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SEÑORA PRESIDENTA.- Habiendo número, está abierta la sesión.

(Son las 16:38).

                –La Comisión de Asuntos Internacionales tiene mucho gusto en recibir al señor Fernando Lugris, propuesto por el Poder Ejecutivo para desempeñarse en calidad de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República ante el Gobierno de la República Popular China.

SEÑOR MIERES.-  Simplemente, quiero aclarar que antes de comenzar la sesión  informé que debo retirarme porque integro otra Comisión que está funcionando en forma simultánea; pero quiero dejar la constancia de que, aun estando pendiente el informe, voy a dar mi apoyo a la propuesta de designación.

                Muchas gracias.

SEÑORA PRESIDENTA.- Al señor Lugris lo acompañan el director de relaciones institucionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, doctor Jorge Seré, la asesora, Licenciada María del Carmen Menoni y la futura Cónsul en Beijing, Licenciada Agustina Casavalle.

Como es de orden en esta Comisión, recibimos al señor Embajador Fernando Lugris, propuesto por el Poder Ejecutivo, y escuchamos el informe que él tiene para lo que será el desempeño de su tarea en la República Popular China. Además, la Comisión cuenta con su currículum.

Tiene la palabra el señor Lugris.

SEÑOR LUGRIS.-  Muchas gracias, señora Presidenta y señores Senadores.

Es un gran honor comparecer ante ustedes para hacer una presentación, que será lo más breve posible, sobre los lineamientos generales del plan de gestión para los próximos cinco años en la República Popular China.

                He decidido realizar una presentación de carácter oral y abreviado, sin perjuicio de que la Cancillería está trabajando en la utilización de nuevos soportes para realizar planificaciones estratégicas con nuevas metodologías que puedan servir a estos efectos, por lo que si contamos con ese trabajo me comprometo a hacérselos llegar.

                Personalmente, entiendo necesario revisar estos planes quinquenales, sobre todo cuando hablamos de un socio estratégico tan importante como China.  En ese sentido, me manifiesto a disposición de la Comisión para comparecer en alguna otra oportunidad a efectos de evaluar la evolución de la relación bilateral y la gestión de la Embajada de Uruguay en la República Popular China en el caso de que tengan a bien concederme la venia.

                Nuestro relacionamiento con China es claramente estratégico para el Uruguay y, sin dudas, amerita una reflexión integral de todos los sectores de la actividad nacional, tanto a nivel estatal  como  privado, de la academia e, inclusive, de la sociedad civil.  En ese sentido, estoy cumpliendo con rondas de visitas a todos los sectores de la actividad nacional, puesto que el relacionamiento con China, además de ser estratégico para el Uruguay, presenta múltiples aristas, desafíos y oportunidades por tratarse de su primer socio comercial.

                Quisiera destacar que el objetivo central de la gestión –fijado junto con el señor Canciller de la República– es elevar el nivel de relacionamiento a un nivel de carácter estratégico. Esto es algo que el gobierno de la República Popular China tiene muy claro, sobre todo, cuando logra que el fortalecimiento de la relación con diferentes países se dé en múltiples ámbitos.

En ese sentido, presentaré los tres ejes fundamentales de gestión. En primer lugar, se trata de dar continuidad e intensificar las líneas estratégicas de mis antecesores, desde el Embajador Guillermo Valles, que fuera quien abriera la representación diplomática a fines de los años 80. En segundo término, apuntaremos a impulsar nuevas áreas para el relacionamiento, aprovechando algunos de los aspectos de lo que yo denomino «la mirada China» en nuestra región. En tercer lugar, intentaremos utilizar todas las instancias existentes en la relación bilateral, ya que algunas de ellas aún no han sido activadas.

Como decía, el primer eje se refiere a las continuidades y, en ese sentido, quiero poner en primer lugar a la relación comercial. Sin dudas, China es nuestro primer socio comercial; tenemos un nivel de acceso favorable para que nuestros productos ingresen al mercado chino. El objetivo es asegurarnos que las características se mantengan, se profundicen y amplíen. Siendo nuestro principal socio comercial, para lograr ese propósito estamos trabajando en forma muy activa con todas las cámaras empresariales y de exportadores, así como con el Instituto Nacional de Carnes, con Uruguay XXI y con todos los organismos públicos y privados que tienen ya establecido un vínculo profundo con China. También es necesario buscar nuevas oportunidades, sobre todo, en el campo de la captación de inversiones. Si la Cepal habla de una profunda primarización en la relación económica entre China y América Latina, es allí donde tenemos que encontrar desafíos y oportunidades para plantearnos en este próximo quinquenio.

Hay áreas estratégicas como la de la bioseguridad y la de la inocuidad de los alimentos –que tenemos que explorar junto con China–, los servicios de logística, el software, los servicios financieros y el turismo, que aún es incipiente, pero China hoy es el futuro del turismo mundial.

En esta línea de continuidades apelaremos a lo que tenemos, es decir, al comité consultivo bilateral en asuntos sanitarios y fitosanitarios –que se reunió por primera vez el año pasado–, que deberemos mantener para que nuestras habilitaciones sanitarias estén todas al día y toquen a toda la gama de los productos agrícolas y ganaderos de nuestro país.

                La Comisión Mixta Comercial ha sido el gran foro bilateral desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas; en nuestro caso, es a nivel del Subsecretario de Relaciones Exteriores, Embajador José Luis Cancela y el Viceministro de Comercio, de China. Este mecanismo tiene que seguir funcionando para que podamos tener una evaluación periódica del relacionamiento comercial entre ambos países.

                La participación en ferias se está dando, pero creemos que hay que incrementarla y, para lograrlo, venimos trabajando activamente con las diferentes cámaras y con las instituciones que existen en el país.

                Otra constante es el relacionamiento político y, en ese sentido, me es muy grato confirmar que la relación con China es una clara relación de política exterior de Estado. Todos los Presidentes de la República, desde el retorno de la democracia y el establecimiento de relaciones diplomáticas con China, han visitado la República Popular de China y hemos tenido visitas muy importantes de autoridades Chinas en el Uruguay. A este respecto, quiero informar que desde los primeros días del inicio de esta gestión de Gobierno, tanto el Presidente Tabaré Vázquez como el Presidente Xi Jinping, han recibido invitaciones: para que uno visite Montevideo y el otro Beijing. Esto  demuestra claramente el excelente grado de relacionamiento político a nivel bilateral que existe entre ambas naciones. En caso de que se confirmaran estas dos visitas –lo que sería un objetivo fundamental de mi gestión– tendríamos a ambos líderes visitando, en principio por segunda vez, las dos naciones. Esto demuestra, también, que hay un conocimiento creciente, que la relación a nivel político viene madurando y que esos son elementos de la constante que debemos profundizar.

                Será también muy importante planificar a futuro visitas del señor Vicepresidente de la República y del señor Canciller, con la idea de que puedan impulsar todas las áreas de la relación bilateral, manteniendo así una corriente de visitas muy fluida.

                En el marco de las constantes, China es también un gran cooperador y un socio generoso. Hoy en día aparece claramente como el gran país donador de cooperación, tanto en el ámbito de las becas –que se han incrementado– como de las donaciones, las cuales llegan a los lugares más estratégicos de la actividad nacional. En esta semana se estarán inaugurando algunas obras, que son donación China, y estamos aguardando que muchas otras se concreten. A su vez, el señor Canciller acaba de firmar un acuerdo para reafirmar este canal de cooperación Sur–Sur que se ha establecido.

                Entre las constantes, me gustaría destacar el rol de la diplomacia parlamentaria y hacerlo muy especialmente frente a los señores Senadores. Me parece absolutamente fundamental profundizar los vínculos entre parlamentarios y entre partidos políticos con el Partido Comunista de China, así como que los amigos de China puedan dinamizar su actividad y que podamos recibirlos en Beijing y Shangái para incrementar los lazos que unen a ambas naciones.

                Uno de los elementos que deberíamos lanzar es el de las consultas políticas entre China y Uruguay; ellas están en el papel y es un mecanismo que tenemos abierto porque aún no se ha concretado.

                Teniendo en cuenta que Uruguay ingresará al Consejo de Seguridad a fines de este año y que, además, presidirá sus trabajos, junto con el Canciller entendemos que, siendo China un miembro permanente, sería fundamental que estas consultas políticas tuvieran lugar a la mayor brevedad posible, a efectos de poder hacer un repaso de la agenda multilateral y, sobre todo, de los temas del Consejo de Seguridad que seguramente serán de beneficio para ambas partes.

                Quiero destacar también, entre las constantes, el rol de Uruguay en el escenario multilateral como, por ejemplo, a nivel de la Organización Mundial del Comercio. En este sentido, me gustaría recordar la invitación cursada por el Canciller Iglesias a la República Popular China para que participara de la reunión de Punta del Este del GATT. Ello constituye un hito en la relación diplomática entre ambos países. Actualmente, en las Naciones Unidas trabajamos de forma muy coordinada con China, sobre todo en el marco del G 77 más China, que es nuestro grupo de pertenencia por excelencia en todos los temas de la agenda internacional. Allí hay un amplio campo para profundizar el relacionamiento.

                Asimismo, hay un rol de Uruguay en el hemisferio, con el secretario general de la OEA –que es uruguayo–, con la Presidencia de la Unasur y, desde el próximo 1º de enero, también con la Presidencia del Mercosur. En ese sentido, sería mi máxima aspiración que el señor Presidente de la República pudiera visitar China mientras es Presidente pro tempore del Mercosur, tal como lo hiciera en su momento el expresidente Mujica. Nos gustaría ser portadores de un mensaje de relanzamiento del vínculo entre el Mercosur y China.

                No olvidemos que Uruguay también forma parte de la Celac y en este caso quiero destacar que existe un plan de cooperación Celac – China para los años 2015 a 2019, que supone básicamente créditos especiales, becas, incremento del comercio bilateral, grandes infraestructuras e, inclusive, la designación de un Embajador chino para América Latina y el Caribe. Desde Uruguay es importante aprovechar esta nueva oferta de vinculación que China ha establecido y le ha lanzado a América Latina y el Caribe en su conjunto.

                Dentro de las nuevas oportunidades que me gustaría plantearles para el próximo quinquenio hay un elemento a destacar, que es la diplomacia financiera. El rol que el yuan habrá de tener en el comercio mundial es un tema que amerita una profunda reflexión. El Banco de Desarrollo de los Brics, que se estableció hace pocas semanas en Shangái, y el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura son nuevas entidades financieras muy importantes que también están al servicio de la cooperación sur – sur.

                Tampoco debemos olvidar que en este año el Fondo Monetario Internacional habrá de decidir si el yuan se integra a la canasta de derechos especiales de giro, es decir, si pasa a tener un rol preponderante en el comercio internacional.

                Algunos socios vecinos, como Chile, ya tienen en su plaza bancos chinos y acuerdos bilaterales para utilizar el yuan en el comercio internacional. A ese respecto, me reuniré con el presidente del Banco Central del Uruguay, Mario Bergara –quien ha visitado China en los últimos años–, para trazar una estrategia respecto a lo que llamo la diplomacia financiera que, según creo, amerita un pienso importante.

                China también está pensando en la ruta de la seda, en aquella ruta terrestre que nos retrotrae a los tiempos de Marco Polo, pero con una clara visión de futuro del comercio internacional. Hay un capítulo, que es la ruta de la seda marítima, donde se están trazando las nuevas líneas de conexión para el comercio mundial. En ese sentido, creo que Uruguay, desde su perspectiva de polo logístico, debe pensar cómo presentarse a China dentro de lo que son las visiones que ese país está planificando para el comercio mundial. Cabe destacar que los diálogos con el Instituto Nacional de Logística –Inalog– son muy fluidos y estamos previendo una visita de sus representantes a China para el año próximo como fórmula para ir integrando este pienso nacional de Uruguay y su logística con las visiones que China está trazando a nivel internacional. La logística también integra algunas novedad en el Uruguay como, por ejemplo, el aeropuerto libre, nuestros puertos libres, algunos desafíos que han estado presentes en la agenda bilateral, como la posibilidad de un puerto de aguas profundas, el desafío ferroviario que el país tiene y, sin duda, los proyectos de Cosiplan, que han sido trabajados a nivel sudamericano. Todo esto podrá requerir financiación China; a modo de ejemplo, podemos mencionar que, como todos sabemos, la draga que está cumpliendo funciones en el puerto es China. A su vez, tenemos óptimas líneas comerciales que unen al puerto de Montevideo con los mejores y más importantes puertos de China, algunas de las cuales se han incrementado en las últimas semanas.

                Entre las nuevas iniciativas también quisiera destacar que está en el papel el establecimiento de un comité conjunto Uruguay – China sobre cooperación agrícola que aún no ha sesionado. Esto es a nivel de los Subsecretarios de Ganadería, Agricultura y Pesca. Precisamente, ayer mantuve una reunión con nuestro Subsecretario para empezar a pensar sobre áreas de cooperación agrícola. No olvidemos que China también es un gran país agropecuario que necesita muchos alimentos y sin duda habrá muchas áreas donde podremos complementarnos, así como centros de excelencia en ambas partes que podrán apoyar nuestra gestión.

                Uruguay lanzó su candidatura para ser sede de la Cumbre Empresarial entre China y América Latina y el Caribe, que reúne al grueso de los empresarios que hacen negocios entre esos países. Nuestra candidatura es para el año 2017 y haremos todo lo posible para que esa cumbre tenga lugar en Uruguay.

                En cuanto a la facilitación del comercio, hay muchas cosas que se pueden hacer. En el día de hoy arribó una delegación China de las aduanas para mantener un diálogo sobre esos aspectos con nuestra Dirección Nacional de Aduanas.

                No quiero dejar de mencionar la cultura como factor fundamental, sobre todo cuando del otro lado hay una gran civilización. China es una civilización milenaria que excede el concepto de Estado nación y cuyos elementos culturales facilitarán el resto de la agenda. El año que viene, el 2016, es el Año del Intercambio Cultural China-América Latina y el Caribe que se celebrará en China, por lo que estamos previendo presentar allí una gran oferta cultural uruguaya.

                El deporte no es un elemento menor. Xi Jinping es un presidente que admira el fútbol y se propuso que los niños chinos puedan aprenderlo en las escuelas. Si existe un capital y una excelencia de nuestra parte es, sin duda, el mundo del baby fútbol en cuyas líneas estratégicas ya estamos trabajando para ofrecer nuestras capacidades, sin descuidar otros intercambios al más alto nivel. Deben incrementarse los intercambios académicos: si bien hoy tenemos un número interesante de becarios en China, es importante que recibamos chinos en nuestras universidades y que enviemos más estudiantes uruguayos a los centros de excelencia en China.

                Los aspectos consulares tampoco son menores. Debemos facilitar las visas, sobre todo para los estudiantes y hombres y mujeres de negocios. Tuve la suerte de inaugurar esta semana los cursos en la universidad ORT. Es el cuarto año que un contingente importante de estudiantes de universidades Chinas viene a Uruguay a aprender español. Eso es turismo educativo y profundización de los lazos culturales. Esa cuarta generación de chinos que viene por un año a Uruguay a estudiar español constituyen, sin duda, los futuros Embajadores de la cultura uruguaya en China, por lo que hay que buscar fórmulas que faciliten su llegada, así como también la de los hombres y mujeres de negocios.

                Las relaciones con los compatriotas son muy importantes; es uno de los pilares de nuestra política exterior. En China el número de nacionales es reducido y son altamente capacitados. Sin embargo, algunos de ellos se encuentran en situaciones complejas; precisamente, tres están en prisión: dos en Hong Kong y uno en Beijing. Nuestros cónsules están en permanente contacto con ellos y es nuestra responsabilidad mantener esa línea de acción.

                El trabajo con los gobiernos departamentales y las provincias Chinas nos parece también de máxima importancia. Es sabido que las provincias Chinas tienen herramientas y elementos muy importantes para cooperar.

La visión de la descentralización en la política exterior y el trabajo con los diferentes ministerios también nos parece importante. Los Ministerios de Defensa Nacional y del Interior tienen intereses específicos en China en los que venimos trabajando. En las próximas semanas una delegación del Ministerio del Interior viajará a China. El año que viene cambiará el agregado militar, año muy importante porque ingresará Uruguay al Consejo de Seguridad. Por lo tanto, trataremos de fortalecer esas áreas de trabajo, así como también la captación de inversiones que, sin duda, es uno de los elementos fundamentales para nuestra gestión. En el día de ayer estuvimos trabajando con el ministro de Transporte y Obras Públicas para ver en qué áreas el país tiene algunas de las principales necesidades en materia de infraestructura.

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños –Celac– se reunió con China el año pasado y esta última presentó sus ejes de acción. Básicamente, China presentó seis áreas en las que quiere fortalecer su relacionamiento con América Latina y el Caribe. Me parece importante aprovechar esa mirada China para incluir nuestros intereses nacionales.

La primera área es energía y recursos naturales. Estamos trabajando con la Dirección Nacional de Energía y el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente para buscar posibles áreas de cooperación estratégica en materia de medioambiente y energías renovables.

La segunda área es la construcción de infraestructura. En esa misión trabajaremos con el Instituto Nacional de Logística –Inalog– y con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas para identificar cuáles son los proyectos más importantes para Uruguay.

La tercera área de importancia para China es la agricultura donde, si bien está claramente establecido, podemos seguir avanzando en la cooperación entre institutos de excelencia.

                La cuarta área que China identificó con América Latina son las industrias manufactureras, y allí es donde aparece el desafío de añadir valor agregado a nuestro comercio. En esto la captación de inversiones era fundamental y claramente estamos recibiendo inversiones Chinas; la última es la compra de un frigorífico. De manera que este flujo se está dando, pero hay que incrementarlo.

                La quinta área es la innovación científica y tecnológica, y allí son importantes las reuniones con ANII, con INIA, con LATU, con el Instituto Antártico y con el Clemente Estable. Todas estas instituciones son conscientes de que China hoy es el segundo inversor en ciencia y tecnología en el mundo, por lo cual nuestro relacionamiento con ellos es fundamental.

                La sexta es la tecnología informática. Hoy por hoy ya tenemos empresas uruguayas de software instaladas en China, como tenemos empresas con oficinas de representación no solamente en el sector cárnico sino también en los lácteos. Es decir: los uruguayos también están conscientemente abriendo oficinas y antenas comerciales en el territorio de la República Popular China.

                No quiero finalizar mi intervención sin decir que entiendo muy importante el viaje de periodistas, tanto de chinos a nuestro país como de uruguayos que puedan comprender el rol de China en el mundo y para el Uruguay.

                Cerrando esta presentación, señora Presidenta y distinguidas Senadoras y Senadores, el objetivo que esperamos poder cumplir en estos cinco años es que la República Popular China nos considere como un socio estratégico. La idea es establecer una asociación estratégica integral que para ellos significa tener un nivel de relacionamiento óptimo en la mayor cantidad de áreas posibles. Es en ese sentido que nos comprometemos a fortalecer la estructura de nuestra misión diplomática en Beijing y a trabajar en forma muy articulada con el Consulado General en Shangái y con el Consulado Honorario en Hong Kong para dar respuesta al desafío que este gran país le supone al Uruguay.

                Cuento con el apoyo de los señores Senadores, si decidieran considerar mi venia, y desde ya quedo a las órdenes y abierto a contestar preguntas o recibir comentarios.

                Muchas gracias, señora Presidenta.

SEÑORA PRESIDENTA.- El informe que ha realizado nuestro invitado ha sido muy completo; no obstante, tengo algunas preguntas para formularle.

                La primera pregunta es si en esa serie de entrevistas con diferentes actores de la sociedad uruguaya se ha visto el tema del Instituto Confucio. Este es un pedido que por lo pronto yo conozco desde el año 2006 y me costó muchísimo encontrar interlocutores a nivel universitario que dieran algún tipo de respuesta sobre cómo encaminar esta situación. Entonces, me parecía importante conocer si había habido algún avance al respecto.

                La segunda pregunta tiene que ver con las visas. Se nos planteaba que en materia turística Uruguay no era un destino primario, pero sí podía serlo de muchos chinos que venían a Buenos Aires. En ese sentido, se señalaba que el destino Colonia era interesante, pero que había complejidades producto de algunas decisiones que Uruguay había tomado en algún momento en que se hacía difícil otorgar visas por destinos ulteriores de esos ciudadanos.

                La tercera pregunta tiene que ver con la serie de hermanamientos que se dan con ciudades Chinas. Como todos sabemos, en estos casos luego no hay un mantenimiento de esas relaciones, siendo esto muy importante para la cultura China. Entonces, siempre es bueno, cuando se inicia una nueva gestión, tener en cuenta esos compromisos previos, con la autocrítica de que nos cuesta mucho sostener y continuar trabajando en estos temas.

                No le pido al señor Lugris que responda ahora las preguntas porque, si le parece bien, antes vamos a escuchar a los Senadores y a las Senadoras, quienes seguramente harán valoraciones y algunas preguntas.

SEÑORA ALONSO.- En primer lugar, quiero saludar al Licenciado Fernando Lugris y a la delegación que lo acompaña.

                Anticipándome a la votación que se realizará en unos minutos en esta Comisión, quiero decir –como lo hizo el Senador Mieres– que voy a votar  con muchísimo gusto la venia para que el Licenciado Fernando Lugris se desempeñe como Embajador de la República ante el gobierno de la República Popular China, convencida de que desarrollará una excelente tarea, como ya lo hizo como representante permanente de nuestro país en temas de medio ambiente en la Organización de Naciones Unidas, así como en ámbitos regionales e internacionales. Él se ha desempeñado con gran capacidad y solvencia, y no lo digo porque esté aquí presente, sino porque conozco al Licenciado  Fernando Lugris. Hago referencia al licenciado en relaciones internacionales porque quiero rescatar el hecho de que quienes se han formado en el campo de la política internacional estén ocupando cargos de relevancia, los que antes estaban reservados a otras profesiones.

                Conozco al Licenciado Fernando Lugris no solo por sus condiciones técnicas y profesionales, sino por su condición de persona de bien, y puedo decir que sobre eso no hay dos opiniones. Por eso, estoy convencida de que llevará adelante esta tarea con una gran vocación de trabajo y que su accionar redundará en un gran beneficio para el país porque, como él hacía referencia, estamos hablando de nuestro principal socio comercial.

                Quisiera hacer una reflexión y, quizás, también una pregunta, más allá de que el lineamiento de la política exterior viene dado por Cancillería. A partir de la retracción reciente en el comercio bilateral –el que era muy bueno entre Uruguay y China–, de la desaceleración de la economía China y de la caída de los precios, se generaron ciertas preocupaciones. Sin embargo, hace pocas semanas leíamos en el semanario Búsqueda que China le propuso a Uruguay un acuerdo bilateral que  contemple, en particular, los productos lácteos. Sin ninguna duda, ese acuerdo vendría muy bien en un contexto en el que las negociaciones entre China y el bloque del Mercosur están bastante estancadas. Recuerdo que en el año 2012 China propuso la creación de un grupo de trabajo para estudiar la viabilidad de un tratado de comercio entre el bloque Mercosur y China, más allá de los problemas puntuales que existían, como el caso concreto de Paraguay y su relacionamiento con Taiwán, y la importancia de las agendas bilaterales. Sin embargo, eso no tuvo mucho avance al día de hoy. Más allá de la reflexión, quisiera preguntar sobre esta posibilidad bilateral. El licenciado Lugris hacía referencia a tratar de profundizar los acuerdos bilaterales. Tenemos entendido que se trataría de un acuerdo del tipo que China tiene con Nueva Zelanda y quiero hacer referencia a Nueva Zelanda y a Australia, que son nuestros principales competidores con respecto a nuestros productos. Es por eso que tendremos que poner toda nuestra energía y volcar todos nuestros recursos y la fuerza suficiente como para enfrentarnos a dos tratados de libre comercio con Nueva Zelanda y Australia.

                Hace pocas semanas el Canciller de la República decía que el acuerdo de libre comercio que tiene con Australia le va a significar a ésta, en un producto como la carne, aumentar de USD 800:000.000 a                               USD 11.000:0000.000. Tomemos en cuenta que Uruguay tiene algunos beneficios, como el tema de la trazabilidad, que Australia no tiene. Quería conocer la opinión del futuro Embajador al respecto.

                El otro tema tiene que ver con una nota de Gabriel Rozman, que es quien preside la Cámara de Comercio Uruguay - China. Él decía que Uruguay puede diversificar los productos para entrar en China, pero que para lograrlo, definitivamente, tienen que conocernos. Sin embargo, no nos conocen lo suficiente, más allá de que Uruguay es el principal destino estratégico comercial o, por lo menos, no somos tan importantes como otros países.

Con relación a ese aspecto, quisiera saber si el señor Fernando Lugris     –ya se lo planteamos al señor Canciller– no considera que tal vez no contamos con los suficientes recursos humanos, sobre todo teniendo en cuenta ese plan tan extenso y ambicioso al que él hacía referencia en todas las áreas y considerando lo estratégico que es China para un país como el nuestro. ¿No sería necesario fortalecer los recursos humanos, técnicos y especializados en aquel país? Planteo esto porque, si bien el Canciller Nin Novoa nos hablaba de una restructura en el Ministerio de Relaciones Exteriores, en China tenemos la misma cantidad de funcionarios –un Embajador y dos Secretarios– que en Austria, por ejemplo. Lo digo simplemente para nombrar un caso, tomando en cuenta las diferencias. No hago este comentario en desmedro de Austria, sino a favor de un país con el que tenemos que afianzar y profundizar nuestras relaciones comerciales.

Es simplemente eso, y saludo nuevamente con beneplácito esta nueva designación.

SEÑOR LACALLE POU.- Es un gusto recibir a la delegación y al futuro Embajador Fernando Lugris.

                Voy a hacer una breve pregunta y luego continúo. Ella está basada en lo que decía la señora Senadora Alonso en cuanto a cómo se compone la delegación uruguaya en la República Popular China en este momento.

                Si me da una respuesta abonando lo que decía la señora Senadora Alonso –con el permiso de la señora presidenta–, después continúo.

SEÑORA PRESIDENTA.- Tiene la palabra el señor Lugris.

SEÑOR LUGRIS.- En este momento la Embajada de Uruguay en Beijing cuenta con dos Secretarios, quienes están al frente de ella. La Secretaria Casavalle, quien está aquí con nosotros, pasará a cumplir funciones como cónsul en las próximas semanas. Al momento de mi arribo tendríamos, entonces, cuatro funcionarios diplomáticos en Beijing. También contamos con un Cónsul general en Shangái –el señor Gerardo Olivera– recientemente designado.

SEÑOR LACALLE POU.- Felicitamos a la futura cónsul, entonces.

                Creo que la respuesta del futuro Embajador habla por sí sola. China es el primer destino comercial de nuestro país, con todas las oportunidades que tenemos por delante.

                Trataré de acercarle un libro titulado Confucio y la globalización, escrito por el expresidente Alan García. En él habla mucho de la larga duración de las políticas Chinas y su sostén en el tiempo.

                El Licenciado Lugris va a llevarse todo ese bagaje de información de nuestras relaciones con China, país con el que tenemos diferencias en la cultura y en el idioma, entre otras cosas. En un hándicap de naciones, seguramente no estemos entre los top 10 para China, pero sabemos que abundan las posibilidades. En Centroamérica hay inversiones muy fuertes en lo que hace a las vías de navegación. Todavía está en discusión la realización del canal en Nicaragua, el que atravesaría el lago de Nicaragua y el continente. Allí hay una zona franca China muy grande. También existen posibilidades de que se desarrollen inversiones Chinas en Jamaica y en Cuba. Quiere decir que las fichas de China están por todo el mundo.

                ¿Qué quiero decir con esto? Específicamente quiero referirme al puerto de aguas profundas. Cuando entablamos este tipo de relaciones, para que nos conozcan tienen que conocernos y bien. Tenemos dos proyectos a los que se les ha dado mucha importancia, por lo menos en nuestro país: el ferroviario y el del puerto de aguas profundas. En cuanto al puerto de aguas profundas, su viabilidad está en plena discusión.

Entonces, en lo personal, sería muy cuidadoso en el momento de entablar relaciones comerciales con emprendimientos que penden de un hilo, si es que penden y si es que  hay hilo; este es un gran punto de interrogación.

                Hace pocos días mantuvimos una reunión con el Embajador Chino y con parte de su delegación en nuestro país y constatamos que sigue habiendo interés en el tema ferroviario, principalmente.

Entonces, no estamos en los «top 10» y aunque tenemos una delegación acotada, creo que será muy buena en calidad. El respaldo que deberíamos darle como nación, como Estado y ya no solo de un partido político que gobierna, tiene que ver con la certeza de que los emprendimientos que cargue en la mochila el Embajador sean sostenibles, porque una vez que una gran nación como esta nos abre la puerta hay que aprovecharlo, y si se plantea un proyecto que no tiene viabilidad sucede como en el ludo, hay que volver atrás diez casilleros para empezar de nuevo.

                Así que le deseamos éxito, que cuente con un buen personal y en más cantidad y que Uruguay pueda hacer notar –los chinos ya deben saber esto– el privilegio de ser la mejor ventana para entrar al Cono Sur. Creo que esa es nuestra gran fortaleza: el anclaje institucional, político, social y económico estable. A pesar de los momentos en que la crisis anda en la vuelta del barrio, Uruguay es distinto, y me parece que en el Licenciado Lugris tenemos eso: seriedad, preparación, fondo y, en fin, tenemos mucho.

                Me alegro mucho por esto. Aquí, en Uruguay, Lugris vendría a ser un Embajador joven, aunque no en el resto del mundo. Utilizando los criterios uruguayos, estamos ante un Embajador joven, de carrera y bien formado, por lo que me parece que esta es una buena decisión del Gobierno y estoy seguro de que la va a avalar con su trabajo.

                Gracias, señora Presidenta.

SEÑORA MOREIRA.- Me uno a la bienvenida al Embajador Fernando Lugris y también me congratulo de que vaya a tener este destino tan importante. Lo conozco de los ámbitos de la cooperación internacional y creo que pertenece a una generación de diplomáticos jóvenes para el Uruguay pero muy preparados, muy técnicos, lo que es importante para tener una diplomacia más activa y que posicione mejor al Uruguay en el mundo.

Además, hay que reconocer sus méritos en el campo del medioambiente –en este sentido China trabaja y mucho porque tiene problemas– y de los derechos humanos, así como en la Unasur y en la Organización Mundial del Comercio, por lo que creo que vamos a tener allí un representante de primera.

                Ahora voy a hacer algunas preguntas. La primera es cómo ve la evolución de la colaboración entre China y América Latina y qué prioridad tiene América Latina para la perspectiva de la política exterior China. Sabemos que este país le da bastante importancia a las áreas del «tercer mundo» –entre comillas– o de subdesarrollo; tiene políticas hacia África, América Latina y Asia. Uno imagina que hay allí un policy paper chino sobre América Latina. La pregunta, entonces, es ¿América Latina tiene la capacidad de hacer un policy paper hacia China, para no pensar esta cuestión en forma tan separada? Esta es una pregunta muy amplia, pero como el Embajador Lugris estuvo en la Unasur me gustaría conocer su opinión sobre la perspectiva de que América Latina pudiera tener una propuesta de colaboración más integrada con China.

                La segunda pregunta es cómo ve la evolución de la economía China en estos cinco años que vienen, porque hay una leve desaceleración. La economía China ha resultado un motor de crecimiento del mundo en épocas de crisis de los países del capitalismo central y todos vemos con preocupación su desaceleración relativa. Por más que Estados Unidos esté experimentando una recuperación relativa, todavía la Unión Europea está estancada y China es bastante determinante para una América Latina que también enfrenta un quinquenio de desaceleración importante de su crecimiento económico. Entonces, la segunda pregunta es sobre la evolución de la economía China.

                La tercera pregunta es sobre el Instituto Confucio, porque tanto la señora Presidenta como quien habla compartimos la preocupación de que el Uruguay genere un intercambio de mentes y no solamente comercial con China, y eso pasa a través de la cooperación técnica y de las universidades. Hablé con el rector de la Universidad y me dijo que ha habido un avance en esta concreción porque para ellos este instituto es central para el intercambio de científicos, sobre todo pensando en jóvenes universitarios que puedan, no aprender mandarín como el señor Embajador, pero sí afincarse y estudiar en China, ya que eso constituye un cemento de las relaciones internacionales que poco se ve.

                No sé si felicitar al señor Embajador por el reforzamiento de la Embajada –tenía dos integrantes y ahora tiene cinco–, pero todos compartimos esta preocupación ahora que China tiene este lugar de destaque. La orientación de la política exterior uruguaya estaba muy vinculada a la Unión Europea y América Latina, por lo que esta preocupación de reforzar nuestra presencia diplomática en China es de ahora. En ese sentido, ¿cuáles serían a su juicio los requerimientos de una Embajada en China, no desde el punto de vista del personal, sino de las capacidades técnicas?

                Por otra parte, quiero agradecer su precisa y ordenada exposición sobre el plan de trabajo.

SEÑOR PINTADO.- Señora Presidenta: se han hecho algunas afirmaciones con las que no estoy muy de acuerdo, y no me refiero solo a la del puerto de aguas profundas.

                En primer lugar, por entrevistas directas con el Presidente Jiang Zemin hace algunos años –las tres veces que fui a China me entrevisté con Presidentes, incluso con  Jinping en el período pasado–, he constatado que el Uruguay es reconocido y respetado por China. Si bien los diplomáticos no pueden decir todo lo que decimos nosotros y cómo lo decimos, se dejaba entrever que hay tres características que son vitales para la relación con China: la primera son los intereses nacionales de cada uno; la segunda son los contactos personales, el mirarse a los ojos –no es fácil hacer cosas con los chinos si no es conociéndose frente a frente, por más tecnología que haya–, y la tercera son los intereses políticos. Durante muchos años he tenido un contacto muy grande con el propio Partido Comunista chino y puedo decir que es un país que tiene muy claros los objetivos estratégicos que nosotros podemos tener.

                Más allá de que falta mucho, me congratulo de lo logrado. En nuestro desarrollo diplomático me imagino un Consulado en Guangzhou. Hay grandes firmas de supermercados uruguayos que van a las ferias en esa ciudad para llenar las góndolas en las distintas fechas. Esta demanda de un mayor despliegue diplomático la venimos planteando desde hace mucho tiempo; desde 1996 –desde que estoy en el Parlamento– he venido demandando esto porque antes solo había un Embajador. Logramos el Consulado de Shangái como algo maravilloso, pero eran solos contra el mundo en un país en el que incluso la propia misión diplomática no tenía las características de ahora, que hasta habla mandarín, lo que no es menor para el acercamiento con un país de ese tamaño.

                Por otra parte, el tema del Instituto Confucio era un reclamo permanente y creo que la dificultad está más de nuestro lado que del otro. Lamentablemente es así porque a veces nosotros nos creemos el ombligo del mundo. Somos reconocidos, pero no estamos en el primer punto de la agenda de estos países, por razones obvias. Eso no quiere decir que alguno de los puntos de la agenda no sea el más importante para nosotros.

                En cuanto al puerto de aguas profundas, creo que es de interés para China, pero más que nada se nos plantea una contradicción geopolítica regional. Me parece que los chinos tienen interés y lo podrían explotar sin tener en cuenta nuestra producción, como un enclave logístico de ellos mismos. Eso nos trae algunos problemas –que no quiero que se comenten acá, porque no es el lugar apropiado– a nivel regional. Brasil, China y Rusia están en el Brics, pero también tienen cooperación y competencia, lo que nos obliga a movernos en ese andarivel. Y si no ha habido mayor inversión China en infraestructura       –China es el principal inversor en África– es porque la metodología de inversión que tiene China es contradictoria con nuestra legislación. Los mecanismos competitivos no son del estilo de la modalidad China, ya que ese país viene con el financiamiento y las empresas y, en algunos casos, como en África, va hasta con el personal.  Esas tres cosas en Uruguay son un problema y por eso no tenemos mucha inversión ferroviaria de China. No se trata de que los demás se hayan dormido durante muchos años, sino que eso al Uruguay le plantea una dificultad. Si el Parlamento estuviera dispuesto a tener una modalidad de fast track no competitivo con China, no habría ningún problema, pero eso significaría renuncias al Tocaf y a nuestros procesos competitivos. Hay que tener cuidado con esto porque los intereses que nos ofrecen para el pago son muy bajos, pero chocamos contra el respeto a la legalidad interna. Por esos carriles debemos transitar y tenemos que convencerlos de que son muy competitivos. Quien conoció el desarrollo ferroviario de China sabe que en los últimos años ese país ha evolucionado en forma impresionante. Hoy se toman 7 minutos para hacer 32 kilómetros en el rápido de Shangái. Esa es una cuestión que los chinos no tenían hace muchos años y ni que hablar de los miles de millones de toneladas de carga ferroviaria que transportan; eso es algo totalmente envidiable y, además, lo hacen con trenes eléctricos.

                La verdad es que no pude escuchar todo el informe, pero por lo que pude entender el Embajador va con una cabeza de plan estratégico muy positiva. Me parece que estamos muy bien encaminados y que podemos contar con China de ahora en adelante. Por nuestra parte, bregaremos para la apertura de un Consulado en Guangzhou porque me parece importante; no hablo de Shenzhen porque en ese caso creo que hay que depositar toda la cooperación tecnológica de la investigación. Shenzhen es una ciudad que tiene ese estilo.

Deseamos al Embajador el mayor de los éxitos y, sin dudas, hará una gran gestión.

SEÑOR LUGRIS.- Agradezco a la señora Presidenta que me dé la palabra para poder contestar las preguntas de los señores Senadores. Quiero destacar, además, que es un privilegio para mí poder mantener este diálogo con los miembros de la Comisión.

                La señora Presidenta preguntó sobre el Instituto Confucio y el tema fue también mencionado por otros distinguidos Senadores. Puedo decir que ese es un objetivo no de mi quinquenio, sino de mi preparación hacia la salida. Me gustaría que esto que está planteado en el Uruguay desde hace tantos años se pudiera concretar, no durante mis cinco años de gestión, sino lo antes posible. En ese sentido, estamos manteniendo reuniones en forma casi permanente con las autoridades de la Universidad de la República y tenemos el compromiso del doctor Markarian para la suscripción del acuerdo con China para la instalación de un Instituto Confucio en el marco de la UdelaR, que tendría lugar en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. A tales efectos, estaría designada la Casa Lago para albergar ese instituto y ya ha venido una delegación China para inspeccionar las instalaciones. Tenemos el apoyo económico de INAC como socio estratégico para hacer posible que la UdelaR cuente con este instituto y desde la perspectiva de este futuro Embajador en Beijing nos gustaría que esa noticia pudiera estar confirmada lo antes posible.

                En ese sentido, también quiero tomar la palabra de los señores Senadores porque necesitamos apoyo para que la Universidad de la República pueda dar estos pasos tan importantes para consolidar la enseñanza del idioma chino en nuestro país, sobre todo con los niveles que ofrece el Instituto Confucio, es decir,  con la calidad requerida a nivel internacional. Por otra parte, vemos con alegría que ha surgido una multiplicidad de pequeños institutos de enseñanza del idioma chino en la ciudad de Montevideo y sabemos que algunos niños uruguayos están estudiando mandarín en las escuelas –si no me equivoco, es el caso del hijo de una señora Senadora–, aspectos que indican la línea de futuro que claramente queremos impulsar.

                También está claro que el Canciller de la República entiende que en muchos países hay más de un Instituto Confucio por ciudad y tienen lugar en universidades públicas y privadas. Sabemos que algunas universidades privadas también están haciendo contactos para poder establecer institutos  de esta naturaleza y nos parece que todas estas posibilidades son bienvenidas.

                Como mencioné, la Universidad ORT ya tiene un programa muy bien establecido y hace cuatro años está recibiendo estudiantes chinos para que aprendan español. Esto es parte de los intercambios que queremos fomentar, ubicados dentro de ese intercambio de mentes al que se refirió la señora Senadora Moreira y que nos parece fundamental subrayar.

                En cuanto a las visas hay mucho por hacer. En este momento hay en curso diferentes acciones en el interior de la Cancillería para facilitar las visas para hombres y mujeres de negocios para pasaportes oficiales, diplomáticos y de servicio. Quiere decir que ya hay iniciativas que hemos lanzado previamente a la partida, pero también estamos estudiando qué están haciendo nuestros vecinos respecto a China. Por ejemplo, Chile acaba de suscribir acuerdos de facilitación para el ingreso de turistas chinos. Como dije, estamos analizando qué hacen nuestros vecinos para que la política migratoria nacional vaya en la misma línea  de la región y del Mercosur. Por supuesto que Uruguay es un destino turístico que, visto desde China, por la distancia, es complementario al turismo en la región, o sea, al turista que llega a Buenos Aires y al que vendrá a los Juegos Olímpicos en Brasil. Por lo tanto, tenemos que estar preparados para recibir a este turista que podrá tener un día adicional en Colonia o dos días visitando Colonia y Montevideo.

                Estamos en conversaciones con la señora Ministra y el señor Subsecretario de Turismo. Precisamente, el Subsecretario visitó China el año pasado y tiene una visión muy clara sobre el turismo chino, que habrá de revolucionar la industria turística a nivel mundial; el Uruguay no debería estar ajeno a esos procesos.

                El tema de los hermanamientos me interesa particularmente y no solo  en cuanto al  acto  de hermanar ciudades, sino también de darle seguimiento a lo que ellos significan. En ese sentido tengo previsto –con el apoyo de los colegas de la Cancillería– visitar el Congreso de Intendentes y poder trabajar en forma más activa para tener contrapartes en nuestro país que puedan, efectivamente, dar seguimiento a las actividades, con la importancia que China –como lo destacaba la señora Senadora– sí le da a este tipo de asociaciones estratégicas.

                Agradezco a la señora Senadora Alonso por los comentarios realizados; refiere claramente a los licenciados en relaciones internacionales porque en ese sentido somos colegas. Quiero informar a los señores Senadores que en el último concurso de ingresos a la Cancillería entraron dos nuevos colegas, terceros secretarios, ambos formados en China. Por lo tanto, esto demuestra el nivel de madurez que está alcanzando nuestra relación bilateral. Hablo muy poquito mandarín –estudie en la universidad, por una curiosidad personal que ahora tendré que expandir–, pero estos dos colegas nuevos llegan con doctorados y maestrías realizadas en Beijing, mostrando un nuevo capítulo de las relaciones internacionales del Uruguay, que ya tiene diplomáticos formados en universidades Chinas de excelencia.

                Sobre los aspectos comerciales, quisiera destacar que la Embajada en Beijing estará absolutamente atenta a todo lo que pueda suceder a nivel de capitales. La señora Senadora Alonso lo dijo muy bien: habrá de ser la Cancillería la que tome las decisiones respecto a la política comercial del Uruguay en el futuro.

                Respecto al TLC con China, este país tiene TLC con todo el Asean, lo que abre una gran zona económica del más alto interés para el Uruguay. China tiene TLC con Chile, Costa Rica, Hong Kong, Macao –son áreas especiales–, Nueva Zelanda, Singapur, Paquistán, Perú, Suiza, Australia y Noruega.

Claramente, los dos países que mencionó la señora Senadora son competidores claves de las exportaciones agropecuarias del Uruguay. Nuestra Embajada en Beijing hará un seguimiento muy cercano de las fluctuaciones comerciales. También somos conscientes de que el señor Embajador de Nueva Zelanda en Uruguay, residente en Buenos Aires, expresó que ese país logró duplicar su comercio después de la entrada en vigor del TLC. Estos son temas que la Embajada seguirá en forma permanente y constante y aguardaremos instrucciones de la capital sobre cómo podemos avanzar.

                Lo que sí nos queda claro de las conversaciones con el señor Canciller de la República es que el Uruguay viene reiterando desde hace muchos años la necesidad de que el Mercosur realmente relance su diálogo con China. El Mercosur fue concebido como un bloque para poder negociar acuerdos con otros grandes bloques comerciales en el mundo y, en ese sentido, el Canciller Nin Novoa se refiere en forma muy clara al sinceramiento del Mercosur, tema que a mi juicio tiene dos visiones: el sinceramiento al interior del Mercosur sobre cómo está funcionando esta unión aduanera, esta zona de libre comercio, pero también tiene que haber un sinceramiento sobre la agenda externa. La sinceridad nos debería arrojar un dato de la realidad, que es que China es el principal socio comercial del Uruguay, pero también es un socio absolutamente principal para Brasil, para Argentina y para todos los socios del Mercosur. En ese sentido, el Canciller nos trasmitió su voluntad de que en la presidencia pro tempore uruguaya se vuelva a impulsar este diálogo fundamental que requiere de un pensamiento estratégico. Si China es el socio fundamental para los países del Mercosur de forma separada, también deberíamos producir una visión de conjunto sobre cómo dialogar con ese país. No es algo en lo que estaríamos innovando; el entonces presidente de la República, José Mujica,  en su visita a Beijing como presidente pro témpore del Mercosur, expresó exactamente lo mismo: la necesidad de un relanzamiento del diálogo. Esperemos que las circunstancias sean más favorables para que esto se pueda dar en los próximos meses.

                Estamos en un contacto muy cercano con la Cámara de Comercio Uruguay- China y con su nuevo presidente, el señor Rozman, cuyas declaraciones seguimos atentamente. Para nuestra gestión, diversificar es la clave. Actualmente tenemos industrias como Conaprole instaladas en China para promover su inserción en el mercado, tenemos empresas de software uruguayo con compatriotas trabajando en China y oficinas instadas allí, tenemos arquitectos uruguayos vendiendo sus servicios en China, etcétera. Es decir que se está dando una diversificación que hay que impulsar y promover.

En cuanto a la presencia diplomática in situ, sobre la que varios de ustedes dijeron que es un poco reducida, hay una voluntad clara y manifiesta del señor Canciller de la República –que expresó en la prensa– de duplicar esta dotación que tradicionalmente ha sido de tres funcionarios diplomáticos. Esperamos que en los próximos meses se pueda dar este avance. Al respecto, debemos estudiar la posibilidad de alguna otra apertura dentro del territorio chino, por ser  tan enorme y con un potencial tan grande para nuestro comercio.

Le agradezco al Senador Lacalle su intervención. La referencia a la juventud creo que es porque compartimos la franja etaria. Entre los puntos que mencionó estaba el de los emprendimientos sostenibles, que es un tema que claramente comparto. Es importante que manifestemos nuestra seriedad en el vínculo con China.

El tema ferroviario es una prioridad para nosotros, para el desarrollo productivo nacional y, en ese sentido, en mi conversación con el señor Ministro de Transporte y Obras Públicas en el día de ayer reiteramos el énfasis que esta línea de acción –que ya viene de administraciones anteriores– debe tener en este quinquenio.

Las referencias al puerto de aguas profundas me parece que son muy válidas. Personalmente, las presenté en el marco de lo que es este pienso estratégico de China, de su ruta de la seda marítima. Si China está pensando en cómo proyectar el comercio mundial al futuro, creo que lo que dice el Senador Lacalle es muy acertado: nosotros somos la ventana al Cono Sur. Creo que tenemos que presentarnos como ventana al Cono Sur con nuestro aeropuerto –recientemente declarado libre– y con nuestros puertos, con la posibilidad de construir algún otro, si avanzáramos en esa línea. Claramente, me parece que el pienso que se vaya a dar a nivel interno tendría que estar muy relacionado con el pienso que China, nuestro primer socio comercial, esté trazando. Si pensáramos en forma aislada a lo que piensa China y no ajustáramos esas líneas, creo que coincidiríamos con el señor Senador Pintado en que sería un error, porque tendríamos que poner nuestra infraestructura y nuestro nodo logístico al servicio del comercio mundial, que claramente pasa por China en forma muy preponderante.

                Agradezco a la señora Senadora Moreira por las referencias al medio ambiente. El medio ambiente es una prioridad del plan quinquenal chino y sin duda continuará siéndolo para el que viene. Quien habla tendrá el honor de asistir a su elaboración en China.

                La Unasur es una posibilidad importante así como el Mercosur; son espacios donde Uruguay tiene un liderazgo notable y sin duda China es una potencia que busca un mundo multipolar y le interesa la multipolaridad. En ese sentido, si el Uruguay puede conducir procesos regionales con vigor, tendremos capacidad de diálogo y de interlocución a un nivel superior. Para tal propósito, en los próximos meses está prevista una visita del Secretario General de la Unasur, Ernesto Samper, a Beijing adonde asistiremos en calidad de presidencia pro tempore. La Unasur viene trabajando desde hace muchos años en el Cosiplan, lo que es la cartera de proyectos para América Latina y claramente surge la posibilidad de que si tenemos una cartera de proyectos ideados en América del Sur, tendría que ser seguramente China uno de los socios más factibles para hacer posibles las grandes infraestructuras que estamos imaginando en una integración sudamericana profunda.

                En cuanto a la evaluación de la colaboración entre América Latina, el Caribe y China y cuál es el nivel de prioridad para China, sin duda América Latina es una región distante de ese país, pero China tiene la suficiente energía y fuerza como para mantener un muy buen grado de relacionamiento con todos los países del mundo y con todas las regiones. La prioridad de China está puesta en su región –en Asia, en la Ruta de la Seda que lo une a Eurasia, en África, donde hay intereses estratégicos muy profundos–, pero América Latina aparece como una zona de interés y, en ese sentido, se plasmó lo que indiqué en mi presentación: que la oferta de China de cooperación con la Celac para los próximos años muestra un esfuerzo interno de pensar en qué áreas quiere trabajar con América Latina en el futuro. Incluso han publicado un libro blanco sobre América Latina y el Caribe, es decir que tienen el policy paper muy claro, tienen una dirección sobre la cual quieren trabajar con nosotros.

                La pregunta formulada por la señora Senadora en cuanto a si nosotros somos capaces de generar una misma visión estratégica, personalmente entiendo que a nivel nacional nos deberíamos una reflexión sobre el sector privado, sobre las academias, sobre el sistema político, sobre la estructura del Estado y sobre cómo quiere el Uruguay relacionarse con China a futuro. Seguramente, luego de mercosurizarse y unasurizarse –también tener lugar a nivel de la Celac–, mi humilde propuesta sería que tratáramos de generar ese pienso a nivel interno: dónde queremos estar con China en los próximos diez o veinte años. Son ejercicios que China realiza y que nosotros deberíamos hacer: dónde va a estar la soja en veinte años, dónde va a estar la biotecnología en veinte años, dónde va a estar la carne en veinte años, dónde va a estar el software en veinte años. Creo que son reflexiones que deberíamos tener como país con nuestro primer socio comercial, un socio tan privilegiado como es China.

                En cuanto a la evaluación de la economía China para los próximos cinco años, no creo tener la respuesta, pero sí tengo información sobre lo que hemos venido leyendo de los análisis que vienen realizando los mayores analistas internacionales. Esta desaceleración que está hipermediatizada y ha generado bastante pánico, sobre todo en los medios, ha sido traducida por el líder chino Xi Jinping con esta expresión muy clara de new normal. Según él, esta desaceleración del crecimiento responde a nueva normalidad que ha sido planificada por China. Esta baja del crecimiento ha venido siendo paulatina y no abrupta, como algunos medios de prensa pretenden presentarla. Es más, por parte de China se ha establecido que su crecimiento se ubicará en el 7%, un crecimiento muy importante. El otro día decíamos que el 7% de una mojarrita no es exactamente lo mismo que el 7% de una ballena. En este caso, tenemos un 7% de una gran potencia económica mundial. Digo esto para señalar que China lo está presentando como una nueva normalidad, como una nueva forma de crecer que también tiene relación con la manera en que continuará creciendo ese país; esto es, si lo hará de una forma más sostenible, teniendo mucho más en claro la protección del medio ambiente y otras variables que son fundamentales, como la calidad del aire y demás.

                Considero muy importante estar atentos a la evolución de la economía y a entender y tratar de comprender mejor esta nueva normalidad –en caso de que así lo sea– porque, sin duda alguna, ello está teniendo impactos muy fuertes en nuestras exportaciones y en los mercados internacionales.

                Un capítulo diferente es el del rol del yuan, sobre el que existen varias bibliotecas: en unas se lee que ha habido devaluaciones y, en otras –en especial desde los Estados Unidos–, algunos analistas hablan del fortalecimiento de esta moneda y de que estas pequeñas devaluaciones programadas –que, básicamente, lo que hacen es retirarle intervención estatal a la moneda–, en realidad la fortalecen aún más como moneda de cambio internacional y, a la vez, la preparan para que pueda ser aceptada por el Fondo Monetario Internacional. Frente a estas múltiples lecturas, la Embajada de Uruguay en Beijing podrá hacer una lectura in situ con más elementos para poder trasmitir, tanto a nuestras autoridades, como a los señores Legisladores.

                Con respecto a las capacidades técnicas de la Embajada, debo decir que estamos trabajando en el mejoramiento de varios aspectos de lo que será nuestra tarea durante los próximos cinco años. La idea no es solo contar con más funcionarios –tal cual lo acordado con el Canciller de la República– sino mejorar también las comunicaciones y algunos elementos muy básicos. Sabido es que una Embajada no requiere de muchos elementos más que de un buen capital humano, de sistemas de comunicación que funcionen bien y del respaldo político de todos ustedes.

                El señor Senador Pintado se refirió al conocimiento interpersonal y a la importancia de los contactos políticos. A este respecto, quiero subrayar la importancia de la diplomacia parlamentaria e invitarlos a que sean actores fundamentales en la dinamización de la relación bilateral. Me parece importantísimo el rol que puedan cumplir los parlamentarios y el sistema político en ese sentido.

                En cuanto a la idea de un Consulado general en Guangzhou, quiero decir que está a estudio de la Cancillería la posibilidad de realizar una apertura, tanto en China como en el sudeste asiático. Se ha pensado en lanzar un estudio a nivel interno para evaluar cuáles son las mejores condiciones. Se hizo referencia a la apertura en Shanghái, que fue muy oportuna y necesaria y también en un momento histórico se cerró Hong Kong. Parte de ese estudio se basa en pensar y repensar si aquel cierre de nuestra crisis financiera en Hong Kong hoy se justifica mantenerlo o si también es otra opción que habrá que sopesar. En ese sentido, enviaremos los insumos necesarios, pero la decisión será tomada por parte de la capital.

                Muchas gracias.

SEÑORA PRESIDENTA.- La Comisión de Asuntos Internacionales agradece al señor Fernando Lugris por su presencia y su completo informe, así como a la delegación que lo acompaña. Asimismo le desea, tanto a él como a la Cónsul, el mayor de los éxitos en la nueva tarea que van a emprender que, descontamos, será de esa forma.

SEÑOR LUGRIS.- Agradezco a la señora Presidenta y a los señores Senadores por esta ocasión de privilegio para mí.

(Se retiran de Sala el señor Fernando Lugris; el director de relaciones institucionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, doctor Jorge Seré;  la asesora, Licenciada María del Carmen Menoni y la futura Cónsul en Beijing, Licenciada Agustina Casavalle).

SEÑORA PRESIDENTA.- Se va a votar si se concede el acuerdo para acreditar en calidad de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República ante el Gobierno de la República Popular China al señor Fernando Lugris.

(Se vota:).

                –6 en 6. Afirmativa. UNANIMIDAD.

                Corresponde designar Miembro Informante. La señora Senadora Moreira ha solicitado cumplir ese rol y la Presidencia también tenía interés en hacerlo, pero le cede la posibilidad.

                Se va a votar.

(Se vota).

                –6 en 6. Afirmativa. UNANIMIDAD.

                Ha quedado designada como Miembro Informante la señora Senadora Moreira.

                Dese cuenta de un asunto entrado.

(Se da del siguiente:)

                «El señor Presidente del Senado, Licenciado Raúl Sendic, de conformidad con lo establecido en el artículo 2º del Reglamento de los Grupos de Amistad Interparlamentarios, remite nota solicitando la constitución del Grupo de Amistad Interparlamentario con la República de Finlandia».

                –Creo que es de mucho interés que el Parlamento uruguayo cuente con este grupo de amistad.

Se va a votar la solicitud presentada.

(Se vota:).

                –6 en 6. Afirmativa. UNANIMIDAD.

                Pasamos a considerar el siguiente punto del orden del día: «Carpeta     Nº 316/2015. Actas, Resoluciones y Recomendaciones emanadas del 22º Congreso de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal (Upaep), adoptadas en la ciudad de La Habana, Cuba, del 9 al 13 de setiembre de 2013 (Distribuido Nº 280/2015)».

                Léase el artículo único del proyecto sustitutivo.

(Se lee).

«Artículo único.- Apruébanse las Actas, Resoluciones y Recomendaciones emanadas del 22° Congreso de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal (UPAEP), adoptadas en la ciudad de La Habana, República de Cuba, el 13 de setiembre de 2013».

–Si no se hace uso de la palabra, se va a votar.

(Se vota).

                –6 en 6. Afirmativa. UNANIMIDAD.

                El Senador Pintado distribuyó un informe que tenía asignado realizar sobre un acuerdo para evitar la doble imposición entre Singapur y nuestro país.

SEÑOR PINTADO.- Lo envié hace un rato por e-mail. El informe consta de dieciocho páginas, por lo que propongo –a efectos de agilitar el trámite– que votemos el proyecto. Los Senadores podrán analizar el informe y, si por alguna razón se considera que el texto no se puede enviar al pleno, lo reconsideramos. Se trata de un acuerdo para evitar la doble imposición entre Singapur y Uruguay. Es un tema muy complejo, razón por la cual demoré tanto en realizar el informe.

SEÑORA PRESIDENTA.- Léase el artículo único del proyecto.

(Se lee).

«Artículo único.- Apruébase el Acuerdo entre el Gobierno de la República Oriental del Uruguay y el Gobierno de la República de Singapur para evitar la Doble Imposición y Prevenir la Evasión Fiscal en materia de Impuestos sobre la Renta y sobre el Patrimonio y su Protocolo, suscrito en Singapur, República de Singapur, el 15 de enero de 2015».

                –Si no se hace uso de la palabra, se va a votar.

(Se vota).

                –5 en 5. Afirmativa. UNANIMIDAD.

                Leemos, entonces, el informe y si algún Senador tiene alguna consideración que realizar, vuelve a Comisión; de lo contrario, lo enviamos al plenario.

                No habiendo más asuntos, se levanta la sesión.

(Son las 17:56)

 

 

 

 

 

 

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Montevideo, Uruguay. Poder Legislativo.