Poder Legislativo / República Oriental del Uruguay
 

Comisión Especial de
equidad y género

S/C
  Versión Taquigráfica N° 216 de 2015

SECRETARÍA Y DEPARTAMENTO DE GÉNERO, EQUIDAD Y DIVERSIDAD
DEL PIT-CNT

Versión taquigráfica de la reunión realizada
el día 20 de agosto de 2015


(Sin corregir)


 

PRESIDE:   Señora Representante Cecilia Bottino.
 
MIEMBROS: Señoras Representantes Gabriela Barreiro, Lucía Lago, Gloria Rodríguez y Stella Viel.
 
INVITADAS: Señoras socióloga Milagro Pau, Presidenta; Daniela Durán, Adjunta; Alma Fernández, Asesora; Tamara Gascón y Margarita Rodríguez, Comisión Tripartita del MTSS.
 
SECRETARIA:   Señora Myriam Lima.
 
PROSECRETARIA:   Señora Viviana Calcagno.
 

 


SEÑORA PRESIDENTA (Cecilia Bottino).- Habiendo número, está abierta la reunión.

La Comisión Especial de Equidad y Género tiene mucho gusto en recibir a una delegación de la Secretaría y Departamento de Género, Equidad y Diversidad del PIT-CNT, integrada por las señoras Milagro Pau, presidenta, Daniela Durán, adjunta, Alma Fernández, asesora, y Tamara Gascón y Margarita Rodríguez por la Comisión Tripartita del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

Esta es la segunda sesión de la Comisión Especial de Equidad y Género de esta Legislatura. Si bien es una comisión especial, queremos jerarquizar su trabajo en virtud de la relevancia de los temas que trata. Para ello estamos estableciendo un plan de trabajo para los próximos cinco años. Como nos interesa particularmente la mirada de las trabajadoras, queremos conocer de primera mano los planteos que están realizando desde la central de trabajadores de nuestro país.

SEÑORA PAU (Milagro).- Agradecemos la invitación que nos realizó esta Comisión.

A partir del último congreso del PIT-CNT, recayó en mí la responsabilidad de la Secretaría y Departamento de Género, Equidad y Diversidad, y tenemos planteado un plan de acción y de tareas que entendemos prioritarias.

La primera y fundamental es impulsar la ley de feminicidio, para que sea aprobada en esta legislatura, lo antes posible. Es algo que se ha demorado, que se está agravando en la sociedad, y no podemos ser omisos ante la pérdida de compañeras. A esta altura del año llevamos más compañeras fallecidas por violencia doméstica que en todo 2014. Entonces, lo primero y más importante es pelear por una ley de feminicidio. Así lo expresamos en la conferencia del 8 de marzo y en el acto del 1º de mayo. Tenemos un respaldo total para que sea la prioridad uno del Secretariado del PIT-CNT y de toda la central de trabajadores.

Asimismo, en el mes de noviembre realizaremos un encuentro nacional de género de todo el PIT-CNT, en el que entendemos es fundamental la participación de todas las compañeras y compañeros, y que será una introducción al conocimiento del tema género. Este año, por primera vez, conseguimos que se incluyeran las cláusulas de género en todos los Consejos de Salarios, lo que fue impulsado por esta Secretaría y por el Secretariado.

A su vez, impulsamos las salas de lactancia -en cumplimiento del proyecto de ley, aunque aún no haya sido promulgado-, que creemos son fundamentales en todos los lugares de trabajo; el artículo 4º del proyecto de ley establece que cuando haya más de diez mujeres en edad de procrear se debe instalar una sala de lactancia. Estamos trabajando en ello, junto a la Intendencia y al BPS. Como creemos que la capacitación de las compañeras y de los compañeros en esto es fundamental, estamos realizando cursos, mediante convenios que tenemos firmados.

Por otra parte, las compañeras asesoras capacitadas de nuestra Secretaría están dando un curso para todos los negociadores y las negociadoras de los convenios colectivos y de los Consejos de Salarios que ya están instalados y también para los que se instalen el próximo año. Como saben, por rama y por sector, una parte se renueva ahora y otra parte en el año 2016.

SEÑORA FERNÁNDEZ (Alma).- La violencia está instalada dentro de nuestros propios sindicatos y dentro de la central, al igual que en toda la sociedad. Por eso creemos que la negociación colectiva puede ser un buen camino de respuesta. Estamos pidiendo una licencia especial por violencia doméstica. En general, a la trabajadora que sufre violencia doméstica se la certifica. Dado que la certificación implica pérdida de salario, creemos que el mejor camino es la licencia especial, ya que en ese momento es cuando la mujer necesita más de su salario. Es responsabilidad de las empresas tomar el asunto para que se otorgue una licencia especial en el caso de violencia doméstica.

Estamos planteando la ley de feminicidio, como ya explicó Milagro Pau, porque estamos sufriendo el flagelo de la violencia doméstica y tenemos que hacer todo lo posible por atacarlo.

También queremos poner dentro de la negociación colectiva al acoso sexual laboral. Si bien fue una propuesta del movimiento sindical, es un asunto que lamentablemente no se está tomando, y hacemos un mea culpa porque es algo que a los sindicatos les cuesta mucho.

Otro asunto que nos interesa y que venimos proponiendo es la participación. Creo que las compañeras diputadas y el Poder Legislativo todo tienen que dar el puntapié en esto. Nosotros salimos de un congreso del PIT-CNT en el que la participación femenina fue escasa. No hay que ocultarlo: somos vanguardia en mucha cosa, pero en esto estamos en la media del país. Creemos que la participación de la mujer debe estar legislada. Entiendo que la discusión sobre la cuota ya fue; ahora tenemos que apuntar a la paridad, y la universidad, las organizaciones sociales y el movimiento sindical necesitamos hacer una alianza muy importante con el Poder Legislativo para que esto se resuelva. No podemos ser como el avestruz, poner la cabeza bajo la tierra y decir que está todo bien. No, no está todo bien. Las mujeres tenemos que hacer una gran alianza para empezar a discutir, en forma fraternal, la participación.

Otro asunto, que sé que tiene entre manos el Poder Legislativo, es el relativo a los cuidados. Tanto para las trabajadoras como para los trabajadores los cuidados son esenciales. No podemos olvidar que para los trabajadores y las trabajadoras diezmilpesistas los cuidados implican un gran presupuesto dentro de su hogar. Para las parejas jóvenes, que ganan $ 10.000 o un poquito más, el cuidado de sus hijos implica una erogación que no pueden hacer. Estamos hablando de más de $ 5.000 para una guardería barrial. Entonces, es importante que la ley sea aprobada, no solo por lo que implica para la primera infancia, sino también para la discapacidad. Reconocemos que se están haciendo cosas, pero esto necesita un plan global. Los cuidados son deficitarios en el país porque las mujeres estamos trabajando y no vamos a volver a nuestras casas; es responsabilidad del Estado ver que esta generación de mujeres ya no está en sus casas. Yo soy abuela de diez nietos y no me quedo en mi casa. Hay más de doscientas mil mujeres en reserva para entrar en el mercado de trabajo. Si no ayudamos con los cuidados, difícilmente esas mujeres puedan acceder al mercado de trabajo. No estamos planteando erogaciones nuevas, sino optimizar las que ya tenemos. Por ejemplo, que los CAIF tengan doble horario para que las mujeres trabajadoras puedan dejar a sus hijos.

SEÑORA DURÁN (Daniela).- Las compañeras hicieron una exposición extensa y detallada de los temas que estamos analizando. Vamos a intentar que en la negociación colectiva estén todas las cláusulas y, sobre todo, que se logre la licencia paga por violencia doméstica, que es un flagelo que está atacando a la sociedad. Creemos que tener una licencia paga por las empresas llevará a mejorar la calidad de vida de las mujeres que se vean en esa situación.

SEÑORA PAU (Milagro).- Para nuestra Secretaría es muy importante contar con el apoyo de las legisladoras mujeres en nuestra trayectoria. Hasta ahora no hemos tenido un nexo muy fuerte, por lo que necesitamos coordinar más y mejor las acciones entre las comisiones de género de los diferentes ámbitos. Como decía anteriormente, estamos realizando entrevistas en todos los organismos con las nuevas autoridades, tratando de aunar acciones para que las mujeres tengan un futuro mejor. Las mujeres constituyen el 50% del mercado productivo, el 50% de la fuerza de trabajo, pero no somos reconocidas en función de lo que representamos para el país.

En ese sentido, tenemos acciones concretas, pero más allá de ellas nos interesa coordinar acciones en conjunto, tanto con la bancada femenina, como con los ministerios, como con el resto de las autoridades de gobierno. En setiembre tenemos la marcha de la diversidad y en noviembre el Día de la No Violencia y el encuentro nacional que estamos preparando. Entendemos que es importantísimo que las legisladoras participen en las acciones de los movimientos sociales y populares y del movimiento sindical. Estamos haciendo un llamado a la presencia de las compañeras, extensivo a todo el Poder Legislativo, en esas acciones que no pertenecen solo al movimiento sindical, sino a la sociedad toda. El año pasado participaron muy pocas compañeras legisladoras en la marcha por la diversidad, pese a que es un compromiso que tenemos que asumir entre todos porque refiere a los derechos humanos y debe ser tenido en cuenta por el Poder Legislativo. Lo mismo ocurre con las actividades del 25 de noviembre. Entendemos que esto no es patrimonio de nadie ni de ninguna organización, sino del mundo entero; entonces, el movimiento sindical, las organizaciones sociales, el Poder Legislativo y el Gobierno en general tienen la obligación de estar presentes en todas estas acciones. Por eso desde ya las estamos invitando a participar en la organización de estos eventos.

Por otro lado, agradecemos la invitación a esta sesión, pero entendemos que el nexo con las legisladoras debe ser más estrecho. Para nosotras es fundamental que se dé impulso a los proyectos de ley sobre el feminicidio y sobre la paridad. El movimiento sindical puede pelear mucho, pero si no tiene el apoyo de las compañeras legisladoras y de los miembros del Gobierno, no llegaremos a bueno puerto.

Lo que les planteamos es un compromiso para aunar esfuerzos en acciones comunes.

SEÑORA BARREIRO (Gabriela).- Para nosotros era fundamental tener este primer diálogo. Por supuesto, vamos a escuchar a todos los actores relacionados.

La mayoría de nosotras somos legisladoras por primera vez y algunas también venimos del movimiento sindical, de manera que sabemos de qué estamos hablando. Queremos reconocer a la comisión del PIT-CNT porque sabemos que muchas de las leyes que se han aprobado en este Parlamento han sido iniciativa de los trabajadores organizados.

Coincido en que es fundamental tener un trabajo más articulado. Algunos temas, como el de la violencia -en el que están trabajando muchas compañeras- nos preocupan a todos. Creemos que podremos seguir avanzando si juntamos todas nuestras fuerzas. Este problema es un flagelo de nuestra sociedad que no hemos podido detener. Todas las acciones ayudan y estamos dispuestas a trabajar.

Ustedes son las primeras que recibimos, pero también está invitado Inmujeres. Queremos conocer la línea de acción, sobre todo, en el aspecto presupuestal. Por supuesto, esta no va a ser a última instancia de contacto con ustedes.

SEÑORA VIEL (Stella).- Todos los temas que tocaron los tenemos sobre la mesa.

Cuando nos reunimos en los despachos somos todas mujeres, pero nos cuesta como a ustedes. Tenemos una pelea -en el buen sentido- para lograr nuestros espacios. Tratamos de que estén presentes las suplentes de los diputados para que aporten su sensibilidad.

Hace poco, estuvimos reunidas tratando proyectos de ley sobre el trabajo en las estancias y el acoso laboral y como con los compañeros hay un buen vínculo, probablemente se conviertan en leyes.

En cuanto al proyecto de ley sobre el sistema nacional de cuidados, el aporte de los centros CAIF es importantísimo y nos prometemos incorporarlo; esto vino del Senado, está muy prolijo y vamos a tratarlo en forma integrada con la Comisión de Salud Pública y Asistencia Social.

Esperamos que nos inviten al encuentro de género.

SEÑORA LAGO (Lucía).- Creo que hay un par de puntos de la agenda que deberíamos impulsar más: los que tienen que ver con la violencia y con la posibilidad de tipificar el feminicidio o que, al menos, sea un agravante importante que los actores judiciales puedan aplicar. Tiene cierta complejidad la forma de incluirlo en la ley para que sea una herramienta de aplicación real y, desde nuestra perspectiva, que el derecho también se vuelva un campo de lucha para seguir avanzando. Esperamos que esto también se acompañe de una ley integral sobre violencia.

Lo más transformador desde el punto de vista del trabajo es el futuro sistema de cuidados, que promete ser una gran herramienta de transformación y es muy importante que tenga la perspectiva de género para luchar contra la división sexual del trabajo. En realidad, las tareas que realizan las mujeres en sus hogares también son trabajo, aunque a veces, hasta la visión sindical es la del trabajo productivo o fabril y no aceptamos que el trabajo del hogar sea productivo, reproductivo y el que permite la vida y que los hombres y mujeres vayan a trabajar. En realidad, en este país las mujeres trabajan todo el día. Las que trabajan en la casa lo hacen todo el día en el hogar sin horario, sin remuneración ni valoración. Ello implica una dedicación emotiva porque cuidar un niño no es solo mirarlo, sino dedicarle una carga emotiva y afectiva. Eso siempre lo hacen las mujeres, pero hay que desnaturalizar que sea así. Al respecto, los sindicatos, todas las trabajadoras y trabajadores, tienen que trabajar el concepto de corresponsabilidad porque, por más que las compañeras se integren al trabajo formal, es importante que los compañeros sean corresponsables. No es natural que sea la mujer la que realice esas tareas. Hay que trabajar en esta construcción social tanto o más que en la formalización del empleo femenino.

Estuve estudiando el proceso del proyecto sobre el sistema de cuidados aprobado en el Senado; creo que busca ser un paraguas institucional bajo el cual se irá diseñando la política. Están previstos también hogares diurnos para adultos, lo cual es muy interesante porque, de pronto, no podemos cuidar a nuestros adultos, pero queremos que estén en nuestra casa. Espero que en esta Cámara se pula el proyecto y que podamos hacer aportes al diseño de la política de cuidados.

SEÑORA RODRÍGUEZ (Gloria).- Generalmente, las mujeres tenemos una agenda común y estamos preocupadas por los mismos temas.

La violencia doméstica nos preocupa a todas y, personalmente, he trabajado en él desde diferentes ámbitos, no solo desde el legislativo -donde hace poco que estoy-, sino desde la organización civil. Obviamente, debemos trabajar en el feminicidio.

Debemos incorporar el componente de género en todos los temas que trabajamos.

Ayer se celebró el Día de la Trabajadora Doméstica con muy poca repercusión. Reconozco que hubo un gran avance en cuanto al trabajo en el servicio doméstico, pero pese a que también hay trabajadores, solo se le atribuye a la mujer, y no se le da la trascendencia que tiene.

En cuanto al proyecto y a los centros CAIF, hay algunos aspectos que pulir, pero se va a avanzar.

Las mujeres tenemos una particularidad: trabajamos coordinadamente en los mismos temas, más allá de los partidos políticos. Así tiene que ser: cuando tenemos una agenda en común, debemos olvidar a qué sector o partido pertenecemos. Es la única forma de avanzar. Después llegará el momento de la militancia política y partidaria, pero estos son temas comunes.

SEÑORA PRESIDENTA.- Es evidente que las legisladoras de esta Comisión -lamentablemente, no estamos presentes todas las que la integramos- estamos comprometidas con los temas de género y nos propusimos que no fueran considerados de segunda categoría. Personalmente propugno porque no sean exclusivos de las mujeres. El hecho de que la Comisión y la delegación estén integradas exclusivamente por mujeres determina que no estemos acumulando

Si bien somos mayoría en la sociedad, en los ámbitos de participación y de decisión seguimos siendo minoría. Debemos conseguir que nuestros principales aliados sean los varones; en el caso de ustedes, los compañeros de la central que, lamentablemente, está dirigida en forma exclusiva por hombres. Quiero preguntarles a qué atribuyen la escasa participación de la mujer dirigente en los órganos máximos de dirección de la central, pese a que estamos en las bases y trabajamos en la mayoría de los sindicatos, como en los partidos políticos. Supongo que desde la Secretaría se debe de haber analizado por qué siguen existiendo esos cuellos de botella. ¿Qué medidas se pueden adoptar desde el movimiento sindical para ir corrigiendo esas inequidades? Ustedes hablaban de la participación y de la necesidad de legislar al respecto. Sé que existen normas en el PIT-CNT con respecto a la participación de la mujer y me gustaría reflexionar en conjunto sobre qué temas consideran que es necesario legislar. ¿Se referían a la participación política de la mujer o a una participación más amplia en los diversos ámbitos de decisión?

Por otra parte, tenemos diversos ámbitos donde podemos articular nuestras acciones. Una herramienta que nos dimos las legisladoras es la Bancada Bicameral Femenina. Desde ese ámbito participamos las legisladoras de los distintos partidos políticos, trabajando los temas que nos son comunes. En esta Legislatura estamos trabajando dos temas. Uno es la violencia, y creamos un subgrupo de trabajo específico para analizar no solo la Ley de Violencia Doméstica sino también la posible implementación de una ley integral de violencia, que es la forma de legislar que se ve, en particular, desde el Instituto de las Mujeres. El otro tema es el de la participación política. Se puso en práctica por primera vez la ley de cuotas y ya se nos terminó; entonces, en esta Legislatura tenemos que analizar la implementación de la ley y cómo seguir legislando para las próximas instancias electorales.

La Bancada Bicameral Femenina es el ámbito natural en el que todas las legisladoras de los partidos políticos actuamos, fundamentalmente en cuanto a lo que ustedes referían. Tenemos una abultada agenda para noviembre. Las que estamos involucradas sinceramente en los temas de género participamos activamente en todas las actividades. Yo soy de Paysandú y tengo una participación activa en estos temas, que hacen a los derechos humanos. Generalmente, me van a ver participando activamente en mi departamento; esto es algo que les quería trasladar porque, muchas veces, las actividades centrales se hacen en la capital. Hay que hacer un gran esfuerzo descentralizador, porque las inequidades se acentúan en el territorio, y vaya si ustedes lo saben.

Con respecto al trabajo doméstico, es necesario admitir que recién a partir del año 2005, cuando se implementaron nuevamente los Consejos de Salarios, se promulgó la Ley de Negociación Colectiva, se promulgó la Ley de Libertad Sindical y se reconoció la lucha del movimiento sindical por parte de sectores que estaban postergados, como los trabajadores domésticos y los trabajadores rurales. Recién en ese momento las trabajadoras domésticas pudieron empezar a organizarse. Sinceramente, celebro el trabajo que realizan las compañeras. Debo decir que, si bien yo soy la diputada titular, formo parte de un equipo de trabajo y mi segunda suplente es la señora Isabel Benítez, presidenta del sindicato de trabajadoras domésticas de Paysandú. Es una compañera sumamente comprometida, que participa activamente en las mesas interinstitucionales sobre violencia doméstica y equidad de género de Paysandú. Por lo tanto, conozco el esfuerzo que significa el trabajo que realizan las compañeras. Insisto: hay que reconocer que recién con la instalación de los gobiernos del Frente Amplio esa lucha sindical se vio correspondida en las necesarias leyes que había que dictar.

Por otra parte, también me gustaría conversar con ustedes sobre la discriminación en el ámbito laboral. Básicamente, establecieron cuáles serían las herramientas por las que trabajar, pero aún quedan muchísimas inequidades que ustedes veían, sobre todo, a través de la negociación colectiva. ¿Cuáles son las mayores dificultades en cuanto a la violación de derechos en el ámbito laboral?

SEÑORA PAU (Milagro).- La primera pregunta fue por qué no participamos en la dirección sindical. Creo que tenemos un problema en común, porque es parecido a lo que pasa en el Parlamento. Por suerte, por intermedio de la cuota obligamos a que haya mujeres en las bancadas; en nuestro caso, ya se resolvió en tres congresos de la Central la participación del 30% de compañeras mujeres en los lugares de dirección. Lamentablemente, como nuestra Central es una convención, según sus estatutos solo puede recomendar a las organizaciones sindicales que incorporen las referencias de los congresos; no las puede imponer. Por lo tanto, los sindicatos quedan libres de no acatar las recomendaciones, sin sanción alguna. Ahí está la dificultad. Como bien decía la compañera diputada, en las bases, en las direcciones intermedias somos las más útiles y las que más estamos; ahora bien, cuando hay que ocupar los cargos donde realmente se corta la torta, tanto ustedes en el Poder Legislativo como nosotras en el movimiento sindical estamos en la misma situación. Yo creo que esto tiene una causa común: el mundo piensa que el hombre es el proveedor y la mujer, la procreadora. Más allá de que coincido con que en los últimos años hemos avanzado y a partir de 2005 cambió la realidad de este país con la implantación de los Consejos de Salarios, los avances en materia de género no han sido los deseados por todas nosotras.

A nuestro modo de ver, la cuota es un vehículo, no un fin, pero salta a la vista que las mujeres rendimos examen todos los días, lo que nos dificulta el camino para llegar a determinados cargos. Durante tantos años el mundo del trabajo ha sido de dominio masculino que consideran que va bien; nosotros consideramos que va muy mal, que si dirigiéramos nosotras iría mucho mejor. Son puntos de vista. De cualquier manera, entendemos que tenemos que dirigir entre ambos. No creemos tener la verdad absoluta como mujeres ni que los hombres la tengan. Pensamos que construimos la sociedad entre los dos géneros y juntos es la única forma de avanzar hacia una sociedad más justa.

Lamentablemente, a pesar de la resolución del congreso, no hay mujeres entre los titulares y los primeros cargos de suplencia de la dirección nacional, pero hay compañeras titulares en la Mesa Representativa. A raíz de ese infortunio que sucedió en el congreso, los compañeros del Secretariado buscaron la forma de subsanar el error cometido, por decirlo de una manera políticamente correcta. Fue así que se nombraron tres secretarías: la de Derechos Humanos, la de Jóvenes y la de Género, Equidad y Diversidad Sexual, a la cual fuimos asignadas tres compañeras. Entendemos que no fue la mejor solución pero, dado los hechos consumados del congreso, fue un avance que los compañeros entendieran que había sido lamentable que en el congreso saliera así. En la Mesa Representativa tenemos compañeras representantes de las direcciones de sus sindicatos y entendemos que es un avance.

Pensamos que nosotras estamos más capacitadas que muchos compañeros que ocupan lugares en la dirección de los sindicatos y también en las bancadas. A veces nos preguntamos cómo llegó "Fulanito". Es hombre; una mujer hubiera tenido que estar cinco años en la carrera legislativa para lograrlo. Lo mismo nos pasa en el mercado laboral; es un poco lo que planteaba la diputada sobre la discriminación. Estamos en una lucha acérrima por que en todos los Consejos de Salarios y en los convenios colectivos se ponga en práctica la Ley de Igualdad de Derechos y Oportunidades entre Hombres y Mujeres en la República. De todos modos, la cuestión va más allá de la discriminación en el acceso al mercado de trabajo. Hay una ley promulgada hace más de diez años que prohíbe publicar avisos discriminatorios del tipo: "Necesito secretaria" o "Necesito cadete varón"; sin embargo, se sigue haciendo. El Poder Judicial no hace nada al respecto, y los avisos salen todos los domingos. Es grave lo que está sucediendo: tenemos que estar continuamente en alerta porque las leyes no se aplican y no pasa nada. Justamente, es responsabilidad de la central sindical -no de las mujeres de la central sindical- hacer respetar esas leyes, pero también de los legisladores. Si aprueban una ley, háganla cumplir; que no sea un mero trámite.

Por otra parte, una vez que la compañera ingresa al mercado de trabajo en cualquier sector -ya sea en una oficina, en una fábrica, etcétera- le cuesta mucho más la carrera de ascenso a cargos intermedios o de dirección que a un hombre. ¿Por qué? Por la maternidad, por la responsabilidad; entonces, mientras no haya una ley de cuidados que establezca la obligatoriedad de la corresponsabilidad familiar las mujeres vamos a seguir siendo las que faltamos, cumplimos menos y llegamos cansadas. Hemos tenido que soportar hasta que nos digan: "Lo que pasa es que ustedes llegan cansadas". Sí; porque no empezamos la jornada laboral cuando marcamos tarjeta sino en nuestras casas, como decía la compañera diputada. Ni siquiera el Estado y el Poder Legislativo reconocen la doble o triple jornada que hace la mujer; no es remunerada. Tampoco la reconoce la sociedad, más allá de los discursos. Por eso, hay muchas cosas para legislar pero también hay mucho que vigilar. No basta con que exista una ley; tenemos la responsabilidad de vigilar que se cumpla.

De todos modos, hemos avanzado mucho. En el PIT-CNT estamos haciendo un trabajo duro, arduo y rígido con las compañeras y los compañeros. Por algo, la secretaría no es de la mujer sino de género; inclusive, estamos organizando un encuentro para el 21 de noviembre -por supuesto, les haremos llegar la invitación- y ya planteamos que en los plenarios intersindicales y en las delegaciones de los sindicatos participen varones. No puede venir una delegación de ningún sindicato ni de ningún plenario intersindical del interior compuesta solamente por mujeres. El encuentro debe ser de información, de valoración y, fundamentalmente, de integración.

Es muy gratificante que tengamos una agenda común sobre la ley integral de violencia y sobre violencia doméstica, y deberíamos agregar la violencia en el trabajo. No tenemos una ley que nos proteja ni un protocolo legal de corte legislativo. Simplemente tenemos un protocolo a nivel sindical referente al acoso y a la violencia en el trabajo, pero evidentemente no alcanza. Prácticamente todas las semanas vamos a las empresas y estamos en contacto con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social por las denuncias de acoso que hacen las compañeras. Se trata de un asunto muy difícil de comprobar porque, más allá de que existe el acoso vertical y horizontal, generalmente las denuncias son hacia un superior. Además, así como las mujeres tenemos solidaridad de género entre nosotras, los varones también la tienen y, además, un hombre que atestigua por la mala conducta de otro hombre es doblemente castigado socialmente.

Aclaro que también recibimos denuncias de varones que son acosados por mujeres y de varones hacia varones, por tener una conducta más abierta en el trato con las compañeras. Esto demuestra que la integración es fundamental.

Estamos de acuerdo con que estas cuestiones no responden a partidos políticos, sino que se trata de derechos humanos. Los asuntos de la mujer se encuadran en los derechos humanos, al igual que la guerra, los niños, los adultos mayores y los hombres. Cuando los hombres son obligados a ir a la guerra entendemos que se están violando los derechos humanos, cuando las mujeres son violadas como trofeo de guerra entendemos que se violan los derechos humanos, y cuando no cuidamos a nuestros ancianos y no les damos una protección real después de que nos han brindado tanto a lo largo de su vida, entendemos que nuestro gobierno está violando los derechos humanos. Es un tema muy amplio y no puede haber distinción de partidos políticos ni de sectores, así como tampoco ideologías políticas que nos diferencien. Nuestra secretaría lo tiene claro y entendemos que las compañeras que están sentadas en esta mesa también. El problema es que no siempre somos buenas portadoras de nuestros mensajes para reproducir lo que significa el respeto por los derechos humanos.

Esta secretaría comenzó a funcionar hace un mes y medio y estamos tratando de hacer las articulaciones necesarias con todos los espacios sociales y los organismos gubernamentales. Por lo tanto, esta comisión cuenta con nosotros para lo que sea necesario.

En cuanto a las medidas a tomar, para nosotras se trata de una cuestión de formación e información. Las compañeras que dictaron los cursos para los negociadores en los convenios colectivos advirtieron que hay muchos compañeros que no saben lo que es una ley o qué artículos de la OIT han sido ratificados por nuestro país. En ese sentido, nos parece fundamental la información, porque hay compañeras y compañeros que no defienden sus derechos por desconocimiento. Consideramos muy importante la formación de los trabajadores para que sepan cuáles son sus derechos y puedan reclamarlos. Con relación a esto, estamos llevando adelante una campaña muy fuerte, porque entendemos que un ciudadano con información y conocimiento es una persona fuerte.

Los dos ejes fundamentales para nosotros son la violencia doméstica en cuanto al femicidio y el sistema nacional de cuidados. Creemos que para avanzar y dar un salto cualitativo, esos proyectos tienen que ser aprobadas lo antes posible y que los senadores y los diputados deben comprometerse a vigilar el cumplimiento estricto de las leyes que se aprueban.

SEÑORA FERNÁNDEZ (Alma).- Me gustaría recordar que ayer fue el día de la trabajadora doméstica, porque el 19 de agosto se llevó a cabo la primera negociación colectiva de ese sector.

En el mundo del trabajo Uruguay ha sido pionero en esta materia, ya que ha sido el primer país en ratificar el convenio internacional de las trabajadoras domésticas. Tenemos que reconocer que los compañeros han hecho un excelente trabajo y que ha habido voluntad política. Reconocer esta actividad como un trabajo ha sido un gran avance de la democracia, porque es un sector que ha sido muy explotado, ya que es un trabajo de puertas adentro y nos enfrentamos todos los días con nuestros patrones sin tener un sindicato atrás.

Por otra parte, me voy a referir al asunto de la responsabilidad familiar, porque a veces tenemos los elementos y no los sabemos utilizar. Hace muchos años Uruguay ratificó el Convenio Nº 156 de la OIT, que refiere a la responsabilidad. En ese sentido, pensamos que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social tiene que hacerlo valer en las negociaciones colectivas con propuestas concretas.

Queda mucho camino para recorrer y uno de ellos es el problema de la equidad salarial. En ninguna parte del mundo existe equidad salarial, pero en Uruguay la brecha es muy importante. En ese sentido, creo que la negociación colectiva tiene que apuntar a eso, porque no puede ser que al hacer la misma tarea las mujeres y los hombres ganen sueldos distintos. Hace tres o cuatro años llegamos a tener una diferencia de 19%, pero ahora subió al 30%, es decir que hay que estar muy atentos. Las trabajadoras y las ciudadanas en general no somos de segunda y, por lo tanto, hay que empezar a analizar con lupa el problema.

Es cierto que tenemos un techo de cristal, pero también tenemos un suelo pegajoso del que nos cuesta despegarnos a las trabajadoras sin muchos estudios. Entendemos que es importante la capacitación en cuanto a los saberes de cada uno en su actividad.

Otro aspecto que hemos denunciado muchas veces, sobre todo quienes hemos trabajado dentro del Mercosur en cuanto a los asuntos sindicales, es la trata y el tráfico. No se puede desconocer que en este país hay trata y tráfico y tenemos que saber qué vamos a hacer. Hacemos muchas denuncias, pero a veces nos damos la cabeza contra la pared. Debemos reconocer que existe tráfico de trabajo y de explotación sexual. Entonces, como movimiento sindical tenemos que analizar cómo podemos colaborar para hacer un plan común. La trata y el tráfico significan esclavitud, y no podemos permitir que exista en un país que ha progresado tanto. Necesitamos ser vanguardia, sobre todo en el ámbito del Mercosur.

SEÑORA PRESIDENTA.- Fue muy amplio el informe que nos brindaron. Les pedimos que nos envíen los documentos que hayan elaborado porque son una herramienta importante para el trabajo que tenemos por delante.

En cuanto al femicidio y la trata y tráfico de personas, puedo decir que estamos trabajando en la modificación del Código Penal. Integro la Comisión de Constitución, Códigos, Legislación General y Administración en la que nos hemos propuesto trabajar en el proyecto que todavía no se puedo aprobar porque consideramos que debemos hacer muchas modificaciones. En ese sentido, va a haber un enfoque de género que no tenía el que fue analizado en la Legislatura anterior, luego de que lleguemos los consensos necesarios con quienes siguen siendo mayoría en este Parlamento.

Además, nos hemos comprometido a trabajar fuertemente porque hay inequidades que no deben seguir existiendo. Si bien hemos avanzado mucho, todavía hay cosas que duelen y tenemos que revertirlas entre todos.

Agradezco mucho haber tenido este intercambio, porque son unas interlocutoras absolutamente válidas para nuestro trabajo.

SEÑORA PAU (Milagro).- Como responsable de la secretaría agradezco la invitación.

Tenemos muy claro que contamos con aliadas y aliados en todas las bancadas. Hay legisladores que pertenecieron al movimiento sindical y estamos a las órdenes para conversar con ellos.

Desde ya, invitamos a los integrantes de la comisión a la marcha de la diversidad que se llevará a cabo el último viernes de setiembre. Asimismo, más adelante enviaremos la invitación para el acto que realizaremos por el día de la no violencia.

SEÑORA PRESIDENTA.- No habiendo más asuntos, se levanta la reunión.

Línea del pie de página
Montevideo, Uruguay. Poder Legislativo.