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COMISIÓN ESPECIAL DE DEPORTE Y JUVENTUD

(Sesión celebrada el día 3 de junio de 2021).

 

SEÑORA PRESIDENTA.- Habiendo número, está abierta la sesión.

(Son las 12:08).

                –La Comisión Especial de Deporte y Juventud recibe con mucho gusto a las autoridades de la Asociación Uruguaya de Fútbol: a su asesor legal, doctor Guillermo Piedracueva, y a la directora ejecutiva, contadora Victoria Díaz.

Como sabrán, en la comisión recibimos, como no podía ser de otra manera, muchas inquietudes de la sociedad y, entre ellas, a la árbitra Claudia Umpiérrez que estaba muy afectada por un sumario al que fue sometida. Ella dio su versión y la comisión resolvió, como no puede ser de otra manera, escuchar también la postura de la Asociación Uruguaya de Fútbol. Me dice el secretario que ustedes pidieron las actas, por lo que supongo que conocen el contenido de la presentación que hizo Claudia Umpiérrez.

                Aclaro que invitamos a diputados porque en época de pandemia es complicado duplicar las citaciones, por lo que está el diputado Javier Umpiérrez, de Lavalleja.

SEÑORA DÍAZ.- Antes que nada, muchas gracias por recibirnos.

                Como siempre, la Asociación Uruguaya de Fútbol está a disposición para aclarar o dar una mano a fin de mejorar el deporte y su organización; hablamos de una actividad que siempre ha sido muy importante para el país. Los últimos años de la asociación han sido de mucha profesionalización. Desde hace unos cuantos años, todo lo que son procedimientos, auditorías en la parte económica, se están llevando adelante. Es importante que se tenga claro que la AUF busca profesionalizar los procedimientos para dar la mayor transparencia y para que la organización y la administración del fútbol sea cada día mejor.

                Soy la cabeza administrativa de la asociación. El cargo de directora ejecutiva es como el de un gerente general. Guillermo Piedracueva es nuestro asesor legal y es quien maneja la parte de los procedimientos y ese tipo de asuntos.

                Leímos el acta y estamos acá para responder lo que quieran saber. El doctor Guillermo Piedracueva dará las respuestas sobre lo que tiene que ver con el sumario que se realizó. Está bueno que ustedes sepan que el Colegio de Árbitros funciona como un órgano independiente, con autonomía de lo que es la asociación propiamente dicha, justamente para dar la posibilidad de que trabaje de forma independiente sin la influencia del Comité Ejecutivo, la administración de la asociación. El sumario que se realizó fue potestad del Colegio de Árbitros. Lo que se está buscando, principalmente en los últimos tiempos, es que los sumarios los hagan personas ajenas a la asociación para dar mayor transparencia y más confianza a la persona que es sumariada. En la administración de la asociación, en los últimos dos años, ya se han hecho tres sumarios, y no me refiero al Colegio de Árbitros, sino a nuestra administración interna. Esto ha sido favorable, porque no solamente es una forma de ordenar la casa como se dice, sino que el hecho de que el sumario lo haga una persona externa –de hecho, ahora estamos llevando adelante otro– también le da transparencia y seguridad a la persona sumariada porque, reitero, no lo realiza alguien que está dentro de la asociación. La persona es del ministerio del Interior, a nivel del ministerio de justicia. Entonces, viene por ahí el tema.

SEÑOR PIEDRACUEVA.- Muchas gracias por habernos convocado.

                Haré un breve pantallazo general para después entrar en el tema de manera más puntual y atender las inquietudes que nos quieran plantear.

 Como bien decía la contadora Díaz, el Colegio de Árbitros es un órgano totalmente desconcentrado de la Asociación Uruguaya de Fútbol y tiene autonomía propia. Si bien no tiene autonomía financiera, tiene su propio organismo ejecutivo que está compuesto por un miembro político y el presidente que es designado por el congreso de la Asociación Uruguaya de Fútbol que, a su vez, está integrado por representantes de la OFI, representantes de los jugadores, representantes de los grupos de interés, entre ellos, los árbitros, las instituciones profesionales, las amateurs, el fútbol femenino, el fútbol sala y los entrenadores. Esta es la integración del congreso. El presidente de la comisión arbitral es designado por una determinada mayoría del congreso y el resto de los miembros –si bien la AUF hace la supervisión general– son propuestos y nominados por los propios árbitros, por la gremial de los árbitros, por la Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol. Ellos conforman el comité ejecutivo, que en materia arbitral toma todas las decisiones en forma autónoma y sin ningún tipo de injerencia del Comité Ejecutivo de la AUF. En función de esto, hay un reglamento interno de larga data que fue aprobado por la vieja asamblea general de la Asociación Uruguaya de Fútbol en el período 2005-2006. Se puede decir que es un convenio colectivo porque, en definitiva, primero fue analizado por una comisión integrada por árbitros y dirigentes, aprobado por la gremial de árbitros y, finalmente, aprobado por la asamblea general de la asociación. Ese reglamento interno es el que establece todas las garantías para los árbitros en todo su funcionamiento, le da las competencias a la comisión directiva, tiene las áreas del departamento físico, del departamento médico, del departamento administrativo, regula los ascensos, los descensos, regula la materia de determinación, de nominación de las distintas categorías y establece cómo se desarrolla la carrera arbitral.                   

                A su vez, en el artículo 93 se establece cuáles son las prohibiciones que tienen los árbitros en su actuar.

                Por su parte, el artículo 129 establece cuál es el procedimiento por seguir en caso de que ese comité, comisión directiva o Consejo Directivo del Colegio de Árbitros entienda que hay una conducta que amerita el inicio de una investigación administrativa interna o de un sumario.

                Con este paneo quiero expresar que, en realidad, si bien la doctora Umpiérrez es empleada, esto es, dependiente de la Asociación Uruguaya de Fútbol –a partir del año 2010 los árbitros revisten como dependientes y subordinados desde ese punto de vista–, como árbitro se rige por el reglamento interno.

                Entonces, la determinación de realizar un sumario no la toma la Asociación Uruguaya de Fútbol, sino ese órgano desconcentrado que es la Comisión Directiva del Colegio de Árbitros. Como mencioné, está integrada por una parte política, el presidente, y por exárbitros designados por el propio gremio.  En función de eso, fue esa comisión directiva la que determinó la existencia de ciertos actos que podían ser contrarios a las previsiones y por esa razón hizo el procedimiento sumarial.

                No quiero reiterar lo que ya dijo la señora contadora, pero señalo que todos los profesionales del derecho conocíamos a la doctora Umpiérrez –de la asociación–, podía haber alguna relación o podíamos estar subjetivizados por alguna situación. En mi caso personal era aún peor porque, como exfuncionario del Banco de Seguros del Estado, la conozco ya que ella es funcionaria de esa institución y conozco a los profesionales que la asisten. Por tanto, en mi caso –así como también en el de otros–, era muy incómodo ser sumariante. Fue sobre esa base y para darle todas las garantías del debido proceso, que el Colegio de Árbitros determinó que lo hiciera alguien externo, sin ningún tipo de relación formal con la asociación.

                También quiero aclarar que en este momento el sumario –del cual traje una copia por si es necesario agregarla– se encuentra en la órbita de la Comisión de Apelación porque, justamente, una vez que se toma una resolución por parte de la Comisión Directiva del Colegio de Árbitros, si la persona es sancionada tiene derecho a interponer los recursos que corresponden.

                La doctora Umpiérrez así lo hizo y el asunto se encuentra ahora en la órbita de un órgano jurisdiccional de la Asociación Uruguaya de Fútbol. Me refiero a la Comisión de Apelación, integrada por profesionales del derecho de larga data, de trayectoria, designados también por el congreso de la Asociación Uruguaya de Fútbol.

                Quiere decir que, desde el punto de vista formal, quien va a resolver si le asiste razón en las observaciones que ella hace al procedimiento sumarial y a las conclusiones que llegue el abogado sumariante y, a su vez, el fundamento de la resolución, es ese órgano jurisdiccional. Este órgano es totalmente autónomo y cumple con todas las garantías de las apelaciones, de los fallos de los distintos órganos jurisdiccionales de la asociación. Juzga tanto eventuales sanciones de suspensión a jugadores, reclamos de puntos, reclamos de clubes y también reclamos de carácter económico. Quiere decir que tiene una vasta competencia en todo lo que tiene que ver con resolver en segunda instancia. Es en esa etapa en la que se encuentra y nosotros no podemos decir mucho más que eso. No participamos. Ninguno de la asociación ni del comité ejecutivo ni la contadora ni yo en lo personal tuvimos contacto alguno con el expediente o con las decisiones tomadas por el Colegio de Árbitros y por la Comisión de Árbitros. Reitero: no hemos participado en el expediente.

SEÑORA DÍAZ.- Quisiera dejar en claro que, como decía Guillermo Piedracueva, esa comisión técnica es elegida por los propios árbitros y sus integrantes son exárbitros. Entonces, la mayoría de las decisiones que se toman son totalmente técnicas. Me parece que esto es importante aclararlo porque esa comisión –la mayor parte de sus integrantes– es nombrada a pedido del gremio. Por lo tanto, no es el Comité Ejecutivo que los designa, sino el propio gremio de árbitros, y esas personas pasan a integrar esa comisión técnica a pedido, reitero, de ellos. Luego, nosotros los tomamos como empleados porque la ley establece que todos tienen que ser empleados de la Asociación Uruguaya de Fútbol. No obstante, ellos siguen trabajando de forma independiente.

SEÑOR PIEDRACUEVA.- En realidad, no es que sean empleados, sino que tienen un contrato de arrendamiento de servicios; tienen viáticos y otras cuestiones.

Eso es en el plano de lo que es el sumario.

Algo fundamental a decir es que lo que resuelva la Comisión de Legislación y Apelaciones con respecto al recurso interpuesto por la doctora Umpiérrez –que no sé si lo resolverá esta semana o la que viene porque aún está en plazo para poder hacerlo– se aplicará. Si la comisión entiende que por razones de mérito el sumario no corresponde o si, por el contrario, lo confirma, lo rectifica o lo modifica, se verá si la asociación hará honor al fallo. Entonces, en ese sentido, nosotros estamos expectantes de lo que determine la Comisión de Legislación y Apelaciones y eso será lo que culminará el trámite sumarial.

Quiero dejar bien claro que los hechos que se motivaron se apegaron estrictamente al reglamento interno. O sea, hubo una resolución de la Comisión Directiva del Colegio de Árbitros, de la que se notificó a la doctora Umpiérrez, quien interpuso un recurso. Ese recurso fue contestado, se designó al sumariante e, inmediatamente, se lo elevó a la Comisión de Legislación y Apelaciones. Por lo tanto, se llevó a cabo el proceso con todas las garantías. Entonces nosotros, en ese sentido, estamos a la espera de la decisión de la citada comisión.

Por otra parte, leímos en la versión taquigráfica las declaraciones que se hicieron y constatamos que hay algunos otros temas vinculados a la condición de árbitro de la doctora Umpiérrez y, en ese sentido, tal vez ustedes quieran escuchar nuestra opinión. Con respecto a esto, el reglamento interno del colegio determina cuáles son –y cómo son– las categorías arbitrales. En ese sentido, además del reglamento interno, traje la lista 2020-2021 y el informe del ranking de los árbitros hecho por la Comisión Directiva del Colegio de Árbitros. Hay que decir que la asociación tampoco tiene injerencia en determinar si un árbitro es internacional, de primera categoría, de segunda o de la categoría que sea, es decir, dónde se ubica. Todos los años hay dos comisiones técnicas, una de juveniles y otra de mayores, de fútbol femenino, en las que se analiza, se puntúa y se ranquea a los árbitros. Después, sobre fin de año, el comité directivo del colegio hace el informe final, lo pasa al ejecutivo, que en el 99 % de los casos lo ratifica; luego se hacen las comunicaciones necesarias, ya sea a la Conmebol o a la FIFA en el caso de los árbitros y asistentes que ocupan los cupos de árbitros internacionales y, después, los de primera categoría, segunda y así sucesivamente. En ese caso, la doctora Umpiérrez no integra los cupos de árbitros internacionales, que se comunican desde la AUF a Conmebol y a la FIFA. Ahora bien, el hecho de que no integre esos cupos actualmente no quiere decir que no lo pueda hacer, porque ella como árbitro de primera categoría desde hace unos años está todos los años sujeta a que, si está ranqueada y punteada de determinada manera, pueda acceder a esa categoría de árbitro internacional. Todo eso se comunica entre setiembre y fin de año y previo a las devoluciones que normalmente hace el colegio a cada uno de ellos. Lo que sí tiene la doctora Umpiérrez, desde 2010 o 2015 –no recuerdo exactamente–, es la categoría de árbitra de fútbol femenino internacional. Ese otorgamiento se lo dio directamente la FIFA a través de las pruebas físicas y técnicas que ella rindió para acceder a esa categoría. En función de eso, en 2015, el ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol hizo un convenio –porque era un tema económico y laboral– con los representantes del Consejo de Fútbol femenino de la AUF, o sea la parte diligencial, la propia directiva de la Audaf, o sea los árbitros, y la asociación. En él se establece que las árbitras, a pesar de que habían logrado directamente a través de la FIFA no revistieran hábitos internacionales para fútbol femenino y aunque no tuvieran la calidad de árbitros internacionales para lo que la Asociación Uruguaya de Fútbol remite a la Conmebol y a la FIFA, igualmente cuando arbitren fútbol femenino se les reconozca un porcentaje salarial mayor y que sería algo más del 12 %, que es lo que se incrementa cuando tienen esos partidos. Entonces, la doctora Umpiérrez ha manifestado públicamente que ella cobra menos que los hombres, pero eso no es así, pues se trata de esferas diferentes desde el punto de vista del ejercicio y de lo que ella es en cuanto al arbitraje internacional. Además, no solamente ella tiene esa categoría, pues en total son ocho los árbitros de fútbol femenino internacional y ella es una de los ocho. Se trata de cuatro árbitros y cuatro asistentes que revisten la calidad de árbitro femenino internacional y, a su vez, no ocupan ese cupo que es asignado por la Conmebol de la categoría internacional propiamente dicha en la carrera arbitral que tiene cualquier árbitro. Eso ha sido así históricamente y así se ratifica ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social a través de los convenios colectivos. O sea, esto no es un invento de la Asociación Uruguaya de Fútbol. Nosotros, cada dos años, concurrimos a negociar con los distintos gremios, entre ellos los árbitros, hacemos rondas ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el que después homologa los convenios colectivos, hacemos bipartitas con los árbitros y así se hacen las distintas categorías. Desde el punto de vista económico, tenemos cuánto es lo que ganan los árbitros internacionales, que es un cupo que tiene Uruguay asignado por la Conmebol, y las distintas categorías. Inclusive, al no existir anteriormente la categoría de árbitro femenino internacional, en mayo de 2015 hicimos un acuerdo con la representación de la Audaf para que las mujeres que exclusivamente ocupan esa categoría dada por la FIFA, cuando están en su ámbito de actuación de fútbol femenino cobren ese porcentaje mayor que cobra la categoría de árbitros internacionales de acuerdo con todo el trabajo que hace el Colegio de Árbitros. 

Insisto en que la doctora Umpiérrez no está impedida de acceder a la categoría internacional plena; lo puede hacer, si bien es la Comisión de Árbitros la que la va a ranquear en función de sus actuaciones. Desde el punto de vista  de la asociación, ella reviste la categoría de árbitro de primera división, y arbitra tanto en primera como en segunda división profesional. Ese es el ámbito natural en el que actúan esos árbitros. Y en caso  de que esa árbitra sea designada para encuentros de fútbol femenino, la Asociación de Fútbol del Uruguay, en base al convenio de 2015 que fue ratificado después en los convenios colectivos, le paga el plus. Eso ha sido así y no hemos tenido ningún reclamo al respecto, sino únicamente de parte de la doctora, verbal y públicamente.

SEÑORA DÍAZ.- Perdón, esto está desde el 2015 y el reclamo fue del 2021.

SEÑOR PIEDRACUEVA.- Es lo que ha pasado ahora. Y para nosotros es una cosa nueva, porque ninguna de las otras siete árbitras está molesta o ha hecho algún reclamo porque, vuelvo a decir, todo esto forma parte de los convenios colectivos que hacemos ante el Ministerio de Trabajo, y Seguridad Social con la presencia de Fuecys –la Audaf está vinculada a Fuecys–, que tiene un representante. Discutimos, como cualquier empleador, en el ministerio o en la bipartita y se llega a un acuerdo. Eso es lo que entendemos que corresponde.

De la misma manera, en función de la aplicación del reglamento interno, todos los años se producen altas y bajas en los árbitros. Incluso el reglamento interno establece que bajar de una categoría a otra no es un demérito, sino que son situaciones puntuales. Por ejemplo, puede ser que no haya podido arbitrar durante el año por lesiones o por otras circunstancias y hay otro árbitro que le gana. Es una carrera arbitral, una profesión y así la tomamos. Reitero que se producen altas y bajas. Por eso –y vuelvo un poco atrás– las declaraciones de la doctora Umpiérrez con respecto a que se habían producido despidos, no son exactas. No se produjo ningún despido. La reglamentación vigente establece determinadas pautas. En principio, la carrera arbitral termina a los cuarenta y cinco años, en el año civil que el árbitro cumple esa edad. A no ser que haya razones extraordinarias y especiales para que pueda seguir –en cuyo caso se le puede llegar a prorrogar por uno o dos años más–, básicamente, la carrera arbitral termina a los cuarenta y cinco años. Esto es para los árbitros internacionales y de primera categoría. Si hay árbitros que por edad están en segunda categoría, la carrera arbitral termina a los cuarenta y dos o cuarenta y tres años, y así sucesivamente.

Hasta el momento no se ha producido ningún despido –que sí lo podría llegar a determinar el Colegio de Árbitros o la asociación por una omisión, delito o algún hecho grave–, sino que se producen los ceses naturales por la finalización de la carrera arbitral. Y eso no lo digo yo, está ratificado jurisprudencialmente en varias sentencias de primera y segunda instancia que establecen el derecho que tiene la asociación y los propios árbitros a decir «bueno, esta es tu carrera, te corresponden todos los créditos laborales», pero no es un despido porque, en definitiva, cuando se llega a determinada edad cesan en la actuación. Digo esto en función de las declaraciones de la doctora Umpiérrez sobre los famosos doce árbitros afectados por distintas decisiones que tomó el colegio. Nosotros tuvimos únicamente el reclamo de uno solo. El resto de los árbitros, hasta el momento, no se han manifestado en contra, no fueron al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, no nos citaron a conciliación ni nos hicieron llegar ningún tipo de planteo. Solo un árbitro lo hizo, que ya lo había hecho en 2020 cuando había perdido la categoría de asistente internacional y ahora, por razones de edad y por haber bajado de primera a segunda categoría, no puede volver a ascender, entonces se produce el cese; me refiero al señor Popovits, esposo de la doctora Umpiérrez. Lo digo simplemente para dejar en claro que el resto de los afectados no ha manifestado ningún tipo de molestia o enojo por el actuar de la asociación.

                Otro punto importante a señalar es que, en plena pandemia, como la asociación no tiene ingresos, hicimos varios convenios con sus dependientes o empleados, llámese personal de recaudación que normalmente son los que van a los estadios a controlar el acceso del público, con los que hemos llegado a distintos acuerdos, y también con los árbitros, donde no solamente se ratificó una serie de beneficios como un ingreso fijo, independientemente del número de partidos que hicieran. Incluso, previendo eventuales situaciones como las que acabo de explicar, se implementó un retiro incentivado al que se acogieron entre diez y doce árbitros porque sabían que a fin de año, ya por razones de edad o porque estaban en una categoría en la cual no iban a poder seguir ascendiendo, optaron por retirarse voluntariamente. Entonces la asociación, en función de determinados parámetros económicos, les pagaba el retiro incentivado.

Con esto quiero decir que nosotros a través del Poder Ejecutivo, en el manejo de esta situación derivada por la covid y todo lo que ha afectado al fútbol, hemos sido muy sensibles con todos los distintos grupos de interés, llámese jugadores que también participaron en convenios, personal de recaudación, árbitros, funcionarios del estadio, etcétera, creando acuerdos y soluciones. Y las decisiones adoptadas por el Colegio de Árbitros han sido en aplicación estricta del reglamento interno; no ha habido de parte de la asociación –y ahí nucleo a todos– ningún tipo de arbitrariedad o de irregularidad, sino que se aplicó estrictamente el reglamento. No hubo ningún tipo de orden ni de mandato para decir que había que sacar a alguna persona o reducir el personal. ¡No! Evidentemente, cada vez hay más partidos; cada vez se juega más al fútbol; cada vez hay más campeonatos juveniles; es claro que estoy hablando fuera de la situación de pandemia. El año pasado cumplimos con casi todos los partidos y la proyección que hay es que cada vez se juegue más. Inclusive muchos de ustedes, como representantes del interior, sabrán que hay varios equipos que quieren ingresar o reingresar a la asociación, lo que implica una mayor actividad. Para todo eso se necesitan más árbitros. El año pasado ingresaron nueve árbitros nuevos que hicieron el curso en la Escuela Nacional de Árbitros, lo aprobaron, hoy son árbitros de cuarta categoría y ya están dentro de la carrera arbitral.

Quiere decir que en la asociación todo esto es muy dinámico, pero siempre, en todas las decisiones, se aplicó el reglamento interno del colegio y se hicieron las cosas conforme a derecho. Por lo tanto, más allá de las afectaciones personales que puedan haber sentido, al día de hoy, por la vía de los hechos, no ha habido ningún reclamo, salvo el del señor Popovits, por el que ya tenemos audiencia en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. El resto de los afectados no nos han planteado nada, ni ellos ni la gremial.

Yo puedo entender que la doctora Umpiérrez piense diferente, pero la gremial –la que los une, la que los representa– no ha hecho ningún tipo de planteo. ¿Por qué? Porque las decisiones, de alguna manera, las toma también la propia gremial a través de sus representantes en el Colegio de Árbitros que son cuatro miembros de cinco. O sea que quienes cesaron, bajaron de categoría, modificaron o no designaron a fulano de tal como árbitro internacional son los propios representantes del gremio; serán buenos o malos, pero son los que nos presentan a nosotros, a la AUF, las propuestas y, si la AUF ve que no hay ningún tipo de situación, por ejemplo, de que sea una persona que esté sometida a algún proceso penal o que haya denuncia de esto o lo otro en su contra, no hay ningún tipo de posibilidad de no designarlo.

                En definitiva, vemos que, en ese sentido, el proceder del Colegio de Árbitros en las decisiones tomadas el año pasado –y comunicadas– han sido, por lo menos hasta el momento, no confrontadas; no han sido cuestionadas ni por el gremio ni por los implicados, salvo en un caso.

Para redondear vuelvo para atrás a lo que dije en el sentido de que la situación personal que vive la doctora Umpiérrez hoy está en un órgano jurisdiccional autónomo y que técnicamente cuenta con gente con mucha capacidad y muchos años en el manejo de todo esto. La Asociación Uruguaya de Fútbol estará al mandato de lo que resuelva ese órgano jurisdiccional.

SEÑORA PRESIDENTA.- Agradecemos la intervención. Me pide la palabra el señor senador Botana.

SEÑOR BOTANA.- Gracias, señora presidente.

SEÑORA PRESIDENTA.-  Presidenta.

SEÑOR BOTANA.- No, presidente.

SEÑORA PRESIDENTA.- Presidenta.

SEÑOR BOTANA.- Yo no soy Sergio Botano, economisto, exintendento de Cerro Largo; soy economista.

SEÑORA PRESIDENTA.- Usted es senador y yo soy senadora.

SEÑOR BOTANA.- Eso es cierto. En realidad, en la versión taquigráfica va a constar «presidenta» porque la señora pide que la llamemos presidenta. 

Luego de escuchar al doctor Piedracueva, quiero saber si razono e interpreto bien.

En la Asociación Uruguaya de Fútbol conviven distintos ámbitos. Dentro de ellos están el fútbol propiamente dicho –el que no tiene distinción de sexos; en realidad, ahora casi exclusivamente juegan los hombres, por lo menos, en la primera división, pero parece que a futuro los equipos serán mixtos–, el fútbol femenino, el fútbol sala y el fútbol playa. Lo que nos dice el doctor es que dentro tenemos categorías arbitrales. La doctora Umpiérrez es internacional dentro del fútbol femenino y no tiene esa categoría en el fútbol mixto total, llamémosle así a la categoría de siempre del fútbol.

El doctor Piedracueva nos dice que un árbitro de fútbol playa o de fútbol sala no puede actuar como árbitro internacional en el fútbol total. Voy a esa exageración de las circunstancias. ¿Por qué no podría reclamar alguien que sea árbitro del fútbol total si el tema fuera solamente tener la categoría? En ese caso, la persona estaría habilitada a dirigir en un mundial de fútbol. Si alguien dirigió fútbol playa como internacional, podría ser internacional en la Copa América. En realidad, eso no es así; si interpreto bien, cada cual actúa en su categoría.

SEÑOR PIEDRACUEVA.- Es así, pero con algunos matices. Nadie discute que la doctora Umpiérrez, en su carácter de árbitra internacional, fue convocada como tal a mundiales juveniles –insisto, juveniles– de fútbol masculino; eso sucedió en una ocasión o quizás dos. Esto sucedió, si mal no recuerdo, en 2018 o 2019, en función de que la FIFA hizo una prueba y convocó como una experiencia piloto a un número determinado de mujeres, que tenían la calidad –porque habían dado las pruebas técnicas y físicas y habían logrado en el fútbol femenino esa condición de árbitra internacional–, de forma de ir integrándolas sucesivamente a futuro, por razones de género y de igualdad, en los campeonatos mundiales a nivel de mayores, etcétera. Eso es real, pero lo hizo la FIFA como titular de los derechos de todas las competiciones que organiza; ese mundial juvenil es organizado por la FIFA y no tiene nada que ver la asociación. La FIFA designó a ese grupo de mujeres para arbitrar y la doctora Umpiérrez debe haber percibido lo mismo que el resto de las mujeres y los hombres que participaron. Pero eso no quiere decir que internamente nosotros no sigamos rigiéndonos por lo que es el reglamento interno del Colegio de Árbitros, que tiene un número determinado de árbitros internacionales y asistentes internacionales. La doctora Umpiérrez tiene todas las posibilidades de acceder a eso en la medida en que el propio órgano decisor y las comisiones técnicas la ranqueen y la puntúen. Quiere decir que la doctora Umpiérrez puede acceder en un futuro a esa lista de árbitros internacionales. Hoy no la integra, pero en 2022 va a existir otra y si accede –desconozco si puede o no hacerlo– a esa lista de ocho árbitros internacionales –que es el cupo que tiene la asociación– arbitrará en el mundial correspondiente, la Copa América, la Copa FIFA Confederaciones o lo que organice la Conmebol, que son la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana.

Eso es un poco lo que se determina a través del reglamento interno del Colegio de Árbitros. Además, tiene que ver con la carrera arbitral. Nosotros no podemos saltar eso y decir hoy ‒porque sería contrario al reglamento interno‒ que la doctora Umpiérrez, por tener la categoría de árbitro internacional femenino, automáticamente tiene que integrar la lista o nómina de árbitros internacionales de la AUF. Eso no podemos decirlo porque hay un reglamento que tenemos que cumplir.

Ahora bien, eso no quiere decir que mañana eso no se cambie o se modifique, pero el que tiene que dialogar en ese sentido es la gremial. Debe hacer el planteo, negociarlo con el Colegio de Árbitros y se resuelve por la vía que corresponde. Hoy, el apego a los reglamentos es lo que este establece y acaba de decir el senador.

SEÑORA PRESIDENTA.- Estamos anotados quien habla, el señor representante Umpiérrez, y los señores senadores Lozano y Coutinho.

(Dialogados).

SEÑOR UMPIÉRREZ.- Primero, agradezco la presencia de la delegación y el gesto de la Asociación Uruguaya de Fútbol, que aceptó rápidamente la invitación para venir a darnos toda esta información y estos argumentos sobre un tema que es inquietud de esta comisión del Senado. Por lo tanto, valoro y agradezco el gesto de hacerlo en forma inmediata y contundente.

                Teniendo en cuenta que la señora presidenta –que ha tomado alguna que otra iniciativa con respecto a este tema– va a hacer uso de la palabra, voy a escucharla. No interrumpo lo que tiene pensado decir en su intervención y tal vez me puede sacar algunas dudas que estoy teniendo sobre este tema en la comisión.

SEÑORA PRESIDENTA.- Perfecto. Creo que, del diálogo y de lo que opine cada uno, todos podemos sacar conclusiones siempre porque nadie tiene la verdad revelada en un puño.

                A mí me pareció y me sigue pareciendo bueno que hayamos recepcionado esta preocupación, porque considero que son los ámbitos adecuados para tratar el tema, ya que en el Parlamento representamos a todos los ciudadanos.

                Hay algunas cosas que me preocuparon del planteo de la árbitra, doctora Umpiérrez. Esa es otra discusión, pero voy a dejarla planteada y en algún momento tendremos que llamar a los árbitros. ¿Cómo puede penalizarse y considerarse una violación de un reglamento una defensa gremial?

                Yo escuché el programa que se hizo dos días después de una asamblea de la Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol, en la cual más de cien árbitros estaban reunidos. Más de setenta pidieron que se volviera a tomar postura, a no despedir –no sé cómo llamarlo‒, que no se aplicara esa decisión, y eso fue lo que transmitió la doctora Umpiérrez en el programa. Me parece increíble que en el Uruguay alguien que es una dirigente gremial ‒porque ella ya había participado en las elecciones y ya era una dirigente gremial– no pueda plantear una opinión de este tipo.

                No se trataba de una opinión en la que tal árbitro apuntó mal, cobró mal un penal o hizo tal cosa. No; no tenía que ver con eso. Tenía que ver con una defensa gremial y eso es lo primero que a mí me sorprendió del planteo que hizo la árbitra Umpiérrez: que el 15 de enero hubo una asamblea; el 17 de enero participó en un programa televisivo, transmitió lo que la asamblea resolvió y a las dos horas –también miré el video– ya había periodistas deportivos de este país que estaban anunciando una sanción a la árbitra Umpiérrez. Esa decisión también me pareció excesiva o demasiado rápida. Escuché a un periodista. No sé si ya se había reunido el Colegio de Árbitros, pero me pareció increíble. Esa es la primera preocupación que me surge de lo planteado por la doctora Umpiérrez.

La segunda es la siguiente. Ustedes dicen que los árbitros son autónomos; yo estuve en el entonces Ministerio de Turismo y Deporte, por lo que conozco bastante eso y sé que es así. En general, veo bien las últimas reformas que el Uruguay empezó a hacer para todos los que tenían que ver con esta maravilla que es el fútbol, y ojalá hoy nos vaya muy bien con el partido –el señor senador Botana está muy contento–, porque creo que no hay ningún uruguayo que no vibre con el fútbol, pero hay algo que me resultó también un poco extraño. Hoy el doctor Piedracueva afirma que hay un reglamento que regula los ascensos y los descensos, que regula la carrera de los árbitros y que estas son las normas. Sin embargo, la doctora Umpiérrez planteó acá que, ante la decisión que tenía que tomar el Colegio de Árbitros, recibieron una carta del presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol en la que se pedía que, a partir de una reestructura –que no conozco y, por lo que pude averiguar, no está completa o apenas se inició–, se pedía que se redujera el número de árbitros y que algunos fueran bajados de categoría. Es decir, ya no se trata de autonomía, sino que hay una participación de la AUF. Espero que ustedes me lo puedan aclarar. Sinceramente, a mí me sorprendió. Quise ver si eso estaba escrito y constaté que hay una carta del señor presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, el economista Alonso, del que tengo la mejor opinión. Indudablemente, ahí la AUF tuvo participación, ya no es tan autónomo. Hay un pedido de la AUF para que se bajara la cantidad de árbitros. Me pareció que eso también merecía alguna explicación.

                También podría hablar mucho como mujer sobre la carrera y las dificultades que han tenido las mujeres en el mundo del fútbol, pero hoy no es el momento de hacerlo. Considero que algún día tendríamos que conversarlo porque les costó mucho llegar, que se entendiera que la práctica, el ejercicio y la preparación física no es lo mismo para alguien que está en un posparto o una mujer que tiene algunas condiciones particulares que para el resto de los hombres. Todavía en el vocabulario ‒el doctor Piedracueva hoy lo dijo varias veces‒ se usan expresiones como «el fútbol pleno». Parece que «el fútbol pleno» solo es el de hombres; eso no termino de entenderlo. La categoría internacional es la categoría internacional para la FIFA. Pensé que Uruguay iba al compás de la FIFA y, en ese sentido, hay que decir que este organismo hoy no distingue entre mujeres y hombres; inclusive, ni siquiera en el escudo pone «masculino» o «femenino». Efectivamente, la doctora Umpiérrez arbitró. Es cierto, como bien se aclaró, que lo hizo en dos mundiales: en 2017 y en 2019, es decir, en mundiales juveniles. La convocaron para arbitrar fútbol masculino y juvenil; es cierto.

Creo que ese es un tema que la AUF debería empezar a acompasar con las normas de la FIFA. Por suerte la FIFA, como todos los organismos internacionales y como todas las sociedades, va cambiando y, desde mi punto de vista, para bien. Además, indudablemente, en Europa y en Estados Unidos el fútbol femenino tiene un gran desarrollo. La FIFA lo percibió y quiere acompañar ese proceso.

Por otro lado, la doctora Umpiérrez se sintió muy dolorida porque uno de los argumentos fue que ella estaba defendiendo a su marido y acá lo rechazó totalmente y planteó la situación que había habido el año anterior; en todo caso, si hubiera querido protestar lo habría hecho el año anterior y no este. Sabemos que muchas veces a las mujeres se nos meten las cuestiones personales cuando se quiere hablar de nuestro trabajo, lo que desde mi punto de vista es bastante lamentable. Pero bueno, eso también ha aparecido públicamente.

Por último, me gustaría que se aclarara el tema de la nota de la AUF, pues parece que no solamente subieron o bajaron árbitros por rendimiento, sino que lo hicieron por un pedido expreso de esa institución. Es lícito, no digo que no lo sea o que no tengan razón pensando en una reestructura, pero me parece que cambia un poco la realidad.

SEÑOR UMPIÉRREZ.- Comparto plenamente la exposición hecha por la señora presidenta Kechichian. Por lo tanto, no voy a reiterar algunas cuestiones que ella ha planteado.

                Formularía dos o tres preguntas bien concretas. Sí quiero hacer énfasis que después de la alocución de los invitados de hoy y de la presencia de la doctora Umpiérrez, es llamativo que se lleve adelante el proceso de sumario a la señora árbitra, incluso, después de escuchar en un medio de prensa al exárbitro Ernesto Filippi de reconocida trayectoria, quien se veía sorprendido por esta situación.

                Yendo a las preguntas concretas, ¿por qué no se considera árbitro internacional? En parte lo dijeron. En cuanto a la inequidad salarial y al no pago del 12 % para igualar el salario quisiera saber cuál es la opinión.

                El otro día ella comentó que se la bajó del curso para la aplicación del VAR, que hoy vemos en el fútbol. Ella estaba inscripta y se la bajó. Entonces, quisiera saber por qué se dio esa situación y a qué se debe la baja de categoría de varios árbitros. En realidad, lo que uno visualiza es que todos los que se bajaron –hemos tenido algunas charlas con árbitros que no han concurrido al Parlamento, pero sí se han contactado con nosotros– eran árbitros del entorno de la doctora Umpiérrez, quien había encabezado otra lista opositora o competidora a la que hoy dirige los destinos de la Audaf. 

                Por otro lado, se desprende de esta charla y de la que ya hemos tenido –quizás sea otro resorte– ese vínculo entre la Audaf y la AUF que no debería ser porque no le hace bien a ninguna de las dos entidades. Entiendo que debería haber mucha más independencia para que las cosas funcionaran mejor desde diferentes puntos de vista.

                Dejo estas preguntas para no ser muy extenso y agradezco la visita de la delegación.

SEÑOR LOZANO.- Agradezco a la directora ejecutiva, contadora Victoria Díaz, como también al asesor legal, doctor Guillermo Piedracueva, por la muy completa exposición que hicieron.

                Cualquier institución se rige por estatutos o reglamentos y son los hombres y mujeres los que, en definitiva, los llevan a cabo.

                Tenía varias preguntas, pero por la muy completa exposición que realizaron, algunas ya me las respondieron. Por tanto, esas no las voy a formular. Vemos cómo es el funcionamiento del Colegio de Árbitros, que es un órgano desconcentrado, que hay un tribunal de apelaciones o de alzada para poder recurrir en los casos que no se está conforme y que está en ese momento, digamos, de la sanción que tuvo la doctora Umpiérrez.

                También leí el reglamento arbitral y vi que la sanción obedecía a un artículo específico, el número 93, inciso J. Cuando vino ella pregunté si era por eso y se me respondió que sí. Por tanto, en lo que respecta a la sanción, podremos entrar a discutir o debatir, pero creo que este no es el ámbito para analizar si está correctamente aplicada o no la sanción. Esos son puntos de vista y no voy a entrar en ello.

                Ella dijo, en cierto momento, que había un tipo de persecución gremial hacia su persona y que no la querían; creo que textualmente es lo que dijo. Para mí es importante saber –también habló del tema de género– si existe esa persecución desde el punto de vista de ustedes.

Por otro lado, quiero preguntar sobre los salarios. Ella especificó muy bien los pagos que se hacen al juez en cada partido que dirige en el ámbito internacional y en el nacional. Con respecto al ámbito internacional –si mal no recuerdo– dijo que era exactamente igual, pero en el ámbito local habló de que los hombres ganaban un 12 % más que las mujeres. Quisiera saber si eso es así.

                Nuevamente agradezco a la delegación.

SEÑOR COUTINHO.- Integramos esta comisión representando a nuestro partido y con franqueza le trasmito, señora presidenta, que en un gesto parlamentario estoy esperando el desarrollo de lo que ha sido su inquietud y el interés en este tema para ver cómo se va a ir desarrollando, desde la comisión, un final que termine impulsando, generalizando y ampliando este tipo de situaciones, porque me parece muy fino empezar a hilar o a participar en determinadas situaciones casi autónomas, en mecanismos de diferentes organizaciones y asociaciones de todo el país.

Por lo tanto, sabiendo de su capacidad, experiencia e interés por estos asuntos, nosotros vamos a ver por dónde vamos a caminar, pues si nos involucramos en este tipo de acciones sin un desarrollo en concreto puede ser peligroso para la comisión. En ese sentido, me inquieta la situación y la participación, pero voy a esperar al desarrollo de los temas para ver qué Comisión Especial de Deporte y Juventud vamos a generar y a desarrollar.

En un gesto parlamentario escuché con atención y leí el acta de la sesión en la que participó la doctora Umpiérrez. Considero que la actitud de hoy de las autoridades de la Asociación Uruguaya de Fútbol es un buen gesto. También tenemos la impresión de que este es un tema más interno, pero como es una impresión y todavía no conozco el final, voy a esperar para opinar.  Lo que sí creo es que puede ser un escenario peligroso.

                Por otro lado, en el camino de las dificultades y de los cambios que se han generado puedo decir, señora presidenta –porque además voy acompañando esos cambios–, que de casi no existir la participación del sexo femenino en el fútbol hoy tenemos hasta cuartetas. Hay partidos que han sido arbitrados por cuatro mujeres.

                Asimismo, me preocupa que estemos opinando o trasmitiendo supuestos escenarios de persecución o diciendo que no tiene que haber tanta relación entre la Audaf y la AUF. Me preocupa que ingresemos en este tipo de escenario porque claramente no nos corresponde. Además, podemos generar un antecedente, por el cual esta comisión en los próximos años se vea involucrada en determinados aspectos que tienen que ver con una cuestión interna de una organización.

                Respecto a los salarios, esto no sucede solo en el fútbol, sino que es una deuda pendiente desde hace muchos años y no de este Gobierno, sino de varios otros. Hay una diferencia salarial contundente donde los hombres ganan más que las mujeres; pasaron todos los Gobiernos y eso continuó. Por lo tanto, también es un tema puntual como para desarrollar.

                Nosotros, en un gesto parlamentario, esperamos ver adónde vamos a llegar, intentando que terminemos en algo concreto y que lo tomemos como un protocolo de acciones, porque en sí no termino de leer el escenario y no me gustaría entrar a intercambiar y a discutir, aprovechando los gestos de quienes han venido a participar. Por lo que he escuchado creo que es un tema gremial con el que puedo estar de acuerdo o no, pero no sé cómo nosotros podemos generar una participación en el hecho. Pero como decía, apostando a que este no es un tema puntual sino más bien general, y a que vamos a terminar desarrollando algunas que otras opiniones, proyectos o iniciativas, voy a seguir participando, desarrollando y explorando en qué estamos. De todas formas, sinceramente, todavía no he entendido puntualmente si tenemos que tener alguna participación en algo para los que están los diferentes órganos y las autonomías correspondientes. No quería dejar de decirlo, señora presidenta, porque no solo en este caso –ojalá que se soluciones y que pase lo mejor–, no sé hasta dónde una intervención nuestra pueda terminar favoreciendo, apoyando, respaldando, sugiriendo o solucionando un asunto de estas características y –repito– no quería dejar de decirlo.

Como me decía siempre mi viejo: «Lo importante es el final». Así que voy a esperar el desarrollo correspondiente para ver cuál es el final de este escenario, de nuestra intervención, del Senado de la república y de una comisión de estas características en este tema.

Muchas gracias.

SEÑORA PRESIDENTA.- Yo no le voy a contestar al senador Coutinho mientras estén presentes los invitados. Después seguiremos sesionando porque creo que lo que acaba de plantear merece algunas consideraciones.

No sé si los invitados tienen algo para decir. De ser así, les damos la palabra nuevamente.

SEÑORA DÍAZ.- Voy a dar respuesta a algunos conceptos que mencionó la presidenta en cuanto al tema de género.

Cuando uno lee el acta de la doctora Umpiérrez, si es mujer y no conoce la interna de la asociación, se le paran los pelos de punta, y me parece lógico. Lo que les puedo decir es que yo soy una empleada de carrera. Entré con veintiún años a la Asociación Uruguaya de Fútbol sin ningún tipo de vínculos familiares y hoy soy la directora ejecutiva, cabeza administrativa de la asociación, después de veinte años de trabajo ahí dentro. Acá hay un ejemplo de que no hay discriminación hacia la mujer. A mí me nombró el doctor Bauzá, después trabajé con Wilmar Valdez y, actualmente, con Ignacio Alonso. Incluso, me he desempeñado en diferentes roles: trabajé como contadora general, como gerente general y ahora como directora ejecutiva. Siempre se me ha dado participación como mujer y como directora. De hecho, me reuní en algún momento con el exministro Bonomi para tratar temas de seguridad y tuvimos algunas reuniones. Me parece que este es un ejemplo claro de que en la Asociación Uruguaya de Fútbol no hay un problema de género. Estamos trabajando día a día para mejorar el fútbol femenino. Basta mirar los balances de la asociación para ver, en los últimos cinco años, el dinero que ha invertido en el fútbol femenino porque considera que tiene futuro, y no se hace solamente porque la FIFA lo pide, sino porque el mundo va hacia ese camino. Me parece que este también es un claro ejemplo. Cada vez somos más las mujeres que estamos trabajando en las diferentes áreas de la asociación.

A su vez, el fútbol femenino, hoy por hoy, cuenta con una psicóloga y con una nutricionista; sin embargo, el fútbol juvenil, no tiene nutricionista. Teniendo en cuenta la situación que está atravesando el país y que estamos viviendo como sociedad, estamos contratando a dos asistentes sociales para que trabajen, principalmente, con el fútbol femenino y con el área juvenil de las selecciones, porque nos preocupa muchísimo la interna que tienen las chiquilinas en esta época de pandemia. Es cierto que fue a propuesta mía, pero también fue avalada por el Comité Ejecutivo. La Asociación Uruguaya de Fútbol está integrando en el Comité Olímpico –como sabrán, somos un deporte como cualquier otro– la comisión de género y mujer. Entonces, me parece importante desde mi parte como directora, pero también como mujer y madre de dos hijas, contarles esta situación. En la Asociación Uruguaya de Fútbol no se da un tema de género. Se respeta y somos respetadas. Quiero decir que no he trabajado solamente en este ámbito, sino también en otros en los que siempre ha habido hombres, y la verdad es que, como mujer, me siento respetada en la Asociación Uruguaya de Fútbol. Me parece que es un tema muy importante. Allí pasé mis embarazos, al igual que muchas mujeres; hemos sido madres y esposas mientras trabajamos allí, y hemos sido respetadas.

                Por otro lado, en cuanto a la asociación y a los cambios, cuando la señora presidenta habla de acompasarnos con la FIFA, queremos decir que día a día estamos queriendo igualarnos en lo mejor que se pueda y que sea la FIFA. En la parte administrativa, en la profesional, en todo, tomamos las referencias de los más grandes. Estamos trabajando para poder dar los mejor de la asociación como administración, principalmente, a su gente. De hecho, hay informes de la FIFA y de la Conmebol felicitando a la asociación por los trabajos que se hacen. Obviamente, el error a veces es nuestro por no saber comunicarlo de la forma correcta, pero que están, están.

                Fuimos el único país de Sudamérica que pudimos terminar el fútbol femenino. Los demás países siguieron jugando en época de pandemia durante 2020. Nosotros podríamos haber suspendido el fútbol femenino y también las elecciones, pero seguimos con todo. Me parece que eso es un orgullo de todos como sociedad y como país, es decir, haber sido el único país que pudo terminar con todos sus campeonatos durante el 2020.

                Nos estamos acompasando en todo lo que refiere a reglamento. De hecho, hay un estatuto nuevo en el que el fútbol femenino tiene un lugar muy importante. Además, es relevante ver la inversión que se ha hecho en los últimos años –y eso surge de los balances de la asociación–, lo que se ha invertido en el fútbol femenino. Eso está indicando claramente que no hay un tema de género.

                También es cierto que en la Asociación Uruguaya de Fútbol no hay ingresos para el fútbol femenino. Poco a poco estamos logrando que se interesen en él y consiguiendo patrocinadores que se vayan interesando. Y es cierto que eso lo hace más difícil, pero no es cierto que por eso dejemos de lado el fútbol femenino.

                En cuanto al tema de género, que me parece que es algo muy importante y que hoy se está tratando en todos los ámbitos, quiero dejar mi opinión como directora, como cabeza administrativa, pero también como mujer. Fui deportista durante toda mi vida y sé lo qué es ser dejada de lado en el deporte por ser mujer. Acá estamos trabajando para que no sea así. Entonces, me parece importante que ustedes lo sepan porque no solo hablo como directora, sino también como mujer. 

                En cuanto a la equidad salarial, allá cobran todos lo mismo. Antes de venir aquí sacamos registro de sueldos y demás. De hecho, la doctora Umpiérrez está en la mitad de la tabla en cuanto a la cantidad de partidos que hace y a la cantidad de dinero que cobra. Ella percibe exactamente el mismo valor de jornal que cualquiera de los otros árbitros de primera categoría, con la diferencia que explicó el doctor Piedracueva de que si arbitra en femenino, ella cobra un 12 % más que sus otras compañeras por ser un árbitro internacional femenino. Pero si ella arbitra en primera categoría de un clásico entre Peñarol y Nacional, como no está en la lista de los ocho árbitros internacionales uruguayos en la FIFA –que es lo que todos los años hay que comunicar–, no va a cobrar ese 12 %. Esa es la explicación de ese porcentaje.

                Ahora bien, en cuanto al valor del jornal, ella cobra exactamente lo mismo que el otro árbitro que está a su lado. Por supuesto que si por sus condiciones –al igual que las de las otras chicas; tenemos ocho árbitras a nivel internacional– ella llega a estar en esa lista de ocho, automáticamente va a pasar a cobrar el 12 %. Este no es un tema de género, sino de carrera arbitral. Como todos hemos tenido una carrera deportiva, arbitral, profesional, no todos podemos o hemos podido llegar a determinado lugar. Entonces, me parece importante dejar en claro –respondiendo a lo que preguntaba el senador Lozano– que no se trata de una diferencia de salario. La diferencia es por la categoría internacional. Ella no está dentro de la categoría internacional FIFA de hombres, por lo que el valor de su jornal es el mismo que el de los otros compañeros de primera categoría. Eso es importante aclararlo.

SEÑOR PIEDRACUEVA.- Además, cuando arbitra partidos de fútbol femenino cobra ese 12 % por ser, justamente, internacional femenino. O sea que en ese sentido la equiparación salarial es exacta. ¿Por qué? Porque hay un convenio colectivo y nosotros nos allanamos a él. No sé si el diputado Umpiérrez está presente, pero quisiera explicar específicamente eso. No es que nosotros no estemos cumpliendo; nosotros cumplimos estrictamente la norma y es por eso que, por suerte, no hemos tenido ningún tipo de reclamo.

                Comenzaré a contestar las preguntas que nos hacía la señora presidenta.

En primer lugar, con respecto al fuero gremial, la doctora Umpiérrez forma parte del gremio Audaf. Sinceramente, no escuché las declaraciones que hizo, pero la valoración sobre si esas declaraciones iban en contraposición o eran un caso de incumplimiento de las prohibiciones establecidas en el artículo 93 –que, como bien decía el senador Lozano, serían las expresadas en los literales J y A–, no la hicimos desde la Asociación Uruguaya de Fútbol, sino que la hizo el Colegio de Árbitros, que son los que manejan el asunto. Entonces, en ese sentido me siento un poco limitado para poder ampliar. El fundamento está en la resolución que da inicio al sumario administrativo. Si está mal o no corresponde o si tiene vicios de legalidad o demérito, lo dirá la Comisión de Legislación y Apelaciones. Entonces, tal vez tenga razón la doctora Umpiérrez con respecto a que las declaraciones fueron dentro del fuero gremial y, como tal, existe la libre expresión, con lo que estamos de acuerdo. Lo que está claro es que no fueron ratificadas por el gremio. Sin embargo, no quiero entrar en esa discusión; no escuché las declaraciones. No obstante, haré una alegación y pido disculpas porque tal vez tendría que hacerla en otro ámbito, el judicial, pero la expresaré aquí porque me llevan las generales de la ley: las declaraciones nunca fueron ratificadas por el gremio. Es decir, el gremio nunca expresó: «Sí, sí, lo que dijo la doctora Umpiérrez es lo que nosotros manifestamos». O sea, se tomaron desde otro plano, y por el Colegio de Árbitros, no por la Asociación Uruguaya de Fútbol.

SEÑORA PRESIDENTA.- La contadora Díaz decía que nadie reclamó. Ustedes se darán cuenta de que es muy difícil reclamar en este ámbito si alguien que habla sobre una cuestión estrictamente gremial es sumariada. Es muy difícil hacer reclamos. Creo que no podemos comparar esto con una situación normal. Es cierto que nadie del gremio reclamó. Puede ser que lo que acaba de decir el doctor Piedracueva sobre el gremio sea así, pero no estamos en un escenario en el que sea fácil reclamar sin tener alguna sanción. A mí me parece que eso es lo más delicado de esta situación.

SEÑOR PIEDRACUEVA.- No quiero controvertir, señora presidenta, pero le puedo asegurar que tenemos cientos de reclamos gremiales, reclamos de los árbitros; el gremio como tal, su presidente, permanentemente nos están reclamando por tal cosa, por tal otra. O sea que recibimos reclamos y siempre hemos generado ámbitos de discusión. El convenio del 2020 fue una negociación larga y extensa. Nosotros tenemos determinado tipo de obligaciones que debemos cumplir. Nos dicen: «Che, nos está faltando esto». El diálogo es constante con la gremial de árbitros.

SEÑORA DÍAZ.- El diálogo entre la Audaf y la AUF es permanente. De hecho, ustedes públicamente lo pueden ver. Cuando hay algo que no les gusta, amenazan que paran y se soluciona. O sea, el diálogo es constante y está bien que así sea. Para eso están los gremios: para que estén continuamente en diálogo por las cosas que no funcionan.

SEÑOR PIEDRACUEVA.- En el último tiempo, creo que tenemos el récord absoluto de dirigentes llevados al Tribunal de Honor por errores arbitrales comunes. Ellos han sido sancionados y lo son actualmente. O sea, desde el punto de vista gremial, los árbitros tienen la absoluta libertad de expresión y de manejo que ellos entiendan. Por eso repito que yo no puedo valorar –y tal vez esté de acuerdo con ustedes– el tema de las declaraciones, porque la decisión la tomó el órgano que debía, es decir, la Comisión Directiva del Colegio de Árbitros; eso es así.

                Por otro lado, en cuanto al correo electrónico del presidente de la AUF, el economista Alonso, sinceramente no lo leí y, por favor, no estoy dudando de su existencia. Lo que puedo asegurar es que no se está manejando desde la asociación ninguna reestructura del Colegio de Árbitros. Sí se están haciendo pequeños ajustes desde el punto de vista del funcionamiento, pero no con respecto a que haya que bajar o no; en ese sentido, desconozco y no creo que el colegio haya actuado en función de una imposición o mandato. Esa es mi apreciación.

                Con respecto al tema internacional, reitero lo expresado por la contadora Victoria Díaz en el sentido de que parecería que por el hecho de que la doctora Umpiérrez ha logrado por mérito propio y a través de actuaciones un escudo FIFA para arbitrar internacionalmente el fútbol femenino, nosotros automáticamente tenemos que elevarla a la categoría de árbitra internacional de la AUF. Eso puede ser lógico, natural y tal vez corresponda, pero nosotros tenemos un convenio colectivo ratificado ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y un reglamento interno del colegio de árbitros que establece las categorías, a las que perfectamente la doctora Umpiérrez puede acceder. En lo personal, estoy contentísimo de que se haya dado este debate entre ustedes, que son nuestros representantes y tal vez esta enseñanza –porque todo nos enseña– dé mérito para lograr eso. Ahora bien, per se, por el hecho de que la doctora Umpiérrez haya logrado eso en el 2010, no puedo hacer eso, porque implicaría sacar a otro. Es decir, si nosotros, per se, decimos que hay que cambiar y sacamos a alguien, esa persona preguntará por qué la sacan, luego de haber logrado que la hayan nombrado. Entonces, tal vez la enseñanza implica tener la posibilidad de manejarnos de otra manera a futuro.

SEÑORA PRESIDENTA.-  Quiero hacer una consulta para comprender y para nuestro debate posterior. La contadora decía que están tratando de acompasar la normativa con el mayor nivel, que es la FIFA. Entonces, me pregunto si no se puede ir mirando estas cosas para ir rompiendo un poco esa división entre fútbol femenino y fútbol masculino e internacional femenino e internacional masculino y empezar a adoptar lo que la FIFA ya está adoptando y que es internacional.

SEÑOR BOTANA.- Creo que esto es un elemento del debate que tendremos, pero para mí, si digo internacional, entonces mañana un juez de fútbol playa podrá hacer un partido de fútbol en un campeonato de fútbol de once.

(Dialogados).

                –No, porque por algo hay mundiales de fútbol general y hay mundiales de fútbol femenino.

                Estamos frente a un caso de alguien que tiene una categoría internacional para el fútbol femenino y una carrera con la que puede llegar también a ser internacional en el fútbol general, pero para ello debe estar dentro de las formas de la elección que la Asociación Uruguaya de Fútbol y la FIFA establecen, porque existe toda una organización que responde a parámetros absolutamente técnicos y que, además, está integrada, en su gran mayoría, por técnicos del área. Entonces, sinceramente, no creo que debamos entrar ahora en este debate, porque es de políticas.

SEÑORA PRESIDENTA.- No estaba debatiendo, hice una pregunta.

SEÑOR BOTANA.- Como decía, hablando de un debate, uno podría pensar, por ejemplo, si será bueno o no que la Asociación Uruguaya de Fútbol cambie sus parámetros porque la FIFA dijo que tal persona podía discutir en el fútbol playa. Saquemos el caso de la doctora Umpiérrez o de otra mujer y supongamos que se trata de un árbitro que cumple su función en fútbol playa masculino internacional. ¿Puede ese árbitro mañana dirigir un mundial femenino de fútbol? No, no puede.

SEÑORA PRESIDENTA.- Es discutible, no sé si se puede.

SEÑOR BOTANA.- Es un deporte distinto, con otras reglas.

SEÑORA PRESIDENTA.- Estamos hablando del mismo fútbol, pero me parece que no debemos entrar a este debate. Simplemente hice una pregunta muy concreta

SEÑOR BOTANA.- Hizo una pregunta pero con opinión incluida.

SEÑORA PRESIDENTA.- No, no opiné. Pregunté si es posible acompasar la normativa con lo máximo que es la FIFA, en este terreno.

SEÑOR BOTANA.- No creo que la normativa sea distinta a la de la FIFA. Según entendí, lo que se está acompasando en la AUF es la promoción del fútbol femenino. Pero no vi una normativa distinta.

SEÑOR PIEDRACUEVA.- Nosotros estamos permanentemente tutelados por la Conmebol y por la FIFA y no hemos sido observados por este procedimiento. Tenemos un cupo de árbitros internacionales y no es que no se pretenda acompasar, ¡por supuesto que sí! Creemos que la mujer, en los distintos estamentos de la asociación ha ido ganando terreno, sin lugar a dudas. Quiero ser claro: tal vez la enseñanza que nos deje es plantearnos otra alternativa, pero hoy no estamos en falta ni incumpliendo normativa alguna de la FIFA ni de la Conmebol. Tampoco sentimos que haya una persecución o demérito por el género, sino todo lo contrario. Tenemos que apegarnos a la normativa vigente. Quizás sea una normativa vetusta, y la doctora lo señaló. ¡Por supuesto!

Inicialmente la comisión arbitral era totalmente política, la conformaban los representantes de los clubes; después, se fue tecnificando cada vez más hasta que hoy hay un presidente político, designado por el congreso, y el resto son todos exárbitros designados por el propio gremio. Esto quiere decir que ha habido una evolución y quizás esa misma evolución sea la enseñanza que esto nos deja. No es que estemos en falta o que no estemos acompasados con la FIFA. Si, hoy o mañana, un árbitro que tiene escudo FIFA internacional femenino automáticamente integra la lista de los ocho internacionales de Uruguay, bueno, lo plantearemos, y si podemos ampliar el cupo, así se hará. No obstante, queremos expresar claramente que es imposible que un árbitro internacional de fútbol sala o de fútbol playa pueda arbitrar la Copa Libertadores o la Copa Sudamericana porque son especialidades deportivas diferentes.

                Ahora, desde otro punto de vista, no hay ningún tipo de desigualdad ni en lo salarial ni en el tema de las oportunidades. Después dependerá de la cantidad de partidos que se le asigna, del número, si es cuarto árbitro o árbitro; eso lo definen las comisiones técnicas de los propios árbitros, pues son ellos los que se regulan en ese sentido.

Otro aspecto que deseo aclarar, porque lo preguntaba el diputado Umpiérrez, es el tema del VAR. Al principio, cuando la AUF estableció que para las finales se aplicara el VAR, hubo que salir de forma inmediata a que tomaran cursos, porque no es lo mismo ser un árbitro VAR, que un árbitro en la cancha, es totalmente diferente.

En principio, la Conmebol dio un determinado cupo y se asignaba a los jueces internacionales. La doctora Umpiérrez manifestó su intención, que se recogió y creo que a nivel del Poder Ejecutivo se vio bien, y automáticamente, ante ese planteo, se amplió el cupo y ella pudo hacer el curso VAR. Eso demuestra aún más que no hay un tema de género, sino de oportunidad y de que la asociación pudo ampliar ese cupo, lo que costó, porque hubo que viajar a Paraguay y se generaron costos para la Conmebol y para la asociación. Así que en ese sentido no encuentro ninguna anomalía o irregularidad, pero, bueno, puede existir.

SEÑOR BONOMI.- Quiero hacer una precisión, nada más –porque estaba en cuarentena cuando vino la doctora Umpiérrez y hoy llegué tarde, entonces, no quiero entrar en un debate–, para saber de qué  estamos  hablando.

                Creo que el fútbol playa y el fútbol sala tienen cancha distinta, usan pelotas diferentes, tienen distinta cantidades de jugadores y poseen reglas diferentes. Entonces, quien asciende de categoría en esos campeonatos no tiene la misma categoría que en fútbol masculino y femenino por hacer la diferencia. Sin embargo, el fútbol de cancha, masculino y femenino, tiene el mismo tipo de cancha, la misma pelota, la misma cantidad de integrantes y las mismas reglas, o sea que la similitud es mucho mayor; entonces uno podría entender –con esto no estoy abriendo opinión– que tiene las mismas características, no así el fútbol sala y el fútbol playa. De modo que no aplica que un árbitro internacional de fútbol playa pueda arbitrar un campeonato mundial de fútbol de cancha. Creo que eso hay que dejarlo muy en claro.

SEÑOR UMPIÉRREZ.- Recién entendí que habilitaron a la doctora Umpiérrez para el curso VAR, pero tengo entendido que la bajaron del curso y no pudo hacerlo.

SEÑORA PRESIDENTA.- Ella lo hizo, después de pelear.

SEÑOR PIEDRACUEVA.- No sé si fue después de pelear, pero lo que puedo decir es que la AUF amplió un cupo inicialmente dado por la Conmebol a la asociación y así la doctora Umpiérrez hizo el curso VAR para el 2019, aunque no sé si tiene las actualizaciones.

SEÑORA DÍAZ.- Quiero aclarar algo.

 Si la Conmebol nos dice «Mándeme a los cinco mejores árbitros internacionales para hacer el curso VAR», y nosotros nombramos a los cinco mejores y dentro de esos cinco no hay una mujer –o no está la doctora Umpiérrez–, es simplemente porque se trata de mandar a los mejores que tengamos. No se trata de mandar a cuatro más una mujer.             Entiendo el lugar de la mujer y soy de las primeras en pelearlo, pero si no soy la mejor no puedo pretender estar entre esos seis. La Conmebol me dijo que le mandara a los cinco o seis mejores y capaz que ella era la número nueve en el ranking. Obviamente, como en todo en la vida, aquí hay un ranking que va desde el más brillante hasta las categorías más bajas; eso a todos nos ha pasado. Ahora bien, ella discutió esto, lo peleó y, aunque no era la que continuaba en la lista, se le dio un lugar.

                Entonces, que quede claro que muchas veces –como en este caso del VAR– se mandó a los mejores. Si ella no estaba en ese lugar del ranking no correspondía que estuviera en esa lista; ahora, ella lo pidió, se hizo una gestión y se la incluyó. No es que se la haya dejado afuera por ser mujer, sino que simplemente no estaba en el ranking en que tenía que estar y eso pasa en muchas cosas en cuanto al orden. Lo mismo pasa con los ocho que se mandan a la FIFA. Ella no está en ese ranking no porque sea mujer y se la haya tirado para afuera, sino porque para estar en ese ranking hay que trabajar y entrenar para llegar y estar ahí; cualquiera que haya sido deportista, haya entrenado y todo eso sabe el sacrificio que significa.

Quiero que quede claro ese concepto; de lo contrario, parece como que se la saca y no es así. La AUF tiene un orden y hay que respetarlo. Existen procedimientos para cada una de esas cosas. Lo mismo pasó con el tema VAR. Repito que me parece importante que quede claro ese tema. La sensación capaz que es otra, señora presidenta.

SEÑORA PRESIDENTA.- Tenemos otra visión, aunque no quiero plantearla acá.

SEÑORA DÍAZ.- Puede ser, sí. Nosotros estamos hablando de lo que vivimos adentro de nuestra casa, que es la AUF. Ahora, qué se dice, qué dicen los periodistas o qué se dice por ahí, es otro tema. Ustedes saben lo que es el fútbol para este país: uno se levanta y se acuesta escuchando fútbol y las barbaridades que a veces se escuchan no tienen nada que ver con lo que pasa adentro de casa.

SEÑOR BOTANA.- Voy a plantear otra exageración de los hechos.

Primero, convengamos que el fútbol femenino hoy no es lo mismo que el masculino, salvo en las reglas de juego, el tamaño de la cancha y los elementos con que se juega. Todavía hay una diferencia de velocidades, de calidad de juego, etcétera, que a lo largo del tiempo se vienen nivelando, pero no es misma cosa dirigir en un nivel que en el otro. Esto sucede en el fútbol y también entre las distintas categorías del automovilismo; es la misma pista y todos con vehículos, pero no es lo mismo. Quiere decir que el hecho de que alguien pueda arbitrar en una categoría no necesariamente lo hace apto para estar en las otras.

                Lo que voy a decir no es el caso de la doctora Umpiérrez a quien, además, he visto arbitrar muchas veces y tengo la certeza de que ella va a llegar a la categoría de internacional porque arbitra demostrando cada vez más solvencia. No tengo dudas de eso; esta es una convicción personal. Creo que, en su momento, va a llegar.

Lo que sí es cierto es que no parece muy razonable apurar esos procesos. Supongamos que el Uruguay hace un excelente desarrollo del fútbol femenino, por lo que la FIFA convoca a varias árbitras a sus mundiales –o a sus torneos continentales– y, entonces ¿estas mujeres pasarían a desplazar a los hombres que están en los lugares de lo internacional? Lo planteo porque hoy estamos hablando de desplazar a uno porque estamos frente a un caso. Ahora, en una exageración de los hechos, que tampoco es algo disparatado –si el país desarrolla la aptitud de sus árbitras, no habrá inconveniente en que la FIFA las convoque–, podríamos llegar a no tener más árbitros internacionales y que todos los cupos sean llenados por mujeres. Es una exageración de los hechos, es cierto, pero sirve para ponernos frente al razonamiento que tenemos que hacer.

SEÑOR COUTINHO.- Vuelvo al concepto que planteé hoy. Lo más cerca que estoy de la AUF es ser socio de Nacional, pero sí puedo hablar de la OFI, de organizaciones locales donde yo vivo, de diferentes deportes y de diferentes contextos de asociaciones deportivas. Por lo tanto, vuelvo al planteo original. Por encima de este caso puntual, desde la OFI y otros lugares, estos escenarios se plantean en forma reiterada y como dirigentes hemos tenido varios inconvenientes. Desde ese lugar aparece mi preocupación de que desde la comisión empecemos a explayarnos en diferentes opiniones o aspectos y no vayamos a un tema puntual o a un caso concreto como el que está acá, porque en el fútbol del interior o en las organizaciones en las que he participado como dirigente deportivo, este es un tema casi de rutina por cosas que han ido generándose. Por eso me preocupa que hoy nosotros estemos ingresando en este tema.

Sé de la popularidad de la jueza Umpiérrez, lo que genera el fútbol y lo que es la AUF, pero mañana puede empezar a generarse un contexto de participación nuestra en muchos más aspectos. También puede pasar que algún día venga aquí, no como legislador y sí por alguna cuestión de la OFI y no de la AUF. Entonces, me genera preocupación que la comisión se siga explayando en estos temas.

                No sé si se entiende mi punto de vista.

SEÑORA PRESIDENTA.- Luego de que se retiren los invitados, podemos hacer algún intercambio sobre lo que usted plantea.

SEÑOR COUTINHO.- Más que planteo es preocupación.

SEÑORA PRESIDENTA.- No, no, usted habló de escenario peligroso. Entonces, me parece que es más que una preocupación.

SEÑOR COUTINHO.- En cuanto a nuestra intervención sí; como Comisión Especial de Deporte y Juventud, y como comisión del Senado también, porque capaz que va a la Comisión de Asuntos Laborales y Seguridad Social o alguna otra comisión del Senado de la república…

SEÑORA PRESIDENTA.- No tenemos que debatirlo ahora, señor senador.

SEÑOR NIFFOURI.- Por mi parte, quiero agradecer la visita de las autoridades. Creo que la preocupación o la duda que tenía a partir de las declaraciones de la doctora Umpiérrez se relacionaba con el problema de género. A partir de lo que han señalado las autoridades de la AUF en cuanto a una persecución por el tema género, creo que quedó bastante claro que acá no hay un impedimento o imposición en el tema por parte la FIFA y tampoco de la AUF, sino que es un tema netamente arbitral y de reglamentos internos del arbitraje. Se deben dar las garantías de que no hay nada eso, es decir, que haya igual salario o remuneración en el tema de género, garantías, derechos y obligaciones. Creo que eso es fundamental y es lo que nos preocupaba a partir de la declaración de la doctora Umpiérrez.

En todo caso, creo que lo hay para mejorar se podrá hacer internamente –como se dice– a partir del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y de los convenios colectivos que tienen con los representantes de Fuecys. La propia gremial podrá pelear por sus derechos, tanto laborales como de género, en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y en esos convenios colectivos. Pienso que pasa mucho por ahí y nosotros, como representantes de todos, debemos esclarecer y transparentar la información de que acá no hay persecución de género, que no hay diferencias de salario por género, que hay igualdad de oportunidades y de obligaciones.

                Lo único que me quedó pendiente luego de que todos hicieron sus distintas preguntas –yo me sentí contemplado en ellas– fue una apreciación que hizo la doctora. Ahora estaba recordando que ella manifestó, en su momento, que para un ascenso tuvo que hacer dos veces la prueba, solamente ella. Comentó que se había lesionado porque había tenido que hacer dos veces....

SEÑOR PIEDRACUEVA.- Dos pretemporadas.        

SEÑOR NIFFOURI.- Ah, dos pretemporadas. Me había quedado eso pendiente; nada más.

Creo que el camino de la comisión no es llegar a la discusión porque debatiremos después, cuando no estén las visitas. Eso quedó meridianamente claro.

Gracias, señora presidenta.

SEÑORA PRESIDENTA.- Entonces, no tenemos más que agradecerles su presencia.

                Quedamos en contacto. Siempre tendrán acá, en esta comisión, las puertas abiertas para lo que consideren plantear.

                Muchísimas gracias por venir.

SEÑOR PIEDRACUEVA.- Señora presidenta: ¿quiere que deje algún documento o no es necesario?

SEÑORA PRESIDENTA.- Creo que no.

(Se retiran de sala los representantes de la Asociación Uruguaya de Fútbol).

                –Obviamente, señores senadores, creo que hoy no vamos a ingresar en el debate de este tema, salvo que ustedes lo deseen.

SEÑOR COUTINHO.- No, señora presidenta, yo simplemente quería dejar otro titular.

SEÑORA PRESIDENTA.- Yo quería hacer algunas aclaraciones porque me parece que la intervención del señor senador Coutinho cuestionaba un poco la presentación que yo hice de este tema. Lo que hice fue trasladar una inquietud de la Bancada Bicameral Femenina de todos los partidos políticos, inclusive de la vicepresidenta de la república, que estuvo presente. Ellas nos pidieron que trajéramos este tema aquí, y a mí no me pareció nada descabellado.

                En primer término quiero que conste en la versión taquigráfica que no comparto para nada que se haya hablado de escenario peligroso. Voy a hacer dos o tres aclaraciones que no quise hacer delante de las visitas. En cuanto al tema del VAR, efectivamente, ella estaba en la lista y la bajaron. La bajaron y le dijeron claramente que era porque ella armaba mucho lío y hacía declaraciones que no gustaban. A partir de que ella se fue a la Asociación Uruguaya de Fútbol, se sentó con el economista Alonso y protestó tremendamente, volvieron a incorporarla. Eso nadie lo ha desmentido.

                En segundo lugar, me voy a referir a lo dicho por el senador Botana en el sentido de que seguramente va a lograr la categoría internacional pero nunca arbitró Peñarol-Nacional porque todos los arbitrajes que le han dado no son de los partidos más importantes. Muy probablemente pierda la categoría; no es que vaya a llegar a internacional. Con esta sanción que acaba de recibir, cuando a fin de año se haga la evaluación, ella muy probablemente pierda la categoría. Por eso es bastante más importante y grave –pienso yo– esta situación que veremos cómo la abordamos aquí.

Es cierto lo que dice el señor senador Coutinho en el sentido que desde el poder político tenemos que tener mucho cuidado en cuanto a cómo opinamos sobre organismos que tienen su autonomía. Él ponía el ejemplo de la OFI. Creo que la fuerza que se hizo en su momento por el tema de los derechos formativos –yo era parte del entonces Ministerio de Turismo y Deporte– tuvo sus resultados veinticinco años después en un acuerdo con Bauzá, que en ese momento era el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol. Pasaron veinticinco años para que el fútbol comprendiera que los clubes de Salto que habían formado a Cavani y a Suárez recibieran la plata que les correspondía por formativas. Este fue un proceso y creo que en el tema de las mujeres es lo mismo. Van a pasar muchos años. Por eso yo decía que había que acompasar con la FIFA, que ha dado ese salto de equiparar al fútbol femenino y masculino. Será algo para el debate, pero quería expresarlo para que quedara constancia en la versión taquigráfica; como también había quedado registrada la otra postura, no me parecía justo que no se hablara de esto.

SEÑOR COUTINHO.- Cuando yo hablo de camino peligroso puntualmente estoy señalando que me parece que esta no es la comisión adecuada para el tratamiento de este tema.

SEÑORA PRESIDENTA.- Ahora lo entiendo.

SEÑOR COUTINHO.- Puntualmente lo que dije es que esta es la Comisión Especial de Deporte y Juventud del Senado adonde venimos a desarrollar o a marcar determinados escenarios o agendas, de acuerdo con lo que es una comisión especial. Cuando hablo de terreno peligroso quiero decir que, si mañana –lo dije en mi intervención– la rutina de esta comisión va a ser el tratamiento de determinados temas –este puede ser el primero de varios–, estaríamos entrando en un lugar o en un camino que no es el adecuado. Esa es mi opinión y por eso quería saber hacia dónde iba el final del tema para poder adoptar una posición. Yo represento a un partido que me ha elegido para estar en esta comisión y después uno rinde cuentas, va viendo y tomando posiciones. No siento que este sea el lugar para desarrollar este tipo de temas. Después, si el tema lo amerita y hay determinados legisladores que lo requieren, podría analizarse en alguna comisión permanente. Quería ver por qué estamos analizando este tema en una comisión especial, saber hacia dónde íbamos y si en los próximos cuatro años vamos a escuchar planteos como el de Claudia Umpiérrez. Por eso decía de ver sobre el final hasta dónde íbamos a ir y por qué nos íbamos a meter nosotros. Eso era lo que yo estaba planteando como camino peligroso; no me referí al tema ni al posicionamiento. También entiendo que no debemos tomar posición por la jueza Claudia Umpiérrez o por la AUF. No creo que sea mi tarea y lo que tengo que desarrollar acá. Eso fue lo que quise trasmitir, pensando en esta comisión, en nuestra participación, en nuestra intervención y en lo que vinimos a hacer cada uno representando a nuestro partido cuando la integramos. A eso quise hacer referencia y eso es lo que explico y reitero. Me parece que es importante que quede constancia de la aclaración en la versión taquigráfica. Si mañana esto avanza y hay que tomar posición, me parece que este no es el ámbito para tratar un tema de la AUF y de la señora Umpiérrez. Si me preguntan, luego de leer todo lo que pasó, no pienso tomar postura. Algunos casos me parecen más justos y otros más injustos, pueden tener razón unos u otros. Lo que estoy diciendo es que para mí este no es el ámbito para tratar estos temas.

SEÑOR LOZANO.- Entendí desde un principio que en esta Comisión Especial de Deporte y Juventud se trató el tema de la doctora Umpiérrez porque se entendía que podía haber existido algún tipo de discriminación en cuanto a que la doctora era mujer y que en el fútbol se hacían diferencias, etcétera. Me quedó muy claro cuáles fueron las respuestas. Tengo mi punto de vista.

Lo que quiero decir ahora fundamentalmente es que lo que tiene que ver con el debate no corresponde de ninguna manera que lo hagamos con la presencia de la visita y menos que hagamos una introducción en la cual estamos, de alguna manera, dirigiendo a la visita qué es lo que tiene que decir y dando nuestro punto de vista. Nuestro punto de vista tenemos que decirlo acá. La cuestión de género, si se dice presidente o presidenta, para mí no corresponde. Lo podemos discutir acá o en otro lado, pero no cuando hay una visita.

SEÑORA PRESIDENTA.- Está cuestionando a la presidencia.

SEÑOR LOZANO.- Sí. Estoy cuestionando cómo se habla el idioma español. Me parece que no es el ámbito para decirlo. Y cuestiono a la presidenta porque hice una pregunta con respecto a una interrogante que le formulé a la doctora Umpiérrez sobre que se había bajado de categoría a su esposo. Y usted en este momento hizo mención y dijo que no corresponde de ninguna manera que se haga ese tipo de preguntas.

SEÑORA PRESIDENTA.- Yo no dije eso.

SEÑOR LOZANO.- Debe estar en la versión taquigráfica.

SEÑORA PRESIDENTA.- Dije que siempre a las mujeres les incluyen la vida personal y lo reitero.

SEÑOR LOZANO.- Debe estar en la versión taquigráfica.

                Me parece que lo que es debate, es debate y se deja acá; lo que es opinión, es opinión y se deja acá. Cuando viene la visita se le pregunta. A lo que se viene acá es a informarse. Si se cumplió con los estatutos; si se cumplió con los reglamentos; si hubo arbitrariedades; si hay una comisión de alzada, de apelaciones. Es eso lo que tenemos que saber nosotros. ¿Se cumplió con el reglamento o no? ¿Se hacen diferencias entre los hombres y las mujeres? ¿No se hacen diferencias? Eso es lo que tenemos que saber nosotros. Ahora, opinar si hay que cambiar tal estatuto y si cambiamos nosotros la reglamentación, me parece que de ninguna manera corresponde porque en ese caso también vamos a entrar en un terreno, como dijo el senador Coutinho, muy peligroso. Me parece que no podemos entrar a debatir con las visitas si vamos a cambiar los reglamentos existentes en todos los deportes que hay en el país.

                Muchas gracias.

 SEÑOR PRESIDENTA.- Qué tenemos para la próxima, secretario.

SEÑOR SECRETARIO.- Tenemos dos audiencias pendientes desde fines del año pasado: la Agrupación de Atletas del Uruguay y el Sindicato de Profesores de la Secretaría Nacional del Deporte.

SEÑORA PRESIDENTA.- ¿No habíamos quedado en recibirlas?

SEÑOR SECRETARIO.- Sí, pero no se dijo cuándo.

SEÑORA PRESIDENTA.- Creo que en la sesión anterior habíamos quedado en que hoy recibíamos a la AUF y en la próxima al sindicato de profesores. No sé si la agrupación de atletas mantiene el pedido de audiencia, por lo que habría que confirmar; si lo hacen, entonces los recibimos. Y capaz que podemos ver cómo cerramos esto porque quizás la decisión sea que este tema lo tenga que tratar otra comisión o tenga que volver a la Bancada Bicameral Femenina; puede ser, no me niego a eso, pero lo veremos en una próxima reunión.

                De cualquier manera, por la intervención del señor senador Lozano quisiera decir que no soy la única. Yo hice preguntas y no opiné. Y tampoco soy la única que opinó.

SEÑOR LOZANO.- Usted me aludió claramente y cualquiera que lea la versión taquigráfica va a ver que quien hizo la pregunta si era el esposo, fui yo. O sea que usted me aludió.

SEÑORA PRESIDENTA.- Usted hizo una pregunta que estuvo presente en la intervención de la doctora Umpiérrez. Por lo tanto, es parte de lo que estábamos conversando. Pero en cuanto a opiniones, las mías no fueron las únicas, sino que las hubo en otro sentido que capaz coinciden con la suya. Reitero: no fui la única que opinó. Por lo tanto, me parece que no corresponde.

                Entonces, esperamos que nos comuniquen si mantienen el pedido de audiencia y los recibimos el próximo jueves o, de lo contrario, nos dedicamos a cerrar este tema.

SEÑOR NIFFOURI.- En cuanto a las delegaciones, en caso de que pudieran venir el próximo jueves las dos, creo que a partir de la situación de pandemia lo recomendable sería que lo hicieran vía Zoom.

SEÑORA PRESIDENTA.- Estoy de acuerdo.

SEÑOR NIFFOURI.- Y a las comparecencias se les podría dar quince o veinte minutos como para limitar un poco los tiempos y que no sea una reunión muy extensa, con unos diez minutos de preguntas, más allá de que a veces la propia vorágine de la participación puede llevar un poco más de tiempo.

SEÑORA PRESIDENTA.- Si estamos de acuerdo, sugerimos que la comparecencia sea vía Zoom.

SEÑOR COUTINHO.- Y que este tema sea el punto del orden del día porque, entre otras cosas, voy a proponer que vaya para otra comisión.

SEÑORA PRESIDENTA.- Perfecto.

                Se levanta la sesión.

(Son las 14:07).