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COMISIÓN DE ASUNTOS INTERNACIONALES

(Sesión celebrada el día 7 de octubre de 2020).

 

SEÑOR PRESIDENTE (Eduardo Bonomi).- Habiendo número, está abierta la sesión.

(Son las 17:11).

                –Se pasa a considerar el primer punto del orden del día: «Nombramiento de Presidente de la Comisión (artículo 159 del Reglamento)».

SEÑOR DA SILVA.- En nombre de la bancada del Partido Nacional proponemos como presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales al señor senador Gustavo Penadés.

SEÑOR PRESIDENTE (Eduardo Bonomi).- Se va a votar la propuesta del señor senador.

(Se vota).

                –8 en 8. Afirmativa. UNANIMIDAD.

 

(Ocupa la presidencia el señor Gustavo Penadés).

 

SEÑOR PRESIDENTE.- Habiendo número, está abierta la sesión.

(Son las 17:16).

                –La Comisión de Asuntos Internacionales del Senado tiene el gusto de recibir en la tarde de hoy al señor ministro de Relaciones Exteriores, embajador Francisco Bustillo, quien comparece acompañado de la señora subsecretaria, embajadora Carolina Ache; del señor director general de Secretaría, embajador Diego Escuder; del jefe de Gabinete del señor ministro y director general interino para Asuntos Políticos, embajador Fernando López Fabregat; de  la señora directora general para Asuntos Económicos Internacionales, embajadora Victoria Francolino; del señor director general para Asuntos de Frontera, Limítrofes y Marítimos, embajador Federico Perazza; del señor subdirector general para Asuntos de Integración y Mercosur, ministro Gerardo Ruiz; del presidente de la delegación de la República Oriental del Uruguay ante la Comisión Administradora del Río de la Plata, doctor Alem García; del señor coordinador de las direcciones de Asuntos Jurídicos y de Derecho Internacional, embajador doctor Carlos Matta y del señor director de Relaciones Institucionales de la Cancillería, embajador Ricardo Paluga.

                El motivo de la convocatoria es conocer los planes que tiene previsto implementar el señor ministro desde la Cancillería en los próximos años y recibir información sobre sus orientaciones y prioridades en materia de política exterior. Además, ha sido invitada la Comisión Administradora del Río de la Plata que está representada por su presidente, para conocer información con relación a dos temas vinculados al Río de la Plata. Uno de ellos tiene que ver con la construcción del canal emisor subacuático que está llevando adelante la República Argentina y, el otro, con la eventual construcción del canal Magdalena, como vía de salida de dicho país hacia aguas internacionales.

                El mecanismo de trabajo será escuchar en primer término la exposición del señor ministro y luego los señores y señoras senadoras –destaco que están aquí presentes el señor senador Gandini y la señora senadora Nane, integrantes de la Comisión de Transporte y Obras Públicas del Senado– podrán hacer preguntas. Cuando el señor ministro entienda que por razones de interés general la versión taquigráfica o la grabación de la sesión deberían ser suspendidas, podrá solicitarlo y seguramente todos coincidiremos en la pertinencia de hacerlo inmediatamente.

SEÑOR MINISTRO.- Buenas tardes, señores senadores. En primer término, entiendo que corresponde felicitar al señor senador Penadés, quien acaba de asumir la presidencia de la comisión.

                Como bien decía el señor presidente, hoy vinimos acompañados del equipo de Cancillería para hablar de los lineamientos de la política exterior del Uruguay en el período 2020-2025.

                Es un alto honor para mí comparecer ante esta honorable comisión para presentar los lineamientos generales de la política exterior que estamos llevando adelante e intercambiar con ustedes distintos puntos de vista.

                Los principios de nuestra política exterior –que presentaré– son las directrices fundamentales sobre las que se apoyan las acciones de Uruguay en el ámbito de las relaciones exteriores; representan los marcos que se creen en consideración para la definición de la política exterior de la república, que debe procurar siempre conformar una política de Estado en búsqueda de acuerdos y diálogos permanentes.

                La política exterior que lleva adelante esta Administración se caracteriza por ser una política de principios, libre de condicionamientos ideológicos y tiene como premisa fundamental la prosecución y defensa del interés nacional.

La política exterior debe contribuir directamente al crecimiento económico y social del país. Las acciones de la cancillería deberán resultar en el beneficio directo de nuestra gente.

                Con raíces nacionales profundas, la política exterior que desarrollamos se orienta por los principios que históricamente han enaltecido a nuestro país y que, al mismo tiempo, son principios cardinales del derecho internacional, tales como el de la igualdad soberana de los Estados; el principio pacta sunt servanda; el respeto a la integridad territorial; la solución pacífica de las controversias; la no intervención en los asuntos internos de otro Estado, y la proscripción del uso o amenaza de la fuerza ante otros altos valores también consagrados en la Carta de las Naciones Unidas: el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales; las relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos; la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, medioambiental, cultural o humanitario, y la promoción y defensa de los derechos humanos.

Todos estos principios, aunados a la defensa de la democracia y del Estado de derecho, son la piedra angular para la consecución de los intereses nacionales del Uruguay, fundamentalmente una eficiente inserción internacional en todas sus dimensiones: política, económica-comercial, cooperación fronteriza y cultural, entre otras.

Uruguay, como buen vecino regional y buen ciudadano internacional, tiene y tendrá una vocación universalista, promoviendo relaciones de amistad y cooperación con la comunidad internacional, porque la paz es nuestro principio rector. Uruguay transmite una imagen de país serio, sólido y de buena gobernanza, no importando qué partidos se alternen en el Gobierno. Esta prestigiosa imagen, construida a lo largo de nuestra historia, genera confianza en nuestros socios. Es nuestra misión continuar fortaleciendo y perfeccionando ese posicionamiento constructivo, que tiene un valor diferencial en todos los ámbitos, incluyendo el político y el económico-comercial.

En este sentido, desde que asumí en la cancillería y a efectos de recabar insumos e información detallada de los diferentes sectores que hacen al quehacer nacional, he mantenido personalmente reuniones con organismos e instituciones como, por ejemplo: Conaprole, Asociación Cultivadores de Arroz, Asociación de Industriales Laneros Exportadores, Asociación Rural del Uruguay, Cámara de Industrias del Uruguay, industria láctea, Cámara Mercantil de Productos del País, Cámara de Comercio e Industria Uruguayo-Alemana, Cámara de Comercio Uruguay - China, PIT-CNT, Uruguay XXI, Cámara de Comercio Uruguay - Estados Unidos y Federación Rural, entre otras tantas.

Con respecto a los asuntos políticos, nuestra región es nuestra casa, nuestro espacio natural de acción inmediata. Debemos preservar y cultivar nuestras relaciones históricas y presentes con Argentina, Brasil y Paraguay, así como con otros miembros asociados del Mercosur. En línea con el mandato previsto en el artículo 6.º de la Constitución de la República, Uruguay tiene una profunda pertenencia al espacio latinoamericano; la paz, seguridad y prosperidad de la región es la nuestra. Fortalecer nuestros vínculos en materia integracionista será una prioridad fundamental.

Uruguay cuenta con 54 embajadas, 42 consulados generales, 44 secciones consulares de embajadas, 133 consulados de distrito –25 a cargo de cónsules de carrera y 108 a cargo de cónsules honorarios–, así como 12 delegaciones ante organismos internacionales y 5 representaciones ante organismos con sede propia.

Es cierto que la actual crisis mundial generada por el COVID-19 tendrá consecuencias en la presencia diplomática y consular del Uruguay a raíz de la crisis económica. Lamentablemente, será necesario proceder al cierre temporal de algunas de nuestras embajadas y oficinas consulares, pero confiamos en que en un futuro no lejano podamos superar las restricciones financieras para poder reabrir dichas oficinas.

En el ámbito multilateral, Uruguay, como firme defensor de este sistema, promoverá una presencia activa y responsable en todos los foros de carácter regional y universal de los que forma parte. Por ello continuaremos manifestando nuestro compromiso inquebrantable con el sistema de Naciones Unidas como institución de carácter global para abordar los complejos temas de la agenda internacional.

En el presente año se cumplen setenta y cinco años de la creación de las Naciones Unidas. Uruguay, como miembro fundador, asigna un valor fundamental a la estricta aplicación de los principios consagrados en su carta constitutiva, apoyando todas las iniciativas tendientes a alcanzar soluciones pacíficas en materia de conflictos internacionales.

En este marco, resulta insoslayable mencionar uno de los ámbitos en el que Uruguay se destaca y ejerce un rol de liderazgo: la participación en las operaciones de mantenimiento de la paz, con las que estamos firmemente comprometidos.

El mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales es un relevante eje de la política exterior del Uruguay. La experiencia de Uruguay durante años en escenarios disímiles como Haití y la República Democrática del Congo ha servido también para mejorar la profesionalización y el equipamiento de nuestras Fuerzas Armadas y para incrementar el prestigio de nuestro país en dicho ámbito.

                Prueba incontrastable de ello ha sido la invitación del Departamento de Operaciones de las Naciones Unidas −de la que dimos cuenta el otro día en la Comisión de Defensa Nacional−, recibida en el presente año para ampliar nuestro contingente en Altos del Golán  a 210 efectivos militares pertenecientes al  Ejército Nacional.

                En lo que refiere a los diversos foros regionales, consideramos a la Celac como una organización útil para tratar temas regionales y también como plataforma para vincular a América Latina y el Caribe como actores relevantes, como la Unión Europea y China, y no evaluamos ningún cambio en nuestra participación.

                Respecto a Prosur, Uruguay no es miembro de este foro, pero ha participado en diversas reuniones. La emergencia sanitaria internacional justifica, con creces, nuestra participación como país invitado en estas instancias de coordinación subregional. Por el momento no pensamos en variar nuestro estatus.

                Quisiera detenerme brevemente para hablar de un aspecto que a veces se soslaya o no se le brinda la debida atención por parte de quienes analizan la política exterior. Deseo referirme a la importancia de las candidaturas que promueve Uruguay, ya sea  por su aspiración de participar como país miembro en diversas organizaciones internacionales o a través de la presentación de insignes ciudadanos candidatos a ocupar diferentes posiciones en dichas organizaciones.

                Uruguay ha promovido y promueve candidaturas como una de las más relevantes y potentes herramientas de política exterior para incrementar su prestigio e incidencia internacional. Las candidaturas son una tarea delicada que la Cancillería lleva adelante con profesionalismo y dedicación, poniendo al servicio de ellas los mayores esfuerzos ya que el éxito de las mismas redunda en beneficios del Uruguay, tanto en su imagen, como en su posicionamiento universal.

                En materia de derechos humanos, Uruguay actualmente es miembro del Consejo de Derechos Humanos. Participamos en este órgano, el de mayor jerarquía del sistema de Naciones Unidas en esta materia, en forma consecuente con nuestro compromiso inequívoco con la promoción y protección de los derechos humanos a través de un diálogo genuino y franco entre todos los países. Asimismo, Uruguay, miembro y fundador del sistema interamericano de promoción y protección de los derechos humanos, mantendrá su firme compromiso con el mismo.

                Nuestro país ha ratificado siempre su plena disposición para impulsar y fortalecer a la OEA como instrumento para la preservación y promoción de la democracia y el estado de derecho en el continente, para la promoción y protección de los derechos humanos, para fomentar y apoyar la seguridad en el hemisferio y para contribuir al desarrollo integral de sus pueblos. Es el primer país en haber ratificado todos los instrumentos jurídicos vinculantes del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. De hecho, es el único país parte de la Convención interamericana contra toda forma de discriminación e intolerancia suscrita en Antigua, Guatemala, el 6 de junio de 2013.

                La actual Administración decidió retirar la denuncia del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca –TIAR–, potestad implícita en el artículo 25 de dicho tratado. El retiro del TIAR debilitaba el sistema interamericano y privaba a nuestro país de hacer sentir su voz en ese ámbito de asistencia recíproca en materia de defensa colectiva y de seguridad hemisférica.

En este sentido, este Gobierno ve con mucha preocupación la situación en Venezuela. La crisis política, económica, social, humanitaria y migratoria, es la expresión trágica del proceso de profundo deterioro de ese país hermano.

                El drama venezolano no solo afecta terriblemente a la población que habita esa tierra, sino que tiene un impacto enorme en los países vecinos y en toda la región, incluso, en temas de seguridad internacional.

                Venezuela no solo ha llevado a la bancarrota al país, sino que ha generado un vacío que permite a grupos criminales y terroristas proyectar sus actividades desde allí.

                Como ya he expresado en anteriores oportunidades, Uruguay sostiene que la solución para la crisis venezolana debe ser pacífica, democrática, mediante la celebración de elecciones libres, transparentes, justas y con verificación internacional efectiva. La salida debe ser acordada entre las partes venezolanas mediante un proceso de verdadera negociación inclusiva y de buena fe. No queremos ni pretendemos ni podemos sustituir la voluntad de los venezolanos, pero la comunidad internacional tiene un papel y ese papel es apoyar dicho proceso.

                Uruguay siempre va a apoyar todo esfuerzo de paz creíble. Vamos a seguir participando en todas las instancias y grupos activos de los que formamos parte, pero no vamos a prestarnos a procesos que no conduzcan a nada y que extiendan el estatuto en favor del régimen.

                En materia medioambiental, el Ministerio de Relaciones Exteriores cumple un rol clave en la articulación de la diplomacia medioambiental, procurando velar por el cumplimiento a nivel nacional de los compromisos asumidos internacionalmente.

                En virtud de la creación del nuevo Ministerio de Ambiente, el país eleva la jerarquía de la autoridad competente, la materia, demostrando el interés de avanzar en su compromiso con el desarrollo sostenible. Es por tanto que la cancillería preservará y proseguirá fortaleciendo el estrecho vínculo de trabajo con las nuevas autoridades nacionales, tal como lo venía desarrollando con el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. De hecho, a propósito de los aspectos vinculados a la problemática de los ríos, hemos conformado con el ministro Peña un grupo de trabajo para darle apoyatura técnica a nuestros delegados en las distintas comisiones, llámense CARP y CARU.

                El Ministerio de Relaciones Exteriores también tiene un rol importante a nivel nacional en esta materia, participando en ámbitos interinstitucionales como lo hace en la Comisión Nacional de Oceanografía, el Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático, entre otros. En dichos ámbitos, coadyuva a consolidar el posicionamiento y prestigio externo del país devenido en virtud de honrar tradicionalmente sus obligaciones internacionales asumidas en el marco de los acuerdos ambientales internacionales.

                La política exterior se ejecuta por hombres y mujeres dedicados y preparados. Por ello, deseo destacar la relevancia de la diplomacia profesional en la defensa y promoción del interés nacional. El servicio exterior del Uruguay ha venido transitando un largo y exigente camino en un proyecto de profesionalización creciente y continuo –que comprende desde el concurso de ingreso hasta aquellos de ascensos– como única vía para avanzar en la carrera diplomática. Actualmente, la casi totalidad de los diplomáticos uruguayos son profesionales expuestos a una actualización permanente en el Instituto Artigas del Servicio Exterior, en función de las múltiples tareas que deben desempeñar en el exterior y en la cancillería. Sin perjuicio, es justo declarar que el Ministerio de Relaciones Exteriores no se compone solamente del servicio exterior, sino también de los valiosos aportes que efectúan los funcionarios de todos los escalafones. Todos ellos cumplen tareas fundamentales para la cancillería a fin de contribuir al logro de sus objetivos.

                A continuación me referiré a los asuntos económicos. En el actual escenario de recuperación post COVID-19, la responsabilidad del Ministerio de Relaciones Exteriores en materia de inserción económica y comercial internacional del país adquiere una relevancia prioritaria y primordial a la que naturalmente ostenta en el marco de sus competencias. Teniendo en cuenta las circunstancias excepcionales mencionadas, la cancillería ha trazado una estrategia que incluye iniciativas concretas de proyección económica y comercial con miras a defender las corrientes comerciales consolidadas e identificar nuevas oportunidades para diversificar bienes y servicios de exportación. A ese respecto, se ha conformado un espléndido trabajo que vamos a poner en conocimiento de ustedes. Luego le voy a ceder el uso de la palabra a la señora directora de asuntos económicos, que nos va a contar en detalle el programa de trabajo que nos hemos dado para estos cinco próximos años.

                Al mismo tiempo, adquieren especial relevancia las actividades encaminadas a atraer nuevas inversiones al país, así como el apoyo a los esfuerzos nacionales para recuperar el turismo internacional y la conectividad aérea. El plan de respuesta de la cancillería refuerza y contribuye a los esfuerzos del sector exportador nacional. En este contexto, la relación con el sector privado nacional es prioritaria y concebida en términos de una alianza estratégica. Paralelamente, se considera que los esfuerzos  de inserción económico-comercial internacional también deben ser funcionales y definirse en consultas con otros ministerios competentes. En este sentido, la Comisión Interministerial para Asuntos de Comercio Exterior –Ciacex– ofrece el ámbito para abordar, plantear y avanzar en cuestiones de política comercial con especial atención a la mitigación de las consecuencias económicas del impacto mundial de la pandemia.

                Por otra parte, se apunta a revitalizar el vínculo con las intendencias en búsqueda de oportunidades comerciales e inversiones, sobre todo para las áreas productivas y poblacionales más postergadas del interior del país. Mediante el enfoque inclusivo antes mencionado, se dinamizan los esfuerzos de inserción económica internacional sobre la base del uso más eficiente de los recursos disponibles en el Ministerio de Relaciones Exteriores y su red de oficina de consultoría y diplomáticas en el extranjero.

                A continuación se examinan las iniciativas más destacadas en los planos multilateral y bilateral a la luz de las directrices de política exterior.

A nivel multilateral, en todas las crisis tienden a proliferar las medidas proteccionistas y las amenazas al propio sistema de comercio multilateral, incluidas las relativas al aumentos de los aranceles y la proliferación de medidas no arancelarias. Siguiendo la larga tradición del Uruguay de contribuir al sistema de comercio internacional, la cooperación multilateral y el multilateralismo en su conjunto, se da prioridad a los esfurezos encaminados a defender la gobernanza económica mundial. Al respecto, se valoran todos los esfuerzos internacionales encaminados a generar espacios de reflexión, plataformas y movimientos en defensa de las bases del comercio mundial y del sistema de comercio internacional. Específicamente, hemos participado y seguiremos haciéndolo en encuentros presenciales y virtuales con el fin de intercambiar perspectivas sobre los esfuerzos internacionales que podrían promoverse para combatir el COVID-19, en particular a través de los canales proporcionados por la Organización Mundial del Comercio, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico y otros organismos económicos internacionales, así como bilateralmente con socios estratégicos para el Uruguay.

El Uruguay prioriza las negociaciones que apuntan a prohibir ciertas formas de subvenciones a la pesca que contribuyan a la sobrecapacidad y a la pesca excesiva, al tiempo de eliminar las subvenciones que contribuyan a la pesca ilegal no declarada y no reglamentada, con el objetivo de adoptar en la próxima conferencia ministerial un acuerdo internacional en cumplimiento al objetivo de desarrollo sostenible 14.6 de la agenda 2030 de las Naciones Unidas.

                Por otra parte, Uruguay sigue comprometido firmemente con los debates destinados a hacer avanzar las negociaciones multilaterales sobre cuestiones agrícolas. La coalición de países de ideas afines con el Grupo de Cairns promueve la reflexión sobre los efectos negativos de las distorsiones del comercio agrícola en el bienestar  económico de los países y a nivel mundial causadas por acelerados subsidios a la producción doméstica, los altos aranceles y otras medidas de carácter proteccionista.

                A nivel de la OCDE el Uruguay sigue profundizando su relación con la organización y sus miembros. En particular se valora el conocimiento adquirido sobre las mejores prácticas adoptadas por los países miembros y asociados, así como las directrices de política de la secretaría de la OCDE sobre el impacto del COVID-19 en asuntos financieros, turismo, pymes, trabajo y seguridad, y aspectos fiscales.

                El pasado 8 de julio tuvo lugar el examen de revisión de las políticas de inversiones del Uruguay, instancia crucial para el proceso de incorporación de nuestro país como miembro pleno de dicho comité. La aspiración del Uruguay de incorporarse al Comité de Inversiones de la OCDE se realiza en el marco de una estrategia gradual de acercamiento a la organización con el fin de intercambiar, aprender y compartir las mejores prácticas en materia de políticas económicas y de desarrollo.

                Finalmente, en materia de comercio internacional cabe destacar que la cancillería está realizando gestiones para incorporar al Uruguay al Programa She Trades del Centro de Comercio Internacional, organismo técnico especializado de la UNCTAD y la OMC. La participación del Uruguay en esta iniciativa contribuirá al empoderamiento económico de las mujeres uruguayas con interés actual o potencial en la exportación. Esta iniciativa del Centro del Comercio Internacional en consonancia con los objetivo de desarrollo sostenible del Programa de las Naciones Unidas para el 2030 tiene por objeto conectar a tres millones de mujeres empresarias con el mercado para 2021.

                A nivel bilateral se han identificado opciones concretas para el fortalecimiento de la inserción económico-comercial del país en coordinación con los organismos sectoriales competentes con el propósito de facilitar las condiciones de acceso a los mercados para los bienes y servicios que conforman nuestra oferta exportable. En estrecha coordinación con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, se busca impulsar, acelerar y culminar los procesos de habilitación de productos exportables agroindustriales. Al mismo tiempo, en colaboración con el MEF; el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca; el Ministerio de Industria, Energía y Minería, y las sectoriales involucradas, también se procura impulsar la búsqueda de nuevas oportunidades de proyección internacional, incluyendo la transferencia de tecnología, las inversiones, las alianzas estratégicas y la cooperación económica internacional. El plan de trabajo ofensivo de priorizar mercados también responde a las demandas del sector privado, recogidas en múltiples canales abiertos para una interacción dinámica y mutualmente enriquecedora.

                Por otra parte, se promueven activamente instancias de diálogo y acercamiento bilateral con contrapartes estratégicas que contribuyan a la inserción económica internacional del país y que tienen como objetivo mejorar las condiciones de exportación e identificar otras oportunidades de acceso a los mercados mundiales. Entre estas iniciativas destacan las reuniones programadas para este mismo semestre con China, Estados Unidos, la Federación de Rusia, México y Chile. Al respecto, es de particular interés  hacer avanzar en las agendas bilaterales e incluso se está trabajando en la identificación de nuevos contenidos que permitan impulsar negociaciones y diálogos destinados a profundizar los vínculos económicos y comerciales con impacto bilateral, regional y multilateral.

Al mismo tiempo, se evalúa impulsar conversaciones sobre economía digital –también denominada «la nueva economía»– en reconocimiento al rápido impacto de la pandemia respecto al comportamiento y prácticas de comercio de los gobiernos, las empresas y los consumidores, con preferencia hacia los canales online y soluciones digitales.

La relación bilateral con China, el principal socio comercial, ocupa un lugar destacado en los esfuerzos que apuntan al fortalecimiento de la inserción económica internacional del país.  La relación es multidimensional y aún cuenta con áreas poco exploradas: captación de inversiones, financiación, exportación de servicios.

                En el marco de la primera visita del canciller a China se suscribirá el plan para el fomento de manera conjunta de la construcción de la Franja y la Ruta. Uruguay le asigna la más alta importancia política a esta estrategia global, que celebrará una nueva cumbre mundial el año próximo en Beijing. A propósito de esto, tenemos previsto en los próximos días una comisión mixta con China para seguir avanzando y profundizando la relación comercial con enormes perspectivas a propósito de la propia conversación que mantuvieron los dos presidentes –de China y de Uruguay–, en la cual se abrieron muchísimas oportunidades que en los próximos meses vamos a estar explorando, amén de la propia visita que vamos a hacer en noviembre.

                Asimismo, Uruguay aspira a elevar su relación bilateral con China a nivel de asociación estratégica integral, con miras a alcanzar los más altos objetivos, donde la integralidad de las áreas de interés mutuo está priorizada. Deseamos aumentar las inversiones chinas de alta calidad en Uruguay, avanzar en la cooperación financiera que las haga posible, reafirmar nuestro comercio bilateral en bienes agropecuarios y expandir el sector de servicios.

                Por otra parte, se ha priorizado la celebración de la IX Reunión del Consejo Bilateral de Comercio e Inversiones Uruguay-Estados Unidos –Reunión del TIFA, por su sigla en inglés–. Este encuentro permitirá abordar una amplia agenda de temas bilaterales y multilaterales, incluyendo el potencial mejoramiento de las condiciones de acceso de las exportaciones uruguayas al mercado estadounidense, el fomento de las inversiones y la promoción del comercio de servicios, particularmente el sector de los TIC.

                El conjunto de las prioridades fijadas contribuye al objetivo de mejorar y fortalecer la inserción económica y comercial internacional del país; incluso nuestra participación en los organismos económicos internacionales se considera funcional al objetivo de identificar alianzas estratégicas con socios comerciales actuales o potenciales al posicionamiento de nuestros intereses económico comerciales y al propósito de contribuir a nuestra proyección internacional.

                En lo que respecta a los asuntos de integración y del Mercosur, hay tres aspectos a considerar: en primer término, los asuntos propios de la agenda comercial e institucional del Mercosur; luego, las negociaciones comerciales del Mercosur con terceros; y, en tercer término, las relaciones comerciales bilaterales de Uruguay con los miembros del Mercosur. El inicio del quinquenio 2020-2025 en contexto de pandemia plantea la necesidad de adecuar los lineamientos de acción de política exterior uruguaya en dichos ámbitos.

                A continuación, vamos a presentar las líneas de acción en cada una de las áreas de competencia que mencionamos, contemplando las variables constantes de la agenda de política exterior del país, así como las actuales circunstancias y los desafíos venideros en los próximos cinco años.

                 A nivel Mercosur, está planteada la modernización y la eficiencia del mismo. Mercosur debe responder a los objetivos para los que fue creado. A treinta años de la firma del Tratado de Asunción, Uruguay promoverá el perfeccionamiento, actualización y modernización del bloque de integración, más allá de la propia presidencia pro tempore, con el objetivo de consolidar la zona de libre comercio y avanzar en la efectiva circulación de bienes, servicios y personas, y en la eliminación de las distorsiones al comercio que aún persisten en el bloque.

                Se procura sinceridad, pragmatismo y realismo. La apuesta a la integración real y de calidad en el Mercosur es un objetivo central de la política exterior. Para ello es necesario un sinceramiento acerca de los problemas no resueltos por el bloque para construir un consenso pragmático que ofrezca soluciones reales y viables para todos sus Estados partes, respetando los objetivos de desarrollo de los mismos. Insisto en que esta es una de las prioridades, aunque, en razón de la pandemia, muchas veces hemos debido postergar encuentros que naturalmente debíamos haber llevado a cabo y estamos limitados al intercambio a través de Zoom.

                En cuanto a la reforma institucional y buen uso de los recursos, la estructura institucional del Mercosur requiere una revisión profunda que asegure el cumplimiento de los objetivos del bloque de la forma más eficiente y con el mejor uso de los recursos humanos y financieros disponibles.

                Con relación al Mercosur ciudadano, se apuesta al desarrollo de herramientas que acerquen el Mercosur a su gente, demostrando los beneficios reales que el proceso de integración ha traído al día a día de los mercosurianos.

                A nivel del relacionamiento externo, la orientación es a resultado. Las negociaciones concluidas con la Unión Europea y EFTA deben servir como base común y ejemplo de que los socios del bloque alineados pueden obtener mejores resultados en una negociación. Ahora deberán concluirse en forma rápida y eficiente los ejercicios de negociación ya iniciados con Corea del Sur, Canadá, Singapur y Líbano, y evaluar el inicio de nuevas negociaciones comerciales.

Con respecto a geometrías variables y flexibilización, evaluamos en forma permanente metodologías creativas y de negociación con terceros que contemplen los tiempos y sensibilidades de cada Estado parte del bloque sin generar bloqueos en el proceso de inserción en el mundo. En cuanto al relacionamiento estratégico, la agenda de relacionamiento externo del Mercosur debe estar orientada a los socios con mayor relevancia comercial y a aquellos con los que la dinámica negociadora pueda implicar beneficios concretos.

                A nivel bilateral, está prevista una profundización de la agenda bilateral. La región es el primer círculo de relaciones exteriores del Uruguay; por tanto, se debe mantener la relación más profunda posible con los países vecinos. Uruguay analizará constantemente todos los espacios posibles para trasladar a la agenda bilateral las mejores prácticas de relacionamiento económico y comercial en todas las disciplinas con impacto en esta materia.

                En lo que tiene que ver con los canales de interacción, reforzamos los canales institucionales de interacción con Argentina, Brasil y Paraguay, los llamados grupos de alto nivel y comisiones de comercio, para generar una dinámica de contactos permanentes y canales de interacción fluidos y eficientes. Precisamente, ayer mantuvimos una conversación con el canciller de Brasil en la que acordamos recomponer las mesas de trabajo en torno a lo que se llama grupos de alto nivel.

                Se pretende fomentar las cadenas regionales de valor. Nuestra región tiene un relativo rezago en la participación en cadenas globales de valor; sin embargo, existen condiciones para aprovechar las complementariedades productivas de los socios del Mercosur. Uruguay trabajará para potenciar estas oportunidades, detectando las amenazas regulatorias que puedan impedir la formación de estos encadenamientos productivos. Para Uruguay, país pequeño desde el punto de vista económico para una estrategia de apertura al mundo en sus relaciones internacionales, la inserción económica internacional y, en particular, el acceso preferencial a terceros mercados es una pieza fundamental de su estrategia de inserción internacional para alcanzar una trayectoria virtuosa que combine crecimiento económico, sostenibilidad ambiental, inclusión social y desarrollo económico.

Por tanto, la estrategia de inserción internacional en materia comercial es buscar firmar acuerdos con impacto comercial a los efectos de superar las desfavorables condiciones de acceso a mercados que tiene gran parte de la oferta exportable uruguaya. Los acuerdos comerciales serán priorizados en función de su impacto en la economía doméstica. Los acuerdos comerciales no constituyen fines en sí mismos, sino instrumentos que permitirán mejorar las condiciones de competitividad de las empresas uruguayas y por esa vía generar más y mejores empleos para los uruguayos. La política de inserción internacional de Uruguay será proactiva y agresiva en la búsqueda de todo tipo de acuerdo comercial que mejore la competitividad para nuestras exportaciones. La prioridad de Uruguay en materia de acuerdos comerciales es negociar como bloque con los socios del Mercosur.

                A continuación me referiré a los asuntos de cooperación internacional. La cooperación internacional como instrumento de la política exterior es parte esencial de los cometidos y tareas de la cancillería, siendo una herramienta más para consolidar la presencia internacional de nuestro país reforzar los lazos de amistad con terceros países, profundizar su inserción internacional y procurar el desarrollo sostenible.

Asimismo, Uruguay busca tener un rol activo en los numerosos ámbitos y organismos internacionales y regionales en los que participa, que considera esenciales como articuladores globales y fuentes de cooperación. La cooperación internacional que se recibe por parte de nuestro país resulta de gran importancia para la implementación de las prioridades estratégicas nacionales, siempre en el marco del cumplimiento pleno por Uruguay de los objetivos del desarrollo sostenible de la agenda 2030. Para el cumplimiento pleno de estos objetivos a nivel nacional, sin perjuicio de su graduación, Uruguay todavía requiere recibir cooperación. En tal sentido, nuestro país ha presentado y defendido en diversos ámbitos multilaterales el concepto de desarrollo en transición, sosteniendo que la graduación en términos del PIB per cápita alcanzada por nuestro país esconde brechas estructurales reflejadas a nivel del territorio en la existencia de comunidades o grupos más vulnerables que condicionan el desarrollo del país, siendo todavía la cooperación internacional fundamental para combatir dichas brechas.

                A su vez, la cooperación debe también vincularse activamente con la inserción internacional del país, compartiendo objetivos con la diplomacia comercial y la estrategia de diversificación de mercados y de mejora de las condiciones de ingreso de bienes y servicios uruguayos. Así es que consolidar relaciones y construir agendas positivas con terceros países en calidad de socios en la cooperación a través de la cooperación horizontal o la cooperación sur-sur puede llegar a ser una herramienta de utilidad a la hora de abrir mercados. Cabe resaltar que el Ministerio de Relaciones Exteriores junto con la Presidencia de la República y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto integran el Consejo Directivo de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional. Es en dicho ámbito donde la cancillería plantea sus prioridades estratégicas.

Las principales áreas o líneas de trabajo que se buscan impulsar en el campo de la cooperación internacional son las siguientes.

Una de ellas es fortalecer el rol de Uruguay en la cooperación internacional, buscando la articulación con los diferentes niveles de Gobierno. Resulta prioritario coordinar estrechamente las acciones y articular armónicamente las competencias entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y la AUCI en consideración al carácter de la cooperación internacional como instrumento de la política exterior y sus objetivos estratégicos.

Es necesario articular en forma permanente y activa con los diferentes niveles de Gobierno, inclusive las intendencias, profundizando el vínculo institucional y el trabajo conjunto y coordinado con todas las entidades nacionales que conforman el Sistema Nacional de Cooperación Internacional, a fin de reflejar fielmente las prioridades estratégicas de desarrollo nacional y aumentar la eficacia en el uso de la cooperación internacional.

Otra de ellas es consolidar el rol dual de Uruguay como receptor pero también oferente de cooperación internacional. Sin perjuicio de su graduación como país de renta media alta, se buscará compensar la pérdida de acceso a gran parte de los programas de cooperación internacional para el desarrollo, no solo a través del planteo a nivel multilateral, regional y bilateral del concepto de desarrollo en transición, junto a otros países en similar posición –justificando la necesidad de continuar recibiendo cooperación para combatir los bolsones de subdesarrollo que todavía afectan a nuestro país y condicionan su desarrollo–, sino también profundizando la búsqueda de nuevos instrumentos y formas de cooperación.

Promover la articulación con actores, tanto del sector público como privado, permitirá amplificar el impacto de las acciones y proyectos de cooperación internacional no solo en su ejecución, sino también en su financiamiento. Al mismo tiempo, recibirán especial consideración las nuevas modalidades de cooperación internacional, cooperación Sur-Sur y triangular, tal como son recogidas –por ejemplo, el Plan de Acción de Buenos Aires, aprobado en la segunda Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Cooperación Sur-Sur, en marzo de 2019–, considerándolas ejemplo de colaboración y solidaridad entre los países en desarrollo que permiten intercambiar conocimientos y fortalecer capacidades técnicas mutuamente para avanzar en el cumplimiento de la Agenda 2030.

Voy a referirme ahora a los asuntos culturales.

Al Ministerio de Relaciones Exteriores le compete fomentar el intercambio cultural, difundir la cultura uruguaya y la imagen del Uruguay en el exterior, procurando se lo perciba como un destino atractivo para inversiones, comercio y turismo.

A la Dirección General para Asuntos Culturales le compete planificar y ejecutar la promoción y la difusión en el exterior de los valores culturales de la nación. Le corresponde promover la preservación de la identidad cultural del Uruguay en el exterior, en coordinación con los órganos públicos competentes, en especial el Ministerio de Educación y Cultura y su Dirección Nacional de Cultura.

La diplomacia cultural es una herramienta que contribuye a la inserción internacional del país mediante la construcción de un prestigio que permite la colocación del producto de las llamadas «industrias culturales». Todo ello es posible gracias a la articulación entre diferentes actores públicos, privados y de la sociedad civil en su conjunto.

El ministerio, a través de la Dirección General para Asuntos Culturales, participa en varias comisiones interministeriales y ámbitos multisectoriales, entre otros: la Comisión Nacional de Unesco; la Comisión Interministerial de Apoyo al Tango y al Candombe; el Consejo Asesor Honorario del ICAU; el Consejo Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología; y el Comité Nacional de Prevención y Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales.

El siguiente capítulo es el relativo a los asuntos consulares y vinculaciones.

En el actual contexto mundial de pandemia, en el que ha quedado clara la necesidad de contar con servicios consulares accesibles y eficientes y, sobre todas las cosas, al servicio de los ciudadanos y de los intereses del país, resulta fundamental continuar profundizando el trabajo y modernización de los mismos, y su adecuación a las necesidades cambiantes, así como fortalecer la capacitación y formación de los funcionarios que prestan estos servicios.

Es prioritario para esta Administración continuar fortaleciendo esta red consular y los servicios que brinda, acercándolos cada vez más a los uruguayos y contribuyendo desde sus competencias a mejorar su calidad de vida, promover sus intereses y los del país.

En cuanto al área consular, el objetivo es el fortalecimiento y modernización de los servicios consulares adecuándolos a las necesidades y exigencias del actual contexto global. El contexto de la pandemia y distanciamiento social ha dejado de manifiesto la importancia de contar con herramientas tecnológicas que nos faciliten la realización de trámites a distancia, constituyendo una alternativa eficaz a la interacción presencial, agilizando los tiempos para la realización de los trámites y brindando, a su vez, una mayor seguridad para el Estado y los ciudadanos.

Con respecto al área migratoria, el objetivo es el fortalecimiento de la política migratoria como instrumento para contribuir al desarrollo nacional. La migración internacional ha sido un componente fundamental en la historia de la población uruguaya, y las características demográficas actuales del país, tales como el envejecimiento poblacional, hacen de dicha migración un factor crucial en el proyecto de desarrollo nacional.

                Las acciones a implementar son: la mejora del servicio de tramitación de residencias en el marco de la Ley n.º 19254, la participación dinámica y permanente en los foros e instancias migratorias regionales e internacionales, e incrementar las negociaciones bilaterales con el objetivo de alcanzar mejores condiciones migratorias para los nacionales que residen en el exterior.

Voy a referirme ahora al área de vinculación con los uruguayos en el exterior, retorno y asistencia del compatriota.

El objetivo es ampliar y profundizar el relacionamiento con los uruguayos en el exterior y fortalecer los servicios de retorno y asistencia del compatriota.

En cuanto a la asistencia al compatriota, a través de la Oficina de Asistencia al Compatriota y Servicios a la Comunidad y las misiones y oficinas consulares en el exterior se cumple con uno de los cometidos fundamentales de prestar ayuda y asistencia a los nacionales, asegurando su protección y el pleno respeto de sus derechos, tal como está previsto en la Ley de Organización Consular n.º 19268.

En lo que tiene que ver con asuntos de fronteras limítrofes y marítimas, el Ministerio de Relaciones Exteriores tiene la competencia y responsabilidad de coordinar, planificar y ejecutar, en articulación con otros organismos del Estado, la política nacional de frontera limítrofe y marítima del país, y la ejecución de esta política promueve la defensa de la soberanía nacional y el desarrollo del país.

Desde esta cancillería se ha impulsado una política de ahorro en las comisiones binacionales, como criterio rector a cumplir en el presente quinquenio, como respuesta a la sensible situación económica generada por la pandemia, sin perjuicio de atender las necesidades ineludibles de su funcionamiento.

Al respecto, se han dispuesto disminuciones en los aportes a dichas comisiones binacionales; reducción de viáticos, dietas, contratación de asesores y alquiler de locales para reuniones, entre otros aspectos.

Sin perjuicio de ello, la cancillería brinda un permanente asesoramiento, a través de sus cuadros diplomáticos, a quienes fungen como delegados y actúan en las distintas comisiones.

                A continuación, me voy a referir a la importancia de las hidrovías como factor de desarrollo y modernización del país.

                La cancillería extrema esfuerzos para lograr el pleno funcionamiento de la hidrovía Paraguay-Paraná, integración física y económica de los países de la Cuenca del Plata en la que se facilite la navegación y el transporte comercial y fluvial, teniendo presente el rol que cumple el puerto de Nueva Palmira para la carga y descarga de los graneles sólidos –cebada, cereales, celulosa y fertilizantes–; la hidrovía de la laguna Merín, para la cual es imprescindible el dragado de la zona de Sangra Douro, que une el canal de São Gonçalo con la laguna Merín, para hacer posible la comunicación entre ambas lagunas; y la hidrovía del río Uruguay, con el objetivo de superar la dificultades de navegación en el río Uruguay desde la represa de Salto Grande hacia el norte.

En cuanto al Río de la Plata y su frente marítimo, la cancillería, a través de su Dirección General del Área para Asuntos de Frontera, Limítrofes y Marítimos, impulsa una permanente coordinación con la delegación uruguaya, en particular la CARP. Las prioridades a atender en la CARP son: la continuación del dragado y mantenimiento del dragado del canal Martín García; la delimitación de la primera frontera terrestre existente entre ambos países –islas Timoteo Domínguez y Martín García–; un permanente interés por el funcionamiento y eventuales consecuencias ambientales del emisario subacuático argentino –actualmente en construcción–, que se adentrará 12 kilómetros en el Río de la Plata, desde Buenos Aires, para verter en aguas comunes los desechos pretratados de los habitantes de la capital; la problemática vinculada al canal Magdalena; la profundidad del canal de acceso al puerto de Montevideo, y la eventual administración y dragado del canal Punta Indio. Sobre todos estos aspectos en unos instantes vamos a dejar en el uso de la palabra al presidente de la delegación uruguaya de la CARP, doctor Alem García.

                Respecto al frente marítimo, la cancillería lleva adelante un rol esencialmente de coordinación y articulación con la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo, cuyo accionar está definido en el Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo, artículo 80.

                Con relación a las medidas de pesca responsable, la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo ha impulsado capturas totales permisibles, áreas de veda, restricciones al esfuerzo pesquero, eslora máxima de buques en determinadas áreas, uso obligatorio de monitoreo satelital y mejores prácticas pesqueras.

                Los principales recursos pesqueros son: la corvina, la merluza y la pescadilla. Las capturas en 2019 rondaron las 101.000 toneladas, correspondiendo el 86 % a las siguientes especies: corvina, merluza, besugo.

                En cuanto a la protección del medio ambiente marino en la zona de interés común, la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo asigna particular importancia a la promoción y el auspicio de campañas conjuntas de investigación en la zona común de pesca argentino-uruguaya.

                También en los temas que hacen al río Uruguay, el Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de su Dirección General del Área para Asuntos de Frontera, Limítrofes y Marítimos, tiene una función permanente de articulación y coordinación con la delegación del Uruguay ante la Comisión Administradora del Río Uruguay.

                Actualmente las prioridades del río Uruguay son: lograr su total navegabilidad, particularmente en el área superior a la represa de Salto Grande, y en tal sentido lograr el dragado del Paso San Francisco a 8 pies; mantener el monitoreo de calidad de las aguas del río Uruguay a través del comité científico, con dos científicos por cada país; la construcción de un puente internacional que une las ciudades de Monte Caseros, en Argentina, y Bella Unión, en Uruguay, que ya cuenta con todos los estudios de factibilidad y audiencias públicas que establece la legislación ambiental de ambos países; y el seguimiento de los trabajos de balizamiento del río Uruguay desde el kilómetro 0 al kilómetro 187, que incluyen el canal de acceso al puerto de Concepción del Uruguay, y los canales entre el kilómetro 187 y el kilómetro 206, puerto de Paysandú.

                En relación al río Cuareim, en el marco de la Comisión Mixta para el Desarrollo de la Cuenca del río Cuareim, las prioridades de esta Cancillería son: definición de estrategias conjuntas para el manejo integrado de la cuenca; armonización de la metodología y monitoreo de la calidad de las aguas; sistema de información ambiental; estado de situación de las obras de infraestructura; evaluación del impacto; las últimas y crecientes medidas de fortalecimiento del sistema de alerta temprana, entre otras.

                En cuanto a la laguna Merín, en este ámbito la prioridad es coordinar con la parte brasileña una gestión conjunta de la cuenca de la laguna, que permita tener una política medioambiental uniforme.

                Respecto a la relación puntual que recién mencioné que hace a la laguna Merín y en lo que refiere a las obras que se plantean desarrollar conjuntamente con Brasil, y a propósito de la mención que hice de la hidrovía del río Uruguay, me permito decir que el desarrollo de la hidrovía del río Uruguay se trata de un proyecto en etapa de definición conceptual, en la cual lo relevante es llegar a su visualización como una alternativa estratégica válida para impulsar el desarrollo y la integración subregional entre Argentina, Brasil y Uruguay. Este proyecto no tiene aún ninguna institucionalidad propia ni ha sido objeto de ningún acuerdo específico, pero ha sido impulsado por el presidente Lacalle Pou en sus conversaciones bilaterales con Argentina y Brasil, y existe un creciente apoyo del sector privado riograndense, al que le estamos dando seguimiento y apoyo desde Brasilia y desde Rio Grande.

                Respecto al nuevo puente sobre el río Yaguarón y la restauración del Puente Internacional Barón de Mauá, en este caso se trata de dar apoyo y seguimiento diplomático a las gestiones tendientes a concretar ambas obras, que ya se encuentran en etapas avanzadas del proyecto y próximas a la licitación. Este proyecto ha sido objeto de conversación entre el Ministerio de Transporte y Obras Públicas de Uruguay y el Ministerio de Infraestructura de Brasil, con acompañamiento por parte de ambas cancillerías. Se proseguirá, en tal sentido, impulsando y coordinando las acciones necesarias para su más pronta concreción.

                En lo que refiere a la hidrovía Brasil-Uruguay, a que hacía mención hace unos instantes, el objetivo diplomático concreto que nos proponemos es promover y apoyar la concreción de las obras que permitan viabilizar la navegabilidad entre la laguna Merín y la laguna de los Patos. Muy particularmente se procura comenzar el dragado de la zona denominada Sangra Douro, próxima a la entrada del canal de São Gonçalo; el mantenimiento de este canal, así como el dragado y mantenimiento de balizas en la laguna Merín, propiamente.

                En cuanto a asuntos marítimos, en su área se continuará el proceso de negociación con Argentina del límite lateral marítimo a partir de las 200 millas hasta el límite exterior. Cabe consignar que este tema es de gran relevancia para el país y ha aumentado su interés desde que la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de Naciones Unidas emitiera dichas recomendaciones para que Uruguay pueda proceder a dicha delimitación en el año 2016.

                Finalmente, y antes de culminar esta presentación, quiero mencionar el carácter de Uruguay como miembro consultivo del Tratado Antártico, precisamente cuando hoy se cumplen 37 años del mismo. Un distinguido compatriota, Albert Lluberas, reconocido por su versación y experiencia en los temas antárticos, ocupa desde el 2017 precisamente el cargo de secretario ejecutivo de dicho tratado. Con la adhesión al tratado de Washington nuestro país no solo reafirmó su apego al derecho internacional en los propósitos y principios enunciados en la carta de las Naciones Unidas, en particular los de igualdad soberana y de cooperación internacional entre los estados, sino que ratificó su clara vocación antártica anclada en profundas razones históricas, geográficas y de compromiso e interacción con el continente.

                De esta posición, Uruguay ha buscado siempre conciliar y promover una adecuada gestión ambiental del continente antártico bajo los parámetros de su uso pacífico y con miras a desarrollar ciencia relevante, colaborativa, interdisciplinaria y sinérgica con los demás estados miembro del sistema, en base al principio de cooperación internacional.

                En el actual contexto de pandemia es cuando ese principio de cooperación internacional ha adquirido especial relevancia. Uruguay, al igual que el resto de los países miembro del Tratado Antártico, han asumido el compromiso de evitar el ingreso del COVID-19 al continente blanco a través de la implementación de rigurosos protocolos sanitarios y trabajando de manera coordinada de cara al desarrollo de la próxima campaña antártica de verano 2020-2021.

                Ahora sí, a propósito de la mención que hice en determinados puntos de la presentación, me gustaría dejar en el uso de la palabra –sí así lo permite el señor presidente– a la directora general para asuntos económicos internacionales, embajadora Victoria Francolino, a fin de que haga referencia al programa que nos hemos dado de cara a lo que es la inserción económica comercial del Uruguay, habida cuenta de las distintas herramientas y las dificultades que eventualmente se puedan encontrar en el camino.

SEÑORA FRANCOLINO.- Muchas gracias, señor presidente y señor ministro.

                En primer lugar, me gustaría destacar que el señor ministro hizo referencia a una serie de encuentros que tuvo en la cancillería: recibió a las cámaras, a las federaciones, al PIT-CNT, a las cámaras bilaterales, a la CUTI, a las cámaras un poco más sectoriales. Y lo que detectamos en todos los planteos que nos hicieron fue que nos pidieron mayor articulación, mayores espacios de participación. Al mismo tiempo, también destacaron los grandes desafíos que están encontrando a nivel internacional, obviamente, debido a las consecuencias económicas y comerciales de la propagación de la pandemia. Es por eso que llegamos a la conclusión de que necesitábamos organizar el trabajo de la Dirección General para Asuntos Económicos Internacionales. Se trata de la organización del trabajo que ya hacemos con nuestra importante red de embajadas y oficinas económicas y comerciales en el exterior. Las prioridades las organizamos en función de tres ejes a los que llamamos: mercados, alianzas comerciales y posicionamiento internacional.

El señor ministro se refirió con lujo de detalles a todas las actividades que la cancillería lleva adelante desde su rol y desde sus competencias naturales, que tienen que ver con la inserción económica internacional. Los tres ejes apuntan a organizar el trabajo de la cancillería en materia económica comercial y en generar nuevos espacios para la articulación pública y privada con entidades nacionales e internacionales, que son relevantes a los objetivos que buscamos en esta política comercial ofensiva que nos hemos trazado de cara a los próximos años.

                Cuando hablamos del primer pilar o eje prioritario de trabajo, ¿a qué nos referimos con los mercados? A buscar nuevas oportunidades de exportación, a través de la diversificación de los destinos, pero también a la identificación de nichos de mercado. También nos referimos a salir a buscar nuevas inversiones, flujos de turistas, y a mantener la conectividad de todo tipo para que los turistas puedan llegar al Uruguay, como así también de las líneas de transporte marítimo y aéreo.

                A su vez, al hablar de alianzas comerciales –que es nuestro segundo eje prioritario de trabajo– aludimos a los instrumentos con los que ya contamos. En este sentido, el señor ministro se refirió, por ejemplo, al ámbito de la Comisión Mixta Económico-Comercial y de Cooperación Uruguay-China, que tendrá lugar la semana que viene; debemos utilizar estos instrumentos, estos ámbitos que ya están instalados.

                También tenemos la reunión del TIFA, la instancia de alto nivel con Rusia, las comisiones administradoras de los acuerdos de libre comercio con México y con Chile y también tenemos la oportunidad de generar nuevas instancias, diálogos de alto nivel. Se trata de utilizar todos los instrumentos y las instancias que ya tenemos para consolidar nuestra presencia y articular para proyectarnos con intereses ofensivos, obviamente que sean de interés de la república.

                El último eje de trabajo es el posicionamiento internacional. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de posicionamiento internacional, como un eje prioritario para la inserción económica internacional? A dos aspectos: a los foros que ya tenemos, a las oportunidades que ya tenemos de proyección internacional, como los organismos internacionales que ya fueron mencionados por el señor ministro –la OMC, la FAO, la OCDE, el Centro de Comercio Internacional–, pero también a salir proactivamente a buscar nuevas oportunidades de posicionamiento. Puedo mencionar el foro de Davos, en su próxima edición en América Latina, que todavía no lo tenemos confirmado. En definitiva, debemos ser proactivos y salir con el objetivo de participar y posicionarnos.

                ¿Cuáles son los temas en los que queremos posicionarnos a nivel internacional de forma más relevante y más visible? Podemos hablar de comercio y género, como ya fue mencionado, de mipymes, de seguridad alimentaria, de inocuidad de los alimentos, de economía digital, como señaló el señor ministro −estamos llevando a cabo conversaciones con contrapartes nacionales y estudiando las oportunidades que se nos presentan–, y de súper ingredientes y súper alimentos.

Estos tres ejes prioritarios de trabajo, como mencioné anteriormente, son el resultado de escuchar a los diferentes operadores nacionales que están preocupados por la inserción económica internacional, y que tienen muchas ganas de sumarse y contribuir  a los esfuerzos que hace el ministerio. Por supuesto que desde la cancillería vemos esto como una oportunidad de enriquecimiento mutuo. Es por eso que organizamos nuestro trabajo en función de estos tres ejes prioritarios, a efectos de facilitar esta articulación público-privada que estamos buscando.

El señor ministro también señaló la importancia del trabajo que estamos realizando y que se va a potenciar y dinamizar con las intendencias, con el interior del país y, por supuesto, con los respectivos ministerios a nivel de sus áreas de competencia que enriquecen nuestra proyección y posicionamiento internacional.

                Para terminar, puedo decir que a estos tres ejes prioritarios de trabajo los hemos llamado map –mapa en inglés– para visibilizar mejor nuestro trabajo y generar la articulación que buscamos.

                También surge del sector privado, que nos ha visitado en las últimas semanas, el concepto de salir a capitalizar la creciente atención que Uruguay está generando a nivel internacional. Consideramos que estamos atravesando un muy buen momento por el manejo de la crisis sanitaria, por el hecho de haber logrado mantener los motores de la economía en movimiento y por estar brindando soluciones puntuales a pedidos puntuales. Por ejemplo, en el área económica comercial logramos el ingreso de las cuadrillas kosher para que no se detuvieran las exportaciones de carne; logramos que ingresaran los inspectores para las plantaciones de arándanos en el litoral del país, así como todos los equipos de trabajo de UPM y podría seguir con muchos ejemplos. Se trata de salir a capitalizar este buen momento donde, por supuesto, el objetivo es concretar los intereses económicos y comerciales de Uruguay y el bienestar de la gente.              Podría dar ejemplos concretos –tengo varias páginas–, pero me parece que con esto ya es suficiente.

                Muchas gracias y quedo a disposición de cualquier consulta.

 

(Se suspende momentáneamente la toma de la versión taquigráfica).

 

SEÑOR DA SILVA.- Escuchar al señor canciller nos ilustra bastante con respecto al horizonte que tenemos por delante. Su exposición fue larga y no dejó ningún aspecto sin mencionar, y si bien valoramos la política exterior como una política de Estado, hay algunos ribetes expresados por el canciller que hacen a algunas particularidades que nos dejan muy contentos. Este Gobierno se va a apegar en todo a los principios y normas del derecho internacional, pero pondrá su prioridad en el interés nacional y, en ese sentido, rescato tres conceptos que muestran una línea que compartimos y que son: seriedad, pragmatismo y realismo. Quizás este sea un matiz con respecto a lo vivido en los últimos tiempos por lo que nos parece adecuado dejarlo de manifiesto en la versión taquigráfica.

                Voy a hacer una pequeña exposición y, después, quisiera realizar algunos pedidos a los señores embajadores; unos muy rimbombantes y otros muy puntuales, pero que hablan, sobre todo, de defender el interés nacional a través de la incrementación del comercio y de las exportaciones.

Con respecto a eso, quiero resaltar la intervención de la embajadora Francolino, una mujer –la sabemos así– que día a día está detrás de la solución de los problemas, con un equipo muy competente –de los más competentes que ha tenido la Cancillería–, sobre todo, en el dinamismo y el pragmatismo que le pone a la solución de problemas de carne y hueso que tienen que ver con los líos del comercio exterior.

                Somos conscientes del cuarto de hora que estamos atravesando a nivel internacional y es imperioso, como país, aprovecharlo. Sería muy frustrante que después de la pandemia nos quedáramos con los aplausos sin haber conseguido nada. Hoy Uruguay está en el mapa del mundo –siempre lo estuvo–, y en eso el servicio exterior ha sido gran responsable, por su profesionalismo y su capacitación. Pero, en particular, hoy estamos un poquito más allá: realmente estamos en el mapa del mundo. Estamos de moda en el mundo sofisticado, en el mundo rico que nos ve como ese rinconcito al que mucha gente quiere venir a vivir; al que mucha gente quiere venir a comprar las cosas que este rinconcito sano e inocuo produce.

                Una de las grandes miradas es la de la República Popular China. Hemos sido testigos de lo que ha pasado entre el presidente y el premier chino y de cómo esa conversación ha seguido derramando en opinión pública.

Todos los aquí presentes saben lo que es China y lo que cuesta hacerse notar en ese país, pero nosotros hoy estamos en ese proceso. Es un logro compartido entre la cultura del pueblo uruguayo, las bondades del presidente y las gestiones de la Cancillería y de un embajador de esos que uno admira siempre, como lo es mi amigo personal el embajador Fernando Lugris. Pero si nos quedamos en eso, podemos desaprovechar el momento.

Sabemos que el señor presidente está por ir a China y, a nuestro entender, Uruguay –al igual que Chile, Perú y Brasil– debe tener con ese país esa relación integral como mencionaba el señor canciller. Es de vital importancia suscribir el plan OBOR, que es el nuevo camino de la seda, de forma tal que podamos aprovechar este momento. Para Uruguay, proveedor de alimentos sanos e inocuos, país con un ADN agropecuario, poder ser parte de un plan integral, de una relación integral con la República Popular China, es prioritario.

                Yendo de lo más a lo menos, también es prioritario que en esa reunión bilateral que la embajadora Francolino llevará adelante, se pueda dar una señal sustantiva en cuanto a la habilitación del sorgo como una de las gramíneas sustitutas para las rotaciones agrícolas, que hoy tiene en el mercado chino un destino natural. Parece algo pequeño, pero tener habilitado el mercado del sorgo puede llegar a ser una revolución en el campo uruguayo, como lo fue en su momento la habilitación de las vaquillonas Holando u otros tipos de mercado. Si nosotros damos el marco sanitario y legal, el mercado –solito– va a lograr generar esa revolución. El sorgo es un puntal fundamental en las rotaciones agrícolas; es, quizás, el cultivo de mayor resistencia a la sequía. Necesitamos dar señales en ese aspecto, porque puede llegar a ser revolucionario, no tanto en el núcleo típico, sino en las zonas del noreste y del norte, donde hoy, por problemas de precios, se ha dejado de plantar soja.

A ese respecto, queremos hacer una pregunta sobre la agregaduría agrícola en China. Soy de los que creen que es muy importante por todo esto; Uruguay debe ser proveedor de ese mercado infinito. En el pasado reciente, no hace tanto, los privados lograron la colocación de sus productos y a partir de ahí se ha generado una revolución impresionante, que se inició en el 2002 y que llevó a que en este país, de la nada, se plantara un millón y medio de soja en cuatro o cinco años.

Si eso lo pudiéramos llevar adelante en los ejidos de las ciudades del interior a través de la generación de mercados de vegetales –tales como papa, cebolla, zanahoria, remolacha y todo aquello que se produzca–, podemos hacer en Uruguay una revolución productiva muy similar a la que se viviera en Holanda años atrás. Y para eso tenemos que aprovechar la fama de productores inocuos y sanos, y poner cabeza y pienso en esas cosas.

                Excepto en el caso de Minas, que está en un valle, los cinturones del resto de las capitales del interior están en suelo fértil, y es allí donde hay un debate entre ser microproductor o irse a vivir a un asentamiento.

                De la noche a la mañana, Uruguay pasó de ser exportador de lana a ser exportador de carne y lana; después, de carne, lana y soja; y ahora, de carne, soja y madera. A su vez, tenemos el potencial –que está al alcance de nuestras manos– para ser exportadores de vegetales. Hay un país que nos va a comprar todo y créanme que si la revolución de la soja fue lo que permitió el desempleo cero, esto va a generar una demanda muy similar a lo que se ve en la industria del software.

                Con respecto al Mercosur, somos de los que creemos que tenemos que aprovechar la presidencia pro tempore del Uruguay.  Somos de los que no queremos que ustedes gasten más energía en acuerdos que hoy, por la vía de la realidad, no van a tener andamiaje. Ha habido pronunciamientos. Hay una realidad política insoslayable que, a mi entender, deberíamos tener en cuenta.

                El foco, a mi entender, es no malgastar esa energía e ir por la flexibilización del decreto 32/00, que nos permite, de alguna forma, romper ese corsé y salir al mundo.

                Por aquello del cambio de las circunstancias y de acuerdo con lo que dije al inicio de mi exposición, hoy el Uruguay tienen que aprovechar esta fama de país serio que tenemos. Y el Mercosur, tal cual está, sin modernizar y con tiempos que no son acordes a la pandemia y al mundo pospandemia, probablemente sea un corsé. Entonces, por aquello de la sinceridad, el pragmatismo, el realismo y el sentimiento del interés nacional por sobre todas las cosas, a nuestro entender, es por ahí que debería ir gran parte de la solución.

Muchas gracias, señor presidente.

SEÑOR  BERGARA.- Señor presidente: sin duda estamos en un tema crucial de un país pequeño que necesariamente tiene que estar inserto en el mundo de la mejor manera posible. Reivindico el carácter de política de Estado que en general se tiene en esta visión. Política de Estado es tener orientaciones y continuidades en los lineamientos básicos de la política exterior; no significa estar de acuerdo con cada medida o cada acción.

En los últimos tiempos hemos manifestado nuestras discrepancias y preocupaciones en algunos temas como los vinculados a la residencia fiscal y la decisión de Uruguay con respecto a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo, pero eso no obsta de tener una visión de continuidad en las políticas de Estado en temas de inserción externa, que, reitero, son las que permiten construir la reputación que el Uruguay tiene. Es una reputación tradicional, de largo plazo, que se ha afianzado en los últimos años, junto con la credibilidad.

Somos un país que en los últimos años pasó de exportarle a 65 países a exportarle a más de 150, que tiene una inserción en los mercados financieros con excelentes condiciones financieras por su reputación, que tiene una multiplicación de los flujos turísticos y del volumen de exportación y de comercio internacional de bienes y servicios globales e, incluso, con productos relevantes que son ítems relativamente nuevos, ya que hace quince o veinte años no existían en Uruguay.

O sea que esa continuidad es fundamental, en base a una inserción que, obviamente, implica el respeto a todos los principios y valores de la inserción externa y de la política exterior que el señor ministro manejaba.

                La exposición del señor ministros nos pareció muy adecuada en cuanto a la definición de objetivos y lineamientos generales, que por la multiplicidad de temas necesariamente quedan en la generalidad, en el deber ser o en la intención. Por lo tanto, mi intención simplemente es escoger dos o tres puntos para solicitar un poco más de concreción en los objetivos de relativo corto plazo, porque creo que son aspectos sustanciales.

                El primer punto tiene que ver con la situación de Argentina. Creo que no podemos soslayar en el análisis la situación que está atravesando Argentina en lo político, en lo económico, en lo social, porque, ineludiblemente, los impactos se van a sentir en el Uruguay. En el terreno político –sobre todo en las últimas semanas– da la impresión de que hay una película que esperemos que no se repita, pero que ya vimos, y habría que evaluar, justamente, cuáles son las probabilidades o los distintos escenarios posibles en esta situación de una Argentina que seguramente este año tendrá una caída en el  nivel de actividad de órdenes del 12 % mínimo, con niveles de pobreza que van creciendo y que superan el 40 % de la población, y con todas las dificultades que tienen en materia de inflación y de fortalezas financieras.

Por lo tanto, ese es un tema sobre el cual solicitaría al ministro y a su equipo alguna reflexión. Tengo claro que hay canales de trasmisión de los problemas que otrora, allá por el año 2002, impactaron en el Uruguay y que hoy están esencialmente más neutralizados, como el canal financiero y el rol del sistema bancario en Uruguay, pero es impensable que no haya algún tipo de impacto en cuestiones muy sensibles de la economía uruguaya, tanto en temas del turismo como de relaciones que van más allá de lo estrictamente comercial.

                El segundo punto sobre el que pediría un foco un poco más concreto es el que tiene que ver con los objetivos y las posibilidades de avance en el acuerdo del Mercosur con la Unión Europea. En aras del pragmatismo y el realismo, creemos que lo que hoy tenemos sobre la mesa es esta negociación, que se ha podido hacer a través del Mercosur, y, como bien decía el señor ministro, está claro que logramos avances en esta dirección cuando trabajamos junto con los países del Mercosur. Creo que plantearse la salida por el artículo 32, de la flexibilización, es algo que intentamos y procuramos desde hace muchos años, pero la vida nos viene demostrando que si hablamos de pragmatismo y realismo no puede ser ese el foco inmediato, sino más bien aprovechar el marco de negociación que se ha generado, en el caso de la Unión Europea a través del Mercosur, con pronunciamientos que son muy relevantes para nosotros. En el caso de Uruguay, hay una expectativa muy importante y quisiera saber en concreto qué factibilidad hay en los próximos meses con respecto a algún tipo de avance en este contexto de pandemia e incertidumbre que vivimos.

                El tercer aspecto también es general y refiere a las relaciones con socios relevantes o con socios importantes en el mundo. La embajadora Francolino hablaba de las circunstancias que tenemos ahora con China, con Rusia, con Estados Unidos, con México y con Chile. Obviamente, Uruguay tiene un muy buen relacionamiento con China a partir de las actitudes que tuvo en relación a la estrategia china de «La Franja y la Ruta» y el fortalecimiento de relaciones políticas y comerciales que ha habido.

En aras de ser más concretos en este tema, también me gustaría saber qué objetivos viables pueden verse en la relación con China en los próximos meses. Sabemos que no se van a lograr acuerdos ambiciosos y sofisticados, pero quizás se logren negociaciones de tipo parcial que puedan ser importantes para el Uruguay. Nos gustaría que hicieran alguna reflexión más concreta sobre esos puntos, más allá de que compartimos los objetivos y los lineamientos formulados por la cancillería, por el señor ministro y por la embajadora Francolino.

Concretamente, en estos tres temas –Argentina, Mercosur-Unión Europea y el vínculo con China–, ¿qué expectativas podemos tener en un contexto que todos sabemos es de una enorme incertidumbre? Nos gustaría saber si la cancillería tiene metas más concretas vinculadas a estos temas para que podemos reflexionar en conjunto.

Muchas gracias, señor presidente.

 

(Ocupa la Presidencia el señor senador Bonomi).

 

SEÑOR MINISTRO.- Respecto a las inquietudes que planteaba el senador Da Silva sobre la posible habilitación del mercado del sorgo, precisamente en este momento estamos recabando de distintos sectores que participan de la actividad productiva del Uruguay insumos para la comisión mixta que está previsto que se lleve adelante a partir de la semana que viene, en función de la preparación que nos debemos para la próxima visita en el mes de noviembre, como prólogo antes de la visita del presidente.

                Creo que la relación con China se viene trabajando en forma espléndida desde siempre, como bien apuntaban el senador Da Silva y el senador Bergara. Creo que tenemos un lujo de embajador y una embajada que viene funcionando, junto con una red de consulados que nos hemos dado en China, en forma espléndida.

En ese sentido y a propósito de la inquietud que usted manifestaba en cuanto a la oficina agrícola, precisamente acabamos de acordar la extensión de su presencia por otros tres años más. Además, habida cuenta del interés que manifestó INAC –esto es de parte del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca–, también estamos habilitando un espacio en la embajada a Procarnes, del INAC, para hacer una política más agresiva en materia de incorporación de carnes en la balanza comercial.

                En cuanto a la resolución 32, como bien apuntaba el senador Bergara, es una inquietud de todos, pero mientras sigamos en el Mercosur es de difícil solución.

 

 (Se suspende momentáneamente la toma de la versión taquigráfica).

 

(Ocupa la presidencia el señor senador Penadés).

 

SEÑORA FRANCOLINO.- Haciendo referencia al producto mencionado por el señor senador Da Silva, el sorgo efectivamente integra la lista de habilitaciones que están en curso y que van a ser impulsadas en el marco de la próxima Commix, dentro de los más de treinta productos de origen agropecuario y pesquero que tenemos. Tal como ya fue señalado en las diferentes intervenciones, esta instancia de alto nivel que vamos a tener el próximo 14 de octubre es muy importante; se trata de una reunión en la cual vamos a abordar todas las áreas que tienen que ver con la cooperación económica y comercial con China. A este respecto, estamos llevando a cabo consultas con los ministerios competentes en la materia. Es un trabajo al que le estamos poniendo mucha dedicación desde hace varias semanas y que toma en cuenta los intereses ofensivos de los demás ministerios: el de Ganadería, Agricultura y Pesca, el de Industria, Energía y Minería, el de Economía y Finanzas, entre otros.

Asimismo, consultamos a otras entidades que están vinculadas con los temas de comercio exterior. Para mencionar una iniciativa concreta, voy a citar el ejemplo del LATU, que está trabajando en un acuerdo de reconocimiento mutuo de operadores certificadores, y también está abocado a la exportación de lácteos a China. Estos son ejemplos concretos del nivel de detalle con que trabajan estas comisiones mixtas, que no se quedan en la foto sino que nos ayudan a alcanzar resultados tangibles.

Volviendo al tema de los lácteos, estamos facilitando su relacionamiento con las contrapartes en China porque se detectó que ese mercado está acostumbrado a los lácteos provenientes de Nueva Zelanda, entonces, se están haciendo gestiones e intercambiando muestras e información, justamente para tratar de adaptarnos a las preferencias de los consumidores de ese país.

                Continuando con los asuntos que están incluidos en la agenda de negociación bilateral, tengo una lista de más de cuarenta y cinco acuerdos relativos a negociaciones de evaluación. El primer acuerdo que tenemos en la lista es el protocolo de exportación y, por mencionar otros, agrego: plan de acción en materia de recursos minerales, protocolo de propóleos, promoción de carne, exportación de manzanas, caracoles vivos, cooperación industrial.

Volviendo a la importancia de China como mercado, que es nuestro principal socio desde 2013 y que tiene mucho potencial de crecimiento no solo en bienes, ya mencioné las habilitaciones en curso, y hay temas de promoción comercial. En estas últimas semanas estuvimos participando en instancias virtuales para las cuales el Gobierno chino y otras entidades nos han facilitado pabellones agrícolas para mostrar nuestra producción; estuvimos presentes en la feria SIAL, desde Uruguay y a distancia pero con la importantísima presencia de nuestra embajada y de nuestros funcionarios diplomáticos defendiendo los intereses económicos y comerciales del país.

Vamos a estar presentes, también, en la feria de los importadores, que tendrá lugar en Shanghai en el mes de noviembre, en un evento nuevo que se llama Tmall para promover el e-commerce. Debo hacer referencia a que en la próxima Commix económica y comercial vamos a tratar, también, el tema del e-commerce. Estamos buscando nuevas oportunidades para posicionar nuestros productos por medio de ese canal de venta.

                También fueron mencionados los servicios, un área que no está debidamente explotada, por lo cual vamos a tener conversaciones al respecto y vamos a presentar proyectos concretos para poder promocionarlos. Tenemos un grupo especial que está evaluando, justamente, cómo posicionarnos con más fuerza en ese sector.

                En el capítulo de inversiones, que tal vez es uno de los más promisorios, ya se habló de buscar inversiones de calidad, que se puedan acoplar a los intereses nacionales. Al respecto estamos en conversaciones con la OPP y con los ministerios competentes, pero no puedo dar más detalles sobre eso porque esperamos los insumos para mañana. Pero ya hemos mantenido algunos intercambios. Y, por supuesto, un instrumento clave para posicionarnos en las inversiones es el acuerdo marco que tiene que ver con «La Franja y la Ruta», que va a ser firmado en algún momento, cuando el señor canciller pueda concretar su primera visita oficial.

                Por otra parte, se habló de la asociación estratégica. Ya llevamos cuatro años en ese rango de asociación estratégica. Por supuesto que es un objetivo prioritario avanzar hacia una asociación estratégica. Esto, sin lugar a dudas, va a aumentar la interacción a nivel de las autoridades oficiales y los contactos. Va a estimular y diversificar el entendimiento mutuo.

                Otra aspiración que tenemos es la de concretar el memorando para intenciones de compra, que, como sabemos, es un instrumento que el gobierno chino promueve en este tipo de encuentros.

                Finalmente, también estamos trabajando en cooperación energética, cooperación en turismo, cooperación productiva.

                Es cuanto quería decir, señor presidente.

SEÑOR PRESIDENTE.- Creo que sería importante, señor ministro, como una política de trabajo entre la cancillería y esta comisión, que como se han anunciado una serie de reuniones vinculadas a temas de los grupos de trabajo que la cancillería tiene sobre el TIFA y esta reunión que se va a tener con China, una vez que finalicen usted disponga que se remita un informe a conocimiento del Senado.

                Dicho informe eventualmente puede ser por escrito o tal vez podamos recibir a algunas de las personas que están al frente de estos departamentos de la cancillería, porque nos interesa mucho tener una continuidad en estos temas.

                En definitiva, la idea es que esto no se circunscriba simplemente a esta visita y a una futura convocatoria, sino que establezcamos una línea de trabajo en la que permanentemente podamos estar recibiendo un flujo de información que nos permita hacer un seguimiento, que a todos los senadores nos interesa, sobre los temas en los cuales en particular la señora embajadora Francolino nos ha informado en la tarde de hoy.

SEÑOR MINISTRO.- Va a ser un gusto, señor presidente. Incluso, la idea es venir puntualmente una vez que culmine cada uno de los distintos avances en las negociaciones o diálogos que tengamos. Es decir que más allá de acercar los documentos, también está asegurada la presencia nuestra.

                Pero además –y esto es algo que yo lo he manifestado en alguna ocasión–, creo que dentro de lo que es la construcción de la política exterior, también tenemos que recuperar algo que en su momento era un acierto de parte del Uruguay –estoy hablando del año 1985 en adelante–, cuando se invitaba a los señores parlamentarios a acompañar las delegaciones cuando salían. Yo en ese sentido voy a hacer saber con tiempo toda vez que vaya puntualmente a algún país o cuando tenga por delante una serie de viajes, para que eventualmente puedan acompañarme en función de los intereses que se vayan a tratar en cada ocasión.

SEÑOR PRESIDENTE.- Si ningún otro señor senador desea hacer uso de la palabra, agradecemos al señor Ministro de Relaciones Exteriores y a la delegación que lo ha acompañado en la tarde de hoy por su comparecencia ante esta comisión, y prontamente nos vamos a volver a ver.

                No habiendo más asuntos, se levanta la sesión.

(Son las 19:49).