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Carátula

SEÑOR PRESIDENTE.- Está abierto el acto.

                (Es la hora 18 y 25 minutos)

                En la tarde de hoy corresponde recibir a una delegación de Cinemateca Uruguaya que solicitó audiencia a esta Comisión.

                Los invitamos a pasar a Sala.

                (Ingresa a Sala la delegación de Cinemateca Uruguaya)

                La Comisión recibe con mucho gusto a representantes de Cinemateca, para escuchar sus inquietudes.

SEÑORA SANTACREU.- Soy la Coordinadora General Interina de Cinemateca Uruguaya. Estoy acompañada de Eduardo Florio, que es Directivo de Cinemateca, de Alejandra Trelles, que trabaja en Coordinación, y de Martín Aldecosea, que viene en representación de los trabajadores de Cinemateca.

                Creo que Cinemateca Uruguaya es bien conocida por todos y no necesita una presentación demasiado extensa. Tampoco es un secreto que, desde hace ya bastante tiempo, viene con problemas económicos a los que ha podido sobrevivir hasta ahora gracias a su propio esfuerzo y a ayudas puntuales de parte del Gobierno. En este sentido, seguimos trabajando con el Ministerio de Educación y Cultura y con la Intendencia Municipal de Montevideo a los efectos de encontrar una solución más estructural que nos permita cumplir nuestra función con mayor tranquilidad y ocuparnos por mayor tiempo de la parte específica de nuestra labor, porque creo que en los últimos años nos hemos transformado cada vez más en buscadores de recursos que en gente que se dedica a la preservación, a la exhibición y a la difusión de cine. Si bien el trabajo de buscar recursos no es ajeno a la función, creo que hay un gran desbalance en el tiempo que tenemos que usar para eso y el que empleamos para el desarrollo específico de nuestra tarea.

                Estamos trabajando muy bien con el Ministerio de Educación y Cultura y con la Intendencia Municipal de Montevideo pero, de todas formas, queremos trasmitir a esta nueva Comisión de Educación y Cultura del Senado cuál es la actual situación de Cinemateca Uruguaya.

                Cinemateca recibió cuatro partidas en los últimos cinco años: tres de US$ 50.000 y una de US$ 80.000, provenientes del Ministerio de Educación y Cultura, las que fueron afectadas, sobre todo, a paliar las urgencias. Como ustedes saben, Cinemateca viene con un déficit grande y con un deterioro importante de las instalaciones del archivo fílmico. Si bien este dinero nos ha permitido llegar hasta aquí -porque de otra manera no lo habríamos hecho- resulta insuficiente. Por lo tanto, seguimos conversando con las autoridades del Ministerio de Educación y Cultura para tratar de encontrar una solución estructural. Creo que no debe de haber otro caso en el mundo de una cinemateca que subsista por sus propios medios, sin ningún tipo de apoyo estatal fijo. Digo esto, sobre todo, porque Cinemateca es un archivo, es decir, algo que genera mucho más gasto que beneficios económicos. Se trata, nada menos, que de un archivo de películas que requiere conservación a un alto costo. Cinemateca guarda 20.000 películas, aproximadamente, y allí está casi todo el patrimonio fílmico uruguayo, películas documentales y material de archivo en bruto. Allí están las imágenes tanto del hundimiento del Graf Spee como de los goles de Ghiggia y de Schiaffino. También están los retratos del Sodre, que pertenecen al Archivo Nacional de la Imagen, porque allí no hay bóvedas para guardar rollos de películas, y ese es un material inflamable y explosivo que debe ser guardado en la cinemateca. En ese cúmulo de imágenes que guardamos -que corresponde a una gran parte del cine que nosotros llamamos de valores autorales, porque pertenece al cine mundial- no solo están las películas uruguayas, de ficción y documentales, es decir, material en bruto de registro documental, sino que además hay una gran muestra del cine que Cinemateca ha exhibido en sus salas durante todos estos años.

                Debemos decir, también, que el nuestro es un archivo vivo, que sigue creciendo y comprando películas. Es verdad que ha disminuido muchísimo la compra de películas, justamente por el déficit presupuestal, y que se ha incorporado la compra de materiales digitales, que son más baratos, pero eso no es lo ideal para nosotros, porque pensamos que Cinemateca debe guardar cine. De todos modos, destaco que a pesar de esa crisis, Cinemateca tiene películas actuales de 2010, que ha comprado con sus propios recursos y que ha estrenado, y sigue alimentando su acervo.

                Lo anteriormente expresado es una introducción para que los señores Senadores tengan una idea de la situación actual.

                Hoy en día, Cinemateca tiene un déficit funcional de entre US$ 15.000 y US$ 20.000 mensuales. Ninguna de sus salas es propia, pues todas son alquiladas. Actualmente, su Sala 2 opera en el viejo Cine 18 de Julio, y hay otra que se encuentra en la calle Lorenzo Carnelli 1311, en un local perteneciente a Canal 10, que nos permite manejarnos con mucha flexibilidad en el pago de los alquileres. La otra sala funciona en el viejo Cine Pocitos, ubicado en la calle Chucarro 1036, donde también tiene sus instalaciones la Escuela de Cine del Uruguay.

                Como decía, Cinemateca tiene un déficit mensual y está funcionando al mínimo de sus posibilidades. Dejaré a esta Comisión una copia del informe que elaboramos para el Ministerio de Educación y Cultura, que trata específicamente sobre el Archivo Fílmico, porque nos importa primero el patrimonio, aunque Cinemateca ha hecho mucho más que guardar películas. Sabemos que algo es un patrimonio cuando se ha aprendido a valorarlo; la gente lo percibió así, porque fue exhibido y tuvo un apoyo en las publicaciones que ha hecho Cinemateca. Sabido es, pues, que lo que allí guarda tiene gran importancia.

                En todas las conversaciones que hemos mantenido señalamos que, si bien es importante para nosotros la preservación del patrimonio, su conservación y crecimiento, también lo es que la Cinemateca siga existiendo en su función de difundirlo, haciéndolo llegar a la gente de la manera más democrática posible, porque históricamente se ha hecho un gran esfuerzo para que resulte muy accesible en lo que respecta a los valores de su cuota. Creemos que no se puede hacer un emprendimiento sin el otro, porque el patrimonio no es algo que surgió de la nada, sino que Cinemateca fue identificándolo a lo largo de cincuenta y ocho años como algo importante, preservándolo, restaurándolo y haciéndolo llegar a la gente por distintos medios.

                (Ocupa la Presidencia el señor Senador Da Rosa)

                Por lo dicho anteriormente, venimos a plantear la problemática de Cinemateca y a decirles que, si bien estamos trabajando con el Ministerio en una dirección correcta a nuestro juicio, queremos poner a esta Comisión al tanto de lo que es su realidad actual y solicitar el apoyo que puedan darnos en nuestra tarea.

SEÑORA TOPOLANSKY.- Quisiera saber qué cantidad de socios tiene Cinemateca al día de hoy y si desarrolla sus actividades solamente en Montevideo o también las despliega en el interior. Por lo que se ha descrito, cumple ciertas funciones con el Archivo Nacional de la Imagen y la Escuela de Cine del Uruguay. Entonces, me gustaría saber cómo se podrían potenciar ambos aspectos desde el punto de vista presupuestal.

SEÑOR AMORÍN.- A modo de complemento de la pregunta realizada por la señora Senadora Topolansky, quisiera saber cuáles son los ingresos que ustedes mismos generan -han sido bien claros en cuanto al apoyo que reciben del Estado, aunque sabemos que siempre es menos del que se necesita- y cómo se gastan básicamente. También nos interesa conocer cuántos empleados tiene, el porcentaje que destina a gastos de funcionamiento -esto es, a alquiler, empleados y mantenimiento de la estructura- y a inversiones, si es que pueden hacer alguna.

SEÑORA SANTACREU.- Tengo un desglose, no en porcentajes sino en cifras, según el cual los ingresos de Cinemateca se producen fundamentalmente por cuota social, aunque también los hay por boletería, pero ello varía mucho y, además, se generan por las películas de estreno, lo que a su vez está condicionado a que podamos comprar filmes actuales. Cuando las películas son de archivo, los socios entran gratis, mientras que aquellos que no lo son, deben abonar la entrada. Obviamente, entonces, hay menos ingresos por ese concepto.

                El presupuesto mensual total de Cinemateca es de aproximadamente $ 1:000.000. Cabe aclarar que allí está comprendido el alquiler de salas que equivale a un 10% del presupuesto total, mientras que el grueso de los gastos corresponde a retribuciones personales y se ubica en el entorno de los $ 513.000 mensuales, es decir, casi el 50% del total. Los otros gastos están relacionados con el transporte y la copia de películas. Cada película pesa 25 kilos; imaginen los señores Senadores que traer una película de Buenos Aires significa transportar una caja de 25 kilos con un valor aproximado a los US$ 300 más los impuestos de aduana, etcétera. A propósito de este tema, cabe mencionar que las muestras vienen y van porque Cinemateca trabaja con los colegas de Latinoamérica, que son los que avisan que tienen disponible una muestra de tales características, y nosotros tratamos de tirarles el lazo porque resulta mucho más fácil traer una muestra de cine japonés que está en Argentina que una que se encuentra en Italia o en España. Es así que la Coordinadora Latinoamericana de Archivos de Imágenes en Movimiento está en permanente contacto con nosotros a efectos de poder traer películas que quizá sea la única vez que se puedan exhibir en el país, precisamente porque las gestiones de copia con subtítulos en español a veces son muy complejas.

                En definitiva, los ingresos por cuota de socios oscilarían en los $ 600.000; es decir que un poco más de la mitad del presupuesto mensual se cubre con las cuotas. El resto se trata de cubrir tanto con las entradas de boletería como con las películas que Cinemateca compra y son exhibidas en el circuito comercial. Por ejemplo, recientemente se compró La Cinta Blanca, que es una película premiada en el Festival de Cannes y que fue exhibida en el cine Casablanca y en las salas de Moviecenter. En este caso, nosotros procedemos a la inversa y somos quienes las alquilamos. De todas maneras, esto es algo que está muy limitado por nuestras posibilidades de adquirir nuevos derechos, porque comprar el derecho de exhibición de una película ronda los US$ 1.000 y los US$ 5.000. Entonces, una película como la que referí, que la adquirimos a un precio accesible, le representó a Cinemateca una importante ganancia.

                De lo que se trata es de nivelar los ingresos y los egresos, porque lo que tenemos fijo es la mitad del presupuesto y el resto dependerá de lo que podamos conseguir.

                Voy a dejar en poder de la Comisión un trabajo que fue elaborado para el Ministerio de Educación y Cultura en el que, si bien se hace un poco de historia, se habla específicamente de las necesidades de archivo. En este sentido, queremos decir a los señores Senadores que Cinemateca cuenta con un archivo que dista de ser el ideal, y si bien somos conscientes de que probablemente nunca lleguemos a tener uno de esas características, aspiramos a que se acerque más a las condiciones necesarias para preservar el patrimonio. Es claro que para una correcta preservación, las películas requieren determinados niveles de temperatura y de humedad, y en este momento el volumen de las películas de Cinemateca está al límite y no permite la adecuada circulación de aire. Todos estos aspectos deben ser específicamente respetados, pero actualmente no se está cumpliendo con ellos.

                Este informe permitirá a los señores Senadores saber a cuánto ascienden los gastos de un archivo que está funcionando a su mínimo nivel. Como dije anteriormente, este es un gasto fijo que Cinemateca debe cubrir para la preservación del patrimonio, que no genera ganancia alguna.

                Por otra parte, queremos hacer entrega a la Comisión de un informe elaborado en 2008 junto con la consultora CPA Ferrere, donde se muestra una especie de foto de lo que fue Cinemateca hace dos años. Si bien hemos podido mejorar algunas cosas que se especifican en el diagnóstico como, por ejemplo, lo relativo a la organización interna, está claro que Cinemateca es incapaz de hacer inversiones. Lo cierto es que hoy cuenta con un sistema de salas que es vetusto y que no se ha podido poner a la altura del cambio tecnológico de los últimos años. Siempre digo que en la década de los ochenta Cinemateca competía con los cines Plaza y Metro, pero hoy lo hace con los Moviecenter y demás complejos cinematográficos que tienen un alto nivel de confort, que no solo refiere a las butacas, sino que también abarca aspectos fundamentales como el sonido y la calidad de la imagen, que permiten una correcta apreciación de la obra cinematográfica. En la actualidad, Cinemateca tiene condiciones muy precarias de exhibición, lo que hace que en algunas circunstancias llegue a los diarios y ello, por supuesto, no nos hace felices. Sin embargo, intentamos compensar esto con la exhibición de las mejores películas que hoy se ofrecen en la cartelera cinematográfica.

                Queremos dejar a los señores Senadores este estudio elaborado por la consultora CPA-Ferrere, destacando que la cifra de socios que figura en él ha variado. En el documento se dice que tenemos 7.000 socios y, en realidad, esta cifra ha bajado considerablemente porque el estudio se hizo en el momento en que Cinemateca se retiró de Socio Espectacular. Por tanto, muchos socios habían migrado hacia Cinemateca, registrándose así una recuperación en ese sentido. De todos modos, la caída se siguió dando y ahora tenemos alrededor de 4.000 socios, cuando en el 2008 contábamos con 7.295.

                Respecto a las exhibiciones en el interior, debemos reconocer que Cinemateca Uruguaya es muy montevideana, pero hemos tratado de solucionar esta centralización a través de varias iniciativas. Una de ellas es la distribuidora alternativa, un sistema de relacionamiento con centros culturales del interior que permite exhibir películas cuyos derechos son propiedad de Cinemateca. Lamentablemente, las exhibiciones se realizan en formato digital porque en el interior no hay salas en 35 milímetros. De todos modos, si las tuviera, Cinemateca tendría que comprar varias copias de las películas para poder hacerlas circular, dado que se van degradando. Hoy en día, Cinemateca compra una copia única y por eso trata de cuidarla lo más posible, por lo que si la película comienza a circular ampliamente por el interior tendría que haber una copia de circulación y una de preservación. No obstante esto, la distribuidora alternativa ha realizado funciones prácticamente en todos los departamentos del interior e, inclusive, se han llevado a cabo festivales como, por ejemplo, el de Rivera. Además, en estos días se realizarán exhibiciones en Rocha y Paysandú por el Día del Estudiante.

Por otro lado, también hemos trabajado con los Centros MEC, con los que habíamos firmado un convenio por el cual Cinemateca les proporcionaba programación como forma de contraprestar las partidas que el Ministerio ha otorgado.

Me interesa reiterar que el material que les dejamos tiene como objetivo que se hagan una idea de cuál es la situación de Cinemateca, su funcionamiento y su situación de déficit. Quizá sea un atrevimiento de mi parte, pero quisiera mencionar una noticia que apareció en el día de hoy, que dice que en Argentina se aprobó una ley que crea la Cinemateca Nacional Argentina. Destaco esto porque en Uruguay se da la situación extraña de que la cinemateca más grande es privada y eso ha generado que el Estado tenga dificultades para relacionarse con ella en cuanto a la forma de apoyar una iniciativa privada; es un caso particular que habría que estudiar.

                Sin perjuicio de ello, no quería dejar pasar esta ocasión sin decir que creo que el país se merece una ley que proporcione una estructura para Cinemateca, así como un presupuesto que le permita cumplir con su función y no depender cada tanto de la voluntad política y del momento para garantizar algo que todos los Gobiernos han firmado y que defienden, que es la preservación de la memoria, el patrimonio y la democratización del acceso a los bienes culturales. Creemos que sería importantísimo que hubiera una ley que acogiera a Cinemateca, que la protegiera y que la ayudara a financiar -por qué no- el cumplimiento de sus cometidos.

SEÑOR RUBIO.- Ese archivo de unas 20.000 obras, ¿qué implica desde el punto de vista físico para la institución?

SEÑORA SANTACREU.- El archivo actualmente ocupa tres bóvedas -similares a grandes galpones- pero sería necesario construir dos más. En este momento no puedo darles las medidas, pero si el señor Senador así lo quiere, encantada le hago llegar esos datos. Sí puedo decir que a raíz de una pequeña partida de US$ 10.000 que nos dio el BID, hicimos una pequeña bóveda para descongestionar. Allí tenemos los planos del archivo y, repito, si el señor Senador los necesita, se los podemos hacer llegar para que tenga una idea más precisa al respecto.

SEÑOR RUBIO.- En materia de cooperación internacional, ¿han recibido algún otro aporte?

SEÑORA SANTACREU.- Aparte de esa partida del BID, el año pasado recibimos un apoyo de € 10.000 de Ibermedia -se trata de apoyos puntuales- que se utilizó principalmente para la adquisición de equipamiento para el archivo. Se compraron, por ejemplo, envases, estanterías, deshumidificadores y ese tipo de material pequeño, pero sería necesario realizar obras mucho más grandes. Por ejemplo, Cinemateca no está en condiciones de telecinar, es decir, pasar imágenes que están en sistema fílmico a sistema digital. Incluso, nos ha pasado que vienen a pedirnos imágenes del mundial para un documental de fútbol y se telecina de la manera más precaria, que es proyectando y filmando con una cámara. Después se mandó hacer telecine profesional. Los archivos generalmente tienen esa posibilidad porque, precisamente, uno de los rubros que prácticamente no se está  explotando es la venta de imágenes. Sí se usa a nivel doméstico, es decir, si se hacen documentales de aquí, se telecina de manera artesanal y se deja acceder al archivo, pero uno de los problemas es, justamente, que los investigadores no pueden acceder al material de archivo porque, para empezar, no hay lugar de visionado en el archivo. Si alguien mañana va a Cinemateca a ver qué material hay sobre Montevideo a principios de siglo, probablemente le digan que en un tiempo más o menos largo tratarán de proporcionarle un video con ese material porque no se puede mirarlo allí, en el archivo, debido a que el lugar ha sido ocupado por las películas. Habría que invertir en  infraestructura y construir más bóvedas. Se trata de una tarea bastante grande.

SEÑORA TRELLES.- Contamos con un terreno de unos 1.000 ó 1.500 metros cuadrados donde se podrían construir más bóvedas.

SEÑORA SANTACREU.- El terreno, el archivo y las bóvedas es lo único que Cinemateca posee, mientras que el resto de los lugares son todos alquilados.

SEÑORA TRELLES.- La señora Senadora Topolansky preguntó sobre el funcionamiento de la Escuela de Cine del Uruguay. Al respecto, puedo decir que depende de Cinemateca Uruguaya, que se dedica, sobre todo, a la formación de directores. Actualmente tiene alrededor de ochenta estudiantes y funciona en la parte de arriba del local de la sala ubicada en el barrio Pocitos, que es la más antigua del Uruguay. La Escuela tiene una administración autónoma, de manera que produce recursos pero, de cualquier manera, no alcanzan para mantener la sala. Nosotros pretendemos que la Escuela se ocupe de esa sala que está en Pocitos, porque también es de uso de los estudiantes.

                Sobre el tema de las exhibiciones, nosotros también hacemos funciones de extensión para estudiantes universitarios o para los liceos públicos sobre un tema específico. Ese es un servicio que también brinda Cinemateca; lo que se le pide al liceo es que cubra los costos de funcionamiento porque, obviamente, no nos podemos hacer cargo de todo eso.

SEÑORA TOPOLANSKY.- En cuanto a la seguridad del patrimonio, el material, ¿tiene algún respaldo? Según nos han comentado, se trata de material altamente inflamable y, probablemente, allí haya algunos ejemplares que son únicos en el país. ¿Qué seguros se tienen al respecto?

SEÑORA SANTACREU.- Parte del material ha sido digitalizado, sobre todo, imágenes documentales. El material telecinado tiene un soporte digital. Ahora bien, el material del Sodre no tiene ninguna copia o soporte. Estamos trabajando sobre ese tema. El Ministerio está iniciando un proceso para ver qué es lo que tiene el archivo, cuál es su valor, cuál sería el plan, eventualmente, de digitalización. Al respecto estamos trabajando con el ICAU y el Ministerio. Es una tarea muy compleja. El material fílmico es el único formato que hasta ahora sabemos cuánto dura, es decir, más de cien años. Hay películas de 1898 que se conservan en un perfecto estado. Queremos seguir preservando el material fílmico -como lo hacen todas las cinematecas del mundo- y, eventualmente, un respaldo digital. Hace poco fuimos a un laboratorio de sinergia que se instaló en Zonamérica a buscar los caminos que permitan realizar una especie de convenio para la digitalización de los materiales que estén más comprometidos, para luego realizarlo en su totalidad. Pero hay que hacer un estudio muy complejo porque no se trata solo del estado de conservación física, sino también de los valores históricos, qué conviene preservar y qué no. Evidentemente, hay películas de ficción que están en tal estado de conservación que no vale la pena digitalizarlas. O sea, las conservamos como están, pero no las vamos a digitalizar. Incluso, ya puede estar digitalizada en otro lado o se puede comprar una copia nueva. Es un trabajo muy fino. Recuerden que son 20.000 copias y se encuentran en estado de catalogación precario, porque el archivo cuenta solamente con tres funcionarios, uno de los cuales trabaja en el mantenimiento y otro es Jefe de Archivo. Aparte, se trata de un archivo en constante movimiento, porque actualmente tenemos cuatro salas y a veces se pasa una película por día. De modo que en Cinemateca hay un tráfico de películas bastante grande, tarea que también hacen ellos.

                En las charlas que estamos manteniendo con el Ministerio de Educación y Cultura se ha hablado de la posibilidad de que exista un nuevo apoyo económico para Cinemateca a través de una especie de subvención. A su vez, estamos en conversaciones con la Intendencia Municipal de Montevideo, que se mostraría dispuesta a proporcionar, en forma eventual, un lugar donde Cinemateca tuviera una sede. Esas son las gestiones que están en marcha.

                Para nosotros, el tema de la sede es muy importante. Es más, Cinemateca siempre está en riesgo de quedarse sin un lugar, a lo que se suma el peso de los alquileres. A su vez, la estructura de las salas es inadecuada, porque el cine 18 de Julio tiene 800 butacas y, si bien es un lugar privilegiado por encontrarse en pleno 18 de Julio, se trata de una sala gigante. Para nosotros, sería mejor -o más adecuado a nuestra realidad- tener dos salas de 300 butacas con las condiciones técnicas necesarias, que una con 800. Todos nosotros defendemos lo que hacemos porque estamos convencidos de ello, pero a veces el tema se vuelve complejo porque, por ejemplo, viene un director -justamente ahora está en exhibición la película La Vida Útil, que toma en broma la situación- y dice que ese no es el lente adecuado; pero en fin, es el que tenemos.

                Cinemateca sigue contando con un prestigio importante a nivel nacional e internacional por su labor y eso hace que, muchas veces, se le perdone, por ejemplo, que la imagen esté un poco salida, lo que dista de ser lo ideal.

SEÑOR RUBIO.- ¿Cuál es la forma jurídica de Cinemateca?

SEÑORA SANTACREU.- Es una asociación civil sin fines de lucro y cuenta con una Comisión Directiva integrada por nueve miembros y un coordinador general.

SEÑOR PRESIDENTE.- Ya que se mencionaron las conversaciones con la comuna capitalina, quisiera saber si se ha explorado la posibilidad de firmar acuerdos o convenios con las Intendencias Departamentales, lo que incluso podría generar una fuente de ingresos para Cinemateca. Por lo general, las Intendencias Departamentales tienen una Casa de la Cultura que apunta, cada vez más, a las videotecas, a conservar material cinematográfico y a contar con material que no está al alcance del común de la gente ni a nivel de los cines privados. Sabemos que esto no es para todo el mundo, pero sí para un porcentaje de la población que le gusta el cine y que aprecia el arte cinematográfico. Por eso, se me ocurre que a través del mecanismo de convenios, se podría dar una experiencia interesante entre Cinemateca y las Casas de Cultura de las distintas Intendencias, incluyendo la de Montevideo. Sería una forma de buscar intercambios sin que ustedes tuvieran que desarrollar una infraestructura que no pueden llevar adelante por las dificultades económicas que enfrentan. Mediante esa vía se podrían realizar acuerdos que, incluso, podrían significarles algún aporte económico, porque las Intendencias están interesadas en la difusión de las obras como una forma más de cultura. Mi planteo es a modo de sugerencia y podría ser interesante, no solo para la difusión de la cultura, sino también para generar algún ingreso económico. Como dije, a las Intendencias les importa brindar ese servicio que, como aquí se decía, es más accesible para la gente de Montevideo que para los habitantes del resto del país.

SEÑORA SANTACREU.- Lo que no puede hacer Cinemateca es disponer de una copia que quede en las Intendencias, pero sí puede organizar exhibiciones puntuales. Esto no se hace estructuradamente con todas las Intendencias, aunque sí se ha hecho con algunas, como la de Rivera y la de San José. Como se ha dicho, lo que preocupa es la infraestructura; muchas veces hay varias cosas para hacer, pero no se pueden llevar a cabo.

SEÑOR RUBIO.- Quisiera saber si Cinemateca cuenta con algún tipo de convenio con TV Ciudad y Canal 5.

SEÑORA TRELLES.- En realidad, tenemos solo un convenio de colaboración, pues no poseemos derechos de exhibición de películas para televisión; a veces hemos tenido programas cortitos sobre cine y ellos colaboran con nosotros pasando publicidad de Cinemateca. Pero como no adquirimos derechos para televisión, no podemos cederles películas.

SEÑORA TOPOLANSKY.- Cuando el señor Presidente se refería a posibles convenios con Intendencias, a mí se me ocurría que quizá también podrían establecerlos con el Complejo Sodre, ya que se trata de una estructura nueva, ubicada en Montevideo.

SEÑORA SANTACREU.- En Cinemateca tuvimos una reunión a la que asistieron Ricardo Ehrlich, María Simón, Hugo Achugar y el Director del ICAU, Martín Papich, donde se analizó el tema de la estructura de salas en Montevideo y cuáles serían las posibilidades existentes, manejándose los lugares mencionados; concretamente, con el Complejo Sodre se pensó en el auditorio Nelly Goitiño. Cinemateca quedó comprometida en investigar un poco más las posibilidades de la sala Vaz Ferreira y del recién mencionado auditorio. Incluso, se pensó también en el centro Federico García Lorca, que se está haciendo en Pocitos, y en otras salas eventuales en las que se pudiera hacer algo en conjunto con El Galpón. Es decir que el abanico de posibilidades está abierto y ahora comenzamos a recorrer ese camino.

                De todos modos, lo que humildemente planteábamos en la reunión era que, a nuestro entender, Cinemateca tampoco podía difuminarse en veinte instituciones distintas. De repente, sí se podrían hacer algunos convenios con salas, pero creemos fundamental que exista una sede de Cinemateca Uruguaya. Además, Cinemateca no representa solamente a la sala, ya que allí se encuentra el Centro de Documentación Cinematográfica que guarda el archivo de cine en papel más grande del Uruguay. Todos los recortes de prensa sobre críticas están allí, por lo que si alguien desea leer lo que en el año 1969 Homero Alsina escribió en “El País” sobre la película Los Beatles -que no le gustó- lo encuentra en Cinemateca. Justamente, ese centro, que se encuentra en un lugar reducido y cuenta con un solo funcionario que recibe a los investigadores con día y hora -porque, de lo contrario, no podría atenderlos- tiene la posibilidad de transformarse en una mediateca importante.

Recordemos también que Cinemateca organiza, por ejemplo, el Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay, y muchos de los documentalistas que envían sus trabajos al Festival no tendrían problema en firmar un convenio mediante el cual se pudiera seguir accediendo a ese material en una mediateca, en la propia Cinemateca. Pero, para ello, se necesitaría organizar un lugar adecuado. Por lo tanto, pensamos que es importante que Cinemateca cuente con su sede, con una o dos salas, la mediateca y el Centro de Documentación. Además, podrían suscribirse convenios con salas, por barrios  -incluso en zonas más alejadas- así como en la ciudad del este o hacia el interior. Es justamente sobre esa base que estamos trabajando con la Intendencia y con el MEC.

SEÑOR ALDECOSEA.- En mi caso personal, represento a los trabajadores del sindicato. Por lo que expuso la directiva, creo que quedó claro que hoy en día nuestra situación es de inestabilidad laboral. Por eso también hacemos hincapié en que el funcionamiento de las salas es muy importante, ya que constituye el mecanismo, histórico y por excelencia, de generación de recursos para Cinemateca y, además, es donde la gente puede apropiarse del patrimonio. De manera que resulta de vital importancia. El ciudadano socio de Cinemateca no se conforma solamente con la existencia de un archivo fílmico, sino que también va a ver las películas a las salas, y es allí donde se apropia de ese patrimonio.

                Como ya se señaló, todo esto lo hemos conversado con las autoridades del Ministerio de Educación y Cultura, quienes se mostraron plenamente consustanciadas y muy preocupadas por el tema, por lo que están procurando encontrar soluciones, tal como lo planteó la directiva.

SEÑORA TOPOLANSKY.- Quiero aclarar que, precisamente en este momento, estamos comenzando la instancia de consideración del Presupuesto quinquenal. Por supuesto que la situación que han planteado es de recibo, en virtud, entre otras cosas, de que el patrimonio de los países debe ser conservado.

                Desde ya adelanto que vamos a trabajar en este tema y a conversar con las autoridades del Ministerio para ver cómo podemos coordinar la actividad. De lo planteado deduzco que, más allá de las estrategias de convenios, se está pidiendo una partida de apoyo presupuestal. ¿No es así?

SEÑORA SANTACREU.- Efectivamente, señora Senadora.

SEÑORA TOPOLANSKY.- Lo pregunto porque es importante conocer el objetivo hacia el cual nos dirigimos.

SEÑORA SANTACREU.- Nosotros tenemos la tarea constante de concientizar sobre el estado de la asociación civil Cinemateca Uruguaya y sobre lo importante que resulta. Por ese motivo dije que para nosotros sería un alivio considerar estos planteamientos sin apuros presupuestales y sin tener que estar siempre corriendo detrás de la continuidad de un proyecto que ya lleva cincuenta y ocho años y de cuya importancia nunca se ha emitido una opinión en contrario.

En definitiva, queremos alertar sobre la precariedad de la situación, que se mantiene y que hace que en este momento no podamos asegurar que, llegado el mes de octubre, vamos a ser capaces de cumplir con las obligaciones adquiridas.

SEÑORA TOPOLANSKY.- La Comisión de Educación y Cultura del Senado les agradece la información brindada y se compromete a trabajar en el tema.

                (Se retira de Sala la delegación de Cinemateca Uruguaya)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Montevideo, Uruguay. Poder Legislativo.