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Carátula

                (Ocupa la Presidencia la señora Senadora Alonso).

SEÑORA PRESIDENTA.- Habiendo número, está abierta la sesión.

(Son las 17:14).

                –Dese cuenta de los asuntos entrados.

(Se da de los siguientes).

                «El señor Presidente de la República, doctor Tabaré Vázquez, remite nota relacionada con la declaración del Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos, referente a las últimas elecciones presidenciales en nuestro país.

                Carpeta Nº 238/2015. Acuerdo Bilateral de Cooperación entre el Gobierno de la República Francesa y el Gobierno de la República Oriental del Uruguay sobre el cambio climático – Aprobación. Mensaje y proyecto de ley del Poder Ejecutivo (Distribuido Nº 138/2015).

                Carpeta Nº 239/2015. Acuerdo entre la República Oriental del Uruguay y la República de Chile para el intercambio de información tributaria                      – Aprobación. Mensaje y proyecto de ley del Poder Ejecutivo (Distribuido          Nº 139/2015).

                Carpeta Nº 240/2015. Acuerdo entre la República Oriental del Uruguay y la Federación de Rusia relativo a la cooperación y asistencia mutua en materia aduanera – Aprobación. Mensaje y proyecto de ley del Poder Ejecutivo (Distribuido Nº 140/2015).

                La Consejera Encargada de Negocios a.i. de la Embajada de Venezuela, señora Efeine Vera Rojas, emite informe realizado referente a las elecciones primarias llevadas a cabo en la República Bolivariana de Venezuela el pasado 17 de mayo de 2015».

                –Si no hay más asuntos, vamos a considerar el siguiente punto del Orden del Día: Mensaje del Poder Ejecutivo por el que solicita acuerdo para designar en calidad de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República ante el Gobierno de la República Francesa al señor Guillermo Dighiero Arrarte, quien hará su presentación ante la Comisión.

(Ingresan a Sala el señor Guillermo Dighiero Arrarte y el Director de Relaciones Institucionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, doctor Jorge Seré).

–La Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Senadores tiene sumo placer de recibir al doctor Guillermo Dighiero Arrarte, propuesto por el Poder Ejecutivo como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República ante el Gobierno de la República Francesa.

                Esta Comisión, además del currículo de cada postulante, requiere también una valoración sobre las expectativas y los planes de trabajo. Por lo tanto, es un gusto para nosotros recibir al doctor Guillermo Dighiero, autoridad mundial en lo que tiene que ver con el ámbito médico de la investigación y cuya rica producción científica tanto ha aportado al Instituto Pasteur de nuestro país. Reitero que es un gran honor para esta Comisión y, en especial, para el país, contar con la presencia de un notable con grandes méritos en uno de los lugares de mayor relevancia en el concierto de las artes y de las ciencias, como es el país galo.

                Antes de que el doctor Dighiero haga uso de la palabra, agradecemos también la presencia del señor Director de Relaciones Institucionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, doctor Jorge Seré.

SEÑOR DIGHIERO.- Es un honor para mí que el Presidente de la República y el Ministro de Relaciones Exteriores me hayan propuesto para ocupar el cargo de Embajador ante la República Francesa.

                Debido a la solicitud de que la exposición fuera breve, hicimos entrega de un documento en el que figura detalladamente el proyecto del trabajo que nos proponemos llevar a cabo. Por lo tanto, vamos a delinearlo de forma muy resumida.

                Si bien la señora Presidenta ya me presentó, quiero decir que soy médico y, como saben los señores Senadores, no soy un diplomático de carrera. Realicé mis estudios en la Facultad de Medicina, en la que ocupé cargos académicos, y en el año 1975 recibí una propuesta de Francia para trabajar como profesor asociado en la Universidad de París. Fui con la intención de volver un año después, pero por razones que todos conocemos, no lo pude hacer. Me quedé en Francia y tuve la suerte y el privilegio de poder trabajar en el Instituto Pasteur de París, que en aquella época pasaba por un período excepcional ya que en los últimos años había obtenido cuatro premios Nobel. Y sobre todo, hubo descubrimientos absolutamente fundamentales en una nueva disciplina que emergía, que era la biología molecular. Al respecto, un premio Nobel de Francia, el profesor Jean Dausset, dijo que los descubrimientos de la biología molecular eran para la humanidad comparables al descubrimiento de la agricultura. Probablemente, tenía razón. Eso también me hizo tomar conciencia de las dificultades que tenía nuestro país para integrarse adecuadamente a la sociedad del conocimiento y de la tecnología, que constituye el motor esencial del crecimiento y el progreso.

                En realidad, las relaciones entre Uruguay y Francia –yo viví treinta años en ese país, así que creo conocerlo bastante bien– siempre fueron excelentes por la presencia de un afecto mutuo y de valores compartidos. Esto se puede explicar porque al momento de nuestra independencia había 40.000 habitantes en el Uruguay –cabían todos en el Estadio Centenario–, de los cuales 4.000 eran franceses: era la principal comunidad después de la hispana. Probablemente esto explica la influencia tan importante que ha tenido Francia en nuestra cultura.

                Las relaciones actuales con Francia son muy buenas. Si bien el gobierno de este país sabe de las dificultades ligadas a la crisis, que todos conocemos, ha tenido una política muy abierta hacia América Latina, reforzando los lazos. A su vez, la visita de nuestro anterior Ministro de Relaciones Exteriores a Francia, que fue recibido por el Ministro francés, implicó una mejoría de las relaciones.

                También es importante el hecho de que –y somos todos conscientes– en los últimos años nuestro país ha sido capaz de dar una imagen a nivel internacional, lo que ha hecho que se nos conozca más como país serio, riguroso y, sobre todo, con bajos niveles de corrupción.

                Al ser elegido el Presidente Tabaré Vázquez, una de las primeras invitaciones que recibió fue la del Presidente François Hollande para visitar Francia, la que probablemente se  concrete a fines de octubre de este año. Esta es una gran oportunidad para afianzar lazos y crear una cooperación más eficaz.

                No quiero extenderme, pero desde el punto de vista económico tenemos una situación deficitaria con Francia. Desde hace muchos años el déficit anual es de aproximadamente US$ 140:000.000; exportamos US$ 40:000.000 e importamos US$ 180:000.000. Exportamos esencialmente productos primarios, es decir, carne equina, ovina y vacuna, así como hormonas sintéticas o naturales, e importamos automotores –de turismo y utilitarios–, teléfonos y aceites derivados del petróleo. Hemos estado analizando esta situación             –incluso estuvimos en Uruguay XXI– y vemos que es difícil de modificar. De todas maneras, algo pensamos realizar. Queremos crear un servicio de información y de promoción para los empresarios uruguayos que quieran exportar hacia Francia y para aquellos franceses que quieran instalarse en el Uruguay, para que conozcan nuestra Ley de Inversiones, que es muy favorable para los inversores.  Este es un breve resumen de lo que pensamos en ese aspecto, pero si los señores Senadores quieren tener más detalles, se los puedo brindar.

                Tal vez el aspecto más importante es el de la cooperación con Francia. Estoy trabajando en esto desde hace treinta años y la creación del Instituto Pasteur de Montevideo también forma parte de toda esa trayectoria. En los últimos doce años nuestro país ha conocido un desarrollo y un crecimiento muy importantes –como nosotros, que ya tenemos cierta edad, no habíamos visto antes– y se aspira a llegar a ser un país desarrollado. Para llegar a un desarrollo sostenible tenemos que lograr saltar la valla de la sociedad del conocimiento; tenemos que lograr una integración adecuada a este nivel. Probablemente este sea el eje central de la cooperación con Francia, por lo que, en caso de que seamos nombrados en este cargo, pensamos basar nuestra actividad en eso. 

                La cooperación científica con Francia ha sido, probablemente, uno de los éxitos más grandes hasta el punto que casi el 50% del total –si no llega a esta cifra, igual estaríamos hablando de un porcentaje muy importante– de la cooperación científica del Uruguay proviene de ese país. Es algo que se da en sectores tan diversos como la medicina, la agroalimentación, las ciencias sociales, la historia y la agronomía.

                En los últimos veinte años se realizó un programa sumamente exitoso, el Programa ECOS, que financió 84 proyectos, todos ellos muy exitosos. Francia participó en forma importante en la creación de la unidad de trasplante de médula ósea del Hospital Maciel, que hoy es un ejemplo a nivel nacional, es un servicio público que se ofrece a toda la comunidad y a todo el país. A su vez, la creación del Instituto Pasteur ha contado con una participación muy importante por parte de Francia.      

También queremos señalar que últimamente se ha producido el ingreso de Uruguay a la Organización Internacional de la Francofonía.

                En diciembre de 2014 el Ministerio de Educación y Cultura organizó una reunión en la que participaron las Academias de Ciencias del Uruguay –de la que formo parte– y de Francia. Allí se decidió llevar adelante un programa de cooperación muy importante a nivel de los sectores que consideramos están carentes en nuestro país. Ellos son, esencialmente, la geofísica, las ciencias del mar, la sanidad animal, sanidad humana y comunicación. A nivel de la geofísica, por ejemplo, se constató una carencia fundamental. Nuestro país está emprendiendo actividades de prospección petrolera y de megaminería, pero no tenemos geofísicos, no hay geofísicos en el país.

Por esas razones me propongo impulsar, a través de una cooperación     –ya iniciamos los contactos con la Universidad de Grenoble–, la formación de geofísicos que puedan quedarse en el país y participar en estos asuntos.

                Con relación a las ciencias del mar, acabamos de extender nuestra plataforma marítima, pero no tenemos biólogos marinos. Por tanto, ese es otro sector sumamente importante que queremos desarrollar durante esta actividad. En este sentido, en Francia está el Instituto Ifremer que trabaja a nivel mundial y que acaba de hacer una prospección marina en todos los continentes. Incluso han publicado cinco artículos en la revista Science –la más importante en ese ámbito– que están relacionados con el estudio de todos los fondos marinos y de toda la flora marina en distintos sectores.

                Queremos destacar que se han iniciado los contactos entre el profesor Omar De Feo –docente de la Facultad de Ciencias, un muy buen científico uruguayo que se formó en México y que tiene un excelente currículum– y un laboratorio del Ifremer en Roscoff, Bretaña –uno de los centros más importantes– para lograr la formación de biólogos marinos que nuestro país necesita. Es de hacer notar que las grandes riquezas del mar se encuentran en las aguas más profundas, a 4.000 metros, allí hay una riqueza muy importante. Sin embargo, si se extiende la plataforma marítima del Uruguay, no tenemos biólogos marinos ni geofísicos, que son dos disciplinas esenciales.

Otro problema a resaltar es la sanidad animal. Nuestro país ha conocido un desarrollo agropecuario fantástico. Es indiscutible que en estos últimos años ha sido un motor de crecimiento muy importante en el Uruguay. Sin embargo, tenemos problemas aún no resueltos.

Hace unos días estábamos reunidos con representantes de la Federación Rural y nos hablaban del problema causado por la leptospirosis       –esto lo vimos también con el señor Ministro Aguerre–, enfermedad que provoca 200.000 abortos bovinos anuales. Sin duda que esto tiene una importancia económica fundamental. Y hay que tener en cuenta que se trata de una enfermedad que puede erradicarse.

Además, quiero mencionar la leucosis bovina. Más del 50% de nuestro rodeo lechero está contaminado por este virus. Estoy profundamente convencido de que si algún día llegamos a obtener un acuerdo agropecuario con los países del Mercado Común, van a ponernos esta enfermedad como barrera sanitaria. Es la forma defensiva que tienen, porque ellos erradicaron estas enfermedades.

                Estos son sectores que son absolutamente claves para el desarrollo de nuestro país. En medicina, es increíble el desarrollo de la genómica. El primer genoma humano, que se hizo hace ya diez años, llevó cuatro años y requirió inversiones de Estados Unidos, el Reino Unido y una empresa privada americana muy importante. Esto costó US$ 4.000:000.000. Hoy, gracias al avance fantástico que ha tenido la tecnología, se puede hacer por US$ 1.000 y en tres semanas. De manera que se puede prever que en un futuro, y no demasiado lejano, a todos los niños al nacer se les va a poder hacer un estudio predictivo de la propensión –porque de ninguna manera esto es definitivo– a tener determinadas enfermedades. Y si sabemos que un niño tiene propensión a ser diabético, hay que educarlo alimentariamente desde su primera infancia, como se hace con los celíacos, por ejemplo. Esto es un desarrollo fundamental, y no podemos darle la espalda, porque la medicina del mañana es eso: es una medicina predictiva, en la cual se va a trabajar profilácticamente, que es lo más económico.

                En cancerología, por ejemplo, todos los días vemos salir nuevas drogas, que en todos los casos vienen de la genómica; son lo que se llama «medicamentos recombinantes». Estas drogas tratan de esterilizar genes que se sobreexpresan anormalmente en los cánceres. Hay drogas específicas que bloquean esos genes y que  son carísimas: cuestan US$ 100.000 por año. Lo menos que se puede hacer es ser capaz de hacer correctamente las indicaciones, es decir, no se puede gastar ese dinero si no se estudia al enfermo y no se ve si esa droga puede ser eficaz o no.

                De esto podría hablarles horas, porque es mi tema, pero otro sector muy importante, a mi juicio, es el audiovisual. Películas como «25 watts» o «Whisky» fueron exhibidas durante tres semanas en París cuando yo vivía allí. Cuando uno ve los recursos con los que se hicieron esas películas, nadie puede creerlo. Sé que hay una colaboración entre el Instituto del Cine y Audiovisual del Uruguay –porque estuvimos hablando con ellos– y su homólogo francés para desarrollar producciones audiovisuales. Y ahora quizás haya que pasar a la otra etapa: a las producciones audiovisuales de gran público, como las telenovelas. Pienso que, con la colaboración de Francia, se puede desarrollar esta actividad, que me parece muy promisoria.

                En definitiva, el proyecto de cooperación científica con Francia está avanzado y a eso pienso dedicarle una parte importante de mi tiempo en caso de que tenga que desempeñar este cargo.

                Ahora bien, un problema que tenemos es el multilateralismo de esta embajada. Nosotros formamos parte de la Organización Internacional de la Francofonía desde hace dos años. Esto puede parecer de poco interés para el Uruguay; sin embargo, tiene un interés, para mí, muy importante, y es que en esa institución hay una gran cantidad de países africanos francófonos y esta puede ser una forma de entrar allí. Hay que tener en cuenta que África es un continente que se está desarrollando y que, además, está teniendo un incremento de población muy importante, por lo que es un gran consumidor de alimentos. De manera que es un mercado para nosotros y, en ese sentido, creo que establecer relaciones más estrechas con los países francófonos puede ser importante.

                Otro aspecto muy importante es que aparentemente el Ministro de Relaciones Exteriores y el Ministro de Economía y Finanzas se han puesto de acuerdo para que Uruguay entre en fase de desarrollo en la OCDE, que es una organización en la que es fundamental por lo menos estar y ser interlocutor, pero es muy compleja.

También se debe encarar la tarea de sanidad animal –de los vectores–, así como lo relativo al vino y lo concerniente al tema de pesas y medidas, en el que está muy implicado nuestro LATU. Todo esto forma parte de las tareas que la embajada tiene que asumir.

                Cabe señalar que esta embajada en Francia, además, tiene embajadas concurrentes en Mónaco, Argelia y Senegal, al tiempo que el Embajador que reside en París también es Embajador ante la Unesco, es decir que tiene dos gorras que ponerse.  En los últimos años a nivel de la Unesco se han logrados cosas interesantes como el proyecto que ahora se está discutiendo –hay buenas perspectivas de que sea aprobado– para que el frigorífico Anglo de Fray Bentos sea declarado patrimonio histórico de la humanidad. Ese proyecto que fue muy bien presentado se va a decidir el mes que viene. A ello se agrega la creación de un laboratorio de cristalografía en nuestro país –también a través de la Unesco–, y el hecho de que Uruguay quedó como país residente del Centro Regional de Aguas Profundas, lo que es importante. Entendemos que se deben apoyar esas actividades, como así también se debe seguir participando en comisiones multilaterales de las cuales nuestro país es miembro, como la de la protección del patrimonio cultural  inmaterial, la de difusión de la cultura para todos y la de hidrología.

                Por otra parte, esta embajada tiene un consulado relativamente importante porque en Francia hay alrededor de 3.000 uruguayos y debemos atender a esa población que es  muy calificada. Hay consulados en las ciudades de Lyon, Bordeaux, Toulouse y Mónaco.

                Quedo a disposición de los señores Senadores por si tienen alguna consulta que realizar.

SEÑORA PRESIDENTA.- Le agradecemos al doctor Dighiero por su exposición.

SEÑOR LACALLE POU.- Claramente se nota cual es la pasión del doctor Dighiero; esperemos que no se tiente mucho por las cosas que lo hacen vibrar.

                Simplemente quisiera dejar sentada la preocupación de algunos centros de estudio que tienen una fuerte vinculación con el país galo. Todos sabemos que, muchas veces, las políticas llevadas adelante por esa nación terminan repercutiendo en nuestra educación y se han dado recientes sucesos  con jóvenes y niños.

                Quiero agradecer al doctor Dighiero su delicadeza y la profundidad de su estudio. Muchos de los temas que ha mencionado, hemos tenido la oportunidad de conversarlos con él. Me alegra mucho la participación de científicos nacionales en proyectos de cooperación, particularmente el del doctor Omar Defeo que refiere a un tema tan sensible y tan controvertido en el mundo y en el cual nuestro país ha sido beneficiado por la naturaleza. Por ello, creo que es nuestro deber proteger y cuidar para las futuras generaciones los recursos pesqueros, lo que se da de bruces con el otro tema que se tocó, el de la prospección petrolera y la minería. En la Facultad de Ciencias se debe apuntar –seguramente a través de la cooperación– a la formación de geólogos, un drama que hoy estamos teniendo ante la inminente presencia de esa actividad en nuestro país. 

                Agradezco la presentación y celebro la elección. En esto uno tiende a creer en la profesionalización de las relaciones exteriores y brega por la presencia de Embajadores de carrera, pero esta es una de las excepciones que se celebra por la persona, el lugar y el mandato que vamos a tener. Es una enorme carta de crédito por el reconocimiento personal y creo que un acierto del gobierno, por tanto, esperamos que tenga éxitos en lo que se propone.

                Muchas gracias.

SEÑOR MARTÍNEZ HUELMO.- Saludamos la presencia del doctor Dighiero.

Quiero expresar que nos congratulamos por el programa que ha presentado que, visto a vuelo de pájaro, es muy actual y se encuentra dentro de los requerimientos del país en materia científica, en lo geofísico, en lo referente al mar –el doctor Dighiero ha hecho referencia a la Convención sobre el Derecho del Mar, que nos permitió extender la plataforma hasta 350 millas, lo que para Uruguay implica obligaciones y, al mismo tiempo, grandes oportunidades para brindarles a las futuras generaciones del país– y en la biotecnología, que incide directamente en la salud animal. Me parece que son temas muy importantes, actuales y de gran vinculación con el futuro. Ni que hablar de la responsabilidad que tiene nuestro candidato a la Embajada de Francia, que será un Embajador concurrente en lo que respecta a otros territorios. Cabe recordar que en la anterior Administración, la Cancillería resolvió tener un Embajador itinerante en el África Subsahariana; precisamente, Senegal es parte de ese inmenso territorio, por lo que tendrá muchas cosas para hacer como Embajador concurrente.

                Luego de las peripecias sufridas con la OCDE, creo que está bien que Uruguay se sitúe en un escenario tan importante. Hemos cumplido todas las normativas internacionales, hemos hecho todos los deberes –hablando en buen criollo–, por lo que creo que es necesario estar allí para no ser parte a través de terceros. Uruguay hará mucho bien en ese centro tan importante.

                Por otra parte, le quería comentar al doctor Dighiero que el Parlamento Nacional –que en estos días se encuentra integrando sus Grupos de Amistad– tiene un Grupo de Amistad con la Unesco. Es por ello que sería muy bueno establecer una conexión entre nuestro futuro Embajador en Francia y la organización.

                Para finalizar, le trasmito mis felicitaciones. Ha sido un gusto conocerlo.

SEÑOR MIERES.- Quiero sumarme a las manifestaciones de beneplácito y de apoyo a la propuesta de designación del Poder Ejecutivo. Realmente nos parece un lujo para el país que una personalidad como el doctor Dighiero vaya como Embajador a ese destino, con el agregado de representar a nuestro país en la Unesco. Nuestro futuro Embajador ha tenido una larga trayectoria académica, científica –tanto en nuestro país como a nivel internacional– y vital –como él mismo ha dicho– en la República Francesa.

                Nos alegramos por su designación y le trasmitimos nuestros mejores deseos de éxito.

SEÑORA MOREIRA.- Deseo expresar la enorme satisfacción que siento al tener a esta personalidad como nuestro futuro Embajador, que ha hecho tantas cosas por la relación bilateral entre Francia y Uruguay. Nuestra relación con Francia se basa, fundamentalmente, en aspectos culturales y educativos. Tenemos un intenso flujo de estudiantes que siguen yendo a estudiar a Francia, ya que el mercado académico norteamericano no lo ha absorbido todo. También contamos con una intensa cooperación técnico–científica, que esperamos se incremente en el futuro. Creemos que esta es una de las bases de cooperación más sólidas en el siglo XIX.

                El futuro Embajador mencionaba los servicios de comunicación audiovisual, que es una pequeña industria que está floreciendo en el Uruguay siempre de la mano de acuerdos regionales e internacionales, porque todavía no somos capaces de tener un desarrollo propio sino que precisamos enormemente la cooperación en este sentido.

                Quiero mencionar también que me parece que el Embajador Mesa ha desarrollado una muy buena actividad y quisiera dejar sentado en la versión taquigráfica –por lo menos aquí, desde el Senado– el buen desempeño que, en lo que me es particular, considero que ha tenido; también ha sido un buen amigo de Francia y un buen cultivador del vínculo cultural con ese país. Él me introdujo en esta cosa de la francofonía, en lo que creo que Uruguay pone poca atención. Me parece que el futuro Embajador lo destacaba porque es una línea de trabajo interesante en la que pocos hemos incursionado. Me parece que, además, es una línea de vinculación que va más allá de la cuestión de Francia y que nos relaciona con muchos otros países, lo que es importante para un país como Uruguay, donde la lengua francesa fue cultivada durante tanto tiempo. Creo que allí hay un territorio bastante inexplorado de trabajo y sería bueno que este Cuerpo también asumiera esto como tarea.

SEÑOR PINTADO.- Voy a ser breve. Simplemente queremos congratularnos por la propuesta, que seguramente tendrá un respaldo diría que unánime de todo el Senado, lo que, a la vez, es una doble responsabilidad porque ir con la carga de todo el sistema de partidos de Uruguay encima es un aliciente y un compromiso mucho mayor que sabemos va a cumplir con sobrados éxitos en toda su gestión.

                Así que nos sumamos a todo lo que se ha dicho; no voy a repetir las cosas que ya están escritas, simplemente diría que cuente con nosotros para lo que sea necesario.

SEÑORA PRESIDENTA.- Volvemos a agradecer la presencia del señor Guillermo Dighiero Arrarte; habrá escuchado que en esta Comisión todos somos contestes en lo que significa una personalidad como la suya, dedicada a la investigación, la cooperación y la dignidad humana. Estamos convencidos de ello –ya lo habrá escuchado– así que seguramente conocerá de antemano la votación en esta Comisión.

                Ha sido un gusto haberlo escuchado.

SEÑOR DIGHIERO.- Quiero agradecer a todos los señores Senadores por las expresiones y opiniones que han vertido. Ha sido un gran gusto para mí.

(Se retiran de Sala el señor Guillermo Dighiero Arrarte y el señor Jorge Seré).

SEÑORA PRESIDENTA.- Está en consideración la solicitud del Poder Ejecutivo para designar en calidad de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República ante el Gobierno de la República Francesa al señor Guillermo Dighiero Arrarte.

                Se va a votar.

(Se vota).

–7 en 7. Afirmativa. UNANIMIDAD.

                Corresponde que designemos al Miembro Informante.

SEÑOR LACALLE POU.- Propongo al señor Senador Martínez Huelmo.

SEÑORA PRESIDENTA.- Se va a votar.

(Se vota).

–6 en 7. Afirmativa.

                A continuación, invitamos a ingresar a Sala al señor Carlos Gianelli Derois.

                (Ingresa a Sala el señor Carlos Gianelli Derois y el Director de Relaciones Institucionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, doctor Jorge Seré).

–La Comisión de Asuntos Internacionales tiene muchísimo gusto en recibir al señor Carlos Gianelli y también a quien lleva adelante las relaciones institucionales con el Parlamento por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores, el señor Jorge Seré.

La solicitud de acuerdo para designar al señor Carlos Gianelli se encuentra a consideración de la Cámara de Senadores y, tal como le ha sido informado por la Secretaría –aunque sabemos que conoce muy bien todo esto por su experiencia–, la Comisión tiene por costumbre interiorizarse de las distintas propuestas. El señor Gianelli ya tiene vasta experiencia en este sentido porque fue Embajador, justamente, en los Estados Unidos. Así que sería importante escuchar las metas que se plantea para este nuevo período, tomando en cuenta la enorme responsabilidad que eso implica.

Sin más trámite, le cedemos el uso de la palabra.

SEÑOR GIANELLI.- Muchas gracias, señora Presidenta, por la presentación.

                Realmente, creo que en este mes se van a cumplir diez años de mi primera visita a la Comisión de Asuntos Internacionales en oportunidad de que el Presidente Vázquez me propusiera para el cargo de Embajador en Estados Unidos. Si el Senado me otorga nuevamente la venia para mí va a ser realmente un honor y un gusto volver a representar al Uruguay en dicho país.

                Transcurrieron diez años –evidentemente del 2005 a la fecha- y las circunstancias en los Estados Unidos han cambiado, al igual que en Uruguay. Creo que la diferencia fundamental está dada porque en 2005, cuando asumimos la Embajada, Estados Unidos era nuestro primer socio comercial, mientras que actualmente ocupa el cuarto lugar. Además, estábamos en vísperas de una de las crisis económicas y financieras más importantes que vivió los Estados Unidos.  Tuvimos que representar al país en los Estados Unidos cuando realmente las circunstancias eran bastante complejas desde el punto de vista del impacto de la crisis en el sistema político nacional de Estados Unidos y en su política externa. Evidentemente, los intercambios en ese período se redujeron. La crisis de los Estados Unidos también impactó al Uruguay, no tanto como a otros países, pero realmente creo que ese fue el motivo fundamental de que cayera al cuarto lugar.

                En esta oportunidad vamos a hablar de las áreas prioritarias a tener en cuenta. Al respecto, hemos presentado un documento a consideración de los señores Senadores. Básicamente, las tres áreas prioritarias que vamos a tratar de impulsar –de acuerdo a  las instrucciones que nos dieron el Presidente de la República y el Canciller Nin Novoa– son las siguientes. La primera de ellas es el área económico-comercial. Una de las instrucciones que tenemos es de promocionar el comercio con una cierta metodología distinta a la que impulsamos cuando llegamos a Estados Unidos. En los temas y en los productos que ya estamos comercializando con Estados Unidos vamos a tratar de usar el criterio del valor agregado que tienen los productos, y no el producto en sí. Voy a mencionar cuáles son nuestros principales productos de exportación, sobre los que vamos a hacer más hincapié en la trazabilidad y en su inocuidad. Lógicamente, el primer producto al que vamos a prestar atención es la carne. Al respecto, ya nos hemos reunido con las Cámaras relacionadas este producto. Uruguay le sigue exportando un porcentaje muy alto de carne a Estados Unidos. Este producto, en nuestra balanza comercial, significa el 49%; estamos exportando una cifra que ronda los US$ 160:000.000 de carne congelada. También estamos exportando carne fresca y productos relacionados con la carne procesada, lo que hace que estemos exportando a los Estados Unidos por valor de US$ 220:000.000. Puedo decir, incluso, que estamos exportando volúmenes más importantes que en 2005. ¿Cuál es nuestra prioridad con respecto al tema de la carne? La reivindicación permanente de los que representamos a Uruguay en Estados Unidos, esto es,  tratar de aumentar la cuota de 20.000 toneladas en cortos finos que tiene el Uruguay. Es una reivindicación compleja porque, para aumentar la cuota de cualquier producto, hay que pasar por el Congreso o hacer una negociación en la OMC y, como todos sabemos, las negociaciones comerciales globales en la OMC están congeladas y el Congreso difícilmente aprueba un incremento de cuota si no es a través de un Tratado de Libre Comercio. La diferencia con diez años atrás es que Estados Unidos graduó de forma distinta el tema de la carne y categorizó su calidad en tres categorías. La primera,  es la de la carne más fina, los cortes prime; la segunda, es la de la carne menos fina, la categoría choice; y la tercera, es la carne procesada que es a donde van las exportaciones de Uruguay. Nosotros queremos impulsar que el tipo de carne que produce el Uruguay, que está certificada por INAC y tiene que ver con la marca de carne natural, sea protocolizada a través de las características que tiene, esto es, que proviene de animales que se crían básicamente en praderas, que no tiene hormonas, que no tiene antibióticos, etcétera.  Ese es el tipo de ingreso que vamos a tratar de impulsar dentro de las posibilidades de que sea adicional a la cuota que ya tenemos. 

                Otro producto importante en la balanza comercial del Uruguay es la madera que supone el 8% de nuestras exportaciones. Nosotros exportamos la madera contrachapada y aserrada y es una posibilidad muy importante de cooperación con Estados Unidos. En este caso, obviamente, lo que intenta el sector es darle mayor valor agregado a la madera que exportamos.

                El tercer producto –aclaro que no voy a aburrirlos mencionado todos los productos sino solo los más importantes– es la miel.  Estuve reunido con la asociación de productores y exportadores de miel y me expresaron que en determinado momento exportaban mucho mejor de lo que lo hacen ahora y a valores más importantes. El tema de la  miel en Estados Unidos fue golpeado por la crisis de 2007-2009. De todas formas, antes significaba el 8% de nuestras exportaciones y ahora es la mitad, un 4%, por lo que hay que hacer un trabajo importante de promoción.

                También quiero mencionar al citrus. Como ustedes saben, el país dio una gran batalla para ingresar al mercado americano lo que se logró  a principios del año pasado y se  consolidó luego con la visita del ex Presidente Mujica. En el primer año se exportaron US$ 7:000.000, que implica un 1,7% del total de exportaciones, con lo cual es fácil imaginarse que va a ser uno de los productos más importantes en la comercialización con Estados Unidos.

                El vino también es un producto a tener en cuenta. Si bien no es significativo en términos de porcentajes de balanza comercial, es importante por la calidad que tiene el vino uruguayo y su reconocimiento en el mercado americano.

                Finalmente quiero mencionar un producto que si bien no estamos exportando, tenemos todas las condiciones para hacerlo: el aceite de oliva extra virgen. Actualmente se consume aproximadamente un millón y medio de litros de aceite uruguayo. Hay cuatro almazaras y tiene todas las condiciones para ser un producto importante en la balanza comercial.

Desde el punto de vista de los servicios nos proponemos dos proyectos vinculados con las exportaciones globales del servicio, todo lo que tiene que ver con el tema de la infraestructura, relacionado con los servicios globales, e impulsar una marca país. Está Uruguay XXI tratando de desarrollar lo que se llama Uruguay Smart Services y, desde el punto de vista de la infraestructura tenemos la marca Uruguay Hub Logístico Regional. Son tres marcas que el Uruguay quiere impulsar, conjuntamente con Uruguay Natural.

Del total de inversiones directas que Uruguay capta, el 4% proviene de Estados Unidos. No es un volumen importante, pero pensamos que este es otro de los puntos sobre los cuales tenemos que trabajar para impulsar sectores como la hotelería, la madera, en fin, aquellos en los que Estados Unidos está exportando, y creo que hay muchas posibilidades al respecto.

                Con relación a la cooperación con los Estados Unidos, diría que hay dos acuerdos que son fundamentales para el desarrollo que ha tenido la cooperación bilateral Uruguay‑Estados Unidos. Uno es el acuerdo sobre comercio‑inversiones, lo que se conoce como TIFA –sigla en inglés–, y el otro es el Acuerdo de Cooperación Científica y Tecnológica. Hay un tercero, que es el Acuerdo Bilateral de Inversiones. Son tres acuerdos que fueron negociados entre los años 2004 y el 2008 y que constituyen la base de la cooperación que tiene Uruguay con Estados Unidos.

                En relación con el TIFA, cabe señalar que se mostró particularmente eficiente para levantar barreras de tipo arancelario. Desde el año 2007 –creo que en ese año fue cuando se produjo la visita del Presidente Bush– se abrió el mercado de los arándanos. Y como mencioné, también se abrió el año pasado, en oportunidad de la visita del ex Presidente Mujica, el mercado de los citrus y la carne ovina sin hueso. Hoy estamos trabajando fuertemente y ha habido avances importantes –también en esta última visita mencionada– con relación a la introducción del ovino con hueso. Se formó un acuerdo con los Estados Unidos –cuando estábamos nosotros en Washington– según el cual una vez terminado el procedimiento del ingreso de la carne ovina sin hueso, empezaríamos inmediatamente el trámite para lo otro. En ese aspecto vamos muy bien.

                Hay otros acuerdos que estamos negociando dentro del TIFA. Algunos ustedes los conocen, como por ejemplo el acuerdo de asistencia aduanera que está a consideración del Parlamento uruguayo. Otra negociación importante que también surge de la visita presidencial del año pasado es la posibilidad de ingresar al Programa de Exención de Visas, lo que se conoce como visa waiver. Este es un tema importante. Para poder acceder a este Programa, Uruguay tiene que cumplir con tres requisitos, y dos de ellos ya los cumplimos. Uno es tener menos de un 3% de rechazo de visas, que es lo que tiene Uruguay; el otro requisito es tener un software que permita identificar bien los pasaportes robados y extraviados, y el tercero, el pasaporte electrónico. Aparentemente, de acuerdo con lo que me han informado en el Ministerio del Interior, existe un convenio con una empresa que va a tener listos estos pasaportes entre setiembre y octubre. Estos son los tres requisitos. Una vez cumplidos estos requisitos, también vamos a tener que negociar dos acuerdos en materia de intercambio de información.

                Las negociaciones van a empezar con Estados Unidos una vez que tengamos el requisito del pasaporte biométrico.

                Otro de los proyectos importantes que quiero mencionar, que se ha negociado y se sigue negociando dentro del TIFA es un acuerdo en materia de seguridad social. Creo que desde el punto de vista de su impacto en la comunidad de uruguayos en Estados Unidos, este acuerdo es importantísimo, es de totalización y, además, retroactivo. Cuando fui Embajador en México quisimos hacer el mismo acuerdo, pero no tuvimos suerte porque allí no aceptaban la retroactividad. Creo que en esta oportunidad, quizá estaremos enviando este acuerdo al Parlamento probablemente a fin de año. En la segunda reunión que se llevó a cabo hace unos días, en Baltimore, aparentemente surgió un texto casi completo que ahora será considerado por las distintas agencias de los Estados Unidos.                

                En el área científica y tecnológica hay varios proyectos que surgieron de la visita presidencial del año pasado, pero me quiero referir a uno en particular, que es el proyecto Brain. Se trata de una iniciativa del presidente Obama y Uruguay ha sido invitado a participar. Es un proyecto vinculado con la neurociencia y su impulsor es un médico investigador uruguayo que trabaja en la Universidad de Columbia, el doctor Eduardo Pereda. A los efectos de poder ingresar en este proyecto que significa el estudio más a fondo del cerebro humano, por científicos de muchos países, Uruguay ha creado un consorcio de neurociencias que va a actuar como contraparte.

                Otro proyecto importante en esta materia que debo mencionar, porque el resto está en el material que he entregado, tiene que ver con el proyecto de la biblioteca de vida, lo que en inglés se llama Barcode of life. Es un proyecto muy interesante para estudiar todo lo que tiene que ver con la biodiversidad en el país. Quien propone este proyecto es el instituto Smithsonian de Estados Unidos y hay un principio de intercambio para empezar a trabajar en toda el área de mamíferos. No soy un especialista en la materia, pero la gente que está involucrada en esto me ha dicho que es un proyecto muy interesante y cabe destacar que la contraparte nuestra será el Museo de Historia Natural.

                En cuanto a las otras áreas de trabajo, cabe acotar que la política es muy importante. Creo que los intercambios con Estados Unidos, a raíz de la participación futura de Uruguay en el Consejo de Seguridad, serán esenciales. Vamos a continuar con la cooperación en materia de mantenimiento de la paz en el ámbito de las Naciones Unidas, en coordinación con nuestra asesoría militar en aquel país.

                Por último me gustaría referirme al tema consular. Por el último censo que se hizo en los Estados Unidos ya sabemos que los uruguayos –por lo menos aquellos en condiciones de documentación legal– son 58.000 que están concentrados básicamente en el estado de Florida y en Nueva Jersey.

                Con el departamento de vinculación de la Cancillería vamos a seguir impulsando los Consejos Consultivos en aquellas ciudades que ya existen y vamos a trabajar también con los distintos Consulados Generales que están en esos lugares, particularmente con los de Miami y Nueva York, pero también con el resto de aquellos en los que tenemos representación.

                Señora Presidenta de la Comisión: le agradezco mucho la oportunidad de hacer esta exposición. Lógicamente podría seguir hablando, pero este ha sido un resumen del material que hemos presentado.

SEÑORA PRESIDENTA.- Agradecemos al señor Gianelli por su exposición, ya que en ella queda en evidencia su dedicación y la capacidad para llevar adelante lo que seguramente será una tarea compleja durante los próximos años.

SEÑOR LACALLE POU.- Hoy tuvimos dos en dos, porque fueron dos satisfacciones al recibir a los futuros Embajadores y ya adelanto mi expresión positiva.

                Quisiera dejar un planteo político y luego mencionar un tema que es más de coyuntura.

                En el año 2005 el nombramiento del Embajador Gianelli echó por tierra un discurso anti-Estados Unidos del gobierno que asumía. Es una persona de carrera, conocedor de la nación del norte y que, junto a ese cambio de discurso, logró un estrecho vínculo comercial y político, manteniendo la independencia y la distancia suficientes de ese país todopoderoso.

                Obviamente, los temas comerciales son los primeros en los que un país como el nuestro trata de incidir –la balanza comercial con Estados Unidos es de dos a uno– por medio de las exportaciones vedette y de las tradicionales, pero también de algunas otras que no significan en volumen pero que sí involucran a mucha gente. Me alegro de que haya nombrado, particularmente, el tema de la miel, ya que en este momento los productores apícolas de nuestro país no pueden exportar debido al gran problema que tienen con los intermediarios en lo que hace a la Unión Europea y al mercado estadounidense. Si se pudieran duplicar esos US$ 4:000.000 que se mencionaron, se solucionaría la vida de muchísimos apicultores que hoy están trabajando casi a nivel de subsistencia, mientras muchos otros lo hacen como una tarea extra que complementa su principal ingreso.

                Aparte de las exportaciones tradicionales –si bien el señor Gianelli no lo mencionó ahora, figura en el trabajo presentado–, creo que el tema de las tecnologías de la información –TICS– es fundamental. Durante la campaña electoral y, anteriormente, estuvimos reunidos con miembros de la CUTI y con operadores particulares, y vimos que en ese aspecto Uruguay tiene un terreno enorme. Por suerte podemos seguir exportando neuronas, y creo que Estados Unidos es una muy buena posibilidad para nosotros. La cooperación técnica ha sido reclamada por todos los partidos políticos en la campaña electoral.

                Me quiero detener un instante en el lugar de destino del señor Gianelli, que es  donde se toman las decisiones políticas de este mundo, por ahora, unipolar. Allí se toman las grandes decisiones, y nosotros no podemos estar ajenos, sobre todo, a las futuras responsabilidades que va a tener nuestro país. En los últimos tiempos el gobierno de los Estados Unidos –obviamente, lo que voy a decir a continuación corre por cuenta propia– ha sido bastante errático y se ha desmarcado mucho de la lógica y la huella que tuvo históricamente a pesar de sus matices republicanos y demócratas. Hemos visto un presidente que tiene sus particularidades. Recuerdo una comida que tuvimos en Washington con el futuro Embajador en la que nos referimos a los Tratados de Protección de Inversiones y a la posibilidad de revisión por parte de los Estados Unidos a raíz del crecimiento y de la presencia mundial del gigante de China. Esa conversación me quedó grabada y creo que va a tener incidencia en los futuros tiempos.

                Asimismo, la coyuntura internacional dio lugar a ciertos episodios que no son del todo felices para nuestro país, como ser la llegada de los ex–reclusos de Guantánamo. Les consta al Embajador y a los señores Senadores que hemos sido opuestos a esa práctica nacional. Como, obviamente, quien guía las relaciones exteriores es el Ministerio de Relaciones Exteriores –nosotros deseamos y hacemos votos para que de aquí en adelante esta sea una política nacional y no una política partidaria–, el tema de los ex–reclusos de Guantánamo estará en la agenda del señor Embajador por lo que, seguramente, conversaremos del tema a menudo.

Me congratulo con la decisión tomada y manifiesto mi aprecio personal hacia el señor Gianelli, que en esto no debería pesar tanto, pero acompaña el respeto profesional hacia su persona. Le deseo el mayor de los éxitos. 

SEÑOR PINTADO.- No voy a entrar en debates, por cierto muy tentadores, por respeto a un gran amigo y excelente funcionario de carrera, el Embajador Carlos Gianelli. Estamos de acuerdo en que se trata de un destino tremendamente importante.

El Embajador Gianelli se ha destacado por haber ocupado, por sus propios méritos, destinos importantes en el exterior.  En el año 1995 ingresé al Poder Legislativo y lo recuerdo claramente como Embajador en México, con un desempeño muy exitoso, y también en Holanda. A su vez, imagino lo que van a ser los próximos años en Estados Unidos.

                Me congratulo de la propuesta en dos sentidos. En primer lugar, por el conocimiento que tenemos de las cualidades profesionales de Gianelli y, en segundo término, por el destino al que va. Dicho sea de paso, no es en Estados Unidos donde se toman todas las decisiones; hay otros lugares. Además, como decía Gianelli al principio, Uruguay no es el mismo y tampoco lo es Estados Unidos. Estamos viviendo un momento muy complejo en el que hay que detenerse y, en ese sentido, confío en la capacidad de estudio de la política internacional de Gianelli, en momentos en que la propia escuela de Itamaraty, en algunas cosas, empieza a encontrar la necesidad de nuevos análisis de lo que está aconteciendo en el mundo. No solo hay que seguir de cerca el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos; también hay que tener en cuenta nuestra propia participación en la Secretaría General de la OEA. Más allá de que no recaiga directamente sobre el Embajador uruguayo, nadie va a negar que tiene una significación  muy importante. A su vez, hay que tener presenta la manera en que se encara el enfrentamiento del Estado Islámico, que genera tanta incertidumbre y zozobra; creo que es parte de una estrategia de quienes estaban en Irak y se fueron replegando.

En definitiva, todo esto obliga a que Estados Unidos empiece a rever la manera en que encara estos temas; nosotros no somos un actor del  mundo del que todos estén esperando la opinión. Por eso, como decía, en destinos en países del porte de Estados Unidos –que no es el único–, es muy importante que quienes encabecen las delegaciones diplomáticas sean personas que sepan a quién llamar y que, a su vez, el que es llamado sepa con quién está hablando. Para un país como el nuestro, el conocimiento personal de los interlocutores es vital. Sin duda, esto no sucedería si fuéramos China; aunque lo cambien todos los meses, el Embajador de China levanta el teléfono y lo atienden rápidamente. Lo mismo puede suceder con la Federación Rusa o la Unión Europea. Sin embargo, nosotros tenemos que jugar con la estrategia del conocimiento personal, obviamente, a partir del éxito de la gestión.

                Entonces, me parece que esta es una enseñanza que podemos concluir, sin entrar a discutir qué tipo de diplomático debemos nominar para determinados destinos. No hay que resolverlo dogmáticamente, sino en función de qué es lo conveniente para el país. Lo conveniente es tener un Embajador que no solo tenga cualidades sino que también sea conocido, sepa a quién llamar y que el que recibe la llamada sepa de quién se trata. En estos casos las relaciones interpersonales tienen tanto valor como las de la propia diplomacia profesional.

                Por tanto, realmente me congratulo de que Gianelli sea nombrado Embajador en este destino porque se ha especializado en Estados Unidos, y esa no es tarea fácil.

Se ha hecho referencia a los distintos productos para los que tenemos que abrir mercado, pero no es lo mismo hacerlo con alguien que está aprendiendo que con alguien que ya tiene estudiado con quién va a hablar o qué respuestas va a tener. Nos pueden anticipar, pero nosotros también nos podemos anticipar a  lo que los otros nos pueden plantear.  Dejo esta cuestión planteada, que no tiene tanto que ver con el Embajador sino con las decisiones que nosotros tomemos.

También tenemos la posibilidad de que en el Aeropuerto de Carrasco puedan realizarse los trámites de ingreso a Estados Unidos sin necesidad de que en ese país haya que presentar absolutamente nada. Por supuesto que tiene que haber acuerdo y deben cumplirse determinados requisitos, no solo por parte de los compatriotas, sino también de los otros pasajeros que viajen a Estados Unidos y a los que Uruguay les ofrezca esa posibilidad. Así que también desde ese punto de vista estamos realmente muy bien.

Para finalizar mi intervención quiero señalar que la designación del Embajador es vital en el campo de las inversiones. Estamos en un momento de prudencia en un mundo que no entra en un período de crecimiento magnífico sino moderado, donde tenemos que abrir mercados y, a la vez, conseguir inversiones ya que estas representan empleo para nuestra gente. Quiero destacar esta parte de la orientación porque noto que hay un énfasis mucho mayor. Estamos en un momento en el que hay que impulsar los campos que presentan más debilidades.

Insisto en el comentario de que nos congratulamos con la propuesta, y seguramente el Embajador va a contar con el respaldo de la mayoría de los partidos.

Es cuanto teníamos para señalar.

SEÑOR MIERES.- Voy a caer en un lugar común porque todos hemos ido en la misma dirección, pero quiero decir con particular énfasis que la solicitud de acuerdo del gobierno para designar al Embajador Gianelli nos parece una excelente decisión. Todos sabemos que se trata de una figura que constituye un orgullo para el servicio exterior uruguayo.

Quiero resaltar que un tema que ha estado presente en el debate –y seguramente seguirá estándolo– es el relacionado con la importancia de tener Embajadores de carrera, profesionales. A su vez, en el caso del Embajador Gianelli, este tiene una doble calidad porque también genera un nivel de confianza por parte de todo el sistema político. Por estas razones considero que la decisión del Poder Ejecutivo ha sido muy acertada.

                Comparto lo planteado por el señor Senador Pintado con respecto al hecho de que la experiencia acumulada, el haber sido Embajador en Estados Unidos anteriormente, es un plus muy valioso en tiempos por cierto agitados, complejos, de cambio, de transformaciones en las relaciones internacionales. Para nosotros es una garantía que el Embajador Gianelli nos represente en ese destino tan relevante.

                Muchas gracias.

SEÑORA PRESIDENTA.- Agradecemos nuevamente al señor Embajador por su exposición. Sabemos de su capacidad –no voy a reiterar las palabras ya mencionadas– y queremos decir que estaremos honrados de verlo trabajar nuevamente por el bien de nuestro país. Descontamos que su profesionalidad será algo trascendente, en particular tratándose de un país, como muy bien se mencionaba, por el que pasan el comercio y la política mundial. Estoy segura de que eso va a redundar en un beneficio para nuestro país.

SEÑOR GIANELLI.- Quiero agradecer a todos los señores Senadores por los comentarios vertidos.

                Debo decir que mi primera embajada fue en el año 1991, en Arabia Saudita. Esa fue mi primera experiencia y contacto con ambientes que los acontecimientos de ahora me hacen recordar.

(Hilaridad).

                –Muchísimas gracias.

(Se retiran de Sala los señores Carlos Gianelli y Jorge Seré).

SEÑORA PRESIDENTA.- Luego de escuchar al señor Embajador Carlos Gianelli, se va a votar la venia correspondiente para acreditarlo como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República ante el Gobierno de los Estados Unidos de América.

(Se vota).

                –7 en 7. Afirmativa. UNANIMIDAD.

                Si los señores Senadores están de acuerdo, el Miembro Informante será el señor Senador Pintado.

(Apoyados).

                –No habiendo más asuntos, se levanta la sesión.

(Son las 18:25).

 

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Montevideo, Uruguay. Poder Legislativo.