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Carátula

SEÑORA PRESIDENTA.- Habiendo número, está abierta la sesión.

(Es la hora 16 y 3 minutos)

                -La Comisión de Educación y Cultura del Senado tiene mucho gusto en recibir a las señoras Alba Nieto, Perla Rissio y Cristina Martínez, artistas profesionales uruguayas que plantean la necesidad de modificar la normativa vigente que rige su actividad, Ley Nº 18.384, de 17 de octubre de 2008.

SEÑORA MARTÍNEZ.- Buenas tardes y muchas gracias por recibirnos.

                Somos bailarinas profesionales independientes que pertenecemos a la Asociación de Danza del Uruguay. En virtud de la edad que tenemos, nos interesa la posibilidad de ser incluidas dentro de la Ley de Artistas por la que tanto hemos luchado, al igual que quienes nos antecedieron, ya que es una norma legal que estaba por aprobarse desde 1957. Los trabajadores del arte siempre hemos incluido en nuestros anhelos y reivindicaciones la posibilidad de que existiera una ley jubilatoria para nosotros. Ahora esa norma ya existe -y celebramos que así sea- pero sentimos que hay carencias dado que no está prevista la situación de una gran parte de artistas que hemos actuado sin poder aportar. Desde 2006 -es decir, desde antes de que se aprobara la ley- estamos buscando que quienes tenemos más de 60 años podamos ser contemplados en materia jubilatoria, pero todavía no hemos encontrado la manera. Los abogados del Ministerio de Educación y Cultura sugirieron la posibilidad de enmendar la ley y agregar un inciso en el artículo 1º. No sé si los señores Senadores tienen presente el contenido de esta ley pero, por las dudas, les dejo un ejemplar de su texto.

SEÑORA TOPOLANSKY.- Si bien no tenemos delante de nosotros la norma, en lo personal la conozco muy bien puesto que estuve en la anterior Legislatura cuando se consideró.

SEÑORA MARTÍNEZ.- En realidad, se nos dijo que podía ser totalmente factible desde el punto de vista legal.

SEÑOR RUBIO.- Disculpe que la interrumpa, pero ¿qué es lo factible?

SEÑORA MARTÍNEZ.-  Me refiero a la inclusión de un inciso en el artículo 1º según el cual quedarían comprendidas en la norma todas las personas que habían quedado fuera de la ley. 

                Previamente habíamos tenido una audiencia con la señora Senadora Topolansky, quien nos manifestó su preocupación por solucionar este tema. Al respecto, voy a leer unas frases de la versión taquigráfica de la reunión en la que la señora Senadora Lucía Topolansky, expresaba: “Me he planteado la misma pregunta que el señor Senador Long y pienso que la ley debería prever un mecanismo de transición entre la situación actual y la nueva, que sería para quienes empiezan con este sistema su carrera artística en las tres ramas; el mecanismo de transición sería para todos aquellos que quedan atrás. He estado pensando en algunas soluciones, pero todavía no las tengo del todo maduras. Creo que hay que establecer una disposición transitoria, como por ejemplo un registro o algo que se cierre en un momento dado, es decir, algo que rija como puente. No tengo claro cuál sería la solución, pero pienso que hay que estudiar mejor la situación  para  ver cómo funcionaría y cómo se financiaría”. En efecto, esto ocurrió en setiembre de 2008.

                Luego fuimos recibidos por la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Representantes, donde la Diputada señora Nora Castro nos señaló lo siguiente: “Tenemos que pensarlo. Yo estoy pensando en voz alta. Me imagino que si se diera que el monto de los aportes fuera equis, muchísimas de las personas que caerían bajo ese beneficio quizás tampoco estarían en condiciones de hacer ese aporte”. Resulta claro que nunca hemos realizado aportes, por lo que debería haber un sistema de quitas o algo similar que nos permitiera acceder al beneficio.

SEÑOR RUBIO.- Me gustaría saber si las invitadas van a hacer referencia solamente al tema jubilatorio.

SEÑORA TOPOLANSKY.- En realidad, aunque este proyecto de ley trata temas jubilatorios, surgió de la Comisión de Educación y Cultura.

                En esa oportunidad, algunos pensábamos -en su momento tuvimos un informe negativo del Ministerio de Economía y Finanzas- en elaborar un mecanismo de transición -como se expresa en el párrafo que leyó la señora Martínez- que permitiera acceder a una jubilación mediante un cierto pago, lo que se hace, por ejemplo, cuando se percibe una jubilación adelantada. De esta forma se solucionaría la situación de un universo de personas que deberían estar registradas.

SEÑORA MARTÍNEZ.- Ese registro ya existe y hoy está funcionando una Comisión Registradora.

SEÑORA TOPOLANSKY.- Al tener un registro, el beneficio realmente iría a un destino definido.

                En concreto, eso es lo que habíamos propuesto en ese momento, pero ni el Ministerio de Economía y Finanzas ni el Banco de Previsión Social encontraron viabilidad económica para aceptar la sugerencia. Fue así que nos quedamos sin encontrar una salida al tema -recuerdo que trabajamos con la entonces Senadora Margarita Percovich al respecto- porque la ley era muy clara; regía desde octubre de 2008, momento en que se la aprobó, pero dejaba un agujero hacia atrás, que sigue estando y, según creo, esto es lo que la delegación que hoy nos visita vino a plantear. En lo personal sigo pensando lo mismo: habría que trabajar sobre un mecanismo de transición que permita unir o, mejor dicho, poner a rueda de algún modo a toda la gente que quedó afuera de lo previsto por la ley. Obviamente que para ello tenemos que consultar, tanto al Ministerio de Economía y Finanzas como al Banco de Previsión Social.

SEÑOR LÓPEZ GOLDARACENA.- Antes de hacer una reflexión sobre el tema, quiero preguntar a la delegación que nos visita si durante todos estos años realizaron  aportes dentro del universo comprendido por las empresas unipersonales o en función de alguna otra categoría de la seguridad social.

SEÑORA MARTÍNEZ.- No, señor Senador.

SEÑOR LÓPEZ GOLDARACENA.- Pensando en voz alta y siguiendo  la misma línea de razonamiento que la señora Senadora Topolansky, quiero señalar que quizás se podría establecer una causal especial con determinados años de aporte, tal como ya se hizo para otras leyes; por ejemplo, 60 años de edad y 10 años de aportes.  Eso permitiría una fórmula intermedia para tratar que el Ministerio de Economía y Finanzas lo tome como algo “factible” -dicho esto entre comillas-  considerando el universo de artistas. Aclaro que no estoy pensando esto para el futuro, sino para aquellas personas que a la fecha de sanción de la ley o, en el momento actual, hayan cumplido 60 años de edad y no tengan causal jubilatoria, que no la tienen; por eso pregunté si habían realizado algún tipo de aporte.

SEÑORA MARTÍNEZ.- Quiero saber si el aporte al que refiere el señor Senador tendría que ser dentro del rubro “bailarines”.

SEÑOR LÓPEZ GOLDARACENA.- Aunque no está reconocido el rubro “artistas” o, como en este caso, “bailarines” -ha pasado lo mismo en el caso de los escritores, que no sabíamos si registrarnos como actividad cultural libre; también deberíamos afrontar este problema si esa fuese nuestra única actividad- en otras actividades en que sucede lo mismo,  muchas personas se  inscribieron como empresas unipersonales y generaron un aporte durante un período de tiempo, aunque tampoco alcanza para jubilarse. Si ustedes dicen que no han realizado ningún tipo de aporte, solamente tendríamos dos soluciones. La primera sería generar una causal jubilatoria especial sin haber realizado aportes, lo que implicaría un gasto importante que habría que determinar. La otra solución sería habilitar una especie de “cuenta especial” como, por ejemplo, tener 60 años de edad y tantos de aporte -que se podrían realizar de equis forma- otorgando derechos para cobrar una jubilación especial. Esta sería una forma creativa de solucionar el problema aunque, reitero, esto no depende de nosotros.

SEÑORA MARTÍNEZ.- Quiero saber si existe algún mecanismo previsto por la ley que exprese: “por excepción y por única vez”.  Tengo conocimiento de que en determinado momento existió, porque algunos bailarines del SODRE se jubilaron por ese mecanismo.

SEÑORA PRESIDENTA.- Sí, existe.

SEÑORA TOPOLANSKY.- Siempre se puede incluir un mecanismo de esas características.

Cuando se  discutió esta ley no fueron aceptadas económicamente las alternativas que propusimos, pero obviamente podemos seguir insistiendo porque, como  dice el refrán,  la peor gestión es la que no se hace. Creo que todo este tipo de cosas son por una única vez, y en este caso estaríamos contemplando una situación especial ya que los bailarines y los artistas que se jubilen en forma posterior a la aprobación de la ley tienen que cumplir con lo dispuesto. Aquí hay dos universos bien distintos y esa es la razón por la cual en aquel momento algunos habíamos pensado en un mecanismo de transición. Sin embargo, quiero decir con sinceridad que luego de realizadas las consultas del caso sobre nuestra propuesta, no tuvimos suerte debido a los costos que esta implicaba, pero podemos volver a insistir porque las realidades no son estáticas, máxime teniendo en cuenta que a diferencia de aquel entonces,  ahora existe el registro con el universo de personas que se encuentran en esta situación. Es importante contar con esa cifra porque económicamente no es lo mismo que se trate de 10.000 personas que de 100.

SEÑORA MARTÍNEZ.- Quiero decir que ese registro ya existe y, en nuestro caso, ya fuimos registradas y estamos avaladas por lo que se podría llamar un certificado de artistas profesionales. Ahora bien, aunque siempre fuimos muy bien recibidas y se muestra mucha preocupación por este tema,  el problema radica en que desde que se comenzó a considerar la ley, en el año 2006, hasta ahora hemos pasado por diferentes instancias parlamentarias, como las Comisiones de Educación y Cultura, y visitamos a diferentes señores Senadores y Diputados que nos atendieron, pero todo queda en esa  denuncia de la situación sin que se pase a otra instancia.  Mientras tanto el tiempo sigue corriendo en nuestra contra, máxime cuando los tiempos biológicos son tanto más cortos que los que se necesitan para elaborar una ley. Por eso nosotros pedimos un poco de sensibilidad frente a situaciones que, sin exagerar, son límites. Nosotros vemos cómo el tiempo de trabajar en una profesión que implica un desgaste, no solo de nuestra mente sino también físico, se va limitando cada vez más y no tenemos nada a posteriori. Eso crea una situación bastante angustiante, porque realmente no tenemos nada. La mayoría de nosotros no somos propietarios de ningún bien, no tenemos auto y otra cantidad de cosas que se deben valorar,  por lo que el día que no podamos dar más clases -ya no bailamos- no vamos a tener de qué vivir. Esto hace que ya nos hagamos a la idea de que quizás debamos ir a vivir a una vivienda muy precaria, que no nos podamos siquiera alimentar como lo hacemos en este momento y otra cantidad de cosas. Ya de por sí, retirarse en este país implica una situación de angustia porque las jubilaciones son bastante precarias.

SEÑOR RUBIO.-  Quisiera clarificar algunos aspectos. El artículo 1º de la ley habla de artistas, intérpretes o ejecutantes y actividades u oficios conexos. La primera pregunta que les quiero realizar es si el planteo que ustedes hacen refiere a todo ese conjunto o a un grupo particular. Hago esta consulta porque desde el punto de vista cuantitativo eso circunscribe un universo distinto.

SEÑORA MARTÍNEZ.- Cuantitativamente es distinto porque somos muy pocas personas.

SEÑOR RUBIO.- ¿Cuántas personas figuran en el Registro?

SEÑORA MARTÍNEZ.- Los señores Senadores pueden hacer la consulta; yo no lo sé porque no manejo ese tema. Hay una Comisión Certificadora que funciona en el segundo piso del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Se dice que hay pocas personas certificadas. Nosotras conocemos a todas las personas de nuestra edad que se han certificado y no somos más de ocho o nueve; es decir que estamos hablando de una cantidad muy pequeña.

SEÑOR RUBIO.- La segunda pregunta que quiero plantear tiene que ver con que si una parte del pago de la actividad ha sido realizada por el sector público, hay un aporte, sea cual fuere la modalidad de contratación.

SEÑORA MARTÍNEZ.- El tema es que tenemos que aclarar qué significa en el Uruguay el concepto de bailarines, actores o músicos independientes. En primer lugar, tenemos que decir que trabajamos durante mucho tiempo y sostenidamente en actividades militantes sin ser remuneradas. En segundo término, en algunos casos hubo participación del Estado en la contratación y hace pocos años me tocó vivir una situación de esas características. El Rector de la Universidad me llamó para realizar un trabajo cuando se celebró el Día de los Derechos Humanos. Me pidieron determinada cantidad de bailarines            -estaba dispuesta a ofrecérselos- y un esquema de trabajo. Cuando estábamos terminando la conversación, viendo que no se mencionaba el tema de la remuneración, pregunté -con mucha timidez- cómo iba a ser el pago; la respuesta fue: “Ah, no; nosotros no tenemos”. De manera que se estaba celebrando el Día de los Derechos Humanos violando de entrada uno de los derechos, que es el del trabajo remunerado. Digo esto para que se conozca nuestra realidad, que ha sido muy poco valorada, pero muy requerida en algunos ámbitos como herramienta que ha servido para contribuir a un esclarecimiento o una posibilidad de reafirmar ideológicamente determinadas cosas.

                Los señores Senadores recordarán la Coordinadora de Trabajadores del Arte -CTA- que proponía, justamente, la profesionalización de la que Ruben Yáñez tanto ha hablado como meta de todo artista. Sin embargo, aun teniendo la ley -que fue un gran paso- estamos padeciendo la carencia de la no profesionalización, de manera que para usufructuar la ley necesitaríamos, precisamente, lo que refirió el señor Senador sobre el borderó de las entradas vendidas, que tiene que ver con que lo que resta va para el artista, pero hay que tener en cuenta el alquiler del teatro, que siempre es caro. Son parámetros diferentes y hay que estar inmersos en la realidad para entenderla. Supongo que será así en todos los casos. No vamos a ser tan atípicas, pero esa idea de que lo que damos es una mercancía y por eso recibimos dinero, en nuestro caso no es así, sino que es más complejo. Por eso pensamos que esto sería por única vez, como una excepción y porque se trata de una pequeña cantidad de personas. Hay que tener en cuenta que algunas sufren artrosis, otras tienen problemas de cadera o de rodilla y por esa razón no se pueden mover. Además, ya padecimos la muerte en la miseria y sin asistencia de dos compañeras maravillosas como fueron Elsa Vallarino y Mary Minetti, y no queremos que eso se repita.  En definitiva, pretendemos que la ley se humanice; ya fue aprobada y ahora debemos humanizarla, encarnarla, porque ya tenemos el esqueleto. Además, pedimos que no nos dejen solas. Eso decía nuestro ex Presidente Tabaré Vázquez cuando terminó su primer discurso aquí, ocasión en que nos pidió a todos los uruguayos que no lo dejáramos solo. Ahora somos nosotras quienes pedimos, a quien corresponda, que no nos dejen solas, porque así es como nos sentimos; esa es la verdad. Se nos atiende, pero después nuestros planteos no tienen eco y quedamos estancadas.

SEÑORA RISSIO.- Deseo recalcar algo que ya dijo mi compañera. Quiero recordar a los señores Senadores que hemos trabajado para grupos independientes, o sea que, generalmente, no se nos pagaba. La idea que mucha gente tiene de una bailarina es que se trata de una persona que baja del cielo, con una pollerita tutú y en puntitas de pie, pero no sabe que nosotras también tenemos que vivir en una casa, pagar el alquiler, que tenemos hijos y sufrimos, lloramos y reímos igual que todo el mundo. La única diferencia es que en lugar de ser médicos o carpinteros, somos artistas, bailarinas. No se nos ha tenido en cuenta.

                Con respecto a la pregunta de si estábamos registradas, quiero decir que cuando éramos jóvenes y bailábamos, con tanto amor y tantas ganas, nunca pensamos que en algún momento nos íbamos a volver viejas.

                Nosotras estamos pidiendo esto como excepción y por única vez. En mi caso, puedo decir que llegué a bailar con Hebe Rosa; en definitiva, había unos pocos grupos, pero ahora son más y están mejor organizados. Como dije, antes éramos muy pocos grupos y de ahí viene esa famosa frase: “Por amor al arte”, porque eso era lo que nos movía.

                Muchas gracias.

SEÑOR LÓPEZ GOLDARACENA.- Quiero manifestar a nuestras invitadas, a título personal -y creo ser representativo de lo que piensan mis compañeros Senadores- mi total adhesión a este planteo, expresándoles también que, a pesar de que creo que debemos comprometernos con una solución al problema, no debemos tener en cuenta solo el aspecto jubilatorio. No escapará a los colegas nuestra preocupación de incentivar, precisamente, aquellas soluciones que hacen a determinados ámbitos de la cultura que no ofrecen inserción laboral. Muchas veces los jóvenes se inclinan por esta opción, pero en otros casos desisten y se dedican a otras actividades para sobrevivir. Estos últimos nos dejan sin cultura o retacean su aporte, mientras que los que optan por su vocación “a pesar de”, tienen que pelear contra el sistema.

                Creo que esta es la reflexión que deberíamos hacer hoy y no solamente enfocarnos en el aspecto jubilatorio. Estamos hablando de solucionar la calidad de vida de quienes nos dieron construcciones culturales a lo largo de todas estas décadas, y no solamente de los bailarines. Esta es una cuestión que me preocupa porque esto no se destinaría, como dije, solamente a los bailarines o a los ejecutantes, sino que debería considerarse un universo mayor si se prevé una causal jubilatoria especial, ya que eso es lo que se nos está solicitando. Pero esto presenta dos problemas y uno de ellos es la certificación de años hacia atrás, respecto a lo cual quizás se podría hacer una consulta al Banco de Previsión Social.

SEÑORA NIETO.- Eso ya se hizo, señor Senador. El Registro se abrió y las personas ya están concurriendo al Banco de Previsión Social con todo lo correspondiente al Ministerio de Educación y Cultura. Quiere decir que ya está funcionando una Comisión que certifica y está elaborando un Registro Nacional de Artistas.

SEÑOR LÓPEZ GOLDARACENA.- ¿También se están aportando datos de años anteriores?

SEÑORA NIETO.- Efectivamente, señor Senador.

SEÑOR LÓPEZ GOLDARACENA.- Entonces, ¿lo único que faltaría sería crear una causal jubilatoria especial?

SEÑORA NIETO.- Precisamente, señor Senador, habría que crear una causal que amparara a las personas que están en esta situación.

SEÑORA TOPOLANSKY.- La Ley Nº 18.384 crea ese Registro, que ya está funcionando y surgió como una necesidad imperiosa. El artículo 1º indica a quiénes se incluye. Cabe destacar que en la Comisión discutimos durante varias horas el concepto de “oficios conexos” -lo recuerdo bien- para poder partir de un universo tangible y real, ya que lo que había era un caos. Soy consciente de que quedó pendiente el tema de la transición; entiendo que se trata de una buena ley, pero funciona desde cierto momento hacia adelante.

                Concretamente, sugiero que la Comisión analice el tema y que se discuta sobre las diversas posibilidades; tal vez podríamos trabajar junto con los integrantes de la Comisión de Asuntos Laborales y Seguridad Social. Por supuesto que siempre estamos hablando de algo transitorio, porque se trata de un universo finito y la ley tiene en cuenta a las personas a partir de determinado momento. Sin duda, el no acogerse a esta ley será responsabilidad del individuo.

SEÑOR RUBIO.- Estoy de acuerdo en trabajar en conjunto con los integrantes de la Comisión de Asuntos Laborales y Seguridad Social y citar a los representantes del Ministerio. De todas formas, quisiera saber si el Registro incluye no sólo la nómina, sino también testimonios o documentación sobre los años de actividad realizada.

SEÑORA NIETO.- A fin de ser incluidos en el Registro es necesario aportar el currículo y programas de toda la trayectoria artística; luego la Comisión avalará si realmente es merecido el título de artista profesional. A eso se refiere el llamado a certificarse y se ha hecho para que no se presente cualquiera a decir que cantó o bailó sin presentar comprobante alguno.

SEÑORA TOPOLANSKY.- El artículo 6º de la Ley Nº 18.384 habla de los cometidos de la Comisión Certificadora y da respuesta a muchas preguntas que nos hicimos durante el análisis de esta iniciativa. Obviamente, hay aspectos que son bastante fáciles de probar, pero el concepto de artista es muy amplio y, en algunos casos, puede haber obra material -un cuadro o un libro, etcétera- pero en otros se trata de algo intangible. De todas formas, sabemos que el Registro tiene en cuenta programas o publicidad que sirven como prueba documental.

                Por otro lado, como esta ley fue pensada desde cierto momento hacia adelante, permite al artista de hoy contar con este Registro -inclusive, se discutió mucho cómo tener en cuenta una actividad que se realice en el extranjero- pero el hecho de que se pueda computar los años anteriores quedó en el tintero y soy absolutamente consciente de ello. 

                Evidentemente, como no hay aportes, el cómputo debería tener una salida como la que plantea el señor Senador López Goldaracena; será una salida sui generis, pero no hay otra forma de financiar este tema. Insisto en que el Registro es muy importante porque hay que conocer el número de personas de las que estamos hablando; no es lo mismo un horizonte inmenso que un puñadito de artistas.

SEÑORA PRESIDENTA.- Deseo hacer una pregunta a la señora Senadora Topolansky: ¿las personas no amparadas por la Ley Nº 18.384 son todas aquellas que ya tenían causal jubilatoria antes de la promulgación de la presente ley?

SEÑORA TOPOLANSKY.- Hace mucho que se venía reclamando una ley para dar una cobertura de seguridad social a los artistas. Al final se logró redactar este texto, que obliga al artista a hacer un aporte a partir de ese momento; le da un ámbito para hacerlo y lo obliga, al igual que sucede con cualquier trabajador. El problema eran los años perdidos.

SEÑORA PRESIDENTA.- Imagino que hay muchos artistas en esa situación. Algunos ya tienen 60 años, pero hay otros que, por ejemplo, recién van a tener causal jubilatoria el año que viene y, por tanto, tendrán un solo año documentado de aportes. Entonces, pienso que una transición debería comprender a todos aquellos que se registren.

SEÑORA TOPOLANSKY.- Eso es lo que tenemos que discutir. Por lo tanto, sugiero que la Comisión tome este tema como propio, lo discuta y se provea del asesoramiento correspondiente, tanto de la Comisión que hizo el Registro como del Banco de Previsión Social, a efectos de ver si podemos elaborar una salida. Obviamente, no podemos hacerlo hoy, porque nos están faltando elementos.

SEÑORA PRESIDENTA.- Podemos proponer que en la próxima sesión de la Comisión de Educación y Cultura se cite a alguno de los integrantes de la Comisión Certificadora y a alguien del Banco de Previsión Social para plantearles el tema y buscar una salida de transición a los no comprendidos en la Ley que pertenecen al universo de artistas que no tienen otra salida jubilatoria.

SEÑORA TOPOLANSKY.- Así es, tenemos que seguir algún camino de esos.

SEÑOR LÓPEZ GOLDARACENA.- ¿Todos tienen más de diez años de trabajo?

SEÑORA MARTÍNEZ.- Por supuesto; no hay que olvidar que la carrera de un bailarín comienza muy tempranamente y a los 15 años ya está bailando.

SEÑORA NIETO.- En la Comisión donde nos registramos se nos dijo que nos jubilaríamos por Industria y Comercio, por lo que no se tendría en cuenta a partir de los 15 años -a pesar de que la mayoría de nosotras comenzó a los 13 o 14 años- sino de los 18. A su vez, el oficio conexo de los bailarines es de actriz o de coreógrafa, que es lo que tenemos hasta ahora. En ese caso, tendríamos entre 25 y 35 años, que era lo que nos pedían ellos.

SEÑORA PRESIDENTA.- Si nadie desea hacer uso de la palabra, agradecemos la información brindada y vamos a poner todo nuestro empeño en encontrar una solución al problema que nos plantean.

SEÑORA RISSIO.- Vamos a dejarles algunos de los petitorios y quiero decir que somos muy poquitos los que nos hemos registrado.

SEÑORA NIETO.- Quisiera saber cuánto esperamos para volver a molestarlos.

SEÑORA PRESIDENTA.- Nosotros vamos a dar curso a este proceso, que implica convocar a integrantes del Poder Ejecutivo y hacer las consultas jurídicas necesarias, y luego nos pondremos en contacto con ustedes, que serían los beneficiarios directos.

(Se retira de Sala la delegación de artistas profesionales uruguayos)

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Montevideo, Uruguay. Poder Legislativo.