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COMISIÓN ESPECIAL DE DERECHOS HUMANOS, EQUIDAD Y GÉNERO

(Sesión celebrada el día 28 de julio de 2020).

 

SEÑORA PRESIDENTA.- Habiendo número, está abierta la sesión.

(Son las 11:40).

La Comisión Especial de Derechos Humanos, Equidad y Género tiene el gusto de recibir a los representantes del Consejo Nacional Consultivo Honorario de los Derechos del Niño y el Adolescente. 

Tiene la palabra la profesora Ribeiro.

SEÑORA RIBEIRO.- Como subsecretaria de Educación y Cultura presido –en guarda compartida, digamos, junto con el Mides,  porque nos turnamos– el Consejo Nacional Consultivo Honorario de los Derechos del Niño y el Adolescente.

Lo primero que queremos hacer es agradecerles que nos hayan recibido, sobre todo porque este consejo tiene una muy buena memoria de las instancias en las que el Poder Legislativo lo recibió y en las que se pudieron abordar, mancomunadamente, los problemas inherentes a niños y adolescentes.

Esta es una instancia más de diálogo, en la que me acompañan algunos integrantes del consejo  que  quisiera que se presentaran ante  ustedes.  De este lado de la mesa, digamos, está la gente que hace mucho trabajo de campo y que está muy cerca de los problemas de la niñez y la adolescencia, y del otro lado está el Poder Legislativo que tiene la labor de legislar. Y ese diálogo sobre cuál es el alcance de la ley y cuál el terrible alcance de la realidad, siempre nos ha parecido muy positivo. Hubo instancias –sobre todo cuando la batuta la llevaba María  y, luego, el doctor Gandini–  en las que se dieron diálogos y  acercamientos que fueron muy fructíferos.

Una vez que asumimos la nueva directiva de este consejo solicitamos ser recibidos y confesamos que no pensamos que esta instancia se concretara tan rápidamente, de modo que estamos gratamente sorprendidos y les agradecemos muchísimo esta oportunidad.

Me acompañan la señora Rosario Rodríguez, secretaria técnica  del consejo, y la señora Verónica Pino, secretaria administrativa, así como algunos de los miembros de un consejo muy numeroso, que tiene varias facetas técnicas a considerar, por lo que me gustaría que se presentaran ellos, personalmente, para luego poder conversar.

SEÑORA RODRÍGUEZ.- Soy la secretaria técnica de  la Dirección de Educación del Ministerio de Educación y Cultura. Integro el consejo en representación del MEC.

SEÑORA SENA.- Buenos días. Gracias por recibirnos. Soy la directora de «Uruguay Crece Contigo» e integro el consejo en representación del Ministerio de Desarrollo Social.

SEÑORA ÁLVAREZ.- Buenos días. Soy ministra del Tribunal de Apelaciones de Familia de segundo turno y represento al Poder Judicial.

SEÑORA PINO.- Buenos días. Soy secretaria administrativa del Consejo Nacional Consultivo Honorario de los Derechos del Niño y el Adolescente.

SEÑOR VENTOS.- Buenos días. Vengo en representación de la sociedad civil Asociación Nacional de Organizaciones no Gubernamentales orientadas al Desarrollo.

SEÑORA RIBEIRO.- Hechas las presentaciones quisiéramos, sobre todo, que el canal de comunicación quede abierto y fluido, porque hay mucho trabajo ya hecho y otro tanto por hacer.

Lo último que este consejo elevó al Poder Legislativo fueron los proyectos de ley con algunos cambios que, a los efectos de la aprobación de la LUC, probablemente podamos decir que están en contradicción o, por lo menos en discusión. Quisiéramos saber en qué etapa está eso  o cuál es el canal que ustedes estiman que seguirá.

Luego, lo que más nos preocupa es la situación que debido a la covid 19 todos sabemos que se desarrolla dentro de los hogares y de los ámbitos sometidos a cuarentena y a excepcionalidad permanente. Sabemos que hay una situación especialmente conflictiva que nos aqueja y nos preocupa a todos. Aspiramos a conversarlo con ustedes y a dejar establecido ese canal de reflexión y de diálogo.

SEÑORA PRESIDENTA.- Por mi parte, voy a hacer una pregunta. Seguramente después las compañeras también querrán hacer algún aporte o formular preguntas.

Tú hablaste de proyectos de ley que habían presentado en su momento y que, en parte, están en contradicción con la LUC. Capaz que podrías profundizar un poco en eso, especificar a cuáles te estás refiriendo y qué áreas se están viendo comprometidas.

No sé si los demás integrantes de la comisión también quieren hacer preguntas, en cuyo caso después las contestarían todas.

SEÑORA SANGUINETTI.- Buenos días y muchas gracias por estar hoy acá. Para quienes nos preocupan los temas de la infancia, la primera infancia y la adolescencia, es un gusto recibirlos.

                Quería hacerles una pregunta de corte general. Tenemos claro el objeto de la creación del consejo, pero en mi caso quisiera conocer un poco más cómo es el funcionamiento de ustedes, con qué frecuencia se reúnen y demás, para entender cómo es que esto opera en la práctica, porque en algunas ocasiones se genera un distanciamiento entre lo que leemos y lo que después sucede en los hechos.

SEÑORA RIBEIRO.- Empiezo por contestar la última de las preguntas formuladas. 

                Este consejo tiene comisiones. Antes se reunía con una frecuencia quincenal, ahora tuvimos un interregno bastante grande debido al estallido de la pandemia y demás. Actualmente se están reuniendo quincenalmente las subcomisiones o comisiones y una vez al mes el consejo en pleno. Hasta ahora, ha sido de manera virtual, es decir, no presencial. La de hoy, finalmente, ha sido una instancia presencial, con esta pequeña delegación. Por suerte, hay continuidades y hay renovaciones. Aquí hay personas que han estado durante toda la gestión anterior y, frente a las preguntas de ustedes, voy a apelar a ellos frecuentemente porque me parece que tienen más autoridad dado que vieron el proceso de cerca. Específicamente, le cedería la palabra a Marcelo Ventos para que explique los tres proyectos de ley, porque él estuvo en eso y tiene la autoridad implícita.

SEÑOR VENTOS.- Ante todo, para responder a la senadora Sanguinetti quiero decir que el consejo es honorario y es el único que, por ley, congrega al Poder Ejecutivo, al Poder Judicial y a la sociedad civil. Es la única ley que tiene ese ámbito de diálogo entre distintos actores y por eso la importancia de que, de alguna forma, pueda consolidarse un espacio de intercambio permanente con el Parlamento, ya que es el único actor que no necesariamente participa en esas pláticas vinculadas con temas de los derechos de la niñez y la adolescencia. De ahí los esfuerzos que se han hecho en los últimos años y que esperamos se reiteren en este proceso. El senador Gandini, de alguna forma, también fue parte del proceso de construcción de estos vínculos entre el consejo consultivo y el Parlamento uruguayo, que se tradujo en tres desayunos de trabajo que se realizaron en 2017, 2018 y 2019. De esta manera ya estamos invitando a esta comisión y al Parlamento entero a planificar una instancia similar para este 2020, un desayuno de trabajo, un almuerzo de trabajo, una jornada de trabajo vinculada a la niñez y la adolescencia. Creemos que es importante generar un espacio y acordar la temática en una instancia en la que el Parlamento y el consejo puedan poner sobre la mesa los temas que nos ocupan.

                Por otro lado, en el 2018 se desarrolló un espacio junto con la Escuela de Gobierno –del Parlamento– y el consejo consultivo, donde acordamos generar un espacio de sensibilización y de formación para los diputados, para los asistentes y para los equipos que integran los diputados y los senadores en estos temas de derechos de la niñez y la adolescencia; en realidad, es uno de los cometidos de este consejo en la medida en que esto de los derechos de la niñez implica un proceso de aprendizaje continuo, pues ninguno nació sabiendo, menos aún cuando necesariamente involucra una práctica cotidiana.

Reiteramos la importancia de que este consejo, en diálogo con la Escuela de Gobierno que tiene el Parlamento, pueda acompañar y generar algún proceso de formación y de sensibilización en estos temas de la niñez y la adolescencia.

Por último, algo que también nos parece sustantivo y que tiene que ver con el caudal de trabajo del Parlamento, es la cantidad de proyectos de ley que involucran –directa o indirectamente– a la niñez y a la adolescencia y a los que este consejo no necesariamente puede estar haciendo aportes. En realidad, como saben los señores senadores, la ley señala que es posible consultar al consejo pero este no necesariamente está obligado a opinar sobre todos los proyectos de ley a estudio del Parlamento. El año pasado y el anterior se había logrado que el Poder Legislativo destinara a dos funcionarios –algunos recordarán los nombres; creo que eran funcionarios presupuestados del Parlamento– para que identificaran qué proyectos de ley a estudio de las comisiones involucraban directa o indirectamente la temática de la niñez y la adolescencia, a fin de que el consejo robusteciera su análisis y generara una opinión; me refiero a su opinión y no la del Poder Judicial, de la sociedad civil, del Poder Ejecutivo, etcétera. De alguna forma entendíamos que eso exigía que el consejo materializara la integralidad de la Convención sobre los Derechos del Niño que no es más que buscar y encontrar las distintas presiones que están implicadas, a nivel de los distintos actores que no forman parte del consejo. Desde ese lugar y más allá de que podamos plantearlo al señor presidente de la Cámara de Diputados y a la señora presidenta del Senado, en la medida en que esta comisión especial trata los derechos humanos deberían tramitar la forma de instrumentar ese procedimiento para que esos proyectos lleguen al consejo. 

Otro componente importante que, de alguna forma, también es nuestra responsabilidad plantear, tiene que ver con el hecho de que el consejo es honorario. La gestión y la secretaría recaen sobre el Ministerio de Educación y Cultura, pero no cuenta con ningún recurso; las participaciones son honorarias. Sabemos que existieron esfuerzos –y pretendemos que continúen– para ir dotándolo de la robustez que requiere un consejo para opinar y, en definitiva, darle continuidad, teniendo claro todos que lo que más sirve a las políticas de los derechos humanos de la niñez y la adolescencia son los procesos continuos. Quiere decir que lo que modifica o realmente complejiza o vulnera muchos derechos de la niñez y la adolescencia es la falta de continuidad de algunos procesos, pensando en las etapas de la vida que recorren los gurises.

Desde ese lugar, creemos que es relevante pensar en espacios de trabajo permanentes sobre estas temáticas, en que se les pueda pedir a las organizaciones internacionales que aporten insumos para el debate y la reflexión y que los proyectos de ley sobre los que trabaja el Poder Legislativo puedan tener la opinión –no preceptiva ni mucho menos– de un consejo que los parlamentarios definieron como importante para avanzar en la integralidad de las políticas de la niñez y la adolescencia. Por último, entendemos necesario dotarnos de un espacio mancomunado de formación en temas de derechos de la niñez. 

Creemos que los partidos políticos y todos nosotros deberíamos hacer el esfuerzo sobre estas tres cosas para sostener y buscar esta continuidad de cuestiones de derechos de la niñez y la adolescencia, independientemente del partido político al que le toque asumir la gestión de gobierno como, en este caso, la coalición. 

SEÑORA LAZO.- Nuevamente les agradecemos por su presencia y les damos la bienvenida a este espacio.

Realmente es importantísima la labor que cumple el consejo.

La señora subsecretaria mencionaba algunos temores que de pronto podrían existir en lo que refiere a algunas cuestiones que van a ser implementadas a partir de la aprobación de la ley de urgente consideración y, en ese sentido, pregunto cómo va a actuar el consejo. Particularmente nos preocupan –y lo hemos expresado en sala– algunas modificaciones que tienen que ver con el sistema penal juvenil, sobre todo teniendo en cuenta las consecuencias que puedan traer aparejadas para algunos organismos que trabajan en el ámbito –Inisa u otros– y para toda la sociedad, ante una situación –no digo un problema porque no me gusta decir que una persona, un niño o un adolescente es un problema; en todo caso los problemas son de la sociedad– que tiene que ver, fundamentalmente, con el régimen de semilibertad o con el aumento de las penas. Nuestra preocupación es cómo va a encarar esto el consejo, aunque ojalá que no suceda.  

SEÑORA RIBEIRO.- Como les decía, hemos tenido una única reunión –una vez consumado el cambio de autoridades– que fue de presentación e integración del nuevo consejo y de conformación de las comisiones, y lo que hicimos fue plantear la preocupación ante la situación de la covid-19 y la necesidad de restablecer el diálogo y la colaboración con el Parlamento. Entonces, todavía no abordamos el tema y tendremos que hacerlo, indudablemente. La pregunta era en qué quedó el trabajo realizado anteriormente; pero, bueno, en el medio hubo cambio de autoridades y la aprobación de una ley que, a ojos vista, en algunos puntos establece contradicciones o fricciones. Tendremos que trabajar sobre eso, supongo que todos, pero no lo hemos hecho todavía. Estamos en ese punto exactamente.

SEÑORA PRESIDENTA.- De alguna forma lo expresado tiene que ver también con mi pregunta, aun cuando era más general y no específica sobre ese tema. Como se mencionaron esas dificultades o contradicciones que podrían surgir, pensé que ya lo habían abordado y que más o menos tenían algo. Todavía no. Bien.

                Recién mencionaban al senador Gandini como el articulador en el período pasado.

(Dialogados).

SEÑORA RIBEIRO.- En lo que refiere a este consejo, recordábamos su muy buena actuación.

SEÑORA PRESIDENTA.- No sé si los demás senadores quieren formular preguntas o consideraciones.

SEÑOR DOMENECH.- Por mi parte, encuentro que hay una cantidad de entidades dispersas que se preocupan por el tema de la niñez y por la adolescencia. Incluso hay alguna cuya legitimidad quizás sea un poco discutible o, al menos, no muy clara. Creo que las opiniones siempre son valiosas. Lo que me llama un poco la atención es que la Constitución establece que la educación de los niños es un deber y una obligación de los padres, y generalmente la opinión de los padres está ausente en todos los espacios estatales existentes.

En nuestro caso, realmente estamos aprendiendo sobre la tarea legislativa –dado que somos novatos– y estamos estudiando todo este fenómeno de la cantidad de entidades que opinan y dan sus ideas. También me pregunto para qué tenemos el INAU. Tenemos una entidad pública que tiene una responsabilidad de primer orden en ese tema, lo que no quita escuchar a todos los actores de la vida social.

Una de mis preocupaciones tiene que ver con la escasa representación de los padres que, subrayo –como dije antes–, tienen el deber y la obligación principal de la educación de los hijos. Es un fenómeno que me llama la atención. A lo largo de muchísimos años hemos marginado a la cabeza de la institución familiar de los temas que tienen injerencia sobre la formación de sus hijos, porque, reitero, son sus hijos. En ese sentido, diría que esa es una primera preocupación personal.

Por otro lado, pienso que quizás habría que armonizar un poco tantas opiniones, de tantas entidades; seguramente todas sean valiosas, pero encuentro que está muy dispersa la preocupación.

                Eso es lo que opino particularmente sobre todo esto.

SEÑORA ÁLVAREZ.- Vengo en representación del Poder Judicial.

                En primer lugar, quiero agradecer la invitación.

                Dado el planteo del señor senador con relación a las diversas entidades preocupadas por el tema, evidentemente el Poder Judicial es una de ellas.

                En cuanto a la cantidad de entidades y a la legitimidad, aclaro que el consejo fue creado por ley y está integrado, incluso, por el INAU. No vino ningún representante de ese instituto, pero reitero que también integra el consejo. También hay representantes del Inisa; si bien no está previsto en la ley, concurren, creo, como invitados dada la importancia de su labor. Entonces, más allá de que la representatividad de quienes estamos aquí es poca dada la situación actual, es un consejo muy amplio y son diversas las instituciones que lo integran; reitero que el INAU es una de ellas. La legitimidad viene de ahí, precisamente. En el CNA está previsto este consejo y entre sus facultades se establece justamente la de ser consultado sobre las leyes que se redactan relativas a la temática de la niñez y la adolescencia. Es la ley la que habilita el funcionamiento.

SEÑOR DOMENECH.- Yo distingo legalidad de legitimidad. Yo no me refiero a la legalidad, sino a la legitimidad.

SEÑORA ÁLVAREZ.- Son organismos estatales que trabajan en materia de infancia. No discuto que, evidentemente, es importante la participación de los padres en todo esto, ¿verdad? Es básica porque se trata de la primera escuela de los niños en donde se educan inicialmente, en donde están los valores. El hogar es fundamental y así lo prevé nuestra Constitución, pero también están estas instituciones que trabajan en este tema, que nos preocupa y estamos intentando hacer algo.

SEÑORA RIBEIRO.- Este consejo fue creado precisamente con el sentido de lo que usted llama dispersión y otros denominan presencia creciente de la sociedad civil en los asuntos públicos, que atraviesan, también, una institución como la familia. Lo que hace, precisamente, es concentrar para poder dialogar mejor con quien corresponda, en este caso con el Parlamento.

                Cuando algunos paradigmas cambian –sin duda el de la autoridad paterna con legalidad y legitimidad, para utilizar su término, cambia y a veces la autoridad paterna puede tener alcance legal pero no legitimidad moral, por ejemplo cuando hay excesos en la aplicación de la autoridad– se llama a participar a la sociedad en su conjunto para establecer los límites. Me parece que ahí es donde esta complejidad y la aparente dispersión cobran sentido.

SEÑORA SANGUINETTI.- Tengo una pregunta con relación a cómo hacer una sinergia, porque claramente el tema de la primera infancia, niñez y adolescencia es muy amplio en el mundo, pero concentrándonos en el Uruguay tenemos una diversidad de problemáticas y de áreas en donde podemos y debemos trabajar.

Se mencionó que el señor senador Gandini había sido una pieza clave en la construcción de vínculos entre el Poder Legislativo y el consejo. Me pregunto, en esto del trabajo conjunto, si en el pasado se han definido ejes temáticos o si podrían ser definidos para hacer una sinergia que tenga un efecto significativo y visible, pensando nuevamente en gran diversidad de temas para abordar.

                Concretamente, esa es la pregunta que dejo planteada.

SEÑORA RIBEIRO.- Me gustaría explicar los ejes temáticos más obsesivos del pasado. Usé la palabra «obsesivo» porque ahora la situación es tan otra que todos los ejes temáticos giran en torno a la situación derivada de la pandemia y de los largos períodos de ámbitos familiares acotados donde la autoridad del resto de la sociedad rara vez puede llegar y la voz de demanda de auxilio de los niños difícilmente puede ser escuchada. Hoy por hoy esto es lo más grave. En el pasillo, antes de entrar, conversábamos con Cecilia Sena acerca de alguna dificultad derivada de los últimos cambios de ley precisamente en los vínculos que se establecen para que la voz de auxilio llegue debidamente a la ley. Ese es un aspecto nuevo sobre el que estábamos conversando afuera y que en algún momento vamos a tener que plantear.

En fin, me gustaría que Marcelo Ventos les explicara los ejes anteriores y Cecilia Sena, el problema puntual sobre el que estábamos conversando antes de entrar.

SEÑOR VENTOS.- Sin duda, sumando en este proceso histórico de la niñez en el Uruguay, el primer eje que deberíamos seguir es el de la consolidación de este ámbito de diálogo entre el Parlamento que elabora las leyes y el consejo que incluye a distintos actores. Esto es lo que nos toca en este momento histórico: hacer el mejor aporte posible desde el Poder Judicial, la sociedad civil y el Poder Ejecutivo en términos de que se elabore la mejor ley. Creo que ahí tenemos un largo trecho para recorrer.

El frente parlamentario por los derechos de la niñez y la adolescencia que se creó en 2007 o 2008 sobrevivió un par de años a su posibilidad de instalar en el Poder Legislativo el tema de la niñez y la adolescencia. Por lo tanto, ahí tenemos la constancia de que lamentablemente los temas de la niñez y la adolescencia no son prioritarios para la agenda. El país tendrá otros temas en agenda, pero el referido a la niñez y la adolescencia genera distintas preocupaciones. Este consejo consultivo honorario para la niñez y la adolescencia tiene como primera misión instalar la agenda en los ámbitos que hacen a la vida de las políticas públicas de la niñez y la adolescencia. En ese sentido, el Parlamento construye política pública, por lo cual la niñez y la adolescencia tienen que estar en ese diálogo. Me parece que es el tema prioritario de la agenda.

                El segundo elemento son las nuevas realidades que lamentablemente padecen y la vulneración de derechos. Nos ocupan más las niñas y los niños vulnerados que las niñas y los niños que están en proceso de promoción, que también nos importan. Por eso, de alguna forma, todo lo que refiere al privado de libertad y los aportes que ha habido desde el consejo al tema de la privación de libertad nos preocupan; entendemos que es donde hay mayor vulneración de derechos.

Ahora, también nos ocupa el tema de la participación, es decir cuánto pueden los niños, las niñas y los adolescentes, al igual que sus familias, pensar estos temas y opinar, así como plantear sus aportes para estos procesos. Entendemos que esa es la evolución humana desde la perspectiva de derecho.

                Por último, esperamos que nos inviten y que se pueda hacer un desayuno o un almuerzo de trabajo sobre el próximo proyecto de ley de presupuesto. Queda claro que los derechos, y de alguna forma las políticas públicas, se materializan en recursos para poder modificar la situación; si no son buenos textos que realmente aportan, pero sabemos que lamentablemente la concreción de la materialidad es un problema. Por lo tanto, creo que tenemos un desafío desde fines de agosto hasta fines de octubre porque entra el proyecto de ley de presupuesto. Sabemos que el país está atravesando una situación de restricción y de disminución del gasto por la pandemia. Por eso la preocupación del consejo, y particularmente de los distintos organismos que intervienen en la promoción, protección y participación de políticas públicas, refiere a cómo se va a ver afectada esa masa que sostiene y promueve esos derechos o si de alguna forma se va a ver filtrada. Creo que es un desafío para el consejo y para el Parlamento, pero sobre todo para el país en términos de perspectiva. Estos tres temas, como bien decía la subsecretaria, están en construcción y comprendidos en la agenda país.

SEÑORA SENA.- Lo que la señora subsecretaria de educación señalaba que conversábamos en el pasillo tiene que ver con algunas cuestiones que tendremos que abordar en el futuro consejo y que seguramente debamos conversar con el Parlamento y con otros actores implicados, en este caso la fiscalía, que ya está al tanto de la situación. Me refiero a los cambios en el código del proceso a la hora de presentar las denuncias por parte de los equipos que detectan casos en los territorios. Por ejemplo, en el Ministerio de Desarrollo Social encontramos situaciones que se detectan en el trabajo con las familias y su abordaje. Antes se podía hacer las denuncias siguiendo un determinado camino para proteger la integridad de los equipos en el territorio y no perder la confianza de la familia y de la zona en la que trabajaban los técnicos; se hacía a través de la subsecretaria, el ministro o la institución. Hoy el código no contempla eso y lo tiene que hacer el técnico que detecta una situación de explotación sexual, maltrato o abuso. Este hace llegar el informe, confirma y fiscalía convoca personalmente. Yo me reuní con Mariela Solari, que es la directora de la Unidad de Víctimas y Testigos de la Fiscalía General de la Nación e integra también este consejo consultivo, para trabajar con los equipos del Ministerio de Desarrollo Social sobre cómo llevar adelante este tipo de denuncias, porque a nivel de técnicos no es que haya resistencia –porque se sabe que hay una vulneración de derechos y hay que proteger a ese niño, a esa niña o a ese adolescente– pero sí un requerimiento de protección personal, además de que se pierde confianza en un determinado territorio cuando se denuncian situaciones que a veces están naturalizadas. Esto es algo en lo que debemos trabajar. Ella me comentó que estaban trabajando con el Ministerio del Interior y pensando en algo desde la dirección de género para lo que tiene que ver sobre todo con la explotación sexual, porque se han identificado casos en varias zonas. El país tiene identificada una red bastante compleja y nuestro ministerio no es ajeno a eso. Lo identifica en el territorio, en los trabajos de cercanía con los adolescentes y con familias, pero necesitamos aceitar un poquitito más los mecanismos para que, como decía Ana Ribeiro, llegue la voz de quien está desprotegido y ve vulnerados sus derechos.

                Ese es uno de los desafíos, junto con el de establecer los ejes para este quinquenio. Si bien los que plantaba Marcelo Ventos son los desafíos que tiene el consejo consultivo –la garantía de protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes– este también debe ser una voz y un actor clave en la construcción de política pública con una mirada en la primera infancia, infancia y adolescencia. Por eso creo que tiene una legitimidad y una legalidad dada por la ley que se ve representada en quienes intervienen en este consejo: los ministerios, INAU, fiscalía, la sociedad civil, las voces de todos que, sin duda, no solo protegen a aquellos que están en el ámbito del hogar y la familia, sino también de los que están en situaciones de amparo, porque tenemos que reconocer que tenemos niños que no tienen hogar, que no tienen esa familia tipo, que no tienen un referente y también tienen que ser protegidos por el Estado uruguayo. Entonces, nuestra labor va a ser muy compleja en la salida de esta pandemia.

No es puntualmente lo que iba a decir, pero ya aprovecho y lo dejo a conocimiento del legislativo: todos los actores que estamos acá presentes –y también los que no están– vamos a tener el desafío de enfrentar los resultados de esta pandemia en varios aspectos, que no solo tienen que ver con lo económico, sino también con los rezagos en el desarrollo. En el caso de Uruguay Crece Contigo, deberemos duplicar nuestro trabajo de forma importante en todo lo que tiene que ver con la primera infancia, el desarrollo y la nutrición de los niños, porque no queremos caer en la situación que vivimos en 2002, en la que durante un tiempo los niños no se alimentaron como correspondía y no recibieron los cuidados necesarios y eso nos llevó a tener rezagos educativos, problemas de déficit atencional, psicológico e incluso futuras discapacidades. Como país tenemos que pensar que le cuesta muchísimo más a nuestra sociedad lo que no invertimos en esa primera infancia a futuro.

A su vez, está todo el tema de la intervención en los hogares hoy, en una situación de covid-19 y de pandemia. Debemos pensar en la protección sanitaria de las personas y en que ingresamos a hogares muy reducidos, lo que hace muy compleja la intervención social. Con los equipos estuvimos recorriendo Soriano, Río Negro y algunos barrios de Montevideo, visitando familias, y para nosotros es casi imposible detectar una situación de abuso o de maltrato en la primera infancia si no vemos las expresiones de ese bebé o de ese niño. En época de pandemia es imposible; no podemos entrar a los hogares totalmente porque son espacios reducidos, ranchos en los que la familia se encuentra en muy mala situación –hablando en forma coloquial– y tenemos claro que en el corto o mediano plazo vamos a tener que abordar esto de otra manera.

                Durante la pandemia y en esta nueva normalidad –que no sabemos cuánto va a durar–, estamos yendo al territorio, pero la visita es afuera. Antes de ingresar a la comisión les comentaba a todos que es prácticamente imposible detectar, por ejemplo, una situación en un bebé de cuatro meses si hacemos una visita afuera en un día como hoy con una temperatura de ocho grados.

                Por lo tanto, venimos trabajando con los equipos sobre cómo abordar esta problemática. Seguramente le acerque al consejo una propuesta para pedir apoyo a otras instituciones, hacer talleres o tener bases en los territorios para que las familias puedan asistir a lugares cerrados, con los espacios que se requieren para estar protegidos de la covid-19. La verdad es que hoy, como Ministerio de Desarrollo Social, tenemos ese problema.

La parte territorial de nuestro trabajo es ingresar a lo más sagrado, que es el hogar de las personas, y nos está costando muchísimo por la situación de la pandemia. Los equipos hacen el esfuerzo máximo por estar y en situaciones de emergencia estamos, llegamos con las canastas, con los materiales de higiene, con lo que requieran las familias, pero todavía tenemos grandes dudas acerca de si estamos pudiendo detectar situaciones de abuso o maltrato. Por suerte la educación comenzó –lo cual es un alivio– y la salud nunca dejó de estar –lo que también es un alivio–, y esas son las dos primeras puertas de entrada para detectar la explotación sexual en adolescentes y niños, pero si bien no me animaría a decir directamente que podemos estar fallando, tengo grandes dudas. Tengo una hipótesis formada –que es más bien personal– de que, en cierta forma, en general estamos fallando por no poder ingresar al hogar.

Dejo esto planteado a los señores senadores porque es una preocupación que en un futuro este consejo tendrá que abordar.

SEÑORA LAZO.- No quiero volver sobre la pregunta porque entendí perfectamente lo que respondió la señora subsecretaria acerca de que aún no han abordado el tema, pero quiero dejar constancia de la preocupación que compartimos, en este caso, con la directora de Uruguay Crece Contigo. Es un tema muy vasto entender al niño y al adolescente como sujeto de derecho.

Reitero que quisiera dejar constancia de que nos preocupan las modificaciones que se han realizado, por ejemplo, en la actuación policial. Esas modificaciones, de alguna manera, pueden influir –en este caso estoy abordando exclusivamente el tema de la relación con el niño o el joven infractor– en que se genere algún tipo de implosión o que se vean desbordados los servicios. Además de la pandemia y de los niños y los adolescentes vulnerados por la pobreza –vamos a hablar claramente porque toda esta situación también tiene que ver con la pobreza y con lo que puede suceder a partir de la pandemia–, se puede dar una situación de desborde a partir de las modificaciones que ha habido en torno a la actuación policial. Quiero dejar esa constancia, más allá de que me quedó claro que aún no han abordado este tema.

                También hay otros temas que tienen que ver con el niño como sujeto de derecho, por ejemplo, con derecho a la cultura, más allá de la educación, y al esparcimiento. También esta pandemia nos encuentra en una situación en la que –voy a poner un ejemplo concreto– en estas vacaciones de julio estamos abordando no solamente el tema de los niños sino también el de los colectivos que trabajan en el ámbito de la cultura, como los actores y todo lo que se mueve en el entorno del teatro. En eso también nos preocupa algo que es trasversal, es decir, la situación que se genera por la apertura de salas y la llegada al niño de la expresión cultural. Sabemos que hay algunas cosas que están pendientes y seguramente se está trabajando en ellas, pero nos gustaría informarnos sobre eso y también sobre los contenidos –creo que la senadora Kechichián lo planteó en esta comisión– que, muchas veces, llegan sin pedir permiso, en este caso a través de los medios masivos de comunicación.

SEÑOR GANDINI.- Un saludo a esta delegación.

                Quiero trasmitir la buena impresión que me genera el hecho de que a veces, por lo menos, empecemos a lograr que en el Estado haya coordinación de políticas públicas, intercambio, diálogo y que se intente –aunque no siempre se logre– romper esas chacras de cotos cerrados, donde se comparte poco y se gastan muchos recursos humanos, esfuerzos y energía, en algunas ocasiones para hacer lo mismo y, en otras, para darse cuenta de que hay cosas que nadie hace. Por lo tanto, creo que esta es una buena iniciativa – que ya tiene algunos años– de gestión pública, de coordinación, y que tiene un vínculo con el Parlamento. Nos permite ir un poquito más allá para evaluar las políticas públicas y corregir la legislación, que es lo que nos toca a nosotros. Entonces, primero que nada, más allá de la emergencia, que consume la mayoría de las energías, celebro que haya espacio para esto que es lo importante.

                En segundo término, me parece que debemos mantener este diálogo para trabajar en la corrección de algunas cuestiones legislativas. Recién se mencionaba que en el consejo no está el Inisa pero que se lo invita; bueno, el que no está es porque nació después, pero tiene una responsabilidad muy importante en todo lo que ustedes hacen. Lo conocemos por los privados de libertad, pero tiene medidas alternativas, además de los mejores resultados en rehabilitación –por lo menos cuando medimos la reincidencia– y desafíos importantes siempre, sobre todo cuando cambiamos algunas legislaciones y cuando vienen situaciones como la que estamos viviendo.

                Me parece que rápidamente tendremos que hacer una modificación a la ley que creó el consejo consultivo e incorporar al Inisa como miembro pleno.

                A su vez, se habló del presupuesto y, entonces, bueno, empecemos por marcar eso. El Inisa nunca terminó la separación de bienes del INAU y cuando llegan los meses de agosto o setiembre se queda sin presupuesto. Estos últimos años ha venido funcionando con refuerzos de rubro, y eso es porque cuando se corta una institución, en teoría, al medio, hay cosas que no se hacen al medio. Había un financiero contable y ahora tiene que haber dos; el financiero contable quedó de un solo lado, en el otro no hay, eso había que armarlo y requiere recursos y presupuesto. Obviamente, así como menciono lo relativo a lo financiero contable, hay otra cantidad de cosas. De hecho, hay una serie de tareas del Inisa que las hace el INAU en el interior, porque Inisa no pudo armar en todo el país la atención de algunos servicios que presta en Montevideo y que también allí debería dar. Sin embargo, como dije, en el interior lo sigue haciendo el INAU, por la escala y por el tamaño. Entonces, todavía hay temas que son presupuestales pero repercuten en la gestión.

                Respecto al tema presupuestal del que se hablaba, creo que ahí tenemos un desafío importante. No soy optimista –para nada– en cuanto a que haya recursos extraordinarios para dedicar a esta o a otras muchas áreas, al menos en el 2021. Quizás en los años siguientes podamos tener otras miradas. Por lo tanto, la apelación tiene que ser a la gestión. Me parece relevante esto que ustedes hacen, desde el punto de vista presupuestal, en uno de los aspectos que se trabaja poco pero es sustancial como es el presupuesto por resultados. Nosotros solemos discutir, aprobar partidas presupuestales para programas y luego recibimos cuántos de ellos se logró ejecutar, pero no tenemos mecanismos de evaluación del resultado de esa dedicación presupuestal, que es un sacrificio público destinado a un área determinada, es decir, una política pública que puede ser de salud, de seguridad, de educación, de infancia, o de lo que sea. En el Parlamento nos dicen: «Por este camino vamos a obtener mejores resultados. Para eso necesitamos» –por ejemplo– «hacer  más escuelas». O «construir más cárceles». O «tomar más empleados». O «cambiar esta política y capacitar más gente». «Y eso sale plata». Pero después no sabemos si con ese mayor número de escuelas se obtiene mejor enseñanza, si se reduce el número de repetidores o aprenden más o si en las cárceles se rehabilita más gente; eso no lo vemos.

                Lo que hacen ustedes permite medir, hacer una evaluación, porque intercambian información y eso es lo que necesitamos.

                Voy a apelar a mi memoria y a citar algunas cifras. El Mides, con toda la responsabilidad y la dimensión que tiene, le cuesta al Estado 270 millones de dólares por año; el INAU, 360 millones de dólares, más el Inisa. O sea que sólo esa política de atención a los niños ya sea directamente o a través de las ONG mediante convenios con el INAU, etcétera –que se nota poco porque funciona bien, pues si no fuera así se notaría más– representa una dedicación presupuestal muy importante, realmente importante.  Aumentarla no va a ser sencillo, por más que haya –como siempre hay–más cosas por hacer. El presupuesto va a ingresar por la Cámara de Representantes, que tiene cuarenta y cinco días para estudiarlo. Quizás en ese tiempo, en ese plazo, podamos hacer algo con ustedes aquí, para que cuando pase a estudio de esta cámara veamos si podemos hacer algo. Reitero, no va a ser fácil que el presupuesto se incremente en el primer año –seamos realistas–, y si eso llega a pasar, no tengan duda de que va a haber mayores urgencias que esta. Por lo tanto, la buena gestión, la buena coordinación, el diálogo y la utilización correcta de todos los recursos económicos, humanos y materiales que tengamos, ayudará a que podamos obtener mejores resultados; finalmente, eso es lo que tenemos que hacer.

Por lo tanto, les ofrezco –seguramente la comisión tiene la vocación  para hacerlo– más dedicación para lograr una mayor coordinación y retomar ese diálogo bianual que teníamos –no sé si está previsto– entre todas las instituciones y el propio Parlamento. Eso es algo que enriquece mucho y deja esas luces prendidas que, después, los  legisladores que tienen más vocación toman y las transforman en proyectos, en iniciativas, en seguimientos. También podríamos tener alguna reunión más que nos permita bajar las ideas al papel –que es lo que nos toca–, mover nuestras influencias desde nuestra visión para canalizar la mayor cantidad de recursos –no solo económicos– hacia la atención de este tema que siempre es prioritario, pero que, como decía la directora, en la situación pandemia va a tener mayores consecuencias. Nadie lo puede negar, va a ser así; si hay más gente sin trabajo, va a haber más niños con problemas, no tengamos dudas. Por más que el Estado quiera sustituirlo, por más que se esfuerce y mejore las políticas públicas, no siempre logra que estas políticas lleguen a los niños.

Sabemos que vamos a tener problemas y, por lo tanto –tal como lo hacen todos ustedes en su función–, hay que redoblar el esfuerzo. Cuando llega el presupuesto al Senado, la vorágine nos impide tomar cada tema con el volumen o la dimensión que tiene, pero a lo mejor mientras está en consideración en la Cámara de Representantes, podemos mirar con un poco más de aire alguna cuestión particular, para ver si podemos redistribuir lo que haya.

Era cuanto quería decir.

SEÑORA RIBEIRO.- Voy a dar una breve respuesta a las inquietudes de la señora senadora.

                Desde el ámbito de la cultura y del ministerio hemos hecho todo lo posible para llenar rápidamente de contenidos, en especial, las áreas educativas. A los niños en edad previa al ingreso al sistema educativo es más difícil llegar y estamos frente a la educación que Cecilia Sena describió con toda claridad, pero cuando están en el ámbito educativo, desde el Plan Ceibal, fundamentalmente –las circunstancias hacen que estemos en plena virtualidad, aunque ahora estamos alternando virtualidad con presencialidad–, se toman todas las medidas del caso. En algunos de ellos, concretamente, el sistema demostró ser tristemente eficaz, es decir que de verdad los niños supieron utilizar las ceibalitas para pedir ayuda. 

En cuanto a los contenidos, debo decir que se hizo un esfuerzo inmenso y verdaderamente multiplicador gracias a lo que se había trabajado en los períodos anteriores –o sea a lo que heredamos como nueva gestión del Plan Ceibal– y gracias también a una renovación de la dirección, que supo ser modernizadora sin negar la calidad de lo recibido. Creo que la emergencia –es terrible decirlo– fue un buen sponsor porque obligó al cuerpo docente y a los padres a un esfuerzo, en tiempo acotado, de una enorme intensidad; fue una intensidad impensada para otro momento y creo que todos lo hicieron muy bien, tanto los docentes como los padres. Debido a mi profesión tengo muchos amigos profesores y puedo afirmar que todos están extrañamente más ojerosos que antes. Es que han hecho un esfuerzo enorme y los padres también han tenido que volver a repasar las tablas y una cantidad de cosas. Creo que eso se ha hecho.

Con respecto a la Dirección Nacional de Cultura, cabe acotar que también ha cumplido un rol muy destacado sumando contenidos. En este caso no quiero parecer autora de algo con autobombo para el nuevo Gobierno; me gustaría ser muy sincera y creo que medió el entusiasmo de toda nueva gestión. Ahí hubo mucho entusiasmo de todas las partes: del Sodre, de la Dirección Nacional de Cultura, de todos y cada uno de los actores. Incluso hubo una multiplicación de contenidos muy grande. ¡Claro! Cuando hablamos de cultura no siempre significa que se contemple al niño, ¿no? Sin embargo, en eso todavía estamos.

Si sirve para responder a la señora senadora, diré que en la tarde de ayer estuvimos con una –no sé cómo llamarla– multidisciplinaria joven que maneja arte de manera virtual y está montando una especie de museo –virtual, claro está– con instancias de aprendizaje de pintores nacionales, pensado para niños. Lo que en general figura en el currículum o en la síntesis que se hace respecto a un pintor no es exactamente lo que le puede interesar a un niño, a diferencia de un adulto, y ella hace una traducción perfecta. Recibió unas becas de Unesco en el período anterior, por lo que –sabiendo eso y viendo la calidad de su sitio web– la hemos convocado desde las escuelas de la RedPEA, que son aquellas cuyo contenido se regula desde Unesco –unas 170–, pero son de instancia nacional. Vamos a comenzar una experiencia –digamos– con ella que, de ser efectiva, luego procuraremos que llegue al Plan Ceibal y se multiplique para todos los niños. O sea que estamos pensando en el diálogo inherente de algunos productos culturales para llegar a los niños; no se ha cejado en el esfuerzo de llevar la cultura a los más pequeños.

Ahora bien, se planteaba la dificultad de la apertura de los teatros, aspecto que nos preocupa a todos. Puedo dejar constancia de la pregunta permanente de la directora de Cultura cada vez que nos reunimos, del Sinae o del equipo de científicos que regula todo. Es la situación más desesperada de todas: «¿Cuándo nos dejarán abrir los teatros?». Obviamente, hemos seguido –creo que con mucho éxito y es algo de lo cual el país entero y todos los actores políticos pueden sentirse orgullosos– las indicaciones de quienes se supone que saben más y mejor que nosotros. 

Días pasados recibí una explicación que dan los científicos –se las traslado por si no la recibieron– y tiene que ver con la dificultad técnica de apertura de los sitios en donde hay gradas. Parece que es más fácil abrir un bar; tengo en casa jóvenes que participan del mundo de la cultura como actores directos y que me preguntan: «¿Cómo es posible que abran un bar y uno pueda sentarse a tomar una cerveza o a cenar, y no abren un teatro?». Entonces, yo explicaba lo de las gradas y el nivel de difusión que pueden tener allí el aire y los elementos bacteriológicos y virales.

                O sea que hemos hecho todos los esfuerzos sin dejar de regirnos por las autoridades que deben tomar las decisiones en esta instancia de pandemia que es absolutamente inédita en el mundo y desconocida para todos. Creo que no vamos mal y tenemos que adaptarnos, aunque les puedo asegurar que no nos gusta.

SEÑOR VENTOS.-  Vamos a complementar las respuestas que fueron surgiendo a partir de las distintas intervenciones que se realizaron.

Como dijo la señora subsecretaria, el consejo en este proceso no ha tomado posicionamiento sobre la LUC ni sobre ningún otro aspecto legislativo, en la medida en que actualmente estamos en la etapa de instalación.  Sí es verdad que en procesos anteriores el consejo se ha manifestado y planteado directamente al Poder Ejecutivo y en su momento al Poder Legislativo, algunas contradicciones que planteaban disposiciones que fueron modificadas; si no recuerdo mal, uno era el artículo 75 bis vinculado a la duplicación del tiempo de privación de libertad de menores de 18 años, que iba en contra de los acuerdos internacionales firmados por Uruguay respecto al proceso de privados de libertad. Existieron manifestaciones y acuerdos en este pleno acerca de algunas contradicciones que se instalaban en los cuerpos normativos previos a la LUC, y entendemos que con esta ley algunos aspectos se modificaron y este consejo tomará posición sobre ellos.

También queríamos  señalar que el año pasado el consejo estuvo buscando actualizar  su integración en el entendido  –como decía el señor senador Gandini–  de que cuando se hizo la ley, obviamente, no existía el Mides. Fue una corrección posterior  y se debe tener en cuenta que hay distintos actores, el Inisa no estaba separado y tampoco se visualizaba tanto  la pertinencia  de los recursos en este tipo de consejo, o la participación de los niños. Estamos hablando de elementos que fueron apareciendo en el devenir de los aprendizajes que, por suerte, todos venimos haciendo en relación con estos temas. Hay una propuesta, en la que el consejo trabajó en el período pasado –que habrá que retomar y, obviamente, poner en discusión–, que promueve la participación permanente de algunos actores que no están, como por ejemplo, ASSE, el Ministerio de Salud Pública –sí está la Obra Morquio, por mencionarlo–, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto o el Ministerio de Economía cuando lo económico también tiene que estar presente en esta perspectiva de evaluación. Tampoco existe la posibilidad de que participen los niños, niñas y adolescentes, ni sus familias, y nos parece que también hay que incluir esto, sobre todo el derecho a vivir en familia que  es el marco normativo que estamos buscando y aprendiendo a integrar. Ese avance en la reflexión está disponible para nutrir el proceso que se quiera continuar. 

Por otro lado, nos parece importante señalar que en este tiempo de pandemia  el consejo ha tratado de analizar los marcos  legislativos vinculados al uso de Internet y a la privación de datos, un tema de mucha complejidad pues en la actualidad hay mucha evidencia  de cuánto están padeciendo los chicos el ciberacoso sexual. Nos parece que es un debe que tenemos que empezar a  masticar y procesar.

Sabemos que esta comisión tiene a estudio un proyecto de ley vinculado a las campañas de explotación sexual comercial, lo que celebramos y, claramente, es parte de lo que la directora de «Uruguay Crece Contigo» planteaba. De alguna forma, desde la sociedad civil ponemos sobre la mesa la importancia de las campañas, de los procesos de sensibilización y también de la apertura de servicios que tengan la capacidad de contener esa sensibilización y las denuncias en los distintos territorios.  Uruguay no cuenta con servicios de atención de situaciones de violencia y maltrato en todas las localidades mayores de cinco mil habitantes y nos parece que tendríamos que avanzar en este tema. Los sistemas de salud, tanto privados como públicos, no cuentan con servicios especializados y deberíamos trabajar en eso para que los niños, niñas y adolescentes puedan ser acogidos. Y no todos los departamentos cuentan con servicios especializados vinculados a la explotación sexual comercial que, de alguna forma, también es un desafío para la política pública  a favor de la niñez. Estos dos elementos muy concretos suman a este proyecto de ley vinculado a la campaña que garantiza que en la medida en que sensibilicemos y movilicemos, también tendremos respuestas públicas para tramitar esas denuncias o situaciones. Entonces, bienvenido el proyecto y de alguna forma vamos a seguir aportando para tratar de lograr la incidencia que se busca.

SEÑOR DOMENECH.- Me alegro mucho de que esté aquí la señora subsecretaria de Educación y Cultura porque entiendo que la pobreza que genera muchos de los problemas sobre los que estamos hablando no es exclusivamente un fenómeno económico. Yo diría que, más que nada, es un fenómeno educativo. Durante el tratamiento de la LUC tuvimos a personalidades de la educación, como el maestro Mir que nos expresó que en la actualidad hay entre un 60 % y un 70 % de los niños y adolescentes que provienen de contextos críticos y asisten a la educación. Pueden ser calificados de analfabetos funcionales. Esta opinión del maestro Mir aparece refrendada, incluso, por estudios de organizaciones con competencia en la materia, que muchas veces hemos ignorado. Ese es el gran desafío. Si este Gobierno consigue revertir esas cifras, estaremos en la senda adecuada, porque tanto en lo educativo como en lo económico venimos fracasando desde hace muchísimos años y la pobreza no es un fenómeno que haya explotado, por mera casualidad, simultáneamente al covid‑19. Los que tenemos unos cuantos añitos hemos visto que este fenómeno, que era marginal en el país, hoy está bastante generalizado, no solo en Montevideo sino también en el interior.

Yo creo que muchas de estas cosas que nos preocupan –el maltrato infantil, los abusos sexuales infantiles y a mayores, y tantas otras cosas–, más que trabajarlas sobre los efectos hay que trabajarlas sobre las causas. Considero que la formación es fundamental para tener mejores resultados en lo que hace a las normas de convivencia y no solamente a lo económico. Quería decirles eso: tenemos muchas esperanzas en este equipo –por lo menos en lo personal la tengo– que ha abordado la tarea educativa, porque creo que de los resultados que ese equipo tenga dependerá, en gran medida, que Uruguay despegue no solo en lo cultural, sino también en lo económico y en otros temas, como este que nos está ocupando en este momento. Soy consciente de que las dificultades no nacieron exclusivamente durante el gobierno anterior –que quizás no pudo resolverlas–, sino que vienen de mucho antes. El otro día recordaba que somos un país que ha perdido la capacidad de industrializar toda su producción. Somos productores de productos primarios como la soja, el arroz, la carne, la lana. Todo marcha sin procesamiento industrial. Ese es otro de los graves problemas que están en la raíz de la falta de trabajo, de la falta de condiciones económicas, de la gente para acceder a una mejor educación, etcétera.

En cuanto a los recursos, como decían los viejos profesores de economía política, esta disciplina pretende, con medios escasos, resolver problemas ilimitados. Seguramente va a haber dificultades en el futuro próximo y, entonces, como también decía un profesor que tuve, habrá que exprimir el magín para conseguir financiar lo que tenemos que financiar.

Tengo una preocupación muy particular por el tema educativo. Creo que ahí está una de las piedras de toque de la resolución de absolutamente todos los problemas que tenemos, aunque sea una siembra cuya cosecha se dilata mucho en el tiempo. Todos sabemos eso.

                Muchísimas gracias.

SEÑORA PRESIDENTA.- Antes de finalizar la reunión quiero decirles que, en principio, tenemos dos desafíos importantes. Por un lado, debemos mantener el vínculo que queremos que continúe en este período porque evidentemente la problemática que ustedes abordan es trascendente aunque, como se expresó, a veces se deja de lado incluso en este ámbito; procuraremos que esté sobre la mesa también en este período legislativo. Concretamente, como decía el señor senador Gandini, existe la posibilidad de tener una instancia más prolongada para ver qué temas podríamos abordar a la hora de analizar el presupuesto quinquenal.

Por otro lado, hoy ingresa a la comisión el proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes que se mencionaba y por el cual se crea una Campaña Nacional de Concientización y Prevención del Abuso Sexual Infantil Intrafamiliar. La señora secretaria elaboró un comparativo para los integrantes de la comisión –que también se lo podemos entregar a ustedes– donde figura lo que ingresó a estudio del Parlamento y lo que fue aprobado en esa Cámara. En ese sentido vamos a trabajar y seguramente intercambiaremos ideas con ustedes sobre el tema, que posiblemente podamos mejorar desde aquí.

Simplemente nos resta agradecerles su presencia. Realmente para mí es muy gratificante porque soy maestra y me preocupa bastante toda la problemática social. Este trabajo específico que hacen ustedes –honorario pero muy comprometido desde las diferentes áreas en las que realizan tareas y coordinado– es realmente importante para el país.

                A continuación, la secretaría va a entregarles una copia del comparativo que ha elaborado. 

                Muchas gracias.

SEÑORA SUBSECRETARIA.- Los agradecidos somos nosotros y nos llevamos algunos deberes de reflexión muy puntuales a propósito de las aparentes contradicciones o, por lo menos, puntos para analizar sobre los nuevos cambios legales.

Si los señores senadores están de acuerdo, nos vamos con la idea de que ha quedado una puerta de vinculación abierta y les haremos llegar todos nuestros trabajos e instancias de reflexión.

En función de lo que dijo el señor senador Domenech, le agradecemos muy especialmente que tenga tanta esperanza en la enseñanza; nosotros también la tenemos. A su vez, depositamos nuestra esperanza en el eje de la profesionalización a nivel universitario de todo el cuerpo docente, que creemos que es la clave que va a permitir elevar el sistema educativo. Pero también sabemos que solamente la educación no alcanza y por eso son tan importantes los organismos como el que nosotros integramos –y que, en este caso, presido en tanto subsecretaria del Ministerio de Educación y Cultura– y las diversas instituciones sociales que arriman desde lo social hasta que la educación sea capaz de solucionarlo todo por sí sola. Quizás algún día lo logre; para entonces seremos otro país todavía más magnífico, pero se requieren algunos cambios.

Muchas gracias.

(Se retiran de sala los integrantes del Consejo Nacional Consultivo Honorario

de los Derechos del Niño y del Adolescente).

SEÑORA PRESIDENTA.- Continúa la sesión.

SEÑOR GANDINI.- Quiero proponer que cuando tratemos el proyecto de ley que se mencionó comencemos invitando a comparecer al diputado o a los diputados que lo propusieron, porque tiene alguna pequeña modificación; lo digo para proponer algún matiz. Sería bueno que ellos hicieran la presentación.

SEÑORA PRESIDENTA.- Tendríamos que ver cuándo porque la próxima sesión sería el 25 el agosto –el secretario ya la había fijado– y es evidente que no vamos a tenerla. Tendríamos que ver qué día antes de esa fecha podríamos reunirnos.

(Dialogados).

Quedaría para el jueves 27 de agosto, a las 13:30 horas. Posteriormente, la secretaria consultará la agenda por si hubiera otra reunión.

                ¿Cómo seguiríamos con el tratamiento de este asunto? Supuestamente, también deberíamos darle curso antes de la presentación del presupuesto, según la propuesta del señor senador Gandini.

SEÑOR GANDINI.- El presupuesto va a entrar por la Cámara de Representantes la primera semana de septiembre –quizás el 30 de agosto–, y allí va a tener 45 días de tratamiento. Veremos qué es lo que viene.

(Dialogados).

                –A nuestra Cámara va a llegar sobre finales de octubre.

SEÑORA PRESIDENTA.- A continuación, se dará lectura por secretaría al asunto entrado.

SEÑORA SECRETARIA.- Carpeta n.º 232/2020, proyecto de ley por el que se crea una campaña nacional de concientización y prevención del abuso sexual infantil intrafamiliar. Proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes. (Distribuido n.º 177/2020).

SEÑOR GANDINI.- Trataré de conseguir un libro que hicimos en el año 2018 desde la presidencia de la Cámara de Representantes a partir de las reuniones que mantuvimos con el comité consultivo. Si consigo alguno lo envío para que sea repartido y conste como antecedente.

SEÑORA PRESIDENTA.- Muchas gracias.

No habiendo más asuntos, se levanta la sesión.

(Son las 12:54).

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Montevideo, Uruguay. Poder Legislativo.