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COMISIÓN DE SALUD PÚBLICA

(Sesión celebrada el día 30 de noviembre de 2021).

 

SEÑOR PRESIDENTE.- Habiendo número, está abierta la sesión.

(Son las 13:35).

                –Hay un asunto entrado formalmente y otro que me comunicó el senador Manini Ríos, al que voy a darle entrada antes de recibir a la delegación que nos visita el día de hoy.

                El primer asunto entrado es el informe del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Células, Tejidos y Órganos, en el que se hace una valoración positiva, por escrito –ya lo habían hecho cuando comparecieron–, del proyecto de ley sobre donación cruzada de órganos y tejidos. Se hace una pequeña sugerencia de que se limite a dos parejas, tema que podemos ver. Al respecto, propongo que en la primera sesión ordinaria de diciembre este sea el primer proyecto de ley que consideremos y que en base a ese informe –el que todos vamos a poder leer de acá al 7 de diciembre– tratemos de aprobarlo.

SEÑORA TOPOLANSKY.- Creo que sería una buena forma de cerrar el año.

SEÑOR PRESIDENTE.- Bien.

En segundo lugar, el senador Manini Ríos me comunicó ayer –y como hoy nos reuníamos, me pareció práctico comentárselos ahora– que el ministro Salinas tiene intención de venir a la sesión ordinaria del martes 14 de diciembre –o sea, la segunda del mes– a informar sobre la evolución de la intervención de Casa de Galicia. Si estamos todos de acuerdo, incluimos su convocatoria como primer punto del orden del día de esa sesión y le comunicamos que lo recibiremos a las 13:30, salvo que él tenga alguna dificultad para venir a esa hora.

(Dialogados).

                –Entonces, quedamos para el martes 14 de diciembre a las 13:30.

(Apoyados).

                –Como figura en el orden del día de esta sesión extraordinaria y a raíz de la propuesta del senador Niffouri, recibiremos a la Sociedad de Dermatología del Uruguay, en el marco de la Semana de Prevención del Cáncer de Piel, a propósito de la elaboración del proyecto de ley para prohibir el uso de camas solares a menores de dieciocho años.

SEÑOR NIFFOURI.- Brevemente, señor presidente, quiero decir que la idea era recibirlos en el día de hoy, en forma extraordinaria –vaya por ello mi agradecimiento a los integrantes de la comisión– por el hecho de que nos encontramos en  la Semana de Prevención del Cáncer de Piel y, entre los planteamientos de la Sociedad de Dermatología del Uruguay en cuanto al trabajo que hay que hacera esos efectos, está el de la regulación de las camas solares, cosa que ya se hace en otras partes de América Latina. No es ese el único tema y la idea es que todo lo que tiene que ver con esta semana dedicada a la prevención del cáncer de piel sea tomado como política de Estado por su importancia. ¿Por qué lo digo? Porque en la prensa se dijo que el Parlamento trabaja en la prohibición de las camas solares para menores de dieciocho años y ya empezó a aparecer en las redes sociales la crítica sobre la importancia de legislar en este tema, insinuándose que el Parlamento no tiene temas importantes para considerar. En lo personal, creo que es el marco vinculado a todo lo que tiene que ver con la importancia de la prevención del cáncer de piel, regulando algunos temas. Digo esto para ponerlo en contexto.

SEÑORA TOPOLANSKY.- Lo que pasa es que dentro de poco, en enero, la gente se pone al espiedo, sin importar la cuestión de la capa de ozono. Me parece bueno poner el tema sobre la mesa como forma de alertar. También está toda esa gente que no pesca en todo el año pero lo hace en enero, y ese es otro problema porque el cáncer de piel es mucho más común de lo que se cree.

SEÑOR PRESIDENTE.- Invitamos a la delegación a pasar a sala. 

(Ingresa a sala la delegación de la Sociedad de Dermatología del Uruguay).

–La Comisión de Salud Pública del Senado da la bienvenida a la delegación de la Sociedad de Dermatología del Uruguay, a quienes hemos convocado, a propuesta del senador Niffouri, a esta sesión extraordinaria con el fin de escuchar sus opiniones sobre el tema que se va a legislar, por lo que les cedemos el uso de la palabra.

SEÑORA PEYRÉ.- Buenas tardes y muchas gracias por recibirnos en el día de hoy.

 Estoy aquí en mi calidad de presidenta de la Sociedad de Dermatología del Uruguay y me acompañan las doctoras Mercedes Laporte, Alejandra Larre Borges y Sofìa Nicoletti. Para nosotros es muy importante venir aquí a explicar cuál es nuestro objetivo.

                La Sociedad de Dermatología del Uruguay es una sociedad científica que desde hace muchos años está abocada a lanzar campañas para promover la prevención del cáncer de piel, cuya frecuencia está aumentando en forma sostenida. Uruguay sigue siendo el país con mayor incidencia de cáncer de piel en América Latina y está dentro del grupo de los que tienen más casos en el mundo. Entonces, es un tema de salud pública.

Este año enfocamos la campaña en tres puntos fundamentales. El primero de ellos es dar a los pacientes con mayores factores de riesgo el mensaje de que concurran a los controles periódicos, porque la única forma de que el cáncer de piel sea curable es a través de un diagnóstico precoz. Además, es un cáncer que se ve y se puede prevenir. Ese es el mensaje que queremos dar.

A su vez, buscamos una regulación del uso de las camas solares y por eso estamos acá. Tal vez les parezca superfluo el planteo si lo comparan con todo lo que tienen que resolver ustedes cada día, pero no es algo aislado, sino que forma parte de un problema de salud como lo es el cáncer de piel.

Las doctoras Nicoletti y Larre Borges brindarán una explicación más exhaustiva del caso puntual.

SEÑORA NICOLETTI.- Buenas tardes. Quien les habla, junto con la doctora Larre Borges, somos las encargadas de coordinar las campañas contra el cáncer de piel.

                La de este año tuvo tres pilares fundamentales: uno es un proyecto para reglamentar el uso de las camas solares; otro refiere al uso del semáforo solar, y uno mucho más ambicioso, a futuro, tiene que ver con tener un plan nacional contra el cáncer de piel. Esos son los tres objetivos principales de esta campaña.

                No sé si habrán escuchado que ayer se lanzó la campaña contra el cáncer de piel, que tiene como speech: «Ayudanos a cuidarnos. El cáncer de piel lo podemos ver». Lo lindo de la dermatología es que se puede ver; tenemos que llegar temprano al cáncer de piel.

                Como decía la doctora Alejandra Peyré, Uruguay es el país de Latinoamérica que tiene mayor incidencia y mortalidad por cáncer de piel. Es un dato que puede parecer curioso o sorprender, sobre todo si pensamos cómo un país tan chiquito tiene tamaña incidencia de cáncer de piel. Si lo reflejamos en las cifras, vemos que la incidencia de cáncer de piel y los números de casos nuevos por año, son casi 3000 y yo diría –estamos de acuerdo con las colegas– que son más porque hay formas de carcinomas, sobre todo el basocelular que, por su frecuencia, no están dentro de los datos epidemiológicos. Si leen las listas del ranking de los cánceres, van a ver un asterisco abajo que dice: «exceptuando carcinoma basocelular».

                O sea que, como promedio, tenemos un mínimo de ocho diagnósticos de cáncer de piel por día, pero estamos seguras de que son muchos más. Por eso estamos hoy aquí.

(Se exhibe presentación en PowerPoint).

                –En las gráficas, que son mucho más representativas de estos datos, podemos ver que la incidencia aumenta entre 1,4 % y 2,4 % en hombres y mujeres en forma anual. Esto quiere decir que cada año tenemos entre 1,4 % y 2,4 % más de cáncer de piel en hombres y mujeres, y que la mortalidad anualmente aumenta un 1,6 %. Viendo las gráficas nos damos cuenta de que, tanto en incidencia como en mortalidad, en hombres y en mujeres hay un ascenso. O sea que estamos diagnosticando más cáncer de piel, pero también se están muriendo más pacientes con esta enfermedad.

SEÑOR MANINI RÍOS.- ¿Aumenta más en las mujeres?

SEÑORA NICOLETTI.- La incidencia aumenta más en las mujeres.

                En estas gráficas tenemos representados, por edad, hombres y mujeres. La gráfica de la izquierda, que representa a los hombres, presenta un dato curioso. Ustedes quizás no llegan a ver las edades, pero se presenta un pico aproximadamente a los sesenta años. O sea que los hombres mayores de sesenta años, para nosotros, hoy, son una población de riesgo porque en general a esa edad ya no se controlan. Algo diferente sucede en las mujeres, donde también vemos picos, sobre todo alrededor de los cuarenta años. El melanoma es un cáncer de piel que afecta a adultos jóvenes –y eso tiene un gran impacto cuando hablamos de cáncer a nivel nacional– y después oscila, pero en el hombre hay un aumento muy importante tanto en la incidencia como en la mortalidad por ese factor. El cáncer de piel en los hombres lo diagnostica su pareja y en la mujer lo diagnosticamos nosotros. La mujer –creo que debe ser un tema genético– es más de prevenir; la parte de la prevención la tenemos un poco más arraigada. El hombre, a determinada edad, tiende a no controlarse tanto, por lo menos en lo que tiene que ver con la piel. En fin, creo que las cifras son realmente impactantes.

                A su vez, ¿cómo estamos posicionados en el mundo? Estamos mal, también. Si observan la imagen proyectada podrán ver los colores de los países que tienen mayor incidencia y la mortalidad de cáncer de piel. En esto, que no es nada feliz, nos parecemos a los países del primer mundo.

                Entonces, en lo que refiere a cáncer de piel, podemos decir que Uruguay es campeón en América y subcampeón en el mundo. Es por esta razón que consideramos que esto es una epidemia y debemos tratarla como tal; ya tenemos que tomar acciones que puedan hacer bajar esa incidencia y esa mortalidad. Por eso es por lo que hoy estamos acá, para reglamentar los factores de riesgo modificables, como lo es la exposición a la radiación ultravioleta a través de las camas solares, y así ayudar a bajar la incidencia del cáncer de piel. La idea es instaurar políticas de Estado, es decir, que este tema de salud sea de interés político. Aquí es cuando entran ustedes en escena y nosotros les pedimos ayuda.

                En Uruguay mueren de cáncer de piel dos personas por semana; la prevención y el diagnóstico temprano salvan muchas vidas. Yo me detendría más en la prevención; acá estamos hablando de la prevención porque queremos llegar antes de que aparezca el cáncer de piel.

                El principal factor de riesgo para que se produzca el cáncer cutáneo es la radiación ultravioleta. Todos sabemos que la fuente natural principal de la radiación ultravioleta es el sol; es la más importante y la que genera la mayoría de los cánceres de piel. No obstante, tenemos también la exposición a la radiación ultravioleta de dispositivos artificiales como son las camas solares y las cabinas de bronceado. En tal sentido, lo que se ha visto es que en las últimas tres décadas ha aumentado el uso de camas solares y cabinas de bronceado. Pocas personas habían usado una cama solar antes de los años ochenta, pero a fines del 2000 las encuestas mostraron que en el norte de Europa el 60 % de las personas de entre quince y cincuenta y nueve años habían tomado cama solar al menos una vez. Estamos hablando de personas de quince años; o sea, personas muy jóvenes tomando ya cama solar. Esta exposición deliberada y poco controlada de la radiación ultravioleta con fines cosméticos está aumentando la incidencia de los principales tipos de cánceres de piel. Y estamos constatando que hay un cambio en la aparición de los tumores de piel, que antes los veíamos en pacientes de cincuenta o sesenta años y ahora aparecen en personas más jóvenes. Esto, básicamente, se debe a un cambio en el comportamiento.

                Ahora quisiera hablar de cómo funciona una cama solar. En la imagen proyectada figuran: un esquema en el que vemos desde la capa más superficial de la piel, donde está el vello, hasta la capa más profunda; el sol, representando la radiación ultravioleta, y los rayos UVB y los UVA. Los rayos UVB son los que llegan a las capas más superficiales de la piel y los UVA, a las capas más profundas. Cuando vemos una persona que está bronceada, quiere decir que se defendió del sol: genera pigmento como si fuera un escudo para proteger sus células. El bronceado generalmente ocurre en los meses estivales, pero el daño es permanente, es decir que las mutaciones a nivel del ADN son acumulativas y ahí es cuando muchas veces aparece la evolución del cáncer de piel; justamente por eso el cáncer de piel aparece cuando somos grandes. Lo mismo pasa con el cigarrillo: los efectos que causa también se ven a largo plazo. Entonces, la radiación UVB produce el bronceado y es la responsable de las quemaduras solares, de que quedemos rojos, de empollarnos, sobre todo de causarnos el eritema intenso. Esto predomina en los meses de verano; el FPS que ustedes ven en el protector solar sirve para protegerse únicamente de los rayos UVB. Así pues, los rayos UVB producen un bronceado con una quemadura. Los rayos UVA producen también un bronceado porque llegan a las capas profundas de la piel, pero además efectos de fotoenvejecimiento como, por ejemplo, manchas, arrugas, elastosis, alergias cutáneas, y está presente todo el año.

                ¿Qué rayos tienen las camas solares? Mayoritariamente tienen UVA; o sea que llegan más profundo a las capas de la piel, producen un bronceado, pero sin que la persona quede quemada, roja. Entonces, está la falsa creencia de que la cama solar es más sana porque a la persona le produce un bronceado sin quedar roja, se cree que se tolera mejor y por eso la persona puede estar un largo rato en su interior y salir bronceada, pero no es así; al contrario, los rayos llegan más profundo y producen mucho más daño solar. Este es un concepto que nos parece importante recalcar. La mayoría de las camas solares tienen UVA y muy poquito o ninguno UVB porque el efecto que busca es, justamente, broncear sin que la persona quede roja y que la gente «disfrute» ‒entre comillas‒ de la cama solar. Incluso, la cama solar tiene mucha más irradiancia en comparación con el sol; produce de diez a quince veces más radiación ultravioleta que el sol. Les digo a los pacientes que es una bomba de radiación; es mucha cantidad en muy poco tiempo. Se estima que treinta minutos de cama solar equivale, aproximadamente, a un día entero de exposición solar.

En cuanto al riesgo de contraer melanoma, por supuesto que aumenta y se incrementa cuanto más temprana sea la edad de inicio del uso de cama solar y cuanto más se haga a lo largo de la vida. O sea que un inicio precoz y repetitivo a lo largo de la vida aumenta el riesgo de manifestar un melanoma. El melanoma es uno de los cánceres de piel que, por suerte, no es de los más frecuentes, pero son los más letales, aunque los carcinomas también pueden producir una alta mortalidad. Por eso, nosotros estamos tratando de regular, sobre todo, el inicio de la exposición a la cama solar y, posteriormente, lo vamos a ver.

Las personas que se han expuesto a cama solar al menos una vez en cualquier etapa de su vida tienen un 20 % de riesgo mayor a desarrollar melanoma en comparación con quienes nunca la han usado. Ese riesgo aumenta un 75 % cuando se hace antes de los treinta y cinco años de vida. Se calcula que el uso de camas solares causa anualmente más de 10.000 casos de melanomas y más de 450.000 casos de otros tipos de cánceres de piel. Esto se vio en Estados Unidos, en Europa y en Australia. Recordemos que se trata de melanomas y de carcinomas; y repito que son 450.000, un número impresionante.

En cuanto al cáncer de piel no melanoma, es decir los carcinomas –son los tumores más frecuentes–, cuando la exposición se da antes de los veinticinco años, se estima que el riesgo de presentar un carcinoma espinocelular aumenta un 102 %. O sea, la gente que se expone a cama solar antes de los veinticinco años va a presentar un carcinoma espinocelular y el riesgo de manifestar carcinoma basocelular aumenta, aproximadamente, en un 40 %. Pero, además de producir cáncer de piel, la radiación ultravioleta induce inmunosupresión local y sistémica que también está incluida e involucrada y es un evento más que ocurre en la patogenia del cáncer de piel.

Otros efectos de la radiación ultravioleta es el fotoenvejecimiento, muchas reacciones de fototoxicidad y fotoalergia –muchas veces, personas que están medicadas con determinado tipo de fármacos, en combinación con el sol, presentan alergias cutáneas que a veces pueden ser muy graves–, se pueden agravar enfermedades preexistentes y cada vez más sabemos que produce trastornos oculares. Una de cada cuatro muertes por melanoma se ha asociado al uso de cama solar.

Traje unas fotos para mostrar de qué estamos hablando. La de arriba muestra el fotodaño, en la del escote vemos una reacción fotoalérgica; como decía, en una paciente que está tomando una medicación que se fotosensibiliza con el sol produce esas reacciones alérgicas en las zonas expuestas, lo mismo que en los antebrazos y las quemaduras solares. También vemos los carcinomas, que son los tumores más frecuentes, y las queratosis actínicas. Son todas lesiones producidas por el daño solar acumulado. Si bien esto no lo va a matar, son lesiones que están en zonas expuestas como puede ser la cara y muchas veces la comorbilidad que lleva esto es muy importante. A veces hay que hacer cirugías muy grandes en los párpados, en la boca, en la nariz. En la foto de la paciente que está abajo vemos en su ojo un carcinoma basocelular. El brazo del paciente que aparece en la foto tiene un melanoma y esta es otra reciente de alguien que se exponía a cama solar. Nuestra intención es llegar antes de que esto pase.

Lo que vemos en esta lámina es un afiche de la Organización Mundial de la Salud que engloba lo que ya les he contado. De todas formas, sepan que se están haciendo cosas a nivel mundial para tratar de controlar la exposición a la radiación ultravioleta tan deliberada y sin control.

¿Qué pasa en la realidad internacional? Muchos países ya han prohibido a menores de dieciocho años el uso de camas solares, como es el caso de Francia, Australia, el Reino Unido y muchos estados de Estados Unidos. Si nos detenemos en América Latina, Argentina y Chile ya lo tienen regulado para menores de dieciocho años y en Brasil directamente está prohibido el uso de camas solares. Estamos tratando de que Uruguay entre en la lista de países que regulan el uso de las camas solares.

¿Cuáles serían las poblaciones de riesgo para el uso de camas solares? Si bien todos corremos riesgo a la hora de exponernos a la radiación ultravioleta, hay personas que mayoritariamente pueden sufrir daños y ser graves. ¿Cuáles son? Se trata de aquellas personas que tienen pecas, que se queman fácilmente y que tienen muchos lunares, al igual que aquellas que tienen antecedentes de quemadura solar en la infancia. Sabemos que más de tres quemaduras de sol en la infancia aumentan el riesgo de presentar un cáncer de piel. También estoy hablando de aquellas personas que toman medicamentos que pueden producir alergias o reacciones de fotosensibilidad, así como de los pacientes inmunodeprimidos. Cada vez más hay pacientes inmunodeprimidos por tratamientos o por haber recibido trasplantes. Debemos incluir en este grupo a las personas que tienen antecedentes familiares de cáncer de piel o que han sido tratadas por queratosis actínicas, que son precursoras del cáncer de piel.

SEÑORA LARRE BORGES.- En primer lugar, agradezco a los señores senadores por habernos recibido en su casa, que también es la nuestra.

                Nuestra idea al venir aquí es darles a conocer nuestra propuesta, que esperamos acompañen e, incluso, mejoren. Como dijo nuestra presidenta, la Sociedad de Dermatología del Uruguay agrupa a todos los dermatólogos del Uruguay, es decir que no hay un solo profesional de esta rama que no la integre. Por lo tanto, la propuesta que hoy traemos pertenece a un grupo muy grande de médicos. Como dijeron las doctoras Nicoletti y Peyré, lamentablemente en el Uruguay somos campeones de América y del mundo en cuanto a incidencia y mortalidad por cáncer de piel.

Asimismo, quiero destacar un factor que no está regulado, que es el relativo a las camas solares. ¿Cuál es nuestra propuesta? Pensamos que al igual que en otros países de la región y del mundo este tema debe ser abordado con premura. Planteamos la prohibición del uso de las camas solares para los menores de dieciocho años por lo expuesto anteriormente y, también, para las personas de fototipo I, es decir aquellos que se queman y no se broncean, que se quedan rojos y no tienen capacidad de bronceado. Este punto es muy importante: me refiero a la no obligatoriedad del uso de camas solares para los empleados de los recintos donde se realiza este servicio, ya que en nuestra experiencia hemos comprobado que muchos fueron obligados a utilizarlas para fines de promoción.

Planteamos, además, que haya cartelería visible y llamativa en el establecimiento y en la entrada a la cama solar sobre los efectos nocivos de las radiaciones ultravioleta y su vinculación con el cáncer de piel. Del mismo modo, proponemos que haya cartelería con respecto a los fármacos que pueden producir sensibilidad frente a las camas solares, así como la prohibición de toda publicidad que promueva el uso de las camas solares en los medios de comunicación. También planteamos que las personas que asistan a estos recintos deban firmar un consentimiento informado en el que se especifique que quienes van a hacer uso de ese servicio conocen los riesgos a los que se están exponiendo. Muchas veces hay publicidad engañosa con relación a que los efectos son menos nocivos que tomar sol o realizar actividades al aire libre, cuando en realidad son más perjudiciales y, además, pueden provocar una alta sensibilidad a fármacos, como hemos dicho antes.

                Básicamente nuestra propuesta no significa que estamos de acuerdo con la prohibición de las camas solares, sino que a nuestro criterio la gente debe exponerse luego de haber sido informada debidamente y de firmar el consentimiento correspondiente. Sí entendemos que las camas solares deben ser prohibidas para menores de dieciocho años, al igual que lo están otros productos tóxicos y cancerígenos como, por ejemplo, el tabaco. Por lo tanto, planteamos la prohibición del alquiler y venta de camas solares para uso doméstico –sabemos que se venden– y también proponemos los tres pasos dados a conocer por la Organización Mundial de la Salud: la restricción, la gestión y la información. En virtud de ellos se establecería la prohibición del acceso sin supervisión, la fijación de la edad mínima, la restricción del uso de camas solares para personas con alto riesgo como las que mencionamos, la licencia obligatoria para los establecimientos de bronceado, la restricción del tiempo de exposición y el uso obligatorio de protección ocular, la capacitación de los operadores de camas solares y, finalmente y muy importante, la imposición fiscal. Creemos que así como la venta de tabaco ha sido gravada, de igual manera deben serlo las camas solares porque conllevan, además de una pérdida de salud para nuestra población, un gasto a todo el sistema y al país en recursos sanitarios que podrían evitarse para trasladarse a otros temas más trascendentes. 

Tiene que haber información y advertencia sobre su uso. 

Hasta aquí llega nuestra propuesta, esperemos que nos ayuden a mejorarla, como hemos dicho. 

SEÑORA SANGUINETTI.- Bienvenidas a la Comisión de Salud Pública. Gracias por la presentación y por todo el trabajo. 

Tengo varias preguntas, algunas más generales y otras más específicas.

Comentaron que la Sociedad de Dermatología del Uruguay nuclea a todos los dermatólogos del país y quisiera tener una idea aproximada de cuántos profesionales son. Luego se habló de los campeones de América y del mundo; sabemos de la incidencia de la capa de ozono, pero ¿hay alguna otra razón? ¿Se están realizando investigaciones o hay algún justificativo para eso? 

El señor senador Manini Ríos mencionó el aumento de la incidencia en las mujeres y parecería ser mucho más alto, se habló de 1,4 % versus 2,6 %, sin embargo, respecto a la mortalidad dieron una cifra común. No sé si no se tiene el dato diferenciado entre hombres y mujeres o cuál es la razón para esa información.

Antes de que hicieran referencia a la parte impositiva justamente había anotado una pregunta. Me gustaría saber si ustedes tienen identificado algún país que haya tenido una política que, a su entender, sea exitosa con relación a las cargas impositivas. 

Con respecto a la intención de firmar un consentimiento informado, quisiera saber si hoy no tienen que firmar nada y simplemente la gente va. 

Y como última pregunta, cuando hablaron de prohibición para las personas de fototipo I, ¿cómo sería eso? Creo que yo soy fototipo I, pero ¿cómo se procedería? Para la prohibición a los menores de dieciocho años sería muy claro porque se mostraría la cédula, pero respecto a lo otro me parece que sería más difícil de implementar.

Muchas gracias.

SEÑOR MANINI RÍOS.- Varias preguntas que iba a hacer, ya las mencionó la señora senadora. ¿Qué tan difundida está la cama solar en el Uruguay? ¿Tenemos algún dato de esto?

SEÑORA TOPOLANSKY.- Agrego: ¿qué efectos negativos hay sobre la vista? 

SEÑOR NIFFOURI.- Saludo a la delegación. 

Quiero contar que la semana pasada la sociedad tuvo también una reunión con autoridades del Ministerio de Salud Pública y que se realizó el pedido especial de recibirlos en esta sesión extraordinaria porque justamente es la que promueve la Semana de Prevención del Cáncer de Piel. 

Hoy las autoridades del ministerio, que recogieron la preocupación, declararon de interés ministerial la Semana de Prevención del Cáncer de Piel del 29 de noviembre al 5 de diciembre. Creo que va en esa línea y en mucho de lo que nosotros hemos planteado el hecho de trabajar en la concientización y la prevención del cáncer de piel, porque uno a veces –me pasó particularmente– no se da cuenta de la dimensión del problema hasta que habla con los propios profesionales involucrados. Uno cree que el cáncer de piel en Uruguay tiene muy poca incidencia o muy baja mortalidad, pero cuando hablamos con los propios involucrados nos damos cuenta de que no es tan así; por eso, hicimos ese planteamiento.

                Creo que a partir de lo expuesto por la delegación de la sociedad, la propia comisión podría tomar como suyo lo que tiene que ver con la regulación del tema de las camas solares. El señor senador Manini Ríos refirió a las camas solares y yo tampoco tengo idea de qué cantidad hay en Uruguay o cuántas empresas están trabajando en esto. En la semana hablé con una empresa vinculada con este servicio y no le pareció mal que haya una regulación al respecto.

Salieron con esa campaña en las redes sociales que yo repiqué y, a partir de eso, me surgió una pregunta –que puede ser inherente al sistema de salud o a cada prestador de salud– respecto a la cantidad de dermatólogos que hay y a las demoras en las consultas, porque a veces cuando hablamos de la prevención se debe tratar de que las esperas sean en los menores plazos posibles. Cuando pusimos eso en las redes sociales, muchos decían que se insiste en la prevención, pero que a veces las demoras en la atención de los dermatólogos son muy largas.

                También quiero saludar la proactividad en este tema. Entiendo que la comisión va a tomar como suyo el planteo y que de aquí en adelante se adoptará como política de Estado, ya que también el ministerio manifestó la necesidad de su promoción.

Creo que hay mucho por hacer y eso lo hablamos en su momento. También está el tema del deporte al aire libre y el de los horarios, incluso, en el caso de los más jóvenes. En el caso del baby fútbol vemos que los horarios de práctica a veces son los más complejos para exponerse al sol; entonces, hay que ver si se toman las precauciones, y ni que hablar ahora que viene la temporada de verano y de playa. Creo que hay un invento uruguayo, el reloj del sol, que es accesible y quizás en coordinación con la intendencia o con el ministerio se pueda trabajar mucho al respecto.

Planteamos las dudas que surgieron, saludamos a la delegación y quedamos a disposición.

SEÑORA PEYRÉ.- Voy a ir contestando las preguntas, pero si me olvido de alguna les pido que me lo recuerden.

                Como decíamos al principio, la Sociedad de Dermatología del Uruguay es científica y, por suerte, nuclea a todos los dermatólogos del país, que somos alrededor de doscientos. No hay dos opiniones al respecto; en esto estamos todos de acuerdo. Esto es importante porque no hay por un lado la opinión de la sociedad y por otro la de la asociación; no, somos todos.

                Históricamente –podría decirse en que los últimos treinta años– hacemos campañas. Este año la focalizamos en la posibilidad de un programa nacional porque creemos que todos los actores de la sociedad están involucrados: los pacientes, los médicos, los ministerios, la educación, la salud –sin duda–, el deporte, las intendencias. Al respecto, estamos entablando contacto con intendencias, como la de Salto y ahora con la de Canelones y la de Montevideo para la instalación de un semáforo solar. Es un instrumento en donde se visibiliza muy fácilmente las horas de riesgo a la exposición solar.

                El otro tema es la regulación de las camas solares. La cantidad exacta no lo podemos decir, pero sí sabemos que se siguen utilizando y los pacientes vienen bronceados antes de los cumpleaños de quince años, del casamiento. Es muy difícil llegar a las personas e insistir porque estamos hablando de un cambio de hábito y por eso la necesidad de la regulación de las camas solares.

Otra de las preguntas planteadas tiene que ver con los ojos propiamente dichos. Se generan daños oculares y, además, cáncer en los párpados y en la zona periocular. La cirugía –ni que hablar la estética– altera la funcionalidad de toda la zona ocular y periocular. Por eso es muy importante el uso de lentes y sombrero de ala.

SEÑORA LARRE BORGES.- Sin duda, también se generan cataratas y hay melanomas a nivel ocular.

SEÑORA PEYRÉ.-  Sí, claro.

                La pregunta del señor senador Manini Ríos refería a la incidencia en los hombres y las mujeres, ¿verdad? 

SEÑOR MANINI RÍOS.- Preguntaba sobre el porcentaje de incidencia en hombres y mujeres.

SEÑORA PEYRÉ.- Con relación a las camas solares, hay mayor incidencia de melanoma en mujeres jóvenes. 

SEÑORA LARRE BORGES.- En nuestro país tenemos algún estudio hecho básicamente en pacientes que seleccionamos para un doctorado en melanoma hereditario y se vio que hay más incidencia en aquellos que tuvieron exposición a  camas solares; no obstante, se trata de una muestra pequeña, por lo que no es representativa.

                El señor senador Manini Ríos preguntó por qué se produce un aumento de la mortalidad en los hombres y la respuesta es que eso se debe a que van tarde a hacer la consulta, no concurren a los controles, no tienen cultura de control. Si se hubiera encontrado el cáncer en forma temprana, se habrían curado. 

SEÑOR MANINI RÍOS.- Sin embargo, el porcentaje de mujeres que tienen melanomas es mayor que el de hombres.

SEÑORA LARRE BORGES.- Exactamente, hay mayor incidencia, pero se curan más porque se controlan antes. El melanoma y el cáncer de piel diagnosticados a tiempo se curan. Si el diagnóstico es en forma tardía, la persona se muere.

SEÑOR MANINI RÍOS.- ¿Y eso se explica porque las mujeres usan más la cama solar?

SEÑORA LARRE BORGES.- Las mujeres tienen más costumbre de bronceado, el hábito, pero no podemos atribuirle todo el riesgo a esto. En este momento no tenemos herramientas en nuestro país para decirlo; en otros países es un factor, pero no todo se explica por eso. 

SEÑORA NICOLETTI.- Tirarse a tomar sol para broncearse es más común en la mujer, en la mujer joven y en las adolescentes, que es lo más grave. Por eso estamos viendo un cambio en la edad de presentación de esos tumores. Aparecen en edades más tempranas y eso se relaciona con el hábito. Es un tema de moda; tenemos que cambiarla.

SEÑORA LARRE BORGES.- A este respecto hubo dos factores importantísimos en el siglo pasado. Uno de ellos fue la tuberculosis, para la cual no había cura ni fármacos; entonces, se impuso ir a sitios de recreación y a lugares en donde tomar sol para sentirse más sano y saludable. El otro factor fue Coco Chanel, que puso de moda el bronceado como un hábito saludable; actuó igual con el cigarrillo. Para ella el bronceado era símbolo de estatus y de belleza.

SEÑOR MANINI RÍOS.-  ¿Cuanto menos blanca estaba la mujer tenía más estatus?

SEÑORA LARRE BORGES.- Exacto.

SEÑORA LAPORTE.- Coco Chanel impuso esa moda a partir de 1930 aproximadamente. De hecho, siempre recordamos a nuestro profesor José Espasandín que nos introdujo en este tema, mostrándonos pinturas de los siglos XVI y XVII. En esa época las mujeres presentaban pieles blancas y lozanas.

SEÑOR MANINI RÍOS.- ¿Cuál es el síntoma más común que conduce al diagnóstico de melanoma?

SEÑORA PEYRÉ.- El melanoma se puede ver a partir de un lunar previo, o no. También puede aparecer una lesión o una mancha nueva; una lesión que cambia y que sangra poniéndose roja y adopta otro color. Antes aplicábamos la regla de A, B, C, D, pero ahora lo hacemos más fácil. Cualquier lesión que cambie puede ser sospechosa.

SEÑOR MANINI RÍOS.- Y ahí, ¿ya es tarde?

SEÑORA PEYRÉ.- Eso depende del estadio: si es una lesión que cambia y a las dos semanas se hace la consulta; entonces, es temprano, es decir, depende del tiempo.

                En cuanto al tema de la espera, es un problema que tenemos en el sistema de salud en general porque son tres meses en el sistema mutual. ¡Es tremendo! Nosotros antes de lanzar esta campaña enviamos una nota a los prestadores avisándoles que iba a haber mayor demanda de consultas, justamente porque estamos pidiendo a las personas que fueran al control. Esto se suma al retraso que se viene dando por la pandemia, ya que después de la apertura fue masiva la cantidad de gente que se fue a ponerse al día con la consulta. Nos quedamos fuera de hora, atendemos pacientes fuera de agenda, en fin, nos vamos arreglando, pero es un problema real.

SEÑORA NICOLETTI.- El tema acá es llegar temprano para hacer un diagnóstico precoz. No podemos tener clara la evolución en el momento del diagnóstico, en el sentido de si ya es tarde o es temprano, porque depende del tipo de cáncer de piel. Lo que sí debemos tener claro –nosotros, como docentes de facultad, hemos hecho cursos para médicos de familia– es que el diagnóstico puede hacerlo un médico de medicina general porque vemos la piel. La ventaja de nuestra especialidad es que la vemos. Lo que nosotros siempre decimos a los residentes es que no ausculten a través de una camiseta, sino que le saquen la ropa al paciente. Dermatología tiene esa ventaja. Cuando estábamos en la cátedra nos dedicábamos mucho a lo que es el médico de medicina familiar, que es fundamental, y acá, por suerte, tenemos y muy buenos. Quizás el rumbo sea encarar el problema pensando en un plan nacional e, incluso, ir más allá: formar a nuestros médicos –inclusive, al pregrado que hace policlínica– para detectar esas lesiones que llaman la atención. Con eso va directamente al dermatólogo. Nos ha pasado a todos quienes hemos trabajado en hospitales públicos que un colega nos diga: «Mirá, Sofía, tengo un paciente…». A eso respondemos «tráelo», porque nunca nos vamos a negar a ver a un paciente así. A veces llegan pacientes que no son urgentes y pensamos que capaz que estamos sacándole el lugar a un paciente que sí lo es.

Creo que tenemos que encarar el sistema con otra visión, o sea, apuntando a reforzar lo que son las policlínicas de medicina familiar y trabajando en conjunto con ellos para que nos deriven a esos pacientes que captan en la periferia. Pienso que la cosa va por ahí: esa sería una manera de mejorar la accesibilidad al dermatólogo y no desbordar estos servicios que sabemos están a mil. La verdad es que nunca van a dar abasto porque, si se abre una policlínica, al otro día se llena y así sucesivamente. Creo que por acá podemos encontrar una buena salida.

SEÑORA PEYRÉ.- Quiero contestar otra de las preguntas de la señora senadora con respecto a otro tema.

                El fototipo I es el paciente de piel clara, ojos claros, que nunca se broncea y se pone rojo. Ese es el paciente que, específicamente, no debería exponerse a camas solares. Además, tiene el agravante de que no hay un sistema que los discrimine en el sentido de que separe los pacientes que tienen riesgo de los que no lo tienen. Ahora van todos: los fototipos I, los que tuvieron cáncer de piel antes y los que tienen familia con cáncer de piel. Además, no es solamente eso, sino que el bronceado tiene efecto adictivo porque libera endorfinas; van a las camas solares y después a la playa, lo que lleva a un tremendo descontrol. Este es otro punto que quería resaltar.

SEÑORA NICOLETTI.- El tema del fototipo se puede implementar de manera muy fácil, por ejemplo, haciendo una planilla con un interrogatorio respecto a si se quema o si no se broncea. Se podría hacer un cuestionario a cada persona que quiere tomar un servicio de cama solar en el que el paciente diga la cantidad de lunares que tiene, etcétera. Son dos preguntas: si se quema o si no se broncea. Es un cuestionario muy básico.

SEÑOR MANINI RÍOS.- ¿Es muy importante el tema de los horarios?

SEÑORA PEYRÉ.- Sí, es muy importante. Pedimos que no se expongan entre las 10:00 y las 16:00.

SEÑOR MANINI RÍOS.- Y los que se broncean antes de las 10:00 y después de las 16:00, ¿también tienen riesgo?

SEÑORA PEYRÉ.- En el resto del horario deberían ir con medidas de protección.

SEÑORA LARRE BORGES.- El riesgo es el bronceado, esa es la conducta no saludable. Ese es el problema: el bronceado. Como dijo la doctora Laporte, desde que se impuso la moda del bronceado como algo saludable tenemos estos problemas y se dispararon la incidencia y la mortalidad por cáncer de piel. Fue un cambio de paradigma en cuanto a salud o no salud que fue nefasto.

SEÑORA LAPORTE.- En ese sentido, en el día de ayer escuché a la señora Peyré en una nota expresar algo que me pareció fantástico: dijo que el primer paso empieza en nuestra cabeza. Es necesario pensar y considerar que el bronceado es algo que refleja una defensa que tiene que realizar nuestra piel. Cuando las personas se exponen a una noxa –que en este caso es la radiación ultravioleta–, para responder la piel tiene que pigmentarse, cuidar el ADN de las células madres que son las promotoras, las productoras de más células. Si por algún motivo ese ADN –que en este caso son las radiaciones ultravioletas– se daña y no puede ser reparado como pasa habitualmente –por suerte nuestra maquinaria funciona y, cuando lo hace bien, hay diversas enzimas que reparan el ADN y eso hace que sigamos con salud, pero el día que nos exponemos y nos exponemos y nos exponemos ese sistema se vence–, el bronceado surge para protegernos. Está en contraposición a lo que consideramos como bronceado saludable, que no existe.

SEÑOR SARAVIA.- Les doy la bienvenida. Es un gusto que estén aquí compartiendo este tema que, más allá de la cuestión de las camas solares, es realmente importante.

Quiero compartir algunas cosas con ustedes porque este asunto nos compete a todos. Si bien el tema de las camas solares tiene una incidencia muy importante en el cáncer de piel, hay algo que es fundamental y que todos tenemos que discutir a nivel del planeta, que es lo relativo al ozono.

Si uno revisa las estadísticas que tienen que ver con el cáncer de piel desde el siglo XIX, el aumento se ha dado a partir de 1980 en adelante. Y no es solo por las camas solares porque no todo el mundo las utiliza. Si uno revisa hoy los casos en el mundo entero, va a encontrar que la incidencia del cáncer de piel en determinados tipos de genética humana y en zonas donde el tema del ozono no es importante –como en algunas regiones del Caribe, el Mediterráneo y otras partes del mundo– es mínima y es verdad que se da más por las camas solares y no tanto por el ozono.

                Sin embargo, hay un tema que es fundamental. El mundo entero no lo discute y lo oculta. Es la producción de aluminio. Tenemos un enemigo central en América del Sur. El causante del gran agujero de ozono es la producción del aluminio pesado en Puerto Madryn, Argentina. Dicho país produce aluminio pesado desde hace treinta años por encima de las seiscientas mil toneladas anuales que están previstas a nivel internacional. Actualmente produce más de dos millones. Si alguien ha visitado Puerto Madryn, de noche habrá visto las ballenas fluorescentes. Por cada partícula de flúor que emite el aluminio pesado, destruye cinco mil partículas de ozono. Ese es el gran enemigo del ser humano y el causante del cáncer de piel.

En el siglo XIX la moda era ser blanquito. En el siglo XX, a partir de la década de los cincuenta, todos querían broncearse; en la de los sesenta también, y no era un problema. El problema apareció a partir de la producción global en el mundo del aluminio pesado, que actualmente se encuentra por encima de los niveles permitidos. Estados Unidos reguló esto porque en el norte hay graves problemas de cáncer de piel y, sobre todo, en la vista porque afecta más el reflejo de la propia nieve, ya que el sol es mucho más potente cuando se refleja. Creo que este es un tema a ser tratado por los países del mundo entero cuando se discute y se habla del calentamiento global. Como dije, hay que discutir estos temas porque esto es una epidemia que va avanzando en el mundo entero.

                Lo que puede hacer la sociedad uruguaya es alertar a la población. Tenemos que  discutir con los organismos internacionales, con Argentina, Chile y otros países del mundo, que no se puede producir aluminio por encima de las seiscientas mil toneladas al año. Tenemos que hacer una gran campaña de advertencia de los horarios solares por el tema del gran agujero de ozono en el sur, que es el que nos está afectando. Por eso Uruguay tiene esos niveles tan altos.

Uno que está vinculado a la genética ganadera sabe que es mejor elegir los toros –y el señor senador lo sabe bien– que tienen los ojos marrones u oscuros por la afección solar. Hoy en la Patagonia hay un problema gravísimo en las majadas y, desde hace unos años, se está dejando entre medio centímetro y un centímetro de lana en el lomo de los animales porque después de esquilados –sobre todo los que tienen piel rosada–, a los pocos días generaban una costra por estar expuestos directamente a la radiación solar, justamente en un lugar donde está el agujero de la capa de ozono.

Creo que tendríamos que hacer una gran campaña y no solo con esto. Felicito al señor senador por la iniciativa y a quienes nos visitan por la información. Nosotros tendríamos que redactar un proyecto de ley. Ustedes nos traen una idea, pero uno de nosotros tiene que elaborar una iniciativa, analizando la legislación comparada de otros países. Argentina tiene regulación al respecto y también otros países, por lo que deberíamos trabajar en eso.

                Nuevamente las felicito por el trabajo y agradezco su presencia.

SEÑORA LAPORTE.- El señor senador Manini Ríos preguntaba si había algún estudio que demostrara por qué somos el primer país de América Latina en cuanto a la incidencia del cáncer de piel y la respuesta es que mucho tiene que ver con el tipo de población, que en su gran mayoría es de piel clara o blanca.

SEÑORA LARRE BORGES.- La pregunta es muy interesante. Lo que sí se ha demostrado es que en nuestro país hay una mezcla genética muy particular. Tenemos descendientes de África y muy poca población nativa indígena. El 60 % de nuestra población proviene de España, aproximadamente el 30 %, de Italia y el resto son descendientes de africanos y de indígenas nativos. Es un tema genético, de composición y de susceptibilidad. Son más susceptibles las personas con pieles más blancas que aquellos con una piel que los predispone a broncearse más y por eso tener menos daño.

SEÑORA SANGUINETTI.- Agradezco las respuestas, sobre todo porque una de las últimas refiere a las razones por las cuales seríamos campeones. Quedarían dos por contestar. Por un lado, en cuanto a tener que firmar un consentimiento informado, quisiera saber si hoy ya se debe firmar alguna cosa y, por otro, con respecto a los países que han tomado el camino de la carga impositiva, me interesa conocer si tienen alguno identificado como modelo.

SEÑORA PEYRÉ.- A ambas preguntas debo contestar que no. No se firma consentimiento y tampoco tenemos países modelo.

SEÑORA TOPOLANSKY.- Si bien el disparador pueden ser las camas solares, creo que también tenemos que enfocarnos en la exposición al sol. Por lo tanto, me parece que hay dos aspectos: la parte estética del asunto y todos aquellos trabajos que hacen que la gente se exponga al sol como la construcción, la pesca y las tareas rurales. Lo podemos ver en los camioneros que tienen un brazo quemado y mi pregunta es si los productos que se venden para proteger la piel realmente son eficaces.

SEÑORA PEYRÉ.- La pregunta es muy interesante porque justamente esa es nuestra preocupación a la hora de instrumentar un plan nacional. La intención es cuidar al trabajador del campo y de la ciudad. Se ve mucho fotodaño y muchos tumores que están vinculados a la exposición crónica al sol. Por lo tanto, eso es muy importante.

En concreto, los fotoprotectores, las pantallas solares, son útiles, pero son un elemento más de las recomendaciones; pueden llegar a dar una falsa seguridad si uno se los pone y va a exponerse al sol al mediodía. Pero, repito, son útiles, ayudan, y deben tener un factor de protección de entre 30 y 50.

SEÑORA LARRE BORGES.-  Los protectores están regulados en el Uruguay; todos tienen que ser aprobados por el Ministerio de Salud Pública para ser vendidos. Ahora bien, no todos son iguales en su efectividad y en sus componentes y eso no está advertido al usuario.

                Por otro lado, hemos trabajado bastante con la brigada de guardavidas de Rocha. Hicimos un trabajo de investigación con ellos y vimos que había un aumento de las tasas de incidencia de melanoma. Cuando estábamos en el hospital de Clínicas hicimos ese trabajo con la cátedra de Medicina Preventiva y Salud Ocupacional, y observamos un aumento en ese grupo. En ese sentido, a nosotros nos cumple informarles de los riesgos y, a ellos, reclamar por sus derechos.

SEÑORA NICOLETTI.- En cuanto a los protectores solares creo que un concepto importante es que son un complemento. No existe el concepto de «pantalla». Siempre digo a los pacientes que, si hubiera una cremita para aplicar y no pasa nada, habríamos descubierto la solución al cáncer de piel; me pongo el protector solar al mediodía, me voy a la playa y no me pasa nada, pero eso es falso. Hay que educar, y en la consulta nos lleva un tiempo explicar estas cosas. Simplemente, el protector solar es algo más que voy a usar en los lugares donde no puedo usar ropa: orejas, cuello, cara, dorso de manos. Lo más barato, lo más rápido, lo más sencillo de usar es la ropa, o sea, que haya algo entre la piel y el sol. Todo lo que es mecanismo físico, es mejor.

                Sin duda, estoy de acuerdo con la senadora: esto es el puntapié inicial para algo que ojalá sea mucho más: ir a los trabajadores, que realmente es la población que nos preocupa. Tenemos que empezar por algo. Nos escucharon en esto, arrancamos por esto, pero la idea es no parar.

SEÑORA LARRE BORGES.- Otro tema a tocar es el de los pesticidas y los trabajadores rurales expuestos a ellos. Hay un aumento del índice de melanoma en los trabajadores rurales que se exponen a los glifosatos. Eso está demostrado y, al respecto, hemos tenido contacto con profesores de Italia. En nuestro país ha venido aumentado progresivamente el uso de ese pesticida; de hecho, en Brasil ha aumentado quinientas veces su uso y se ha registrado un incremento de muchos cánceres, entre ellos el de piel.

SEÑOR PRESIDENTE.- Quiero hacer un comentario porque cuando ustedes mandaron la solicitud para ser recibidas, revisé la bibliografía sobre el tema impositivo y constaté que en realidad no hay nada. En el informe de la OPS, que tiene mucha información que supongo que ustedes conocen, se habla del ejemplo de Estados Unidos. En la reforma de Obama se incluyó un 10 % de impuesto a esto, pero no pude saber si todavía sigue vigente. Lo que muestra la bibliografía es que se armó un lío espectacular, la gente se quejaba de que se iban a quedar sin empleo los pobres trabajadores de las camas solares. En fin, la reforma de Obama fue en 2010, estuvo vigente hasta 2013 y fijaba un 10 % de impuesto; se basaba en la experiencia del tabaco y del alcohol. Hay que ver en ese caso la composición social de los que usan estos elementos. La elasticidad, que es lo que los economistas usamos para decir cuánto impacta sobre el cambio, depende de si todos los que usan las camas solares son de ingresos relativamente altos. Ahora bien, si se trata de población más joven y su uso está más o menos masificado, no digo entre los muy pobres pero sí entre las capas medias –como pasó con el tabaco–, un aumento de impuestos puede significar un cambio. Solo no hace nada; eso es obvio. De todas formas, hice algunas consultas al contador Zaidensztat y al contador Ferreri y ambos me dijeron que no tenían idea acerca de si esto existía en otros países. Iban a averiguarlo con otros colegas. Podría estar incluido en impuestos generales y que haya algún plus en impuestos al consumo, pero no está confirmado, salvo en el ejemplo de la reforma Obama. Primero tiene que ser parte de un proyecto más general y hay que analizar el efecto que finalmente pueda tener. No es por el lado de la recaudación que importa ese impuesto; recaude más o recaude menos, da lo mismo. Siempre se discutió mucho sobre este tema; los impuestos a las enfermedades derivadas del ambiente siempre han sido bastante discutidos y durante los años en los que el Frente Amplio estuvo en el Gobierno, así como en otros en los que han estado otros partidos políticos no hubo mucho consenso ni experiencia, salvo con el tema del tabaco y el Imesi para las bebidas alcohólicas, que es histórico.

                Quería hacer ese comentario porque revisé bastantes bibliografías y, salvo el ejemplo de Obama, parecería no haber nada que genere información como para estar en los portales, digamos. Por ende, para este caso, parecería ser una propuesta innovadora.

                Aprovecho la intervención para preguntar si hay alguna idea de la composición de los usuarios que usan cama solar, más allá de la edad. Por lo que entendí de su planteo, son más bien jóvenes y mujeres. ¿Ustedes tienen una idea de cuántas usuarias son?

SEÑORA PEYRÉ.- No.

                Con respecto a los costos, que no los tenemos cuantificados, es evidente lo que el sistema de salud se ahorraría al prevenir el cáncer de piel.

SEÑOR PRESIDENTE.- No hay ninguna duda sobre eso; está claro.

SEÑOR MANINI RÍOS.- Tengo una curiosidad. Ustedes dicen que hay un efecto acumulativo a lo largo de la vida. ¿Existe alguna forma de medir cuánto hemos acumulado o cuán cerca estamos de contraer cáncer de piel? ¿O científicamente no se puede? Supongamos que yo durante toda mi vida me expuse al sol en forma reiterada; capaz que hoy estoy al borde de tener cáncer. Quisiera saber si eso es medible.

SEÑORA LARRE BORGES.- Hay algoritmos en Internet que predicen el riesgo, pero no hay ninguno perfecto al momento. Hay algoritmos que miden el color de piel, el color de ojos, la cantidad de bronceado que ha tenido la persona, la exposición a camas solares y el riesgo genético porque hay genes que predisponen a tener melanomas, que son los estudiados. O sea que la respuesta es sí, se puede medir. Nosotras medimos todas estas cuestiones clínicamente; es el savoir faire, es decir, día a día una se da cuenta.

SEÑORA TOPOLANSKY.- En la Base Científica Antártica Artigas, algunas farmacéuticas que fabrican protectores hicieron estudios para saber los efectos que puede producir la capa de ozono en relación con la piel. Supe que se estaba investigando sobre esto, pero no seguí el tema. El lugar elegido fue ese porque allí se puede captar determinada e importante radiación y luego medir el producto final.

SEÑORA LARRE BORGES.- He tenido el privilegio de corregir algunos proyectos de investigación para becas y puedo decir que existe un proyecto de un equipo uruguayo, de la Facultad de Ciencias, que encontró una enzima que lo que hace es revertir el daño genético en las células. Están realizado un producto para comercializarlo y poder revertir ese daño. Esto se hizo todo en la Base Científica Antártica Artigas.

SEÑORA TOPOLANSKY.- Ese estudio es muy importante.

SEÑOR PRESIDENTE.- Si no hay más preguntas, les agradecemos mucho su presencia y su aporte que, realmente, ha sido muy importante. Supongo que dejarán el material o nos lo enviarán por correo electrónico.

SEÑORA PEYRÉ.- Por supuesto, lo enviaremos por correo electrónico.

SEÑOR PRESIDENTE.- Muchas gracias.

Ahora nos queda a nosotros hacer la tarea legislativa.

Se levanta la sesión.

(Son las 14:43).

 

 

 

 

 

Linea del pie de página
Montevideo, Uruguay. Poder Legislativo.