pasando ahora!». Ese no es mi estilo, pero me parece que cuando se dicen verdades completas que no admiten discusión y cuando no hay intercambio, no se ayuda al país.

No hay duda de que el Uruguay necesitaba un reordenamiento –para no hablar de ajuste ni de consolidación– y mandar una señal, como el buen conductor que antes de empezar a tomar una curva, rebaja levemente la velocidad. Toma el volante con seguridad para que quienes viajan con él sientan que quien maneja es un conductor avezado. Se trata de tocar levemente el freno, lejos de la curva, para poder tomarla con toda tranquilidad. Si esto ocurre así y la economía de todos los uruguayos –no la del Gobierno– responde a estas señales, quizás no suceda lo que anuncia el señor senador Mieres. Ahora bien; si a este reordenamiento –para no hablar de consolidación ni de ajuste y ver si nos ponemos de acuerdo en un término– no le damos chance, los que van a sufrir serán los uruguayos. Ya hice la anécdota de Jaime Estévez respecto a que él no le iba a tirar a la economía sino que iba a darle una chance. Yo ni siquiera pido que le den una chance, pero no presenten una situación apocalíptica porque no la hay. Además, si la hubiera, ni siquiera habríamos esperado a la rendición de cuentas sino que ya habríamos mandado una ley especial, normal –porque tenemos mayorías y la podríamos haber aprobado rápidamente– para obtener los recursos. No me refiero solamente a algunos recursos para el 2018, sino a los que se necesitan ahora, pero no estamos en esa circunstancia, no estamos dando esa señal y no creemos que el país la necesite.

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Puede continuar el señor senador Mieres.

SEÑOR MIERES.- Señor presidente: nosotros no hablamos para nada de apocalipsis, pero sí de ajuste fiscal y dijimos que esto va a pegar en el bolsillo de la gente. Si se cree que no es así, en febrero, el señor senador Michelini podría ir a explicar a la gente que se puso el freno para dar la curva y para que no hubiera posibilidad de choques. Expliquen a la gente que van a cobrar menos que antes porque tendrán que pagar un impuesto que va a existir porque supongo que no lo van a derogar antes de fin de año. Entonces, no sé a qué circunstancias especiales alude el señor senador Michelini cuando dice que quizás el impacto no ocurra. Está claro que ese impacto va a ocurrir y la gente hoy no se da cuenta. Esto es consecuencia del despilfarro de estos años y no porque fuera inevitable o porque el mundo cambió. El mundo agregó algunas dificultades pero aún con ellas, si el país se hubiera manejado con otra diligencia y el lema no hubiera sido «dale que va; manteca al techo y no hay problema porque igual hay guita», ahora no estaríamos necesitando este ajuste fiscal y ustedes lo saben bien. Todos conocemos el agujero que hemos tenido que tapar por malas gestiones que tienen que ver con el funcionamiento del Gobierno de estos años y, además, porque había dos equipos económicos. El señor ministro de Economía y Finanzas actual y también el anterior dijeron que las empresas públicas estaban fuera de control. El actual ministro de Economía y Finanzas dijo textual, cuando declaró ante la comisión investigadora de Ancap, que las empresas públicas estaban fuera de control y que ahora estamos pagando todas esas cuentas, no solo con la capitalización de Ancap, sino también con la plata que hemos pagado durante todos estos años, cada vez que una persona sube a un ómnibus y compra un boleto o que carga nafta en su moto o auto. Hay un plus que algunos han cuantificado en USD 150:000.000, que se ha generado porque el precio de los combustibles no se fija según la paramétrica, sino en relación con el agujero de Ancap. Todo eso es consecuencia de una mala gestión y no tiene que ver con Argentina, ni Brasil ni nada.

SEÑOR HEBER.- Apoyado.

SEÑOR MIERES.- Eso es mala gestión y es lo que queremos señalar. Sin apocalipsis y sin dramas porque el país no se está cayendo, pero la gente va a pagar una cuenta que no es suya; va a pagar el resultado de la irresponsabilidad de la gestión de gobierno.

Esa es la hora de la verdad, más allá de todas las afirmaciones a la hora de buscar nombres. En este sentido, les digo que acentuación tributaria es un buen nombre y una alternativa para el año que viene; piénsenlo que está bueno.

Quiero dejar planteado otro tema porque tiene que ver con la discusión en particular y puede ser motivo de reflexión antes de que se vote. Me refiero al artículo 190, relacionado con la reducción de las exoneraciones para los donantes a las universidades privadas. En el día de mañana hablaremos sobre el fondo y la discusión sustantiva del asunto y mencionaré algunos alcances que corresponden particularmente, pero quiero plantear a la bancada del partido de gobierno la duda sobre la constitucionalidad del artículo 190. Con respecto a las exoneraciones, la Constitución de la república es muy clara y establece que deben contar con iniciativa privativa del Poder Ejecutivo. Me refiero al artículo 133 que establece exactamente que requerirá la iniciativa del Poder Ejecutivo todo proyecto de ley que determine exoneraciones tributarias.

Cuando uno recurre al Diccionario de la Real Academia Española, puede ver que «determinar» significa decidir algo, establecer o fijar algo o delimitar la extensión de una categoría. Entonces, cuando estamos determinando una exoneración y en este caso reduciéndola, se podrá decir que en definitiva habrá más plata para rentas generales y que lo que busca la norma constitucional es evitar generar obligaciones mayores al Poder Ejecutivo. Sin embargo, la norma constitucional también nos prohíbe fijar impuestos y si bien es obvio que estos generan ingresos para el Estado, para aprobarlos el Parlamento requiere iniciativa privativa del Poder Ejecutivo. Cuando estamos hablando de exoneración, me parece que vale la pena atender este asunto y analizarlo. Consulté a algún catedrático de Derecho Administrativo y tiene muchas dudas por lo que entiendo conviene discutirlo con tranquilidad, antes de su aprobación.

SEÑOR PARDIÑAS.- Pido la palabra.

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR PARDIÑAS.- Señor presidente: nos sumamos al reconocimiento por el apoyo que recibimos para esta tarea porque si bien hay plazos determinados por la normativa constitucional, habíamos planteado –creo que ese fue el primer logro de la presidencia de la comisión– tener una agenda que nos permitiera cumplir con el tratamiento de este proyecto de ley en el menor plazo posible, y eso se logró. Es bueno reconocer el esfuerzo realizado por la presidencia de la comisión, a cargo del compañero Marcos Otheguy, y también el de la secretaría de la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda y de todo su equipo, que trabajaron fuertemente para que esto ocurriera así. Asimismo, quiero reconocer el esfuerzo de los senadores y senadoras integrantes de la comisión que se avinieron a esta iniciativa que implicaba dedicarnos, en tiempo restringido, al análisis de este proyecto de ley tan importante.

Por otro lado, aparentemente no estamos discutiendo una rendición de cuentas, sino viendo cuáles pueden ser los titulares más estruendosos para la jornada de hoy. En lugar de hablar de la rendición de cuentas hablamos de fiscalazo; en vez de hablar del análisis de los programas, de los proyectos y de cómo se ejecutaron en 2015, se hace referencia a ajuste fiscal.

No sé si repetirlo tantas veces implica tener la razón. Hay un dicho popular que expresa que una mentira dicha mil veces se transforma en verdad. Capaz que se busca generar eso, porque se sabe que partimos de un punto de análisis bien distante y que incluso la mentira cae por su propio peso. ¿Por qué? Se dice que el presupuesto fue aprobado en diciembre del año pasado y duró menos de cinco meses. ¡Gran error! ¡Gran tergiversación de la realidad! ¿Qué es lo que está ejecutando el Gobierno? El presupuesto del ejercicio 2016 aprobado y promulgado en diciembre de 2015. Entonces, el presupuesto no duró cinco meses, va a durar lo que tiene que durar; es para el 2016, todo el ejercicio. Por lo tanto, acá se está reiterando una mentira para que la gente crea que el Gobierno se desdice continuamente de sus planteos o que la planificación que se realiza es inconsistente. Creo que es lo que se ha sugerido en más de una instancia o se ha dicho en forma reiterada.

Lo primero es lo primero. Nuestra fuerza política es la que tiene mayor interés de que esta discusión que hoy estamos dando en torno a la reasignación de recursos, al abatimiento de algunos incrementos de recursos que se habían volcado en el presupuesto, se diera el año que viene. La realidad económica nos indica que debemos tomar recaudos. ¿Qué hubiera pasado si el Gobierno hubiera mandado una simple rendición de gasto cero, comprometiéndose a ejercer lo que ya tiene votado en el presupuesto y no hubiera dicho que había que ajustar? ¡Ahí sí que hubiéramos sido irresponsables! Los partidos de la oposición se hubieran rasgado las vestiduras diciendo que éramos irresponsables porque habiendo cambiado la situación del país –así como la situación regional y mundial– no hicimos ajustes según lo proyectado. Ahora hay un mensaje que propone algunas correcciones con las cuales podrán coincidir o no. Es sano que existan discrepancias porque estamos en una democracia y hay aspectos en los que no vamos a ponernos de acuerdo. Está claro que la mirada de izquierda y de derecha existe. Aunque se ofendan, existe. La mirada de transformación y conservadurismo, existe. Aunque se ofendan, es real. La mirada por la cual nosotros queremos hacer ajustes tributarios está planteada en el Programa de Gobierno del Frente Amplio. Por lo tanto, que nadie diga que el Frente Amplio incumple lo que dice porque no es así. Capaz que se puede pensar que se quiere ir en otra línea de acción distinta de la que vamos. Es posible, las alternativas de los caminos las toman quienes tienen que decidir. En este caso es el Poder Ejecutivo que tomó la iniciativa y somos nosotros, la bancada de gobierno, los que estamos trabajando para defender el proyecto.

Son alternativas que asumimos con responsabilidad. Acá se habla de herencia maldita. Aunque a algunos le guste y a otros ofusque hay herencia maldita, porque haber recibido un país con 40 % de pobres es herencia maldita. ¡Vaya si hay que hacer esfuerzos fiscales y de gobierno para revertir esta situación! Y seguramente no van a finalizar en el 2019. ¡Eso es herencia maldita! Ahora, haber recibido un presupuesto que en vez de llegar a un 1,9 % de déficit fiscal lo recibimos con 3,5 %, para mí no es herencia maldita sino es un problema. Eso sí; es una situación que debemos trabajar. Este proyecto de ley apunta a buscar algunas soluciones, pero no es herencia maldita. ¿Es un problema? Sí; no vamos a complicarnos por reconocer que es un problema, porque también se sustenta en algunas definiciones que nuestra fuerza política y nuestro Gobierno resolvió con aprobación democrática.

En el propio mensaje del Poder Ejecutivo se indican algunas cuestiones. En la exposición de motivos, en uno de los tantos elementos que se vuelcan para el debate, se expone: «En suma, si bien es cierto que los egresos del GC-BPS han aumentado en la última década, este incremento se explica fundamentalmente por la ampliación de derechos para la población. Por lo tanto, el margen para recortar gasto sin afectar derechos que la sociedad en su conjunto a través del proceso democrático ha definido como necesarios, es escaso». Lo está reconociendo el propio Gobierno; hemos avanzado en la ampliación de derechos y eso se transforma también en ejecución de presupuesto que cada vez le deja un margen más estrecho al Gobierno para manejar los incrementales. Pero si encima tenemos una situación económica que se desacelera, entonces esta situación se complica.

Pregunto a los grandes magos de la economía que ahora nos dan orientación sobre lo que hay que hacer: ¿qué mago económico dijo que Brasil iba a tener la catástrofe que tiene hoy? ¿Qué mago económico dijo: «Va a haber tanto lío en Brasil que hasta van a tirar abajo a la presidenta en dudoso proceso democrático?». ¿Quién lo predijo, ya que son tan prospectivos estos analistas económicos? ¡Ninguno! ¿Por qué? Porque había cuestiones que lógicamente venían deteriorándose pero nadie había determinado hasta qué punto iba a llegar la situación. En fin, el problema se agravó, llegó a niveles que no hubiéramos querido y hoy nos golpea en nuestra economía. Nos hace tambalear en nuestra débil economía que depende fuertemente de que exportemos y de que ingresen divisas. ¿Verdad, señor presidente?

Acá se ha hablado de que ha habido una orientación realmente desprolija en cuanto a incrementar el gasto estructural y de que no supimos aprovechar el período de mayor bonanza fiscal que ha tenido el país. ¡A ver si íbamos a tener la bonanza fiscal que nuestro país tiene hoy, si los Gobiernos frenteamplistas no hubieran tomado ciertas determinaciones! Brasil las tuvo, vivió en el mismo encuadre económico que nosotros; Argentina las tuvo, vivió en el mismo encuadre económico que tuvo el Uruguay. ¿En qué situación está un país y otro? ¡Ah! A mí me aclaran esto, señor presidente, porque creo que hay diferencias. Hay dificultades, pero no son las mismas. Hoy la mayor parte de la población de Argentina se está quejando, no porque haya un ajuste fiscal donde pueden subir algún punto a los que más ganan, sino porque le han subido de manera importante las tarifas y han perdido derechos que habían conquistado en otro momento.

Hoy, la movilización en Brasil es para reivindicar la democracia, no porque la economía se deteriore. Y yo creo que acá no solamente se dieron condiciones internacionales que bien aprovechadas permitieron esa bonanza fiscal, sino que también se logró por decisiones políticas inteligentes de los Gobiernos frenteamplistas. No fue porque sí nomás, fue por decisiones del Gobierno frenteamplista. Hoy esas decisiones lógicamente generan preocupación cuando la economía se desacelera. También hay cuestiones que tienen que ver con derechos que durante tantos años estuvieron postergados, que cuando se empiezan a reactivar y a darle aire para que se solucionen, generan problemas financieros.

Por otro lado, no se puede ser tan irresponsable como para decir que hay un ajuste fiscal silencioso que ha venido socavando el poder adquisitivo de nuestras familias. No se puede decir que hay un ajuste fiscal por incrementar el Imesi a los cigarros. ¡No se puede ser tan irresponsable, señor presidente, porque eso forma parte de una de las políticas públicas de protección a la salud! No es cualquier cosa; no se puede mentir. A veces se repite la mentira para transformarla en verdad, pero no es así, la verdad es otra. La realidad es otra cosa, porque lo que ha hecho el Gobierno va por otro carril.

Señor presidente: en este informe figura que uno de los beneficios consagrados en las normas –por tomar como ejemplo alguno de los varios que se han planteado– es el seguro de salud, que también está siendo analizado por las autoridades. En 2004, el gasto por subsidio de enfermedad era del 0,05 % del producto bruto, de la riqueza generada en el país; en 2015, es de 0,28 %. Y todas estas cuestiones y otras que ya hemos señalado, como la ampliación de las políticas de cobertura social, son inversiones y gastos estructurales que presionan al presupuesto, que nos llevan a hacer un ajuste a un año de su aprobación. En 2004, los beneficiarios de este subsidio no llegaban a las 10.000 personas; en 2015, superaron las 35.000. ¿Por qué? Porque se amplió la norma. Se critica la eficiencia y la eficacia del funcionamiento del Estado, pero con este procedimiento el BPS hizo una mejora de gestión que permite que el subsidio funcione más rápido y la protección a los trabajadores y a las trabajadoras se ejerza en menor tiempo, lo que ha traído aparejado que haya más beneficiarios. O sea, son realidades que han venido cambiando. Pongo estos ejemplos porque creo que todo esto no ha sido por arte de magia o porque haya habido bondad desde el exterior para que este país tenga políticas de cobertura social ampliadas y de beneficios a sectores que muchas veces fueron postergados o no fueron atendidos con la potencia con que se atendieron otras políticas desarrolladas por el país.

Señor presidente: en las discusiones que estamos teniendo se han intercambiado opiniones sobre la necesidad o la voracidad fiscal que tiene el Gobierno. Aquí hemos escuchado que con las mejoras o las alícuotas más elevadas de IRPF al aprobarse esta ley, van a pagar más los trabajadores. Por otro lado, algunos señores senadores han señalado, con mucha fuerza, que las mejoras en las normas tributarias que tienen que ver con el capital son inconstitucionales, son injustas o directamente no pueden llevarse adelante. Entonces, o te pegan por un lado o te pegan por el otro. Por eso pido que nos pongamos de acuerdo sobre qué es lo injusto.

En cuanto a las modificaciones a la imputación ficta de distribución de utilidades, está dicho por un legislador, «debo decir que es un tema que lo conversé con muchos contadores que trabajan en estos temas, algunos me dijeron: “Mirá, se la llevaron. Yo tengo algunos clientes que sacaron y no pagaron nada”». Y no lo dice el señor senador Michelini; no lo dice la DGI, lo dicen un senador que no es de nuestra bancada. Y sigue: «¿Que muchos retiraron y no pagaron el 7 %? Seguramente. ¿Que muchos no retiraron y les van a cobrar? Seguramente». Y ahora viene lo lindo de este razonamiento: que es concluir que esta es una norma totalmente injusta. Entonces, ¿cómo medimos la justicia, señor presidente? Según la información volcada por el subsecretario de Economía y Finanzas en la comisión, el 85 % de las empresas que tienen utilidades en este país –no de las empresas que tienen pérdidas–, desde el 2007 no han distribuido utilidades. ¿Quién puede, en este país, tener la plata parada? ¿Los que la necesitan? Creo que no; más bien los que no la necesitan. Entonces, si alguien tiene la plata parada, mañana cuando vaya a retirarla va a tener que pagar IRPF, pero por esta norma va a tener que pagar ahora. A algunos les parece que eso es injusto. A mi modo de ver, apunta a generar mayor igualdad en las obligaciones. Si en este país hay personas que pueden darse el lujo de no usar las utilidades que obtienen de sus inversiones, entonces, o les está sobrando o están teniendo ingresos por otro lado y eso no les afecta. Que ahora tengamos una norma que va a gravar el no retiro de las utilidades y que a su vez dará una certificación para que cuando realmente la retiren se liquide por la utilidad real, a mi entender, genera herramientas para que el Estado funcione mejor y que lo que se dice que es elusión y no evasión no ocurra, porque eso también daña al funcionamiento del Estado. ¿Por qué? Porque son recursos financieros con los que el Estado no puede contar para desarrollar sus políticas en tiempo real.

Algunos compañeros hablaron sobre el tema. Nosotros coincidimos en que acá no hay ninguna norma retroactiva, adherimos a los informes planteados por algunos especialistas en el tema, pero a su vez creo que lo que estamos buscando es que nuestro Estado tenga la posibilidad de desarrollar, en tiempo real y de mejor forma, las políticas públicas que necesita costear, y eso es lo que se busca con estas medidas. Por eso digo: ¿son medidas que afectan el capital? Sí, lo afectan, pero no a cualquier capital, sino al de aquellos que les está sobrando o no sé qué les pasa, porque hace varios años que lo han dejado ahí, sin utilizar, sin tocar y pueden prescindir de esos valores. Creo que el Estado, en este momento, no puede prescindir de ningún recurso que pueda obtener. ¿Por qué? Porque necesita seguir costeando las políticas, necesita seguir apostando al desarrollo de este país con lo planteado en el presupuesto nacional.

Señor presidente: se ha hablado bastante de los temas que tienen que ver con la educación. En primer lugar, quiero hacer referencia a que en este país apostar a una educación más accesible y más universal y hacer que esa universalización llegue también a la educación media, realmente son desafíos bien necesarios. Para que esto funcionara se necesitaban recursos y el país, durante muchos años, postergó a la educación en la dotación de recursos. Quienes venimos de trabajar en esa área bien sabemos que no solamente estaban postergados los salarios de quienes trabajaban ahí, sino también las posibilidades de ampliación y de inclusión. No hay dudas de que nuestro sistema educativo hoy es más inclusivo que antes y eso trae aparejado los problemas que también discutimos en torno a los niveles de calidad. Gran parte de los problemas que tenemos con el rendimiento en el aprendizaje es porque hemos incorporado a la educación a gurisas y gurises que vienen con dificultades desde su primera infancia y eso cuesta remontarlo. Cualquiera que lea un poquito sobre la evaluación de los procesos y los avances educativos en el mundo sabe que para países como el nuestro, que estuvieron sometidos a fuertes crisis económicas, financieras y sociales, es difícil superarlo y obtener una educación con mejores niveles de rendimiento, sobre todo cuando hay un proceso de inclusión tan fuerte como el que tuvimos nosotros. Eso explica la situación en la que estamos.

Se nos ha criticado por cualquier razón: con sustento o fundamento o simplemente porque es una política que lleva adelante el Frente Amplio. Lo primero que hemos defendido siempre es que tenemos el compromiso para que el país avance en lo educativo, y la primera evidencia es la asignación presupuestal. Eso es lo que busca también esta rendición de cuentas cuando discutimos el abatimiento de algunos incrementos. Quiero aclarar –porque ha quedado afuera de la discusión– que acá no se toca lo que son líneas de base. Eso no se dice y la gente podría llegar a entender que los recursos para la educación se van a recortar. ¡No se recorta ningún recurso para la educación! Es un compromiso de nuestra fuerza política que la educación se desarrolle y avance en este país, y que nuestra población tenga cada vez más accesibilidad en todos los niveles: inicial, primario, secundario, universitario y tecnológico. Ese es el compromiso. Entonces, por más que se grite, por más que se traten de desvirtuar los problemas que tenemos que resolver diciendo que los gremios de la educación son quienes gobiernan y no nuestro Gobierno, no se puede desconocer –y es lo que la gente evalúa– que actualmente hay recursos para la educación porque hubo voluntad política del Frente Amplio en ese sentido. En otros momentos se buscaban mayorías en el Parlamento para rendiciones de cuenta con cero recursos para la educación; no se buscaban consensos y acuerdos para dotarla de mayores recursos o sostener los que estaban adjudicados; al contrario, se buscaban votos y se hacían acuerdos interpartidarios para que la rendición de cuentas saliera sin adjudicación de recursos. Esa es la política que ha cambiado en este país y seguramente algunos estén muy descontentos porque deja en evidencia la inoperancia que tuvieron en este país algunos Gobiernos.

Este es un debate que se va a volver a reiterar cuando lleguemos al inciso de la educación, como en tantos otros casos. Creo que por más que se desvirtúe, por más que se quiera que transcurra por otros carriles, estamos convencidos de que este debate debe enunciar el compromiso que tenemos con la gente, que es el de llevar adelante un programa de gobierno en el cual la educación, la salud, la vivienda, la seguridad y ni que hablar la infraestructura, siguen siendo aspectos sustantivos para la realización de nuestro país.

Hace un rato escuchamos que nuestras rutas se caracterizan por los pozos. Quisiera que quienes dicen esas cosas las transiten. Recorro la ruta 31 desde hace más de diez años y siempre estuvo igual. Ahora hay algunos proyectos para la mejora de algunas cuestiones que eran históricas, como los puentes que se inundaban y aislaban a la gente; ahora se está trabajando para eso. Por su parte, cuando el Frente Amplio llegó al Gobierno, la ruta 1 era doble vía hasta por ahí nomás y ahora prácticamente llega a Colonia. En la ruta 8, que tanto reclamamos quienes somos de Cerro Largo, se está trabajando para ampliar y mejorar el tramo entre Melo y Treinta y Tres. También se está haciendo la doble vía hasta la ruta 11, desde Pando al paraje Las Palmitas. La perimetral de Montevideo no fue una obra de magia; no la hicieron algunos que quisieron colaborar con el país, sino que fue una decisión de nuestro Gobierno.

Estamos trabajando con las dificultades que lógicamente existen, pero con el compromiso de sacar este país adelante porque queremos que se desarrolle y su gente viva mejor. ¡Con el Frente Amplio y con el compromiso del Gobierno sin lugar a dudas vamos a lograrlo!

Muchas gracias.

SEÑOR BORDABERRY.- Pido la palabra para contestar una alusión.

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR BORDABERRY.- Señor presidente: hay unas funcionarias de la cámara que están sentadas aquí, en la sala, todas vestidas de negro, siempre calladas escribiendo. Luego vienen otras, le tocan la espalda, se levantan y le dejan el lugar. La función que cumplen es muy importante porque elaboran la versión taquigráfica que después no nos deja mentir. Me refiero a las taquígrafas. Entonces, fui a esas versiones taquigráficas que ellas toman porque varias veces escuché hoy decir que al Gobierno lo sorprendió la crisis de Brasil el año pasado y que ningún analista –por mago que fuera– podía preverla. ¿Qué nos dijo el Ministerio de Economía y Finanzas –y consta en la versión taquigráfica– durante el tratamiento de la ley de presupuesto el año pasado? Nos dijo: «En la actualidad, y en el período de referencia, el desempeño económico mundial será menos favorable. En primer lugar, el crecimiento económico mundial si bien se recupera, lo hace a un ritmo más moderado y desigual que lo esperado. Dicho repunte será liderado principalmente por las economías avanzadas, al tiempo que las emergentes continuarán transitando una fase de enlentecimiento, un escenario en el cual se destaca la ralentización del nivel de actividad de China y el enfriamiento económico de Brasil que sigue profundizándose».

Cuando mandaron la ley de presupuesto ya sabían que Brasil se estaba enfriando e igualmente aumentaron el gasto y no tomaron las medidas pertinentes. Y ahora vienen con el verso de que a fin de año los sorprendió. No es así, lo sabía todo el Uruguay y las autoridades del ministerio también porque lo dijeron aquí, pero pese a ello, siguieron con la fiesta.

¿Qué decía la entonces señora senadora Montaner, que era la que informaba por el Partido Colorado? Decía: «Nuestra valoración del escenario internacional es que llegamos al 2015 en algunas variables algo peor a lo que se visualizaba anteriormente –por ejemplo Brasil con una crisis política más profunda que cuando surgió el problema de Petrobras–, pero otras que nos han dado mayor tiempo (las dificultades de despegue de las economías desarrolladas que han venido atrasando el aumento previsto en las tasas de interés y una Argentina que se ha sostenido artificialmente para llegar a las elecciones sin procesar los ajustes necesarios). Los desafíos que debemos transitar siguen siendo los mismos que el Partido Colorado viene planteando hace tiempo y que los Gobiernos frenteamplistas no terminan de adoptar ni resolver, más allá de tibios anuncios resistidos desde la propia fuerza política y desde el PIT-CNT».

Entonces, que no vengan a decir que ni los magos lo sabían porque esas señoras vestidas de negro estaban tomando la versión taquigráfica cuando a ustedes se les decía que tuvieran cuidado porque Brasil se estaba cayendo a pedazos y que había una ralentización de la economía. Y se lo podemos seguir diciendo.

Decía la señora senadora Montaner: «Creemos que el escenario regional será peor al previsto en niveles de producción y vendrá con cambios en la cotización de la moneda que parecen desconocerse en la proyección de las variables macroeconómicas internas». Figura en la versión taquigráfica, está dicho, pero ahora repiten hasta el cansancio que les sorprendió.

Vuelvo a decirlo: no es ineptitud, es omisión porque en ese momento no podían aceptar que habían faltado a la verdad en la campaña electoral y que tenían que arrancar con un ajuste fiscal. Esa es la verdad. Entonces, seguir insistiendo en que eran magos los que decían las cosas, es algo equivocado. No les avisaron los magos, les avisaron los integrantes de todos los partidos políticos y los especialistas, salvo el Fondo Monetario Internacional, pero si solo escuchan al FMI así van a seguir.

Muchas gracias.

16) PROYECTO PRESENTADO

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Dese cuenta de un asunto entrado fuera de hora.

(Se da del siguiente).

SEÑOR SECRETARIO (Hebert Paguas).- «Los señores senadores José Amorín, Pedro Bordaberry, Carlos Camy, Álvaro Delgado, Luis Alberto Heber, Rafael Michelini, Pablo Mieres y Marcos Otheguy presentan con exposición de motivos un proyecto de ley relacionado con el tope de los ingresos salariales para los funcionarios de los Gobiernos departamentales.

–A LA COMISIÓN DE HACIENDA».

(Texto del proyecto de ley presentado).

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SEÑOR MICHELINI.- Solicito que se reparta el proyecto del que se acaba de dar entrada.

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Si no se hace uso de la palabra, se va a votar lo solicitado.

(Se vota).

–25 en 25. Afirmativa. UNANIMIDAD.

17) RENDICIÓN DE CUENTAS Y BALANCE DE EJECUCIÓN PRESUPUESTAL, EJERCICIO 2015

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Continúa la discusión del tema en consideración.

SEÑOR CAMY.- Pido la palabra.

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR CAMY.- Señor presidente: ser el noveno senador en hablar en una jornada tan extensa y con ponencias que promedian una hora de duración, supone el riesgo de caer en la reiteración, cosa que trataré de evitar. También tiene la ventaja de haber escuchado el parecer del Cuerpo, al menos en la representación política partidaria que ostentamos quienes ocupamos el lugar en cada una de las bancas.

Desde mi condición de demócrata y reconocido admirador del juego parlamentario –en el mejor sentido del término–, quiero decir que respeto que la pasión gane estos debates. Asimismo, justifico y legitimo que parte fundamental de algunas expresiones obedezca a temas que no tienen que ver, específicamente, con los asuntos para los que fuimos convocados. Con franqueza y humildemente debo decir que me preocupa –lo digo desde una perspectiva que puede quedar como solitaria– que cada vez más este Senado –y no es la primera vez que lo señalo– se exprese ante la opinión pública como más radicalizado y que casi se pueda advertir, antes de que se inicie la sesión, cuáles van a ser los argumentos de un lado y de otro. Prácticamente, nos vamos acostumbrando a que en Uruguay haya dos bandos, y esa es la preocupación que no quiero dejar pasar.

El señor senador Michelini hoy hacía referencia a una preocupación que compartimos, que tiene que ver con aquello que puede afectar la democracia. Creo que surgió a partir de alguna interpretación del señor senador Heber, que después quedó aclarada. Nosotros, que estamos tan pendientes de las encuestas –y está muy bien que así sea–, no podemos dejar pasar inadvertida la última encuesta que Equipos Consultores trasladó a la opinión pública de Corporación Latinobarómetro. Uruguay, durante décadas, fue el país de Latinoamérica que ocupó el primer puesto en el ranking –desde 1985 se comenzó a medir la consolidación democrática– porque era su población la que mayor porcentaje de respaldo a la democracia expresaba. En el año 2009, ese porcentaje era del 82 %; en el año 2015, del 76 % y la semana pasada nos enteramos que ahora es del 68 %. Y yo me pregunto si no tendremos algo que ver, en la medida en que vamos consolidando debates tan enfrentados, tan radicalizados, sabiendo de antemano cuáles van a ser los argumentos. Incluso –si hurgamos en las versiones taquigráficas de los últimos veinte años–, sabemos que van a variar.

Siento la necesidad de hablar desde esa condición porque creo en los liderazgos o, mejor dicho, no creo en la política y en la democracia sin liderazgos. Me gusta mucho la historia y tanto en la historia nacional como en la historia universal, los grandes liderazgos se originaron en aquellos hombres y mujeres que tuvieron la capacidad, el coraje y el liderazgo –valga la redundancia– de construir, pero no a partir de esa lógica disociada por naturaleza en la que, a veces, generamos las estrategias: en función de que cuanto más nos radicalicemos, o defendamos lo indefendible desde la oposición o desde el Gobierno, vamos a ir construyendo ante la opinión pública –que cada vez cree menos en la democracia– lo que se necesita para ganar.

Sigo creyendo que debemos dar debates apasionados, debates contundentes sobre lo que cada uno cree y le conviene, pero tratando de focalizarnos en lo que hay que focalizarse. Voy a hacer ese esfuerzo, tal vez, porque existen condiciones distintas por las cuales hablamos en cada oportunidad en estos debates.

Los senadores y senadoras que participamos de la comisión durante estos casi cuarenta días tenemos un conocimiento más exegético y hemos mantenido discusiones mucho más detalladas sobre asuntos menores y otros que no lo son, pero sin embargo, de esos temas no se ha hablado en estas nueve horas de discusión. Otros senadores esperamos debates mucho más políticos y ni que hablar aquellos que tienen el liderazgo de los propios partidos o sectores en la misma banca del Senado.

Estamos convocados para tratar el proyecto de ley que aprobó la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Senadores sobre la rendición de cuentas y balance de ejecución presupuestal y yo tengo la necesidad de hacer mi propia rendición de cuentas.

Estamos convocados porque el artículo 214 de la Constitución de la república establece el plazo para que el Poder Ejecutivo proyecte, con el asesoramiento de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, el presupuesto nacional que rige para todo su Gobierno, y también habilita esta instancia de balance y ejecución presupuestal. Precisamente, en cumplimiento de esta disposición es que hoy estamos convocados. El presupuesto quinquenal se aprobó por la Ley n.º 19355, de 19 de setiembre de 2015.

Quiero fundar mis palabras en versiones taquigráficas. Coincido plenamente con lo que señalaba el señor senador Bordaberry en cuanto al archivo porque creo que también sería bastante peligroso no tenerlo en cuenta, sobre todo, si advertimos lo que dicen estas encuestas sobre la credibilidad en el sistema y en la democracia, si descuidamos los archivos, si pensamos que, en definitiva, decimos las cosas, pero después el tiempo se encargará de que se olviden.

En esa discusión alertamos al Gobierno en cuanto a que la propuesta del presupuesto quinquenal del Frente Amplio era deficitaria e irresponsable y que el ajuste iba a pagarlo la gente. En las versiones taquigráficas que surgen tanto del trabajo en comisión como en el plenario, consta que dijimos al Gobierno y a los legisladores del Frente Amplio que el presupuesto presentado era «el más frenteamplista de todos, pero el menos progresista. Lo que se proclamó, lo que se prometió o lo que se comprometió por parte del Frente Amplio en la campaña electoral, no se cumple en este presupuesto». Hablé de que era un presupuesto lleno de contradicciones, deficitario no solo en los números, sino también en las promesas electorales, con un gasto desbordante que iba a afectar a los más pobres. Eso lo señalaba hace pocos meses –menos de un año–, cuando se discutía el presupuesto.

Se ha dicho reiteradamente que la realidad de partida del análisis de ese presupuesto fue muy optimista, en particular, en cuanto a la previsión del deterioro de la economía de Brasil. El escenario macroeconómico internacional, con la recuperación de Estados Unidos y de la eurozona y, fundamentalmente, con la desaceleración económica de China, sumadas a la situación y las perspectivas poco favorables de la región, producto de la desaceleración económica y de los primeros síntomas del deterioro de la situación política de Brasil, a nuestro juicio, hacían previsible un escenario poco favorable para las proyecciones optimistas de crecimiento del producto del Gobierno del Frente Amplio. Aun en ese contexto, el Gobierno vaticinó un crecimiento irreal.

Dijimos en ese mismo momento –y consta en la versión taquigráfica– que ojalá, por el bien de nuestra gente, se cumpla –lo deseábamos de corazón–, pero la razón, la realidad regional y mundial y el análisis de los técnicos –por lo menos, de los nuestros, que mucho valoramos–, nos hacían vaticinar que no se iba a cumplir. Lamentablemente, en menos de un año la realidad nos dio la razón; y esto no es un juicio de valor, lo que sería legítimo.

Voy a leer expresamente la versión taquigráfica de las palabras del señor ministro de Economía y Finanzas del 8 de setiembre del 2015, en ocasión de ingresar el presupuesto quinquenal para el período 2016-2020 a la Comisión de Presupuestos integrada con Hacienda de la Cámara de Representantes. Decía que para elaborar un presupuesto se requiere una metodología, para lo cual es necesario analizar la realidad en la cual se elabora el presupuesto. Y cito textualmente sus palabras: «Quien no conoce la realidad en la que está trabajando no puede jamás hacer un presupuesto, no puede hacer un plan, ni puede elaborar una expresión fiscal y financiera de ese plan. El punto inicial es saber dónde estamos parados y en qué realidad estamos viviendo y repito que cuando me refiero a la realidad aludo a la nacional y a la internacional». Esto lo expresó el ministro Astori, y consta en la versión taquigráfica del 8 de setiembre de 2015.

Tomando en cuenta las palabras del ministro Astori y a menos de un año de haberse elaborado el plan quinquenal, los ajustes en la ejecución presupuestal y el aumento de los impuestos presentados en la rendición de cuentas 2015 con vigencia para el 2017, claramente nos indican que él no conocía o no quería conocer la realidad del momento al elaborar el presupuesto nacional. No la quería conocer a efectos de poder cumplir con las demandas de distintos sectores y corporativismos que afectaron, sin duda, la definición.

Queremos marcar claramente que esto –lo reitero porque se señaló– es algo absolutamente cuestionado. Tal vez otras posiciones desde el Gobierno y desde la oposición también lo son –o, por lo menos, tienen que ser admitidas desde pareceres diversos–, pero no podemos negar una realidad tajante y contundente expresada de esta manera, en cuanto a este yerro en la visión, a esta falta de previsión o –al decir del propio ministro– esta falta de conocimiento, necesario e imprescindible para hacer un presupuesto, de la realidad con la que se estaba trabajando.

Señor presidente: voy a dar una muy breve visión general de lo que se ha trabajado en estos casi cuarenta días y sobre lo que vamos a empezar a votar, supongo que mañana. Estamos hablando de un proyecto de ley que envió el Poder Ejecutivo con 171 artículos; la Cámara de Representantes votó con 189 y aquí ingresó con 195, lo que implica 24 artículos más que suponen parte de un trabajo que se realizó.

Seguramente, el artículo 6.º será polémico y motivará discusión. Por él se difieren para el año 2018 gastos e inversiones y parte de los incrementos presupuestales previstos a ejecutar en el 2017 –a menos de un año–, con varias excepciones de diferimiento, en particular, en políticas sociales, educación y salud.

También hay un abatimiento de créditos presupuestales en el rubro 0, lo que no es real en el sentido de la caja. No es menos caja lo que se está logrando en ese abatimiento, ya que son créditos no ejecutados por diversos motivos –vacantes, créditos para compensaciones discrecionales, contrataciones, eventuales reestructuras– y eso no implica menor gasto sino que determina que no siga creciendo; nos ha parecido bien el gasto en el rubro 0.

Se producen nuevamente cambios en el Tocaf en lo referente a los requisitos de exigibilidad en los pliegos de condiciones de los llamados a licitación y se continúa agregando causales de excepción para contratar en forma directa. Ya hay 37 formas distintas de contratar sin licitación.

Además, se perfora el Estatuto del Funcionario Público de la Administración central establecido en la Ley n.º 19121, porque se determina un tratamiento especial para funcionarios de la Presidencia de la República en cuanto al régimen de horas para compensar.

En diferentes incisos del presupuesto se continúa transformando, suprimiendo y creando cargos –reitero– a menos de un año de vigencia de la ley de presupuesto nacional. Se continúa reasignando créditos presupuestales que habían sido establecidos en la última ley de presupuesto nacional; en especial, se reasignan partidas previstas para gastos de funcionamiento que tienen ahora el destino de pago de gastos de naturaleza salarial.

Estamos autorizando la constitución de nuevos fideicomisos, uno en el Ministerio de Salud Pública y otros en los Gobiernos departamentales de Canelones y Montevideo, lo que se realiza en el marco del diferimiento de la ejecución de la partida de los $ 285:000.000 que se aprobaron en el presupuesto. Oportunamente dimos batalla porque esto está determinado por concepto de área metropolitana y dejaba –no tenemos dudas– a San José de lado, siendo parte de ese concepto nuevo del urbanismo en el Uruguay y áreas metropolitanas.

Asimismo, y como se señaló por distintos senadores y senadoras, se asignan partidas de dinero mínimas para el Poder Judicial. Prácticamente dicho poder no tiene partidas con destino a creación de cargos. Estas partidas son mínimas y hay otros gastos a los efectos de aplicar la reforma procesal en materia aduanera y la reforma del proceso penal, no habiendo fondos asignados en esta instancia.

Vamos a considerar el 25 % de lo que solicitó el Poder Judicial para el año 2017, el 30 % para el 2018 y el 26 % para el 2019.

Se continúa con la política de discriminar, en términos presupuestales, los organismos de contralor. Lo dijimos enfáticamente y con preocupación en la comisión. Eso sucedió en el caso del Tribunal de Cuentas, que solicitó $ 9:000.000 para gastos de funcionamiento –luz, agua, limpieza– y $ 3:500.000 para gastos en inversiones informáticas, ambos para poder contemplar las necesidades de la apertura del nuevo edificio. Debemos decir que esa situación nos alarma, es una conducta sobre la que tenemos que alertar y que no habla bien de este proyecto de ley porque creo que es a los organismos de control a quienes más tenemos que considerar en cualquier circunstancia.

A su vez, no se aprobaron normas de control de gestión sobre las sociedades creadas con capitales del Estado –los artículos fueron propuestos por la oposición–; se realiza un nuevo ajuste fiscal por el que se crean impuestos a través de nuevas tasas en el inciso «Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca» y se producen modificaciones al impuesto a la renta de las personas físicas en la categoría I, en lo que refiere al rendimiento del capital con el aumento de las alícuotas, y en la categoría II, en rentas del trabajo, también con el aumento de las alícuotas y con rebaja de deducciones. Además, se proyectan cambios en la liquidación del IRAE, que sin duda traerán aparejada una mayor carga tributaria para las empresas.

Cabe recordar que también se eliminó el artículo relativo al IASS –impuesto de asistencia a la seguridad social– que recae sobre los jubilados, ya que su inclusión en la rendición de cuentas es inconstitucional, pero seguramente –tal como se anunció– será tratado como una ley independiente.

Se aumenta el tope de la emisión de deuda pública que estableció la última ley de presupuesto en un 35 % para 2016, en un 13 % para 2017 y en un 7 % para 2018. El aumento para este trienio representa casi USD 1.000:000.000 adicionales a los previstos en la ley de presupuesto nacional.

Asimismo, se rebajan los beneficios fiscales del IRAE y del impuesto al patrimonio para las empresas que realicen donaciones a las universidades, como se señaló anteriormente.

Por tanto, en la discusión del articulado que realizaremos en la jornada de mañana abordaremos nuevamente este asunto. Habrá participaciones diferentes sobre las visiones que tenemos sobre estos temas. ¡Bienvenidas sean las discusiones sobre estos temas! ¡Bienvenidos sean los pareceres diversos! Pero queríamos dejar establecido que también sentimos preocupación cuando de algunas voces en este recinto –no de todas– surge la convicción –quiero creer que es por convicción– de que todo está absolutamente bien y que lo que se marca con sentido crítico no tiene sesgo constructivo. En muchos casos la respuesta es ir para atrás, buscar en qué año gobernó el partido que critica y establecer ahí el método de comparación o también señalar que algunos, porque no forman parte del Gobierno, critican porque sí y solo porque sí.

Quiero decir que en Uruguay las exportaciones bajaron un 12 % y hay un 27 % menos de proyectos presentados en la Comap. Estamos sosteniendo la inflación a costa del tipo de cambio. Tenemos más de 130.000 uruguayos que buscan trabajo; el interior de la república está cada vez más deprimido y también están los problemas que, con distintos tipos de argumentaciones de un lado y de otro, hoy hemos analizado, poniendo cada uno, en mayor o menor medida, su perspectiva de la situación.

Pero en este contexto tenemos que señalar con claridad, con mucho respeto pero con mucha contundencia, que hace pocos meses –menos de un año– discutimos –como lo hicimos hoy y lo haremos mañana– con el mismo énfasis sobre los mismos temas. Si leemos la versión taquigráfica cada uno va a tener que sacar conclusiones de cómo nos estamos plantando ante una situación –que fue parte sustancial de lo que discutimos hace un año– que ojalá no sea como indicaban las perspectivas o la prospección en cuanto al escenario internacional y nacional y al grado de dificultades reales que iba a tener la región y cómo eso iba a afectar al Uruguay. ¡Ojalá que los años 2017 y 2018 no tengan la perspectiva que nosotros estamos viendo desde el Partido Nacional, que es la razón por la cual expresamos con énfasis estas palabras y por la que no vamos a votar este proyecto de rendición de cuentas y balance de ejecución presupuestal!

Muchas gracias.

SEÑORA MOREIRA.- Pido la palabra.

SEÑOR PRESIDENTE (Germán Coutinho).- Tiene la palabra la señora senadora.

SEÑORA MOREIRA.- Señor presidente: soy la penúltima antes de que el miembro informante culmine esta parte de la discusión del proyecto de ley. Voy a compartir una exposición lo más brevemente posible con el señor senador Carámbula.

La discusión del día de hoy parece que se centra en el Uruguay entre el ajuste y el despilfarro –o algo así– porque se sostiene que ahora hay que hacer un ajuste ya que antes se hizo un despilfarro. Considero que esa afirmación debe ser puesta en cuestionamiento y yo solo me voy a dedicar a esto, primero, porque cuando aprobamos el presupuesto nacional la perspectiva de crecimiento del Uruguay estaba entre el 2,4 % y el 3 % para los analistas privados, para el Fondo Monetario Internacional, para el Banco Mundial y para la Cepal. Quiere decir que nosotros hicimos un presupuesto con una gran previsión –previendo, además, que se ajustaba al segundo año– y con los números que daban las proyecciones económicas de los organismos multilaterales e internacionales.

Ahora bien, cuando el informe económico financiero dice que algunos factores externos experimentaron una evolución más rápida o más intensa de lo previsto, es así señor presidente; fue más rápida y más intensa de lo previsto. ¿Quién iba a imaginar que Cunha iba a ser apartado del Congreso brasileño en el día de hoy? ¡Nadie! Cunha era el rey del impeachment en Brasil hace unos pocos meses, y eso es imprevisibilidad política. Y la imprevisibilidad política del escenario brasileño impactó enormemente en la región.

Además, señor presidente, quiero decir que hay quince países que están aprobando sus presupuestos con ajustes a la baja. ¡Quince países de América Latina están haciendo lo mismo que nosotros!

Por otro lado, me parece que la caída en un 17 % de los precios de los commodities alimenticios es un factor externo que a las economías pequeñas y periféricas como la uruguaya les resulta relativamente incontrolable.

América Latina hoy está con estancamiento y recesión y tiene un crecimiento previsto de -0,1 %; Brasil está cayendo tres puntos o más y su déficit fiscal está trepando al 10 % mientras que el de Argentina está más del 5 %. Y Argentina no se está recuperando. No; no es así. La confianza del consumidor cae en picada en ese país. ¡Eso sí, creo que en los últimos cincuenta años es la primera vez que Argentina y Brasil entran en recesión y Uruguay consigue resistir con una tasa de crecimiento del producto positiva! No recuerdo otro período –ya no digo en mi breve existencia en la Tierra– en el que nosotros hayamos podido soportar una recesión importante y prolongada de los países vecinos, con una tasa de crecimiento del PBI positiva. No lo recuerdo, y esto habla –creo yo– de la fortaleza de la economía uruguaya.

Simplemente, empiezo por decir esto: que los números eran otros cuando aprobamos el presupuesto, que los números de las agencias internacionales eran otros, que no hubo imprevisibilidad sino responsabilidad. Además, señor presidente, al ministro Astori se lo puede acusar de muchas cosas, pero de despilfarrador seguramente que no. ¡No! Otros adjetivos le cabrán, pero no precisamente ese. Si el presupuesto, por primera vez, se hizo a dos años es porque ya se tenía la perspectiva de que íbamos a tener que modificarlo.

Ahora bien, señor presidente: sostener que este es un ajuste fiscal me parece una temeridad. Estamos reduciendo USD 87:000.000 de los incrementos del 2017. Yo no sé en cuánto anda el presupuesto nacional, pero supongo que el presupuesto público debe estar entre el 25 % y el 27 % del PIB. Quiere decir que el llamado ajuste fiscal trabaja en una reducción presupuestal de un centésimo. Si lo que estamos reduciendo en esta rendición de cuentas es un centésimo, no se le puede llamar ajuste fiscal.

(Ocupa la presidencia el señor Guillermo Besozzi).

–En segundo lugar, la expresión «ajuste fiscal» viene de la Ley n.º 16107, de 1990. El Uruguay desembarca en la trayectoria de los ajustes fiscales con esta primera propuesta; luego hay otro ajuste fiscal en el 2002. El ajuste fiscal de 1990 implicó un aumento del IVA, mientras que hoy tenemos una rebaja de ese impuesto. También implicó un aumento de lo que se cobraba a los sueldos y jubilaciones a partir de los tres salarios mínimos, y el conjunto de medidas al que se llamó ajuste fiscal en los años noventa tuvo como resultado una caída del salario real de 10 puntos. ¿A qué se llama ajuste fiscal? El ajuste fiscal nosotros lo conocemos de esa época, aunque luego se siguió llamando de esa manera. Pero esas primeras leyes de ajuste fiscal no tenían necesariamente una connotación peyorativa como la que vinieron a tener después. La bibliografía llama «ajuste estructural» a algo muy distinto a lo que estamos haciendo ahora.

Los ajustes estructurales, tal como discutimos en el presupuesto, se caracterizan por reducir los gastos del Estado especialmente en salud y en educación –creo que esta rendición de cuentas se caracteriza por tratar de blindar el gasto público social– y por el recorte de la inversión pública, que tampoco es el caso de esta rendición de cuentas. Por otra parte, lo que se llama ajuste estructural en América Latina fueron ajustes hechos, en general, para obtener préstamos del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial, situación por la cual ya pasaron Grecia, España, etcétera. Ya sabemos qué ajuste estructural es ese conjunto de medidas, en general, pedidas por los organismos acreedores para que los países «saneen» su economía.

Esta historia siniestra del ajuste estructural de los años noventa implicaba un montón de medidas que nada tienen que ver con el proyecto del Gobierno. La liberalización, la privatización, la desregulación, las devaluaciones, la remoción de subsidios estructurales, son características de lo que se llamó «ajuste estructural» en América Latina y nada tienen que ver con lo que estamos votando.

Ahora, despilfarro, señor presidente, no hay. Lo primero que hicieron los Gobiernos del Frente Amplio fue terminar con una medida –que ahora algún senador propuso– que no permitía más ingresos presupuestales al Estado. ¿En qué desembocó eso? En que cuando el Frente Amplio llegó tenía una especie de Estado a dos tiempos: estaban los presupuestados por un lado y, por otro, todos los contratos precarios, que se salían de la carrera funcional. El Gobierno del Frente Amplio tuvo que regularizar y transparentar todo eso. El sistema de concursos para el ingreso al Estado fue retomado por el Frente Amplio.

El combate a la evasión y la reforma de la DGI fueron tareas que acometió el Frente Amplio y que se tradujeron en una mayor transparencia de la economía uruguaya. Ni que hablar de las medidas de transparencia fiscal, las limitaciones al secreto bancario y todo lo que implicó para el Uruguay saber sobre la tasa de ganancia de las empresas después de que aprobamos el IRPF. Antes de aprobar el IRPF el Gobierno sabía mucho sobre los pobres, no sabía nada sobre los ricos, no sabía nada sobre el capital y tampoco sabía nada sobre las ganancias. Por lo tanto, despilfarro no hubo, señor presidente, sino transparencia y política pública.

¿Qué hace el Frente Amplio para tratar de no hacer un ajuste fiscal, que es la gran cuestión? En primer lugar, trata de aumentar la carga tributaria de los sectores más ricos. Cuando se proyecta un aumento a la renta empresarial –aunque quizás alguno de nosotros hubiera preferido un aumento generalizado del 25 % al 30 %, pero en definitiva hay un aumento a la renta empresarial– y a la tributación de los sectores que más ingresos tienen, lo que se está haciendo es una política tributaria, pero también redistributiva. El 90 % de la recaudación adicional lo va a poner el 10 % más rico. Entonces, esta es la gran discusión política. No se puede llamar en serio ajuste fiscal a un incremento de USD 87:000.000. No se trata de un ajuste estructural como el que tuvimos en los años noventa y en el año 2002. ¿Entonces qué es? Es otro bicho, tiene otro nombre y está hecho con una perspectiva completamente distinta; está hecho con la perspectiva de aumentar la recaudación en el tramo de arriba y, al mismo tiempo, postergar los gastos que no comprometan las políticas sociales, tratando de blindar el gasto público social.

Lo que encuentro curioso de este debate es que no se discute el recorte del gasto; parece que todo lo que es recorte del gasto público es buena palabra, pero aumentar los impuestos al capital sí merece ser discutido. ¿Qué clase de discusión de justicia tributaria y de justicia fiscal es esa? Quizás detrás de ello haya una concepción, que es política, sobre cómo reacciono como Gobierno, como país, en un momento en que las previsiones económicas están a la baja. Este es un modo de reaccionar, es decir, aumentar la recaudación gravando arriba y tratando de evitar recortes en el gasto público social. Estamos innovando en ese sentido y yo misma estoy observando este proceso con gran curiosidad. Mientras tanto, veo el ajuste fiscal brasileño, que consiste en la modificación de las leyes trabalhistas que tanto le costó al Brasil aprobar; un recorte del gasto público social; aumento del presupuesto de defensa –según me dicen por ahí– y, por supuesto, un aumento generalizado para los funcionarios del Poder Judicial, que hoy son los grandes cómplices del Gobierno de Temer.

Creo que el Uruguay está recorriendo un camino distinto. Veremos cómo nos va porque se puede aumentar la presión tributaria arriba pero nunca se sabe lo que se va a sacar. Pienso que estamos en lo correcto y no creo que hayamos sido poco previsores, despilfarradores o irresponsables; nos tocó una coyuntura compleja. Claro, me gustaría reducir el gasto en defensa y también la devolución de aportes al Fonasa. Sin dudas, redefiniría nuestra política de zonas francas y cambiaría muchas otras cosas para mejorar la ecuación fiscal, pero la filosofía de esta rendición de cuentas es esa: aumentar la presión tributaria arriba y blindar los gastos sociales abajo. Eso es político; esa es la definición política. Se puede discutir en este artículo 7.º o en otros, pero la definición política es esa y yo la comparto en un cien por cien.

(Ocupa la presidencia el señor Raúl Sendic).

–Hay cosas que me gustan de esta rendición de cuentas y hay otras que no me gustan. No me gusta tener una rendición de cuentas que no nos permita tener un poquito más de plata para gastar, que es lo que ha venido haciendo el Frente Amplio en todos estos años, a diferencia de las rendiciones con artículo único de gasto cero. Esta es la primera vez que no logramos aumentar el gasto público; me refiero al gasto público social y a la inversión pública. Eso es en lo que se gasta de más en este Uruguay de los últimos diez años.

Ahora bien; escuché algunas cosas sobre este lindo artículo que estaba incluido en la rendición de cuentas –que ahora viene por ley separada–, que propone poner un tope a los sueldos de los empleados públicos. Ese artículo me gusta, porque entre otras cosas me parece que este país no puede tener una administración central sobre la cual se ajustan todas las miradas, mientras que hay Gobiernos departamentales que gastan y administran de una manera completamente ajena a la normativa y a la corrección administrativa que nos hemos dado en el Estado central. Me gustaría que todo el Estado, incluyendo los Gobiernos departamentales, se comprometiera a la misma normativa, a la misma escala salarial. Estimo que tenemos que homologar todas las normas porque este es un país chiquitito y no 19 países diferentes.

Voy a decir algo con respecto a las universidades privadas. Estaba de acuerdo con el texto que se aprobó en la Cámara de Representantes, pero para muestra basta un botón. La Universidad de la Empresa, entre los años 2011 y 2015, recibió $ 7:900.000 de donaciones; de eso, el Estado aportó $ 6:580.000. Por su parte, la Universidad de Montevideo recibió $ 50:000.000 de donaciones, de los cuales el Estado puso $ 42:000.000. Cuando la diputada Gelman discute sobre esto dice: «Si el Estado va a poner toda esa plata, o la inmensa mayoría de ella, entonces quiero dirigir el gasto, quiero saber hacia dónde estoy dirigiendo mi gasto».

En cuanto al tema de la educación, no me voy a asustar con las afirmaciones de que los gremios de la educación dominan este país, primero, porque fui parte de los gremios de la educación y, además, porque nosotros luchamos para incorporar a los trabajadores en la dirección de los organismos públicos. Así que no me asusta ninguna de las afirmaciones que se hacen sobre los gremios de la educación.

En la primera infancia, en educación inicial, aumentó 85 % la matriculación de 3 a 5 años. En educación primaria cayó la matrícula en la educación primaria pública, pero aumentó la cobertura en educación primaria privada. Algo se habló de esto. Pero cuando aumenta la cobertura en educación primaria privada, señor presidente, es porque hay más plata en los bolsillos de los hogares. En educación media básica, aumentó 14 % la matrícula entre 12 y 14 años. En la educación media superior no logramos resolver la tasa de egreso. En cuanto a la formación docente, aumenta desde el 2000 en 87 %, y así podemos seguir.

Con esto quiero decir que tenemos un déficit grande en el egreso de la educación media superior, y punto, señor presidente. Hay una afirmación de Pablo Da Silveira con respecto a las pruebas PISA –que en esta sala se ha repetido hasta el cansancio– y que no es correcta. En las pruebas PISA Uruguay sigue estando después de Chile y de México; está en tercer lugar en Matemáticas y en Lectura, y en segundo lugar, entre los países de América Latina que se miden –pues no se miden todos–, en Ciencias. O sea que Uruguay está arriba en las pruebas PISA; cayó Colombia, cayó México y cayó Chile. Miren los señores senadores: ¡cayó Chile! Entonces, no es cierto que Uruguay es el único país de América Latina que experimenta una caída. Esta discusión es demasiado bizantina para acometerla en este recinto; en todo caso, eso de que la educación es un desastre y de que el Uruguay fue despilfarrador y ahora está practicando un ajuste estructural, son afirmaciones temerarias que no se sostienen en ninguna información de base contundente.

Y sobre los indicadores de salud, señor presidente, no digo nada. Uruguay tiene la tasa de mortalidad infantil más baja de la historia; cualquier médico, o cualquier persona que se desempeñe en el área de la salud, sabe que la tasa de mortalidad infantil y la tasa de mortalidad neonatal son los indicadores por excelencia de si un sistema de salud funciona bien o funciona mal. Estos son los grandes números: tenemos la tasa de mortalidad infantil más baja de la historia del país.

SEÑOR CARÁMBULA.- ¿Me permite una interrupción, señora senadora?

SEÑORA MOREIRA.- Con mucho gusto.

SEÑOR PRESIDENTE.- Puede interrumpir el señor senador Carámbula.

SEÑOR CARÁMBULA.- Señor presidente: en primer lugar, tomaría el desafío que nos planteó el señor senador Camy –que me pareció muy interesante– acerca de las recientes encuestas sobre la apreciación de la democracia. Creo que este tema vale la pena y merece ser tratado aunque no en el día de hoy, cuando estamos considerando el proyecto de ley de rendición de cuentas. ¿Cuánto hace a la democracia lo que estamos viviendo? A veces el descrédito que parece apuntar a un partido político, en realidad apunta al sistema político en su conjunto. Hay titulares que se reiteran y que luego hay que salir a refutar porque no se ajustan a la verdad. ¡Y cuánto cuesta levantar eso que salió en los grandes titulares, que afecta no ya a una persona o a un partido político sino, en general, a la confianza en el sistema político!

No quería dejar pasar esa afirmación del senador Camy porque me parece que hace bien.

Hablando de encuestas, creo que en los próximos días la Cámara de Senadores tendrá que considerar la posibilidad de hacer un reconocimiento muy especial a alguien que todos respetamos mucho, en el acierto o en el error. Estoy hablando de la pérdida que significó para el país el fallecimiento del sociólogo y cientista político Luis Eduardo González. Me parece que en algún momento el Senado deberá rendirle el homenaje correspondiente.

Yendo a lo que se planteó aquí, y siguiendo con el razonamiento –por eso le pedí una interrupción a la señora senadora Moreira–, cuando se habla tan genéricamente del despilfarro, de la década perdida, de que nada cambió, de que se dilapidaron los recursos de un tiempo de bonanza, se están haciendo afirmaciones sobre distintos temas. Por ejemplo, se dice que nada cambió en el Estado, que nada cambió en la reforma del Estado. ¿Y qué es, si no, el formidable proceso descentralizador que lleva adelante hoy el Uruguay? ¿Cuánto valen los Gobiernos de cercanía en la priorización de los recursos públicos al servicio de la gente? Muchas veces en esta discusión presupuestal dijimos: «Bueno, pero se ha acordado una partida para los municipios de tanto y tanto». No hay que tocarla jamás, sino al contrario, hay que avanzar, porque eso es una verdadera reforma del Estado. Hoy tenemos ciento y pico de municipios que operan en el país; ¿cuánto significa eso de democratización y de reforma real del Estado?

¿Nada cambió en las empresas públicas? ¿O todo es dilapidar en las empresas públicas? Escuché la exposición de los distintos senadores y, naturalmente, siempre está planteado el tema de Ancap, que mereció todo lo que mereció a lo largo del año pasado. Y se menciona al pasar el cambio absoluto en la soberanía de la matriz energética. Se dice: «Esto lo reconocemos», pero esto es nada más ni nada menos que la transformación de la matriz energética del país; tal vez sea el cambio más revolucionario que el país ha desarrollado en materia –y empleo esta palabra porque vale– de soberanía. Y ahí hay una inversión de UTE, de Ancap, de empresas públicas y privadas, de más de USD 6.000:000.000 que hoy nos muestra que el 98 % de la energía eléctrica que se consume en el país –un país electrificado casi en un 100 %– es renovable. Y lo mismo sucede con la energía general del país, con energías de renovación y sustentabilidad.

Entonces, ¿nada cambió? ¿Todo es despilfarro? En los años 2004-2006 entraron a la Universidad de la República 17.000 estudiantes, en el último trienio ingresaron 22.000 estudiantes por año, y entre el 2014 y el 2015 un 6 % más. Hoy hay 12.000 estudiantes del interior del país estudiando en su centro de referencia, y ¿nada cambió? ¿Nada cambió en materia de salud si consideramos lo que decía la señora senadora Moreira en cuanto a que tenemos la tasa de mortalidad infantil más baja de la historia? ¿Nada cambió cuando la tasa de mortalidad materna –que tanto nos preocupaba– es la más baja de toda América del Sur? ¿Nada cambió? ¿Nada cambió en lo que refiere a los recursos destinados a la educación de la Universidad del Trabajo del Uruguay?

(Suena el timbre indicador de tiempo).

SEÑOR PRESIDENTE.- Senadora Moreira: ¿le autoriza otra interrupción al senador Carámbula?

SEÑORA MOREIRA.- Con mucho gusto.

SEÑOR PRESIDENTE.- Puede interrumpir el señor senador Carámbula.

SEÑOR CARÁMBULA.- Muchas gracias, senadora.

Entonces, ¿nada cambió? ¿Nada cambió cuando por medio del Fondo Nacional de Recursos –tema harto discutido en el país, pero que seguiremos discutiendo y siempre defenderemos– se logró la cobertura de todos los medicamentos de alta especialidad que están probados para cubrir las patologías de alta complejidad, particularmente las oncológicas? ¿Nada cambió cuando se multiplicaron por cinco las inversiones desarrolladas en esta área? Como bien mencionó la señora senadora Passada, ¿nada cambió con los cien mil estudiantes de UTU? ¿Nada cambió –y esto no es virtual, sino real– cuando, hace una semana, en la Colonia Nicolich se inauguró la escuela n.º 300 de tiempo completo, y allá mismo la UTU, la ampliación del liceo, el centro educativo y la prolongación de lo que es la atención de la primera infancia? ¿Nada cambió cuando en el país ha aumentado un 52 % lo que se transfiere al Banco de Previsión Social para cumplir con el aumento correspondiente a las jubilaciones y pensiones?

Se nos ha dicho: «Los votaron porque ustedes prometieron». No; nos votaron por lo que hicimos los diez años pasados, y aspiramos a que nos voten por lo que hagamos en estos próximos años. Es mucho lo que hay por hacer y es mucho lo que sabemos que nos falta.

Quiero terminar con un concepto que me parece importante subrayar y que no ha estado sobre la mesa en esta discusión.

Señor presidente: nuestra fuerza política no habla, sino que discute con los sindicatos, con la clase obrera y con los trabajadores. Esta rendición de cuentas es producto de la negociación, de la movilización y de la participación de los trabajadores, que reivindican no perder sus conquistas, no perder lo que lograron en materia de afirmación salarial, no perder las libertades que han conseguido, no perder la importancia de los Consejo de Salarios, discutiéndole al Gobierno las pautas salariales con independencia, autonomía y participación. De ahí surgió la modificación al IRPF planteado al Cuerpo inicialmente para analizarlo en esta instancia de rendición de cuentas.

Esta rendición de cuentas es producto, también, de que la Universidad de la República y los entes de la enseñanza hayan dicho que quieren seguir avanzando y que no se pueden tocar los recursos para la educación.

Creemos que así se construye la relación permanente y que ese es el único camino en el que seguramente no nos equivocaremos. Más allá del natural respeto a la soberanía que implica este Parlamento, tenemos la obligación de discutir con las fuerzas sociales que componen las fuerzas protagónicas de nuestro país, que han avanzado mucho en todo sentido y no pueden retroceder.

Muchas gracias.

SEÑOR OTHEGUY.- Formulo moción para que se prorrogue el tiempo de que dispone la señora senadora Moreira.

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar la moción formulada.

(Se vota).

–21 en 23. Afirmativa.

Puede continuar la señora senadora Moreira.

SEÑOR AGAZZI.- ¿Me permite una interrupción, señora senadora?

SEÑORA MOREIRA.- Con mucho gusto.

SEÑOR PRESIDENTE.- Puede interrumpir el señor senador Agazzi.

SEÑOR AGAZZI.- Señor presidente: fui tomando nota de algunas afirmaciones que se hicieron a lo largo de esta discusión y voy hablar de nosotros, no del presupuesto.

Hoy nos juntamos para discutir sobre este tema pero me quiero sumar a la sensibilidad que han expresado distintos señores senadores. La actividad política es así, una actividad de discusión y de debate, y cada uno tiene su estilo, sus argumentos y su sensibilidad, pero el debate que hemos tenido hoy me deja una preocupación. ¡Ojo con la visión de que la actividad política se convierta en una construcción de inestabilidad! ¡Ojo con que es necesario llegar a la normalidad a partir de una realidad inestable! Porque si hay una realidad anormal, alguien tiene que volverla a su cauce. ¡Ojo con la novelización de las noticias, de los debates! Si no cuidamos eso, ¿hacia dónde vamos, señor presidente?

Creo que en el Uruguay tuvimos un proceso electoral limpio y todos los partidos políticos aceptaron sus resultados, pero el pedido de «ayudarlos a irse» me parece que es algo bastante grueso. Entre las cosas que se dijeron –de las que fui tomando nota– está que «todo es un desastre», «mienten». ¡Ojo! Una cosa es equivocarse y, otra, mentir. Mentir implica la intención de ocultar la realidad y trampear.

Se habló de populismo tributario, de irresponsabilidad –concretamente hubo una acusación de irresponsables–, de improvisación lisa y llana –está bien–, de emboscada empresarial, de que «el Poder Ejecutivo escondió la realidad» y de que «están llenos de versos». Cada uno tendrá sus argumentos para decir lo que dijo –quizá algunas de estas afirmaciones sean justificables, otras para mí no lo son–, pero hablar de un país en coma, de que se terminó un proyecto político y de que hay que hacer que se termine, de la falta de capacidad y del desempleo brutal que tenemos, no me parece que esté bien. Incluso, ha habido discusiones que movieron el escenario, y terminamos en la Justicia, haciendo que los jueces resolvieran temas políticos.

¡Ojo con las tempestades emocionales que nos pueden llevar a una especie de juicio final! Muchas veces esto es acompañado de expresiones periodísticas que ayudan poco, porque lo que hacen es amplificar y colaborar con el descrédito. No acepto que se diga que hay un sector político confiable y otro no confiable; no acepto que haya que desacreditar el sistema republicano; por el contrario, quiero afirmar mi compromiso con la importancia de un sistema republicano, con la existencia de los partidos y con los debates políticos intensos, pero no acepto que se genere inestabilidad.

La novelización del debate y la ridiculización de las cosas decimos que actúan como una fuerza de desestabilización política. Acá se ha cuestionado al Gobierno, al presidente, al expresidente, a los sindicatos y a los movimientos sociales; se los ha calificado como un mal que es necesario deponer. ¡Hay que transformar esa realidad! A esto agrego la difamación, la destrucción de reputaciones personales y la exposición de la vida privada, todo lo cual prepara el terreno para cambiar las cosas.

Señor presidente: me parece que la política demonizadora convierte a la política en un campo negativo y que los militantes o dirigentes partidarios somos vistos con desconfianza. Esto conduce a una polarización y a un debate con la lógica de las hinchadas de fútbol, basada en la intolerancia; nos dividimos en «ellos» y «nosotros». En momentos de dificultades económicas, cuando hay un «nosotros» que está indignado, y un «los otros» que está equivocado, la crítica del otro no aporta. Creo que la confianza de una sociedad y los índices que mencionó el señor senador Camy se construyen en el largo plazo.

Quiero sumar mi compromiso a un país con partidos sólidos, que preserve el sistema de los partidos y su funcionamiento democrático, porque el Uruguay nos necesita a todos. Sentí la necesidad de decir esto.

Muchas gracias.

SEÑOR PRESIDENTE.- Puede continuar la señora senadora Moreira.

SEÑORA MOREIRA.- Señor presidente: voy terminando en una clave de reflexión más política –con las palabras que comenzó el señor senador Carámbula y las que finalizó el señor senador Agazzi–, basada en un teórico de la política llamado Pierre Rosanvallon, que escribió un libro titulado La contrademocracia. Dice que la democracia tiene unos doscientos años, durante los cuales no cambió mucho en materia de sufragio universal, de parlamentos, de Poder Ejecutivo, de Poder Judicial y de separación de poderes. No hemos innovado demasiado. Sin embargo, hay otra fuerza que sí va creciendo y se va expandiendo: la contrademocracia.

La contrademocracia es ejercida por los medios de comunicación, que van construyendo la agenda de lo que sucede en la política más allá de la política; se va construyendo a través de la judicialización de la política, donde todo finalmente termina en «es inocente» o «es culpable», y sustraemos a la discusión general y al pensamiento la complejidad de lo que de verdad pasa. ¡Ni que hablar del escarnio, de los líderes, de las personas, de sus reputaciones personales!

Una cosa buena de la contrademocracia es que el pueblo nos controla todo el tiempo, el pueblo nos vigila, el pueblo es juez, pero no podemos olvidar que la contrademocracia genera un sistema de desconfianza generalizada en la política. Frente a esta situación –dice Rosanvallon– se produce una retracción de la política y una apatía ciudadana. Y los pueblos que no confían en la política no pueden ser pueblos que tengan una democracia fuerte.

Muchas gracias, señor presidente.

SEÑOR BORDABERRY.- Pido la palabra para contestar una alusión.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR BORDABERRY.- Señor presidente: quiero ser claro con esto. Me parece que hay una confusión enorme. Que nosotros marquemos nuestras discrepancias con las políticas del Poder Ejecutivo, con las políticas del Ministerio de Economía y Finanzas, con las posiciones del oficialismo, es reafirmar la democracia. No es ir contra la democracia. Sería ir contra la democracia un régimen de partido único, que no es nuestro caso. Y si cualquier legislador tiene un desarreglo en su conducta, el Cuerpo lo llama a responsabilidad, de acuerdo con el artículo 115. Pero nosotros hoy hemos señalado que la política educativa que se está llevando a cabo no está teniendo buenos resultados. Eso no es ir contra la democracia. Hoy dijimos que en campaña electoral el ministro de Economía y Finanzas, el presidente y el vicepresidente prometieron que no iban a subir los impuestos, como lo vieron todos los uruguayos, y que faltaron a su palabra. No sé por qué en este Senado no podemos decirlo cuando es cierto.

SEÑOR AGAZZI.- ¡Sí!

SEÑOR BORDABERRY.- En otras ocasiones hemos dicho que un Gobierno no hace todo bien ni hace todo mal y hemos reconocido las cosas que se hicieron bien, pero también podemos hablar de las que se hicieron mal.

Ahora bien, tengan un poco de memoria. Acuérdense –porque a mí me pasó; yo estaba en el Gobierno– de lo que era el Frente Amplio en la oposición: ¡los campeones de «cuanto peor, mejor»!

SEÑOR HEBER.- Exacto.

SEÑOR BORDABERRY.- No se olviden de que pedían el default.

SEÑOR AGAZZI.- ¡No!

SEÑOR BORDABERRY.- ¿Nada cambió con los CAIF que creó el Gobierno del Partido Colorado? ¿Nada cambió con las escuelas de tiempo completo que trajo el Partido Colorado? ¿Nada cambió cuando entregamos, en la mitad de la crisis, todas las carreteras del país a cero y en funcionamiento? ¿Nada cambió con el puente de las Américas, con el puente del río Santa Lucía? ¿Nada cambió con el nuevo aeropuerto de Carrasco? ¿Nada cambió con la terminal Cuenca del Plata en el puerto de Montevideo? Y sí, y eso no lo reconocían. Es el juego de la democracia.

Nosotros les reconocemos cosas, sin duda, y también les reconocemos la necesidad de preservar los equilibrios macroeconómicos para tratar de que el crecimiento económico siga. Creo que el final de esta discusión es: se gastó más dinero del que se tenía que gastar y, sencillamente, como se lo gastaron de más, no podemos seguir creciendo y haciendo las políticas sociales que necesitamos. ¿Eso es ir contra la democracia? Me salteé algún libro. ¡Me salteé algún libro!

SEÑOR AGAZZI.- Eso está bien.

SEÑOR BORDABERRY.- Si resulta que constatamos en una comisión investigadora que existen conductas que eventualmente entendemos pueden ser pasibles de responsabilidad penal, tenemos el deber de ponerlas en conocimiento del Poder Judicial. No podemos juzgarlas nosotros desde el punto de vista penal porque no nos compete, pero respetar la democracia y la Constitución es ir al poder correspondiente y poner en su conocimiento esos temas para que los investigue.

Ahora bien, si cuando se le empiezan a notar los errores al Gobierno y nosotros empezamos a señalarlos se nos viene a decir que no podemos criticar y no podemos señalar nuestra posición, me parece que es un error demasiado grave. Y adelanto: no me voy a callar.

Gracias.

SEÑOR HEBER.- Pido la palabra para contestar una alusión.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor senador Heber.

SEÑOR HEBER.- Señor presidente: escuchaba con atención a la señora senadora Moreira y a los señores senadores Carámbula y Agazzi y me preguntaba: ¿este discurso que hoy hacen responsablemente, al borde de que se están poniendo en riesgo las instituciones y el sentido democrático, lo hicieron antes?

SEÑOR AGAZZI.- ¡Siempre!

SEÑOR HEBER.- Muy bien.

¿Se olvidó el señor senador Agazzi de que aquí hubo comisiones investigadoras que fueron un escándalo y que terminaron en la Justicia? La judicialización de la que habla la señora senadora Moreira no es de ahora, es de esa época. ¡Lo que pasó en esa época es que no terminó en nada! Sí hubo discusiones acá pero no hubo procesados. El tema de Ancap no es la primera vez que va a la Justicia, ¿no? ¿Y cómo terminó? Los entonces senadores Korzeniak y Rubio terminaron hablando aquí de que había habido delito, estafa; dijeron de todo de la Administración. ¿En qué terminó todo eso en la Justicia? ¡Se archivó! Pero el escándalo lo hicieron. En aquel momento parece que eran responsables. Ahí no era un tema de que «yo no tenía miedo», de que «se estaba abusando, usando mal», del sentimiento antidemocrático. ¿Y todo lo que hemos escuchado? ¿Dónde estaba ese discurso? Ustedes estaban en la oposición; entonces, era válido. Cuando nosotros, ya responsablemente, vemos delitos, creemos que hay una figura delictiva y recurrimos a la Justicia, parecería que estamos poniendo en riesgo la democracia.

Aquí nadie está diciendo que hay que ayudarlos a irse; eso es nuevo. ¡Nadie lo dijo! ¡Nadie dijo eso! Tenemos que ayudar a que terminen. Irse es distinto a que terminen.

SEÑOR AGAZZI.- Más o menos.

SEÑOR HEBER.- ¡Que terminen es que terminen! ¡Y lo va a terminar la gente mediante el voto y no por ningún otro medio! ¡Pero hay que ayudar a que terminen porque, como van las cuentas, van mal! ¡Hay que ayudar! ¡Es un sentido de responsabilidad institucional, al contrario de cómo quieren ponerlo! Pero lo cierto es que todo esto empezó mucho antes, si se critica, y para mí no estaba mal. Lo que estaba mal era el escándalo y el circo que se armó en esta casa.

El año pasado hubo una comisión investigadora y no se armó ningún circo. Se trabajó responsablemente y no hubo el circo mediático que sí existió en otras épocas. ¡¿Alguien me puede decir que estoy mintiendo?! ¡¿Hay alguien que pueda decirme que no se montó un circo en las comisiones investigadoras en la Cámara de Representantes?! ¡Se investigaron todos los entes autónomos y terminaron procesando a uno porque hizo un monumento al caballo! ¡Ese fue el resultado de tres años de trabajo de una comisión investigadora! ¿Y a nosotros cuánto nos dieron? Cuatro meses. ¡¿Y me vienen a hablar de responsabilidad democrática?! ¡Por favor, señor presidente! ¡Nosotros vamos a cumplir con nuestro deber, que es decir las cosas como son! ¡Acá hubo un presupuesto irresponsable, y los irresponsables fueron los que le dijeron una cosa al pueblo e hicieron otra! ¡Son responsables! ¡Acá se dijo una cifra que no se cumplió, y los responsables son los del Gobierno y el Frente Amplio! ¡Sí, señor!

SEÑOR PINTADO.- Pido la palabra para contestar una alusión.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR PINTADO.- Señor presidente: quiero dejar en claro, en primer lugar, que no tenemos cómo ni sería democrático pedir a nadie que no exprese lo que piensa. Ahora bien, hemos dado muchas muestras de que esto lo defendimos con el pellejo. Capaz que más que nosotros, nadie; quizás alguno empató. Las cárceles de la Dictadura estaban llenas de frenteamplistas que no levantaron un fusil y a quienes torturaron por defender la democracia y por luchar para que el otro dijera lo que pensaba. Esa práctica la vamos a seguir teniendo. No estamos hablando de eso. Estamos hablando de esta versión maniquea, porque no es cierto decir que el Frente Amplio en el pasado siempre armó escándalo. Esa es una parte. Algunas cosas de esas hicimos –¡cómo no!–, pero hicimos otras de colaboración.

SEÑOR HEBER.- ¿Cuál?

SEÑOR PINTADO.- Aquí llegamos a votar en plena crisis una ley que se discutió después. ¡Fuimos excluidos siendo el 40 % de la ciudadanía! ¡Éramos la minoría mayor! ¡El 40 % de los ciudadanos fuimos excluidos de todo Gobierno, y no hicimos revancha! Y cuando, como salió en un libro –no sé si es verdad, pero no lo publicó ningún frenteamplista–, algunos pensaban en sustituir al presidente Batlle en cuestiones de cabildeos, entendimos que había que defender la institucionalidad a como diera lugar, aun en contra de nuestros intereses. ¿Estamos libres de haber cometido errores? ¡No! ¡Por supuesto que hemos cometido errores! ¡Lean bien las versiones taquigráficas! En el tema del aeropuerto de Carrasco, que se mencionaba, votamos divididos en el Frente Amplio.

Entonces, no todo es blanco y negro; es a eso a lo que nos referimos. Cuando hay una canzonetta contra el sistema político, me molesta mucho. Pero me molesta que se haga con mis adversarios también, porque los quiero derrotar políticamente, no personalmente. ¡No quiero que terminen hechos unas piltrafas humanas para yo alcanzar el Gobierno, sino que quiero derrotarlos porque la ciudadanía entendió que mi proyecto es mejor y no peor, pero no por la denigración! De mí –porque cada uno tiene que responder con su conducta– jamás, en veinte años de parlamentario, vieron un solo juicio denigratorio contra algún adversario por más fuerte que pudiera parecer. Al fin de cuentas, las cosas se responden también con conductas. Y no soy de los que no debaten.

Entonces, creo que todos debemos tener cierta precaución, no por las discrepancias que se tengan en el debate, sino porque he escuchado muchas cosas, se han dado consejos a ministros de cómo tienen que hacer y las novedades que tienen. Lo tomo como una chanza. Ya hay cosas que no me entran, porque la discusión que se genera acá me preocupa menos; lo digo con mucha sinceridad: me preocupa poco. Lo que más me preocupa es el contacto con la ciudadanía. Nosotros ganamos la elección en contra de los medios, con todos los medios en contra, la ganamos por el contacto con la gente. Pero eso no quiere decir que no veamos que algunas cosas están pasando; ¡en toda nuestra América están pasando!

Hoy el mundo global y antimperialista discute cómo le puede poner freno a gente que toma decisiones de gobierno en otros ambientes que no son de la democracia y que generan crisis en los países centrales. Todos discuten: los que son de derecha, de izquierda, los del centro, porque están en cuestionamiento la democracia y el sistema de toma de decisiones mundiales y nadie se puede hacer el distraído por eso. El tema es si nosotros coadyuvamos en la teatralización de eso o no. ¡Es eso! Pero que cada uno siga su camino; nosotros seguimos el nuestro, por supuesto que haciendo autocrítica de nuestros errores; por supuesto que sabiendo lo que falta por hacer y no proclamándonos como los mejores del mundo. No lo somos, pero hemos hecho las cosas bien. ¡A mí me interesa la opinión del pueblo! Los que no íbamos a conseguir mayoría parlamentaria, acá la tenemos, aunque ahora parece que eso es pecado.

Entonces, bajemos la pelota. Es una reflexión en voz alta que hicieron los compañeros; el que quiere, que la acepte y el que no, que siga en su trillo.

Es cuanto quería manifestar. Muchas gracias.

SEÑOR LARRAÑAGA.- Pido la palabra para contestar una alusión.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR LARRAÑAGA.- Señor presidente: realmente creo que el curso de este debate está tomando caminos insospechados. Lo digo francamente. Me parece que hablar de una suerte de contrademocracia por esgrimir los argumentos en el marco de un debate democrático, es una exageración. Aquí se ha hablado de «nobilización del debate», de «construcción de inestabilidad», cuando en definitiva ha imperado, desde 1985, una suerte de lógica de buenos y de malos en la que no hemos colaborado; por el contrario, sabemos exactamente cómo se ha construido la historia de esa suerte de satanizar a los unos y a los otros.

Me parece, señor presidente, que por escuchar las argumentaciones en el debate democrático, en la historia más reciente del debate político hemos escuchado tantas cosas, ¡tantas cosas!, desde el hoy presidente de la república concurrir a una radio poco menos que a reclamar el default; de asistir a lo que fue la discusión del proyecto de ley que salvó el sistema financiero; el cambio voluntario del endeudamiento externo en situaciones aciagas para la vida del país. Y desde acá escuchábamos, muchas veces, argumentos de todo tipo contra esos instrumentos legislativos. Ahora bien, no podemos por ello esgrimir una suerte de camino de victimización con cierta paranoia por las argumentaciones que hemos vertido en el marco de lo que creemos son políticas desacertadas en la administración de los dineros públicos.

Yo creo que los males de la democracia –como decía alguien– tienen que resolverse con más democracia, no con ocultamientos. No entremos en un proceso de crudeza en el cruce de las acusaciones a tal punto de contribuir, precisamente, a la propia derrota del sistema político. Vamos a decirlo todo: cuando se habla de la destrucción de vidas particulares, bueno, ¡vaya si se ha acudido también, en muchas y en reiteradas oportunidades, a la reiterada mentira en la construcción de una verdad! Y eso realmente afecta e impacta en la vida de personas, de familias y de hijos.

Creo y rechazo, señor presidente, esa suerte de términos que adjetivan el debate por la intensidad que los distintos integrantes de la oposición o del Gobierno podamos utilizar en el marco del intercambio democrático. ¡Ah no! Cada uno tiene que hacerse cargo de sus responsabilidades. Aquí no estamos construyendo desestabilización por decir lo que pensamos, por criticar lo que entendemos se hace mal; yo creo que estamos contribuyendo a la democracia. No somos –lo dije en mi intervención– negadores de la realidad. Tampoco se puede decir de los grandes avances que, por ejemplo, se predican en materia de descentralización con sucursales de banco cerradas en el interior del país, con comisarías part time, con juzgados cerrados, con enorme dependencia de los Gobiernos departamentales del traspaso de los recursos del Gobierno central. ¡No! Yo creo que podemos tener parte de razón, pero no podemos escandalizar la discusión política.

Aquí nadie puede decir que hemos intentado o que estamos intentando judicializar la política cuando muchas veces ello es consecuencia del accionar de los administradores públicos que no guardan las normas en el marco del Estado de derecho.

Es cuanto quería manifestar.

SEÑORA PAYSSÉ.- Pido la palabra para una alusión.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra la señora senadora.

SEÑORA PAYSSÉ.- Gracias, señor presidente.

Cuando el senador Camy hizo referencia a la democracia y al Latinobarómetro, y al informe, la verdad es que yo compartí sus conceptos. Me pareció interesante el comienzo de su alocución, que justamente nos ubicaba en una realidad que nos debe impactar a todos los que estamos acá.

El 15 de setiembre se conmemora en todos los Parlamentos del mundo el Día de la Democracia, se hace una actividad en la Biblioteca del Palacio Legislativo adonde concurren muy pocos legisladores y legisladoras en general, pero de alguna manera este ámbito reivindica la democracia en todos sus aspectos. De la intervención del señor senador Camy –que fue el que puso el disparador acá– no deduzco ninguna intención de inferir a ninguno de nosotros que estábamos violentando la democracia, sino que estaba haciendo una reflexión en voz alta. Por lo tanto, las otras intervenciones que se sucedieron vinculadas a hacer referencia a la democracia tampoco me hacen inferir que se intentó en algún momento coartar la posibilidad de que alguno de nosotros nos expresáramos, sino que simplemente creo que fue la continuación de una reflexión que muchas veces es necesario que hagamos acá. Por eso, no solo comparto la intervención del señor senador Camy, sino que me pareció oportuna y la reivindico.

También reivindico que nadie va a hacer callar a nadie. Yo no creo que el senador Bordaberry necesite decir: «Yo no me voy a callar», porque acá nadie le va a quitar el derecho de que diga lo que tiene que decir, ni al señor Bordaberry ni a ninguno. Tampoco creo que para que se respete nuestro derecho a hablar tengamos que estar a los gritos acá adentro. Sé que hay momentos en que nos apasionamos más que en otros –es posible–, pero el que grita, grita y grita continuamente, con voz aflautada, no es el que tiene más razón.

Debemos respetar la parte de razón que tenemos todos y cada uno acá adentro y recordar –me voy a seguir refiriendo al informe del Latinobarómetro, que lo leí, y sería bueno que lo leyéramos todos– que la democracia la construimos entre todos y todas. No es más demócrata o menos demócrata el que vivió épocas aciagas en este país; es demócrata el que continuamente procura mejorar la democracia que hoy tenemos instalada. Me parece que esa es la reflexión que tenemos que hacer en el día de hoy, sin generar el clima que surgió con los argumentos dados en estas intervenciones, luego de que el señor senador Camy pretendió poner sobre la mesa una reflexión.

Me parece importante señalar esto en este momento, señor presidente, porque creo que ese debe ser el ánimo que nos tiene que mover a todos, aunque reitero que las posiciones políticas ya las conocemos. Tanto es así que incluso somos predecibles; cuando alguien va a intervenir, ya sabemos por dónde vendrá la cosa y qué es lo que planteará. Y por eso seguimos hablando del default y de todo aquello que ya hemos mencionado miles de veces.

Independientemente de eso, luego de esta jornada larga, creo que está bueno hacer esta reflexión entre todos, bajando un poco la pelota al piso. Los que quieran podrán seguir gritando, pero eso no hace que seamos más creíbles o que tengamos la verdad revelada.

Termino reivindicando el planteo realizado de manera muy seria por el señor senador Camy, como siempre acostumbra hacerlo.

SEÑORA MOREIRA.- Pido la palabra.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra la señora senadora.

SEÑORA MOREIRA.- Señor presidente: la contrademocracia es una teoría política. Está la contrademocracia liberal, que es la desconfianza contra un Gobierno popular, y la contrademocracia democrática, que es la movilización contra un Gobierno para tratar de que vaya donde uno quiere. Hay contrademocracia buena y hay contrademocracia mala. Hay contrademocracia positiva y hay contrademocracia negativa.

Con mucho gusto le hago llegar a los senadores que quieran esta interesante teoría.

Simplemente señalo que la contrademocracia tiene sus aspectos luminosos, de control popular de los Gobiernos elegidos, y sus aspectos oscuros.

Nada más. Muchas gracias.

18) SOLICITUDES DE LICENCIA E INTEGRACIÓN DEL CUERPO

SEÑOR PRESIDENTE.- Léase otra solicitud de licencia.

(Se lee).

SEÑOR SECRETARIO (José Pedro Montero).- «Montevideo, 13 de setiembre de 2016

Señor presidente de la

Cámara de Senadores

Raúl Sendic

De mi mayor consideración:

Por la presente solicito ante la Cámara de Senadores licencia por motivos personales para el día 20 de setiembre de 2016.

Sin más, lo saludo atentamente.

Guillermo Besozzi. Senador».

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar si se concede la licencia solicitada.

(Se vota).

–28 en 29. Afirmativa.

Se comunica que queda convocado el señor Omar Lafluf, a quien ya se ha tomado la promesa de estilo.

19) RENDICIÓN DE CUENTAS Y BALANCE DE EJECUCIÓN PRESUPUESTAL, EJERCICIO 2015

SEÑOR PRESIDENTE.- No habiendo más oradores anotados para hacer uso de la palabra, tiene la palabra el miembro informante, señor senador Otheguy.

SEÑOR OTHEGUY.- Señor presidente: seré muy breve, porque la discusión se fue por otros rumbos, que son interesantes y que ameritan que sean debatidos en este ámbito.

No nos preocupa el debate político; lo intentamos dar con argumentos y fundamentos. A veces complican los tonos y las adjetivaciones, aunque igual es parte del debate parlamentario, pero el problema surge cuando se insiste en afirmaciones que no son ciertas y eso amerita aclaración.

Nosotros insistimos en que la propuesta realizada por el Gobierno en esta rendición de cuentas es oportuna, que no perjudica a los trabajadores, que el incremento de los impuestos recae en el 10 % de mayores ingresos de la población y que es necesario conservar los equilibrios macroeconómicos para seguir apostando a promover transformaciones profundas como las que se han venido impulsando en estos once años en el Uruguay.

Queremos dar continuidad a una serie de transformaciones. Algunas están muy avanzadas y otras incompletas –tenemos debes y debemos seguir trabajando–, pero tenemos un país cualitativamente mejor al de hace once años. Eso no se puede discutir, señor presidente.

Los partidos políticos se preparan para gobernar y no para otra cosa –acá la mayoría de los partidos políticos han sido Gobierno–, y eso implica hacer bien un montón de deberes y que la ciudadanía lo interprete.

Sin embargo, hay una premisa que es básica, fundamental: saber diagnosticar dónde estamos parados, saber cuál es el país real. Si uno no sabe interpretar en qué país vive es muy difícil proponer a la ciudadanía desafíos de futuro. En muchos momentos me parece que no terminamos de comprender en qué país vivimos y cuánto cambió el Uruguay en once años, porque así es; cambió. En buena medida, cada vez que damos estos debates no logramos hacer una síntesis colectiva que se aproxime a algunos cambios que todos logremos visualizar. Es muy difícil pensar en el futuro si no terminamos de comprender en qué país estamos parados.

Nosotros estamos convencidos de que estamos en un Uruguay mucho mejor, y esto puede tener matices y distintas visiones.

Acá se afirmaron cosas que no son ciertas; se mencionó que hay un ajuste que se viene procesando de antes. Como dijo algún senador –creo que fue el señor senador Pardiñas–, plantear que el Imesi al tabaco tiene como finalidad la recaudación, cuando el fin es la salud pública, es muy temerario. También lo es decir que el aumento de las tarifas públicas va en la misma dirección del ajuste.

La tarifa de UTE, por ejemplo, ni siquiera cubrió los costos del aumento del funcionamiento de la empresa. Los costos aumentaron un 12 % y la tarifa aumentó un 9,9 %. ¿Dónde está el ajuste? ¿Dónde está el fin recaudador? En Antel los costos ponderados aumentaron el 11,7 % y la tarifa el 9,8 %. ¿Dónde está el ajuste? En OSE los costos aumentaron un 12,9 % y la tarifa un 9,2 %. Estas cosas conviene precisarlas.

Se plantea que esta es una rendición de cuentas que ajusta radicalmente el gasto y esto ya se respondió, pero hay algo que no se dijo en este debate: en esta rendición de cuentas se incrementaron gastos. Por ejemplo, se aumentó el presupuesto del Poder Judicial para la implementación del nuevo Código del Proceso Penal en $ 166:000.000 para el 2017 y $ 288:000.000 para 2018. A su vez, para el nuevo Código Aduanero, se prevé un incremento de $ 22:000.000 para el presupuesto del 2017 y de $ 32:000.000 para 2018. Para el cambio de régimen en la Corte Electoral se da un aumento de $ 153:000.000 para el 2017. Entonces, no es cierto que en esta rendición de cuentas no se aumentó el gasto.

Hemos insistido con el concepto de ahorro. Cuando dijimos y volvemos a afirmar que la deuda neta en el Uruguay –que se construye como deuda bruta menos reserva– pasó del 75 % del PIB al 25 % del PIB, es claro que en estos once años también ha habido ahorros.

Creo que se ha dado respuesta al resto de los temas vinculados a esta rendición de cuentas.

Con respecto al INNEd, es cierto que hay un abatimiento de la inversión, pero también es cierto que la evaluación educativa está pronta y se presentará el año que viene al conjunto de los uruguayos. El INNEd presentará el año que viene el estado de situación de la educación en Uruguay. Eso está hecho, está pronto. El recorte presupuestal proyectado –que fue parte del debate con respecto a la educación– no inhabilita la función que se le dio a este instituto. El año que viene todos los uruguayos conoceremos el estado de la educación en Uruguay. Así lo dijeron en comisión.

Creo que el resto de los temas ya fueron parte del debate. El debate puede ser duro y es bueno que se dé con altura, pero aquí se dijeron algunas cosas que no podemos dejar pasar. Se dijo que el proyecto del Frente Amplio se rindió, que nos habíamos rendido y que estábamos en retirada. Como dijo algún compañero, acá nos quisieron rendir; el fascismo y la dictadura quisieron rendir a esta fuerza política, pero no pudieron hacerlo. Por tanto, menos va a poder hacerlo algún discurso, por más florido que sea.

Muchas gracias.

SEÑOR PRESIDENTE.- Si no se hace uso de la palabra, se va a votar en general el proyecto de ley.

(Se vota).

–16 en 29. Afirmativa.

20) LEVANTAMIENTO DE LA SESIÓN

SEÑOR MICHELINI.- Pido la palabra para una cuestión de orden.

SEÑOR PRESIDENTE.- Tiene la palabra el señor senador.

SEÑOR MICHELINI.- Señor presidente: vamos a solicitar un cuarto intermedio hasta el día de mañana a las 10:00, cuando ingresaríamos a la discusión particular del proyecto de ley. Y, si fuera posible, nos gustaría que todos nuestros papeles quedasen sobre las respectivas bancas.

SEÑOR PRESIDENTE.- Se va a votar la propuesta del señor senador Michelini de pasar a un cuarto intermedio hasta el día de mañana a las 10:00.

(Se vota).

–27 en 27. Afirmativa. UNANIMIDAD.

El Senado pasa a cuarto intermedio hasta el día de mañana a las 10:00.

(Así se hace, a las 18:46, presidiendo el señor Raúl Sendic y estando presentes los señores senadores Agazzi, Amorín, Arregui, Aviaga, Ayala, Berterreche, Besozzi, Bordaberry, Camy, Carámbula, Coutinho, De León, Delgado, Heber, Lacalle Pou, López Villalba, Martínez Huelmo, Michelini, Mieres, Moreira, Otheguy, Pardiñas, Passada, Payssé, Pintado y Topolansky).

RAÚL SENDIC Presidente

José Pedro Montero Secretario

Hebert Paguas Secretario

Adriana Carissimi Canzani Directora general del Cuerpo de Taquígrafos

Control División Diario de Sesiones del Senado

Diseño División Imprenta del Senado

Linea del pie de página
Montevideo, Uruguay. Poder Legislativo.