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Carátula

COMISIÓN DE GANADERÍA, AGRICULTURA Y PESCA

(Sesión celebrada el día 9 de julio de 2019).

 

SEÑOR PRESIDENTE.- Habiendo número, está abierta la sesión.

(Son las13:29).

                –En consideración el proyecto de ley: «Productos cárnicos embutidos artesanales. Se autoriza su elaboración a las carnicerías de corte del interior del país»

                Para referirse al tema que venía de la sesión pasada tiene la palabra el senador Garín.

SEÑOR GARÍN.- Vamos a insistir nuevamente en la posición de nuestra bancada del Frente Amplio. En primera instancia, sugerimos votar el proyecto sobre la elaboración del chorizo artesanal para enviarlo al plenario con los artículos que ya aprobamos en esta comisión y, en segunda instancia, sobre la sugerencia de incorporar modificaciones de delitos penales a través de la modificación del Código Rural, debemos decir que tenemos asesoramiento en el sentido de que no guarda una razonable gradualidad de las penalidades, sin perjuicio de que las penalidades que se pretenden incorporar  ya están incluidas en el artículo 258 –una modificación realizada en 2016– del Código Rural. Por tanto,  no vamos a acompañar los artículos del 6 al 10 planteados que refieren a temas  de naturaleza penal y otros vinculados.

                Era cuanto queríamos plantear en primera instancia.

                Luego podríamos pasar a considerar el segundo proyecto de ley sobre comercialización de carnes.

SEÑOR BORDABERRY.- Hace unos días, después de la sesión, le mandé al senador Garín –y a la secretaría de la comisión– las sugerencias realizadas para adaptar  el Código Rural a los cambios que se están haciendo. Ya los otros días el senador Garín había adelantado –y hoy lo vuelve a reiterar– que entiende que no se puede modificar una ley de este tipo, me refiero al Código Rural. Sin embargo, me permito señalar que el Código Rural vigente prevé una realidad, pero si la misma se modifica mediante una ley que da un permiso a las carnicerías para elaborar chorizos artesanales, obviamente que también hay que poner al día el Código Rural porque influye.  Además, los cambios que se proponen al Código Rural tienen en cuenta lo que estamos haciendo porque se está fomentando el abigeato. Entonces, si no se acepta como un agravante muy especial el hecho de que un carnicero que tiene una habilitación participa en el abigeato, sea comprando, vendiendo o cometiendo el delito, me parece que se está protegiendo al ilegal. No nos damos cuenta que lo autorizamos, pero si comete el delito, no va a tener un agravante. Realmente no entiendo el interés excesivo  no solo de autorizarlo,  sino de protegerlo en su conducta. Pero si además de eso no adaptamos las normas para que a quien incurre en esa conducta se le requisen todos los elementos que utiliza para realizar esa tarea y se le cierre el establecimiento automáticamente –siempre que participe en el delito de abigeato, recepción, etcétera–, estaremos protegiendo al delincuente; esa es la realidad.

                El domingo en un diario de circulación nacional salió un informe de lo que se ve en campaña todos los días con el título: «”Crece” el abigeato y buscan medidas» Aclaro que el abigeato no afecta al gran productor, sino de forma más dura al pequeño productor porque generalmente el gran productor está lejos de los poblados, de las ciudades, entonces, el pequeño es quien más lo sufre. Eso nos lo dijo el inspector Mendoza cuando vino a la comisión. Él nos mostró el mapa y nos dijo que quienes más se perjudicaban eran quienes estaban más cerca de las ciudades, los pequeños productores y ni hablamos de cómo se ve afectada la salud del ser humano. Y eso lo dijo la abogada Fernanda Maldonado, asesora del Plan Estratégico Nacional del Rubro Ovino. Por tanto, estaríamos aprobando una norma de este tipo contra dos recomendaciones que hicieron quienes concurrieron a la comisión. La primera fue la del inspector Mendoza que es el encargado del Poder Ejecutivo para el combate contra el abigeato y él fue contundente en la presentación que hizo acá. La segunda es la del propio INAC que dijo que no tenía las herramientas para controlar esas carnicerías. Entonces, se van a aprobar este tipo de carnicerías,  INAC nos dice que no tiene herramientas para controlarlas y nosotros no aprobamos las normas para que INAC pueda controlar. Se me podrá decir que hoy vamos a tratar el proyecto de INAC y supongo que lo aprobaremos, es verdad, pero si miramos el trámite parlamentario sabemos lo que va a pasar. Cuando se apruebe el proyecto de ley del abigeato irá como tercera cámara a la Cámara de Diputados que lo aceptará o rechazará, aunque supongo que lo va a aceptar, pero cuando se apruebe el proyecto de ley dándole facultades a INAC va a ir a la Cámara de Diputados como segunda cámara, por ende, pasará a comisión y no lo va a aprobar –todos sabemos que será así– o lo va a modificar y va a volver a esta cámara y cuando llegue el 15 de setiembre y estemos en receso, no se va a aprobar. Eso es lo que va a pasar. Por tanto, vamos a autorizar a las carnicerías a hacer chorizos caseros, como tema fundamental para el Uruguay con todo lo que tenemos, pero no vamos a  tener la posibilidad de controlar. Entonces, ya no solo se trata de dar la facultad, sino de saber que no se va a controlar. Por ende, seguirá aumentando el abigeato y me parece que esto –creo que el presidente hizo alguna referencia en la sesión pasada– es ir contra  lo que todos los productores están diciendo. El presidente concurrió al congreso de la Federación Rural en Paso de los Toros y cuando se hizo presente en la comisión en la que se estaba tratando el tema, sus integrantes  agradecieron que hubiera un legislador preocupándose del asunto. Sin embargo, el mensaje que vamos a dar no solo es que no aprobamos las normas,  sino que damos el permiso, y a quienes incurran en esas conductas en su condición de carniceros y receptores no les agravamos especialmente las penas por cometer esos actos.

                Adelantamos que no vamos a acompañar un proyecto de ley que apunte exclusivamente a aprobar las normas para elaborar chorizo casero y haremos valer estos argumentos, que hoy adelantamos, en el plenario.

SEÑOR GARÍN.- En virtud de la realidad de lo que ha pasado con el abigeato quiero dejar constancia en actas sobre cierta información que hemos recogido del propio INAC y que en breve esperamos poder documentarla.  Hemos estado consultando sobre la situación del abigeato y su vínculo con las carnicerías. La modificación de la ley del abigeato es de 2016 y allí se han establecido penas para quienes están trasladando, almacenando y depositando transitoriamente carnes producto del abigeato. Las evidencias demuestran que ni por asomo las carnicerías son el lugar donde se encuentran carnes producto del abigeato. Recordemos que hoy INAC en el combate contra el abigeato toma muestras de ADN de los residuos que quedaron de los animales faenados por abigeato y luego trata de  vincularlas con carnes recuperadas mediante la acción policial. El resultado del análisis del ADN arroja que en las carnicerías no hay prácticamente incidencia de presencia de carnes provenientes de abigeato,  los lugares donde aparecen las carnes del abigeato son otros.  Esto es muy importante y creo que no debería quedar librado genéricamente que el lugar donde se reduce carne del abigeato son las carnicerías porque las evidencias que tenemos en estos momentos dicen que eso no es así.

SEÑOR LARRAÑAGA.- ¿Cuáles son las evidencias?

SEÑOR GARÍN.- Como dije, estoy haciendo un adelanto a cuenta de entregar documentación. No quiero que hoy nos vayamos de esta comisión con el concepto –si se hace una rápida interpretación– de que las carnicerías pueden ser los lugares donde se reduce la carne del abigeato. Insisto que en base a las evidencias que he recogido, que son orales, pero que vamos a documentar, eso no se cumple, y es muy importante dejarlo sentado.

                El segundo dato que siempre es importante tener presente también se nos adelantó desde INAC. Recordemos que el proceso de identificación de las carnes por ADN es un protocolo que lleva entre 20 o 30 días e incluso, en algunos casos, hasta 40 días y eso debemos tenerlo presente. Les pregunto a los señores senadores si ante la supuesta evidencia de que pueda haber carne procedente del abigeato, le vamos a inmovilizar  a la carnicería su actividad  durante 30 o 40 días hasta hacer la confirmación. Eso lo dejo planteado como una inquietud.

                Lo que quiero dejar bien claro es que, producto de una interpretación rápida, no se debe pensar que las carnicerías pueden ser lugares de reducción de carnes del abigeato  porque las recientes evidencias dicen que no es así. Por eso, considero que no estamos en condiciones de incorporar este tipo de agravantes al proyecto sobre el chorizo artesanal  y que deberíamos continuar con las modificaciones que actualmente establece el Código Rural y que permiten sancionar a las personas que están vinculadas con la movilización de carnes que provienen del abigeato. La lucha contra el abigeato actualmente está demostrando que esencialmente esa práctica se concentra en gente que captura la carne arriba de vehículos que son los que las trasladan y en domicilios particulares donde se almacena; algunas veces, en los domicilios particulares se encuentran herramientas con evidencias que muestran que fueron utilizadas para realizar esa actividad, pero casi no están involucradas las carnicerías.

                Era cuanto quería manifestar sobre el tema.

                Vuelvo a insistir en la postura de mi bancada en cuanto a que el proyecto pase al Senado a la mayor brevedad.

SEÑOR LARRAÑAGA.- Creo que hoy nadie puede discutir en el Uruguay la situación absolutamente escandalosa del abigeato y de la faena clandestina. Y voy a citar una cifra comprobada que ha salido en los medios de difusión. Seguí la discusión en Cámara de Diputados y tuve la oportunidad de  contactarme con gente de la gremial agropecuaria de Artigas y solamente en ese departamento en 2018 se denunciaron 10.000 cabezas de ovinos; insisto, 10.000 cabezas de ovinos.  Creo que hoy es un escándalo el tema del abigeato y lo digo con toda franqueza.

                No quiero deducir tercería bajo ningún punto de vista respecto del posicionamiento del señor senador Bordaberry y del señor senador Garín, pero debemos ser muy claros, las facultades y posibilidades concretas de contralor de INAC son notoriamente insuficientes. Y no quiero inferir ningún tipo de agravio contra INAC. Lo mismo pasa con las intendencias municipales con relación a sus facultades inspectivas vinculadas con bromatología. Hoy la posibilidad de INAC de supervisar, de controlar el territorio es absolutamente insuficiente y estoy siendo generoso con el término; muy generoso.

                A mí me parece muy bueno el proyecto de ley en términos generales y lo apruebo, pero hay que poner algún tipo de coto porque, de lo contrario –y perdóneseme la expresión popular–, es un viva la pepa. Nadie está proyectando una suerte de inmovilización de las carnes en una carnicería porque mientras se extraen las muestras y se cotejan los ADN, la carne se seguirá comercializando y después se sancionará a las carnicerías. Hay que tomar debida cuenta de esta realidad porque de lo contrario no se protege la industria instalada y, además, podría ser un canal de abigeato. Por supuesto que no dudo de lo expresado por el señor senador Garín –ojalá vengan esos datos y los podamos compartir–, pero  no se puede decir que es nula o prácticamente insignificante la participación de las carnicerías en la reducción de las carnes provenientes del abigeato, porque no es así y lo digo con toda franqueza porque la realidad de la campaña muestra otra cosa.  Y está presente la señora senadora María Dolores Álvarez de Paysandú, una maestra rural conocedora de la campaña sanducera en su integralidad y de su realidad que no es muy diferente a la realidad de otras campañas.

Con toda franqueza debo decir que no pongo las manos en el fuego para decir que no es significativa la participación de las carnicerías, aunque tampoco tengo elementos acusatorios. Sin embargo, la realidad diaria muestra que son nudos que tienen una conexión absolutamente evidente. El abigeato ya no es aquella carneada para subsistir, aquella carneada en la que se agarraba un par de cuartos y de paletas, se los metía en las mochilas y se iba disparando en bicicleta para darle de comer a la familia, a los gurises; eso no es así. Ahora termina siendo una enorme y próspera industria y cuando crece el río Cuareim, crece el abigeato de manera exponencial  porque llenan las canoas de carne, las tiran en la corriente y las recogen más abajo. Eso lo sabe todo Artigas. Eso es lo que pasa en muchos campos regados por el río Yi o buena parte de los ríos de Uruguay. Eso es lo que hoy está pasando en el país.

                No he tenido mucha participación en el tema y, por eso, no quiero deducir tercería, pero alerto que a mi juicio hoy las sanciones penales vinculadas con el abigeato son bastante insuficientes, al punto de que mucha gente no quiere denunciar. En función de la legislación existente como existe la posibilidad de la reparación del daño, en muchas ocasiones termina el proceso cuando se amaga con la reparación del daño como consecuencia del abigeato y del proceso penal abreviado. Ahí se termina con la instancia penal. Solo cuando el productor damnificado frente a los apresados por el delito dice que no a la reparación patrimonial, aparece la sentencia o disposición procesal de condena por el abigeato. Alerto que es un tema de connotaciones muy graves, un delito que perjudica la economía de toda la producción que ya toma como parte del costo anual lo que significan las pérdidas por abigeato. Creo que este puede ser un instrumento que termine generando una suerte de lavado de esa carne porque para algún lado va a ir.

Históricamente el tema de las inspecciones –no es un agravio al gobierno; no digo que sea un problema de este gobierno– de las carnicerías en el país ha sido muy complejo. Estamos hablando de una realidad donde hay más carnicerías que trabajan ilegalmente que las que trabajan legalmente. Por eso, alerto sobre esta preocupación porque el tema es acuciante y de gran impacto. Y lo digo porque en poco tiempo tendremos que volver a legislar sobre el tema por el impacto que esto tendrá.

                Me alegro si el senador Garín puede acercar más información porque el tema es tremendamente preocupante: 10.000 cabezas de ovejas se llevó el abigeato en 2018 en el departamento de Artigas, solo un departamento del país.

                Gracias, señor presidente.

SEÑOR BORDABERRY.- Me permito repetir las palabras del encargado del tema en representación del Ministerio del Interior, el inspector Mendoza, jefe de policía de Paysandú que son terribles.  Cuando concurrió a la comisión dijo que si el abigeato existía era porque había un mercado, es decir gente a la que se destina esa mercadería. Textualmente dijo: «Aquella concepción tradicional de que se carneaba para comer, hoy prácticamente no existe» Luego manifestó que no se sabe qué procedencia tiene la carne que termina en las carnicerías, pese a que se hace el estudio de ADN. ¿Por qué? Porque no solo hablamos de corderos, de ovejas, sino también de vacas y perros, entonces, le hacen el ADN al animal en el campo, lo comparan con el chorizo y nunca da porque es imposible; ¡qué va a dar! Más adelante, el inspector Mendoza dijo: «Leí las versiones taquigráficas y noté que hablaron el presidente, el abogado y el gerente general de INAC, pero me quedaron dudas acerca de la competencia que tiene este instituto para controlar» Y a continuación: «si los organismos  –llámese INAC o las intendencias, en su caso– no controlan a las carnicerías, esta carne será una boca más para el abigeato. Esto es lo que pensamos desde el punto de vista policial» O sea que viene el jefe designado por el oficialismo, el representante del Ministerio del Interior y nos dice que esto va a ser una boca más para el abigeato,  y nosotros, ¿qué hacemos? No le prestamos atención. No sé para qué lo recibimos. En la misma sesión expresó: « Desde el punto de vista policial, este proyecto tiene que funcionar, pero debe haber un fuerte control. Sabemos que el INAC no tiene gente en territorio», y después, más adelante hizo una referencia terrible –no sé quién después de esa sesión comió un chorizo casero– cuando dijo que se vendía chorizo casero de caballo. Se le preguntó si se promocionaba como de caballo, a lo que el inspector Mendoza respondió: «No; lo que se promociona son los perros. Venden perros por corderos». Además, advirtió que se debía tener cuidado con lo que se compraba y que para que esto funcionara los organismos públicos deberían controlar mucho. Y agregó: «Es la realidad: esto sucede porque hay mercado y la gente compra».

Quizás lo que no se dan cuenta –no sé hace cuánto que no van al interior– es el mensaje de desánimo que van a dar. Este proyecto de ley es un mensaje de desánimo para el pequeño productor porque lo que sucede es que agarran al carnicero, al que realiza el abigeato y no está ni dos minutos en la comisaría. Es más, no le cierran la carnicería. A lo sumo, si no le dan la habilitación abre nuevamente el comercio a nombre de la mujer o del amigo y él sigue estando ahí. Entonces, lo que estamos diciendo es que si se va a aprobar este proyecto de ley debe ir acompañado por un endurecimiento de las normas para quienes incurran en esas conductas. Y aquí nos permitimos reiterar algo. Es cierto que con la última reforma se sanciona a los receptores y a los que participan en el traslado, pero no se cierra la carnicería. Si hoy en el interior a un carnicero habilitado para hacer chorizos le agarran productos del abigeato o le comprueban su participación, la carnicería sigue abierta y no pierde el establecimiento.  Pienso que si le van a dar una autorización oficial  a alguien para hacer chorizos caseros y lo agarran incumpliendo la ley, lo primero que habría que hacer sería cerrarle el establecimiento, decomisarle la mercadería y rematársela. Esa es la forma en la que va a aprender que no puede hacer eso. Es increíble que se nieguen a esto. Además, también creo que al carnicero que incurra en abigeato recibiendo mercadería o participando en él, se le debe considerar esa conducta como muy especialmente agravada. Eso parece de Perogrullo.  No se trata de una persona cualquiera que anda por las calles, sino una persona que tiene una autorización legal para hacer chorizos y resulta que no la vamos a penalizar si incurre en ese delito. Si ese no es un agravante, me pregunto cuál es.

Luego, todos sabemos lo que pasa porque los fiscales muchas veces no persiguen el delito y se amparan en que no está en juego el interés público, como está previsto en la ley que el propio Ministerio del Interior dijo que había que modificar. Entonces, ¿qué es lo que decimos? No le demos esa facultad. Si el delito existe, hay que perseguirlo. Eso es lo que a  mí me parece y, por eso, hicimos las propuestas.

Como decía, quizás lo más grave en esto sea el mensaje de desánimo que se va a dar: el Senado de la República a espaldas de la realidad –no se sabe por qué secretos motivos– ha tomado como prioritario, en un momento en que el abigeato está campante en el país, autorizar la elaboración de chorizo casero a las carnicerías del Uruguay. Lo increíble de esto es la falta de foco en el tema. De vuelta: aquí la prioridad es el chorizo casero y no los tambos que cierran, la situación de los productores ovejeros,  lo que sucede en la cría o en la agricultura; eso no, la prioridad de la Comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca del Senado es el chorizo casero. Es tremenda la falta de foco, la falta de visión estratégica cuando el tema fundamental es el chorizo casero y no los productores, apuntando a que estos produzcan más y mejor; es increíble.

SEÑORA ÁLVAREZ.- En realidad el senador Bordaberry me ganó de mano. Leí el informe del inspector Mendoza de Paysandú e iba a decir lo que él ya señaló.

                Por otro lado, también hay que ver el tema de la salud de las personas que compran esa carne. Mucha gente, sobre todo en campaña, ha estado intoxicada, pero ni siquiera lo denuncia. Insisto en que hay que tener en cuenta la salud de la gente que compra en esas carnicerías en las que, además, falta higiene; la carne que proviene del abigeato pasa por distintas manos y, muchas veces, llega en mal estado a las carnicerías.

SEÑOR LARRAÑAGA.- Recién estaba hablando con el senador Garín. Sé que este tema, la famosa ley del chorizo, parece que ya es una ley sagrada: se dicta o se termina el Parlamento nacional.  También me consta que está a estudio desde principio de año. Debimos estar más arriba de eso, más allá de que muchos de nosotros venimos de un proceso azaroso como las elecciones internas, aunque no es ninguna excusa.

                Pregunto si no cabría la posibilidad de tener una semana más para analizar el tema e incluso contar con la información que el senador Garín anunció que podría traer a la comisión porque, aparentemente, podría haber diferencias entre lo que yo digo respecto de la faena clandestina y el abigeato y lo que puedan decir quienes están encargados de esa área. De todos modos, quiero alertar a la comisión y salvar la responsabilidad legislativa y, en esa línea, el tema es el mensaje que damos a muchos productores.

                Anoche estaba esperando que saliera el senador Besozzi de una intervención,  que felizmente fue exitosa,  y tuve la oportunidad de conversar con uno de sus parientes que tiene un establecimiento agropecuario en pueblo Risso. Para que tengan una idea de lo que pasa, a él le carnearon al hermano del animal que había salido campeón del Prado. Esa es la situación de los productores que están cercanos a los centros poblados, los que quedan mucho más expuestos a la realidad del abigeato. No solo hay que tener en cuenta las carnicerías habilitadas, sino que hay que comprender que hay una cantidad de expendios de carne en campaña que no están habilitados y a los que todos los vecinos van a comprar. Se los llama carnicerías, pero no lo son y, sin embargo, funcionan y están aceptados por la población. Esa es la realidad de quien provee carne y no tiene autorización porque no puede superar las exigencias en un centro de esas características. Hablamos de centros poblados donde, a veces, es muy difícil hacerse de un quilo de carne porque no hay mataderos cercanos.

                Sé de la discusión que hubo en Cámara de Diputados porque estuve leyendo la versión taquigráfica y sé de la intervención de diputados de todos los partidos políticos que apoyaron esta iniciativa; sin embargo, a mi juicio hay que precaver las consecuencias y el mensaje que se da a un sector agropecuario –pequeños y medianos productores– que está complicado. Vean el razonamiento que hace un tiempo me hacían los productores: me decían que tenían ovinos porque de esa forma les robaban las ovejas y no el ganado, preferían reducir las pérdidas por las ovejas que perdían y no por el ganado que les pudieran faenar. Sin embargo, los productores que solo tienen ganado bovino tienen enormes dificultades. Por eso, creo que el tema del abigeato es gravísimo y tiene conexión con esto.

Entonces, vayamos para adelante con el chorizo casero, pero también tengamos en cuenta las situaciones que se puedan generar. No hay control de INAC,  ni de nadie en las carnicerías de campaña. El tema no son las carnicerías de las capitales departamentales –capaz que esas pueden tener un contralor– o las que están registradas, el tema son las que no están habilitadas o tienen una habilitación provisoria. Eso es tierra libre, vayan a Blanquillo, a Topadora, a Yacaré, a Campamento.

SEÑOR GARÍN.- Quisiera decir un par de cosas. Estamos hablando de un proyecto de ley sobre embutidos artesanales,  claramente una actividad comercial de promoción que incorpora valor, el problema es que en la discusión que hoy estamos teniendo todo queda opacado por una actividad delictiva. Me parece que estamos siendo muy injustos con el proyecto que, insisto, es de promoción de una actividad que va asociada a la generación de empleos y a facilitarle la vida a la gente. Sin embargo, ahora todo se pone en tela de juicio por los efectos de una actividad delictiva como el abigeato.  Creemos que no hay que incorporar el tema de los delitos penales en una ley de promoción y, por eso, seguiremos insistiendo –existe posición de la bancada– en votar el proyecto del chorizo artesanal que es de promoción para que las carnicerías lo puedan hacer de la mejor forma posible. De hecho, entre la versión que vino de la Cámara de Diputados y la actual hemos incorporado un montón de modificaciones y, entre otras cosas, ahora queda establecido por ley –no venía así de la Cámara de Diputados– que hay que certificar el origen de la materia prima que se utiliza para los chorizos carniceros artesanales. Eso antes no existía, lo analizamos aquí, lo discutimos y fue el mecanismo que encontramos desde una ley de promoción para tratar de evitar la reducción de carnes que provinieran de la actividad delictiva, es decir el abigeato o de actividades ilegales, como la faena clandestina.

                Por tanto, nos parece que tenemos que votar ese proyecto de ley de promoción del embutido artesanal.

                Por otra parte, debo advertir que aquí el senador Larrañaga –aunque también lo ha citado la senadora Álvarez y el senador Bordaberry– se ha referido al tema de las competencias de control, pero debo indicar que el segundo punto del orden del día es el proyecto sobre comercialización de carnes que es la implementación de la propuesta que nos hizo el propio Poder Ejecutivo, a través del INAC y del ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca para mejorar las condiciones de los mecanismos de contralor de todos los comercios que a lo largo y ancho del Uruguay comercializan carnes y derivados. Aquí tenemos ese proyecto de ley que consta de nueve artículos. Es más, si a los senadores de la oposición les parece conveniente, diría de votar este proyecto sobre el chorizo artesanal y a continuación este otro proyecto a tapa cerrada porque las condiciones que pide el INAC para tratar de subsanar las limitaciones que tiene la ley de creación de este instituto que es de 1984 –y que nunca ha tenido posibilidad de poder hacer los controles necesarios en muchos comercios minoristas que comercializan carnes y derivados– aquí están subsanados. También debo advertir –por eso estamos tranquilos con la propuesta de votar el proyecto a tapa cerrada– que para el tratamiento de este proyecto de ley denominado: Comercialización de carnes, carpeta  n.º 1318/2019, vinieron todas las gremiales y dijeron que estaban muy de acuerdo con él. Aquí vino una delegación del Congreso de Intendentes, representada nada más ni nada menos que por su presidenta, y dijo que este era el proyecto que resolvía el tema de fondo. Es más, dijeron que no se había aprobado por mayoría, sino por aclamación. Por tanto, estamos muy tranquilos de que este proyecto, que figura en segundo término del Orden del Día, soluciona los problemas de contralor que, como bien decía el senador Larrañaga, existen desde que se creó el INAC en 1984. Ahora, con este proyecto de ley que tenemos sobre la mesa, tenemos la posibilidad de resolver el tema.

                Ya expresé cómo, a nuestra manera de ver, todo lo que ha estado en discusión lo podemos ir encauzando para que mañana o el día que se presente en el plenario todos tengamos la tranquilidad de trasmitirle a la ciudadanía que a los carniceros le vamos a permitir avanzar en un rubro que promociona su actividad  y lo hace de cara a los tiempos modernos,  como bien lo pidió la Unión Nacional de Vendedores de Carne. Este sector nos pidió poder incorporar valoración sobre la carne.

A continuación podemos pasar a aprobar este proyecto de ley sobre comercialización de carne que claramente mejora los controles, las inspecciones y hasta las sanciones, a fin de que INAC pueda hacer fuerte el concepto de control, buscando los mecanismos para combatir, entre otras cosas, las carnes que llegan a los comercios minoristas y que provienen de actividades ilegales o del delito.

                No puedo expresarme de otra manera. En el punto primero y segundo del Orden del Día tenemos la solución a todos los problemas que aquí están expresados y la voluntad del Frente Amplio es votar los dos proyectos.

SEÑOR BORDABERRY.- Quiero ubicar las cosas en su justo término. Está bien que haya una ley que promueva estas actividades tan importantes  para el desarrollo del país como es hacer chorizo casero. Nos parece que es fundamental; obviamente parece que el gran tema nacional es una ley que promueva el chorizo casero. No nos oponemos porque parece que el gran futuro de esta legislatura es aprobar una ley del chorizo casero. Lo que si decimos es que si van a ir a promocionar el chorizo casero –lo pueden llamar embutido artesanal o como quieran porque la verdad es que el nombre no hace a la cosa– tienen que darse cuenta que ese proyecto de ley que van a aprobar va a generar consecuencias de las que nos advierten los propios representantes del oficialismo. El proyecto de ley de INAC que se propone votar a tapa cerrada –y no tengo problema en eso–  surgió cuando vino acá el INAC. Cuando los representantes del instituto vinieron a la comisión, conversamos con ellos y se comprometieron a mandar ese proyecto de ley porque no tenían las facultades. Entonces, en realidad se trata de un proyecto de ley que surge a partir de nuestra inquietud por lo que se iba a producir con el proyecto del chorizo casero. Ahora bien, el problema es que si no tomamos esos artículos –todos somos mayores de edad, somos legisladores y sabemos lo que  sucede–  y los incorporamos como aditivos al proyecto de ley del chorizo casero, lo que va a pasar es que en la Cámara de Diputados no van a poder modificar nada, se va a votar el proyecto del chorizo casero, pero corremos el riesgo de que no se apruebe el proyecto de ley sobre los controles del INAC. Por eso, la necesidad de adosar las normas de INAC al proyecto del chorizo casero. Eso les daría a todos la tranquilidad de que se va a aprobar.

                Por otra parte, el propio proyecto de ley no prevé las consecuencias de esta nueva actividad comercial promocional del chorizo casero, es decir las consecuencias penales de quienes incurran en conductas penales, entonces, el sistema penal actual debiera adaptarse a esa nueva realidad. Eso es lo que se plantea. Como hoy se decía citando a Américo Plá Rodríguez: hay que tomar de las doctrinas que uno entiende equivocadas, la parte de razón que éstas tienen.  Nosotros tomamos la parte de razón de la propuesta de ustedes sobre el proyecto del chorizo casero, pero le agregamos algunas cosas que nos parecen esenciales. Si nos preguntan si estamos contentos de aprobar el proyecto de ley sobre el chorizo casero, decimos que no porque creemos que corremos un riesgo innecesario. Lo que tenemos que aprobar exclusivamente es el proyecto que da facultades al INAC para controlar. Sin embargo, aun entendiendo que es  vital para el Frente Amplio aprobar el proyecto sobre el chorizo casero, entendemos que debe contar con las seguridades mínimas que son normas de controles para el INAC y agravamiento de las normas penales para quienes incurran en estas conductas. Esa es nuestra posición.

SEÑOR LARRAÑAGA.- Simplemente quisiera dejar una constancia.  No se puede decir que por querer prevenir las consecuencias, estamos en contra del proyecto sobre el chorizo casero; no es así.  Dije que se había votado en la Cámara de Diputados, creo que por unanimidad, con la participación de todas las bancadas. ¡Vamo arriba con el chorizo casero! No estoy en contra si agrega valor, aunque no sé cuánto se va a incrementar la capacidad de consumo de la gente de chorizo casero en función de la explosión de esa industria. ¡Vamos! ¡Por favor! Lo que sí alertamos –y tenemos el legítimo derecho de hacerlo– es que una actividad determinada puede tener consecuencias agravando algo que se está dando en el país y que es grave desconocerlo: el tema del abigeato.  Es muy grave desconocerlo por el mensaje que se da la producción y a los productores chicos y medianos. Los grandes se arreglarán, pero que a los productores chicos y medianos le faenen o cometan abigeato en su ganado bovino u ovino tiene consecuencias gravísimas. Entonces, en un país que no controla, que no tiene control –esto ocurrió desde siempre– el tema es cuáles serán las consecuencias de esto que estamos legislando. No estamos oponiendo un delito frente a la expansión de una industria; no se trata de una cosa contra la otra, lo que queremos es prevenir las situaciones que, a mi juicio, pueden terminar siendo perjudiciales.

                Muchas gracias.

SEÑOR DE LEÓN.- Voy a empezar por lo último. No tenemos ninguna incertidumbre con respecto a que la bancada del Frente Amplio en la Cámara de Diputados vaya a apoyar este proyecto del INAC.  Bienvenido que el INAC haya venido rápidamente con esa propuesta a esta comisión y si de aquí surgió la iniciativa, mejor aún. No veo como un problema que a partir de planteos realizados en la  comisión, INAC haya presentado este proyecto.

                El senador Garín –me gusta escuchar y que se me generen dudas– me terminó de convencer al plantear que se vote a tapa cerrada el proyecto presentado por el INAC a continuación del que estamos considerando. En definitiva, me parece que es la mejor propuesta porque desde que comenzó la sesión de lo que estamos discutiendo es de las dudas que hay con respecto a que haya algunas limitantes si solo se vota el proyecto de embutidos artesanales.

                Lo más importante es que hoy podamos resolver ambos proyectos. En el caso del Frente Amplio hay acuerdo para que el proyecto del INAC se vote rápidamente y tengo entendido que en la coordinación de ayer este tema se consideró y hubo un compromiso por parte de los distintos partidos de aprobarlo rápidamente. Por tanto, creo que no habría ninguna dificultad en votar ambos proyectos.

                Por otro lado, como todos siempre hablamos de agregar valor, de generar nuevas industrias por más pequeñas o modestas que sean,  es bueno que hoy estemos aprobando este proyecto, que no significa –nadie lo está planteando pero, por las dudas, lo digo– que el Frente Amplio con esto apoye o promueva el abigeato. Creo que cuanto antes votemos los dos proyectos, será mejor.  Además, considero que están dadas las condiciones para que el proyecto del INAC sea votado, como lo planteó el senador Garín, a tapa cerrada.

SEÑOR PRESIDENTE.- Como presidente debo escuchar todas las voces y aunque parezca mentira esto me hace acordar a cuando fui presidente de la Cámara de Diputados, hace muchos años,  en 1997. En aquel entonces hubo un conflicto que duró casi todo el año y como presidente de la Cámara me significó tener que laudar sobre distintas circunstancias; fue un año terrible. Ahora siento que los argumentos planteados por los señores senadores Larrañaga y Bordaberry personalmente me hacen fuerza. Son argumentos que no habíamos escuchado. Los agregados que plantea el señor senador Bordaberry en cuanto a fusionar los dos proyectos de ley y los agravantes a las sanciones del Código Rural fueron discutidos hoy porque en la anterior sesión solo fueron presentados y en ese momento la discusión no se dio.  Por eso, siento la necesidad de asumir esos argumentos. Además, el señor senador Larrañaga hizo un planteo en el sentido de postergar una semana el tratamiento del tema. En todas las instancias en que me ha tocado presidir, siempre he sido muy atento a las mociones de orden, sobre todo, cuando éstas las plantean quienes no integran mi partido. En definitiva, como presidente de la comisión y teniendo en cuenta todos los antecedentes que hemos escuchado, voy a proponer que se postergue la consideración del primer proyecto para la sesión del próximo jueves –no serían siete días, sino dos– y que pasemos a considerar el segundo punto del orden del día, referido a la comercialización de carnes.

                Esa es la propuesta.

SEÑOR GARÍN.- Quiero manifestar mi discrepancia con esa solución porque ya se nos ha venido pidiendo una semana y otra y así venimos desde hace meses. Sin embargo, el presidente tiene la potestad de hacer la síntesis y someter a votación la decisión que entienda conveniente.

                La verdad que en esta discusión no ganamos nada con dos días y, por eso, dejo sentado en actas mi desacuerdo con la postergación. Vamos a seguir teniendo dos carpetas. Del proyecto de ley sobre chorizo artesanal hemos votado todos los artículos y estamos proponiendo votar el segundo proyecto a tapa cerrada y así resolvemos el problema.

SEÑOR PRESIDENTE.- No quiero discrepar con el señor senador Garín, pero creo que aunque se trate de dos días se gana un tiempo para hacer las consultas del caso. Es poco, y si el senador Larrañaga quiere mantener su propuesta de siete días estoy dispuesto a que sea una semana,  pero si la moción de postergar el proyecto hasta la sesión del jueves le satisface, dejaría esa. Consulto al señor senador Larrañaga su opinión al respecto.

SEÑOR LARRAÑAGA.- No quiero afectar el relacionamiento parlamentario, simplemente plantee contar con una semana más para hacer las últimas consideraciones sobre el tema. No creo que una semana más, si hay pleno acuerdo en la comisión en que ese sea el plazo, termine generando una alteración gravísima en el curso parlamentario sobre la discusión de este proyecto. Esa era mi posición si fuera posible, pero no quiero violentar a los señores senadores. Ese fue el planteo que hicimos.

SEÑOR PRESIDENTE.- En definitiva, como presidente mociono para que se postergue el tratamiento del tema  hasta el jueves. Si una semana no alcanzaba, dos días puede que no pero, en definitiva, es dar un espacio entre esta discusión y la sesión del jueves.

                Si no se hace uso de la palabra, se posterga la consideración del proyecto de ley sobre embutidos artesanales para la sesión ordinaria del próximo jueves.

(Se vota).

                –9 en 9. Afirmativa. UNANIMIDAD.

                Queda postergado el proyecto de ley.

                En consideración el segundo punto del orden del día: «Comercialización de Carnes. Se promueve la inocuidad y la transparencia»

SEÑOR BORDABERRY.- Nosotros estamos en condiciones de aprobar el proyecto de ley a tapa cerrada.

SEÑOR PRESIDENTE.- Si no se hace uso de la palabra, se va a votar la carpeta n.º 1318/2019 sobre comercialización de carnes. 

(Se vota).

                –9 en 9. Afirmativa. UNANIMIDAD.

SEÑOR LARRAÑAGA.- Propongo al senador Garín como miembro informante.

(Apoyados).

                Se levanta la sesión.

(Son las 14:29).

 

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Montevideo, Uruguay. Poder Legislativo.