1. Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo que ratifique el presente Convenio se obliga a prohibir, a reserva de las excepciones previstas en el artículo 2, el empleo de cerusa, de sulfato de plomo y de cualquier otro producto que contenga dichos pigmentos, en los trabajos de pintura interior de los edificios, con excepción de las estaciones de ferrocarril y de los establecimientos industriales en los que el empleo de la cerusa, del sulfato de plomo o de cualquier otro producto que contenga dichos pigmentos sea declarado necesario por las autoridades competentes, previa consulta a las organizaciones interesadas de empleadores y de trabajadores.
2. Queda, no obstante, autorizado el empleo de pigmentos blancos que contengan como
máximo un 2 por ciento de plomo, expresado en plomo metal.
1. Las disposiciones del artículo 1 no se aplicarán a la pintura decorativa ni a los trabajos de hilatura y de plastecido.
2. Cada gobierno determinará la línea de demarcación entre los diferentes géneros
de pintura, y reglamentará el empleo de la cerusa, del
sulfato de plomo y de cualquier
producto que contenga dichos pigmentos, en los expresados trabajos, de conformidad con las
disposiciones de los artículos 5, 6 y 7 del presente Convenio.
1. Queda prohibido emplear a los jóvenes menores de dieciocho años y a las mujeres en trabajos de pintura industrial que entrañen el empleo de cerusa, de sulfato de plomo o de cualquier otro producto que contenga dichos pigmentos.
2. Las autoridades competentes, previa consulta a las organizaciones interesadas de
empleadores y de trabajadores, podrán permitir que los aprendices de pintor sean
empleados, para su educación profesional, en los trabajos prohibidos en el párrafo
precedente.
Las prohibiciones contenidas en los artículos 1 y
3 entrarán en vigor seis años después de la fecha de clausura de la
tercera reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo.
Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo que ratifique el presente Convenio se obliga a reglamentar, sobre la base de los siguientes principios, el empleo de cerusa, de sulfato de plomo y de cualquier otro producto que contenga estos pigmentos en los trabajos en que no esté prohibido su empleo:
I. | a) | La cerusa, el sulfato de plomo o
los productos que contengan dichos pigmentos no podrán ser utilizados en los trabajos de
pintura sino en forma de pasta o de pintura ya preparada para su empleo. |
b) | Se deberán tomar medidas para
evitar el peligro procedente de la aplicación de la pintura por pulverización. |
|
c) | Se deberán tomar medidas,
siempre que sea posible, para evitar el peligro del polvo provocado por el apomazado y el
raspado en seco. |
|
II. | a) | Se deberán tomar medidas para
que los obreros pintores puedan lavarse durante el trabajo y a la terminación del mismo. |
b) | Los obreros pintores deberán
usar ropa de trabajo todo el tiempo que dure el
trabajo. |
|
c) | Se deberán establecer
disposiciones apropiadas para evitar que la ropa que no se use durante el trabajo se
ensucie con los materiales empleados en la pintura. |
|
III. | a) | Se deberán declarar los casos de
saturnismo y los casos presuntos de saturnismo, y más tarde deberán ser comprobados por
un médico designado por la autoridad competente. |
b) | La autoridad competente podrá
exigir, cuando lo estime necesario, el examen médico de los trabajadores. |
|
IV | Se deberán distribuir entre los obreros pintores instrucciones sobre las precauciones especiales de higiene concernientes a su profesión. |
A fin de lograr el cumplimiento de la reglamentación prevista en los artículos
precedentes, la autoridad competente adoptará las medidas que juzgue necesarias, previa
consulta a las organizaciones interesadas de empleadores y de trabajadores.
Se deberán elaborar estadísticas sobre el saturnismo de los obreros pintores en lo que respecta a:
a) | la morbilidad, por medio de la
declaración y comprobación de todos los casos de
saturnismo; |
b) | la mortalidad, de acuerdo con un procedimiento aprobado por el servicio oficial de estadística de cada país. |
Las ratificaciones formales del presente Convenio, de acuerdo con las condiciones
establecidas por la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo, serán
comunicadas, para su registro, al Director General de la Oficina Internacional del
Trabajo.
1. Este Convenio entrará en vigor en la fecha en que las ratificaciones de dos Miembros de la Organización Internacional del Trabajo hayan sido registradas por el Director General.
2. Sólo obligará a los Miembros cuya ratificación haya sido registrada en la Oficina Internacional del Trabajo.
3.
Posteriormente, este Convenio entrará en vigor, para cada Miembro, en la fecha en
que su ratificación haya sido registrada en la Oficina Internacional del Trabajo.
Tan pronto como las ratificaciones de dos Miembros de la Organización Internacional
del Trabajo hayan sido registradas en la Oficina Internacional del Trabajo, el Director
General de la Oficina notificará el hecho a todos los Miembros de la Organización
Internacional del Trabajo. Igualmente les notificará el registro de las ratificaciones
que le comuniquen posteriormente los demás Miembros de la Organización.
Todo Miembro que ratifique el presente Convenio se obliga a aplicar las disposiciones
de los artículos 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7 a más tardar el 1 de
enero de 1924, y a tomar las medidas necesarias para el cumplimiento de
dichas
disposiciones.
Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo que ratifique el presente
Convenio se obliga a aplicarlo en sus colonias, posesiones y protectorados, de acuerdo con
las disposiciones del artículo 35 de la Constitución de la
Organización Internacional del Trabajo.
Todo Miembro que haya ratificado el presente Convenio podrá denunciarlo a la
expiración de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya puesto
inicialmente en vigor, mediante un acta comunicada, para su registro, al Director General
de la Oficina Internacional del Trabajo. La denuncia no surtirá efecto hasta un año
después de la fecha en que se haya registrado en la Oficina Internacional del
Trabajo.
Por los menos una vez cada diez años, el Consejo de Administración de la Oficina
Internacional del Trabajo deberá presentar a la Conferencia General una memoria sobre la
aplicación de este Convenio, y deberá considerar la conveniencia de incluir en el orden
del día de la Conferencia la cuestión de la revisión o modificación del mismo.
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente auténticas.
Montevideo, Uruguay. Poder Legislativo. |