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(Ocupa la Presidencia ad hoc la señora Senadora Topolansky.)

SEÑORA PRESIDENTA.-  Habiendo número, está abierta la sesión.

(Es la hora 16 y 39 minutos.)

                -En el día de hoy recibimos a los vecinos de los barrios Asencio e Higueritas de Nueva Palmira, señores Lucas Sandes, Daniel Ortiz, Fernando Silva, Hebert Márquez y Humberto Lacoste.

SEÑOR SANDES.- Venimos a esta Comisión a plantear temas de nuestro barrio, construido a través del PIAI. Los compañeros expondrán la problemática que tienen.

                Antes de comenzar con la sesión, quisiera pedir una segunda concertación porque en Nueva Palmira estamos teniendo enormes problemas de vivienda, saneamiento y, actualmente, sufrimos una polución altísima. Días pasados, la señora Ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente estuvo evaluando la problemática en la zona. Por este motivo, queremos pedir una segunda concertación lo más pronto posible porque la contaminación ambiental que hoy sufre Nueva Palmira es enorme.

SEÑORA PRESIDENTA.- En la sesión del Senado del día de hoy, un señor Senador -no recuerdo quién específicamente- se refirió al tema. Quizá sería conveniente que fijáramos una segunda reunión, integrada con las Comisiones de Medio Ambiente y de Salud Pública.

SEÑOR MÁRQUEZ.- Buenas tardes.

Soy Concejal del Municipio C y vine a acompañar a los vecinos. Hemos estado atentos a esta problemática, por lo que vengo a respaldar sus reclamos. Estamos abiertos a algún camino de salida y de intercambio que signifique el logro de los objetivos.

SEÑOR ORTIZ.- Buenas tardes, mi nombre es Daniel Ortiz y pertenezco a la Comisión del Barrio Asencio.

                Me gustaría explicar la problemática que ha dejado el PIAI en los barrios Asencio e Higueritas. Tenemos en nuestro poder el pliego de licitación de la obra -lo vamos a dejar para que todos los señores Senadores lo puedan leer- y los presupuestos que nos fueron entregados, que no coinciden con la realidad.

                Nos hemos dirigido a todas las partes involucradas, tanto a la Intendencia Municipal de Colonia como a la Dirección del PIAI. El 23 de setiembre de 2011 mandamos una carta al Presidente de la República para informar sobre toda la mala gestión de esta obra y cómo ha quedado. Leer todo esto y explicarlo sería muy largo, tal vez lo mejor sería mencionar algunos aspectos.

                Hay que decir que recibimos respuesta de todos los involucrados, pero rechazamos totalmente esas contestaciones porque es todo mentira. Volvimos a enviar una carta al Presidente de la República el 5 de enero de 2012 y en ese lapso la empresa abandonó la obra.

                En la carta enviada decimos, por ejemplo: “En el informe los dichos no coinciden con los hechos, en ningún momento se hace una evaluación por resultados, y se deja de lado algunas particularidades del lugar, antecedentes especiales del proyecto, como que en las líneas generales el PIAI tiene límites de inversión que rondan los 7.000 dólares por padrón como máximo. En este proyecto poniendo todas las contribuciones y contratos, se llega a más de 25.000, ¡más de veinticinco mil dólares por padrón! Se  gastó con (la consultora, INIPSA DUCTOR, MIDES, OSE, UTE, IMAF, IMC, no se sabe), más de los 78:000.000 millones de pesos de la licitación con la empresa Cujó”.

Son $ 78:000.000, es decir, aproximadamente US$ 4:000.000 y todo por un magro resultado, afectando a muchos vecinos.

Continúo con la lectura de la carta: “En el informe van y vienen con explicaciones, se echan la culpa unos a otros, Intendencia, PIAI, empresa, consultora, equipo técnico, equipo social; terminando siempre con que los vecinos ‘aprobaron la obra con un 70%; pero no dicen que no cambiaron casi nada que afectaba al proyecto. No cumplieron con escuchar, fueron agregando eslabones a una cadena de complicidades técnicas, administrativas, operativas, generando un descontrol, que asumen parcialmente al registrar más de 20 responsabilidades técnicas y sociales que pasaron por todo el programa. El informe que nos envían sigue en esa misma línea, justificando todo en el fondo, no se sinceran, no explican por qué ‘cayeron’ 7 realojos y dónde están los recursos que rondarían en 250.000 dólares.

                Desde un principio y hasta ahora cada vez que se tuvo una crítica, queja o simplemente una sugerencia, se ha estigmatizado a sus voceros, se ha utilizado toda la fuerza de los organismos públicos, del mensaje oficial, y de los conocimientos de las personas del área social. Que no realizaron en la integración social y muy por el contrario, enfrentaron vecinos contra vecinos, contra el resto de la ciudad, contra los medios de comunicación y también contra las organizaciones sociales y el Gobierno local.  Aun hoy siguen con ese intento.”

                La segunda carta está dirigida también al señor Presidente Mujica y dice: “siempre hemos tenido una actitud constructiva, hemos confiado una y otra vez y nos han estafado en nuestra buena fe, un gasto de 6 millones de dólares debería haber dado otros resultados.” Personalmente, aclaro que esa cifra es estimativa ya que se tomó en cuenta las otras instituciones que también estuvieron involucradas.

                Continúo con la lectura de la carta: “Cabe aclarar una situación de antecedentes; Asencio e Higueritas son dos de los barrios más viejos, tradicionales y sufridos de Palmira, no somos ‘asentamientos irregulares’ propiamente dichos, lo único que no teníamos es la titularidad del terreno por ser los ‘terrenos municipales’ una cartera de tierras de hecho, que hubo en nuestra ciudad; cedidos, dados, otorgados hace muchos años, tanto que ya para los años 90 la mayoría tenía derecho a prescripción. Además, teníamos UTE, OSE, Antel, calles con iluminación y balasto y estaban ordenadas e integradas al damero de la traza urbana al resto del pueblo. No éramos un asentamiento clásico, y por supuesto que aceptamos una explicación general donde se mejoraba el barrio y se le daba solución a muchos problemas sociales. Cuando aprobamos lo hicimos de buena fe, no el 70% sino el 100% de los integrantes de los barrios.

                Aprobamos alguna vez el proyecto, sí, pero no sabíamos muchas cosas:

                Pero no sabíamos que en vez de realojar el 25% como permite el programa, solo se llegó al 12% habiendo casos claros y evidentes que no fueron contemplados.

                No sabíamos que se iban a utilizar para pluviales canaletones en “V” de dos metros de ancho, fuentes de contaminación y peligro que no permite tener veredas ni árboles ni una calle con límites precisos en lo vial, y que a esta altura algunos ya están rotos.

                Claro que no sabíamos tampoco que se iban a cambiar las alturas de las calles y el nivel de los realojos quedando el resto del barrio sumergido con problemas de desagües y humedades y partiduras.

                Por supuesto no sabíamos que cuando se hicieran los realojos se iba a llegar a hacinar gente en contenedores sin baño en pleno invierno.

                Claro que no sabíamos que se les iba a entregar viviendas nuevas sin saneamiento y sin pozo negro con efluentes a la calle, ¡involucrando a la propia Ministra en una de las entregas!

                Por supuesto que no sabíamos cuánto se iba a gastar y de qué forma.

                No sabíamos cuánto se iba a gastar en plazoleta, anfiteatro o club privado; no sabíamos que iba a costar cerca de un millón de dólares, si no hubiésemos preferido usarlo en beneficio más directo hacia los vecinos.

                No sabíamos que se iba a trabajar para que no quedara obra comunitaria alguna como centro C.A.I.F. o Centro Comunal.

                Tampoco sabíamos el costo que iba a tener el alumbrado público, tampoco sabíamos que iban a quedar calles sin iluminar.

No sabíamos que iban a ‘caer’ muchos realojos y piletas de oxidación que no se hicieron por valores mayores al medio millón de dólares y que tampoco iba a alcanzar para hacer algunas modificaciones que pedíamos.

                A esta altura le pedimos mil perdones, Presidente; todo el informe incluso la contestación del director del PIAI dice: ‘No hay nada que hacer, solo esperen el saneamiento’, avanzan descalificándonos como han hecho siempre. ¡Así abandonó la comisión anterior que había trabajado años, y no es porque sí! La prepotencia de los responsables que nos tratan como unos maleducados y de que apelamos a la prensa como último recurso, ha traído el descreimiento total de esta obra tan esperada.

Contaron plata delante de los pobres, de nosotros y el resto de la ciudad. No hace un mes una multitud marchó por diversos temas en nuestra ciudad, uno era en solidaridad con lo nuestro y nos compromete también por una razón de equilibrio social, porque las mejoras que pide la Plaza de Deportes, o la Emergencia para el Hospital que rondan cada obra en 200 y 300 mil dólares, son un vuelto en relación a lo mal administrado de esta obra.

Por último, no todo se puede hacer mal con tanto recurso, nuestro reclamo es que los cambios siempre fueron en menos, menos viviendas, menos saneamiento, menos canastas, menos calidad de obras, pese a todo nosotros estamos abiertos a un diálogo con sinceramiento, donde se puedan recomponer algunas cosas con hechos evidentes y concretos. Por lo pronto, en asamblea estos días, y con firmas, se concretó rechazar la obra del PIAI así como está; y pedimos una auditoría seria, que vaya al fondo del asunto. A la brevedad le haremos llegar acta de asamblea.

Señor Presidente usted sepa disculpar, queríamos informarlo, sabemos que no puede estar en todos los detalles, pero si pudiera enviar una persona de su confianza directa a verificar lo que le hemos contado, con gusto lo recibiremos, desde ya le agradecemos en lo que usted pueda hacer, y quedamos a sus órdenes”.

Esa es la segunda carta que le enviamos al señor Presidente de la República.

También realizamos el planteo en la Junta Departamental -donde se formó una Comisión con los Ediles- para pedir una auditoría general de todos los gastos. Sin embargo, no hemos tenido respuesta alguna. Por eso venimos a esta Comisión del Senado, para ver si esta obra se puede terminar, porque serían arreglos de centros de manzanas que no se hicieron, piletas, el alumbrado, sacar esos cunetones en “V”, etcétera. Aclaro que la obra en sí nos favorecía en mucho, pero lo que nos está perjudicando es la materia fecal que está corriendo por los canales, porque no hicieron pozos negros; pusieron unos cañitos de 100, a los vecinos realojados, por supuesto.

Nosotros hemos dado la solución; el Ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente estuvo con el Director de OSE, a quien le habíamos hecho llegar toda la documentación, y nos quieren imponer una pileta en un bañado a cien metros de donde estamos nosotros. Esto iría a la dársena Higueritas, donde se hizo una obra de US$ 4:000.000 o US$ 5:000.000 para recibir los yates con turistas que vienen a pasar sus vacaciones. Entonces, esto se rechazó de plano desde que se inició la obra, hace tres años.

Insisto en que hace ya un año y medio fuimos abandonados por la empresa y no tenemos respuesta alguna. En el tema de las piletas tuvimos el apoyo de la Alcaldía desde el principio.

Entonces, les pedimos que, si es posible, se haga una investigación. Nosotros realizamos una asamblea pública, cuya acta dice lo siguiente: “En la ciudad de Nueva Palmira, el día 22 de diciembre de 2011 a la hora 20, en la intersección de las calles Lázaro Gadea y Lucas Roselli, se reúnen en Asamblea un grupo de vecinos de los Barrios Asencio e Higueritas de esta ciudad, a efectos de tratar el estado de las obras realizadas por el PIAI en ambos barrios. Se deja constancia de las observaciones que dichas obras les merecen a los vecinos directamente implicados en el programa:

- no se cumplieron con los realojos prometidos (eran 34 y se hicieron efectivamente 28)

- no se entregaron las canastas de materiales prometidas para el mejoramiento de las casas de los vecinos que no fueron realojados.

- se cambiaron los niveles de las calles y las casas nuevas, provocándose inundaciones que antes de las obras no ocurrían.

- no se realizó el saneamiento planificado, con lo cual todos los vertidos de las casas se depositan en los canaletones frente a las casas, provocando un foco infeccioso que afecta directamente a los vecinos, al medioambiente en general y aun a terceros propietarios ubicados fuera del área de los barrios afectados por las obras del PIAI (por ej. en la calle Eguren desde Lázaro Gadea hacia el bañado), provocándole a todos una pérdida de calidad de vida, del valor de sus propiedades y poniendo en riesgo la salud pública de toda la población.

- el nuevo sistema de desagüe de pluviales provoca problemas que anteriormente a las obras no existían.

- los centros de manzana son un foco infeccioso y de contaminación, ya que no se realizaron tareas de limpieza en los mismos y no está previsto quién realizará el mantenimiento de dichos sectores.

- son innumerables los perjuicios a las casas del barrio (partiduras, grietas, zanjas, roturas de pozos negros, etc) y es notoria la mala calidad de la construcción de las nuevas casas. La empresa contratada prometió reiteradamente que repararía todos estos defectos, lo que hasta el día de hoy no se ha realizado.

- los vecinos de ambos barrios fuimos abandonados por parte del Equipo Técnico y del Equipo Social del programa, ya que se considera que estos trabajaron en beneficio de la empresa contratada y no de los vecinos afectados.

- la totalidad de los recursos aportados por todas las instituciones implicadas (PIAI, OSE, UTE, Intendencia de Colonia, MIDES) eran suficientes para las obras proyectadas, estimándose que faltan realizar algunas de esas obras y que las que se realizaron fueron hechas de una calidad muy inferior a la planificada.

- la calidad de vida de los vecinos y de ambos barrios fue notoriamente perjudicada desde la implementación del programa.

- se reiteran expresamente todos los puntos indicados en la carta enviada al Sr. Presidente de la República el 23 de setiembre de 2011, donde se detallan todos los aspectos que afectan a los vecinos.

En consideración a todo lo anteriormente considerado, la Asamblea resuelve:

· rechazar totalmente la obra del PIAI  de los Barrios Asencio e Higueritas de Nueva Palmira, por considerar que no se ha cumplido con los objetivos del programa.

· exigir la realización de una auditoría independiente que detalle claramente cuánto dinero se invirtió en el proyecto por parte de todos los organismos intervinientes.

· solicitar la presencia personal de todas las autoridades correspondientes, a fin de verificar cada uno de los puntos aquí señalados.

· continuar con todas las gestiones necesarias para obtener el cumplimiento exacto del mejoramiento barrial anhelado por todos”.

Esa es la carta que se le hizo llegar a la Intendencia y a la empresa Cujó, porque tenemos entendido que esa empresa sigue trabajando hoy en día para el Estado. Desde la licencia de la construcción, hace un año y medio, esa empresa nos abandonó totalmente. Nos hemos cansado de ir y golpear puertas. Nosotros queremos una solución, y la hay. El saneamiento para Nueva Palmira primero estaba en el primer lugar, luego lo pasaron al 25, y ahora se nos dice que va a estar para el 2015; también hemos escuchado al Director de OSE decir que, con viento a favor, estaría para el 2017, pero las 28 casas realojadas necesitan al menos hacer el pozo negro. Hemos llevado propuestas. Como todos tenemos pozo negro, hemos propuesto que se le haga uno a esa gente para que esa materia fecal no vaya a la calle, a los cunetones. Los chicos juegan al fútbol y a veces la pelota cae ahí. Hay riesgo de vida.

Ha habido abandono de personas. No sé si se habrán enterado del caso de la perra que murió en Nueva Palmira, pero allí también falleció una persona por abandono. Hago responsable al equipo social, al equipo técnico, a la Intendencia, al PIAI y al Mides, que en ese momento tampoco estuvo presente. Después de que falleció esa persona, la Intendencia le hizo llegar los materiales.

Hoy por hoy tenemos un problema con una familia, pues el viento y esas tormentas que hubo afectaron muchas casas; en el caso de esta familia, les tiró abajo media construcción y ahora tienen que vivir dentro de una cocina, rezando para que no se levante viento pues si eso ocurriera, esa familia podría perecer ahí abajo. Nos contactamos con la Intendencia y se aprobó la construcción de una casita, pero nadie firma la resolución a pesar de que están la empresa y todo lo necesario como para ir a hacer los baños. Pero, reitero, falta la firma. No sé si es el Secretario o el propio Intendente quien debe firmarla, pero el hecho es que se pasan la pelota uno al otro y esa familia sigue corriendo riesgo de vida. Hace ocho meses que estamos detrás de esto.

Hoy hay familias a las que se les inundan las casas; antes había problemas -no estoy diciendo que no los hubiera- pero hoy hay más que antes. Pero, a su vez, hay solución. Ellos nos prometieron que se iban a rellenar todos los centros de manzanas, que se iban a hacer canaletones en “V” y que eso iba a decantar al arroyo que tenemos ahí, al bañado, donde se junta toda el agua. Pero no se hizo nada. Hicieron unos canaletones más altos que los niveles de los fondos de los vecinos. Es lamentable que nos hayan dejado vivir en esas condiciones.

Traje unas fotos del barrio y CD con todo el barrio, material que vamos a entregar a los señores Senadores. Si quieren ir viéndolo, lo pueden hacer.

SEÑORA PRESIDENTA.- ¿Podría dejarnos una fotocopia de ese material para que podamos estudiarlo en forma exacta?

SEÑOR ORTIZ.- Nosotros les vamos a dejar toda esa documentación.

Estamos trabajando en conjunto con la Alcaldía y pensamos que hay solución, pero la obra debe ser retomada ya. En las fotos que les entregué pueden ver una casa a la que en dos meses le estaban saliendo ramas arriba de las losas. También hay otra que muestra los canaletones que están llenos de materia fecal y que, a su vez, ya están rotos.

SEÑORA PRESIDENTA.- ¿Las viviendas vierten directamente al canaletón?

SEÑOR ORTIZ.- Lo que pasa es que pusieron dos caños de cien para 28 viviendas. Fíjense que en una familia tipo, de cuatro personas, eso no es suficiente. En principio habían dicho que iban a traer barométricas para vaciarlos, pero el Intendente se ha cerrado y sólo propone hacer una pileta de decantación. La última vez que el Ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y el Director de OSE fueron al lugar, nos querían hacer una pileta de tres metros de altura, pero el problema es que cuando llueve, ese bañado queda totalmente bajo el agua. Eso decantaría a un canaletón que, a su vez, va a la dársena Higueritas, y cuando hay marea el agua entra. Entonces, decimos que eso no puede funcionar.                              

Además, hay cosas alternativas para hacer. Nosotros hemos propuesto que se haga el saneamiento porque en un lugar en Nueva Palmira una empresa ya adjudicó el terreno y está trabajando. También fuimos al predio de zona franca porque allí hay lugar para hacerlo; sólo pedíamos dos hectáreas, porque con eso alcanza. El proyecto sería para toda Nueva Palmira, o sea que hay soluciones.

Hoy se niega la posibilidad de construir viviendas a las cooperativas porque en Nueva Palmira no hay saneamiento. Sin embargo hacen casas de US$ 200.000, US$ 300.000 o US$ 400.000 sin tenerlo. Es decir que quien tiene dinero puede construir el pozo negro, la pileta y todo, pero el trabajador que lucha día a día para no seguir pagando alquiler no puede hacerlo. Eso es injusto porque me parece que todos tenemos el mismo derecho. A nosotros nos habían prometido el saneamiento, pero hoy las bocas de tormenta que hicieron están todas rotas, cuando en muchos lugares del Uruguay en los que pasan camiones eso no sucede. Es una obra de mala calidad, hecha por la empresa Cujó, aprobada por la Intendencia de Colonia y amparada por el PIAI, por Fernando Cabezudo, que en la última reunión que tuvimos no dio la cara. Entonces, hay responsables y queremos una investigación, pero a la vez necesitamos una solución inmediata. En realidad la solución debería haber sido para ayer, porque no se puede estar viviendo de esa manera; falta iluminación, la OSE no cumplió como debía, el riego asfáltico de la Intendencia no llegó a los canaletones  -que se están comiendo las calles- no se terminaron los cordones cuneta. Eso está todo dentro del proyecto que nosotros les vamos a dejar.

El apoyo que hemos recibido es de la Alcaldía, por lo que podría pasar la palabra a Hebert Márquez, que es uno de sus representantes. 

Desde ya quiero agradecer que nos hayan recibido y le paso la palabra a mi compañero Fernando Silva.

SEÑOR SILVA.- No quiero que esto quede en la nada, como ya ha sucedido. Hemos ido a todos lados y hemos perdido de trabajar para asistir a las reuniones, pero lo único  que logramos es que nos escuchen.

                Quiero insistir en que el saneamiento está todo lleno de materia fecal; las bocas de tormenta están rotas y se puede ver que están todas llenas. Continuamente hay que estar oliendo eso, por lo que queremos ver qué solución urgente se puede dar a toda esta gente.  Cada vez que llueve se rebalsan las bocas de tormenta y la materia sale para los dos barrios. En el lugar donde quieren hacer las piletas, actualmente hay dos canchas de fútbol, una es privada y la otra es de baby fútbol. Las piletas las quieren ubicar en medio de las dos canchas. Entonces, nos preguntamos: ¿cómo vamos a hacer para ir a los partidos? ¿Vamos a tener que ir con máscaras para el olor?

SEÑOR MÁRQUEZ.- Lo que dicen los vecinos es la realidad. Nosotros tenemos una lectura de cómo se fueron encadenando pequeños hechos que provocaron mucha deficiencia de controles y técnicas. Cuando ellos hablan de centro de manzana hacen primar el criterio urbanista -pasaron tantos que no sé quién fue el responsable, ni tampoco los conozco- de arreglar las calles, pensando en otro modelo de desarrollo de la ciudad, no adecuado con lo que ya estaba. Así, los cordones cuneta quedaron más altos que el nivel de las casas. Entonces, un detalle técnico fue derivando en un descontento generalizado; fue un equipo técnico y social que desestimuló generar un centro CAIF en el barrio y prefirió cambiarlo por unas escalinatas. Como ya dije, fueron sucediendo cantidad de hechos que llevaron a que los vecinos pidieran una investigación. Creo que más que nada hay que dar una solución para la que se ha hecho una inversión importante que con muy poco se termina; pero sobre todo se termina si se coordina. Además, existe el interés general de que se termine con esa organización  porque van a quedar 30 o 40 lotes para nuevas viviendas.

Ha habido un fundamentalismo que creo que es marcado por las leyes: donde no hay saneamiento no se pueden construir viviendas de interés social. En el interior esto es, prácticamente, como negar el derecho constitucional a una vivienda, discriminando para que solo puedan construir quienes lo hagan en forma individual. En este caso, la solución que encontramos es contar con una barométrica en la ciudad con fines de vivienda social donde entre el PIAI, que ya tiene un sistema con la estación de bombeo y un pozo con 72 horas de autonomía. Esto quiere decir que día por medio se puede utilizar una barométrica, mejorar el vertedero y adecuarlo técnicamente para que resista el volumen que se necesita, hasta tanto venga -en cuatro o cinco años- el saneamiento general a Nueva Palmira. Se trata de una ciudad que lo necesita, pues día a día adquiere mayor importancia.

Entonces, por un lado vemos que hay ciertas cosas que son posibles pero donde han primado criterios que son particulares. Para nosotros Montevideo está casi a la misma distancia que la ciudad de Colonia -la ejecución y administración de la obra estuvo a cargo de la Intendencia de Colonia- y entre los dos organismos no pudieron asegurar que los recursos invertidos y manejados por la Empresa Cujó dieran los resultados que todos esperábamos. De todas maneras, abogamos por una solución caso a caso, manzana a manzana; como Municipio estamos dispuestos a encararla porque así como una carrera es buena si se llega a la meta, una obra es buena si se termina. Como dicen ellos, lo que falta son las cosas que más dañan. Los tubos de que se habla son tubos de desagüe de alcantarilla de un metro cúbico por debajo de la tierra, que se utilizaron provisoriamente como pozos negros.

                Nuestra presencia aquí tiene la intención de tender un puente en el sentido de decir que hay solución, pero hay solución si miramos caso a caso y manzana a manzana. De esa manera podremos recuperar la tierra que va a quedar en esa zona, que está urbanizada, que tiene luz y cordón-cuneta, y que también va a tener saneamiento. Lo que falta ahora son detalles de acondicionamiento, como rellenar los centros de manzana y cambiar los canaletones, que son los que se hacen en lugares donde hay un desagüe rápido de alguna cuenca, pero esa es una zona de bañados que tiene filtraciones, entonces, el canaletón está lleno de agua durante seis, siete u ocho meses.

La situación es que como hay canaletón, no se puede hacer el cordón-cuneta, entonces la calle nunca se termina, es como que se va desmoronando un poquito con el agua, y cualquier nylon o papel que haya hace de cuba. No quiero decir acá -porque debe haber muchos técnicos- lo que nos parece que primó, pero hubo criterios tecnocráticos muy duros: esto está planificado así, y así se hace, y a veces la naturaleza puede más. Repito: esa es una zona de bañados con filtraciones; capaz que en otros lugares esos canaletones funcionaban, pero como ahí hay agua que filtra hacia adentro del canaletón, es como un resumidero permanente de los materiales que andan en la calle; los más clásicos son el plástico y el nylon.

Así que nosotros los respaldamos porque han trabajado mucho por eso, y se han sentido defraudados por haber creído, porque a los cuatro o cinco meses de ponerse en funcionamiento el plan nosotros los alertamos con un detalle, pero hubo alguien -el diablo metió la cola- que hizo que dijeran que eso ya estaba planificado así. Lo que menos queríamos era entorpecer pero, lamentablemente, tuvimos razón y no hubo quién atara esos pequeños hilitos que fueron quedando sueltos.

Como dije, esta obra es buena si se termina y muy mala si queda sin terminar. Acá hay muchos actores y muchas responsabilidades, pero la responsabilidad técnica y del convenio es de la Intendencia de Colonia, más allá de que para algunas cosas tiene que estar autorizada por la Dirección del PIAI. Vemos que, en el fondo, hubo cuestiones técnicas que no tuvieron que ver con lo directamente administrativo. Por ejemplo, un arquitecto puede decir que la calle tiene que quedar a determinada altura; es más, en algunos lugares las calles quedaron a la altura de las ventanas, porque “urbanísticamente compatibilizaban con las que venían del otro lado”. En otros, para hacer un realojo al lado de dos casas hechas con bloques elementales, levantaron casi dos metros el nivel porque ya habían levantado un metro el nivel de la calle y la reglamentación en la que ellos se fijan dice que toda casa tiene que estar 70 centímetros por encima del nivel del cordón-cuneta, así que levantaron un metro la calle más 70 centímetros para ubicar la casa. Entonces, hay una casa de realojo allá arriba y la casa del vecino que siempre vivió ahí, queda bien abajo.

Honestamente, nos amargamos mucho porque no pudimos con la tecnocracia. No quiero atribuir responsabilidades a nadie, pero ellos decían frases como “esto es así”, “está planificado así”, “ustedes cuestionan porque no saben”, “¿qué criterios técnicos tienen ustedes?”. Este es un aprendizaje para todos; en el mundo moderno se ve demasiado esto, mucho más cuando se trata de un lugar con características particulares, un lugar que nosotros conocemos desde siempre. Pero nosotros le vemos solución. Pensamos que se puede terminar de urbanizar y aprovechar la tierra que va a quedar disponible porque hay mucha gente que lo necesita, así como la infraestructura que se ha creado, que es buena.

SEÑORA PRESIDENTA.- Voy a hacerles una pregunta para saber si entendí bien, porque es importante entender el tema.

                Estos barrios, Asencio e Higueritas, ¿están vecinos a un bañado o en parte del bañado?

SEÑOR ORTIZ.- Paralelo a eso, hay un bañado que decanta toda el agua que viene del centro de Nueva Palmira. Ellos subieron la calle Lázaro Gadea, al fondo del barrio Asencio. Antes, decantaba todo para ahí. Al subirla -como explicó Márquez- y quedaron por debajo del  nivel de la calle, y lo iban a arreglar con los centros de manzana. Se iba a hacer una “T” para que el agua decantara, saliera y no hubiera problema para los vecinos, lo cual no se hizo, porque para eso se tenía que rellenar toda la manzana para que el agua decantara allí. Hicieron los canaletones en algunas manzanas, pero si el canaletón se hace en cierto lugar y lo deja abajo, el agua no sube.

SEÑORA PRESIDENTA.- Quiere decir que quedó armado como un dique. Muy bien.

                La otra cosa que quería saber es si la obra no está terminada, es decir, si la empresa se retira antes del final de obra y entonces queda una cantidad de temas sin resolver.

                También quiero dejar sentada esta precisión. Cuando se hace un núcleo de varias viviendas -treinta o cuarenta- tal como lo prevé la ley de vivienda social, se habla del saneamiento porque las aguas servidas de esas viviendas hay que llevarlas a algún lado. Por lo tanto, se trata de priorizar lugares saneados; de lo contrario, hay que hacer un saneamiento alternativo. Hay muchas formas de saneamiento alternativo. En las obras de Mevir, por ejemplo -que ustedes habrán visto, porque en el departamento de Colonia hay varios Mevir- lo más caro es el saneamiento; es más caro que toda la obra, justamente, porque es un problema que hay que resolverlo bien para evitar las situaciones que se describieron aquí. No es caprichoso que se pida ese punto porque es muy penoso obtener una vivienda y que después el saneamiento no funcione. Nosotros sabemos que la OSE tiene un plan de sanear y que Nueva Palmira creció y se descosió; está absolutamente descosida.

                De todos modos, quería dejar esa constancia para que ustedes supieran que esa disposición tiene algunas razones y que en algunos casos se han hecho excepciones. Sin embargo, siempre se trata de que no queden situaciones de saneamiento imposibles de solucionar.

                Aquí ustedes también señalan -lo que me parece interesante- la posibilidad de una planta en una parte del espacio de zona franca.

                Más allá de leer el material que nos han dejado, familiarizarnos con el tema y hablar con los organismos involucrados, tenemos que estudiar la problemática para ver cómo podemos destrabar una situación en la cual una empresa dejó la obra -no sabemos   por qué- con los costos a medio camino. Esos serían los pasos a seguir.

SEÑOR LACOSTE.- Cuando se dice que la obra está terminada, realmente no es así. Que quede claro: yo soy un vecino casual de Nueva Palmira, trabajo en la industria de la construcción y hace un año y medio que estoy en la zona.

                Ahora bien, lo raro y lo que no es lógico es que la Comuna haya dado la obra como terminada y que, por lo tanto, la empresa se haya retirado. La gran indignación de la población tiene que ver con que el presupuesto total de la obra -que es altísimo- se cobró y no se terminó.

                Creo que es el momento indicado para hablar del tema, puesto que estamos ante una próxima Rendición de Cuentas que deberá discutir sobre el futuro de los dineros del Estado. Como ciudadanos, nos parece que debemos aportar mínimamente a la discusión en algunas cuestiones como, por ejemplo, en lo que tiene que ver con que a lo largo y ancho del país los planes del PIAI han sido excelentes. Yo vivo en Montevideo, en el Cerro. Conozco los realojos de los últimos diez años y nunca escuché una queja sobre los planes del PIAI. También conozco los de Casavalle, los de Propios y los del Arroyo Miguelete. Lamentablemente, una vez que las empresas cruzan el Río Santa Lucía, estos planes no funcionan de la misma forma: los presupuestos siguen siendo más altos y la calidad de las obras es cada vez peor: hay algunos deterioros en cuanto a la implantación de la obra, se priorizan los materiales más baratos y no se efectúan los mismos controles que en Montevideo.

                Conocemos también -porque de alguna forma estamos familiarizados con el tema de la vivienda- que existe preocupación en cuanto al saneamiento. Después de que se cruza el Río Santa Lucía y se va hacia el interior, no se plantean saneamientos alternativos. Es cierto que el saneamiento es la parte más cara de una obra, pero también lo es que una obra de saneamiento es la que deja mayor lucro, tanto a las empresas como a quienes deben controlarlas.

SEÑORA PINTOS.- El tema de los controles es una preocupación demasiado grande que tendremos en cuenta. 

SEÑORA PRESIDENTA.- Vamos a repartir este material y a estudiar el tema para ver qué camino encontramos. Recién nos estamos enterando de la existencia de esta problemática.

Estoy tratando de hacer memoria porque en este momento no logro ubicar en qué parte de Nueva Palmira están estos planes. Analizaremos las alternativas y veremos qué podemos sugerirle a las autoridades. Les agradecemos que nos hayan visitado porque es bueno saber de primera mano los problemas. Muchas veces hemos votado recursos presupuestales, y es bueno saber cuál es su destino final.

SEÑOR ORTIZ.- Cuando se llevó a cabo el plan PIAI de Nueva Palmira, paralelamente se hizo el de Carmelo. El del cerro de Carmelo quedó muy bien; lo único que faltaba era entregar los títulos de propiedad -que era un compromiso del Intendente- pero ese es otro tema. Quiere decir que depende de quién haga las cosas para ver cómo quedan. Me gustaría preguntar a los señores Senadores qué imagen tienen de las casas que dejaron sin realojar, después de ver las fotos que les mostramos.

SEÑORA PRESIDENTA.- Sólo con ver las fotos es difícil tener todo el panorama, pero es obvio que si el canaletón no tiene la pendiente y el impacto suficiente habrá problemas. Si quedaron las calles más altas que las casas sabemos que también habrá un inconveniente. Como decía el Concejal, son varios problemas que se juntan y hay que ver todo esto con una mirada integral para buscar la forma de salvar la obra y aprovechar el espacio que se generó, porque sabemos que en Nueva Palmira faltan viviendas.

SEÑOR ORTIZ.- Para actuar con más eficiencia habría que pedir una auditoría general, porque para esa obra la empresa tuvo que dejar un depósito de aproximadamente US$ 500.000; las piletas de decantación que no se hicieron suman unos US$ 400.000 o US$ 500.000; las casas que se bajaron suponen unos US$ 250.000. Esto quiere decir que un resto de plata tiene que haber y la Intendencia debe dar respuesta sobre eso, al igual que el PIAI, pero no lo han hecho.

SEÑORA PRESIDENTA.- Lo cierto es que las Intendencias tienen su autonomía. Nosotros podemos invitar al Intendente y preguntarle -si la Comisión así lo considera- pero a la Intendencia no le podemos ordenar nada; sí podemos encauzar el tema para intentar destrabar los nudos que hay. Como sabrán, toda la obra pública que se hace está controlada por el Tribunal de Cuentas. También podemos tener acceso a los controles que se hicieron si hay dinero de por medio, pero tenemos que estudiar el tema. En este momento no tenemos una respuesta porque recién nos estamos enterando de lo sucedido.

SEÑOR ORTIZ.- El controlador de toda esa obra era el PIAI y el otro controlador más grande, que es el que pone la plata, es el BID.

SEÑORA PRESIDENTA.- El PIAI le tiene que rendir cuentas al BID y este organismo tiene ciertas formas de control porque viene una vez al año y se le rinde cuentas, pero nosotros no vamos a citar al BID porque no es algo que esté dentro de las competencias de la Comisión. Sin embargo, sí podemos hablar con el PIAI e invitar a la Intendencia, es decir que es posible que tomemos una serie de acciones para destrabar este problema. ¿Con qué objetivo? Como decía el Concejal, para terminar la obra de modo que haya una salida. Después, si deriva de eso que hay que investigar el uso de determinados recursos, competerá a otros organismos; lo podemos sugerir, pero no es acá que se hace.

(Dialogados.)

SEÑOR SILVA.- El problema es que ya hace un año y medio que venimos padeciendo todo esto, con la materia en la calle, etcétera. Hay una persona a la que le dejaron un baño a medio hacer y tiene a su cargo un hijo ciego, una hija sordomuda y dos nietos. Por otro lado, hay una familia que está aguantando las paredes con chapas y palos, y repito que hace un año y medio que venimos arrastrando este problema…

SEÑORA PRESIDENTA.- Está muy bien; entendemos el problema, lo tomamos y vamos a proceder a hacer lo que desde la Comisión es posible hacer, pero recién nos estamos enterando de todo esto.

SEÑOR SILVA.- Además de esos casos, hay muchos otros más. Podemos citar también el caso de una muchacha que tiene problemas de salud, que vive en una pieza de cuatro por tres que se llena de agua cada vez que llueve; en esas condiciones tiene que vivir.

SEÑOR MÁRQUEZ.- Me gustaría hacer algunos comentarios.

                La asistente social encargada de ese lugar no vivía en Nueva Palmira; venía una vez cada tanto y no hizo el trabajo como debía. Es decir que el trabajo del equipo social fue ineficiente. Unido a esos aspectos tecnocráticos, venía un fundamentalista a decir que había que levantar la calle. Fue así que comenzó a haber un descontrol que se inició con pequeñas cosas y culminó en este drama que aspiramos tenga solución. Ese es nuestro empecinamiento.

                Nueva Palmira se ha convertido en un pueblo en vías de un desarrollo fenomenal y esos aspectos a veces quedan en los “etcéteras”  porque cuesta resolverlos. Tal vez sería menos costoso construir un centro CAIF  -como el que se está haciendo ahora- y tomar una decisión, que arreglar algo de estas características. Nosotros ponemos toda la buena voluntad y sé que los vecinos -a pesar de que sean duros en sus expresiones- van a hacer lo mismo, siempre y cuando se coordine en el territorio, que fue lo que faltó. Digo esto porque la empresa hacía lo que le convenía, el grupo técnico iba cuando quería y, en la práctica, los controles de la Intendencia no se hacían; fue así que se comenzó a dar una situación que culminó en contra de los vecinos.

                Cuando hablo de bañado me refiero a cuatro o cinco manzanas que incluyen, entre otros predios, la cancha Higueritas. Nosotros cuidamos el arroyo y el bañado Higueritas porque fueron ellos quienes nos defendieron del puerto. Si bien queremos al puerto,  cuando vino la explosión de los silos, el bañado Higueritas fue el espacio verde que separó a la ciudad del puerto. Los barrios Asencio e Higueritas del plan PIAI abarcan dieciséis cuadras a lo largo del bañado Higueritas que, en algunos casos se introduce un poco en él y en otros, lo bordean. Es decir que estos barrios se encuentran en el límite entre la zona natural del humedal del bañado Higueritas y la ciudad. Del otro lado, a las cuatro o cinco cuadras comienza la zona portuaria. Es por esas características que nosotros lo defendemos porque, de alguna manera, constituye la frontera entre la zona urbana y la industrial.

                Sin ánimo de insumir más tiempo, señalo que Nueva Palmira fue la primera ciudad en formarse después de que Uruguay tuvo vida independiente; si tomamos como referencia la Constitución de 1830, Nueva Palmira se fundó en 1831. En aquella época, se compraban las tierras para formar una ciudad. Los viejos títulos de Nueva Palmira dicen: el Superior Gobierno entrega un cuarto de manzana para ser poblado. Esos terrenos quedaron en poder del Estado y cuando surgieron las Intendencias, entre 1908 y 1912, pasaron a poder de la Intendencia de Colonia, que nunca las gerenció como una cartera de tierras. Fue así que Nueva Palmira quedó con cuarenta o cincuenta manzanas que, primero,  fueron del Estado,  y luego pasaron a ser municipales y se fueron poblando como se pudo, amanzanadas y de acuerdo al damero de la ciudad.

                Lógicamente, por un aspecto natural del desarrollo, los lugares más desprotegidos, que eran los que se encontraban contra el bañado, fueron ocupados por las personas con menor capacidad de generarse una vida sustentable. Fue así que nos acogimos al programa PIAI -por considerarlo un buen programa- para saldar una cuestión histórica ya que esos terrenos no tenían títulos y estaban en una zona bastante complicada.  Entonces, para nosotros cerrar este ciclo es una cuestión de Nueva Palmira, no solamente de los vecinos. Por eso estamos aquí, vamos a poner la mejor voluntad y estamos de acuerdo en intercambiar alguna idea al respecto, aunque entendemos que no es este el momento.

SEÑORA PRESIDENTA.- Agradecemos la visita de los representantes de los barrios Asencio e Higueritas de Nueva Palmira. Por nuestra parte vamos a proceder a estudiar el tema y estaremos en contacto con ustedes.

SEÑOR ORTIZ.- Queremos invitar a todos los señores Senadores a concurrir a nuestra ciudad. Les aseguramos que, si quieren ir a verificar la obra a Nueva Palmira, van a ser bien recibidos allá.

Desde ya, muchas gracias.

(Se retiran de Sala los representantes de los barrios Asencio e Higueritas de Nueva Palmira.)

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Montevideo, Uruguay. Poder Legislativo.