Retorno a página principal

Carátula

 

SEÑOR PRESIDENTE.- Habiendo número, está abierta la sesión.

(Son las 16:38).

                –La Comisión de Asuntos Internacionales del Senado tiene el enorme gusto de recibir a los representantes de la Unión Libanesa Cultural Mundial, quienes han solicitado entrevista.

                Le damos la palabra al presidente de la delegación, ingeniero Gastón Akiki.

SEÑOR AKIKI.- Muchas gracias.

                Queremos agradecer a la comisión por recibirnos en el día de hoy. Nosotros habíamos solicitado esta entrevista en noviembre debido a un tema que nos sensibiliza mucho: ese mes hubo un atentado muy grave en el Líbano. Estos hechos nos duelen enormemente y muchas veces pensamos y hablamos entre nosotros sobre qué hace el resto del mundo cuando se presentan estos problemas en el Líbano, que es el país que queremos. Sin embargo, en ese momento fuimos gratamente sorprendidos por dos o tres comunicados del gobierno a través de los cuales se rechazaban los atentados. Estos fueron emitidos por el Ministerio de Relaciones Exteriores, por el señor intendente de Montevideo y por esta comisión. Se emitieron como consecuencia, también, de otro atentado cometido en París en el mes de noviembre. Mediante esas manifestaciones hicieron público su rechazo a lo que sucedía en ese momento en el Líbano.

                Por supuesto que esa actitud nos enorgullece, sobre todo porque sentimos que muchas veces los problemas en el Líbano son minimizados si se comparan con un atentado cometido en París o en Londres. Nosotros entendemos las diferencias, pero queremos destacar que el Líbano es un país que ha sufrido mucho, sobre todo en los últimos cincuenta o sesenta años. Casualmente, ayer se cumplieron cuarenta y un años de la peor guerra registrada en el Líbano. En el año 1975 se desató una guerra que duró quince años y costó la vida a más de 200.000 personas.

                Nosotros, integrantes de esta organización –les entregamos una carpeta en la que nos presentamos–, somos hijos de los fundadores de esta institución. 

La Unión Libanesa Cultural Mundial nace en el año 1959 en México, integrada por los primeros libaneses que llegaron a América. En el día de hoy nuestra institución está en 150 países y está dividida, a nivel internacional, en seis regiones. Nosotros formamos parte de la región de Hispanoamérica y del Caribe.

Nuestra institución, desde que se fundó, no hace más que velar y reclamar sistemáticamente por la paz y la soberanía del pueblo del Líbano. Y muchas veces, como les decía recién, nos sentimos un poco solos en este reclamo.

Hoy el Líbano tiene dos grandes problemas, aparte de todo esto que veníamos hablando. Uno de ellos es que el mes que viene se cumplen dos años sin que haya un presidente. En el Líbano el presidente es elegido por el Parlamento –no se elige en forma directa– y hay determinados grupos que no forman el quorum los días que se cita con ese fin. Y el segundo problema, que por supuesto nos preocupa mucho, es el ingreso del Estado Islámico en el Líbano. En este momento el Estado Islámico está empujando para entrar por el lado norte del Líbano, desde Siria, y el ejército libanés, que es una institución sumamente respetada y querida en ese país, prácticamente a diario está barriendo hacia afuera a este grupo. Los señores senadores saben de quiénes estamos hablando; personalmente entiendo que es un grupo absolutamente incontrolable, desde el momento en que para ellos no tiene valor la vida y son capaces de matarse ellos mismos por una causa. Entiendo que es muy difícil la lucha contra este grupo.

Pero a pesar de todo esto nuestra organización, que la semana pasada celebró su 19.º congreso mundial en Canadá, sigue sistemáticamente, en estos sesenta años de vida, luchando, bregando, pidiendo prácticamente a gritos que se sepa cuál es la realidad del Líbano, agravada en los últimos tres o cuatro años por la problemática de Siria. De allí se han desplazado más de cinco millones de personas a otros países, de los cuales más de un millón y medio están en el Líbano. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un país del tamaño del departamento de Cerro Largo, con cuatro millones de habitantes y que hoy en día tiene, insisto, más de un millón y medio de refugiados sirios. Además, hay 400.000 refugiados palestinos que están en el sur y, como los señores senadores saben, todos los años hay algún problema con Israel. Esas luchas se generan, sobre todo, dentro del territorio del Líbano. Imaginen los señores senadores un país del tamaño del Líbano con un millón y medio de refugiados. En la medida de sus posibilidades el Líbano los atiende en lo que refiere a la salud e intenta, de alguna manera, ocuparse de la educación de los chicos. En estos últimos tres años, el Líbano ha recibido    USD 3.000:000.000 de ayuda internacional, pero esto es totalmente insuficiente. Estos refugiados –que  en la actualidad viven con cuatro o cinco dólares por día–  son mano de obra sumamente barata, lo que ha generado que los niveles de desocupación en el Líbano sean históricos. El Líbano, fiel a su historia, siempre ha recibido gente de otros países; hay muchos armenios que llegaron con el genocidio turco, etcétera. Nos gusta recibir a la gente, pero llega un momento en el que ya no se puede más.

Independientemente de los temas políticos, hoy en día los refugiados de Siria nos están generando un gran problema. Hay un tema sumamente grave a nivel social que no solo nos preocupa sino que nos duele, porque nosotros        –que somos segunda y tercera generación de los viejos libaneses que llegaron a principios del siglo pasado–  crecimos viendo a nuestros mayores sufrir todos los problemas que tenía el Líbano. De alguna manera, nosotros hemos heredado y hemos decidido seguir adelante con esta institución, que no nos pertenece porque es de nuestros mayores. Nuestro compromiso y nuestra obligación es seguir reclamando, en donde nos abran las puertas, por estos problemas que hoy vive el Líbano.

                Volviendo al principio, la idea de esta reunión era agradecerles en alguna medida aquel comunicado del mes de noviembre –esas cosas nos conmueven mucho– y, además, también queríamos plantearles un poco todo esto. Tengo entendido que algún señor senador de esta comisión ha estado en el Líbano.

SEÑOR MARTÍNEZ HUELMO.- Hace cinco años, cuando todavía había presidente.

(Dialogados).

SEÑOR AKIKI.- Lo que hace nuestra institución, justamente, es difundir, no solo la problemática del Líbano, sino también su cultura y, dentro de ella, su gastronomía. Para nosotros el tema cultural es muy importante y es uno de los cometidos de esta organización.

SEÑOR ALAM.- En cuanto a lo que dijo el señor Akiki, la organización resulta muy atractiva porque es una representatividad, pero también nos interesa decir que el Líbano hoy tiene más de once millones de libaneses desperdigados por el mundo. Es decir que en ultramar el Líbano tiene una fuerte representatividad y una fuerte necesidad de respeto a su tierra, porque nos sentimos agredidos. Los que estamos presentes en esta mesa, somos primera, segunda y tercera generación de hijos de inmigrantes. ¿Eso qué significa? Que tenemos sentimientos.  En mi caso, mi madre y mi padre nacieron allá; en el de otros, sus abuelas y abuelos; y en otros casos, sus bisabuelos. También tengo que agradecer a esta tierra –en mi nombre y en el de todos los presentes‑, que tiene más libaneses de lo que se piensa; en este momento, la nuestra ocupa el cuarto lugar dentro de las colectividades que tiene  Uruguay.

                Entonces, necesitamos que esta gente, que tiene esa sangre, sienta que su patria –la de sus padres, la de sus abuelos y de sus bisabuelos– es respetada como cualquier otra. Por ejemplo, en este momento yo necesito que mi hija sienta que la patria de su familia está. Por eso seguimos peleando.

                Agradecemos –y ahora me centro en el motivo de mis palabras– que el Ministerio de Relaciones Exteriores del Líbano de cierta manera convocara a la ULCM –Unión Libanesa Cultural Mundial– como órgano de preponderancia      –porque tiene más del doble de los libaneses– en el mundo. Es un órgano de contacto –y humildemente lo queremos representar aquí– que busca hacer sentir la necesidad de humanidad; nada más. No se pide ningún otro vínculo, sino que haya respeto por los derechos humanos y por las personas, el mismo respeto que los libaneses han tenido –como ya se mencionó– cuando recibe a los hermanos armenios, sirios o palestinos. Es un tema de respeto humano. Esto a veces nos trae más dolores de cabeza de lo que se piensa. Uruguay hizo un intento y lo vivió. No es fácil. Y si Uruguay lo vivió con muy poca gente, imagínense lo que vive el Líbano con un millón y medio de personas refugiadas. Repito: no es fácil. Por eso seguimos en esta actitud de presentar el Líbano a través de nuestras personas.

Esto me lleva a aclarar qué es la Unión Libanesa Cultural Mundial. Muchos de ustedes, como uruguayos, conocen al Club Libanés, a la Sociedad Libanesa y a otras sociedades, como la sociedad Los Hijos de Darbeshtar, etcétera. Hay varias entidades y entre ellas no existe un propósito de competencia. Esta entidad busca la agrupación sin sentimientos de partidismo hacia una u otra, sino con sentimientos únicos: amor y respeto a la tierra de nuestros padres y abuelos.

                 Quería manifestar esto porque creo que es bueno plasmar nuestra intención: lo único que pedimos es el respeto a los libaneses.

Aquí, gracias a Dios, en esta tierra muy bendita –como dicen algunos amigos– se respeta el derecho humano, y queremos que eso también suceda en el Líbano. Justamente, agradecemos cuando Uruguay alza su voz en contra de la guerra y en pro de la defensa de los derechos.

                Nada más. Muchas gracias.

SEÑORA MOREIRA.- En el período pasado integraba el Grupo de Amistad Parlamentaria Uruguay–Líbano. También tenía mucho interés en la causa palestina y después de reconocido el Estado palestino me retiré del grupo de trabajo. De todas maneras, he estado revisando lo que sucede en los grupos de amistad.

                Quería decir que miramos con mucha preocupación lo que sucede en esa parte del mundo. Conocemos, en mayor o menor profundidad, los problemas de los derechos humanos en el Líbano, pero no sabíamos que el número de refugiados llegaba al millón y medio. Me parece increíble y poco dado a conocer por la prensa mundial. Realmente  hablamos mucho sobre los desplazamientos de los sirios y poco sobre la magnitud que ese hecho tiene, sobre todo en relación al territorio y la población libanesa.

                En otro tenor, viví muchos años en Brasil y puedo decir que la comida sirio–libanesa es un capital cultural de ese país.

                Ahora bien, quiero preguntar en qué podemos ayudar como parlamentarios. Uruguay ahora integra el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y, por tanto, tendrá un rol a cumplir en la protección de los derechos humanos en el planeta que esperamos llevar a cabo con la dignidad republicana que ha galardonado a nuestro país en la diplomacia internacional porque, por más que es pequeño, siempre ha sido muy consistente en la defensa de esos derechos. Más allá de nuestra posición en el Consejo de Seguridad –revisando los grupos de amistad veo que la senadora Xavier estará involucrada en  estos temas y, por tanto, tendrá mucho más para decir al respecto–, me gustaría saber en qué podemos ayudar como parlamentarios.

SEÑORA XAVIER.- Gracias a la delegación por venir a informar.  Algunos hemos estados más cerca de los libaneses en nuestro país. Viví durante mi primera infancia en el norte, en la frontera de Artigas, y allá convivíamos con muchas colectividades, entre ellas la libanesa, que era y es muy significativa.  Por tanto, aprendí a comer guiso uruguayo y kepe crudo, que era mi preferido.

                Creo que es bueno intercambiar información sobre estas realidades porque hoy la situación de los desplazados es un tema global sobre el que se debe debatir. Cuando las grandes potencias se resisten a seguir recibiendo refugiados, ¿qué le puede quedar a un país que es vecino, que tiene poco territorio y que enfrenta sus dificultades? Estos son los temas que nos deben conmover y hacer reflexionar para encontrar alternativas que respeten los derechos de las personas y coloquen sobre la mesa estos temas.

                Sentimos mucho el atentado, condenamos todo tipo de terrorismo y, dada la coincidencia temporal, nos parecía importante que la resolución del Senado que esta comisión presentó fuera única y contemplara las dos situaciones.

                Entendemos mucho el problema de la diáspora de 11:000.000 de libaneses por el mundo porque nosotros somos algo más de 3:000.000 y tenemos entre 500.000 y 600.000 compatriotas repartidos por el mundo. Es bueno que en este mundo global los vínculos y las identidades se mantengan para que no terminemos todos siendo medio parecidos, porque no lo somos. Sin duda, en la riqueza de la diversidad están la tolerancia y la convivencia.         

                Agradecemos a la delegación por venir a la comisión y, desde los lugares en los que nos encontramos, estaremos atentos para tener presentes estas situaciones, tanto el problema de los desplazados en el mundo por las situaciones de violencia y la amenaza terrorista, como las formas que tienen las democracias de encarar esos problemas  cuando es tan desigual la lucha.  Por tanto, asumimos el compromiso.

SEÑOR MARTÍNEZ HUELMO.- En primer lugar, quisiéramos saludar a la delegación que nos visita.

                Nosotros estuvimos en Beirut, una ciudad muy linda durante, tres días, lo que no nos hace expertos en temas libaneses, pero pudimos observar la gran similitud que tiene ese país con Uruguay. Creemos que es un país culto, un país civilizado donde la armonización de las distintas colectividades políticas y religiosas se hace compleja. Los legisladores del grupo de amistad Líbano-Uruguay me decían que hay cerca de 18 colectividades, alguna de las cuales son religiosas. Están los suníes y los chiíes, pero también los cristianos griegos y los cristianos armenios; además, hay otras condiciones políticas y religiosas que confluyen en el parlamento. Obviamente, armonizar todo eso es complicado, más allá de que es complejo el tema de la presidencia del Líbano, sobre todo partiendo de la base de que no es de elección directa, sino parlamentaria. Como dije, es un tema complejo que entendimos rápidamente. 

Por supuesto que también me interesa destacar dos planteos realizados por el presidente del Líbano. Uno de ellos lo hizo en ocasión de su visita al Uruguay, hace dos o tres años, y otro en el Líbano. Cuando estuvimos en su país, el presidente mostró gran preocupación por sus compatriotas, tanto del Chuy como de Rivera. En verdad quedé asombrado de que el presidente del Líbano supiera que existe el Chuy, pero estaba muy bien notificado, sobre todo, de un prejuicio que tenemos en nuestro país, proveniente de algunas corrientes políticas que tratan de sindicar a gente, que es de trabajo –según nos decía él mismo–, con grupos terroristas. Sabemos que hay una tendencia de alguna prensa y de gente que actúa en el Uruguay con mala fe. Nosotros nos comprometimos a actuar de un modo reservado, pero en beneficio de un buen criterio en cuanto al tratamiento que la Cancillería debiera observar respecto a estos ciudadanos radicados en Rivera y en el Chuy, que se dedican al comercio. 

                Luego, cuando estuvo en el Uruguay hizo un planteo con el que coincidimos plenamente, sin tener nosotros ninguna confesión religiosa y          –aunque somos muy respetuosos– sin practicar ninguna religión. El señor presidente del Líbano, cuando venía de la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur y Países Árabes, celebrada en Lima, expresó aquí, en nuestro país, que  la religión es un derecho humano, visión que compartimos. Fue muy interesante recibir su pensamiento al respecto, pero también es cierto que se trata de un tema que a nivel político el libanés tiene que dominar, porque al parlamento van tanto gnósticos como distintas confesiones religiosas. Por tanto, es un tema complejo y en verdad aprendimos mucho de los diálogos que tuvimos sobre estos temas.

                Otro punto que me interesa destacar es el hecho de que Líbano es un país democrático. Tomamos conciencia de ello en la propia región, donde pudimos ver las diferencias existentes en el mundo llamado árabe. Su situación no es la misma que la de los Emiratos Árabes del Golfo Pérsico, que disponen de grandes riquezas y recursos, pero que se caracterizan por ser emiratos; tendrán parlamento, pero son gobernados por monarquías. Por supuesto, también estuvimos en Irán, cuyo régimen se enmarca en una teocracia. En los hechos, el país que más se parece al Uruguay es Líbano. Esto nos llenó de satisfacción porque, como bien se ha dicho, es la tercera o cuarta colectividad que conforma nuestra población. En aquella oportunidad, teníamos un embajador de abolengo sirio, el señor Jorge Jure, un gran trabajador en la causa libanesa.

                A partir de esa instancia, nos hemos interesado por el grupo de amistad parlamentaria y nos dispusimos a compenetrarnos cada día más sobre los temas concernientes al Líbano. A pesar de que no somos integrantes de ese grupo de amistad,  me consta que la Comisión de Asuntos Internacionales, tanto durante la presidencia de la señora senadora Xavier como la del señor senador Larrañaga, así como la comisión homónima de la Cámara de Representantes, se han focalizado en el trabajo y concreción de los grupos de amistad a efectos de que empiecen reunirse lo antes posible. Hay muchas cosas para hacer desde todo punto de vista: en el plano político, en el de los negocios y el comercio exterior, así como, obviamente, en el cultural.

                Como miembro de esta comisión, es una gran satisfacción recibir a esta delegación y tener este contacto, que habrá que profundizar pues hace al quehacer del Uruguay.

                Para terminar, quiero señalar que el Uruguay también es un hecho internacional: nosotros, con tres millones y medio de habitantes, no podríamos existir si no tuviéramos vinculaciones de todo tipo a nivel diplomático y parlamentario, y si no estuviéramos representados en todos los ámbitos posibles.

                En síntesis, me parece muy importante su presencia en esta comisión.

SEÑOR AKIKI.- Respondiendo al planteo de la señora senadora en cuanto a qué se puede hacer desde este ámbito, honestamente, no lo sé. Pero lo cierto es que hoy estamos acá, tal como les explicaba cuando llegamos, en principio para agradecer un comunicado del mes de noviembre a raíz del último atentado en el Líbano del que se tuvo conocimiento, porque ayer hubo otro en el sur del que solo habla alguna prensa internacional. Entonces, el solo hecho de que de repente el Parlamento, el Ministerio de Relaciones Exteriores, o como en este caso, la Intendencia de Montevideo, repudiaran y rechazaran uno de estos actos en el Líbano, para nosotros ya es muy importante. Eso en primer lugar.

                En segundo término, de acuerdo con lo que venía explicando, nosotros nos criamos escuchando los problemas del Líbano. Hoy nuestro principal problema, que es el de los refugiados, no es un tema libanés, sino sirio. Entonces, por supuesto que mucho menos podemos influir nosotros en la problemática que hay en Siria, porque eso ya nos lleva no solo a pensar en nuestro Líbano, sino también en otros países en los cuales no deberíamos tener injerencia. Sin embargo, somos los receptores de la gran problemática que hay en Siria que, como ustedes saben, no es solo un problema interno de ese país.

                De cualquier forma, muchas gracias por esa inquietud. Les agradezco a todos que nos hayan recibido y las palabras que han tenido con nosotros y, por supuesto, nosotros también estamos a las órdenes en todo lo que sea colaborar y difundir, sobre todo, la cultura y la problemática del Líbano, porque esa es nuestra misión y por ello estamos aquí y en esta institución que tanto queremos.

Muchas gracias.

SEÑOR PRESIDENTE.- De parte de la comisión les agradecemos muy especialmente y estamos a las órdenes. Si hubo alguna demora en atenderlos, debo decirles lo siguiente. Lo que sucede es algo muy claro: en noviembre el Parlamento se complica, después viene el receso parlamentario, luego el cambio de integración de la mesa, y todo esto no es algo sencillo.

SEÑOR AKIKI.- Estamos doblemente agradecidos porque, a pesar de que pasaron los meses, igual nos recibieron.

SEÑOR PRESIDENTE.- Sepan que, por supuesto, estamos en plena línea por respaldar todo lo que pueda significar la tolerancia, la paz, la no intervención y vaya nuestra solidaridad frente a los atentados que quebrantan vidas y generan conmoción en una sociedad.

                Muchísimas gracias por estar presentes y estamos a la orden.

 

(Se retira de sala la delegación del Consejo Nacional de la Unión Libanesa Cultural Mundial).

 

                –Continuamos con el orden del día.

                Dese cuenta de los asuntos entrados. 

(Se da de los siguientes).

«– Carpeta Nº 510/2016. Acuerdo Marco de Cooperación entre la República Oriental del Uruguay y San Vicente y las Granadinas – Aprobación. Mensaje y proyecto de ley del Poder Ejecutivo (Distribuido Nº 640/2016).

– Por resolución del Cuerpo vuelven a estudio de la Comisión las Carpetas N.os 386/2015 y 436/2015 conteniendo los proyectos de ley por los que se aprueban el Acuerdo de Cooperación en Materia de Deportes entre el Gobierno de la República Oriental del Uruguay y el Gobierno de la República de Armenia y el Acuerdo de Cooperación en el Área de la Cultura entre la República Oriental del Uruguay y la República de Azerbaiyán, respectivamente».

SEÑORA XAVIER.- Quiero decir que la vuelta a comisión de ambos proyectos informados obedece a la situación de fuego en la zona, que desde hace mucho tiempo tiene una decisión de alto al fuego. Algunos integrantes del Senado se sentían violentados tratando proyectos que tenían que ver con lo cultural, por lo que resolvimos traerlos con la intención de hacer algún tipo de declaración sobre la paz en la zona y la recuperación del diálogo. De todas maneras, no necesariamente tiene que pasar por la comisión; creo que podemos dialogar extracomisión, por lo que nos mantendremos en contacto con la Presidencia y la Secretaría.

SEÑOR PRESIDENTE.- Así se procederá, entonces, para ver cómo continuamos con el tratamiento del tema.

                Han sido suministrados los nombres para la integración de los grupos de amistad parlamentaria y quiero dejar constancia de que, como siempre, la lista que hacen los partidos políticos no está cerrada. Puede haber cambios e incorporaciones, por supuesto, sugeridos por los partidos y los senadores.

                Queríamos dejar esa constancia y dar cuenta del repartido que ya figura en manos de los señores senadores.

SEÑOR MARTÍNEZ HUELMO.- Junto con la expresidenta de esta comisión, la señora senadora Xavier, elaboramos este comunicado que dio la bancada del Frente Amplio sobre este asunto. Como podrán observar, hay cerca de nueve países en los que hemos sobrepasado la cuota de senadores y queremos decir que, ratificando la línea expresada por el señor presidente al comienzo, estamos recurriendo al artículo 4.º) en su tercer literal, que dice «La o las Comisiones de Asuntos Internacionales podrán, por razones de interés para las relaciones internacionales, y fundamentadas, acordar otras formas de integrar los Grupos de Amistad, de lo que informarán a la o las Presidencias de las ramas legislativas».

                En algunos países tenemos más de un miembro, por lo que queremos decir a los demás partidos que, como ha dicho el señor presidente, no están cerradas las listas y todo lo que enriquezca el trabajo de estos grupos de amistad será muy proficuo para la comisión.

SEÑORA MOREIRA.- En primer lugar, me alegro de que hayan quedado conformados los grupos de amistad, porque llevó un tiempo armar esta grilla. En realidad, me sorprendió encontrarme en el grupo de Suiza, ya que no recuerdo haberlo elegido en ningún momento. Entonces, quería preguntar si había tiempo para hacer correcciones y modificaciones respecto a mi pertenencia a los grupos de amistad.

El señor senador Martínez Huelmo dice que los grupos de amistad pueden estar integrados por más de un legislador de cada partido, por lo que querría sugerir un cambio de Suiza por Portugal.

SEÑOR PRESIDENTE.- Por eso hice la aclaración al principio, en el sentido de que no se trata de una lista rígida, sino que puede verse sujeta a cambios o agregados a los efectos que puedan corresponder.

                Está en consideración la lista provista por los partidos a los efectos de aprobar los grupos de amistad.

                Se va a votar.

(Se vota).

                –7 en 7. Afirmativa. UNANIMIDAD.

                El señor senador Pintado quiere referirse a algunos asuntos que fueran repartidos previamente. Sería intención de esta Presidencia ver si podemos aprobarlos expeditivamente para remitirlos al Plenario.

SEÑOR PINTADO.- Señor presidente: siguiendo su consejo y criterio, vamos a formular una propuesta respecto a la ratificación del Acuerdo sobre Transporte Aéreo Comercial entre la República Oriental del Uruguay y la República del Paraguay y al Acuerdo Multilateral de Cielos Abiertos para los Estados Miembros de la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil –que fuera firmado en Punta Cana hace algunos años–, y agregamos el Acuerdo entre el Gobierno de la República Oriental del Uruguay y el Gobierno de la República de Sudáfrica para el Intercambio de Información en Materia Tributaria, suscrito en Pretoria el día 7 de agosto del año 2015, Carpeta n.º 482/2016.

                En la medida en que los informes respectivos están escritos, me parece redundante hablar de ellos y estoy solicitando, salvo que haya alguna consulta al respecto, que se dé lugar al trámite que señalaba el señor presidente para votar estas iniciativas y que se remitan al Plenario.

 SEÑOR PRESIDENTE.- Señores senadores y senadoras: están en consideración los tratados previamente repartidos e informados por el señor senador Pintado.

                Se va a votar.

(Se vota).

                –7 en 7. Afirmativa. UNANIMIDAD.

                Se levanta la sesión.

(Son las 17:16).

 

 

 

 

Linea del pie de página
Montevideo, Uruguay. Poder Legislativo.